Acevedo sergio que dijo y que hizo jesus de nazaret el hombre mas peligroso de la historia del mundo

Qué dijo y qué hizo: Jesús de Nazaret
“El hombre más peligroso en la historia del mundo 1

“El hombre más peligroso en la historia del mundo2

¿Qué dijo? y ¿Qué hizo?
El hombre más peligroso en la
historia del mundo. Pero...
¿Para quién? y ¿Porqué?
SSSEEERRRGGGIIIOOO MMM... AAACCCEEEVVVEEEDDDOOO

Diseño de Portada:
Sergio M. Acevedo
Titulo Original:
¿Qué dijo y qué hizo Jesús de Nazaret?
Las citas bíblicas corresponden a la
version “Biblia en lenguaje actual”
Sociedad Biblica Argentina
http://www.safecreative.org/work/1005306451111
Reservados todos los derechos.
Prohibida la reproducción total
o parcial de esta obra sin la debida
autorización del autor.
E-Mail: sergioacevedo@live.com.ar
Córdoba - Argentina
2010

A mi amor Dora.
Y a mis hijos Agustín,
Stefania, Gisella
Ezequiel y Javier
¡Gracias!

“A pocos les agrada escuchar los pecados
que les gusta practicar”...
William Shakespeare

CONTENIDO :
Presentación. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Pág. 8
Introducción. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Pág. 10
Capitulo I ¿Qué dijo? (Jesús) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Pág. 17
Capitulo II. ¿Qué hizo? (Jesús) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .Pág. 58
Capitulo III. ¿Quién dice, Jesús, que es? . . . . . . . . . . . . . Pág. 74
Capitulo IV. ¿Qué dice, Jesús, que debemos hacer? . . . Pág. 84
Reflexión. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .Pág. 90

Presentación:
Es importante antes que comiences a leer este libro
que haga algunas aclaraciones.
Lo que vas a leer no intenta ser un libro de historia,
ni un fascículo de la Biblia, ni un libro teológico, ni cronológico,
ni completo en cuanto a las citas bíblicas, por lo que solo he
tomado algunos versículos; no pretende ser una biografía de
Jesús, ni suplantar ningún libro escrito por estudiosos teólogos
del Señor y mucho menos a la palabra de Dios.
Con el contenido del libro, intento provocar algo en
tí, para que te acerques y conozcas al Señor Jesús. Que anheles
aprender más de él y, por supuesto, le busques en donde su vida
y ministerio están completos y exactos de toda duda: la
poderosa palabra del Señor, “La Biblia”. Y es precisamente en
ella, en los libros llamados Evangelios, en donde me he
sumergido en la lectura, para aprender y conocer a quien amo y
necesito.
Espero poder, con humildad y de corazón,
compartirte lo que siento, y creo, es el mensaje que Dios tiene
para nosotros. Con un análisis de lo dicho y hecho por Jesús,
desde un punto de vista de hombre común, cristiano estudioso
de su palabra, integrante de la iglesia del Señor, empleado
esposo y padre de familia. Por supuesto antes de comenzar
escribir oro para que el Espíritu Santo me guíe y me de palabras
que edifiquen vidas en torno a la fe en Cristo.
En mis afirmaciones, opiniónes, preguntas y
respuestas intento ser franco y sincero con lo que pienso, y
directo al hablar, con un lenguaje actual, simple y familiar, para
que te impacte la realidad de como, muchos, consideraron y
consideran a Jesús. Formulo preguntas para motivarte a
razonar, sin intentar juzgar a nadie, solo Dios es el encargado de
eso.
Puedes estar de acuerdo con mis afirmaciones o no,
lo respeto y valoro; pero lo importante es que medites lo leído,
que indagues sus fuentes, que compares con otros libros, que
leas más y que estudies la palabra de Dios; formando tú propia

opinión sobre Cristo, sobre tí, sobre mí, sobre el mundo que nos
rodea.
¡Anhelo fervientemente despertar en tí un interés en
conocer personal he intimamente a Jesús y que no solo sepas de
El por tradición, en un cristianismo superficial!
Deseo de corazón servir a mi Señor, y compartirlo
contigo predicando sus “Buenas Nuevas”.
“Por tanto, fiel cristiano, busca la verdad, escucha la verdad,
aprende la verdad, ama la verdad, habla la verdad, adhiere a la
verdad, defiende la verdad hasta la muerte; porque la verdad te
hará libre de pecado, del diablo, de la muerte del alma y,
finalmente, de la muerte eterna”. . . John Hus

Introducción:
Siempre me ha gustado mucho leer. Recuerdo que,
de niño, solía leer libros de historia como si fueran aventuras
con super héroes. Relatos fantásticos de gente que vivió en este
mundo, pero que no estaban del todo conformes con las cosas
que los rodeaban, con lo que sucedía en la sociedad de su época,
y que por sobre todo, sobresalieron de los demás marcando una
etapa a fuego. Fueron hombres transgresores, idealistas,
luchadores, valientes; que entregaron sus vidas para cumplír los
propósitos de ayudar al prójimo, a la sociedad y al mundo, por
el bien y la paz; algunos empuñando, hasta, las armas y
debiendo matar al enemigo.
Aún hoy, muchos de ellos, están entre nosotros por
medio de documentos y crónicas escritas, de dichos y acciones
de sus vidas. Permitiendonos tomar los ejemplos y enseñanzas
de sus aciertos y sus errores. Algunos son próceres, otros santos,
otros héroes y otros testimonios anónimos de vida.
Por supuesto no puedo dejar de mencionar que
existieron algunos con las mismas cualidades para hacer el mal,
destruir, sojuzgar, esclavizar y matar. De ellos también
quedaron plasmadas en la palabra escrita sus tristes crónicas. De
las cuales me atrevo a decir que son valiosas y debieramos
leerlas y estudiarlas en profundidad, para tratar de entender el
porqué de sus malas acciones e intentar no cometer los mismos
errores y horrores.
Siendo, ya, un hombre adulto, casado y con hijos; habiendo
leído muchos libros y revistas de diversos géneros; me doy
cuenta, despuésquesuceden tristes acontecimientos en mi vida,
que núnca había leído la Biblia, en la cual, luego que mi esposa
me regalara una, me sumerjo en la lectura de tapa a tapa más
por nesecidad personal que por interés. Para ser sincero al
principio sin comprender mucho su contenido, más bien como
un libro de historia más. En su lectura fuí conociendo, con
intervención del Espíritu Santo, a quien hasta ese entonces no
conocía, a Jesús. Descubriendo además maravillosos conceptos
que impactaron mi vida, pues encontraba, en distintos pasajes,

mensajes de Dios que parecían escritos directamente para mí,
por lo vivido y por lo que podía llegar a vivir si yo aceptaba, o
no, sus mandatos y advertencias.
Es hoy en día que todavía sigo preguntandome: ¿Por
qué motivo no la había leído antes? ¿Por qué núnca había
llegado una Biblia a mi mano? ¿Por qué había sido un libro
oculto para mí?
Estoy seguro que muchas cosas que decidí, y me
sucedieron, serían distintas y por supuesto con mejores
consecuencias, de haber aprendido las lecciones de vida
contenidas de ella.
Una de las explicaciones, y razones, a mis preguntas
anteriores, está en la Biblia; cuando de principio a fin me habla
de ese ser maligno, engañador y ladrón de Satanás, más
comúnmente llamado “diablo” (1 Cr 21:1, Mt 4:10, Lc 10:18, Jn
13:27). Quien, todo el tiempo, ha estado esforzandose, y aún lo
hace, para malograr nuestros destinos y te diría con éxito en
demasiadas ocaciones; llenando nuestras vidas de dolor,
tristeza, decepción y desesperanza; instándonos a buscar las
soluciones fáciles y rápidas para llegar a nuestra “aparente”
felicidad; la que si obtenemos de su mano, es efímera; pues en
algún momento, él, se cobra la deuda, “por su favor”, con
nuestras almas o en alguno de nuestros seres queridos
alejandolos de la verdadera felicidad, la cual es eterna en Cristo.
Y es precisamente a Jesús, ¿héroe o villano?, de la
lejana, historicamente y geográficamente, Israel; al que conocí en
la lectura de la Biblia. Y quedé entre sorprendido, maravillado y
enamorado de este ser sin igual. Personaje real e histórico, por
el cual el mundo tiene un antes y un después; ser espiritual con
quien todos podemos comenzar una nueva vida. Nadie más
consiguió semejante y completa azaña, aún habiendo
transcurrido más de dos mil años de historia del mundo.
En su época, la Biblia nos cuenta, Jesús fue para
unos, un Dios, un héroe, un salvador, un libertador, un mesías.
Para otros, un engañador, un falso profeta, un revoltoso, un
subversivo, un loco.

¿Y en la actualidad? Para unos es Dios encarnado en
hombre que caminó, en la antiguedad, en la tierra y que vive
entre nosotros, en el presente, en nuestros corazones;
ayudandonos a vivir y a quien hay que seguir y obedecer.
Para otros no existió, es solo una leyenda
transmitida de generación en generación o, si aceptan que
existió, argumentan que fue solo un hombre bien intencionado o
un profeta con más delírio que realidad.
Pero hay también, una triste y creciente tercer
postura, la de aquellos que dicen creer que vivió, que es Dios,
pero que no tienen ni la menor idea de lo que hizo y dijo, y
muchos menos ¿Para quien?, ¿Para qué? o ¿Por qué?. Dicen
creer en Cristo, pero no les interesa seguirle ni obedecerle, solo
se dejan guiar por tradiciones y rituales; no por adoración, sino
más bien por temor a inculcadas consecuencias religiosas y
sociales de lo que El les pudiera hacer o dejar de hacer, o
tambien por lo que su familia o la misma sociedad pudiera
decir de ellos. Están en las iglesias, pero a la vez no están. Están
sus cuerpos, que se ven, pero sus espíritus no están; pues se
quedaron en el mundo, con sus reglas, pretenciones y libertinaje.
En lo personal, es en la Biblia que encontré luz a lo
que está pasando en nuestra fe, la que depositamos en cualquier
persona, cosa o lugar, y no en quien estuvo, está y estará para
ayudarnos. ¡Si, en el antiguo libro encontré razones actuales!
De tapa a tapa la Palabra de Dios menciona al
verdadero culpable de tal confusión: Satanás y a su
socio/víctima: el hombre. Puedes considerar duro lo que digo, y
lo entiendo, pero es la verdad; el diablo sin nosotros no es nadie.
Nada puede hacer, tampoco se justificaría su existencia, El solo
ardería en su propio fuego.
A su vez el hombre tiene su propio socio en su
interior: la ignorancia. Al ignorar a Dios, al no conocer su
palabra, al no tener el Espíritu Santo, queda expuesto, indefenso
y sin armas para hacerle frente al enemigo; quien termina
engañandolo, cautivandolo, ensegueciéndolo; llevandolo creer
que lo que está haciendo está bien o que no es tan grave, aunque
Jesús diga lo contrario.

Dios formó al hombre para ser rey de la creación;
amo de todo lo que en ella había; con capacidad para crear,
discernir y decidir con libre albedrío (Gen 2:15) y es con este
último, don, que el hombre eligió mal, prefirió desobedecer e
ignorar a quien lo creó; perdiendo toda sus poseciones en manos
de Satanás (Gen 3:1-23); quien se apoderó del mundo (Jn 14:30),
quedandole al hombre solo la reminiscencia de lo que él era y
pudo llegar ser. Esto es lo que hace creer al hombre que todavía
es un rey, que todo lo puede, cuando en realidad es un esclavo
sin poder ni libertad.
_Todo esto que digo, ¿Te parece más de alguna
antigua leyenda?, bien... continúa leyendo y verás que real y
actual es.
Existen en el “todo de la vida”, algo que nadie puede
negar, pues todos los seres humanos, sin distinción, disfrutamos
de uno y sufrimos del otro en algún momento de la existencia: el
bien y el mal.
Su antagonismo, su lucha eterna sin descanso, con el
empleo de las más variadas he insólitas armas; con la
participación, involuntaria o no, de los más inesperados
personajes conocidos o desconocidos para nosotros; con altas y
bajas para cada bando; nos a convertido en actores protagonistas
que no sabemos, en muchas ocaciones en nuestro actuar
exterior, con cual amor quedarnos, a quien creer, con quien
aliarnos; pero en nuestro interior, en nuestro espíritu, sabemos
bien lo que significa cada cosa, cada acto, cada pensamiento,
cada hecho que hayamos realizado; lo que nos quita la
justificacion de la inocencia (Rom 2:12-16)
Pues si nosotros robamos, matamos, torturamos,
mentimos, engañamos, fornicamos, etc; hasta el que pueda
considerarse, por cualquier situación o atenuante humano,
inocente a los ojos de los hombres, sabe feasientemente que lo
que hizo fue malo; y si aún, con este conocimiento, continua con
su maldad, invocando cualquier pretexto justificativo, ya
sabemos a que bando pertenece, la Biblia los llama “hijos del
diablo”(Jn 8:44).

Cristo Jesús se despojó de su deidad y se convirtió
en hombre para fortalecer a los que hacen el bien y rescatar a los
que hacen el mal, guiandolos a su presencia para la salvación de
sus almas. (Fil 2:6-11)
Para conseguir esto, sin importarle las consecuencias
terrenas en su persona y mirando las consecuencias celestiales
en la eternidad para los hombres, Jesús se convirtió, a si mismo,
en el hombre más peligroso de la historia del mundo.
Y para saber y entender: ¿El porqué de su
peligrosidad? Debemos conocerle. Y para conocerle, debemos
saber ¿Qué dijo y qué hizo? Para enterarnos ¿Qué
consecuencias le trajeron sus hechos a él, a los que lo rodeaban
y a nosotros en la actualidad?
La ficha personal con los datos identificatorios de
Jesús y las respuestas a todos nuestros interrogantes, las vamos
a encontrar en los cuatro “Evangelios” relatados, en la Biblia,
por cuatro distintos hombres, discípulos de Cristo; quienes
desde diferentes ópticas y perspectivas, nos enseñan los diversos
propósitos de la vida de Jesús en el mundo. A saber: Mateo:
Jesús, Mesías-Rey; Marcos: Jesús, el siervo de Dios; Lucas: Jesús,
el salvador del mundo y Juan: Jesús, Hijo de Dios; para que
todos podamos entender y conocer, desde todos los ángulos, al
Jesús cien por ciento Dios y cien por ciento hombre.
Un poco de información ilustrativa, que también nos
ayudará a conocerlo: la palabra “evangelio” significa “buenas
nuevas o noticias” referentes ,en este caso, a Jesús.
Los Evangelios ocupan un lugar central en la Biblia.
Los de Mateo, Marcos y Lucas tienen un punto de vista común y
se asemejan en el tema, orden y lenguaje, aunque no fue la
intención de ninguno de los relatores presentar una biografía
completa y cronológica de Cristo. El evangelio de Juan difiere de
los otros tres, en que los primeros contienen un mensaje
evangelístico para los hombres, se despliega más su vida pública
(de Jesús) y se nos presenta su humanidad real y perfecta. El
evangelio de Juan contiene un mensaje espiritual para los
cristianos, se nos muestra su vida privada y se nos impresiona
con su imponente y verdadera deidad (de Jesús).

Este hombre, llamado el Cristo, se tornó en un
peligro ambulante para muchos hombres de su época, al
confrontarlos con su propia maldad. Jesús se preocupó, durante
tres años, por predicar a multitudes y enseñar a sus discipulos,
en especial a los doce, tan peligrosos como El por difundir lo
aprendido, a los que les habló de: perdón, arrepentimiento,
misericordia, compresión, humildad, paz, fe... Perdonen por
decirlo, no quiero que nadie se sienta mal o espantado por estas
palabras tan duras y en desuso en esta época actual.
Fueron estas enseñanzas de Jesús relatadas en los
evangelios las que constituyeron uno de los aspectos vitales de
su obra, y en más de una oportunidad desconcertaron y
silenciaron a sus enemigos al provocar que los pecadores
cambiaran sus caminos en pos del bien. Dirían de ellos hoy, “les
lavaron el cerebro, ya no son los mismos de antes, han
cambiado”.
_¡Que mal! o... ¿no?, ¿Qué crees tu?
El propósito, y crimen que lo llevó a la muerte, de la vida de
Jesús, consistió en revelar al Dios verdadero a los díscolos y
desobedientes seres humanos acercandoles de esta manera la,
posibilidad, de salvación de sus almas.
Jesús enseñó a los hombres las verdades del infinito cielo, sobre
las cuales podrían edificar bien sus vidas, en la finita tierra.
Cristo, dijo que sus sabias enseñanzas provenian del
Padre Dios, estableciendo que no eran solo ideas interesantes,
pensamientos de esperanza o historias para entretener de
humanas sabidurias; sino más bien declarando que eran
palabras de vida eterna que durarían para siempre y aquel que
las pusiera en práctica establecería una base sólida para su
pasajera vida en la tierra y un seguro pasaje de ida hacia la
eternidad en la casa del Señor.

Por lo cual te invito a leer que es lo que dijo
Jesucristo y a reflexionar que es lo que nos quiere decir a tí, a
mí..., en fin, a todos los hombres de esta época. Provocando que
el mundo, haya enviado a sus mundanos seres a apretar el botón
rojo de alarma, que dice a las malas costumbres en nuestros
actos: peligro ya llegó; al desamor por el prójimo: peligro está
entre nosotros; al ritual por tradición: peligro avanza hacia aquí;
al indiferente al dolor ajeno: peligro está cerca; a la soberbia
sobre los demás: peligro ya se le escucha; y al inmoral,
mentiroso, e hipócrita en la sociedad y la iglesia: peligro a tí te
habla...
“La Biblia ha sido mí un lecho cuando más lo necesitaba, mi luz
de lámpara cuando todo era oscuridad, mi herramienta en el
momento de trabajar, mi instrumento músical cuando alababa,
mi maestro de guía en medio de mi ignorancia, y mi roca
cuando yo tambaleaba”. . . D.L. Moody

¿Qué dijo? (Jesús)
La labor peligrosamente revolucionaria para las
leyes del mundo, de Cristo en la tierra, comenzó cuando Jesús
tenía aproximadamente treinta años según nos relata la Biblia.
Quizás antes, en su niñez, adolescencia o juventud algo distinto
al resto pudo haber dicho o hecho, pero no se menciona en las
escrituras, salvo una aparición pública, que quedó plasmada en
las divinas letras, cuando El tenía doce años, a saber:
Estando sus padres terrenales en Jerusalen, se les
perdió el niño Jesús, lo buscaron por todos lados hasta que lo
encontráron en:
...“el templo sentado entre los maestros,
escuchandolos y haciéndoles preguntas. Todos los que le oían se
asombraban de su inteligencia y de las respuestas que daba a las
preguntas que le hacian. Cuando lo vieron sus padres, se
quedaron admirados.
-Hijo ¿Porqué te has portado así con nosotros? – le
dijo su madre- ¡Mira que tu padre y yo te hemos estado
buscando angustiados!
- ¿Porqué me buscaban? ¿No sabían que tengo que
estar en la casa de mi Padre?
Pero ellos no entendían lo que les decía.”... Lc 2:46
(Biblia Lenguaje Actual)
Aquí podemos observar cuan distinto era ya desde
chico al común de los niños de su edad, asombrando a los
doctos de la ley y de las escrituras antiguas con sabias palabras.
Imagínalo, hablando con toda la frescura e inocencia de la niñez,
rodeado de curtidos ancianos y hombres de letras. Quizas entre
sus preguntas y respuestas, Jesús, les planteó sus errores
doctrinales y o morales, o tal vez, aclarandoles la interpretación
sobre lo que Dios realmente les quiso decir en los textos
sagrados y su verdadera aplicación. Al punto que, estos
“maestros”, estaban admirados de la inteligencia de este
desconocido jóvencito.

Me hubiera gustado ver la cara de esos hombres
sabios, que según ellos tenían toda la revelación y el
entendimiento de la ley de Dios; de seguro volvieron a sus casas
sin entender cabalmente lo acontecido, confundidos por las
palabras de un niño.
Pero esta admiración, quizas ya olvidada por ellos al
pasar los años, se acabaría el día que Jesús, ya de treinta años, se
autopresentó oficialmente en sociedad como el tan esperado
Mesías enviado por Dios para salvar al pueblo de Israel,
precisamente en una sinagoga delante de sacerdotes, maestros
de la ley y gente del pueblo.
Debo aclararte que los israelitas esperaban un rey
libertador que lucharía a caballo con espada contra el yugo del
invasor romano. Recuperando el reino de Israel con un
descendiente del rey David en el trono; no un libertador de
almas del yugo del pecado, que usaría como únicas armas la
palabra de Dios y su poder en milagros, reinstalando la
adoración y obediencia al Dios único de Israel.
Parado, Jesús, en la sinagoga, desenrolla el antiguo
papiro del profeta Isaías, y comienza a leer en voz alta, clara y
firme:
...”El Espíritu del Señor esta sobre mí,
Porque me eligió y me envió
para dar buenas noticias a los pobres,
para anunciar libertad a los prisioneros,
para devolverle la vista a los ciegos,
para rescatar a los que son maltratados,
y para anunciar a todos que:
¡Este es el tiempo que Dios eligió
para darnos salvación.”...Lc 4:17(BLA)
¡Boomm! Acababa de tirar la bómba más poderosa y
peligrosa, que dará comienzo a una nueva era, causando daño y

destrucción de fortalezas espirituales, muerte al pecado y
nuevos nacimientos de vidas transformadas por el poder de la
palabra de Dios y los milagros realizados por El mismo.
Dentro de un ambiente de inquieta murmuración,
veo a los oyentes con cara de:“lindas las palabras del profeta
Isaías leida por este joven muchacho, que hablan de nuestro
esperado Mesías” , pero con repentinos pensamientos de: “no
estoy seguro que quiso decir”, “me pareció entender, que El dijo
que era el esperado Mes... ¡No, no puede ser!”
Realmente la explosión los tomó desprevenidos,
todavía estaban aturdidos por el estruendo de tan poderosas
palabras, sin poder entender , desorientados por un pesado
silencio; pues había algo distinto en su voz y en su forma de
leer, ¿Autoridad? ¿Verdad?. Pero faltaba algo más ¿Quíen era el
responsable de aquella confusión? Seguramente hubo un error
de lectura o interpretación...o ¿Quíen era en realidad este que se
arrojaba sobre sí la autoría de semejante afirmación?
_ Sigue leyendo que, esto se pone bueno, va a
comenzar la batalla.
...”Jesús cerró el libro, lo devolvió al encargado y se
sentó. Todos los que estaban en la sinagoga se quedaron
mirandolo. Entonces Jesús les dijo: - Hoy se a cumplido esto que
he leido.”...Lc 4:20 (BLA)
Sus oidos no daban cabida a lo que habían
escuchado; se los golpeaban, pues en ellos seguían sonando esas
palabras; sus mentes no podian razonar, ni aceptar semejante
afirmación; sus confusos pensamientos eran un revoltijo entre lo
que habían aprendido a esperar, un Mesías, un Rey salvador; y
lo que ahora se estaba presentando, un... ¡Hijo de un carpintero
anunciandose como el Mesías”.
De repente el ambiente comenzó a limpiarse del
polvillo segador de la explosión; los que allí estaban recuperaron
la visión con ojos humanos, pues sus ojos espirituales seguían
segados; y alcanzaban a ver sólo la silueta, del que provocó
semejante explosión, que esperaba apacible. Poco a poco, sus

ojos vieron más claramente y atónitos, al culpable . Este, estaba
sentado como si nada hubiera pasado. La otrora sonrisa, en sus
rostros de “sabelotodo”y buenos hijos de Dios, comenzó a
tornarse, a medida que subía la ira por sus cuerpos y llegaba a
sus turbias mentes, en un gesto de odio y sentimientos asesinos.
La violenta reacción a tan tremenda herejía no se hizo esperar:
...“al oir esto todos los que estaban en la sinagoga se
enojarón muchisimo. Se levantaron lo expulsaron del pueblo y
lo llevaron hasta la cumbre de la colina, sobre la que estaba
construido el pueblo, para tirarlo por el precipicio. Pero El, pasó
por en medio de ellos y se fue de Nazaret”... Lc 4:28 (BLA)
Visualizá la escena: sacerdotes y maestros de Dios,
conocedores de su palabra, hombres creyentes, de bien, cultos,
importantes, convertidos en una turba irracional, sacando a
Jesus del templo, más que enojados; llevándolo por las calles,
insultándolo y a los empujones, quizás propinandole algún
golpe mientras gritaban: “hay que matar a este loco hereje”,
“¿Quíen se cree que es este “bueno para nada”? ¿De dónde
salió? ¿Qué autoridad tiene para decirnos eso a nosotros los
maestros? ¿Pero si es sólo un ignorante y muerto de hambre?
¡Que lo envia Dios, ja! ¿Qué sabe este de Dios? ¡Matemoslo!.
_ Por casualidad ¿No escuchaste que dijeran algo
similar de algún predicador actual?
¡Que momento el que estaba pasando el joven Jesús,
en su presentación pública! No lo recibieron con loas, sino con
insultos; los aplausos fueron en su cara, los abrazos, más bien,
querían asfixiarlo, los apretones de manos eran para arrastrarlo
afuera, ¿Y seguirlo? Si, para matarlo.
Y...¿Cómo pudo eludir que lo mataran? ¿Cómo pudo
pasar entre ellos? No sé y no lo entiendo, pero mi explicación es
que no era su momento y, por ello, Dios no permitió que le
hicieran daño.

