1. Epilepsia
La epilepsia (del latín epilepsĭa, y este del griego ἐ πιληψία, intercepción) es una enfermedad crónica caracterizada por uno o
varios trastornos neurológicos que deja una predisposición en el cerebro para generarconvulsiones recurrentes, que suele dar
lugar a consecuenciasneurobiológicas, cognitivas y psicológicas.1
Una convulsión o crisis epiléptica o comicial es un evento súbito y de corta duración, caracterizado por una anormal y excesiva
o bien sincrónica actividadneuronal en el cerebro. Las crisis epilépticas suelen ser transitorias, con o sin disminución del nivel
de consciencia, movimientos convulsivos y otras manifestaciones clínicas.
La epilepsia puede tener muchas causas. Puede tener origen en lesiones cerebrales de cualquier tipo (traumatismos craneales,
secuelas de meningitis,tumores, etc.) pero en muchos casos no hay ninguna lesión, sino únicamente una predisposición de
origen genético a padecer las crisis. Cuando no hay una causa genética o traumática identificada se llama Epilepsia idiopática y
los genes juegan un papel de modulación del riesgo de que ocurra un episodio y también en la respuesta al
tratamiento.2 Las Benzodiazepinas tienen buen pronóstico en el control de esta enfermedad.
Para diagnosticar un paciente epiléptico se requiere conocer los antecedentes personales y familiares y, por lo general, se
corrobora con unelectroencefalograma (EEG). También forman parte del diagnóstico estudios de imagenología, mientras que
se reservan los procedimientos diagnósticos más especializados para casos muy puntuales. El tratamiento consiste en la
administración de medicamentos anticonvulsivos. En los casos refractarios, se apelan a otros métodos incluyendo la cirugía. La
epilepsia causa múltiples efectos en la vida cotidiana del paciente, de manera que el tratamiento debe incluir el abordaje de
estos efectos.
Esta enfermedad también afecta a los animales, especialmente a los domésticos, sean gatos o perros, los síntomas son los
mismos descritos para el ser humano.3
En España, el Día Nacional de la Epilepsia se celebra el 24 de mayo que se empezó a conmemorar en el año 2006.4
Terminología
El término epilepsia puede resultar confuso, ya que en el ámbito coloquial se suele utilizar indiscriminadamente para toda
aquella persona que presenta una convulsión. De tal manera que un individuo puede haber tenido una convulsión por niveles
bajos de azúcar en la sangre o un niño con una fiebre alta. No obstante, la epilepsia describe a un trastorno en el que una
persona tiene convulsiones recurrentes en el tiempo debido a un proceso crónico subyacente, de causa desconocida o no.5
No todas las personas que padecen una convulsión se diagnostican de epilepsia. Habitualmente es necesario haber
presentado al menos 2 episodios de crisis epilépticas o 1 episodio asociado a hallazgos patológicos en el electroencefalograma
interictal, es decir, entre una convulsión y la otra, que no está precedida por una causa identificable, por ejemplo,
una inflamación aguda, una descarga eléctrica o envenenamiento, tumores o hemorragias intracraneales.
Clasificación
Las crisis epilépticas se clasifican en función de la sintomatología que presentan, y cada tipo/subtipo se cree que representa un
único mecanismo fisiopatológico y sustrato anatómico. Esto significa que la caracterización del tipo de crisis epiléptica no solo
tiene implicaciones descriptivas de cómo es la crisis, sino que es una entidad diagnóstica en sí misma, con
implicacionesetiológicas, terapéuticas y pronósticas peculiares.
