El documento describe los pilares de la resiliencia, incluyendo el temperamento, el carácter, el autoconcepto y la personalidad. Explica que el vínculo afectivo entre padres e hijos es fundamental para el desarrollo de la resiliencia, ya que proporciona seguridad y guía emocional. También destaca la importancia de los afectos positivos, la risa y el optimismo para reforzar las fortalezas internas y enfrentar los desafíos.