_ Mi pregunta es: ¿Por qué no le creyeron que Dios le
había enviado a ayudarlos? o... ¿Por qué no crees que Dios lo ha
enviado a ayudarte?
Pienso que cuando el hombre tiene cerrado el
entendimiento por conveniencia, más que por ignorancia, y
viene alguien y rompe “su” orden de lo que debe ser o como
debe ser, reacciona atacando violentamente por miedo a perder
sus fáciles logros, privilegios y fueros.
_ ¡Que actual esto que dije! ¿No?
Dice la Biblia que luego, Jesús, se fue a Galilea.
¿Huyendo de quienes quisieron matarlo? ¿Para esconderse por
la verguenza de lo sucedido? ¿Para dedicarse a otra cosa luego
del aparente fracaso del comienzo de su ministerio? ¿Pensando,
esto no es para mí? ¿Enojado por tamaña ofensa? ¿Triste,
sintiendose un incomprendido? ¿Decidido en alejarse hasta de
Dios? La respuesta es: ¡No, no! Este hombre, “digno de
muerte”para los sacerdotes y maestros, lejos de acobardarse,
comenzó con la locura de predicar su llegada por toda la región,
en donde se lo escuchaba decir:
...” ¡ Ya está cercano el día en que Dios comienze a
reinar! Vuelvanse a Dios (arrepientanse) y crean en la buena
noticia”...Mc 1:15 (BLA)
¿Qué hubieramos hecho nosotros luego de estar tan
cerca de que una turba enojada quisiera matarnos?, de seguro...
¡nada más!. Nos hubieramos ido a casa con la convicción de que
predicar no es para nosotros; mejor no arriesgar más la vida, ni
de que nos crean locos. Pero El, no se paralizó, no se detuvo a
pensar, no dudó, tenía en claro su propósito en este mundo y la
responsabilidad que le había sido asignada. La visión que El
tenía sobre sus acciones, presentes y futuras era clara, y sabia ya
que muchas vidas dependian de ellas.

_ Y para empeorar su situación, prestá atención a lo
que pregonaba: ¡Arrepientanse! y ¡Crean! ¿Qué crees que
pensaban, de Jesús, los que lo escuchaban?
Quizás esto: ¿Arrepientanse? ¿De qué? ¿Crean? ¿En
qué? ¿En El?, además ¿Qué autoridad tiene para venir a
decirnos que nos arrepintamos y que creamos? ¡Ja, si es solo un
carpintero más! Unos dirán: hasta lo vimos crecer y conocemos a
su familia y ahora ¿De qué se las dá?, y otros ¿Y este quíen es?
¿De dónde salió? ¿Quíen lo conoce?.
_ ¿No te suena actual? ¿Cómo si ya lo hubieras
escuchado decir de alguien más o quizás lo has dicho de alguien
que vino a predicarte?
Si esto ocurriera en la actualidad, tal vez dirían: ¿De
qué me tendría que arrepentir? Yo ya creo en Dios, voy a la
iglesia todos los domingos, colaboro en un ministerio, de vez en
cuando leo la Biblia, a veces oro y hago algún que otro acto de
caridad; ¡Ha! diezmo y doy ofrendas. ¿Qué más se le puede
pedir a un buen creyente? Sé que con esto que hago cumplo con
mi religión y hago feliz a Dios y a los hombres; y por supuesto
continuo con el resto de mi vida como a mí me parece que está
bien. ¡No me puedo vivir arrepintiendo de todo! ¡No todo lo que
hago o puedo hacer es tan malo! ¡Hay pecados y... pecados!
Además, tal vez hayas escuchado alguna vez: ¿Pero
qué? ¿Falta algo más? Todo lo que hago ¿No es lo que Dios y los
hombres piden? ¿Qué debo cambiar? ¿Cómo? ¿Qué debo abrir y
cambiar mi mente? ¿Qué debo ser cien por ciento cristiano
haciendo las cosas de corazón, y no por formalismos, o para
mantener mi conciencia tranquila, o para que los demás vean
cuan bueno soy? ¿Qué debo saber que es lo que dijo Jesús y
aplicarlo a mi vida al cien por cien y no solo lo que me
conviene? ¿Qué todos los pecados son iguales, sean chicos o
grandes, para Dios?
Mi respuesta sería que nuestro corazón desvió su
amor al verdadero Dios; depositándolo en apariencias y rituales
justificativos de nuestras erradas acciones, no permitiéndole al

Espíritu Santo que nos guie a cambios profundos y duraderos en
nuestras vidas.
En mi opinión personal pienso que si Cristo
apareciera en la actualidad diciendo ¡Arrepientanse y crean!
Más de un creyente lo desconocería y airado trataría de tirarlo al
precipicio. De lo que si estoy seguro es que Jesús pasaría, ¡y
pasa!, entre nosotros, una y mil veces, para continuar con su
eterno objetivo de salvar almas.
Lo que debemos preguntarnos es: ¿Qué motor lo
impulsaba a seguir? ¿Qué poder le daba fuerza y coraje? ¿ Qué
lo hizo perfecto e invencible? ¿Qué lo ayudó a ser tan peligroso
para el mundo?
Mi respuesta es: tenía un espíritu diferente. ¡Veamos!:
...”Jesús pasaba por la orilla del lago de Galiléa
cuando vió a Simón y a Andres, dos pescadores que eran
hermanos, y estaban pescando con sus redes. Jesús les dijo:
- Siganme. En lugar de pescar peces, les voy a
enseñar a ganar seguidores para mí.
En ese mismo instante, Simón y Andres dejaron sus
redes y siguierón a Jesús.”... Mc 1:16 (BLA)
_ ¡Te das cuenta lo que digo de tener un espíritu
diferente! No solo seguía anunciando las buenas nuevas de
salvación, sino también invitando a gente seleccionada, por El,
para que... ¡lo siga!, y estos aún sin conocerle ¡dejaron todo y
fueron tras El!. ¡Que locura! Ahora bien, ¿Seríamos capaces de...?
o mejor dicho, ¿Somos capaces de dejar todo, cambiar y
seguirle? ¿Todo qué? ¿Cambiar qué?
Todo lo malo que el mundo nos ofrece y que
nosotros tomamos rápidamente. Malas costumbres. Mala
educación. Malas tendencias. Malas formas de ser. Malas
actitudes. Malos pensamientos, etc,etc...

Y estos, seguidores, fueron adoctrinados durante
tres años en este “loco” propósito de difundir la noticia de que el
Reino de Dios estaba al alcance de la mano para todos los que
aceptaran a Cristo. Y entre idas y venidas, entre una fe ciega y
dudas, entre la luz y las tinieblas, entre la vida y la muerte,
¡Vaya que aprendieron!
Jesús tenía evidentemente algo diferente; y no hablo
de su apariencia física, bello como actor de Hollywood, sino más
bien de su hermosura y paz interior; algo que lo hacia atractivo,
convincente, y a quien era difícil resistir.
_¿Qué era? ¿Qué, qué tenía? Debes estar preguntandote.
Mi respuesta es: Jesús tenía el Espíritu Santo de Dios
que descendió sobre El, el día que se bautizó en agua con Juan
“el Bautista”.
...”Tan pronto como Jesús fue bautizado, salió del
agua. En ese momento se abrió el cielo, y el (Juan) vió al Espíritu
de Dios bajar como una paloma y posarse sobre Jesús. Y una voz
que venía del cielo decía: -Este es mi Hijo. Yo lo amo mucho y
estoy muy contento con El.”...Mt 3:16 (BLA)
Este mismo Espíritu es la promesa que nos dejó
Jesús. Que cuando El volviera con el Padre, nos lo enviaría para
darnos poder, coraje, entendimiento y conocimiento sobre que
tenemos que hablar y hacer en diferentes circunstancias, para ser
sus verdaderos seguidores. Y te puedo asegurar que con ese
Espíritu, y pocas palabras, hasta las piedras nos seguirían en pos
de Cristo.
Si te apetece saber más de él, te invito que leas el
libro de “Los hechos de los Apostoles”, en donde el Espíritu
Santo se presenta con todo el poder y gloria del Señor,
cambiando las vidas de aquellos que creen en Jesús, y le
permiten vivir en sus corazones.

_ ¿Y cómo sé que tengo el Espíritu Santo en mi vida?
Seguramente te preguntarás.
Lo sabrás cuando más allá de algunas evidencias
bíblicas, como el hablar en otras lenguas, tu vida cambie para
bien, no por presión de tus pares, sino por convicción personal.
Cuando tu forma de pensar, hablar, actuar sea integra,
irreprochable. Cuando tu corazón sufra por los que sufren y tu
mente ordene a tu cuerpo reaccionar para actuar y generar
cambios. Cuando no permitas que la voz del mal te susurre al
oido: “no te metas”, “que te importa”, “no es problema tuyo”,
ante la necesidad de tu prójimo. Cuando ante la adversidad tus
ojos reflejen calma, esperanza y fe en que Dios está al tanto de la
situación y actuando a tu favor. Cuando sientas el anhelo de
conocer y servir a Cristo, y todo temor y verguenza, por ello,
desaparezcan. Cuando muchos puedan ver que eres diferente a
los que te rodean. Cuando muchos puedan ver en tí un reflejo de
Cristo. Cuando permitas que la voz del Espíritu te diga que es
lo bueno y lo malo, y también, lo dejes guiarte a lo mejor: a la
presencia de Dios. Entonces, solo entonces, podrás afirmar y
proclamar que el Espíritu Santo está contigo. Aunque en
realidad quizás no te haga falta hacer eso, pues tu vida y tu
persona lo reflejarán; y aún sin hablar todos verán que, él, está
en tí. .
_ ¿Ya has sentido todo eso? ¿Lo estás sintiendo?
Si no es así, pedíselo a Dios en oración, con fe y con
esfuerzo y valentía comenzá el cambio en tu vida. ¡Y te puedo
asegurar que sentirás la presencia del Espíritu Santo en tí!
_ ¿Qué estas esperando? ¡Dejá de leer, al menos unos
minutos, y hablá con Dios ahora!
Luego que Jesús regresó a los cielos, los discípulos
fueron llenos con el mismo Espíritu que moraba en El; y después

de ello, no pudieron dejar de decir lo que habían visto y oído
del Mesías, hasta el día de sus propias muertes. Y fueron
precisamente ellos quienes escucharon decir a Jesús las más
hermosas bendiciones para aquellos que crean y tengan fe en El,
aún cuando esten pasando difíciles momentos:
...”Cuando Jesús vió a tanta gente, subió a una
montaña y se sentó. Los discípulos se acercaron, y El comenzó a
enseñarles:
Dios bendice a los que confian totalmente en El,
pues ellos forman parte de su reino.
Dios bendice a los que sufren,
pues El los consolará.
Dios bendice a los humildes,
pues ellos recibirán la tierra prometida.
Dios bendice a los que desean la justicia,
pues El les cumplirá su deseo.
Dios bendice a los que son compasivos,
pues El será compasivo con ellos.
Dios bendice a los que tienen un corazón puro,
pues ellos verán a Dios.
Dios bendice a los que trabajan
para que haya paz en el mundo,
pues ellos serán llamados hijos de Dios.
Dios bendice a los que son maltratados
por practicar la justicia,
pues ellos forman parte de su reino.
Dios los bendecirá cuando, por causa mía,
la gente los maltrate y diga mentira contra ustedes.
¡Alegrense! ¡Ponganse contentos!
Porque van a recibir un gran premio en el cielo”...
Mt 5:1-12 (BLA)

¡Que bellas palabras! Todas estas y más fueron
llamadas “El sermón del monte”. Me emocionan, sus promesas,
al leerlas. Si las leyeramos más seguido se nos abrirían los ojos
espirituales tan, pero tan grandes que comprenderíamos que:
¡La verdadera vida no es esta, es la que está por venir!
Por lo que debemos seguir transitando este vivir, con
todas sus cargas y problemas, hasta que el Señor nos llame a su
presencia y recompense nuestro esfuerzo y valentía. Jesús,
permanentemente, nos está diciendo: “no importa lo que te
acontezca, si te sucede, por mí, sos dichoso por ello”.
_Casi te escucho preguntarme: ¿Cómo puede ser eso?
Pues, Cristo, pondrá a prueba en cada situacion que
te suceda por su causa, tu fe, tu entrega y confianza, tu
obediencia, perseverancia y amor por El. Todo esto tiene
recompensa en su Reino, y aún en este mundo, en esta vida; y si
te aferras a ello, quizás la situación penosa no pase, pero
obtendrás el poder para afrontarla.
Debemos admitir que no aprendemos como actuar,
porque tampoco leemos su palabra. Nos desesperamos en
demasía con las adversidades que se nos presentan, cuando
nuestra actitud debiera ser de confianza; entregandole la carga y
esperando que el se haga cargo de la situación indicándonos
como superar el problema, y sin olvidar, tener presente siempre,
que sus tiempos y formas para obrar, no son iguales a los
nuestros. Dice la Biblia que todo lo que nos sucede, sea bueno o
malo, todo obra para bien.
_ Me parece escucharte exclamar: ¿Qué? ¿Qué locura
es esa? ¡Que lo bueno sea bueno está bien, pero que lo malo sea
bueno!

Y te contesto que ¡no!. No dice que lo malo sea
bueno, dice que todo obra para bien nuestro o de los que nos
rodean. Por ejemplo: si de lo malo sabemos aprender de los
errores cometidos, ya sean nuestros o ajenos, valorando y
aplicando para bien la experiencia adquirida, podemos lograr
que no vuelva a suceder lo malo o al menos minimizar sus
consecuencias si son inevitables. Agregando, además, que no
debemos olvidar lo vivido, sea bueno o malo, pues de alguna
manera lo sucedido marcó nuestras vidas, recordándonos que
somos humanos mortales, y que no estamos excluidos de que
alguna cosa nos pueda suceder o algun error podamos cometer.
Y es en este ultimo punto, donde debemos recurrir a quien sí es
inmortal, dueño de todo y que no se equivoca núnca; para que
nos resguarde, precisamente, del error propio y o ajeno, a Jesús.
_ ¡Te das cuenta! ¡Que hombre peligroso!
Obviamente, esto es así, para aquellos que son
pesimistas, agoreros de lo malo, los de mala voluntad, los que
mal aconsejan, los que buscan alternativas de solución y sanidad
lejos de El, para los que se aprovechan del sufrimiento ajeno
sacando reditos monetarios, para los ateos, para los gnósticos,
para los de la nueva era, para los apocalípticos, para los
masoquistas, sádicos, engañadores, falsos maestros y sacerdotes,
para los ávaros y codiciosos, para los que no tienen misericordia
ni compasión, para los que aman la guerra, para los que buscan
los placeres de este mundo, para los que mienten, para los que
lastiman, para los que desvirtuan su preciosa palabra, para los
que lo ignoran adrede, para los que alejan a la gente de Dios, etc,
etc, etc. Esta lista de víctimas del peligroso Jesús es interminable.
El vino a complicar a todos ellos, sin excepción. Quitándoles, a
su vez, las víctimas de sus propias maldades. Y exponiendolos
públicamente, al arruinarles los malos propósitos, boicoteando
sus planes y acciones deshonestas. Y proclamando, Jesús,
palabras y acciones de amor, para todos los pecadores, y vida
eterna para los que se arrepientan de su maldad.

_ ¡Que tremendo, Jesús, por ir contra la corriente del
mundo! ¿Qué opinas? ¿Se merecia morir? ¿o no? ¿Cuántos,
como El, conocés en la actualidad con esa hermosa y peligrosa
locura? ¡Pero no dejes de leer! ¡Esto continua!
Jesús sigue adelante, pese a todo, con sus bellas
palabras de bendiciones, que para muchos fueron locuras de
alguien que decia ser el “Hijo de Dios”. Y pensandolo bien, en la
actualidad, mucho de lo que vas a leer que El dijo son
consideradas por la gente del mundo, palabras desactualizadas,
mensajes y conceptos para una época que pasó, cosas que
muchos consideran que en este mundo progresista, racional y
globalizado no se pueden aplicar. A causa de esto podemos
afirmar: ¡ Por eso nos va, como nos va! ¡ El mundo con su gente
esta cada vez peor!
_¡Ah! Dirá alguien: ¡Antes también mataban, había
guerras, conquistas, saqueos, esclavitud y todo lo malo de la
naturaleza humana igual que en esta época!
¡Si, es cierto! Pero también es cierto que en el mundo
actual, la sociedad es mas avanzada intelectualmente y
racionalmente, hay más descubrimientos en todos los campos
del saber, hay más conocimiento del hombre mismo, hay más
adelantos tecnológicos, avances en todas las ciencias, que
asombrarían al hombre antiguo. Por lo mismo a veces es
incomprensible el actuar del hombre moderno con tanto desden
por el prójimo y hasta por sí mismo y su propio entorno, al que
poco a poco va destruyendo.
Jesús desde un monte hace más de dos mil años,
intentó cambiar a las personas de esa sociedad; porque El bien
sabía que las cosas empeorarían con el pasar de los años si el
hombre no cambiaba su forma de actuar. Y, si hemos llegado
hasta el día de hoy es porque sus palabras anidaron en el
corazón de muchos hombres de todas las épocas, quienes con fe
se esforzaron en difundirlas y mantenerlas vivas, para seguir
multiplicando cambios en las vidas de los seres humanos.

Es por ello que en el día de hoy podemos leer,
aprender y aplicar enseñanzas que impartió Jesús, como estas:
...”Ustedes son como la sal que se pone en el horno
de barro para aumentar su calor. Si la sal pierde esa capacidad ,
ya no sirve para nada, sino para tirarla afuera y que la gente la
pisotee. Ustedes son como una luz que ilumina a todos. Son
como una ciudad construida en la parte mas alta de un cerro y
que todos pueden ver. Nadie enciende una lampara para
meterla dentro de un cajon. Todo lo contrario: la pone en un
lugar alto para que alumbre a todos los que estan en la casa. De
la misma manera, su conducta debe ser como una luz que
ilumine y muestre como se obedece a Dios. Hagan buenas
acciones. Así las veran los demás y alabarán a Dios, el Padre de
ustedes que está en el cielo”...Mt 5:13-16 (BLA)
_ ¡Guau! ¡Te diste cuenta! Si que somos importantes
sus seguidores. ¡Si, todos por igual! ¡Vos también, si crees en él!
Cristo dijo todos ustedes, no dijo algunos, o estos si y
estos no. Todos podemos darle sabor, calor y color a la vida.
Somo luz, como la luz de un auto que ilumina el camino en la
oscuridad; como la luz de un faro que guía a una embarcación a
la deriva a un lugar seguro fuera de la tormenta; como la luz en
el hogar que da seguridad y nos permite vernos y compartir
hechos y cosas en familia. Todos sin distinción y excusas
podemos hacer lo bueno acorde a los mandatos de Dios y guiar
a otros, con nuestro testimonio de vida, a su presencia.
_ ¿Cuáles son los mandatos de Dios para hacer lo bueno?
Lee lo que sigue:
...”¡Escuchen bien lo que tengo que decirles! Amen a
sus enemigos, y traten bien a quienes los maltraten. A quienes
los insulten, respondanles con buenas palabras. Si alguien los
rechaza oren por esa persona. Si alguien les da una bofetada en
una mejilla, pidanle que les pegue en la otra. Si alguien quiere
quitarle el abrigo, dejen que también se lleve la camisa. Si
alguien les pide algo, denselo. Si alguien les quita algo, no le

pidan que lo devuelva. Traten a los demás como les gustaría que
los demás los trataran a ustedes.
Si solo aman a la gente que los ama, no hacen nada
extraordinario. ¡Hasta los pecadores hacen eso! Y si solo tratan
bien a la gente que los trata bien, tampoco hacen nada
extraordinario. ¡Hasta los pecadores hacen eso! Si ustedes les
prestan cosas solo a los que pueden darles algo, no hacen nada
que merezca premio. Los pecadores también se prestan unos a
otros, esperando recibir muchas ganancias. Amen a sus
enemigos, hagan el bien y presten sin esperar nada a cambio. Si
lo hacen , el Dios altísimo les dará un gran premio, y serán sus
hijos. Dios es bueno hasta con la gente mala y desagradecida.
Ustedes deben ser compasivos con todas las personas, así como
Dios, su Padre, es compasivo con todos”... Lc 6:27-36 (BLA)
_ ¡Ves, eso es lo bueno! ¿Qué es dificil? ¡Por
supuesto! Pero el premio es grande; y las condiciones para
obtenerlo, por supuesto, deben ser exigentes. Ahora piensa,
¿Actuamos normalmente así? ¡No, seguro que no! ¿Me
equivoco?
Quizás algunas veces nos comportamos como nos
indica Jesús, pero es un hecho aislado, como en un rapto de
locura. Luego nos toma la amnesia, nos olvidamos de lo hecho y
volvemos a la normalidad de nuestros “y bueno no puedo ser
tonto”, “una vez está bien, pero no siempre yo...”, “me las va a
pagar, ya va a ver quien soy...”, “a aquel no lo trago, ni lo
saludo...”, “ ¡me robó! Dios me perdone, pero debieran
matarlo...”, “es un trepador, yo lo voy a bajar...”, “ ¿Por qué el sí
y yo no? Me van a escuchar, los voy a mandar a pasear...”, etc,
etc.
_ ¡Pero no pienses que esto es todo! ¡Hay más para
escucharlo leyendo!

Jesús continuó desnudando nuestras sucias almas,
con sus correctoras palabras:
...”Jesús también les dijo: no se conviertan en jueces
de los demás, y Dios no los juzgará a ustedes. No sean duros con
los demás, y Dios no será duro con ustedes. Perdonen a los
demás y Dios los perdonará a ustedes. Denles a otros lo
necesario, y Dios les dará a ustedes lo que neseciten. En verdad
Dios les dará la misma medida que den a los demás. Si dan trigo
recibirán una bolsa llena de trigo, bien apretada y repleta, sin
que tengan que ir a buscarla. Jesús también les puso esta
comparación: Un ciego no puede guiar a otro ciego, porque los
dos caerían en el mismo hueco. El alumno no sabe más que su
maestro, pero cuando termina sus estudios sabrá lo mismo que
él. ¿Por qué te fijas en lo malo que hacen los otros, y no te das
cuenta de las muchas cosas malas que haces tú? Es como si te
fijaras que en el ojo de alguien hay una basurita, y no te dieras
cuenta que en el tuyo hay una rama. ¿Cómo te atreves a decirle
al otro: “Déjame sacarte la basurita que tienes en el ojo”, si tu
tienes una rama en el tuyo? ¡Hipócrita! Saca primero la rama
que tienes en tu ojo, y así podrás ver bien para sacar la basurita
que está en el ojo del otro”... Lc 6:37-42 (BLA)
_ ¡Ufff! ¡Que tremendo! Eso dolió ¿O no?
Sigo pensando que muy pocos leen de corazón lo
que dijo Cristo. De lo contrario muchas actitudes nuestras serían
diferentes, al tener en cuenta, y tomarlo muy seriamente, que
Dios nos pagará con la misma moneda con la que nosotros
pagamos a nuestros prójimos.
_ ¡Que! ¡Si Dios es bueno y perdona! Me pareció que
susurraste. ¿Eso estás pensando?
Y te puedo decir que...¡Esa afirmación es verdad!
Pero no nos olvidemos que El es justo. Su justicia es perfecta. Si
fallaste sin querer o por ignorancia, te arrepientes y no lo

repites, por su amor por tí, Dios seguramente te perdonará; pero
si sabiendo que estás haciendo el mal, lo sigues haciendo, por
amor a sus hijos fieles, Dios no puede perdonarte y pierdes su
cobertura; pues aunque El igual te siga amando, aborrece el
pecado y se aleja de el y por lo tanto también de tí.
Dejame aclararte que todo proceder nuestro, sea
bueno o malo, nos arrepintamos o no, tiene consecuencias, en
nuestras vidas o en las de otras personas, que en algún
momento deberemos afrontar. Por eso es muy importante que
pensemos muy bien nuestras acciones antes de realizarlas.
Y una de esas acciones es el hablar de los demás en
tono de crítica; prejuzgando, en muchas ocaciones, sin saber las
razones de fondo de por que tal hecho, o dicho, a sucedido; y
por supuesto obviamos que quizás nosotros hacemos lo mismo
u otra cosa que tampoco está bien. Por lo que Jesús, con total
autoridad y “sin pelos en la lengua” nos llama hipócritas.
_¿Nos llama? ¿Porqué a mi? Me pareció que preguntabas.
¡No miremos para otro lado! Pensemos bien,
sinceramente, si alguna vez no hablamos demás de algún
pariente, vecino, compañero, pastor, lider, hermano en Cristo o
de un total desconocido, etc.
_ ¡Ejem! ¿Seguro que no?
Y tomando como ejemplo esto del criticar, entre
otras cosas, cuando nos sucede a nosotros nos enojamos y
pensamos, en la mayoria de los casos, desquitarnos con el
ofensor vengandonos por tal ofensa.
_ ¿Qué piensas? ¿Me equivoco?
Jesús no se equivoca pues nos conoce como nadie,
por eso nos exhorta:

...”Recuerden que hace mucho tiempo Moises dijo:
“No maten, pues si alguien mata a otro, será castigado”. Pero
ahora yo les aseguro que cualquiera que se enoje con otro tendrá
que ir a juicio. Cualquiera que insulte a otro será llevado a los
tribunales. Y el que maldiga a otro será echado en el fuego del
infierno. Por eso si llevas al altar del templo una ofrenda para
Dios, y allí te acuerdas de que alguien está enojado contigo, deja
la ofrenda delante del altar, ve de inmediato a reconciliarte con
esa persona, y despues de eso regresa a presentar tu ofrenda a
Dios. Si alguien te acusa de haberle hecho algo malo arregla el
problema con esa persona antes de que te entregue al juez. Sino
el juez le ordenará a un policia que te lleve a la carcel. Te
aseguro que no saldrás de allí sin haber pagado hasta la última
moneda que debas”...Mt 5:21-26 (BLA)
_ Te entiendo, no pongas esa cara... ¡Sé que es difícil!
Debo reconocer que, a mí también, me cuesta mucho
cumplir con esto. Pero si nos queremos considerar cristianos, no
nos queda otra alternativa, pues lo díjo Jesús y eso debe
bastarnos. Nos advierte que en cualquier momento podemos
estar frente al juez, Dios, ¡Si, El nos juzgará! Y si nos encuentra
enojo, ira, rencor, odio, terquedad, necedad, espíritu de
venganza seremos encontrados culpables y... justamente
castigados.
...”Otras de las enseñanzas de Moises fue esta: “ojo
por ojo, diente por diente”. Pero ahora yo les digo: no traten de
vengarse de quien les hace daño. Si alguien les dá una bofetada
en la mejilla derecha, pidanle que les pegue también en la
izquierda”...Mt 5:38-39
Despues de leer esto, voy comprendiendo porque
muchos de sus seguidores al escucharlo prefirieron lo más fácil:
odiarlo y marcharse. Otros se quedaron y al escuchar, luego, lo
que sigue prefirieron matarlo:
...”Esta es otra orden que dió Moises hace
muchísimo tiempo: “amen a su prójimo y odien a su enemigo”.

Pero ahora yo les digo: amen a sus enemigos y oren por quienes
los maltratan. Así demostrarán que actúan como su Padre Dios
que está en el cielo. El hace que salga el sol sobre los buenos y
sobre los malos. El manda la lluvia para el bien de los que lo
obedecen y de los que no lo obedecen. Si ustedes aman solo a
quienes los aman, ¿Qué premio recibirán por eso? Hasta los que
cobran impuestos para el gobierno de Roma aman solo a sus
amigos. Si saludan solo a sus amigos, no hacen nada
extraordinario. ¡Hasta los que no creen en Dios hacen eso!
Ustedes deben ser perfectos como Dios, su Padre que está en el
cielo, es perfecto”...Mt 5:43-48 (BLA)
Sé lo que estás pensando sobre este parrafo, pues yo
tambien lo pensé. Y para todas las preguntas y justificaciones
para no amar a nuestro enemigo, te puedo dar esta respuesta, se
que no es la única, pero es una gran verdad: Jesus amó a quienes
lo golpearon, torturaron, insultaron, humillaron, traicionaron,
abandonaron, negaron, juzgaron, maldijeron y mataron.
_ ¿Qué hubierámos hecho nosotros en su lugar?
¿Hubieramos dicho “Padre perdónalos porque no saben lo que
hacen” o “Padre fulmínalos con tu poder”. Me parece que
estamos más inclinados a la segunda frase. ¿No?
A esta altura ya es evidente la mucha oposicion a sus
dichos y a su persona. Pero cuando los “caretas” de la época
escucharon, de Jesús, lo que sigue, su indignación fue total:
...”Cuando ustedes hagan una buena acción, no lo
anuncien por todos lados, de lo contrario Dios su Padre nos le
dará ningún premio. Si uno de ustedes ayuda a los pobres, no se
pongan a publicarlo en las sinagogas y en los lugares por donde
pasa la gente, eso lo hacen los hipócritas, que quieren que la
gente los alabe. Les aseguro que ese es el único premio que
recibirán. Cuando alguno de ustedes ayude a los pobres, no se lo
cuente a nadie. Así esa ayuda se mantendrá en secreto, y Dios el
Padre que conoce ese secreto, les dará su premio”... Mt 6:1-4

“¡Pero! ¿Cómo es eso? ¿Cómo me voy a hacer
popular si nadie se entera lo que hice? ¡Así no sirve! Yo quiero
que Dios me recompence, pero también que los demás sepan de
mi entrega, mi sacrificio, de mi espíritu caritativo y
misericordioso, de paso así soy un ejemplo. Aparte en la
actualidad nadie hace nada por nadie, por nada a cambio”.
_ ¿No te resulta familiar este comentario?. Al menos
si vos no lo has dicho núnca, alguna vez lo has pensado, o lo has
escuchado de alguien más. ¿O no?
Quizás cuando, alguna vez, has ayunado se te cruzó
por la mente: “Debo hacerlo por que es una obligación cristiana,
sino ¿Qué van a pensar los demás de mí? Aparte es bueno para
que vean cuan devoto soy y la gran espiritualidad que tengo;
además si quiero algo de Dios, algo debo hacer. ¡No cualquiera
ayuna!”
_ Y... ¿Qué dice Jesús con respecto a estos
pensamientos?
...”Cuando ustedes ayunen, no pongan cara triste,
como hacen los hipócritas. A ellos les gusta que la gente sepa
que ellos están ayunando. Les aseguro que ese será el único
premio que ellos recibirán. Cuando ustedes ayunen, peinense
bien y lavense la cara, para que la gente no se den cuenta de que
están ayunando. Solo Dios, su padre, quien conoce todos los
secretos, sabrá que están ayunando y les dará su premio”...Mt
6:16-18 (BLA)
“¡Mirá lo que dice! ¿Qué le pasa? No me deja
tranquilo, está confundiendo y alborotando mi conciencia. ¿Qué
es lo que pretende con lo que dice al llamarme hipócrita? Yo
hago lo que la religión me pide; me esfuerzo, me sacrifico,
cumplo con Dios, lo hago como yo creo que debe ser y listo”.

Habrán pensado, y pensarán, muchos con el corazón duro por la
religiosidad al leer esto.
Encima si faltaba “la frutilla de la ira en la torta de la
disconformidad”, con los afirmaciones que siguen, Jesús mismo
se encargó de ponerla:
...”Cuando ustedes oren no hagan como los
hipócritas. A ellos les encanta que la gente los vea orar. Por eso
oran de pie en las singogas y en los lugares por donde pasa
mucha gente. Pueden estar seguros de que no tendrán otra
recompensa. Cuando alguno de ustedes ore, hágalo a solas.
Vaya a su cuarto, cierre la puerta y hable allí en secreto con Dios,
su Padre, pues El dá lo que se le pide en secreto”...Mt 6:5 (BLA)
_ ¡ Te imaginás las caras de desconcierto! ¡No no lo
digo por vos! ¿O si?
Cristo, les estaba tirando abajo las estructuras
tradicionales religiosas, en las que habían sido enseñados y
alentados. Estaba impartiendo formas nuevas para adorar a Dios
y recibir sus bendiciones. En realidad “nuevas” para ellos, pues
desde el principio estas estuvieron en las escrituras, pero mal
interpretadas y aplicadas.
_ ¡Huy! Despues que lo escribí, me dí cuenta que
esto último también se puede aplicar a varias iglesias actuales.
Con respecto a la oración, realmente es importante
esto que dijo Jesús: oramos mal. Se nos enseña a orar mal o
imitamos a los que se suponen que saben, ¡Y están orando mal
también! Se sigue hablando, principalmente en los templos,
demasiado; algunas veces con manifestaciones corporales, que
en muchas ocaciones provocan desorden y confución de propios
y extraños, otras oran gritando, ¡Como si Dios fuera sordo!

_ La pregunta que me viene a la mente es: ¿A quíen
queremos impresionar: a Dios o a los hombres?
“La gente debe darse cuenta de que hay algo especial en
nosotros. No necesitamos señales externas que demuestren la
obra interior de Dios”... John Hus
Jesús está alertandonos sobre esto de querer
llamar la atención de los que nos rodean, pues El sabe que de
esta forma pretendemos demostrar que somos muy espirituales
y sencibles a la presencia de Dios. En algunas reuniones para
alabar a Dios, con la exageración, la superficial y emotiva
atmosfera se crea; lo que muchas veces nos obliga a
espiritualizarnos en trances o manifestaciones para no quedar
fuera y ser tildado de poco espiritual. Por supuesto cuando, la
forzada atmosfera espiritual pasó, volvemos a nuestros hogares,
nos “normalizamos”, pues la emoción se va, y sale a luz lo que
realmente somos.
_ No te molestes por lo que digo, pues el engañador
también asiste a la iglesia y no solo vestido de cordero, sino que
suele hacerlo de lider también.
Aclaro que estoy totalmente seguro que podemos
encontrar gente sincera y genuina que adora a Dios, en espíritu
y en verdad, en todas las iglesias. Que pueden llegar a expresar
su gozo con algún tipo de manifestación incomprencible e
inexplicable para nosotros, pero realmente provocada por Dios,
por medio de su Espíritu Santo.
_ Seguro vos sos una de ellas. ¿O no?

Por supuesto cuando suceden estas
manifestaciones que estoy relatando uno debe poner sus ojos en
el creador de todo, Dios; y buscar una comunión profunda con
El, dejando que los demás rindan cuenta por sus propias
acciones; de otra forma si nos distraemos y ponemos los ojos en
lo que creemos que es una mentira, caemos en la trampa para
alejarnos del Señor, de quien creó la falsedad, el diablo.
“Manten tu corazón limpio y deja a los demás en manos de Dios
y del Espíritu Santo. De esa manera, no perderás jamás”...
Roberts Liardon
Además, Jesús, agregó en su enseñanza sobre el
tema, para que no queden dudas de que oramos mal:
...”Cuando ustedes oren no usen muchas palabras,
como hacen los que no conocen verdaderamente a Dios. Ellos
creen que Dios les vá a hacer más caso porque hablan mucho.
No los imiten, porque Dios nuestro Padre, sabe lo que ustedes
necesitan, aún antes que se lo pidan”... Mt 6:7 (BLA)
¡No hace falta repetir lo que dijo Cristo, u otro rezo
mecánicamente hasta el artazgo, pues eso lo hacen muy bien los
loros y las grabaciones modernas!
_Y entonces, ¿ Cómo se ora? , puede que te estés preguntando.
Jesús nos dejó este bello ejemplo:
...”Ustedes deben orar así:
Padre nuestro que estás en el cielo;
que todos reconozcan que tú eres el verdadero Dios.
Ven y sé nuestro único rey.
Que todos los que viven en la tierra te obedezcan,

como te obedecen los que están en el cielo.
Danos la comida que necesitamos hoy.
Perdona el mal que hacemos,
así como nosotros perdonamos
a los que nos hacen mal.
Y cuando vengan las pruebas,
no permitas que ellas nos aparten de tí.
Y líbranos del poder del diablo”... Mt 6:9-13 (BLA)
Primero, reconocemos su deidad y poder como
único Dios. En la antiguedad en los grandes imperios tenían un
dios para cada situación, y en la actualidad también; vestidos de
virgenes de todos los colores y lugares, y santos para cada
necesidad, a los cuales se los adora y se les piden bendiciones.
Contrariando lo que dijo Jesuscristo.
“...Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie viene
al Padre sino por mí”...Jn 14:6 (BLA)
Despues continuamos, invitandoló a ser soberano de
nuestras vidas, somos de El y para El, guiandonos a sus
propósitos. Luego expresamos nuestro deseo de obedecerle
como nuestro Señor. Y como tal le pedimos su ayuda y
provisión para nuestras necesidades: primero espírituales y
luego físicas, pues debemos estar bien alimentados, en ambas
partes de nuestro ser, para poder servirle con excelencia y tener
una vida fructifera. Acto siguiente reconocemos que somos
débiles, pecadores, propénsos a cometer errores y solicitámos,
en su misericordia y amor por nosotros, su perdón; asumiendo a
su vez el compromiso de ser misericordiosos, perdonando y
amando a nuestros prójimos, como El lo hace con nosotros. Y
por último rogamos por su compañia y cobertura en nuestras
vidas, en los momentos difíciles de pruebas y luchas, para que el
enemigo no se aproveche de nosotros sembrando dudas en
nuestra mente y confución en nuestro corazón, logrando de esa
forma apartarnos de su presencia.

