La necesidad creciente de infraestructura ha obligado a considerar los espacios subterráneos como una alternativa viable para proyectos de minería, obras civiles y energía, debido a sus ventajas en costo, tiempo e impacto. La industria ahora exige mayor eficiencia, productividad, control de calidad y seguridad en las operaciones, lo que ha llevado a la utilización de equipos robotizados y una permanente capacitación del personal.