1. El pecado de las ambiciones desmedidas
Mateo 6:
24 Ninguno puede servir a dos señores;
porque o aborrecerá al uno y amará al
otro, o estimará al uno y
menospreciará al otro. No podéis servir
a Dios y a las riquezas.
25 Por tanto os digo: No os afanéis por
vuestra vida, qué habéis de comer o
qué habéis de beber; ni por vuestro
cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la
vida más que el alimento, y el cuerpo
más que el vestido?
26 Mirad las aves del cielo, que no
siembran, ni siegan, ni recogen en
graneros; y vuestro Padre celestial las
alimenta. ¿No valéis vosotros mucho
más que ellas?
Instrumento: Pastor Orangel Carrasquillo Peña
2. Debemos mirarnos en estos dos paralelos en lo que
pedimos delante de Dios; el uno lo hacemos de corazón,
pero no sabemos pedir y el espíritu nos ayuda, el otro
pedís mal con un corazón lleno maldad y Dios ni se
molesta en contestar
Santiago 4:
1 De dónde vienen las guerras
y los pleitos entre vosotros?
¿No es de vuestras pasiones,
las cuales combaten en
vuestros miembros?
2 Codiciáis, y no tenéis;
matáis y ardéis de envidia, y
no podéis alcanzar; combatís
y lucháis, pero no tenéis lo
que deseáis, porque no pedís.
3 Pedís, y no recibís, porque
pedís mal, para gastar en
vuestros deleites.
(Proverbios 15:29,
Proverbios 28:9 y Juan
9:31),
Romanos 8:
26 Y de igual manera el
Espíritu nos ayuda en nuestra
debilidad; pues qué hemos
de pedir como conviene, no
lo sabemos, pero el Espíritu
mismo intercede por nosotros
con gemidos indecibles.
27 Mas el que escudriña los
corazones sabe cuál es la
intención del Espíritu, porque
conforme a la voluntad de
Dios intercede por los santos.
28 Y sabemos que a los que
aman a Dios, todas las cosas
les ayudan a bien, esto es, a
los que conforme a su
propósito son llamados. (Job
8: 5 -7, Salmos 51:17 y
Hechos 3:19)
4. La confianza en Dios elimina el
problema del afán
Mateo 6:
24 Ninguno puede servir a dos
señores; porque o aborrecerá al uno
y amará al otro, o estimará al uno y
menospreciará al otro. No podéis
servir a Dios y a las riquezas.
25 Por tanto os digo: No os afanéis
por vuestra vida, qué habéis de
comer o qué habéis de beber; ni por
vuestro cuerpo, qué habéis de
vestir. ¿No es la vida más que el
alimento, y el cuerpo más que el
vestido?
Afán:G3308
μέριμνα mérimna; de G3307
(mediante la idea de distracción);
solicitud:-afán, ansiedad,
preocupación.
Diccionario Strong bíblico griego al
español
Nota: el afán como la avaricia
desplazan a Dios el sustento
aparecerá y no puede ser el
centro de nuestras vidas.
Mateo 16:
26 Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el
mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el
hombre por su alma?
Lucas 12:
16 También les refirió una parábola, diciendo: La heredad de
un hombre rico había producido mucho.
17 Y él pensaba dentro de sí, diciendo: ¿Qué haré, porque no
tengo dónde guardar mis frutos?
18 Y dijo: Esto haré: derribaré mis graneros, y los edificaré
mayores, y allí guardaré todos mis frutos y mis bienes;
19 y diré a mi alma: Alma, muchos bienes tienes guardados
para muchos años; repósate, come, bebe, regocíjate.
20 Pero Dios le dijo: Necio, esta noche vienen a pedirte tu
alma; y lo que has provisto, ¿de quién será?
21 Así es el que hace para sí tesoro, y no es rico para con Dios.
Hebreos 13:
5 Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que
tenéis ahora; porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré;
6 de manera que podemos decir confiadamente: El Señor es
mi ayudador; no temeré Lo que me pueda hacer el hombre.
(Ejemplos ayuda y el proveer de Dios: Génesis 22:7
(cordero para el sacrificio), Juan 6:1-14 alimentar a cinco
mil hombre (cinco panes y dos pececillos)
5. El cuidado divino por su creación
Mateo 6:
26 Mirad las aves del cielo,
que no siembran, ni siegan,
ni recogen en graneros; y
vuestro Padre celestial las
alimenta. ¿No valéis vosotros
mucho más que ellas?
27 Y quién de vosotros podrá,
por mucho que se afane,
añadir a su estatura un codo?
El nos invita a obtener lo
necesario lejos del afán
desordenado para no caer
en la avaricia ya que es
un deseo desordenado de
adquirir riquezas y
atesorarlas. (Prov. 30:8-9
y 1Timoteo 6:8-12)
Salmos 32:
10 Muchos dolores habrá para
el impío; Mas al que espera
en Jehová, le rodea la
misericordia.
Mateo 7:
7 Pedid, y se os dará; buscad, y
hallaréis; llamad, y se os abrirá.
8 Porque todo aquel que pide,
recibe; y el que busca, halla; y al
que llama, se le abrirá.
9 Qué hombre hay de vosotros, que
si su hijo le pide pan, le dará una
piedra?
10 O si le pide un pescado, le dará
una serpiente?
11 Pues si vosotros, siendo malos,
sabéis dar buenas dádivas a
vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro
Padre que está en los cielos dará
buenas cosas a los que le pidan?
7. Las lecciones que nos da la naturaleza
Mateo 6:
28 Y por el vestido, ¿por qué os afanáis?
Considerad los lirios del campo, cómo
crecen: no trabajan ni hilan;
29 pero os digo, que ni aun Salomón con
toda su gloria se vistió así como uno de
ellos.
