La economía mundial se está desacelerando y enfrenta grandes desafíos. La guerra comercial entre Estados Unidos y China, el Brexit y la incertidumbre política en Europa están afectando el crecimiento. Los bancos centrales están tratando de estimular la economía mediante tasas de interés más bajas, pero se necesitan mayores esfuerzos fiscales para impulsar el crecimiento y la inversión.