4. 3
Presentación 5
Introducción 6
Capítulo I
Violencia contra las mujeres en la política: conceptualización
y manifestaciones 9
Sexo y género 9
El dominio masculino sobre las mujeres
Mujeres en Colombia 11
Las mujeres y su ejercicio político en Colombia 11
La participación política electoral de las mujeres en Colombia 13
Violencia contra las mujeres 18
Concepto de Violencias contra las mujeres en Colombia 19
Violencia política contra las mujeres 19
Violencia política psicológica 21
Violencia política sexual 21
Violencia política física 22
Violencia política económica 22
Capítulo II
Marco normativo colombiano 24
Capítulo III
Violencia política contra las mujeres desde una perspectiva
territorial 27
Lo que le pasa a una, les pasa a todas: hallazgos sombrilla 28
Naturalización de la violencia 28
Contenido
5. #NoEsElCosto
alto a la violencia política contra las mujeres en colombia
balance de la campaña
4
Hostilidad horizontal 28
Violencias psicológicas 29
Mujeres sin privilegios: las mujeres de Caquetá 30
Caracterización 30
Principales hallazgos 30
Mujeres y reivindicación: las mujeres del Valle del Cauca 33
Caracterización 33
Principales hallazgos 33
Las mujeres y la violencia: las mujeres de Antioquia 35
Caracterización 35
Principales hallazgos 35
Mujeres e interseccionalidades: las mujeres de La Guajira 37
Caracterización 37
Principales hallazgos 37
Liderazgos y renovación: las mujeres de Norte de Santander 39
Caracterización 39
Principales hallazgos 39
Liderazgo y sexualidad: las mujeres de Cundinamarca 41
Caracterización 41
Principales hallazgos 41
Capítulo IV
#NoEsElCosto
Alto a la violencia política contra las mujeres. Un llamado a la acción 44
Capítulo V
Actores relacionados como aliados 51
6. 5
Presentación
El Instituto Nacional Demócrata para Asuntos Internacionales, NDI, es una or-
ganización internacional sin fines de lucro cuya misión es contribuir a promover
y fortalecer la democracia en todo el mundo. A través de una red mundial de
expertos voluntarios, el NDI brinda asistencia técnica a líderes de partidos políti-
cos y de la sociedad civil para la promoción de valores, prácticas e instituciones
democráticas. El NDI trabaja con demócratas de cada región del mundo con la
idea de fortalecer organizaciones cívicas y políticas, monitorear elecciones y pro-
mover la participación ciudadana, la transparencia en el gobierno y la rendición
de cuentas.
Con el objetivo de fomentar estructuras sociales y políticas más sólidas, demo-
cráticas y transparentes, el NDI ha asumido de manera transversal en la imple-
mentación de sus programas prácticas inclusivas, que buscan fortalecer la parti-
cipación de las mujeres en los asuntos cívicos. Con este mismo objetivo, desde
el año 2016 hemos desarrollado la campaña #NoEsElCosto, dirigida a erradicar
la violencia política en contra de las mujeres, la cual ofrece una serie de acciones
para su identificación, prevención y atención.
Desde el inicio de nuestras actividades en Colombia, la perspectiva de género y
el fortalecimiento de las habilidades y destrezas de las mujeres para intervenir en
la vida pública han estado presentes en cada acción y programa emprendidos.
Trabajar por, con y para las mujeres es esencial para el fortalecimiento de la de-
mocracia.
No podemos ser indiferentes ante la violencia política contra las mujeres, que ha
sido naturalizada, impidiendo el goce efectivo de los derechos humanos de las
mujeres. Por esta razón la campaña #NoEsElCosto es un llamado a la acción, una
invitación a que nos sumemos en contra del flagelo de las violencias y a que cada
vez más personas entendamos que la construcción de un mundo más democrá-
tico, participativo e incluyente está en nuestras manos.
Sumémonos a este llamado.
Francisco Herrero
Director Instituto Nacional Demócrata - Colombia.
7. #NoEsElCosto
alto a la violencia política contra las mujeres en colombia
balance de la campaña
6
¿Cómo concebir la democracia si la mayoría de la ciudadanía no puede participar ac-
tivamente?
En un principio las sociedades no tendrían por qué formularse esta pregunta, pues
vivir en una comunidad organizada democráticamente supondría que todas las per-
sonas pueden acceder y reivindicar sus derechos con las garantías ofrecidas por los
principios de dicha comunidad.
Pero lo cierto es que el sistema actual condena a muchas mujeres a ser ciudadanas de
segunda clase, imponiendo barreras que les impiden ejercer efectivamente una parti-
cipación ciudadana y política activa dentro de la sociedad. Por ello, aunque las mujeres
han luchado valientemente para reivindicar sus derechos, estos aún continúan sin ser
garantizados de forma efectiva.
Establecer barreras diferenciadas para acceder a la participación política y ciudadana
constituye un acto violento en contra de las mujeres, por lo que este documento pre-
tende identificar algunas de las prácticas que generan, entre otros fenómenos, bajos
índices de participación y capacidad de incidencia de las mujeres en los espacios de
poder y decisión, poniendo en evidencia la importancia fundamental del trabajo man-
comunado de todos los actores para disminuir y eliminar este tipo de violencias.
En 2016, el Instituto Nacional Democrático para Asuntos Internacionales (NDI) lanzó
la campaña #NotTheCost (#NoEsElCosto), un llamado global a la acción para crear
conciencia para detener la violencia contra las mujeres en la política. El título de la
campaña refleja el hecho de que a muchas mujeres se les dice que el acoso, las amena-
zas, el abuso psicológico (en persona y en línea), la agresión física y sexual son “el costo
de hacer política”. Durante los últimos tres años, el NDI ha estado trabajando para de-
safiar este reclamo al aumentar la conciencia de la violencia que enfrentan las mujeres
políticamente activas, recolectar datos al respecto y crear capacidad entre nuestros
socios para mitigar su impacto y responsabilizar a los perpetradores.
Una de las demandas clave hechas por la Presidenta de NDI, ex Secretaria de Estado
de Estados Unidos, Madeleine Albright, en el lanzamiento de la campaña en 2016, fue
que las Naciones Unidas comenzaran a examinar la violencia contra las mujeres en
sus informes temáticos anuales. En mayo de 2018, la Relatora Especial de las Naciones
Unidas sobre la violencia contra la mujer, S.E. Dubravka Šimonović, pidió que se pre-
Introducción
8. 7
introducción
sentaran informes sobre la violencia contra la mujer en la política para la 73ª Sesión de
la Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU), en octubre de 2018.
En junio de 2018, el NDI presentó un documento que detalla la naturaleza, causas y el
impacto de la violencia contra las mujeres en la política, respondiendo a la solicitud
de la Relatora Especial con evidencia y testimonios de mujeres que son políticamente
activas, como activistas, votantes, candidatas y electas.
Como mencionamos anteriormente, #NotTheCost es una campaña global, pero no
podemos dejar de lado las particularidades territoriales que diferencian los actos vio-
lentos. Por este motivo, el presente documento busca, en primer lugar, hacer visible
estas prácticas locales que, en Colombia, han estado silenciadas y naturalizadas a lo
largo de la historia; en segundo lugar, generar conciencia acerca de que la participación
política de las mujeres no puede afectar su dignidad, autoestima y goce efectivo de
los derechos, incluyendo el de la vida. Y finalmente pretende servir como instrumento
para que las mujeres, las entidades, los partidos y movimientos políticos, los medios
de comunicación y la sociedad en general generen acciones para superar esta proble-
mática.
Para empezar, este documento describe el fenómeno de la violencia política y su tipo-
logía, partiendo de conceptos básicos como sexo y género. Posteriormente, se brinda
una descripción sucinta sobre la participación política de las mujeres colombianas en
el goce y ejercicio de sus derechos políticos con el fin de propiciar un contexto general
de los aspectos relevantes que se vinculan con el objetivo de la investigación. Luego se
explica el marco normativo colombiano referente a la participación política de las mu-
jeres y, finalmente, se profundiza en los hallazgos obtenidos de los diferentes talleres y
foros realizados en el marco de la campaña.
Las recomendaciones para la acción se dirigen a los partidos políticos, a las institucio-
nes públicas y a la sociedad civil. Por su medio, se pretende hacer visible la problemá-
tica, así como facilitar iniciativas que contribuyan al fortalecimiento de los procesos
internos partidarios de democratización y promoción de relaciones igualitarias, no
discriminatorias y no violentas. La profundización de los procesos democráticos en el
ámbito de la política exige cambios de distinta índole a las instituciones y a las perso-
nas actoras políticas para la construcción de una nueva cultura.
9. #NoEsElCosto
alto a la violencia política contra las mujeres en colombia
balance de la campaña
8
10. 9
violencia contra las mujeres en la política:
conceptualización y manifestaciones
Capítulo I
La violencia es un concepto complejo y de difícil comprensión, ha sido estudiada
desde una multiplicidad de abordajes analíticos, y se ha identificado que sus causas y
consecuencias son multifactoriales y multidimensionales. Es un fenómeno presente
en toda la historia de la humanidad, que se ha manifestado en guerras, en conquis-
ta de territorios, en control de las mujeres y de diversos colectivos humanos, entre
otros. En este capítulo se conceptualizará la violencia política y los tipos de violencia,
algunos hallazgos y un barrido histórico sobre la evolución de la participación polí-
tica de las mujeres.
Sexo y género
Estos dos conceptos básicos —sexo y género— designan la diferencia entre los rasgos
biológicos y la construcción cultural de la mujer, y en tal medida constituyen un buen
punto de partida, pues es con base en ellos como se han tejido diversas formas de
discriminación contra las mujeres. En muchos casos los argumentos de tipo bioló-
gico indican que las mujeres no pueden realizar determinadas actividades debido a
supuestas limitaciones de su cuerpo, mientras que, desde la perspectiva cultural, se
supone que ellas deben limitarse al cumplimiento obligatorio de ciertos roles. Como
señalan Serrat y Méndez Mercado,
La idea generalizada que se tiene sobre el sexo y el género es que se trata de
la misma cosa, pues en el fondo se reduce a la identificación de una persona
como mujer o como hombre. La interrelación de ambos conceptos, género y
sexo, es difícil de desmontar pues las ideas en torno al género derivan en un
primer momento de la diferencia biológica, llamada sexual, aunque el poste-
rior estudio de las identidades, los roles y las conductas que se identifican en
cada sociedad como distintivas de los hombres y las mujeres permite recono-
cer claramente que son el producto de percepciones construidas culturalmen-
te a partir de una serie de referentes simbólicos y que no se trata de hechos
dados por naturaleza.1
1 Serrat, Estela y Jessica Méndez Mercado. Sexo, género y feminismo. Instituto Electoral del Distrito Federal,
Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y Suprema Corte de Justicia de la Nación. México,
2011, p. 37.
Violencia contra las mujeres en la política:
conceptualización y manifestaciones
Capítulo I
11. #NoEsElCosto
alto a la violencia política contra las mujeres en colombia
balance de la campaña
10
A partir de este análisis se puede comprender más claramente por qué la historia tiene una deuda con
las mujeres y por qué han sido tratadas como sujetos de “segunda clase”, pero para ellos es importante
reconocer las diferencias entre el sexo y el género.
Tabla 1. Comparativo entre “sexo” y “género”
Sexo Género
Biológico Cultural
Externo Interno
Características físicas de una persona Características de la personalidad de una persona
No cambia Varía de cultura a cultura
El dominio masculino sobre las mujeres
Históricamente, el conjunto de normas que establecen las relaciones entre los habitantes de un territo-
rio han sido propuestas por hombres y basadas en la creencia de la subordinación de las mujeres. Por
esta razón a las mujeres se les ha negado la participación en “lo público”.
Nadie objeta que el Estado tiene la facultad de tratar a las personas de un modo diferente basán-
dose en algunos criterios, categorías o requisitos. Como sucede con toda facultad legalmente re-
conocida, el Estado debe respetar ciertos límites en el ejercicio de su poder para trazar esas líneas
que justifican los tratos diferenciados prescritos por la ley, producto de prácticas del gobierno o
de prácticas y acciones de los particulares reguladas (permitidas o prohibidas) desde el poder
estatal.2
Aunque, como señala Saba, el Estado tiene la facultad de dar un trato diferenciado a sus ciudadanos,
esta diferenciación debe estar plenamente justificada, algo que no sucede con la naturalización de con-
ductas de subordinación de la mujer comúnmente identificada con el término “machismo”, el cual debe
ser desmantelado a través de políticas públicas que el mismo Estado debe implementar. El machismo
se presenta como el accionar de hombres y mujeres que consideran que los lugares y roles que tienen
hombres y mujeres están cimentados sobre una relación vertical en la que los hombres ocupan la más
alta posición. Se trata de una forma de proceder que se vale de la discriminación para generar diferen-
cias entre las personas por su sexo y su género, la cual puede evidenciarse de diferentes maneras:
Discriminación directa: apunta a una persona en concreto y la discrimina por una razón en
particular. (…)
2 Saba, Roberto. Pobreza, derechos y desigualdad estructural. Instituto Electoral del Distrito Federal, Tribunal Electoral del Poder
Judicial de la Federación y Suprema Corte de Justicia de la Nación. México 2011, p. 14.
12. 11
violencia contra las mujeres en la política:
conceptualización y manifestaciones
Capítulo I
Discriminación estructural: por el contrario, esta está basada en la manera en la que nuestra
sociedad está organizada. El sistema en sí mismo discrimina a ciertos grupos de personas.
Discriminación cultural: es una forma de discriminación [que está] ganando terreno de forma
preocupante. Es la discriminación que se esconde detrás de la cultura o la religión.3
En un país diverso como Colombia, deben ser consideradas las interseccionalidades que las mujeres
viven como inherentes a su ser. Mujeres: niñas, jóvenes, adultas o adultas mayores, afrodescendientes,
palenqueras, raizales, rom, indígenas, con orientaciones sexuales diversas, trans, con discapacidad, no se
pueden encajonar en alguna categoría o población, sino que están en muchos casos atravesadas por
todas ellas. La acumulación de todas las discriminaciones se convierte en un atentado directo contra los
derechos humanos de las mujeres.
La discriminación afecta el goce efectivo de los derechos
de las mujeres al impedir que hombres y mujeres acce-
dan en igualdad de condiciones a las oportunidades y
ejerzan sus derechos a plenitud, con base en una rela-
ción de subordinación de las mujeres a los hombres que,
desconociendo los aportes de las mujeres a la sociedad,
supone que ellas no están al mismo nivel que su contra-
parte.
La influencia [de las mujeres] en la conformación de las sociedades modernas es poco conocida
en el mundo […] Sin embargo, y en gran medida gracias al impulso que dio la historiografía fran-
cesa de la década de 1980 al redescubrimiento de esta tradición, hoy sabemos de su impacto en
la construcción de las democracias modernas es poderoso e innegable.4
Mujeres en Colombia
Las mujeres en Colombia son el 51,2% de la población según información del DANE (Censo 2018) y
según información de la Registraduría Nacional del Estado Civil son el 52% (julio de 2019) de las perso-
nas habilitadas para votar; sin embargo proporcionalmente presentan altos índices de discriminación y
violencia así como baja representación dentro del ejercicio participativo, ciudadano o político.5
Las mujeres y su ejercicio político en Colombia
Para ser plenamente humanos se tiene que vivir entre humanos, es decir, no sólo como humanos
sino también con los humanos, necesariamente en sociedad. Ya no es posible que se desentienda
3 Rainbow Resources. Guía Compasito sobre Género y Sexualidad. IFM-SEI, Bruselas, 2014, p. 19.
4 Serret, Estela y Jessica Méndez Mercado. Sexo, género y feminismo. Instituto Electoral del Distrito Federal, Tribunal Electoral del
Poder Judicial de la Federación y Suprema Corte de Justicia de la Nación. México, 2011, p. 12.
5 Módulos para la promoción del liderazgo político de las mujeres en el marco del postconflicto. Bogotá 2017.
Las mujeres deben
enfrentarse a la violencia y
la discriminación se tenga o
no conciencia de ellas.
13. #NoEsElCosto
alto a la violencia política contra las mujeres en colombia
balance de la campaña
12
uno de la sociedad humana a la que pertenece, y menos hoy que ya no es del tamaño de mi barrio,
ni de mi ciudad, ni de mi nación, sino que abarca el mundo entero, […] hoy más que nunca los
hombres no viven aislados y solitarios sino juntos y en sociedad.6
La política es el escenario donde se fijan las reglas de convivencia, se toman las decisiones que concier-
nen a la ciudadanía y por medio de la cual se articulan las decisiones de los gobiernos, por lo que influir
en estas decisiones y ejercer la participación es fundamental para todo ciudadano. ¿En qué espacios las
mujeres ejercen la política? Por ser sujetas de derechos, la respuesta debería ser en todos, siendo indis-
pensable que en ellos se escuchen sus voces.
En el siguiente gráfico se resaltan algunas de las actividades más relevantes de los liderazgos de las muje-
res en Colombia, no solo en términos políticos sino de su influencia en los cambios del país en relación
con la participación ciudadana. Se presenta así un recorrido por algunas acciones que este documento
considera como hitos en el trabajo de las mujeres por reivindicar sus derechos y que sin ninguna duda
han sido inspiradores para que ellas sigan incidiendo en los espacios públicos.
6 Savater, Fernando. Política para Amador. Ariel, Barcelona, 2004, p. 15.
1890
Felicita Campos:
Lidera la
resistencia contra
terratenientes.
1920
Betzabé Espinoza:
Lidera la exigencia
para el aumento
salarial en la
empresa textil.
1923
María Cano:
Organiza a las trabajadoras
y trabajadores para con-
formar la primera central
obrera y el primer partido
obrero del país.
1927
Se firma el
manifiesto sobre
los derechos de
la Mujer Indígena
(14.000 personas).
1930
Ofelia Uribe:
Promueve los
derechos de las
mujeres casadas,
capitulaciones
patrimoniales.
1936
Gabriela Peláez:
Primera mujer
colombiana en
estudiar una carrera
universitaria.
Primera abogada.
1954
Esmeralda Arboleda,
Josefina Valencia, Bertha
Hernández y María
Currea: Promueven la
alianza interpartidista para
reivindicar el derecho al
voto femenino.
Esmeralda Arboleda
y Josefina Valencia:
Nombradas dentro de
la Asamblea Nacional
Constituyente.
La Asamblea Nacional
Constituyente aprueba el
derecho de las mujeres a
votar.
1955
Josefina Valencia:
Designada
Gobernadora del
Cauca.
1956
Josefina Valencia:
Nombrada
Ministra de
Educación.
1957
Las mujeres votan
por primera vez en
el referendo para
validar el Frente
Nacional.
1958
Esmeralda
Arboleda:
Elegida la primera
Senadora por el
Departamento del
Valle del Cauca.
1959
María Currea:
Primera mujer
Concejala de
Bogotá.
1961
María Susana
Awad de Ojeda:
Primera Alcaldesa
de Colombia en
Ocaña, Norte de
Santander.
1974
María Eugenia
Rojas de Moreno:
Primera mujer
en postularse a la
Presidencia por la
ANAPO.
1991
Noemí Sanín:
Primera mujer
Ministra de
Relaciones
Exteriores.
2014
Por primera vez dos mujeres se
presentan simultáneamente a
la Presidencia de la República:
Marta Lucía Ramírez (Partido
Conservador) y Clara López (Polo
Democrático Alternativo)
14. 13
violencia contra las mujeres en la política:
conceptualización y manifestaciones
Capítulo I
La participación política electoral de las mujeres en Colombia
Después de más de siete décadas de ejercicio del derecho al voto, la participación de las mujeres en la
democracia colombiana se ha incrementando paulatinamente. Aunque la política como un ejercicio
público ha pertenecido tradicionalmente a los hombres, se ha mostrado un mayor avance desde la
introducción de las acciones afirmativas establecidas en la Ley 581 de 2000, de acuerdo con la cual “[…]
las autoridades, en cumplimiento de los mandatos constitucionales, deben darle a la mujer la adecuada
y efectiva participación a que tiene derecho en todos los niveles de las ramas y demás órganos del poder
público”.
Otro hito importante fue la aprobación de la Ley 1475 de 2011, comúnmente llamada la Ley de Partidos,
que, entre otras disposiciones, establece un porcentaje mínimo en las listas a cargos y corporaciones de
elección popular: “Las listas donde se elijan 5 o más curules para corporaciones de elección popular o
las que se sometan a consulta —exceptuando su resultado— deberán conformarse por mínimo un 30%
de uno de los géneros” (art. 28).
