1. El lenguaje en la infancia
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EL JUEGO EN LA INFANCIA
Nayra María López Negro
2º E.I.B
I.E.S. Virgen de las Nieves
2. El lenguaje en la infancia
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Si pensamos en el pasado, la mayor parte de nuestros recuerdos es de aquellos
momentos que pasábamos jugando bien solos o con nuestros hermanos/as,
amigos/as y familiares.
Con este artículo, pretendo definir que es el juego y sus características, cual ha
sido su evolución durante la infancia, que pretendemos a través del juego, el uso
en el centro infantil y la introducción de las nuevas tecnologías.
¿Qué entendemos por juego? Características.
Podemos definir juego como aquella actividad donde se llevan a cabo acciones,
interaccionando ya sea de forma individual o grupal, que surge de manera libre y
espontánea, sirviendo como elemento integrador. Quien lo ejecuta, lo hace de
forma voluntaria. Ayuda a socializar, fomentar la creatividad, divertir, explorar,
aprender, adquirir normas, hábitos, etc. Lo que se aprende en el juego se puede
extrapolar a la vida cotidiana.
El juego va unido a la infancia, existe en todas las culturas y civilizaciones del
mundo, siempre que pensamos en juego o intentamos definirlo no podemos
separarlo de la infancia, entendiendo a ésta no como un simple paso a la edad
adulta, sino que tiene valor por sí misma. Freud afirmó que «todo hombre es su
infancia». El juego es el aprendizaje de la vida, por lo que el ser humano ha de
jugar mucho a lo largo de ésta.
Como características de este, podría destacar:
Está condicionado por refuerzos o acontecimientos externos.
Es un modo de expresión, ya que le permite al niño/a expresar sus
intereses, motivaciones, tendencias, actitudes.
Se crean y desarrollan estructuras mentales, promoviendo la creatividad.
Se promueven el equilibrio afectivo y la salud mental.
Es un instrumento de comunicación y socialización infantil, el juego le
permite al niño/a expresar sus emociones y aliviar tensiones, ya que le
proporciona placer y alegría.
¿Desde cuándo juegan los niños/as?, ¿hasta cuando se prolonga?
Los niños/as necesitan jugar desde los primeros meses de vida, siendo su primer
juguete sus pies y manos. Son los llamados juegos motores, propios de los
primeros años de vida.
En torno a los dos años, en algunas ocasiones puede ser antes (en torno a los 15
meses), aparece el juego simbólico en el que se recrean escenas cercanas y de la
vida cotidiana y de manera individual, no hay una escena compartida, por
ejemplo, un niño/a que juega a darle de comer a un bebé.
Hacia los dos años, con la aparición del lenguaje el niño/a será capaz de
representar experiencias vividas o ficticias, lo importante es lo que representa el
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objeto, es decir, una rama puede ser una espada de pirata o una toalla del baño
puede ser una peluca. Hablaríamos en este caso de los juegos de ficción.
Entre los dos y los siete años, continúan los juegos de ficción, es más es en esta
etapa cuando alcanzan su mayor apogeo. Sin embargo, a los siete años, se
produce un cambio importante en el juego, los niños/as son el elemento
fundamental de este, aparecen los llamados juegos de reglas. Estos, como decía
Piaget, se construyen a partir del esquema motor y el símbolo. Por ejemplo, si
están jugando a piratas, decidirán quienes son piratas de un barco u otro, quien es
el capitán o si llegan a una isla o por el contrario el barco se hunde.
Tenemos también que hacer referencia a los juegos de construcción, que no
podemos concretar a que determinada edad aparecen sino que van cambiando en
función de los intereses que el niño/a presente.
Podemos afirmar que el juego es la actividad fundamental de la infancia,y se
prolonga a lo largo de la vida adulta, teniendo un papel muy importante en el
desarrollo de la personalidad de cada niño/a.
¿Que conseguimos a través del juego?
La importancia del juego en el desarrollo infantil es innegable, resultando clave
para el desarrollo de muchas de sus habilidades, desde las de tipo cognitivo hasta
las de tipo social y comunicativo.
A través del juego se fortalecen los vínculos afectivos y sientan una primera base
para la comunicación, ayuda al niño/a desarrollar su lenguaje, al mismo tiempo
que les ayudan a adquirir valores y formas de interacción. A su vez, permite
iniciarse en las normas, en el respeto, lo que resultará clave en el desarrollo
personal y sobretodo social.
El ser humano es sociable, por lo que cuando el niño/a juega, siente la
necesidad de compañía, de compartir aquello que está haciendo con alguien más.
La mayoría de los expertos coinciden en que el juego es una actividad vital e
indispensable para el desarrollo humano.
¿Tiene que ver con la escuela?
En la Educación Infantil consideramos el juego como un principio didáctico. Los
docentes estamos obligados a crear un ambiente agradable, lúdico; esto no
quiere decir que los niños/as deban estar siempre jugando, sino que debemos
incorporar al sistema de relaciones interpersonales, las formas en que los niños/as
se relacionan en el juego.
En la Escuela Infantil el juego, se desenvuelve a través de los llamados rincones
(el de la casita, los disfraces, zona de descanso, etc.), donde el niño/a encuentra
todo lo necesario para desarrollarlo.
4. El lenguaje en la infancia
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El educador/a debe asegurar que la actividad del niño/a sea una de las fuentes
principales de su aprendizaje y desarrollo, pues a través de la acción y la
experimentación, ellos expresan sus intereses y motivaciones y descubren las
propiedades de los objetos.
El espacio donde el juego libre tiene lugar es muy importante, ya que la
disposición, el tamaño y las condiciones físicas de la sala donde van a jugar,
afectan al juego del niño/a, un espacio donde se sientan cómodos, seguros, con
libertad para elegir, explorar y experimentar, es un buen espacio para el juego.
Es muy importante que el adulto vaya proporcionando al niño/a una buena
gama de juegos y materiales para que éste los vaya conociendo mejor y así poder
enriquecer sus experiencias.
Las tecnologías.
Sin embargo, en los últimos tiempos, el juego del niño/a se ve cada vez más
reducido por factores como la escasez de tiempo libre, de espacios y compañeros
para el juego, etc.
Incluimos las nuevas tecnologías como las nuevas formas de expresión lúdicas,
que tiene el niño/a y, a las que hay que estar abiertos pues tienen un gran poder
educativo, aunque todo depende del uso que se haga de ellas.
Aquí juega un papel fundamental el conocimiento que el educador/a tenga de lo
que son las nuevas tecnologías para saber incorporar éstas al aula, no como un
herramienta más, sino como un elemento común de nuestra cultura; debe ser
capaz de motivar al alumno y conducir su actividad hacia experiencias o
experimentos con estas herramientas; son además la base de muchos procesos de
aprendizaje.
Conclusión.
A todos/as nos gusta jugar, es innato, es un instinto que nos permite desarrollar la
imaginación, compartir experiencias y, además, adquirir una serie de habilidades
sociales que necesitaremos durante la vida adulta.
El juego es un espacio donde tenemos la oportunidad de interactuar con
nosotros/as mismos, con los demás y con nuestro entorno. Jugamos porque
necesitamos descubrir, conocer, aprender y sobre todo entendernos, jugamos
porque necesitamos experimentar sensaciones que nos provoquen placer.
Nuestra sociedad se aleja cada vez más de la idea de que el juego infantil, que
lejos de ser una pérdida de tiempo, es importante para el desarrollo físico y
mental de los niños/as. Además es un derecho que todos/as, los niños/as deberían
tener.