Cada tipo de epilepsia tiene diferentes manifestaciones que se determinan a través del tipo de crisis epiléptica, así como a
través de la etiología, del curso de la enfermedad, de su pronóstico (desenlace probable de la enfermedad) y por último a través
de un diágnóstico EEG ("curva de corriente en el cerebro"). El estudio del electroencefalograma no siempre informa que haya
indicios de epilepsia porque muchas veces algunos cambios eléctricos se producen en zonas tan profundas dentro
del cerebro que el electroencefalograma no los puede detectar. Igualmente hay que acotar, que las descargas sub-clínicas no
sólo se generan en niños con epilepsia, sino también en aquellos que no la presentan. 6 Todos estos factores pueden ser muy
diversos, según cada una de las diferentes formas de la epilepsia.
Lo mismo que en las convulsiones, se diferencia también en las epilepsias entre formas generalizadas y focales, dependiendo
de si están acompañadas de convulsiones generalizadas o focales.
Según la Comisión Internacional de la Liga Internacional contra la Epilepsia (ILAE), las crisis epilépticas se clasifican en:
I Crisis parciales
A Crisis parciales simples: Son crisis cuyas manifestaciones clínicas (síntomas o signos motores, sensitivos,
autonómicos o psíquicos) y electroencefalográficos reflejan una descarga de un sistema de neuronas localizadas en
una parte del hemisferio cerebral sin alteración de la conciencia.
B Crisis parciales complejas (con compromiso del nivel de conciencia). Pueden estar precedidas (o no) por un auraque
señala el probable sitio de la descarga (olfatorio→temporal; visual→occipital) asociados a alucinaciones visuales o
auditivas, temor, ira, etc. Son frecuentes ciertos gestos automatizados como movimientos de la lengua, taquicardia,
palidez, etc. Generalmente no dura más que unos minutos.
2. 1 Parciales simples seguidas de parcial compleja.
2 Crisis parciales complejas desde el inicio.
C Crisis parciales complejas que evolucionan secundariamente a generalizadas.
II Crisis generalizadas
A Ausencias.
B Crisis atónicas.
C Crisis generalizadas tónico-clónicas.
D Crisis tónicas.
E Crisis mioclónicas.
III Crisis sin clasificar
Clasificación de la ICD-10
ICD Enfermedad
Epilepsia idiopática parcial focalizada y síndromes
G40.0
epilépticos con principios de ataque localizados
Epilepsia sintomática parcial focalizada y
G40.1
síndromes epilépticos con ataques parciales simples
Epilepsia sintomática parcial focalizada y
G40.2 síndromes epilépticos con ataques parciales
complejos
Epilepsia idiopática generalizada y síndromes
G40.3
epilépticos
Otras epilepsias generalizadas y síndromes
G40.4
epilépticos
G40.5 Síndromes epilépticos especiales
Ataques grand mal, sin especificar (con o sin petit
G40.6
mal)
G40.7 Petit mal, sin especificar, sin ataques grand mal
G40.8 Otras epilepsias
G40.9 Epilepsia, sin especificar
Una segunda clasificación planteada por la ILAE plantea la posibilidad de clasificarla en idiopática, criptogénica y
sintomática. Las causas de las diferentes epilepsias pueden ser muy diversas. 7
La mayor parte de las epilepsias , según su etiología, son epilepsias residuales, esto es epilepsias como secuela,
como "residuo", de un trastorno cerebral anterior ya concluido. Estas epilepsias residuales o de defecto pueden
ser consecuencia de una enfermedad infecciosa durante el embarazo (por ej. larubeola), por falta de
oxígeno durante el nacimiento, por unaencefalitis o meningitis padecida durante la niñez o por una contusión
cerebral sufrida a causa de un accidente. Éstas son las denominadas epilepsias sintomáticas.
Por un proceso de epilepsia se entiende por el contrario una enfermedad-epilepsia, consecuencia de una
enfermedad neurológica progresiva (proceso en continuación, no concluido). El ejemplo más importante y común
en un proceso de epilepsia es eltumor cerebral; aunque también pueden conducir a una epilepsia los trastornos
vasculares o enfermedades metabólicas.