Guiandonos de su oración debemos hablar con Dios
como se habla a un padre, a un ser querido o como se habla a un
amigo: desnudando tu interior sinceramente, con confianza y
seguridad que no te va a defraudar. Debemos entender, además,
que esto no debe ser un monólogo. Hablemosle y luego
callemos, permitiendo que nuestros oidos espirituales escuchen
lo que El tiene para decirnos, que puede ser allí donde estamos,
o en otro momento y lugar, de las formas más variadas e
inesperadas, El, nos va a contestar. Lo importante es que:
¡debemos estar muy atentos!
“Pide, y te sera dado. Practica una fe completa y definitiva en la
promesa de Dios en el Espíritu”.... Evan Roberts
_ ¿Y? ¡No es tan difícil! Lo que sí debemos ser es:
verdaderos y tener fe, mucha fe en Dios, creyendo en Jesús y
aplicando en nuestras vidas todo lo que, El, dijo.
Descubro en tí, otra gran pregunta: ¿ Cómo es eso de tener fe?
Jesús dijo sobre ello:
...”Pidan a Dios, y El les dará. Hablen con Dios, y
encontrarán lo que buscan. Llamenlo, y El los atenderá. Porque
el que confía en Dios recibe lo que pide, encuentra lo que busca
y, si llama, es atendido. ¿Alguno de ustedes le daría a su hijo
una piedra, si él le pidíera pan? ¿Le daría una serpiente si le
pidíera pescado? Si ustedes, que son malos, saben dar buenas
cosas a sus hijos, con mayor razon Dios, su Padre que está en el
cielo, dará buenas cosas a quienes se las pidan. Traten a los
demás como ustedes quisieren ser tratados, porque eso nos
enseña la biblia”...Mt 7:7-12 (BLA)
En otras palabras: oren, oren, oren con insistencia,
que nadie es ignorado, que nadie es dejado de lado, todos son

escuchados. Y el Señor nos dará lo que El sabe que es bueno
para nosotros, lo mejor, lo que realmente nos ayudará en
nuestro diario caminar. Pero sino le buscamos, si no le
llamamos, si no le hablamos, si no le pedimos a diario, ¿Porqué
nos quejamos de El cuando no tenemos lo que queremos o
cuando las cosas no salen como esperamos? ¡Eso no es fe!
Aunque no veamos a Dios le pedimos, aunque no
veamos inmediatos resultados esperamos confiados sabiendo
que el Señor está al tanto de todo lo que necesitamos y que está
actuando a favor nuestro, aunque la realidad por el momento
diga lo contrario. ¡Eso es fe!
Jesús sabía que la fe debe expresarse en nuestras
actitudes, interiores y exteriores, frente a la vida:
...”No vivan preocupados pensando que van a beber,
que van a comer o que ropa se van a poner. ¿Acaso la vida
consiste solo en comer? ¿Acaso el cuerpo solo sirve para que lo
vistan? Miren los pajaritos que vuelan por el aire. Ellos no
siembran ni cosechan, ni guardan semillas en graneros. Sin
embargo Dios, el padre que está en el cielo, les da todo lo que
necesitan. ¿Acaso no son ustedes más importante que ellos?
¿Creen ustedes que por preocuparse vivirán un día más?
Aprendan de las flores que están en el campo. Ellas no trabajan
para hacerse sus vestidos. Sin embargo, les aseguro que ni el rey
Salomon se vistió tan bien como ellas, aunque tuvo muchas
riquezas. Si Dios hace tan hermosas a las flores que viven tan
poco tiempo, ¿Acaso no hará más por ustedes? ¡Veo que todavía
no han aprendido a confiar en Dios! Ya no se preocupen
preguntando qué van a comer, qué van a beber o qué ropa se
van a poner. Solo los que no conocen a Dios se preocupan por
eso. Ustedes no se desesperen por esas cosas. Su Padre que está
en los cielos sabe que las necesitan. Lo más importante es que
reconozcan a Dios como único rey, y que hagan lo que El les
pide. Todo lo demás, El se los dará a su tiempo. Así que no se
preocupen por lo que pasará mañana. Ya tendrán tiempo para
eso. Recuerden que ya tenemos bastantes con los problemas de
cada día”...Mt 6:25-34 (BLA)

No debemos actuar entrando en desesperación,
miedos, dudas, incertidumbres, como si cada necesidad no
satisfecha fuera el fin de todo, como si las poseciones materiales
fueran la verdadera riqueza. No debemos guiarnos por los
parametros de éxito, poseción, provisión y sabiduría del mundo,
porque cuendo estos fallan, el mundo que en la prosperidad nos
adulaba, nos traiciona señalandonos como perdedores;
provocando en nosotros sentimientos de fracaso, derrota y
soledad. ¡Esto no es fe!.
¡Ojo! Jesús no estaba diciendo que no trabajemos,
que no procuremos bienes para nosotros, que no perseveremos,
que no nos esforcemos por nuestro sustento diario. Lo que El
nos dice, es que hagamos todo eso pero con la guía de Dios,
reconociéndolo como el único soberano de nuestras vidas,
siguiendo sus mandamientos, esperando con entusiasmo solo lo
que El nos provea, pues ¿Quién nos conoce tan perfectamente,
como El, para darnos solo lo que es bueno para nosotros, y en
que tiempo y lugar? Porque El sabe más que nadie, ni siquiera
nosotros mismos, cuando estaremos preparados para recibir sus
bendiciones.
Si nos guiamos por los parámetros de éxito,
poseción, provisión, sabiduría del cielo, con fe, confianza,
templanza, paciencia, humildad y amor por Dios y los hombres;
núnca nos sentiremos, ni seremos fracasados, ni derrotados,
aunque el mundo diga lo contrario, por que nuestra verdadera
riqueza esta depositada y esperandonos en el cielo. ¡Eso es fe!
Insisto, debemos actuar reconociendo a Dios como
nuestro rey creador y seguro salvador; en oración con acción de
gracias por lo que hará por nosotros. Esa es una de las
condiciones para recibir las bendiciones que el Señor ya tiene
preparadas para nosotros.
El autor del libro a los Hebreos, sabiamente definió, la
fe, de esta manera:
...”Confiar en Dios es estar totalmente seguro de que
uno va a recibir lo que espera. Es estar convencido de que algo
existe, aún cuando no podamos verlo”...Heb 11:1 (BLA)

_¿Cómo hacía, Cristo, para saber tanto sobre los
hombres y sus (¿malas?) costumbres? ¿Por qué hablaba con
tanta seguridad sobre los pensamientos buenos y malos de
nosotros? ¡Si! Mios y tuyos. ¿ O no te sentis identificado? ¡Te
das cuenta lo inquietante que es que alguien nos conozca tanto!
A esta altura de la lectura ya te habrás dado cuenta lo peligroso
que Jesús era, ¡Y es!. Y en especial ¿Para quíen o quienes?
Por ejemplo, El, dijo algo sobre un tema, que en la
actualidad, le acarrearía muchisimos enemigos; y de hecho
muchos lo han degradado a la categoría mundana de un hombre
común y corriente bien intencionado o de un profeta con más
delírio que verdad, obviamente, para poder justificarse a si
mismo o justificar a otros:
...”Jesús salió del pueblo de Cafarnaum, y se fué a la
región de judea y a los lugares que están al este del río Jordan.
Mucha gente se reunió otra vez a su alrededor, y como siempre,
Jesús comenzó a enseñar. Unos fariseos se acercaron a El para
ponerle una trampa, y le preguntaron:
_ ¿Puede un hombre divorciarse de su esposa?
Jesús le respondió:
_ ¿Que les mandó Moises?
Ellos dijeron:
_ Moises permitió escribir un certificado de divorcio
y separarse de ella.
Entonces Jesús dijo:
_ Moises les dejó escrito ese mandamiento porque
ustedes son muy tercos. Pero desde el principio Dios hizo al
hombre y a la mujer para que vivieran juntos. Por eso el hombre
tiene que dejar a su padre y a su madre para casarse y vivir con
su mujer. Los dos vivirán como si fueran una sola persona. Así,
los que se casan ya no viven como dos personas separadas, sino
como si fueran una sola. Si Dios a unido a un hombre y a una
mujer, nadie debe separarlos. Más tarde, cuando ya estaban en
casa, los discípulos preguntaron de nuevo a Jesús sobre el
divorcio. El les respondió: “Si un hombre se divorcia de su
esposa y se casa con otra mujer, comete pecado, pues sería infiel

a su matrimonio. Y si la mujer deja a su esposo y se casa con otro
hombre, también comete el mismo pecado. Mc 10:1-11 (BLA)
¿No sería suficiente para que en la actualidad, época
en que está de moda divorciarse, fuera tíldado de anticuado,
desubicado, discriminador o loco? Pues son muchos (cristianos
también) los que hacen uso y abuso de este mundano recurso
como primera instancia, ante cualquier problema, chico o
grande, que surja en la pareja; sin intentar salvar la unión,
provocando solo desunión y hasta desintegración familiar; con
sus previsibles consecuencias de: no solo daños espirituales, sino
también en la salud mental (traumas) que suelen trasladarse a la
salud física, en los seres queridos que nos rodean, en especial en
los hijos del matrimonio.
A veces pienso que Jesús sería más peligroso para el
mundo actual de lo que fue considerado en el mundo antiguo.
Lamentablemente existen líderes cristianos, de
distintas denominaciones, que miran hacia otro lado para no
hablar de lo malo del divorcio, y hasta bendicen las “uniones en
pareja” sin casarse, estos probablemente correrían a Jesús de sus
iglesias tildándolo de “endemoniado”.
Sobre divorciarse, Jesús, además, agregó:
...”Pero ahora yo les digo que el hombre solo puede
divorciarse si su esposa tiene relaciones sexuales con otro
hombre. Si se divorcia de su esposa por otra razón, la pone en
peligro de cometer ese mismo pecado. Si esa mujer vuelve a
casarse, tanto ella como su nuevo esposo seran culpables de
adulterio”...Mt 5:32 (Bla)
Que quede bien claro, sobre todo a los hombres, que
aunque solo diga la escritura en este pasaje “esposa”, lo dicho
por Cristo, se aplica tambien a los “esposos”; de lo contrario el
Apóstol Pablo, un gran servidor de Cristo se habría equivocado,
y por supuesto no estaría inmortalizado en la Biblia, al escribir a
los Corintios:

...”Lo mejor es que cada hombre tanga su propia
esposa, y que cada mujer tenga su propio esposo, para que no
caiga en relaciones sexuales prohibidas. El esposo debe tener
relaciones sexuales solo con su esposa, y la esposa solo debe
tenerlas con su esposo. Ni él, ni ella son dueños de su propio
cuerpo, sino que son el uno del otro”...Cor 6:2-4 (BLA)
En mi opinión personal, el matrimonio debe ser una
bendición de Dios, de paz, unidad y felicidad en la pareja; aun
sabiendo estos, que los problemas o inconvenientes en la
convivencia existen en la vida diaria. Pero cuando uno de los
conyugues provoca a propósito que la vida del otro sea infeliz, y
persiste maliciosamente en esta postura, aún cuando el ofendido
o herido, lo ha perdonado, intentando por todos los medios
revertir la situacion y provocar cambios para bien en la pareja,
para continuar con el matrimonio, pero no lo consigue; pienso y
creo que Dios le dice: “Ya está. He visto que lo has intentado
todo y por mucho tiempo el/ella no quiere cambiar, vete
dejálo/a solo/a que reflexione lo que va a perder, y si tampoco
cambia, has tu vida de la mejor manera, con tu espíritu
tranquilo, bajo mi guía”.
Esto lo puedo ilustrar con la carta que el Apóstol
Pablo les escribió a los Corintios:
...”Pero si el esposo o la esposa no cristiano insiste en
separarse, que lo haga. En estos casos, la esposa o el esposo
cristiano no está obligados a mantener ese matrimonio, pues
Dios quiere que vivamos en paz”...1 Cor 7:15-16 (BLA)
Por lo que podemos considerar “no cristianos”,
aunque digan que lo son, a aquellos que en su conducta no
reflejan a Cristo; al no seguir sus mandamientos provocando
daño al prójimo.
Con respecto al adulterio, en la misma carta Pablo
dijo:
...”No se dejen engañar. Ustedes bien saben que lo
que hacen lo malo no participarán en el Reino de Dios. Me

refiero a los que tienen relaciones sexuales prohibidas, a los que
son infieles en el matrimonio,...”...1 Cor 7:5ª (BLA)
Tomando esto, el Apóstol, de las palabras dichas
con anterioridad por Jesús:
...”Moises también dijo: “no sean infieles en su
matrimonio”. Pero ahora yo les aseguro que si un hombre
(casado) mira a otra mujer y desea tener relaciones sexuales con
ella, ya fue infiel en su corazón”...Mt5:27 (BLA)
Y continua, Pablo, con este importante y candente
tema, diciendo:
...”Ustedes saben que cada uno de ustedes forma
parte de la iglesia, que es el cuerpo de Cristo. No está bien que
una parte de ese cuerpo de la iglesia de Cristo se junte con una
prostituta, pues al tener relaciones sexuales con ella, se hace uno
con ella. Así lo dice la Biblia “los dos seran una sola persona”.
No tengan relaciones sexuales prohibidas. Ese pecado le hace
mas daño al cuerpo que cualquier otro pecado”...1 Cor 6:15-16 y
18 (BLA)
Pues si un hombre y una mujer son una sola carne al
unirse, cuando uno de los dos (no solo la mujer) se une a otro,
infidelidad, adulterio, no solo lo hace en cuerpo, sino también en
alma y espíritu; pues todo el ser de una persona, sensaciones,
pensamientos, intimidad, entrega, está involucrada en el acto
sexual; y ya deja de ser una poseción pura y privada de quien ha
sido engañado, porque a sido entregada a quien está con el infiel
en cama ajena. Ya no somos parte de un cuerpo, sino de dos, tres
o más que nos perseguirán por el resto de nuestras vidas, quizás
no en nuestro corazón, pero si en nuestra mente.
¡Y lo que fue un regalo matrimonial de Dios, para el
gozo maximo del amor en la intimidad de la unión en la pareja,
se convierte, en un acto mezquino y promiscuo, de egoista
placer propio!.
Pero el diablo no es tonto y tergiversó todo, como en el Edén,
convenciendo al hombre y a la mujer que no le pertenecemos a

nadie, ni a nuestros esposos, y que tenemos derecho a disfrutar
del placer de nuestros cuerpos, con alguien más, antes o
despues del matrimonio,sin importar lo que sientan los que
viven con nosotros. Lo que Satanás no dice, y está en letra chica
en el contrato en el que le vendemos nuestra almas, es que en el
acto sexual fuera del matrimonio, podemos ser heridos o herir a
alguien más; y que estos daños pueden ser marcas de temores,
rencores, traumas y enfermedades tanto físicas como
espirituales, que pueden llevar años en sanar, o no sanan; o peor
aún, nos condenan a muerte.
¡Lo sublime y hermoso del matrimonio, el engañador lo
convirtió en algo vulgar y perverso fuera de este!
_ ¿Y qué podemos hacer si ya cometimos el error de
tener relaciones sexuales antes o después del matrimonio? Es la
preocupante pregunta, ¿No?
¡Arrepentirnos de corazón y no hacerlo más!
Purificar nuestros cuerpos siendo fieles, verdaderos en nuestros
lazos espirituales y sentimentales; respetar nuestro pacto físico
de entrega intima a una única persona (nuestro esposo/a), tener
carácter para evitar la tentacion sexual ilícita, pedir perdón a
Dios y a quienes dañamos, devolver al dueño, si estamos
casados lo que es suyo; además de luchar por recuperar su
confianza, que no es poca cosa en una pareja; y purificar nuestra
mente con pensamientos sanos de amor y felicidad eterna con
Dios y la persona, quizás futura aún, con quien compartiremos
en matrimonio el resto de nuestra vidas. Así que, transgresores
de las leyes de Dios, esforcémosnos, Dios por medio del,
poderoso en Cristo, Apóstol Pedro nos dice:
...”Por eso, dejen de pecar y vuelvan a obedecer a
Dios. Así el olvidará todo lo malo que ustedes han hecho, les
dará nuevas fuerzas”...Hch 3:19 (BLA)

_ ¿Y? ¿Qué te parece Jesús? ¿Difícil o fácil de seguir?
¿Incomprensible o comprensible para entender? ¿Realista o
fantasioso? ¿Injusto o justo? ¿Verdadero o falso? Hasta ahora,
¡De corazón! ¿No te parece qué lo que dijo es muy bueno?
Lo que sí te puedo asegurar es que era... y ¡Es
peligroso para muchos! ¿Para vos también? o ¿No? ¿Porqué?
Por si te quedan dudas, seguí leyendo que todavía
falta mucho más. ¡Tranquilo! El libro no muerde, tú
incomodidad quizás sea por otra cosa. Además todo lo que dijo
Jesús, y mis comentarios, de seguro no son para vos... ¿O sí?
¡Volvamos de nuevo a dos mil años atrás!
Veo las caras de los que rodeaban a Jesús
escuchándolo atentamente. Seguramente unas de simpatía y
comprensión, con disposición a seguirlo y al cambio de vida;
otros de disgusto y malestar, sin ánimo de cambiar y dispuestos
a irse rapidamente del lugar; y ni que hablar de aquellas caras
rojas de ira contenida por no poder hacerlo callar; de aquellos
ambiciosos, que les gusta el dinero y las riquezas, ofendidos al
escuchar esto:
...”No traten de amontonar riquezas aquí en la tierra.
Esas cosas se hechan a perder o son destruidas por la polilla.
Además los ladrones pueden entrar y robarlas. Es mejor que
guarden en el cielo lo más valioso de su vida. Allí las cosas no se
hechan a perder ni la polilla las destruye. Tampoco los ladrones
pueden entrar y robarlas. Recuerden que siempre pondrán su
atención en donde esten sus riquezas. La persona sincera
siempre es generosa y por eso le va bien. Es como si viviera en la
luz. Pero a la persona tacaña y envidiosa siempre le va mal; es
como si viviera en completa oscuridad. Ningún esclavo puede
trabajar para dos amos al mismo tiempo, porque siempre
obedecerá y amará más a uno que a otro. Del mismo modo,
tampoco ustedes pueden servir a Dios y a las riquezas”...Mt
6:19-24 (BLA)

Estas afirmaciones de Jesús son la declaracion de
guerra al interés y preocupación del mundo: la riqueza personal.
La cual en sí misma no es mala, no esta mal poseer muchos
bienes materiales, de hecho la Biblia nos relata de hombres
creyentes y prósperos en gran manera; pero humildes,
generosos y misericordiosos de corazón, prestos a ayudar al
prójimo en su necesidad; muchos de los cuales dejaron todas sus
poseciones para seguir a Jesús. Otros fueron, y son, movidos por
la codicia, la ambición, el poder, el egoismo y la cobardia.
Muchos sin importar contra quien o qué, arrementen
engañando, estafando, manipulando, abandonando y matando a
quien se les cruce en su camino, o sea necesario para conseguir
sus materiales objetivos de riqueza; y otros que ya la poseen se
aferran con “uñas y dientes” porque no están dispuestos a
despojarse de esta, como Jesús se despojó de su trono de rey.
Como ejemplo la Biblia nos relata:
...”un líder de los judios que fue a ver a Jesús le
preguntó:
_ Tú que eres un maestro bueno, dime, ¿Qué cosa
debo hacer para tener vida eterna?
Jesús le contestó:
_ ¿Por qué dices que soy bueno? Solo Dios es bueno.
Tu conoces bien los mandamientos: no seas infiel en el
matrimonio; no mates; no robes; no mientas para hacerle daño a
otra persona; obedece y cuida a tu padre y a tu madre.
El líder le dijo:
_ ¡He obedecido todos esos mandamientos desde
que era niño!
Jesús respondió:
_ Solo te falta hacer una cosa: vende todo lo que
tienes y dale ese dinero a los pobres. Así, Dios te dará un gran
premio en el cielo. Luego ven y conviértete en uno de mis
seguidores.
Cuando el líder oyo esto, se puso muy triste, porque
era muy rico.
Jesús lo miró y dijo:

_ ¡Que difícil es que una persona rica entre al reino
de Dios! En realidad, es más fácil para un camello pasar por el
ojo de una aguja, que para una persona rica entrar en el reino de
Dios.
La gente que estaba allí y que oyó a Jesús, preguntó:
_ Entonces , ¿Quíen podra salvarse?
Jesús respondió:
_ Les aseguro que si alguno a dejado su casa, su
esposa, sus hermanos, sus padres, o sus hijos por ser obediente
al reino de Dios, sin duda recibirá aquí mucho más de lo que
dejó. Además, cuando muera, vivirá con Dios para
siempre”...Mt 19:16-24 (BLA)
Personas como ese líder judio se encuentran,
también, dentro de las iglesias. Jesús lo sabía, a El no lo podían
engañar (de hacho nosotros tampoco podemos).
_ Me parece ver a alguien que está molesto y dice:
¡Pero ya me estoy cansando de lo que dice! ¡No lo
entiendo! ¡Ahora resulta que no puedo tener plata! ¿Qué, si la
tengo soy malo?
¡No! Jesús no está en contra del dinero, ni de que
poseas riquezas, ni de que la disfrutes; si es que has trabajado
arduamente y honestamente por ella sin perjudicar a nadie. Es
más, Dios es el dueño de todo, de la plata también. El la dá a
quien quiere. Y lo hace no solo para que la disfrutes, sino
tambien para que la compartas con los que menos tienen y
aportes a la iglesia recursos materiales para la difusión del
evangelio. El quiere ver tu generocidad, entrega y misericordia;
y lo maravilloso es que Dios te devolverá mucha más felicidad
que lo que el dinero que diste te pudo haber ofrecido. De esa
forma tu riqueza en el reino de Dios se acumulará a tu favor, y
nadie la tocará hasta que tu espíritu llegue allí, para que puedas
disfrutar la presencia de tu creador, que es el mayor tesoro al
que debemos aspirar.

Por supuesto, tambien, hay en este mundo quien
puede darte riquezas, Satanás, quien de hecho se las ofreció
todas a Jesús en el desierto si lo adoraba. Y eso es precisamente
lo que muchos, más de lo que pensamos, hacen. Le entregan su
espíritu, su alma al diablo a cambio de dinero mal habido, para
ser usado en vanaglorias personales. Seres mezquinos, que solo
piensan en el gozo egoista. ¡Pobres hijos del diablo! Tontos, que
se han olvidado de que todo es temporal, efímero, luego la
muerte y el juicio eterno de Dios.
...”Miró (Jesus) entonces a los que estaban allí y les dijo:
No vivan siempre deseando tener más y más. ¡No
por ser dueño de muchas cosas se vive una vida larga y feliz!
Y enseguida Jesús les puso este ejemplo:
...”Las tierras de un hombre muy rico habían dado
una gran cosecha. Era tanto lo que se había recogido, que el rico
no sabía donde guardar los granos. Pero después de pensarlo
dijo: ya se lo que haré. Destruiré mis viejos graneros y mandaré
a construir unos muchos más grandes. Allí guardaré lo que he
cosechado y todo lo que tengo. Después me diré: ¡Ya tienes
suficiente para vivir muchos años! ¡Come, bebe, diviertete y
disfruta de la vida lo más que puedas! Pero Dios le dijo: ¡Que
tonto eres! Esta misma noche vas a morir, y otros disfrutarán de
todo esto que has guardado. Así les pasa a todos los que
amontonan riquezas para sí mismos. Creen que son ricos, pero
ante Dios en realidad son pobres”...Lc 12:15-21 (BLA)
_ ¡”Mas claro, hechale agua”! Reza un dicho popular.
En la historia de la humanidad se repite, una y otra
vez, en la vida de los hombres la misma ambición de poder y
riquezas materiales. No aprendemos que cuando nos llegue el
día de morir nada nos vamos a llevar. Lo más tremendo de esto
es que podemos partir en cualquier momento sin tener tiempo
de llegar a decir ni ¡ah!
¡Definitivamente el hombre no tiene temor de Dios!

