Durante siglos, la provincia de Sevilla ha acumulado cientos de mitos, historias y leyendas que forman parte de su identidad, tanto como sus tradiciones, sus fiestas o su gastronomía.

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Una propuesta para ti: Sevilla, curiosidades y leyendas
Todos los pueblos de la provincia han acumulado a lo largo de su historia curiosidades interesantes, mitos
emocionantes y relatos que contar. Estas leyendas forjan el espíritu de los lugareños y conforman una
Sevilla diferente y particular.
Los habitantes de Umbrete son conocidos popularmente como mochuelas/os o mocholeras/os. Según una
antigua leyenda, cuando se estaba oficiando una misa, entró por una ventana de la iglesia un mochuelo y
las personas que se encontraban allí confundieron aquella ave con el Espíritu Santo. Siguieron el pájaro
hasta la dehesa de “la Lopa”, clamándole repetidamente: “¡Apósate, Glorioso!”. La leyenda cuenta que el
animal se posó finalmente en una encina y desapareció. A partir de este suceso se estableció una relación
sentimental del pueblo con esta dehesa, que por entonces pertenecía a un pueblo colindante, formando
ahora parte de Umbrete. De hecho, es el único pueblo que cuenta con una ínsula. Acércate y conoce la
Hacienda de “la Lopa”, heredera de esta leyenda.
Pásate por el emblemático Mesón del Agua en Castiblanco de los Arroyos. Durante los siglos XV y XVI,
Castilblanco cobra importancia como pueblo al convertirse en paso obligado de la ruta entre Andalucía y
Castilla. Es en esa época cuando Miguel de Cervantes es nombrado cobrador de impuestos de Andalucía y
da comienzo en este mesón a “Las Dos Doncellas” (en "Las Novelas Ejemplares"), inmortalizando esta villa,
donde sitúa la acción..
El espectacular Monasterio de San Isidoro del Campo (Santiponce) está construido sobre una antigua
ermita mozárabe y guarda una curiosa leyenda sobre el personaje que le da nombre. En el siglo VI, San
Isidoro fue a estudiar a Sevilla pero, debido a sus pésimos resultados, decidió volver a León. Paró en esta
ermita para orar antes de continuar su camino y, mientras lo hacía, observó el brocal de un pozo, horadado
por el continuo roce de una soga. Esto le hizo meditar sobre la virtud de la constancia, recapacitó y decidió
regresar a Sevilla. Con el tiempo se convirtió en uno de los mejores escritores medievales.
El origen del edificio de Los Pozos de la Nieve, en Constantina, es bastante incierto aunque, por su
arquitectura, se insinúan raíces religiosas. Su historia más reciente y documentada lo identifica con un
edificio industrial, que a partir del S.XVII se utilizó como abastecedor de nieves a la ciudad de Sevilla, de ahí
su nombre. Desde este edificio partían carruajes para la capital para surtir de hielo a los establecimientos y
hogares sevillanos.
Curro Jiménez ("Andrés El Barquero", “el barquero de Cantillana”) fue uno de los bandoleros más famosos
de Sierra Morena, ¿sabías que era natural de Cantillana? Podrás pasear por las calles donde estuvo y
visitar la Ermita de la Soledad, donde se dice que se bautizó en 1819. Otro temido bandolero fue José
María “El Tempranillo”, que se convirtió en símbolo del bandolerismo romántico del periodo decimonónico.
Badolatosa, y su pedanía Corcoya, constituyeron el cuartel general del bandido, que nació y creció en una
aldea cordobesa limítrofe. Dicen que acudía a la Ermita de Nuestra Señora de La Fuensanta y que en este
mismo lugar se realizó el indulto del bandolero y su banda, por orden de Felipe VII y de las autoridades
eclesiásticas.
El paso de las hermandades del Rocío por Villamanrique de la Condesa está reconocido como Fiesta de
Interés Turístico de Andalucía. En esta localidad nació el famosísimo torero Pascual Márquez Díaz. Podrás
pasear por las calles donde transcurrió su infancia y acercarte a la finca “La Marmoleja”, donde vivió.
También podrás conocer la segunda fábrica de electricidad que se puso en marcha en España.
Hablar de El Cuervo es hablar de un pueblo ligado a la antigua calzada romana “Via Augusta”. Aunque era
un lugar de paso desde tiempos inmemoriales, perteneció a Lebrija hasta finales de 1992, momento en el
que se independizó. En torno a una de las casas de postas que recorrían la vía, donde los carruajes
paraban a repostar y descansar, aparecieron las primeras casas de esta población. El pueblo recibe su
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nombre de la casa de postas, que se convirtió durante años en el hogar de un cuervo, animal que sirvió para
identificar la casa durante ese tiempo.
El Real de la Jara fue conquistado y repoblado por los caballeros de Santiago, a las órdenes de San
Fernando, hacia el primer tercio del S. XIII. Se cuenta que estos soldados vencieron al ser guiados por un
ciervo, que les llevó hasta el centro más débil de la muralla del castillo. El trazado original de la Vía de la
Plata discurre por este término municipal y es el paso para aquellos peregrinos del sur que quieran hacer “El
Camino de Santiago”.
Morón de la Frontera es ahora uno de los principales núcleos de población de la provincia y una localidad
tranquila y afable, pero no siempre fue así. Decían las antiguas crónicas que, hacia el año 1500, el pueblo
de Morón se encontraba dividido en dos bandos irreconciliables, cada uno liderado por un alcalde. Era tanta
la rivalidad entre los bandos que cualquier problema, por sencillo que pareciese, se convertía en una lucha
de poder, de ahí que por aquella época se considerara al pueblo de Morón como uno de los más difíciles de
gobernar del reino. A finales del siglo XVI, la Chancillería de Granada mandó a Morón al doctor Juan
Esquivel, al que empezaron a llamar los lugareños el “Gallo de Morón” porque trataba groseramente a los
señores del pueblo y les atacaba diciendo que no había más gallo que él en todo Morón. Cansados todos de
sus provocaciones, los grandes señores de la villa se vengaron de él desnudándole y apaleándole con varas
de acebuche. Después le “invitaron” a abandonar el pueblo. Desde ese día, en las calles de Morón se canta:
“Anda que te vas quedando como el Gallo de Morón, sin plumas y cacareando en la mejor ocasión”.
Dos Hermanas es, tras la capital, la ciudad más poblada de la provincia y una de las mayores de Andalucía.
Dos Hermanas se asienta sobre la antigua ciudad turdetana de Orippo. Sin embargo, con las invasiones
posteriores quedó despoblada hasta la época árabe. En tiempos de la Reconquista, el Rey Fernando III
acampó en la Torre de los Herberos y en la zona de Cuarto. En este lugar ocurrió el célebre milagro de la
Virgen, que ayudó al Rey en una batalla. Éste, gritando, le rogó: “Val(e)me, señora, val(e)me”. Su protección
dio lugar a la construcción de la Ermita de Valme, donde se venera a la Virgen del mismo nombre, y en
honor a la cual se organiza una de las más conocidas romerías de la provincia, en la que el fervor de sus
romeros se siente de una manera especial.
Valencina de la Concepción, en el Aljarafe sevillano, es popularmente conocida, entre otras cosas, por sus
dólmenes, uno de los conjuntos más importantes de Europa, y por la multitudinaria Romería de Torrijos.
Dice la tradición que el venerado Cristo fue encontrado en la Hacienda de Torrijos, allá por 1600, cuando se
buscaba una gallina, de ahí la presencia de este animal junto a la talla del Cristo que se conserva en la
capilla.
Y, siguiendo con las curiosidades religiosas, hagamos una parada en El Coronil. Hace muchos años existía
en esta población la tradición de preparar en casa un dulce con la imagen del patrón, San Roque. Decían
los pueblos vecinos que era milagroso porque durante una epidemia de peste que asoló la zona, apenas se
vieron afectados los coronileños. En realidad, el dulce que se preparaba en honor al santo tuvo mucho que
ver en todo esto, pues mantuvo a los lugareños bien alimentados durante la epidemia.
Si algo hace diferente a Carmona es su patrimonio y el buen estado de éste. Una ciudad con tanta historia
ha de estar cargada de leyendas y curiosidades, que hacen aún más interesante su visita. Hay curiosidades
relacionadas con sus habitantes, es el caso del genial payaso Emilio Aragón “Miliki”, natural de Carmona, al
que la ciudad ha querido honrar dedicándole una plaza que lleva con su nombre. También hay leyendas
relacionadas con sus costumbres y tradiciones religiosas, como la de su patrona, Nuestra Señora de Gracia,
a la que dicen que encontró un pastor que mientras cosía su zurrón se le cayó la aguja. Empezó a tantear la
tierra para buscarla y notó algo extraño. Excavó y descubrió la imagen de una Virgen en una urna de piedra
natural. Al tirar para extraerla, brotó agua del lugar donde permaneció oculta. Los lugareños llevaron la
imagen hasta la iglesia mayor de la ciudad, pero al día siguiente la Virgen desapareció y volvieron a
encontrarla en el lugar donde la halló el pastor. Los carmonenses le construyeron, entonces, una ermita en
el lugar.
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Otro de los lugares más característicos de Carmona es la Necrópolis, que también se enriquece con las
leyendas y curiosidades de la historia. ¿Sabías que hubo un tiempo en el que la Necrópolis tuvo un dueño?
Jorge Bonsor era un francés que visitó la campiña sevillana para pintar sus paisajes. Con el tiempo, decidió
afincarse en Carmona, enamorado de la arqueología. Se implicó tanto que, junto con Juan Fernández,
compró el “Campo de las Canteras”, donde se encuentra la parte central del yacimiento. Empezaron las
excavaciones y, en 1885, abrieron al público la Necrópolis y su museo.
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