Salmos 19:
1 Los cielos cuentan la gloria de Dios, Y
el firmamento anuncia la obra de sus
manos. 2 Un día emite palabra a otro
día, Y una noche a otra noche declara
sabiduría. (Prov. 15:16 y Prov. 15:17)
Nota: Dios nos enseño con el caminar de
su pueblo por el desierto a la tierra
prometida que si este confía el
proveerá sus vestidos y serán de tal
manera que no envejecerán no tuvieron
que hilar, ni hacer vestidos nuevos. (Dt.
29:5)
Pero esta aquel que nos enseña la
naturaleza que lo ahogan los
espinos en su afán por las riquezas
y deja de confiar en Dios
Mateo 13:
3 Y les habló muchas cosas por
parábolas, diciendo: He aquí, el
sembrador salió a sembrar.
7 Y parte cayó entre espinos; y los
espinos crecieron, y la ahogaron.
22 El que fue sembrado entre
espinos, éste es el que oye la
palabra, pero el afán de este siglo
y el engaño de las riquezas ahogan
la palabra, y se hace infructuosa.
8. El pecado de desconfiar de Dios
Mateo 6:
30 Y si la hierba del campo que hoy es, y
mañana se echa en el horno, Dios la viste
así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres
de poca fe?
31 No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué
comeremos, o qué beberemos, o qué
vestiremos?
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Hebreos 11:
6 Pero sin fe es imposible agradar a Dios;
porque es necesario que el que se acerca a
Dios crea que le hay, y que es galardonador
de los que le buscan. (Romanos 1:17)
Santiago 1:
6 Pero pida con fe, no dudando nada;
porque el que duda es semejante a la onda
del mar, que es arrastrada por el viento y
echada de una parte a otra.
7 No piense, pues, quien tal haga, que
recibirá cosa alguna del Señor.
8 El hombre de doble ánimo es inconstante
en todos sus caminos.
1 Juan 2:
28 Y ahora, hijitos, permaneced en él,
para que cuando se manifieste, tengamos
confianza, para que en su venida no nos
alejemos de él avergonzados.
29 Si sabéis que él es justo, sabed también
que todo el que hace justicia es nacido de
él.
1 Juan 3:
21 Amados, si nuestro corazón no nos
reprende, confianza tenemos en Dios;
22 y cualquiera cosa que pidiéremos la
recibiremos de él, porque guardamos sus
mandamientos, y hacemos las cosas que
son agradables delante de él.
10. Dios conoce nuestras debilidades
Mateo 6:
32 Porque los gentiles buscan todas estas
cosas; pero vuestro Padre celestial sabe
que tenéis necesidad de todas estas
cosas.
Dios quiere hacer una diferencia entre los
que son de su pueblo y plenamente
confían en Dios y los que no son de su
pueblo y caen en afán desespero y
avaricia en unas ambiciones desmedidas
quienes desconfían y no creen en Dios.
Salmos 40:
4 Bienaventurado el hombre que puso en
Jehová su confianza, Y no mira a los
soberbios, ni a los que se desvían tras la
mentira.
Isaias 30:
18 Por tanto, Jehová esperará para tener
piedad de vosotros, y por tanto, será
exaltado teniendo de vosotros
misericordia; porque Jehová es Dios
justo; bienaventurados todos los que
confían en él.
2 Corintios 12:
9 Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi
poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de
buena gana me gloriaré más bien en mis
debilidades, para que repose sobre mí el poder de
Cristo.
10 Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las
debilidades, en afrentas, en necesidades, en
persecuciones, en angustias; porque cuando soy
débil, entonces soy fuerte.
Hebreos 4:
15 Porque no tenemos un sumo sacerdote que no
pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino
uno que fue tentado en todo según nuestra
semejanza, pero sin pecado.
16 Acerquémonos, pues, confiadamente al trono
de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar
gracia para el oportuno socorro.
11. Dios, primero en nuestra vida
Mateo 6:
33 Mas buscad primeramente el
reino de Dios y su justicia, y
todas estas cosas os serán
añadidas.
34 Así que, no os afanéis por el
día de mañana, porque el día de
mañana traerá su afán. Basta a
cada día su propio mal.
Mateo 10:
37 El que ama a padre o madre
más que a mí, no es digno de mí;
el que ama a hijo o hija más que
a mí, no es digno de mí;
38 y el que no toma su cruz y
sigue en pos de mí, no es digno
de mí.
39 El que halla su vida, la
perderá; y el que pierde su vida
por causa de mí, la hallará.
Mateo 19:
27 Entonces respondiendo Pedro,
le dijo: He aquí, nosotros lo
hemos dejado todo, y te hemos
seguido; ¿qué, pues, tendremos?
28 Y Jesús les dijo: De cierto os
digo que en la regeneración,
cuando el Hijo del Hombre se
siente en el trono de su gloria,
vosotros que me habéis seguido
también os sentaréis sobre doce
tronos, para juzgar a las doce
tribus de Israel.
29 Y cualquiera que haya dejado
casas, o hermanos, o hermanas, o
padre, o madre, o mujer, o hijos,
o tierras, por mi nombre, recibirá
cien veces más, y heredará la
vida eterna.
30 Pero muchos primeros serán
postreros, y postreros, primeros.
12. Referencias
Biblia de Estudio Arcoíris RVR 1960.
Holman Bible Publishers, Nashville,
Tennessee.1995
Senda de vida Publishers, Co. Expositor
Biblico.Vol.14. Miami Florida. 2016
www.casadejubiloyconsagracion.blogspot.com