Las epilepsias en las que se presume un origen orgánico, pero que aún no puede ser probado, se denominan
epilepsias criptógenas (criptógena = origen oculto), mientras que las epilepsias idiopáticas son aquellas que
tienen un origen hereditarioy su cuadro clínico y hallazgos electroencefalográficos siguen un patrón rígido.8 Éstas
últimas pueden aparecer en varios miembros de una familia, debido a que, como en muchas otras enfermedades
(por ej. diabetes, reumatismo) no la enfermedad misma, sino la predisposición a ésta se transmite a la
descendencia.
Síndromes epilépticos
3. Existen más de 40 tipos diferentes de epilepsias. Síndrome epiléptico es el nombre de un conjunto de signos y
síntomas específicos, que incluyen uno o más tipos de crisis epiléptica junto con sintomatología no
necesariamente convulsiva, como por ejemplo, retardo mental o psicomotor, y que pese a constituir una entidad
diferenciable clínicamente, puede tener diversas causas.
Existen también enfermedades epilépticas, que por razón de sus características, específicas y bien definidas,
cursan con convulsiones repetitivas. Habitualmente tiene nombre propio, como la Enfermedad de Unverricht-
Lundborg o el síndrome de Lennox-Gastaut. Otros síndromes epilépticos incluyen:
Encefalopatía epiléptica : en la cual se cree que las propias crisis convulsivas contribuyen al
establecimiento de un trastorno progresivo de la función cerebral.
Síndrome epiléptico benigno: se considera benigno aquel síndrome epiléptico que es fácilmente tratable o
no necesita tratamiento por ser autolimitado en el tiempo y remitir sin secuelas.
Síndrome epiléptico/epilepsia refleja: son aquellos síndromes epilépticos en los que todas las crisis
comiciales se desencadenan por un estímulo sensorial.
Síndrome epiléptico/epilepsia reactiva: son aquellas epilepsias relacionadas con una situación previa,
como las crisis convulsivas por deprivación alcohólica.
Epilepsia de ausencia infantil: es una epilepsia idiopática generalizada que afecta a niños entre las edades
de cuatro y doce años. Las crisis de ausencia se manifiestan con disminución o pérdida del estado de
conciencia, a veces con características motoras de menor importancia, tales como parpadeos o movimientos
de la mandíbula.9
Síndrome De Epilepsia en niñas sin/con retraso mental : Es una epilepsia genética que se da en niñas
dentro de los tres primeros años de vida, las crisis pueden ser de distinto tipo las más frecuentes son las
crisis tonico-clónicas generalizadas o unilaterales, normalmente comienzan con convulsiones en serie o
encadenadas, suele confundirse con otros Sindromes como el Dravet, las niñas entre los 14 meses y 36 hay
un 1/3 de niñas con coeficiente intelectual normal, pero hay 2/3 que presentan retraso de algún tipo. Las
crisis pueden comenzar con fiebre, sin fiebre y/o con las vacunas (Importante señalar que las vacunas no son
la causa, son el detonante) como ocurre con el Sindrome de Dravet. En 2008 se encontró la mutación
causante de la enfermedad, el PCDH19.10 Esta epilepsia también es llamada síndrome de Juberg - Hellman
Epilepsia catamenial: es aquella que varía la frecuencia de las crisis dependiendo de la fase del ciclo
menstrual en el que se encuentre una mujer. La mayoría presentan crisis epilépticas inmediatamente antes o
durante la menstruación, o un incremento de éstas.11
Epilepsia nocturna del lóbulo frontal autosómica dominante (ADNFLE): trastorno hereditario que causa
convulsiones durante el sueño que duran entre 5 segundos y 5 minutos. Estos ataques surgen de los lóbulos
frontales y consisten en movimientos motores complejos. Es causada por una mutación en uno de los
varios genes que codifican para los receptores nicotínicos.12
Epilepsia occipital benigna de la infancia: la mayoría de las autoridades incluyen dos subtipos, un subtipo
de inicio temprano con entre tres y cinco años, y uno de inicio tardío, entre los siete y los diez años. Los
pacientes más jóvenes suelen experimentar síntomas similares a la migraña con náuseas y dolor de cabeza,
mientras que los pacientes mayores suelen quejarse de alteraciones visuales
como escorotomas o amaurosis.