Las mujeres juegan un papel fundamental para la consolidación de la democracia por lo que la pro-
moción y fortalecimiento de su participación en la vida política es imprescindible. Como efecto de las
acciones afirmativas mencionadas se ha visto un incremento importante a nivel de corporaciones pú-
blicas; sin embargo, en los cargos uninominales se siguen presentando niveles bajos de representación.
15. #NoEsElCosto
alto a la violencia política contra las mujeres en colombia
balance de la campaña
14
Gráfico 1. Comparativo entre hombres y mujeres. Participación en las elecciones a las Asambleas De-
partamentales, últimos tres periodos. Fuente: Registraduría Nacional del Estado Civil.
16. 15
violencia contra las mujeres en la política:
conceptualización y manifestaciones
Capítulo I
Gráfico 2. Comparativo entre mujeres y hombres. Participación en las elecciones a Gobernaciones de
los últimos tres periodos. Fuente: Registraduría Nacional del Estado Civil.
17. #NoEsElCosto
alto a la violencia política contra las mujeres en colombia
balance de la campaña
16
Gráfico 3. Comparativo entre mujeres y hombres. Participación en las elecciones a los Concejos Muni-
cipales de los últimos tres periodos. Fuente: Registraduría Nacional del Estado Civil.
18. 17
violencia contra las mujeres en la política:
conceptualización y manifestaciones
Capítulo I
Gráfico 4. Comparativo entre mujeres y hombres. Participación en las elecciones a las Alcaldías Muni-
cipales de los últimos tres periodos. Fuente: Registraduría Nacional del Estado Civil.
19. #NoEsElCosto
alto a la violencia política contra las mujeres en colombia
balance de la campaña
18
Violencia contra las mujeres
Algunos ejercicios internacionales generados por mujeres y organizaciones sociales con los gobiernos
como aliados estratégicos han permitido definir las violencias contra las mujeres; entre ellos se en-
cuentra la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer,
Gráfico 5. Curules ocupadas por mujeres en la Cámara de Representantes y
su evolución en las últimas tres elecciones. Fuente: Registraduría
Nacional del Estado Civil.
Gráfico 6. Curules ocupadas por mujeres en el Senado y su evolución en las
últimas tres elecciones. Fuente: Registraduría Nacional del Estado
Civil.
20. 19
violencia contra las mujeres en la política:
conceptualización y manifestaciones
Capítulo I
también conocida como Convención de Belem do Pará, donde el concepto es definido en los siguientes
términos:
Artículo 2. Se entenderá que violencia contra la mujer incluye la violencia física, sexual y psicoló-
gica:
a. que tenga lugar dentro de la familia o unidad doméstica o en cualquier otra relación interper-
sonal, ya sea que el agresor comparta o haya compartido el mismo domicilio que la mujer, y
que comprende, entre otros, violación, maltrato y abuso sexual;
b. que tenga lugar en la comunidad y sea perpetrada por cualquier persona y que comprende,
entre otros, violación, abuso sexual, tortura, trata de personas, prostitución forzada, secuestro
y acoso sexual en el lugar de trabajo, así como en instituciones educativas, establecimientos
de salud o cualquier otro lugar, y
c. que sea perpetrada o tolerada por el Estado o sus agentes, donde quiera que ocurra.
Concepto de Violencias contra las mujeres en Colombia
En el caso específico de Colombia, la Ley 1257 de 2018 dicta normas de sensibilización, prevención y
sanción de formas de violencia y discriminación contra las mujeres; con esta ley, además, se reforman
los Códigos Penal, de Procedimiento Penal, la Ley 294 de 1996 y se dictan otras disposiciones referentes
al tema.
En su artículo 2° se define la violencia contra la mujer como “Cualquier acción u omisión, que le cause
muerte, daño o sufrimiento físico, sexual, psicológico, económico o patrimonial por su condición de
mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, bien sea
que se presente en el ámbito público o en el privado”.
Violencia política contra las mujeres
La violencia contra las mujeres políticamente activas es un problema grave que desincentiva la parti-
cipación de las mujeres en los procesos políticos, constituye una violación fundamental a su dignidad
humana, socava la democracia, y es un obstáculo para el fortalecimiento de sociedades igualitarias y
no discriminatorias. La problemática es desconocida, ignorada o no reconocida y considerada como
parte de las prácticas “naturales” de la política o del “costo de hacer política” y de la contienda por el
poder.
La Convención de Belem do Pará, que propende por garantizar los derechos humanos de las mujeres,
en su informe de seguimiento recomienda la inclusión en la legislación de cada país de la “Ley Modelo
Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres en la Vida Política”. Es
de resaltar que la Convención fue ratificada por la mayoría de los estados de la Organización de Estados
Americanos, incluido Colombia. De acuerdo con Ley Modelo,
21. #NoEsElCosto
alto a la violencia política contra las mujeres en colombia
balance de la campaña
20
Debe entenderse por “violencia contra las mujeres en la vida política” cualquier acción, conducta
u omisión, realizada de forma directa o a través de terceros que, basada en su género, cause daño o
sufrimiento a una o a varias mujeres, y que tenga por objeto o por resultado menoscabar o anular
el reconocimiento, goce o ejercicio de sus derechos políticos. La violencia contra las mujeres en
la vida política puede incluir, entre otras, violencia física, sexual, psicológica, moral, económica o
simbólica. (art. 3)
La campaña #NoEsElCosto Alto a la violencia contra las mujeres, del Instituto Nacional Demócrata, hace
referencia al concepto, identifica las características distintivas y además conceptualiza los diferentes ti-
pos de violencias. Destaca que la manifestación específica de la violencia contra las mujeres en política
tiene tres características particulares:
¾¾ Está dirigida a las mujeres debido a su género.
¾¾ Su forma misma puede ser de género, como lo demuestran las amenazas sexistas y la
violencia sexual.
¾¾ Su impacto es desalentar a las mujeres en particular de ser o de convertirse en política-
mente activas7
.
Bolivia fue el país latinoamericano pionero en documentar las experiencias de acoso y violencia política
padecidas por las mujeres, como producto de los esfuerzos de la Asociación de Concejalas (ACOBOL)
por evidenciar una práctica lesiva a los derechos políticos de las bolivianas en el proceso de selección de
candidaturas, durante la campaña electoral y en el ejercicio de los cargos.
El concepto desarrollado por las activistas y las académicas que estudiaron el tema sintetiza acertada-
mente en qué consiste esa manifestación específica de violencia, al definirlo como8
:
las expresiones, acciones y las prácticas de violencia física, psicológica, sexual, económica y simbó-
lica que enfrentan las mujeres que ejercen representación política, sobre todo en ámbitos locales,
para atemorizarlas, presionarlas, desprestigiarlas y obligarlas a actuar en contra de su voluntad. En
muchos casos para hacerlas renunciar a sus cargos electivos y/o para que asuman decisiones po-
líticas con las cuales no están de acuerdo, en otros para que avalen decisiones discrecionales en el
manejo del poder y los recursos, contra toda ética y norma del manejo público y de las funciones
que las y los servidores públicos deben cumplir.9
Lo que es común a todas las experiencias documentadas son las repercusiones en la capacidad y volun-
tad de las mujeres de participar en la vida pública. El NDI releva de ello que se afecta la participación
7 #NoEsElCosto Cese a la violencia en contra de las mujeres en política. Un llamado a la Acción https://www.redinnovacion.org/
articulo/noeselcosto-cese-la-violencia-en-contra-de-las-mujeres-en-pol%C3%ADtica-un-llamado-la-acci%C3%B3n
8 https://pt.slideshare.net/RedInnovacion/violencia-politica-guatemala
https://pt.slideshare.net/RedInnovacion/violencia-poltica-contra-las-mujeres-en-la-poltica-investigacin-en-partidos-polti-
cos-de-honduras
9 Machicao, Ximena. Acoso político: un tema urgente que enfrentar. Cooperación Técnica Alemana PADEP-GTZ, La Paz, 2014, p. 5.
22. 21
violencia contra las mujeres en la política:
conceptualización y manifestaciones
Capítulo I
política de las mujeres en los distintos aspectos en que ésta se desarrolla: como activistas, votantes,
candidatas y en el desempeño de un cargo. Las manifestaciones de violencia hacia las mujeres política-
mente activas se clasifican en varias categorías comunes: psicológica, física, sexual y económica que, por
llevarse a cabo en el ámbito de la política, presentan una serie de particularidades.
Violencia política psicológica
Implica un comportamiento hostil y abuso con la intención de causar temor y/o daño emocional.
En política, esto podría incluir amenazas y actos de violencia física con la intención de dañar la
condición social de una mujer. Por ejemplo, la limitada investigación acerca de la violencia en con-
tra de la mujer en las elecciones indica que la violencia psicológica podría estar particularmente
dirigida a las candidatas, votantes y activistas de los partidos.10
Violencia política sexual
Implica actos sexuales e intentos de cometer actos sexuales a través de la coerción, incluyendo
comentarios, acercamientos o insinuaciones sexuales no bienvenidas. Algunos ejemplos incluyen
10 #NotTheCost: Cese a la violencia en contra de las mujeres en la política. Un llamado a la acción. National Democratic Institute,
Washington, 2016, p. 18.
23. #NoEsElCosto
alto a la violencia política contra las mujeres en colombia
balance de la campaña
22
el acoso sexual, la violación y la explotación sexual, tales como el obligar a las mujeres a hacer
favores sexuales para ganar una nominación en un partido. La sexualidad de las mujeres muchas
veces es utilizada como un símbolo competente, donde las amenazas de violación y cuestiona-
mientos acerca de la moralidad de una mujer o su identidad sexual se tornan algo muy común.
Representaciones sexualmente explícitas o gráficas en línea son una creciente manifestación de
este tipo de coerción o amenaza, que reduce a las mujeres a su género, negándoles su dignidad
humana básica.11
Violencia política física
Involucra lesiones infringidas en los cuerpos de las mujeres, así como actos de daños corpóreos
perpetrados en contra de sus familiares. Algunos ejemplos de esto incluyen el asesinato, secuestro,
golpizas y abuso doméstico, ya sea de las mujeres o bien de sus familiares, para evitar que las mu-
jeres tengan participación política.12
Violencia política económica
Involucra un comportamiento coercitivo a través del control del acceso a recursos económicos
por parte de una persona. Los familiares podrían negarles fondos u otro tipo de apoyo a las muje-
res, obstaculizando o evitando que participen en actividades políticas por completo, en actos tan
simples incluso como votar. Incluso, podría negárseles de forma sistemática el acceso a los recur-
sos financieros y económicos a los cuales tienen derecho por ley o bien que sí están disponibles a
sus contrapartes varones políticamente activos y que son necesarios.13
11 #NotTheCost: Cese a la violencia en contra de las mujeres en la política. Un llamado a la acción. National Democratic Institute,
Washington, 2016, p. 19.