Acerca de los malos ricos: “No envidies de ellos la prosperidad,
más de lo que envidiarias de un cadaver las flores”...John Trapp
Seguía, Jesús, haciendose más y más popular,
atrayendo seguidores, a quienes enseñaba. Unos lo aceptaron y
creyeron, otros no lo entendían, y los terceros, los
tradicionalistas y costumbristas religiosos, principalmente
líderes, lo odiaron más y...más. Estos últimos observaban,
enjuiciaban y condenaban a todas las personas que no seguían
las tradiciones, sin importarles lo que había o pasaba en los
corazones de ellos; creando en estos la nesecidad de aparentar
que todo está bien, que nada es tan malo. A su vez estos lideres
consideraban a la gente buenos creyentes siempre y cuando
siguieran con los ritos religiosos, dirigidos y regidos por
sacerdotes, representantes de Dios, doctos en esto de las
costumbres, pero ignorantes del corazon de Dios y del prójimo.
_ ¿No te parece actual? ¿Existen líderes religiosos así
en la actualidad? ¿Y personas que tiemblan o se enojan cuando
le sugerís que las tradiciones familiares religiosas no sirven para
obtener la salvación? ¿O te tratan de loco cuando les decís que
Dios quiere actos sinceros, en lugar de apariencias en rituales
vacios?
¿Qué dijo Jesús sobre esto?
...”Los judios en especial los fariceos, siguiendo las
costumbres de sus antepasados, no comen sin antes lavarse las
manos debidamente. Cuando llegan a sus casas después de
haber ido al mercado no comen nada de lo que compran allí sin
antes lavarlo bien. Cierto día, se acercaron a Jesús algunos
fariceos y maestros de la ley que habían venido de Jerusalen. Al
ver que los discípulos de Jesús comían sin lavarse las manos,
comenzaron a criticarlos. Y le preguntaron a Jesús:
_ ¿Por qué tus discípulos no siguen las costumbres
que desde hace tiempo han prácticado nuestros antepasados?
¿Por qué comen sin haberse lavado las manos?
Jesús les respondió:

_ ¡Ustedes son unos hipócritas! Dios tenía razon
cuando dijo por medio del profeta Isaias: “Este pueblo dice que
me obedece, pero en verdad nunca piensa en mí. De nada sirve
que ustedes me alaben, pues inventan reglas y luego las enseñan
diciendo que yo las ordene”. Ustedes desobedecen los
mandamientos de Dios par poder seguir enseñanzas humanas.
Han aprendido muy bien la manera de rechazar los
mandamientos de Dios para seguir sus propias enseñanzas.
Porque Moises dijo: “Obedezcan y cuiden a su padre y a su
madre; la persona que maltrate a su padre o a su madre tendrá
que morir”. Y tambien dijo: “El que maldiga a su padre o a su
madre tendrá que morir”. Sin embargo, ustedes enseñan que un
hijo no tiene la obligacion de ayudar a sus padres si les dice: “no
puedo ayudarlo, porque todo lo que tengo se lo he ofrecido a
Dios”. De esa manera, desobedecen los mandamientos de Dios
para seguir sus propias enseñanzas. Y hacen muchas otras cosas
parecidas a esta. Luego Jesús llamó a la gente y les dijo:
“Escuchenme todos, y entiendanme bien, la comida que entra
por la boca no los hace impuro delante de Dios. Los que los hace
impuro son los insultos y malas palabras que salen de su boca”
Cuando Jesús dejó a la gente y entró en la casa, los discípulos le
preguntaron que significaba esa enseñanza. El les respondió:
“¿Tampoco ustedes entienden? Nada de lo que entra en la
persona la hace impura delante de Dios. Lo que se come no va a
la mente sino al estómago, y despues el cuerpo lo expulsa”.
Jesús dijo eso para que supieran que ningún
alimento es impuro. Y también dijo: “lo que hace impura delante
de Dios a la gente, es lo que la gente dice y hace. Porque si
alguien dice cosas malas, es por que es malo y siempre está
pensando en el mal y en como hacer cosas indecentes, robar,
matar a otros, ser infieles en el matrimonio, vivir solo pensando
en como hacerse ricos, hacer maldades, engañar, ser envidiosos,
insultar y maldecir a otros, ser necios y orgullosos”...Mc 7:1-23
(BLA)
Despues de leer este parrafo de la Biblia, se puede
entender que en verdad, Jesús, para los religiosos de la época,
fue un revolucionario, un revoltoso de las costumbres, al que
había que eliminar, pues estaba haciendo tambalear su

estructura de idolatría y falsedad. Las personas que tenían algún
poder, los que tenían “prestigio”sacerdotal, politico o secular,
los que tenían negocios turbios que les daban grandes ganancias
estaban en riesgo de perderlo todo, si permitian que siguiera
hablando enseñandole a la gente la verdad.
Realmente este hombre tenía un arma realmente
peligrosa: la palabra. No se callaba nada, no ocultaba nada, no
concentía ningún pecado, denunciaba todo lo malo, en otras
palabras: ¡”No tenía pelos en la lengua”! Como expresa otro
dicho popular.
_ El cristiano actual, ¿No debería ser igual de
revoltoso? ¿Qué? ¡Lo es!, ¡Ah, no!, al menos, ¿no tanto? O
¿nada?, ¿ Qué pensas?
Finalizo esta sección del libro sobre ¿Qué dijo?,
aunque aclaro que dijo muchas más palabras de amor,
enseñanzas y reprenciones que están plasmadas en la Biblia, con
esta bella, emocionante y profunda oración de Jesús a Dios por
todos sus fieles seguidores de todas las épocas:
...”Despues de que Jesús terminó de hablar con sus
discípulos, miró al cielo y dijo: “Padre mio, ha llegado el
momento de que muestres a la gente lo grande y poderoso que
soy. De ese modo yo también les mostraré lo grandioso y
maravilloso que eres tú.
Tú me diste autoridad sobre todos los que viven en
el mundo, y también poder para dar vida eterna a todos los que
me diste como mis seguidores. Esta vida eterna la reciben
cuando creen en tí y en mí; en tí, porque eres el único Dios
verdadero, y en mí, porque soy el Mesías que tu enviaste al
mundo. A todo el mundo le he mostrado la grande y poderoso
que eres tú, porque cumplí con todo lo que me ordenaste. Y
ahora, Padre, dame el poder y la grandeza que tenía cuando
estaba contigo, antes de que existiera el mundo.

A los seguidores que me diste les he mostrado quien
eres. Ellos eran tuyos, y tú me los diste, y a través de mí han
obedecido todo lo que les ordenaste. Ahora saben que tú me
diste todo lo que tengo, porque les he dado el mensaje que me
diste, y ellos lo han aceptado. Saben que tú me enviaste, y lo han
creido. Ruego por ellos. No pido por la gente que no me acepta
y que solo piensa en las cosas de este mundo. Más bien pido por
los seguidores que me diste y que son tuyos. Todo lo que tengo
es tuyo, y todo lo que tú tienes es mío. Y en todo esto se muestra
lo grande y poderoso que soy.
Padre celestial, dentro de poco ya no estaré en el
mundo, pues voy a donde tú estas. Pero mis seguidores van a
permanecer en este mundo. Por eso te pido que los cuides, y que
uses el poder que me diste para que se mantengan unidos como
tu y yo lo estamos. Mientras yo estaba con ellos, los cuidé con el
poder que me diste, y ninguno dejó de confiar en mí. El único
que núnca creyó en mí fue Judas. Así se cumplió lo que dice la
Biblia. Ahora regreso a donde tú estas. Pero digo esto mientras
estoy en el mundo, para que mis seguidores sean tan felices
como yo. Les he dado tu mensaje, y por eso los de este mundo
los odian, pues ellos ya no son como esa gente, y tampoco yo
soy así. No te pido que los quites del mundo, sino que los
protejas de Satanás. Yo no soy de este mundo, y tampoco ellos lo
son. Tu mensaje es verdad; haz que al escucharlo, ellos se
entreguen totalmente a tí. Los envio a dar tu mensaje a la gente
de este mundo, así como tú me enviaste a mí. Toda mi vida te la
he entregado, y lo mismo espero que hagan mis seguidores.
No pido solo por ellos, sino también por los que
creeran en mí cuando escuchen su mensaje. Te pido que se
mantengan unidos entre ellos, y que así como tú y yo estamos
unidos, también ellos se mantengan unidos a nosotros. Así la
gente de este mundo creera que tú me enviaste. Yo les he dado a
mis seguidores el mismo poder que tú me diste, con el propósito
de que se mantengan unidos. Para eso deberán permanecer
unidos a mí, como yo estoy unido a tí. Así la unidad entre ellos
será perfecta, y los de este mundo entenderán que tú me
enviaste, y que los amas tanto como me amas tú. Padre, los
seguidores que tengo me los diste tú, y quiero que esten donde

yo voy a estar, para que vean todo el poder que me has dado,
pues me has amado desde antes de que existiera el mundo.
Padre, tu eres justo, pero los de este mundo no
conocen tu justicia. Yo si te conozco, y los que me diste saben
que tú me enviaste. Les he dicho quien eres, y no dejaré de
hacerlo, para que se mantengan unidos a mí, y amen a los
demás como tú y yo nos amamos. Jn 17:1-25 (BLA)
_ Me quedé sin palabras, que más se puede decir,
sobre lo que dijo. Lo único que nos queda es leer esta hermosa
oración de Cristo a Dios, por todos los que le amamos; y
reflexionar que camino queremos seguir en esta vida. Seguirlo
es ir tras la felicidad del espíritu y la plenitud de nuestra
existencia en este mundo. Porque abremos de aprender que, por
un lado, estamos aquí de paso; y por otro lado, que lo mejor está
en el cielo.
_ ¡Y mi amigo/a aun piensas que es peligroso, o ¿Ya
sientes el amor por El en tu corazón?... Si no es así, continua
leyendo. No bajes los brazos. Haz llegado hasta aquí y ya lo
conoces más profundamente. Quizas lo que viene sea lo mejor
para tu vida.
Espero que cuando termines de leer lo que hizo, te
haya conquistado totalmente y te unas a su peligrosa revolución
de amor...
“Si el mundo no tiene nada que decir en contra de tí, ¡cuidado!,
no sea que Cristo no tenga nada que decir en tu favor”...
Dwight L. Moody

¿Qué hizo?...(Jesús)
Todo hombre que trasciende dejando una huella que
muchos siguen y otros combaten es por que no solo dijo cosas
que motivaron sentimientos, sino que además hizo cosas que
impactaron a su medio y aún al mundo entero en muchos casos.
En cuanto a Jesús trascendió en forma universal y atemporal.
Desde la antigua Belén de la Israel de hace más de
dos mil años, salió Jesús, el Mesías, que vino a libertar al
hombre, a nosotros, del encierro del pecado en el que el mundo
lo capturó. Esclavitud de la que el hombre no quiso o no se dió
cuenta de su gravedad, hasta que apareció este “Cristo” y con
sus palabras, y hechos, comenzó a destrozar los eslabones de la
cadena que los tenía prisioneros, y a la que muchos están
acostumbrados y cómodos. Estos últimos son los que prefieren
no ser liberados, no quieren cambiar y si pueden, ellos mismos,
mantener oprimidos a más personas mejor. Estos son los
servidores del diablo, y su habitad es el mundo; sus armas: la
mentira, el engaño, la humillación, las falsas promesas; sus
vestimentas son: la hipocresía, la traición, la apariencia; y su
enseñanza y modo de vida es: la ambición, la codicia, el
materialismo, la envidia, el chisme, la calumnia, el libertinaje, la
inmoralidad, etc, etc...
A estos seres serviles del mal son los que vino a
combatir Jesucristo. Preparando hombres para la batalla con sus
enseñanzas y prodigios; armandolos con la misma capacidad y
poder de ataque al enemigo que El mismo usó. Todo esto lo hizo
y lo hace, a Jesús, un ser molesto y hasta odiado por el mundo.
Pero lo que lo hizo realmente peligroso para su enemigo Satanás
fue el ejemplo, en su propia persona, a sus seguidores de que
con Dios todo es posible; el cambio es posible, los milagros son
posibles, la sanidad y restauracion espiritual y física es posible,
la liberación de los patrones perniciosos del mundo es posible,
romper cadenas es posible; porque ¡El las rompió!, al resucitar a
una nueva vida.
Cada vez más voy dandome cuenta cuan peligroso
es este Jesús bíblico para los que no quieren cambiar y prefieren

Acevedo sergio que dijo y que hizo jesus de nazaret el hombre mas peligroso de la historia del mundo

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