Epilepsia primaria de la lectura: en los individuos susceptibles, la lectura provoca crisis parciales típicas,
afectando a los músculos de la masticación y a la vista. El desarrollo se suele dar durante la postpubertad.
Las crisis las provoca independientemente cualquier texto y las induce con una mayor frecuencia la lectura en
voz alta.7
4. Escáner cerebral de una niña conencefalitis de Rasmussen.
Epilepsia rolándica: también conocida como epilepsia benigna de la infancia con puntas centrotemporales,
es el síndrome epiléptico más común en niños, desapareciendo en la adolescencia. Normalmente consiste en
crisis parciales junto a salivación y disartria durante el sueño. En la mayoría de los casos no es necesario
tratamiento alguno.13
Encefalitis de Rasmussen: enfermedad rara, de etiología desconocida, que aparece con una mayor
frecuencia en niños de edades comprendidas entre los tres y los doce años. Aparte de la encefalitis, el
deterioro neurológico y losanticuerpos autoinmunes, se caracteriza por crisis epilépticas, normalmente
parciales continuas.14
Esclerosis tuberosa (TSC): es un trastorno genético que causa tumores que se forman en multitud de
órganos diferentes, como en cerebro, ojos, corazón,riñón, piel y pulmones. Las lesiones cerebrales que
puede causar suelen desencadenar trastornos epilépticos.
Síndrome de Dravet: las crisis epilépticas comienzan como crisis clónicas generalizadas o unilaterales,
durante el primer año de vida del paciente. Suelen ser prolongadas (hasta 20 minutos).15
Síndrome de Ohtahara: es una forma rara de síndrome epiléptico combinado con parálisis cerebral. Se
caracteriza con crisis frecuentes, que suelen comenzar en los pocos primeros días de vida. 16
Síndrome de West: crisis breves durante el primer año de vida del enfermo, bilaterales y simétricas. Se
acompaña de retraso psicomotor.17
Etiología
Las crisis epilépticas pueden aparecer por múltiples causas, pero según la edad de inicio de las crisis es más
frecuente que sea por unas que por otras, tal y como se refleja en el siguiente listado de mayor a menor
frecuencia en cada grupo de edad:
De origen genético:2
1. Epilepsia Oligogénica: hay factores genéticos que están involucrados en la patología pero su recurrencia
varía del 5% al 10% en familiares directos. Su pronóstico al tratamiento es bueno y sin provocar
deterioro intelectual.
2. Epilepsia Monogénica: es rara. Se trata de varias generaciones de la misma familia que repiten el mismo
tipo de epilepsia y sus características. Los genes que la provocan están identificados. La Enfermedad de
Huntington es un ejemplo de este tipo.
En neonatos menores de 1 mes:
1. Hipoxia perinatal.
2. Hemorragia intracraneal.
3. Infecciones del SNC: meningitis, encefalitis, abcesos cerebrales
5. 4. Alteraciones genéticas, metabólicas o del desarrollo.
5. Trastornos metabólicos: hipoglucemia, hipocalcemia, hipomagnesemia, déficit de piridoxina.
6. Síndrome de abstinencia.
7. Traumatismos craneoencefálicos (TCE).
En niños de 1 mes a 12 años:
1. Crisis febriles.
2. Alteraciones genéticas y enfermedades degenerativas cerebrales.
3. Infecciones del SNC.
4. Traumatismos craneoencefálicos (TCE).
5. Tóxicos y defectos metabólicos.
6. Idiopáticas.
Tumor cerebral.
