1. PROYECTO: PROMOCIÓN DE LA LECTURA Y LA ESCRITURA PARA LOS ALUMNOS
DE QUINTO AÑO DE LA U.E.P. COLEGIO “LOS HIPOCAMPITOS”
EN EL MUNICIPIO CARRIZAL DEL EDO. MIRANDA
CONTEXTO DE OBSERVACIÓN: Salón Audiovisuales.
FECHA: 05/06/2012
HORA: 10:35 a.m.
ACTIVIDAD DE OBSERVACIÓN: Primera Sesión.
OBSERVADOR: Argenis Monroy
El martes 05 de junio organicé la primera sesión del proyecto que estoy haciendo en la
U.E.P. Colegio “Los Hipocampitos” que se encuentra en el Sector Corralito de Carrizal. La calle
que conduce a esta institución es muy angosta y tiene un estacionamiento muy pequeño, por esta
razón, tuve que estacionar el carro en la calle. En la recepción me atendió la señora Miriam
Menda, como no era la primera vez que iba al colegio, me saludó amablemente y me dijo que
esperaba unos minutos que ya la profesora Isabel, la directora, me atendería. Después de
explicarle a la directora todos los detalles de la sesión, me dejó con la Coordinadora de
Educación Media General para que me ayudara con todos los preparativos. (Se evidencia desde la
entrada que el colegio posee buenas instalaciones, organización y la atención se maneja de
forma corporativa).
Comenzamos la sesión a las 10:35 a.m. Los alumnos llegaron un poco alborotados a la
sala, pero luego cuando vieron los estantes con los libros bien organizados, se tranquilizaron y
comenzaron a preguntar qué íbamos a hacer. Antes había puesto el C.D. que trae la última novela
de Eduardo Sánchez Rugeles, titulada Liubiliana. (Sin duda la preparación previa, tanto del
ambiente como del promotor, inciden en la conducta de los estudiantes. Además las actividades
novedosas despiertan en ellos el interés y están más dispuestos a colaborar con el orden. Con
Liubilina Sánchez Rugeles cierra la trilogía que comenzó con Blue Label/Etiqueta azul y
continúo con Transilvania unplugged. Estas obras están centradas en el tema del exilio y el
desarraigo. A pesar de la juventud de Sánchez Rugeles, la crítica lo reconoce como uno de los
mejores escritores de la literatura venezolana.)
2. Expliqué la actividad a desarrollar. Esperaba una avalancha sobre los libros, pero para mi
sorpresa no hubo mayores desórdenes. Cada uno eligió un libro y se puso a leer, yo también lo
hice, comencé a leer Liubiliana para ver qué relación había entre la música que trae y el texto.
No logro mantener la atención en la novela porque quiero observar lo que hacen los alumnos.
Algunos susurran, otros se tiran en el suelo, uno pregunta que hasta cuándo es la actividad, y otro
que si puede salir de la sala e irse al barranco. (La música instrumental con poco volumen, en
ocasiones, favorece la lectura, incluso crea un ambiente de mayor recogimiento. Sin embargo, a
los jóvenes les cuesta mantener la lectura silenciosa en un espacio tan cerrado como el Salón de
Audiovisuales. La forma de leer que más les gusta en acostados).
Les indico que estaremos en la sala treinta minutos para dar tiempo a que cada uno elija el libro
que va a leer durante la semana y que luego iremos a leer al aire libre. Aceptan de buenas
maneras. A las 11:30 a.m. salimos de la sala, en realidad es pequeña para los treinta estudiantes,
3. nos vamos a una zona del colegio que llaman “barranco” por las pendientes que tiene. Hay en
este lugar grandes pinos, algunos se han caído haciendo de puentes entre las pendientes. Los
alumnos eligen cada uno un lugar para leer. Allí transcurre el resto de la sesión. Acabado el
tiempo reúno nuevamente para el cierre de la experiencia. Escucho sus comentarios e
impresiones. Doy las indicaciones de qué haremos la próxima sesión y las recomendaciones de
los que deben hacer con la lectura de los libros y del cuidado que deben tener con ellos. (Cuando
los jóvenes están en grupos es difícil que mantengan la lectura silenciosa o individual.
Generalmente, hacen comentarios referentes a lo que están leyendo o sobre otros asuntos. El
promotor tiene que establecer pactos y negociaciones para lograr los objetivos de la sesión. Los
espacios extensos y zonas verdes favorecen la concentración de cada uno en el texto que han
elegido).
A las 12:30 p.m. salgo del colegio con la esperanza de que este proyecto dé sus frutos.
Como siempre la señora Miriam me despide con una gran sonrisa. A cuestas llevó el morral
con el resto de libros que nadie eligió. (Los jóvenes, como señala Teresa Colomer (1999)
muestran más interés por obras literarias como novelas policiacas o de crimen, cuentos de
misterio y textos que platean temas como el alcoholismo, las drogas o la sexualidad. También
prefieren novelas cortas, aunque muchas veces como ha pasado con Harry Potter, El crepúsculo,
El señor de los anillos o Los hombres que no amaban a las mujeres, haya pasado todo lo
contrario. Sin embargo, hay que considerar la importancia que tienen los medios de
comunicación, redes sociales y los grupos en despertar el interés de los adolescentes y jóvenes
en el gusto por una determinada obra literaria).