12 #NotTheCost: Cese a la violencia en contra de las mujeres en la política. Un llamado a la acción. National Democratic Institute,
Washington, 2016, p. 19.
13 #NotTheCost: Cese a la violencia en contra de las mujeres en la política. Un llamado a la acción. National Democratic Institute,
Washington, 2016, p. 19.
24. 23
violencia contra las mujeres en la política:
conceptualización y manifestaciones
Capítulo I
25. #NoEsElCosto
alto a la violencia política contra las mujeres en colombia
balance de la campaña
24
En Colombia existe un marco normativo que propende por la defensa de los derechos
humanos de las mujeres. Estos instrumentos se han propuesto para que en caso de
vulneración del derecho la justicia impere. A pesar de que aún no existe una legislación
específica sobre violencia política (tema sobre el que la campaña #NoEsElCosto reco-
mienda que se legisle) se pude acudir a la legislación existente. Aquí el listado de las
normas que garantizan los derechos humanos de las mujeres.
Constitución Política de Colombia de 1991. Artículos 13 y 43. Artículos que propen-
den por la igualdad entre hombres y mujeres.
Ley Estatutaria 581 de 2000 o Ley de Cuotas, señala que el 30% de los cargos de máxi-
mo nivel decisorio y otros niveles en la estructura de la Administración Pública deben
ser ocupados por mujeres.
Ley Estatutaria 1475 de 2011, por la cual se adoptan reglas de organización y funcio-
namiento de los partidos y movimientos políticos, de los procesos electorales y se dictan
otras disposiciones. Estableció un porcentaje mínimo (30%) de participación femenina
en las listas de partidos políticos para cargos de elección popular, en donde se elijan más
de cinco (5) curules (art. 28). También definió el principio de igualdad de género que rige
los partidos políticos.
Ley 1434 de 2011, por la cual se crea la Comisión Legal para la Equidad de la Mujer en
el Congreso.
Ley 1482 de 2011 o Ley Antidiscriminación. Reforma al Código Penal, incluyendo
actos discriminatorios como hechos delictivos.
Ley 1257 de 2018 o Ley de Violencias contra las Mujeres, previene y atiende las vio-
lencias contra las mujeres; se enfoca particularmente en la violencia intrafamiliar.
Capítulo II
Marco normativo colombiano
26. 25
marco normativo colombiano
Capítulo II
Tipos de Violencia Legislación
Violencia psicológica
• Ley 1257 de 2018, Capítulo V Medidas de protección.
• Código Penal, Delitos contra la honra.
Violencia física
• Ley 1257 de 2018, Capítulo V Medidas de protección.
• Código Penal, Delitos contra la vida.
Violencia sexual
• Ley 1257 de 2018, Capítulo V Medidas de protección
• Código Penal, Delitos contra de la integridad, libertad y
formación sexuales.
Violencia económica
• Ley 1257 de 2018, Capítulo V Medidas de protección.
• Ley Estatutaria 1475 de 2011
27. #NoEsElCosto
alto a la violencia política contra las mujeres en colombia
balance de la campaña
26
28. 27
violencia política contra las mujeres
desde una perspectiva territorial
Capítulo III
Como mencionamos en la introducción del documento, este trabajo hace énfasis en
su enfoque territorial y diferencial por lo que su contenido está basado en los resul-
tados obtenidos en los talleres realizados en diversos territorios con la participación
de procesos participativos como los PDET14
, las mesas de participación efectiva de
víctimas, plataformas departamentales de mujeres, mujeres militantes de partidos y
movimientos políticos, organizaciones sociales, la Acción comunal, organizaciones
LGBTI y lideresas y líderes con trayectoria en dichos territorios.
Los talleres fueron desarrollados en Florencia (Caquetá), Riohacha (La Guajira), Me-
dellín (Antioquia), Cúcuta (Norte de Santander), Cali (Valle del Cauca) y Bogotá D.C.
En muchos de estos territorios se evidencia un escalamiento de acciones en contra de
lideresas sociales y contextos de violencia política. La convocatoria a estos espacios
fue amplia, diversa y se llevó a cabo considerando las diferentes interseccionalidades.
La metodología de estos espacios se desarrolló en tres etapas:
¾¾ Conceptualización y sensibilización sobre la violencia política contra las
mujeres por medio de un diálogo abierto con las personas asistentes.
¾¾ Identificación de casos concretos sobre violencia por medio de una
metodología participativa que permitió evidenciar, desde la experien-
cia, los tipos de violencia que sufren las mujeres en el ejercicio de su
liderazgo en diferentes ámbitos como participación ciudadana y parti-
cipación política y electoral.
¾¾ Introducción a la campaña #NoEsElCosto
Es importante explicar que, gracias a ese trabajo territorial, se encontraron algunos
resultados que nos han permitido describir las coincidencias sobre la violencia po-
lítica contra las mujeres en los diferentes territorios, y a los que hemos llamado “ha-
llazgos sombrilla”. A continuación, decs y que pasaremos a describir a continuación.
14 Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial. Estos programas buscan el desarrollo rural integral y
sostenible.
Capítulo III
Violencia política contra las mujeres
desde una perspectiva territorial
29. #NoEsElCosto
alto a la violencia política contra las mujeres en colombia
balance de la campaña
28
Lo que le pasa a una, les pasa a todas: hallazgos sombrilla
Si bien lo primero que es importante resaltar es que la violencia política contra las mujeres se ha na-
turalizado, también es preciso señalar que los espacios territoriales permitieron sensibilizar y concep-
tualizar esta problemática. Ello arrojó como resultado algunos hallazgos que confirman los obstáculos
que enfrentan las mujeres en la vida pública y política, relacionados con prácticas y costumbres muy
arraigadas en la sociedad colombiana. En este espacio se describirán los hallazgos identificados por las
participantes en los talleres territoriales.
Naturalización de la violencia
En el análisis histórico realizado por las participantes se advirtió que existe un sistema creado por y para
los hombres, nombrado en masculino, que les ha otorgado a ellos el protagonismo en los espacios po-
líticos. Desde hace más de un siglo se han iniciado batallas encabezadas por las mujeres para reclamar
los espacios que les han sido negados. Este reclamo implica un cambio de conciencia que, lamentable-
mente, no todas las personas que componen nuestra sociedad han hecho.
La naturalización de la violencia se basa en la premisa de que las reglas de antaño deben seguir su curso,
es decir, que se debe obedecer las reglas tradicionales de hacer política. En el caso que nos atañe es im-
portante registrar que las mujeres creen que las reglas de la participación política y ciudadana suponen
una violencia natural, pues consideran que se debe a circunstancias normales para el desempeño de sus
liderazgos y que es el costo de ser políticamente activas.
Existe también un reconocimiento de la violencia política en otras personas, como una interpretación
relacional frente al poder que tienen otras lideresas y a la forma en que ellas son victimizadas. Ello hace,
sin embargo, que estas mujeres no se reconozcan como víctimas, pues la dimensión de la violencia
que ven contra otras mujeres (referencian el congreso, la televisión y las redes sociales) no es igual a la
que ellas enfrentan, por tanto ese tipo de violencias no son consideradas como atinentes a su propio
ejercicio político y cotidianidad. No hay, pues, conciencia sobre la relación que existe entre las violencias
políticas contra las mujeres y su propio liderazgo, lo que explica la percepción según la cual “yo no soy
víctima, lo son las demás”.
Hostilidad horizontal
La hostilidad horizontal es un término relativamente nuevo, acuñado a comienzos de los años ochenta,
que designa la hostilidad existente entre las mujeres, con base en un sistema donde la verticalidad se
refiere a la relación de sumisión de las mujeres a los hombres, y la horizontalidad implica una relación
entre pares mujeres que, sin embargo, se conciben entre ellas como rivales.
Es curioso que las mujeres sientan que entre ellas mismas se imponen barreras a la participación, pero
que no se percaten de que, al actuar de esa forma, obedecen a ese sistema de reglas impuesto que les
hace ver a sus pares como la competencia.
30. 29
violencia política contra las mujeres
desde una perspectiva territorial
Capítulo III
Violencias psicológicas
La ocurrencia de violencias psicológicas fue un hallazgo generalizado en el trabajo territorial, pero mu-
chas veces estas no se consideran como violencia, porque pueden percibirse como algo subjetivo, es
decir que se considera que aquello que puede tener un efecto de daño emocional para una mujer no
necesariamente lo tiene para otra.
Lo cierto es que las actuaciones que apuntan a disminuir la autoestima y la seguridad del liderazgo de
las mujeres terminan por permear su personalidad y desalentar el ejercicio político y público. Incluso
se llegan a encontrar formas de violencia psicológica tan sutiles que atentan contra la dignidad de las
mujeres, pero cuyos efectos dañinos no son percibidos ni siquiera por el perpetrador (encarnado en
hombres o mujeres), y tampoco la víctima es consciente de dicho daño, lo que genera una justificación
y normalización de dichas acciones.
Es alarmante la cantidad de mujeres que sufren este tipo de violencia, no solo en razón de aquellas
conductas más evidentes y que están permanentemente presentes en los diferentes espacios de partici-
pación, toma de decisión y poder, sino también en aquellas conductas sutiles que se han denominado
micro-machismos y que afectan tanto la autoestima de las mujeres como su dignidad.
31. #NoEsElCosto
alto a la violencia política contra las mujeres en colombia
balance de la campaña
30
Mujeres sin privilegios: las mujeres de Caquetá
Caracterización
En primera medida, es importante resaltar que el Caquetá es un departamento afectado profundamen-
te por el conflicto armado que durante décadas ha golpeado este territorio. En este sentido, las mujeres
han sido en gran parte víctimas de diferentes tipos de violencia, en escenarios de conflictividad social.
Principales hallazgos
El grupo que acompañó la jornada fue diverso, y en él se encontraban diferentes posturas y formas de
relacionarse; aunque convergían las mismas violencias estas eran vistas desde diferentes ángulos.
En la identificación de los actores involucrados como victimarios en las diferentes manifestaciones de
violencia política, las participantes reconocieron de manera directa que algunas instituciones la ejercen
a través de prácticas estructurales de violencia, las cuales terminan naturalizándose y propician prácti-
cas discriminatorias a la hora de ocupar los espacios de participación, como lo ejemplifica el siguiente
testimonio:
“La institucionalidad ejerce violencia estructural
contra las mujeres transexuales, asumiendo una
‘postura biológica’ que limita la participación en
una mesa garantizada por la institución misma”.
Otro de los hallazgos importantes corresponde a la afectación a la participación política partidaria de
las mujeres en espacios electorales por falta de mecanismos de democracia interna. No es ajeno para la
opinión pública que cuando los partidos o movimientos políticos elaboran las listas a cargos de elección
popular deben tomar decisiones para ubicar a las y los candidatos dentro de las mismas. En Florencia,
las participantes refirieron que en este proceso, ellas son llamadas a ocupar los últimos lugares de la lista
ya que según las autoridades partidarias tienen una capacidad mínima de incidir políticamente y no
cuentan con una trayectoria política que les permita encabezar las listas, por lo que son relegadas a lo
que en el argot político se conoce como “relleno”. En el trasfondo siempre se utiliza este argumento para
asegurar que electoralmente, independientemente su proceso individual, no cuentan con un trabajo
relevante. Esto indica que las dirigencias partidarias continúan considerando a los hombres como los
candidatos “naturales” o más competitivos.
32. 31
violencia política contra las mujeres
desde una perspectiva territorial
Capítulo III
Por esta razón, las asistentes consideran que las estructuras y prácticas de los partidos y movimientos
políticos no procuran la inclusión, ya que entienden que esta solamente concierne a quienes conforman
su militancia, pero no al hecho de que hay lideresas que es necesario acompañar y empoderar en los
espacios de toma de decisiones y de poder dentro de los mismos.
“Fui nombrada directora de un partido político y
renuncié porque ningún hombre quiso seguir mis
lineamientos por ser mujer”.
“En el partido me dieron solo los municipios
perdedores para hacer campaña”.
La vida política de una mujer se ve truncada si no pertenece a la llamada coloquialmente “rosca”, es
decir, a los grupos que de una u otra forma ostenten poder dentro de los partidos y movimientos
políticos. Y si las decisiones se toman dentro de estos grupos, las mujeres pierden la capacidad de
incidencia.
“¡No pues, ahora a todas las violaron!”, comenta un
hombre a una lideresa que es activista en temas de
violencia sexual contra las mujeres, en el marco de
la campaña del plebiscito de 2016.
Con bastante preocupación se evidenció que en todos los espacios de participación, llámense política,
ciudadana o en cualquier otro ejercicio, las mujeres relatan casos de violencia psicológica marcados por
las amenazas, el comportamiento hostil y el abuso.
Como otra evidencia de este tipo de violencia, pero desde la perspectiva de la educación, algunas muje-
res opinan que no hay procesos de formación relacionados con el liderazgo y con el trabajo en equipo,
33. #NoEsElCosto
alto a la violencia política contra las mujeres en colombia
balance de la campaña
32
lo que podría garantizar que las mujeres contaran con la suficiente confianza para involucrarse en los
espacios públicos. A esta carencia atribuyen el ser continuamente hostigadas, haciendo alusión a la falta
de preparación o desconocimiento de los procesos que desalientan su participación y le ponen barreras
importantes y difíciles de superar.
En otro orden de ideas, las mujeres sugieren que tienen que “masculinizar” su liderazgo para ser tenidas
en cuenta, escuchadas y valoradas; sin embargo en ocasiones por esto mismo suelen ser discriminadas
Un elemento importante a resaltar en este departamento es que en el imaginario ciudadano existe el
prejuicio según el cual las mujeres son “malas administradoras”. Esta percepción se debe a que por dos
períodos consecutivos fueron electas mujeres como alcaldesas y estuvieron relacionadas con casos de
corrupción, hecho por el cual ahora se argumenta que no se debe votar por mujeres por que son co-
rruptas.
34. 33
violencia política contra las mujeres
desde una perspectiva territorial
Capítulo III
Mujeres y reivindicación: las mujeres del Valle del Cauca
Caracterización
En el ejercicio que se realizó en Cali participaron representantes de organizaciones sociales, partidos y
movimientos políticos y mujeres electas. Este es un departamento donde existe una marcada influencia
política de las mujeres en el ejercicio de base y por lo cual son reconocidas en todo el país como lidere-
sas que desde hace varias décadas han luchado incansablemente por la reivindicación de sus derechos.
Principales hallazgos
En la conversación desarrollada en Cali, se mencionó que existe una fuerte influencia de los partidos
políticos tradicionales en algunas prácticas discriminatorias hacia las mujeres en el ejercicio de la polí-
tica. Esto implica que en las maquinarias tradicionales donde existe un “gamonal” y una clase política
que es la que enmarca la política electoral, no hay presencia de mujeres. Aunque las mujeres en el taller
afirman conocer y ser conscientes de las barreras que se les presentan para acceder a cargos directivos
de partidos y movimientos políticos, son ajenas al proceso de elección dentro de los mismos. No rela-
cionan la barrera llamada comúnmente “techo de cristal” dentro de las organizaciones políticas, hecho
que evidencia una de las participantes.
“Las mujeres edilesas de Cali tuvieron que crear
una asociación para ser tomadas en cuenta”.
Cuando se les pregunta sobre las barreras al ejercicio del voto, se inclinan en algunos casos por recono-
cer el “voto familiar”, es decir que la jefatura del hogar generalmente es asumida por el hombre, quien
decide por cuál candidato o candidata debe votar toda la familia.
“Como secretaria de JAC fui violentada por un
dignatario”.
Sumado a ello, dentro de los hallazgos, es importante resaltar que las circunstancias son diferentes en el
contexto rural, puesto que en la ciudad las mujeres reivindican sus derechos respecto de la participación
35. #NoEsElCosto
alto a la violencia política contra las mujeres en colombia
balance de la campaña
34
en espacios públicos, mientras que las mujeres rurales no pueden participar en estos espacios, y los lla-
mados “naturalmente” a tomar parte en ellos son los hombres.
La principal forma de violencia psicológica que se ejerce contra las mujeres está ligada a la intención de
disminuir su autoestima por medio de campañas de desprestigio. Esta violencia, según las mujeres que
asistieron al taller, es muy frecuente.
“Me postulé como representante del salón a una
asamblea programada por la Mesa Ampliada
Nacional Estudiantil pero no quisieron dejarme ir
porque no tenía el suficiente carácter ni el grado de
agresividad necesario. Enviaron a un compañero
hombre”.
Las mujeres que han sido candidatas consideran que algunas instituciones vinculadas al proceso elec-
toral no son aliadas, puesto que si las mujeres solicitan por ejemplo un reconteo de votos, no se les
permite acceder al mismo, argumentando, en algunos casos, que la cantidad de votos en cuestión no
es significativa para realizarlo. Igualmente refieren que cuando se requiere que las instituciones elijan
delegados y delegadas de las comunidades con un enfoque de mujeres y género, limitan el ejercicio de
las mujeres, es decir que aquellos cupos que deben ser ocupados por mujeres terminan ejerciéndolos
hombres, con la venia de las y los funcionarios de dichas instituciones.
Durante la sesión se evidenció un desconocimiento sobre los mecanismos de reposición de votos, los
cuales generan desconfianza y para algunas se convierten en un posible hecho de violencia económica
contra las mujeres. En otros casos existen hechos que demuestran que los partidos no utilizan los recur-
sos establecidos por la ley para financiar actividades correspondientes a la participación política de las
mujeres o los destinan para otras actividades.
“Los hombres no dejaron que las mujeres fueran
representantes para los Programas de Desarrollo
con Enfoque Territorial, en complicidad con la
institucionalidad”.
36. 35
violencia política contra las mujeres
desde una perspectiva territorial
Capítulo III
Las mujeres y la violencia: las mujeres de Antioquia
Caracterización
Al taller desarrollado en la ciudad de Medellín asistieron mujeres que formaban parte de procesos de
liderazgo comunal, mesas de participación de víctimas, plataformas departamentales de mujeres, ex
candidatas al Concejo, miembros de Juntas Administradoras Locales, periodistas, entre otros procesos
de incidencia, lo que permitió identificar algunas particularidades de un territorio que se ha destacado
por contar con emprendimientos y liderazgos que las mujeres han tenido que ganarse a pulso.
Principales hallazgos
En el desarrollo de la metodología, las mujeres asistentes a la sesión, de acuerdo a las reflexiones apor-
tadas en este espacio, manifestaron recibir amenazas recurrentemente por promover, defender y exigir
sus derechos. En ningún otro territorio fueron referidas con tanta regularidad estas situaciones, por lo
cual se considera un hallazgo importante.
Por otro lado, las participantes plantearon que uno de los patrones que detona la violencia política hacia
las mujeres tiene que ver con la concepción cultural que existe del feminismo, ya no se comprende ni se
acepta su labor reivindicativa. Muchas mujeres han centrado su trabajo político en la eliminación de las
diferencias en el ejercicio de derechos entre hombres y mujeres, pero esto las ha expuesto a violencias.
Reconocerse y decirse feminista en este departamento representa una mayor vulnerabilidad para las
mujeres.
Los medios de comunicación juegan un papel importante en la participación política y ciudadana,
haciendo visibles las propuestas políticas y el trabajo de las organizaciones sociales en el territorio. El
cuarto poder (como se le ha llamado) en su objetivo de informar, genera opinión. Las mujeres notan la
discriminación que estos espacios promueven frente a la cobertura de sus actividades.
“Algunas concejalas del oriente antioqueño han
manifestado su inconformidad con los medios de
comunicación por no tenerlas presentes en sus
notas informativas y encuestas compartidas, sin
contar con el arduo proceso que viven para ser
elegidas”.
37. #NoEsElCosto
alto a la violencia política contra las mujeres en colombia
balance de la campaña
36
Existen espacios en los que es recurrente la violencia política contra las mujeres que participan en las
Juntas de Acción Comunal y Juntas Administradoras Locales; estos son reconocidos incluso por im-
portantes lideresas en el territorio que consideran que aquellas que hacen parte de estas instituciones
locales son quienes más expuestas están a esta problemática.
Muchas participantes manifiestan ser víctimas de acciones políticas cuyo objetivo es desincentivar su
participación electoral; sin embargo, ellas relacionan estas actuaciones como estrategias de sus oponen-
tes para ganar, desconociendo que son conductas punibles y tipificadas como delitos electorales.
El desconocimiento del procedimiento, práctica y normas electorales se convierten en una inmensa
barrera a la participación política de las mujeres ya que estas no tienen las habilidades y destrezas para
poder actuar en ese ámbito. Por otra parte, las participantes manifiestan que la institucionalidad no
respeta la normatividad de inclusión que debería ser de obligatorio cumplimiento, lo que igualmente
afecta la participación efectiva de las mujeres.
“No me aceptaron porque el cargo era de personero, no
personera. Me dijo: ‘aquí no hay espacio para las viejas’”.
38. 37
violencia política contra las mujeres
desde una perspectiva territorial
Capítulo III
Mujeres e interseccionalidades: las mujeres de La Guajira
Caracterización
Es importante destacar que este taller fue étnicamente el más diverso dentro del proceso llevado desa-
rrollado con presencia significativa de mujeres del pueblo wayúu y afrodescendientes.
Principales hallazgos
Las participantes de este departamento hicieron énfasis en que la mujer ha estado expuesta histórica-
mente a la desigualdad no solo a nivel político sino familiar, económico y social, debido a paradigmas
establecidos hace mucho tiempo.
“No aceptaron mi hoja de vida porque soy wayúu y afro,
me dijeron que tenía que escoger una de las dos”.
Ellas resaltan la falta de apoyo o acompañamiento en los procesos políticos para las mujeres, así como la
ausencia de capacitación y estímulos a la participación de la mujer en contextos políticos. Las mujeres
se sienten desprovistas de instrumentos para generar incidencia.
“En una capacitación en la que estuvimos, a una
compañera no la dejaron hablar por ser negra”.
El concepto generalizado de cómo tienen que ser las mujeres ha implantado estereotipos que no son
acordes a aquello que identifica a las distintas poblaciones existentes en La Guajira. Además, las muje-
res se enfrentan a calificativos como: “chismosa”, “peleadora” o “mantenida”; y si son mujeres negras o
afrodescendientes, los estereotipos las identifican con características como ser buenas amantes o exce-
lentes cocineras, y se refieren despectivamente a su aspecto con apelativos como “pelo malo”. Dichos
adjetivos generan barreras a la hora de participar en cualquier espacio de decisión y poder. Por ello, las
expresiones de género de estas mujeres marcan un ejercicio de empoderamiento político que constitu-
ye un punto de partida para generar de-construcciones de los estereotipos, que, a su vez, fortalecen los
liderazgos de las mujeres en diferentes ámbitos.
39. #NoEsElCosto
alto a la violencia política contra las mujeres en colombia
balance de la campaña
38
Aunque la frase que suele decirse es que la política es para hombres, las mujeres realizan el trabajo de
base que es utilizado por los hombres para cooptar a las y los electores a su favor. Aunque esta es una
práctica común, en el departamento de La Guajira contrasta con la cultura que establece que las mu-
jeres no pertenecen a los espacios públicos.
“Sí, a una amiga el esposo le decía que la política era para
hombres y que ella debía estar en la casa atendiendo el
hogar y los hijos”.
La influencia de la cultura ancestral wayúu es muy marcada en este territorio. En este pueblo originario
el linaje se transmite por la mujer y existe una forma de matriarcado caracterizada por ser las mujeres
quienes dirigen al interior de la comunidad, mientras que los hombres se crían para ser el guerreros y
protectores, de manera que el concepto ancestral del hombre supone que este es quien sale a la defensa
de la mujer. Ello explica que la mujer permanezca invisibilizada en el ámbito político, porque es el hom-
bre, y no ella, quien debe cumplir el rol de protector de su comunidad.
Las mujeres sienten que pueden ser violentadas en diferentes espacios de participación ya que los hom-
bres ven amenazado su liderazgo. Por eso, para ellas, hacer campaña política para ser electas a un cargo
de elección popular y enfrentarse a un hombre podría ser un ejercicio de alto riesgo.
Las mujeres exponen que el ser mujeres les da una perspectiva de la sociedad y del trabajo por la comu-
nidad, algo que explican por el hecho se ser madres, que se expresa en lo que llaman “dolor de vientre”,
no solo relacionado con algo físico sino también con una construcción cultural.
“Sí, se me discrimina en mi comunidad por no
ser autoridad tradicional”.
40. 39
violencia política contra las mujeres
desde una perspectiva territorial
Capítulo III
Liderazgos y renovación: las mujeres de Norte de Santander
Caracterización
Aunque los liderazgos de las mujeres son muy fuertes en Cúcuta, su trabajo político-electoral se limita
a la acción de base en los partidos y movimientos políticos; con todo, reconocen que si se unieran po-
drían cambiar radicalmente las reglas de la política en el territorio.
Principales hallazgos
Uno de los hallazgos más significativos en este departamento es que las mujeres son incluidas en los
espacios políticos, pero únicamente de forma nominal. Al respecto, se refiere que en el interior de los
partidos y movimientos políticos se generan barreras que les impiden tomar decisiones, de manera que
el poder es ostentado por los hombres, y las mujeres están presentes pero no inciden en dichos espa-
cios. Otra forma de violencia presente en este departamento consiste en que se coartan los recursos
económicos para la ejecución de las campañas políticas de las mujeres. Adicionalmente, las mujeres
plantean que la perspectiva de género en los partidos y movimientos políticos no es prioridad.
“Las mujeres del partido no son consultadas a la
hora de hacer alianzas”.
Dentro de los partidos y movimientos políticos existen liderazgos masculinos provenientes de familias
que han tenido gran reconocimiento en la política local, esto ha generado que dichas familias conside-
ren que, por tradición, el poder les pertenece y las decisiones deben ser tomadas por ellas.
Las participantes también hicieron referencia a la falta de relevo generacional así como de prácticas
sanas de la política como el voto programático y transparente.
“Se invisibiliza mi trabajo. Se expresan de mi
activismo con términos peyorativos como “loca”,
“fácil”, “prostituta”.
41. #NoEsElCosto
alto a la violencia política contra las mujeres en colombia
balance de la campaña
40
En tal medida, las mujeres son consideradas un peligro para las reglas preestablecidas en el marco de
la territorialidad, y los espacios en que se discuten los temas de mujeres y que son integrados por ellas
mismas son considerados como una amenaza por los hombres. En consecuencia, se imponen barreras
que impiden que la creación de dichos espacios goce de plenas garantías.
Teniendo en cuenta las interseccionalidades de las mujeres, particularmente el caso de las mujeres tran-
sexuales, se vislumbra que estas, en la mayoría de los casos, están sujetas a violencias económicas por
parte de su familia, quienes no aceptan su transición y optan por quitarles el apoyo. Sumado a ello se
encuentra el estereotipo de que sus capacidades se restringen al campo de la belleza y las peluquerías,
limitando sus aspiraciones a esos espacios, y convirtiéndose en barreras políticas que las inhabilitan para
el ejercicio del liderazgo político.
Si bien es cierto que uno de los argumentos más utilizados para restringir la participación política de las
mujeres es su falta de conocimiento, preparación y capacidad, en muchos casos se utiliza el argumento
contrario con la misma finalidad.
“¿Usted qué hace aquí? Usted debería estar en la
NASA, usted es un mal ejemplo en el municipio porque
no debería estar tan estudiada’. Yo hice fuerza para no
llorar, fue un duro momento.”
42. 41
violencia política contra las mujeres
desde una perspectiva territorial
Capítulo III
Liderazgo y sexualidad: las mujeres de Cundinamarca
Caracterización
Para las participantes del taller realizado en Bogotá, es importante incluir un análisis con enfoque de
género de los diferentes tipos de violencia que deben soportar para poder acceder al ejercicio de sus
derechos políticos, puesto que ello se permitiría identificar los obstáculos y fomentar acciones con el
fin de eliminar las brechas que deben sortear para hacer política. En consecuencia, según ellas mismas,
el gobierno debe certificar a las diferentes autoridades con el fin de establecer sistemas de estudio y
promoción de medidas que puedan prevenir los actos de violencia.
Principales hallazgos
Se resalta con preocupación que una de las formas de violencia política contra la mujer presente en
este departamento es la ejercida en espacios cerrados, en reuniones de carácter íntimo que promueven
autoridades con las mujeres, y en las cuales se hacen propuestas que buscan generar un intercambio de
tipo sexual. En la mayoría de ocasiones, a las víctimas les resulta imposible denunciar o visibilizar este
tipo de conductas debido a las amenazas que pueden recibir por parte de quien promueve la reunión,
y con quien habitualmente tienen una relación de dependencia, lo que les genera miedo para hablar y
exponer el caso.
En varias de sus respuestas a las preguntas que se realizaron en el taller, las participantes hicieron referen-
cia a reglas de la política consideradas como una especie de “cultura” que se ha instalado en el ejercicio
de la misma y que condiciona los comportamientos, especialmente de las mujeres. En primer lugar, el
establecimiento de posiciones que favorecen el liderazgo masculino patrocinado por las directivas de
los partidos y movimientos políticos. Esta regla implícita, conocida como el “piso pegajoso”, asocia el
papel de las mujeres en las campañas a tareas de base, sin darles la posibilidad de incidir en la toma de
decisiones y con el único fin de aportar votos, subestimando sus capacidades y desempeño.
“Nosotras somos usadas para ponerles votos a los
hombres”.
En segundo lugar, cuando las mujeres están en campaña política se promueven prácticas de despres-
tigio contra ellas, haciendo uso en muchos casos de las redes sociales para ejercer acoso y extorsión.
Independientemente de la veracidad de los hechos que se publican, y que en la mayoría de los casos no
han ocurrido, esta es una práctica que se naturaliza cada vez más dentro de los espacios de poder, de
decisión y de participación.
43. #NoEsElCosto
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balance de la campaña
42
Los espacios de toma de decisiones y poder no se escapan a la sexualización del cuerpo de las mujeres.
Según se refiere, el pago de favores con actos sexuales es un mecanismo de presión al que se ven enfren-
tadas las mujeres, insinuando que el que una mujer ascienda implica que ha mediado una transacción
de favores sexuales para ganar una candidatura o puesto en el partido o conseguir financiación. En otras
palabras, en el imaginario colectivo existe la creencia de que las mujeres políticas debieron pagar con
actos sexuales su carrera política.
“Nos ofrecen bebidas alcohólicas para
doblegarnos”.
Otro tema puesto a consideración fue el tono de voz que utilizan las mujeres al intervenir en reunio-
nes o discursos públicos, hecho que muchas veces coacciona y limita su participación y hace que con
frecuencia reciban menos atención durante sus discursos; este hecho es resaltado por una congresista,
quien manifiesta que durante las sesiones plenarias, por ejemplo, el ruido en el recinto es mucho mayor
cuando una mujer habla que cuando lo hace un hombre.
Otro de los elementos a destacar es que las mujeres realizan más de dos jornadas diarias de trabajo,
hecho que consideran como una barrera a su participación política y ciudadana. Sumado a lo anterior,
las mujeres identifican como una barrera los horarios en que son convocados los espacios de decisión y
poder, puesto que muchas veces estos no son convenientes para las mujeres y no garantizan realmente
su participación. Esta falencia, sugieren, podría ser subsanada de manera rápida con algunas acciones
afirmativas para que estos espacios sean convocados en otros momentos, y así garantizar una partici-
pación más igualitaria.
“Nuestra vestimenta siempre es motivo de crítica”.
45. #NoEsElCosto
alto a la violencia política contra las mujeres en colombia
balance de la campaña
44
La igualdad, la no discriminación y la democracia están estrechamente vinculadas. El
ejercicio pleno de los derechos políticos y de la ciudadanía no puede separarse de la
representación e inclusión de todos los intereses sociales en los procesos de toma de
decisión política, reconociendo su pluralidad, diversidad y autonomía.15
Luego de haber realizado los talleres y lanzamientos de la campaña #NoEsElCosto en las
diferentes ciudades y departamentos, desde el NDI se propone hacer un llamado a la
acción a diferentes actores de la sociedad para construir una nueva cultura política en la
que las prácticas de violencia y discriminación contra las mujeres que han sido conside-
radas como “naturales” en el ámbito político sean erradicadas, con el fin de transformar
los partidos políticos y los estilos de liderazgo vigentes y cambiar el día a día de nuestras
sociedades, procurando sean mucho más incluyentes e igualitarias en todos los espacios.
Hoy es evidente que la violencia hacia las mujeres políticamente activas impacta negati-
vamente el ejercicio y goce pleno de los derechos de las mujeres y afecta la democracia.
A partir de los hallazgos producidos en los talleres y como resultado del ejercicio de
escuchar a mujeres diversas, se hacen algunas recomendaciones a diferentes actores:
A los partidos, movimientos y organizaciones políticas
¾¾ Lo primero que deben hacer los partidos es contar con políticas internas
claras. Se recomienda la formulación e implementación de una política
interna para la igualdad y no discriminación por razones de género y di-
versidad, que integre aspectos relacionados con la prevención y atención
de la violencia en la política y que sea transversal a todas las estructuras y
actuaciones del partido.
15 Ver Soto, Clyde. “Acciones positivas: formas de enfrentar la asimetría social”. En: Bareiro y Torres García (ed-
itoras y coordinadoras académicas). Igualdad para una democracia incluyente. IIDH, Costa Rica, 2009.
Capítulo IV
#NoEsElCosto
Alto a la violencia política contra las mujeres. Un
llamado a la acción
46. 45
alto a la violencia política contra las mujeres.
un llamado a la acción
Capítulo IV
¾¾ Adaptar y modificar los estatutos y reglamentos internos u otros documentos partidarios
que son fundamentales para la actuación de estas organizaciones y su militancia, refor-
zando el compromiso con los derechos humanos, la igualdad y no discriminación para así
sustentar las acciones partidarias que promuevan el avance hacia la igualdad
¾¾ Contar con mecanismos para la prevención, sanción y erradicación de la violencia hacia
las mujeres en la política.
¾¾ Contar con lineamientos claros para regular y sancionar la conducta (códigos de ética,
compromisos), que no solo deben ser tenidos en cuenta y evaluados en momentos elec-
torales sino en el ejercicio de los cargos y, por supuesto, en la vida partidaria. Estos pro-
tocolos para prevenir, atender y sancionar la violencia política en contra de las mujeres
deben ser conocidos por todos y puestos en práctica de manera efectiva por la estructura
interna correspondiente (tribunales disciplinarios o de ética, por ejemplo).
¾¾ Garantizar la visibilidad de las mujeres para que sean frecuentemente reconocidas en los
distintos tipos de liderazgo que ejercen en el interior de estas organizaciones.
¾¾ Utilizar herramientas para monitorear el estado de la seguridad de las mujeres en los dis-
tintos ámbitos y proporcionarles protección durante el período electoral. Como parte de
medidas que se deben tomar, el NDI ha desarrollado la herramienta PIENSA 10 diseñada
para que las mujeres, especialmente candidatas y que participan en política, puedan , de
manera confidencial, evaluar su seguridad personal y hacer un plan para fortalecerla.
A los gobiernos nacionales, locales y otras instituciones
¾¾ Asumir la responsabilidad de promover los derechos humanos y democráticos de todas y
todos los ciudadanos, así como asegurar la atención, manejo y la justicia para las víctimas
de distintas formas de violencia.
¾¾ Establecer un abordaje integral e interinstitucional de la problemática teniendo en cuenta
las atribuciones y competencias de las instituciones del Estado en la materia. En cuanto al
trabajo conjunto y articulado, la experiencia de México ha demostrado que aun cuando
no exista un marco legal que regule de manera específica ese tipo de violencia, institucio-
nes clave pueden desarrollar acciones efectivas al respecto.
¾¾ La creación de una herramienta de actuación interinstitucional como un Protocolo para
la atención de la violencia en la política contra las mujeres permitiría la unificación de
criterios, conceptos y procedimientos que estandaricen el tratamiento de la problemática
e identifiquen las responsabilidades y medidas para la atención, sanción y reparación in-
tegral de los casos.
47. #NoEsElCosto
alto a la violencia política contra las mujeres en colombia
balance de la campaña
46
¾¾ Al Congreso de la República le corresponde legislar para que la violencia contra las mujeres
en la política y sus manifestaciones sea tipificada en el ordenamiento jurídico, con dispo-
siciones que garanticen la protección de las mismas y sancionen las acciones u omisiones
que impidan o dificulten su participación en la vida política y pública. Esto no solo debe
ser un llamado a legislar sino a atender las situaciones de desigualdad, discriminatorias o
de violencia en el seno del Congreso, contra senadoras, representantes a la Cámara, aseso-
ras u otras funcionarias. La regulación interna en el reglamento del Congreso, el estableci-
miento de códigos de conducta y ética parlamentaria, la consideración de la creación de
la Unidad de Género, son algunas de las acciones recomendadas para erradicar la violencia
política contra las mujeres.
A los medios de comunicación
¾¾ Capacitar a las y los periodistas para mejorar la sensibilidad de género en la cobertura
de los medios de comunicación, incluyendo mayor atención a los actos de violencia en
contra de las mujeres políticamente activas y, por supuesto, ampliando el cubrimiento en
momentos electorales de sus campañas y, posterior a ello, de su gestión.
¾¾ Monitorear la violencia que es ejercida contra las mujeres y que cada vez es más frecuente
en internet y plataformas sociales como Facebook, Twitter o Instagram, en forma de ame-
nazas, acoso, hostigamiento, publicaciones no consensuadas de información, entre otros.
A la sociedad civil
¾¾ Seguir trabajando en la sensibilización y difusión de la problemática presentando el con-
cepto de violencia política contra las mujeres para mejorar la concientización y así moti-
varlas a la acción.
¾¾ Construir alianzas entre mujeres en todos los niveles que permitan generar presión para
las reformas necesarias.
¾¾ Incorporar el concepto de violencia contra las mujeres en la política como parte de sus
acciones.
48. 47
alto a la violencia política contra las mujeres.
un llamado a la acción
Capítulo IV
Actores Acciones Hallazgos en Colombia
Gobiernos
Realizar campañas de concientización
orientadas a los partidos políticos y a los
votantes.
Inexistencia de espacios donde se hable sobre el
tema. Violencia estructural. Violencia ejercida por
las y los funcionarios.
Incorporar a las leyes y marcos legales
ya existentes acciones que contrarresten
la violencia en contra de la mujer en la
política.
No existe un protocolo para la prevención y aten-
ción de violencias políticas contra las mujeres.
Asegurar que los proveedores de servi-
cios que atienden víctimas de violencia
en contra de la mujer reconozcan plena-
mente este tipo de violencia.
No existe legislación específica que garantice el de-
recho a la participación política electoral y ciudada-
na libre de violencias.
Designar una agencia u oficina estatal
para que sirva como primer punto de
contacto en esta materia.
Inexistencia de una institución designada para ser
garante del derecho.
Capacitar a funcionarios encargados de
hacer cumplir la ley.
Falta de educación y capacitación a funcionarios/as
que tenga en cuenta transversalidad de género, cual
propenda por incorporar la igualdad de género en
las políticas en todos los niveles y etapas
Crear procedimientos para el registro y
manejo de denuncias.
No existe un protocolo para la prevención y aten-
ción de violencias políticas contra las mujeres.
Parlamentos
Incorporar el tema de la violencia en
contra de las mujeres en la política a le-
yes y marcos legales ya existentes.
No existe legislación concreta que garantice el dere-
cho a la participación política electoral y ciudadana
libre de violencias.
Considerar las reformas legislativas per-
tinentes en materia de prevención y san-
ción de la violencia contra las mujeres
en política y fomentar la participación
democrática de las mujeres
Mapear la situación a través de una en-
cuesta confidencial para diagnósticar la
violencia contra mujeres políticamente
activas.
Naturalización de la violencia en la actuación frente
a mujeres parlamentarias.
Establecer o revisar los códigos de con-
ducta parlamentarios integrando en
ellos normas que prevengan formas de
proceder violentas contra sus miembros
mujeres.
No existe legislación concreta que garantice el dere-
cho a la participación política electoral y ciudadana
libre de violencias.
Partidos
políticos
Concientización de los miembros del
partido acerca de las violencias ejercidas
en su interior contra las mujeres.
Existencia de prácticas violentas naturalizadas basa-
das en estereotipos: “mujeres relleno”, “las mujeres
nos son aptas para ejercer la política”, “las mujeres
solo sirven para realizar el trabajo de base”.
49. #NoEsElCosto
alto a la violencia política contra las mujeres en colombia
balance de la campaña
48
Actores Acciones Hallazgos en Colombia
Partidos
políticos
No se realiza el acompañamiento de las mujeres en
sus liderazgos, se establecen reglas diferentes para
hombres y mujeres dentro de los partidos (por
ejemplo, se les niega a ellas la reposición de votos).
Hay una sexualización del cuerpo de las mujeres por
hombres y mujeres, que se manifiesta en el intercam-
bio de garantías por dinero o relaciones sexuales.