En adolescentes de 12 a 18 años:
1. Traumatismos.
2. Idiopáticas.
3. Genéticas y enfermedades degenerativas cerebrales.
4. Tumores.
5. Consumo de tóxicos, incluyendo alcohol.
6. Infecciones.
En adultos de 18 a 35 años:
1. Traumatismos.
2. Abstinencia del alcohol.
3. Consumo de tóxicos.
4. Tumores.
5. Idiopáticas.
En mayores de 35 años:
1. Enfermedad cerebrovascular (Ictus previo), primera causa en mayores de 50 años.
2. Tumores, primera causa entre los 35 y 50 años.
3. Abstinencia alcohólica.
4. Uremia, hepatopatía, hipoglucemia, alteraciones electrolíticas.
5. Accidente vascular cerebral.
En mayores de 50 años: accidente cerebrovascular (como secuela).
6. Cuadro clínico
Una crisis epiléptica o convulsión ocurre cuando una actividad anormal eléctrica en el cerebro causa un cambio
involuntario de movimiento o función del cuerpo, de sensación, de la capacidad de estar alerta o
de comportamiento. La crisis puede durar desde unos segundos hasta varios minutos, e incluso en algunas crisis
parciales pueden llegar a ser continuas, durando días, semanas o meses.
Los síntomas que experimenta una persona durante una crisis epiléptica dependen del lugar en el cerebro en el
cual ocurre la alteración de la actividad eléctrica. Por lo tanto, el cuadro clínico varía dependiendo del tipo de
síndrome epiléptico causante de las crisis. Se denominan crisis tonico-clónicas (también llamada de grand mal) a
aquellas en el que el paciente grita, pierde el sentido y se desploma, se pone rígido y tiene espasmos musculares.
En las crisis parciales complejas, el paciente puede parecer confundido o aturdido y no podrá responder a
preguntas ni a instrucciones.
Sin embargo, no todas las crisis son tan notables. Existen ataques muy leves (petit mal), los cuales apenas
pueden ser percibidos por las personas de alrededor, siendo la única manifestación de la crisis epiléptica un
parpadeo rápido o algunos segundos de mirada perdida con desconexión del medio; a este tipo de crisis
epilépticas se les denomina ausencias y son relativamente frecuentes durante la infancia.
Tratamiento
La epilepsia así como las crisis epilépticas pueden en la actualidad recibir un tratamiento con resultados
aceptables. En la mayoría de los casos, las epilepsias de la infancia se curan en la pubertad.18 Cuando la
epilepsia se debe a una lesión claramente visible y esa lesión es eliminada quirúrgicamente, se reduce la
intensidad y frecuencia o bien, en muchos casos, se cura la epilepsia. 19 Por lo tanto, al comienzo del tratamiento
se examina al individuo, en busca de causas de la epilepsia que se puedan eliminar, por ejemplo, la operación de
un tumor cerebral o la supresión o mitigación de un trastorno metabólico.
En otros casos esto no es posible, ya sea porque no se ha encontrado ninguna causa o porque ésta no pueda ser
eliminada, como es el caso de cicatrices, malformaciónes en el cerebro o una predisposición inherente a las
convulsiones. El objetivo en estos casos es la eliminación de los ataques por medio de medicamentos u
operaciones quirúrgicas.20
De cada diez pacientes tratados conmedicamentos: 6 logran control de la epilepsia; 2 presentarán algún tipo de mejoría
notable y 2 no experimentarán mucha mejoría.20
En algunos casos un tratamiento quirúrgico puede ser más ventajoso que el farmacológico; esto sucede
normalmente sólo en el caso de epilepsias focales y de momento afecta a menos de un 5% de todos los enfermos
epilépticos
Médico
La terapia "clásica" que se realiza en más del 90% de todos los enfermos epilépticos es a través
de medicamentos inhibitorios de crisis: los antiepilépticos. Normalmente esta terapia medicamentosa se realiza a
lo largo de muchos años. Gracias a ello muchos de los pacientes tratados (un 60% aproximadamente) reducen de
manera importante la frecuencia de las crisis y en más del 20% de los casos se consigue alguna mejora.
