1. LA MUJER EN GRECIAY
EN ROMA
Exposición del Departamento del Lenguas Clásicas del
IES Príncipe Felipe de Madrid.
Curso 2016-2017
Almudena Pedreira Campillo
2. La mujer en la familia
Melanie Minaya Claudia Prado
Oliris Fernández Paula Rodriguez
3. El Nombre
• A los ocho días del nacimiento tenía lugar la lustratio (acto de la
purificación), ceremonia por la que a la niña se le imponía un
nombre y se incorporaba a la sociedad religiosa familiar.
• Las niñas sólo tenían un nombre (nomen) y cuando en una familia
había más de una con el mismo nombre, para evitar equívocos, se
solía añadir maior (la mayor) o minor (la menor).
• Algunos nombres femeninos conocidos son: Fulvia, Paulina,
Octavia, Alypia, Gratidia, Euphemia, Baebiana, Honoria y
Numeria.
4. La Adolescencia
El pater familias tenía el derecho y el deber de encontrar un marido para su hija. En
teoría, la pareja debía se lo suficientemente mayor como para dar su consentimiento,
pero la edad de consentimiento sexual era de doce años para las chicas y de catorce
para los chicos. En la práctica del matrimonio, los chicos parece que eran en promedio
cinco años mayores que las chicas. Entre la élite, catorce era la edad de transición de la
infancia a la adolescencia. Sin embargo, los compromisos se podían organizar por
razones políticas cuando la pareja era demasiado joven para casarse y, en general, las
mujeres nobles se casaban antes que las de las clases bajas. La mayoría de las romanas
ya estaba casada entre la pubertad y los veintipocos. Se esperaba que una niña
aristocrática fuera virgen en el momento del matrimonio como su corta edad podía
indicar. Una hija podría rechazar legítimamente un emparejamiento hecho por sus
padres solo demostrando que el futuro marido tenía mal carácter.
En el inicio de la República, la novia pasaba a la potestad de su marido, pero en menor
medida que sus hijos. Sin embargo, a principios del Imperio, la relación jurídica de
una hija con su padre se mantuvo sin cambios cuando aquella se casaba, incluso
aunque se mudara a la casa de su marido.
Se esperaba de una hija que fuera respetuosa con su padre y que permaneciera leal a él,
incluso si eso significaba discrepar con sus maridos.
5. La Educación
• La educación en Roma tenía lugar tradicionalmente en el ámbito
familiar. A partir de los siete años, y hasta los doce, se desarrollaba la
primera etapa educativa , tanto de niños como de niñas. Las familias
acomodadas encargaban esta función a un pedagogo, generalmente de
origen griego. En cambio, las familias con menos recursos enviaban a sus
hijos a una escuela elemental (ludus litterarius), a cargo de un litterator,
que les enseñaba a leer , escribir y a contar. Muchos niños y niñas
acababan su formación en esta etapa.
• A los doce años los niños se separaban, y solo los varones de las familias
adineradas proseguían los estudios, bajo la tutela de un gramático; las
niñas entre los 12 y 14 años eran consideradas en edad núbil: podían ser
ya prometidas a varones de otras familias, y a los 14 eran ya
consideradas como señoras (domina, kyria), a esa edad se casaban, y
desde entonces se dedicaban solo a embellecerse o a trabajar en la rueca,
las aristócratas claro. Su futura educación dependería del marido, quien
decidía acerca del desarrollo de su saber.
6. La Vestimenta
• La ropa de las mujeres romanas consistía en una estola,
túnica larga que llegaba hasta los tobillos, que se ponían
sobre una túnica básica. Sobre la estola vestían la palla, una
especie de manto o velo ligero de variados colores.
• En los inicios de la República los hombres llevaban barba y
las mujeres el pelo atado en un moño. Posteriormente los
hombres empezaron a afeitarse la barba y las mujeres a llevar
el pelo con trenzas y rizos.
• Las mujeres romanas se teñían el pelo de color negro, rubio,
rojo u otros colores. El color incluso llegó a tener un
significado simbólico respecto a la persona que lo llevaba.
• Como accesorios, los romanos usaban fibulae, broches que
permitían mantener la ropa fija en el hombro, y anillos, y las
romanas, además de diademas para el pelo, llevaban
pendientes, brazaletes y collares.
7. El Matrimonio
• Era un contrato privado cuya finalidad era tener
hijos. Aunque al principio el matrimonio
lo decidían los padres, con el tiempo fue necesario el
consentimiento de los contrayentes .La
edad legal para casarse era de doce años para las
chicas y catorce para los chicos .Pero los hombres se
casaban generalmente hacia la treintena. A partir
del año 445 a.C. se generalizaron los matrimonios sine
manu, que permitían al padre conservar el poder
sobre su hija incluso después del casamiento y esta
podía disponer de sus propios bienes. También se
creó una nueva forma de matrimonio, las nuptiae ,
basadas en el consentimiento mutuo.
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8. La Boda
Para la boda se elige un día de buen agüero. La víspera, la novia
consagra sus juguetes a los dioses. Deja la toga praetexta y viste el
traje nupcial, que consiste en una túnica blanca con un velo
amarillo. En casa de la novia se toman los auspicios, sacrificando un
animal y observando sus entrañas. Se firma el contrato matrimonial
(tabulae nuptiales) ante diez testigos. Una matrona casada una sola
vez une las manos de los contrayentes como símbolo de mutua
fidelidad. La novia dice: “Ubi tu Gaius ego Gaia”, fórmula que
expresa la unión de su suerte a la de su esposo. Al anochecer tiene
lugar la deductio o traslado de la novia a su nuevo hogar.
Ubi tu Gaius ego Gaia
9. La matrona romana
• Es la domina de la casa. Educa a los hijos, dirige el trabajo
de las esclavas y las actividades del hogar.
• Un epitafio grabado sobre la tumba de una matrona romana
informa de las virtudes de una madre de familia:
“Viajero, poco es lo que tengo que decirte. Párate y lee hasta el
final. Aquí tienes el sepulcro no hermoso de una hermosa
mujer. Sus padres le dieron el nombre de Claudia. Amó a su
marido con todo su corazón. Crió a sus hijos: a uno de ellos lo
ha dejado en la tierra, al otro lo depositó bajo la tierra. Fue de
agradable conversación y de andares cadenciosos. Cuidó de
su casa e hiló. He terminado. Sigue tu camino”.
10. Gala Placidia y su hijo.
Relieve de marfil.
Catedral de Monza (Italia)
11. La participación de la mujer en las
festividades religiosas y en los espectáculos
públicos
Alejandro Piedras, Álvaro Díaz, Javier Ruiz, Rubén Fernández
LATÍN 4 ESO D
12. La participación de la mujer en las
ceremonias religiosas
• La religión romana es la síntesis de
una religión animista y agraria
autóctona de tipo mediterráneo, con
divinidades importadas de los pueblos
con los que los romanos se
relacionaron.
• Las mujeres estuvieron presentes en la
mayoría de las fiestas y ceremonias de
culto. Algunos rituales requerían la
presencia de mujeres, pero su
participación pudo estar limitada. Por
regla las romanas no podían realizar
el sacrificio de animales, el rito central
de la mayoría de las ceremonias
públicas, aunque esto no fue tanto una
prohibición como el hecho de que la
mayoría de los sacerdocios que
presidían la religión del Estado eran
ocupados por hombres.
• Algunas prácticas de culto estaban
reservadas a las mujeres, como los ritos
de la Buena Diosa (en latín, Bona Dea).
13. Las Bacanales
• Eran fiestas en honor a Baco o Dionisio en
las que se bebía sin medida.
Las sacerdotisas organizadoras de la
ceremonia se llamaban bacantes y el
nombre ha quedado asociado a las orgías
romanas. El culto primitivo era
exclusivamente de mujeres para mujeres y
procedía del culto original al dios Pan.
• Las bacanales se celebraban en secreto y con
la sola participación de mujeres en la
arboleda de Simila, cerca del monte
Aventino el 16 y 17 de marzo.
Posteriormente, se extendió la participación
en los ritos a los hombres y las
celebraciones tenían lugar cinco veces al
mes.
14. La mujer en el teatro
• Hombres y mujeres estaban
autorizados a asistir a las
representaciones teatrales, pero los
espectadores no podían elegir
libremente su asiento.
• Las mujeres, los esclavos, y la plebe
más humilde debían colocarse en la
parte superior, en la zona más alta
del graderío salvo las mujeres de los
caballeros y los senadores, que se
sentaban con sus esposos.
• Los actores eran siempre
hombres. Tanto los papeles
masculinos como los femeninos eran
interpretados por hombres, vestidos
con pelucas o máscaras. Las mujeres
solo podían actuar en los mimos.
Como novedad, durante el Bajo
Imperio empieza a verse mujeres en
escena.
Máscaras utilizadas por los hombres actores
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15. Las mujeres en los juegos de
los gladiadores
• El emperador Domiciano hizo combatir a mujeres a
la luz de las antorchas por la noche.
• Las mujeres recibían, al igual que ocurría con los
hombres, un entrenamiento específico.
• Las gladiadoras eran normalmente esclavas o
mujeres libres de las clases bajas que se enfrentarían
en la arena con el objetivo de ganar dinero.
• La mujer gladiadora luchaba con el pecho desnudo
y la cara descubierta para saber cuál era su sexo.
• Los gladiadores eran adorados por las mujeres, y
pagaban fortunas por pasar una noche con ellos o
conseguir su sudor, se pensaba que era afrodisiaco.
En Pompeya se han encontrado inscripciones como -
el tracio hace latir el corazón de las mujeres o Cerscens, el
ritiarius, durante la noche engancha a las doncellas con
su red.-
16. La participación de las mujeres en
los banquetes
• Las mujeres romanas con el
paso del tiempo tuvieron
más participación en los
banquetes desde el siglo I
d.C. Además de en otros
ámbitos de la sociedad como
la cultura.
• Así las mujeres asisten a los
banquetes en los cuales se
recostaban, comían, bebían y
conversaban al igual que el
resto de los participantes al
banquete.
17. La mujer en los juegos
• Las mujeres no podían participar
en los Juegos Olímpicos.
• Sin embargo, esto no quiere decir
que el deporte estuviera vetado a
las mujeres. En Esparta las
mujeres eran entrenadas incluso
en disco , lucha y pugilato.
• En Olimpia las mujeres celebraban
unos juegos , en honor a Hera,
llamados Juegos Hereos. Las
participantes , vestidas con una
túnica , recibían en caso de
victoria una corona de olivos y un
trozo de la vaca sacrificada en
honor a Hera. Estos juegos
estaban organizados por un
comité compuesto por 16 mujeres.