Aprobar una resolución a nivel de parti-
do que manifieste el compromiso con la
erradicación de las violencias contra las
mujeres en política.
Existen lineamientos generales sobre la no discrimi-
nación, pero no específicos sobre las violencias con-
tra las mujeres.
Desarrollar un código de conducta del
partido en el que se incluyan normas que
prevengan formas de proceder violentas
contra las mujeres que lo conforman.
Cambio de los estatutos o políticas del
partido
Establecer un ente a nivel de partido
o comité responsable de trabajar en el
tema de la prevención y sanción de la
violencia política contra las mujeres.
Las secretarías de Mujeres de partidos y movimien-
tos políticos, quienes son las llamadas a iniciar acti-
vidades sobre el tema, manifiestan que hay barreras
para acceder a las esferas de poder al interior de los
mismos.
Hacer un compromiso público con la
erradicación de las violencias contra las
mujeres en política y en particular en
cada partido o movimiento. No existen compromisos políticos sobre este tema,
puesto que su aparición en las preocupaciones de
los partidos es reciente.
Promover la firma de una declaratoria
en la materia por varios partidos.
Participar en discusiones regionales y
globales sobre la problemática de la vio-
lencia contra las mujeres en política.
Sociedad
civil
Organizar esfuerzos para la concienti-
zación de todos los miembros de la so-
ciedad acerca de las violencias ejercidas
contra las mujeres que se desempeñan
en la política.
Estereotipos replicados. Múltiples discriminaciones
vinculadas a las interseccionalidades.
Construir alianzas con mujeres electas a
nivel local y nacional.
Hostilidad horizontal y falta de solidaridad.
Facilitar servicios de atención y orienta-
ción a las víctimas de las distintas violen-
cias contra la mujer.
Inexistencia de protocolos de prevención y atención
de violencias políticas contra las mujeres.
50. 49
alto a la violencia política contra las mujeres.
un llamado a la acción
Capítulo IV
Actores Acciones Hallazgos en Colombia
Líderes
electos y
designados
Respetuosamente compartir historias
personales que permitan visibilizar for-
mas de violencia vividas con ocasión de
actividades políticas de las mujeres.
Participar en programas de capacitación
y orientación para las candidatas con el
fin de fortalecer sus liderazgos.
Naturalización de la violencia. Percepción de las
mujeres de que las víctimas siempre son otras, pero
no ellas mismas.
Establecer o participar en redes políticas
locales, nacionales, regionales o globales
en las que se aborde y se enfrente la pro-
blemática.
Hacen falta espacios donde se hable de las violen-
cias políticas contra las mujeres.
Sector
Justicia y
Seguridad
Crear protocolos para atender a las vícti-
mas de la violencia en contra de las mu-
jeres en la política.
Inexistencia de protocolos de prevención y atención
de violencias políticas contra las mujeres.
Establecer procedimientos para el regis-
tro y manejo de quejas.
Concientizar al sector justicia y seguri-
dad con respecto a la existencia de le-
gislación
Facilitar la capacitación de los oficiales/
agentes de policía para ayudarles a reco-
nocer y atender las quejas o denuncias
en materia de violencias contra las mu-
jeres en política.
Medios y
tecnología
digital
Capacitar a los periodistas en el cubri-
miento y tratamiento igualitario de las
noticias cuyas protagonistas son muje-
res.
Discriminación a las mujeres a la hora de entregar
las noticias.
Promover los medios sociales como una
herramienta para publicar y condenar
los casos de violencia contra mujeres
políticamente activas.
Las mujeres son discriminadas y denigradas en su
dignidad en las redes sociales con complicidad de
las redes y portales sociales.
51. #NoEsElCosto
alto a la violencia política contra las mujeres en colombia
balance de la campaña
50
52. 51
alto a la violencia política contra las mujeres.
un llamado a la acción
Capítulo IV
En concordancia con los propósitos de la campaña, se les pidió a las participantes en
los talleres que identificaran a los actores que consideraban como aliados. Es preciso
tener en cuenta que la importancia de relacionar a estos aliados va más allá de hacer
visible la gestión y el compromiso de las instituciones, puesto que el fondo de este
ejercicio denota la corresponsabilidad de la sociedad para eliminar las violencias po-
líticas contra las mujeres.
Capítulo V
Actores relacionados como aliados
53. #NoEsElCosto
alto a la violencia política contra las mujeres en colombia
balance de la campaña
52
En el marco de la información comentada en este documento, parte del ejercicio en los talleres regio-
nales tuvo que ver con la identificación de la institucionalidad, corporaciones públicas, el Congreso, la
sociedad civil , autoridades eclesiásticas , entidades del ministerio público e instituciones educativas.
Actores aliados reconocidos por las mujeres en territorio
Florencia Riohacha Cali
• Universidades y colegios
• Consejo Nacional Electo-
ral
• Organizaciones de muje-
res
• Veedurías
• Medios de comunicación
• Instancias especiales de
generar la paz
• Mujeres
• NDI
• Institucionalidad
• Fiscalía
• Registraduría
• Instituciones de la Ley 14
75 y 12 57
• Congreso Nacional
• La Ley
• Fiscalía
• Procuraduría
• Defensoría del Pueblo
• Universidad de la Ama-
zonia
• Red Caquetá Paz
• Sonoridad
• Amor propio
• Defensoría del Pueblo
• Fiscalía (x5)
• Docentes
• Fiscalía
• Asociaciones
• Colectivos
• Institucionalidad pública
• Partidos políticos
• ONG
• Misión de Observación Electo-
ral
• Universidad de La Guajira
• Asuntos indígenas
• Organizaciones de mujeres uni-
das
• Procuraduría
• Mata’e pelo
• Entes de control
• Alcaldía
• Nación Ministerio del Interior
• Inspección de Policía
• Instituciones públicas
• Personería
• Organizaciones internacionales
• Fundación Tati
• Amnistía internacional
• Naciones Unidas
• Partidos políticos
• Registraduría Nacional
• Consejo Municipal
• Procuraduría
• Defensoría
• Personería
• Organizaciones defensoras
de las mujeres
• Organizaciones internacio-
nales
• Ruta pacífica de las mujeres
• Constitución política
• Ley 1257 de 2008
• Secretarías de género
• Fiscalía
• Secretaría de salud
• Fiscalía
• Agencias de cooperación in-
ternacional
• Organizaciones sociales
• Centros de estudios de géne-
ro en universidades
• Casa Materia
• Subsecretaría de Género
• Asociaciones de mujeres
• Organizaciones políticas
• Entes de control
• Los hombres
• Partidos políticos
• Corporaciones públicas na-
cionales
• Escuelas para la teoría políti-
ca de la mujer
• La comunidad en general
54. 53
actores relacionados como aliados
CapítuloV
Actores aliados reconocidos por las mujeres en territorio
Florencia Riohacha Cali
• Organizaciones de mujeres em-
poderadas
• María Luisa de Moreno
• Partido Mira
• Alta consejería para la paz
• Fundación WW
• Policía Nacional
• Comisaría de Familia
• Trabajadoras sociales
• Escuelas formadoras
• Instituciones educativas
• Medios de comunicación
• Mujeres que están en el espa-
cio de poder y que apoyen y
empoderen nuevos lideraz-
gos femeninos
• Red de Mujeres
• Las familias
• Instituciones educativas
• Comisarías de Familia
• Movimientos de mujeres
• Movimientos indígenas
• Consejos indígenas
• Mesas de mujeres
• Senado
• Presidente de la Cámara de
representantes
• Consejos de mujeres
• Movimientos de deconstruc-
ción de las masculinidades
hegemónicas
• Oficinas de género
• Organizaciones internacio-
nales
• Policía
• Cooperación internacional
• Escuelas, colegios y universi-
dades
• Consejos de participación
municipal y departamental
• Ministerio público
55. #NoEsElCosto
alto a la violencia política contra las mujeres en colombia
balance de la campaña
54
Actores aliados reconocidos por las mujeres en territorio
Cúcuta Medellín Bogotá
• Instituciones educativas
• Defensoría
• Secretaría de la mujer
• Congreso
• Familia
• ICBF
• Personería
• Partidos políticos
• Fiscalía
• Procuraduría
• Policía
• Gobierno
• Contraloría
• Alcaldía
• Organizaciones sociales
• Agencias de cooperación
• Medios de comunicación
• Naciones Unidas
• Asociaciones de mujeres
• Organizaciones de acompa-
ñamiento internacional
• Misión de verificación
• Misión de Observación Elec-
toral
• Fiscalía
• Educadores capacitados por
procesos específicos
• La familia
• Congreso
• Ministerio de Educación
• ONG
• ACNUR
• Comisaría de familia
• Fiscalía
• Mujeres
• Trabajadores sociales
• PNUD
• Instituciones educativas
• Organizaciones de mujeres
• Colectivos sociales
• Grupos feministas y de mu-
jeres
• Secretaría de inclusión social
• Secretarías de mujer
• Corporaciones de ayuda hu-
manitaria
• JAC
• JAL
• Gobernación
• Alcaldía
• Fiscalía
• Procuraduría
• Personería
• Movimientos sufragistas
• Núcleo familiar
• Medios de comunicación
• Museos
• Movimientos políticos
• Organización Ser Mujer
• Agencias
• Casa de Justicia
• Solidaridad por Colombia
• Alejandra Borrero
• Claudia López
• Universidad Nacional
• Comisaría de familia
• Defensoría
• Comisión legal de la mujer
• Congreso de la República
• Ministerio del Interior
• Presidencia de la República
• Corte Constitucional
• Instituciones de educación
• Congreso de la República
• ONG y fundaciones
• Alcaldías y gobernaciones
• Medios de comunicación
• Mujeres
• Partidos políticos
• Organizaciones sociales de
base
• Familias
• Academia
• Presidencia de la República
56. 55
actores relacionados como aliados
CapítuloV
Actores aliados reconocidos por las mujeres en territorio
Cúcuta Medellín Bogotá
• Secretaría de Equidad
• Unidad Nacional de Protec-
ción
• Secretaría de Género
• ONU
• Gobernación
• Organizaciones feministas
• Ministerio del Interior
• Programa de primera infancia
con perspectiva de equidad
de género.
• Vicepresidenta
• Mesas de participación
• Secretaría de Inclusión Social,
Familia y Derechos Humanos
• Ministerio de Hacienda
• ESNARI
• Mujeres
• Clero católico
• Instituciones electorales
• Medios de comunicación
• Empresa privada
• Ministerios