El museo de la evolución humana de Burgos fue inaugurado en 2010 y se ha convertido en el museo más visitado de Castilla y León. El museo presenta la historia de la evolución humana a través de fósiles, réplicas y explicaciones de yacimientos como Atapuerca, que datan de hace más de un millón de años. El museo cuenta con cuatro plantas que cubren temas como la teoría de la evolución, antepasados humanos, características humanas y la cultura a lo largo de la histor
El Origen del Hombre y El yacimiento de Atpuerca (Ana Rocio)
Museo Evolución Humana Burgos
1. Bienvenidos al Museo de la Evolución humana de Burgos.
Este museo fue inaugurado el 13 de julio del 2010, y se ha
convertido en el museo más visitado de Castilla y León y
acercándose al 10º museo más visitado de España.
Constituye la pieza central del Complejo de la Evolución
Humana. Arquitectónicamente, el museo ha recibido más de 40
premios nacionales e internacionales
OBJETIVO DEL MUSEO:
El proyecto nace vinculado a
la necesidad de conservar,
inventariar y divulgar los
restos arqueológicos
procedentes de los
yacimientos de la Sierra de
Atapuerca, constituyendo un
referente internacional en
relación con el proceso
evolutivo del hombre en sus
aspectos ecológicos,
biológicos y culturales en
secuencia cronológica.
DISTRIBUCIÓN
La planta -1 se concibe como el corazón del museo. Un único
espacio expositivo en el que se ubica el complejo arqueológico-
paleontológico de los yacimientos de la Sierra de Atapuerca. El
visitante puede encontrar una reproducción de la Sima de los
Huesos como un modelo tridimensional y didáctico. En el
interior de la primera pastilla se ubica Homo antecessor y los
yacimientos de Gran Dolina y Sima del Elefante.
La planta 0 está dedicada a la teoría de la evolución de Charles
Darwin y a la historia de la evolución humana. En esta planta se
encuentran diez hiperrealistas reproducciones de antepasados
del ser humano, realizadas por la escultora francesa Elisabeth
Daynès. También en esta planta se encuentra la reproducción
de la popa del HMS Beagle, barco en el que Darwin hizo su
famoso viaje a las islas Galápagos. En esta planta el visitante
puede encontrar las características exclusivas de los humanos
entre las que se destaca el cerebro.
La planta 1 expone, desde un punto de vista funcional, por qué
somos tan iguales al cazador - recolector de hace 9000 años, y
sin embargo, tan diferentes. El acceso a la planta de la cultura
se realiza desde las rampas mecánicas. En esta planta se
repasan los diferentes hitos de la evolución de la cultura.
La planta 2 se recrean los tres ecosistemas fundamentales de la
evolución humana: la selva, la sabana y la tundra-estepa de la
última glaciación
Una de las visitas que haremos fuera del edificio será al
Yacimiento de Atapuerca.
La Sierra de Atapuerca ha
sido testigo del paso de la
Humanidad desde hace más
de un millón de años.
El porqué de nuestra
existencia ha sido siempre
una cuestión que se han
planteado
y han intentado explicar
todos los pueblos a lo largo
de su historia, tal como
reflejan
los mitos y las leyendas.
Gracias a los hallazgos de la
Sierra de Atapuerca
podemos
formularnos hoy, sobre
bases científicas, preguntas
fundamentales sobre
quiénes
y cómo éramos y en qué
consistía nuestra existencia
hace miles de años.
Actualmente hay
cinco yacimientos
principales en fase
de excavación en la
Sierra, de los cuales
se puede visitar, por
su accesibilidad al
público, la Sima del
Elefante, Galería y
la
Gran Dolina, que se
concentran a lo
largo de la
Trinchera.
El visitante recorre
una senda que sigue
la Trinchera por su
parte superior y
brinda una
excelente
perspectiva desde la
que se aprecia la
magnitud,
estratigrafía e
importancia de
estos yacimientos.
2. La Sima del Elefante es el yacimiento de Excavación
más reciente en la Trinchera. Adopta su nombre tras
confirmarse, en el año 2001 y después de varias campañas
de excavación, la existencia en él de restos de
elefante. Sus sedimentos alcanzan una profundidad de de
unos 15 metros que, cronológicamente, abarcan todo el
periodo de ocupación humana correspondiente al
Pleistoceno en la Sierra, siendo de especial interés sus
niveles inferiores. Éstos, los más antiguos conocidos en
Atapuerca, superan el millón de años en su base y
contienen una fauna realmente espectacular,
con una rica diversidad de carnívoros, herbívoros,
micromamíferos, aves y hasta un primate, a menudo
encontrados en conexión anatómica.
Galería fue el primer
yacimiento excavado de
forma sistemática en la
Trinchera. Se trata de una
galería subterránea. Esta
chimenea parece haber
servido como una trampa
natural donde los
animales de la zona
cayeron frecuentemente,
para ser aprovechados
posteriormente por los
carnívoros y humanos. En
los niveles excavados se
han identificado cinco
fases en el depósito de los
sedimentos, con una
presencia humana más
importante durante TG III.
En esta fase se han
catalogado hasta trece
suelos distintos de
ocupación humana donde
abundan las herramientas
líticas de Modo 2
asociadas a restos de
caballos, ciervos, bisontes
y rinocerontes. La
presencia de carnívoros
como osos, leones, zorros,
linces y otros también es
evidente, tanto por los
restos encontrados como
por las marcas de dientes
halladas sobre los huesos.
La cronología de los
sedimentos de Galería
podría ubicarse entre hace
200.000 y 400.000 años.
La Gran Dolina es el yacimiento más conocido
de la Trinchera. Sus 18 metros de sedimentos
componen once niveles geológicos distintos que
recorren una secuencia que abarca desde hace un millón de
años en su base hasta hace unos 200.000 años en su nivel
superior. La presencia de humanos más antigua en la Sierra
se sitúa en torno a un millón de años También se destaca la
presencia de grandes carnívoros en los niveles inferiores de
la Gran Dolina, como puede ser el tigre de dientes de sable,
la hiena manchada (la más antigua conocida en Europa) o
una nueva especie de oso que representa el ancestro del
espectacular oso de las cavernas y que lleva el mismo
nombre que el yacimiento, Ursus dolinensis. Estos
carnívoros eran, indudablemente, unos competidores
formidables para los humanos de esa época remota en la
lucha por los recursos más importantes que aportaba el
medio ambiente: la comida y el refugio. Los investigadores
de Atapuerca han identificado, en numerosos restos de
Homo antecessor, marcas de cortes que sólo pueden haber
sido producidas por una herramienta lítica
Restos de Ursus dolinensis.
El yacimiento de la Sima de los Huesos es
una pequeña cámara situada en la base de un pozo
vertical de unos 13 metros de profundidad ubicado
en la parte más profunda de la Cueva Mayor, a medio
kilómetro de distancia desde la entrada actual en el
Portalón. Sus sedimentos datan del Pleistoceno
Medio, hace unos 400.000 años, y conservan una
extraordinaria riqueza en fósiles de carnívoros y
humanos. Entre otras especies de carnívoros, la
colección paleontológica
recuperada de este yacimiento representa más de
180 individuos de osos de la especie Ursus deningeri.
El hallazgo de más de 5.000 fósiles humanos de
ambos sexos y distintas edades pertenecientes a la
especie
Homo heidelbergensis ha convertido a la Sima de los
Huesos en el yacimiento más rico del mundo.
La Sima de los Huesos nunca fue un lugar de
ocupación por parte de los humanos. ¿Cómo llegaron
sus huesos allí? Todo indica que fue un lugar especial
para aquellos pobladores; un lugar adonde se acudía
para depositar a los miembros fallecidos del grupo.
Tanto por su extraordinaria riqueza paleontológica
como por las profundas implicaciones del
descubrimiento del bifaz, la Sima de los Huesos
es, sin duda, un yacimiento único en el mundo.
3. Catedrático de
Paleontología de
la Universidad
Complutense de
Madrid. Director
del Centro UCM-
ISCIII de
evolución y
Comportamiento
Humanos.
