El documento presenta varias historias y reflexiones sobre la humildad. La primera historia habla sobre escuchar el ruido de una carreta vacía y cómo las personas vacías hacen más ruido. Otra historia compara el cielo e infierno, mostrando que en el infierno la gente no puede alimentarse aunque tienen comida, mientras que en el cielo se alimentan los unos a los otros. El documento concluye instando a las personas a pensar en dar a otros en lugar de solo en sí mismos.
2. Caminaba con mi padre, cuando él se detuvo en una curva y después de un pequeño silencio me preguntó:“Además del cantar de los pájaros, ¿escuchas alguna cosa más?” Agudicé mis oídos y algunos segundos después le respondí: “Estoy escuchando el ruido de una carreta...”
3. “ Eso es” -dijo mi padre- “es una carreta vacía”. Pregunté: “¿Cómo sabes que es una carreta vacía si aún no la vemos?” Entonces mi padre respondió: “Es muy fácil saber cuando una carreta está vacía: por el ruido. Cuanto más vacía la carreta, mayor es el ruido que hace”.
4. Me convertí en adulto y hasta hoy, cuando noto a una persona que habla demasiado , que interrumpe la conversación de todos, que es inoportuna, que presume de lo que tiene, que es prepotente y que se siente superior a la gente, tengo la impresión de oír la voz de mi padre diciendo: “Cuanto más vacía la carreta, mayor es el ruido que hace!”.
5. La humildad consiste en callar nuestras virtudes y permitirle a los demás descubrirlas. Existen personas tan pobres que lo único que tienen es dinero!. Nadie está más vacío, que aquél que está lleno del “Yo mismo” Seamos lluvia serena y mansa que llega profundamente a las raíces, en silencio, nutriendo.
6. Cierto día un Hombre Santo hablaba con el Señor y dijo: