1. Revista de literatura No. 130 Abril de 2016 - 2.000 ejemplares
Director y editor: Iván Graciano Morelo Ruiz - eltagual.blogspot.com - Medellín - Colombia
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El sol que soy, es amigo de la paz.
Marina Mejía Cárdenas, edad 11 años. Colombia
En la celebración de la lactancia,
el niño huitoto es alimentado
por la joven madre que lo lleva
pegado de un pezón, mientras
danza en el centro de la maloca.
Esa noche,
el abuelo retiró las manchas de jaguar de
mi rostro,
me permitió participar del ritual
y en medio de la ceremonia
fui poseído por un espíritu maternal;
me sentí un niño recién nacido,
alimentado por la madre joven;
al día siguiente, amanecí convertido
en un vigoroso jaguar.
Iván Graciano Morelo Ruiz Colombia
Lactancia
Cuando esperaban con ansia la guerra que tramaron desde cuarteles y salas de prensa,
¡zas!, estalló la paz con sus jubilosos clarines. Fue tal la desolación en que se vieron
sumidos, que decidieron urdir una guerra entre sí mismos para consolarse.
Luis Ceballos Colombia
Consolación
Te inclinas en la vastedad de la noche,
sobre tu cabeza tejen los astros
encorvadas ramas, verdes hojas de estío.
Tus manos dóciles dibujan una piedra
cuya memoria es de río, de agua prófuga.
Tu silencio es un orbe secreto,
aura circular, otante, un oro del poniente.
Pronto escucharás cómo tu respirar delinea
en ondas la distante pintura de tu corazón.
Wilson Pérez Uribe Colombia
Za Zen
Ilustración de Paolo R., del Águila Sajami, Perú.
Autor: Jhonatan Salazar Marín Colombia
Adogción
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Ventana sobre la memoria (lll)
Quien nombra, llama. Y alguien acude,
sin cita previa, sin explicaciones, al
lugar donde su nombre, dicho o
pensado, lo está llamando. Cuando
eso ocurre, uno tiene el derecho de
creer que nadie se va del todo mientras
no muera la palabra que llamando,
llameando, lo trae.
Eduardo Galeano Uruguay
Cuando el león despertó, entró a mi casa, mi madre se asustó,
pero el león era un ángel de luz.
Sara Daniela Henao, edad 10 años Colombia
Sara Arcila, edad 10 años Colombia
A mi barrio le falta la luz
La luz en mi barrio son mis ojos
Mis ojos son la luz de la gente
La gente pide que no le corten la luz
La luz hace falta para hacer las tareas.
Imagino a la paz naciendo de un trueno,
de hombres inteligentes.
Cuando sueño veo a Colombia sin guerra,
pero si no hay comida, me pongo triste,
quiero la paz, para que no haya matanzas, ni
niños con hambre.
Sueños
Juan Diego Acosta Muñoz, edad 10 años Colombia
Me llamo Juan Diego; soy el corazón de la
noche, el corazón de la luna, el corazón de
las estrellas, el corazón de los luceros, el
corazón del mundo, el corazón de los
astros, el corazón del cielo, el corazón de
la poesía.
Una noche, vino a mi presencia una estrella
brillando demasiado, le pregunté: ¿Por
qué brillas tanto? Me respondió: soy Sara,
mi corazón es tan grande como el tuyo,
nos miramos a los ojos y nos abrazamos.
Universo
Dios se me apareció en sueño,
tenía mucha hambre; al despertar
le puse un pastel en una matera.
Me fui para la escuela, al regresar
de clase, el pastel ya no estaba ahí,
sólo me dejaron una nota de
agradecimiento con una rma rara.
Dios con hambre
Yajaira Morelo Londoño, edad 11 años Colombia
Recuerda los inviernos largos
detenidos en las ventanas
La acogedora luz de los focos
en los cuartos
por las tardes
Las chapolitas amarillas
revoloteando
entre tus cuadernos de tareas
sobre los platos de la mesa
y en la ropa del clóset
Recuerda las tempestades
que por instantes hacían desaparecer
montes, casas, calles, familiares.
Recuerda
Rubén Darío Lotero Colombia
Luz Stella Martínez Colombia
Alguien llora sobre las tumbas
Alguien nos habla desde su clausura
Narrar sigue siendo la voz de quien no olvida
Al igual que las hojas del árbol
La sombra teje hogueras en el mármol
grabado
Hay que danzar dicen aquellas voces
enterradas
Sobre caminos de tierra y hierbas nuevas
Alguien pregunta por sus muertos
En el rmamento se dibujan sus rostros
blanquecinos
Un colibrí cruza raudo y bebe de los retoños
del árbol
Las raíces de una nueva generación
Elevan aristas de verdor sobre sienes huecas
Retorno de la semilla
Fuego in-extinto de la memoria
Alguien sonríe con la lluvia.
Luces
Ximena Rueda Pérez, edad 10 años Colombia
La noche se pone un manto negro, hecho
por un colibrí, cuando se le descose, le
dice al pájaro esmeralda, que le preste su
pico para remendarlo puntada a puntada.
La noche, tiene memoria de murciélago,
por eso nos visita todos los días a las seis
de la tarde, con su manto negro.
La noche, descansa sólo cuando la
despierta el sol, el canto de los pájaros y
el vuelo del colibrí.
Memoria de murciélago
El secreto
de la eterna
juventud
lo tiene el relámpago
y no lo repite
hasta la próxima tormenta.
Luis Eduardo Rendón Colombia
No medirás la llama
con palabras dictadas por la tribu,
no pondrás nombre al fuego,
no medirás su alcance.
Todas las llamas son el mismo fuego.
Mi cuerpo es una antorcha que alumbra los espantos
que la razón constituye en sus tinieblas.
Hay que mirar al cuerpo, muy adentro,
tocar el centro ardiente, abrirlo y propagar
el gozo de la lava.
No importa en qué caderas,
en qué pecho resbale,
no importa la estatura, el sexo o la materia
pues todos caminamos sobre la misma pira.
No medirás la llama con palabras que encubren
los viejos sentimientos de los hombres.
No pondrás nombre al fuego
Chantal Maillard Bélgica
El silencio es mi padre.
Mi padre ya no habla.
Las palabras de mi padre
se las robó la violencia.
No quiero ser hijo de la guerra.
La guerra, debe convertirse en silencio
y devolverme a mi padre.
Tengo derecho a tener a mi padre vivo,
tengo derecho, a vivir con mi padre.
La guerra, no es un derecho,
mi derecho, es la paz para vivir junto a
mi padre.
Silencio
Jaider López, edad 10 años Colombia
3. Diagramación: Diego León Marín - Impreso en papel 100% fibra de caña de azúcar - El Tagual Editores Tel: 320 689 5118 latagua@gmail.com
Karina Isabel Villa, edad 10 años Colombia
Soy Karina Isabel Villa, adivino todos los
sueños, cierro los ojos y me doy cuenta
que te duele una uña del dedo gordo del
pie. Descifro los sueños del perro que
duerme en la calle, descifro los sueños de
los pájaros que cantan dormidos, descifro
los sueños de los niños que lloran
dormidos, descifro las pesadillas de los
ricos egoístas y les produzco más
pesadillas; descifro la edad de las estrellas,
el sueño de las piedras, la edad del viento,
la edad de la eternidad.
Mi magia nace de la poesía, del viento, de
la luz, de las estrellas y de la paz.
Maga
Fredy Chikangana Colombia
Me entregaron un puñado de tierra para
que ahí viviera
Toma lombriz de tierra me dijeron,
Ahí cultivarás, ahí criarás a tus hijos,
ahí masticarás tu bendito maíz .
Entonces tomé ese puñado de tierra,
lo cerqué de piedras para que el agua
no me lo desvaneciera,
lo guardé en el cuenco de mi mano, lo
calenté,
lo acaricié y empecé a labrarlo
Todos los días le cantaba a ese puñado de
tierra;
entonces vino la hormiga, el grillo, el
pájaro de la noche,
la serpiente de los pajonales,
y ellos quisieron servirse de ese puñado
de tierra.
Quité el cerco y a cada uno le di su parte.
Me quedé nuevamente solo
con el cuenco de mi mano vacío;
cerré entonces la mano, la hice puño y
decidí pelear
por aquellos que otros nos arrebataron...
Puñado de tierra
El agua ensimismada
El agua ensimismada
¿piensa o sueña?
El árbol que se inclina buscando sus raíces,
el horizonte,
ese fuego intocado,
¿se piensan o se sueñan?
El mármol fue ave alguna vez;
el oro, llama;
el cristal, aire o lágrima.
¿Lloran su perdido aliento?
¿Acaso son memoria de sí mismos
y detenidos se contemplan ya para siempre?
Si tú te miras, ¿qué queda?
María Zambrano España
Ilustración: Christian Schloe
La noche duerme cansada en los techos de las casas de los pobres,
le da frío, se cobija con un manto oscuro y roto que un señor pobre le presta.
Laura Berrío, edad 10 años Colombia