La tolerancia de los fármacos antiepilépticos (AED, por sus siglas en inglés) no es muy buena en general. En
algunos casos, estos medicamentos pueden tener efectos secundarios adversos debido a la alta dosis requerida
para el control de las crisis, siendo absolutamente necesaria una vigilancia facultativa regular de la terapia. Los
efectos secundarios pueden ser agudos (reacción alérgica cutánea) o crónicos (vértigo, letargo, náuseas,
alteraciones del comportamiento...).21
7. Además, se calcula que la respuesta a los fármacos puede estar condicionada hasta en un 85% por factores
genéticos, por lo que ya existen en el mercado tests que recogen la información farmacogenética del paciente
para que el médico pueda valorar qué tratamiento va a funcionar mejor en el paciente con epilepsia, en función de
sus características genéticas. Así el médico puede escoger el tipo de fármaco y la dosis más adecuada que evite
el máximo posible los efectos secundarios.22
El fármaco antiepiléptico concreto debe ser individualizado en función del síndrome epiléptico, tipo de crisis, edad
del paciente, otras patologías que sufra el paciente, interacción con otros medicamentos, características
específicas del paciente (mujer en edad gestacional, embarazo, peso, etc.) y preferencias del paciente (perfil de
efectos secundarios, número de tomas al día, etc.).21
No es aconsejable el cambio entre genéricos porque puede variar la biodisponibilidad así como los
perfiles farmacocinéticoscon lo que se puede modificar el efecto deseado o aumentar los efectos secundarios.
La monoterapia cuando sea posible debe ser la elección, y si esta fracasa una vez se ha asegurado que se han
alcanzado niveles terapéuticos se debe cambiar a otro fármaco bajo estricta supervisión médica.
La combinación de 2 fármacos solo debe ser considerada cuando hayan fracasado varios intentos de control de
las crisis en monoterapia. Si a pesar de ello no se controlan, se deberá valorar con qué terapia estaba mejor
controlado el paciente, teniendo en cuenta la frecuencia de aparición de crisis así como los efectos secundarios.
El tratamiento con un AED se debe iniciar ante una segunda crisis epiléptica. Ante un primer ataque epiléptico se
debe considerar el inicio del tratamiento con AED si:
Existe déficit neurológico.
El EEG demuestra actividad epiléptica inequívoca.
La familia no quieren correr el riesgo de un segundo ataque epiléptico.
En las pruebas de imagen se observa alteración estructural.
Para optimizar la adherencia al tratamiento se debe:
Educación sanitaria a paciente y familia.
Disminuir el estigma que supone la enfermedad.
Utilizar prescripciones sencillas de cumplir.
Mantener buena relación entre los distintos niveles sanitarios y estos con la familia o cuidadores.
Estructura química del antiepilépticoTiagabine.
El control analítico de rutina no está recomendado, salvo indicación clínica. Se debe realizar control analítico si:
Ausencia de adherencia al tratamiento.
Sospecha de toxicidad.
Tratamiento de las interacciones farmacocinéticas.
Situaciones clínicas específicas como estatus epiléptico, embarazo, fallo orgánico,…
La decisión para retirar la medicación se debe hacer en consenso con el paciente, la familia o cuidadores una vez
que hayan comprendido el riesgo de un posible nuevo ataque, una vez tenida en cuenta el tipo de epilepsia,
pronóstico y calidad de vida. Siempre y cuando hayan pasado 2 años sin ningún ataque. La retirada debe
realizarse lentamente, a lo largo de 2-3 meses.
La intervención psicológica puede ser utilizada conjuntamente con el AED, si este no realiza un control adecuado
de la epilepsia, aunque no debe ser una alternativa a los AEDs. La dieta cetogénica no debe ser recomendada en
adultos. Los ataques convulsivos que duran más de 5 minutos o que se repiten por tres ocasiones en 1 hora
deben recibir tratamiento urgente y como primera elección se debe escoger el Diacepam rectal que es seguro y
eficaz.
Quirúrgico
La neurocirugía está indicada cuando la epilepsia es resistente a los AEDs. La cirugía puede ser paliativa o
curativa. La paliativa se realiza en los casos de epilepsias catastróficas. La valoración de realizar una cirugía
resectiva, que pueda ser curativa, debe realizarse antes del planteamiento de realizar tratamientos paliativos
8. como la estimulación del nervio vago. Esta valoración tiene dos fases: una no invasiva y una invasiva; la no
invasiva consiste en realizar estudios clínicas que no necesitan de una intervención quirúrgica. Estos estudios
son: EEG basal, un video monitoreo, una IRM de cerebro con características especiales, de acuerdo al tipo de
epilepsia que estemos investigando. Pueden sumarse estudios de S.P.E.C.T. o de P.E.T. Siempre incluye
además una valoración neurosicológica.
Los estudios de Fase 2, que necesitan de una cirugía son: la colocación de electrodos subdurales o la
estimulación corticaltransoperatoria. A esta fase se llega en los casos de difícil diagnóstico, o en los que no hay
una lesión visisble en las imágenes. Hay que tomar en cuenta además, de que la cirugía de epilepsia no consiste
en sacar una lesión, sino en delimitar una zona desde donde se originan las crisis convulsivas. Es por esto que se
necesitan de todos estos estudios, antes de decidirse por un tratamiento quirúrgico. La estimulación del nervio
vago es una alternativa en aquellos pacientes en los que no hay control completo de los ataques y donde la
cirugía está contraindicada. Está indicada en crisis parciales (incluyendo las secundariamente generalizadas) y
las crisis generalizadas.
Repercusiones
Las crisis epilépticas no conducen inevitablemente a una reducción de determinadas funciones cerebrales (por ej.
lainteligencia), aunque sea un prejuicio muy extendido. Además, de existir comportamientos psíquicos extraños
en enfermos que padecen crisis (retraso en el desarrollo intelectual, trastornos en el comportamiento o en el
habla...), estos no son por lo general provocados por la epilepsia, sino que su origen se encuentra en el trastorno
cerebral, que a la vez es la causa de las crisis epilépticas.
La necesidad de superar la enfermedad, rechazos en la escuela, en el trabajo y en diversos grupos sociales, por
los prejuicios de sus semejantes debido al desconocimiento de la epilepsia, así como desventajas en el día a día
(en el deporte, carné de conducir, diversas solicitudes...) hacen que los pacientes tengan que sufrir a menudo
cargas emocionales exageradas en comparación con la realidad de la enfermedad.
Por otro lado, en muchos países se limita el acceso a licencias de conducir, de pilotar o de manejar maquinaria, lo
que a veces reduce la posibilidad de elegir un trabajo. Estas prohibiciones no suelen afectar a aquellos pacientes
que puedan controlar sus crisis.23
Protocolo de actuación ante crisis epilépticas
En caso de presenciar un ataque epiléptico, es importante tener las siguientes consideraciones:
No mover al paciente del sitio.
No meter nada en la boca.
Evitar si es posible que se golpee la cabeza.
Solo en casos puntuales es necesario ir a urgencias:
1. si es una Mujer embarazada;
2. si existe un traumatismo importante;
3. si tiene varias crisis y entre una y otra no recupera la conciencia o si una crisis dura más de 5
minutos; ambos casos sería un estatus epiléptico, siendo muy peligroso.
En la fase tónica de una crisis no se respira debido a una contracción de todos los músculos del cuerpo.
El oxígeno que hay en el cuerpo va a los órganos vitales, por ese motivo los labios y orejas pueden
presentar cianosis. Esto no es peligroso, siempre que no sea el mencionado status epilepticus.