Miembro de la Academia de Ciencias de EE.UU. y de la
Real Academia de Doctores de España. Codirector de las
Excavaciones en la Sierra de Atapuerca (Burgos), Cueva
del Conde (Asturias) y Pinilla del Valle (Madrid). Autor de
más de 80 publicaciones en revistas científicas incluidas
en el Journal of Citation Reports (JCR), como Nature,
Science y PNAS. Autor de 9 libros de ensayo y
divulgación científica, entre los que se cuentan títulos
como La especie elegida, El collar del neandertal y El
enigma de la esfinge.
Juan Luis Arsuaga Ferreras nació en Madrid en 1954.
Desde niño ya mostraba un gran interés por la prehistoria
surgido de la lectura de La Guerre du feu de J.-H. Rosny Aîné y
sus visitas a excavaciones cerca de Bilbao.
El collar del neandertal es una de
las obras de Juan Luis Arsuaga.
Este libro, tan apasionante como
riguroso, constituye la narración de
nuestros orígenes y de todo lo que
sabemos hoy acerca de cómo hemos
llegado a ser quienes somos: desde el
registro fósil de la evolución humana
y las modificaciones producidas en la
morfología hasta los cambios
acontecidos en la naturaleza durante
el último millón de años, y desde la
aparición de la consciencia y su
inseparable compañero, el lenguaje,
hasta el surgimiento de los símbolos y
los rituales.
Sus trabajos se plasman en artículos, ensayos y
libros, de divulgación de su trabajo, siendo
experto en la evolución de la alimentación de la
humanidad. Ha recibido, con su equipo de
excavaciones, el Premio Príncipe de Asturias de
Investigación Científica y Técnica de 1997.
EL CAMINO DE LA EVOLUCIÓN
Australopithecus
El papel del Australopithecus en la
historia de la evolución del hombre es
verdaderamente importante. El
Australopithecus es la primera
especie que se separó de los
grandes monos, porque lo más
característico del Australopithecus
fueron sus pasos. Fue el primero en
caminar de una manera bípeda, tal y
como lo hacemos nosotros.
Eran fructívoros, comían fruta que
recogían de los árboles, además,
cazaban ciertos animales pequeños)
que les servía como un aporte extra
de proteínas en sus dietas. Algo
necesario para desarrollar el cerebro.
Eran de un metro de estatura y sus caderas, piernas y pies se
parecían más a los de los seres humanos que a los de los simios
Tenían unas piernas erguidas y más fuertes. Con sus manos,
podrían agarrar palos, piedras y otros rudos utensilios. La
mandíbula era grande y el mentón hundido
El descubrimiento más famoso del Australopithecus fue la Australopithecus
afarensis llamada Lucy. Que se llama así porque sus descubridores, Yves
Coppens, Donald Johanson, John Kaiba y Maurice Taieb, estaban
escuchando en la radio en el momento del descubrimiento Lucy in the Sky
with Diamonds de los BEATLES
Tenía el cráneo más redondeado, con una capacidad craneal 650
cm³.
Incisivos más planos, molares grandes y con esmalte grueso,
Incisivos más grandes que los australopitecinos. Cara corta.
Una altura: 1.2 - 1.4 m y el peso entre 40 - 50 kg
Dedos curvos de pies y manos: lo que indicaba que aún
utilizaban los árboles.
La posición bípeda en las hembras provoca una reducción de la
pelvis que tiene como consecuencia un adelanto de los partos.
Homo Habilis
Su nombre significa «hombre hábil» y hace referencia al
hallazgo de instrumentos líticos probablemente confeccionados
por éste. Se han realizado estudios detallados de los restos
óseos de sus manos para verificar si realmente sería posible
que este Homo los hubiera realizado. Los científicos
concluyeron que era capaz de prensión de agarre para realizar
las manipulaciones necesarias en la fabricación de utensilios de
piedra; probablemente, era carnívoro oportunista.
4. Homo Erectus
Fueron los primeros viajeros intercontinentales
Además de fabricar hachas de mano de piedra, el Homo
erectus también dejó los primeros restos de viviendas
construidas, de objetos de madera tallada, la primera lanza
de madera y el recipiente más primitivo, un cuenco de
madera. Pero su mayor avance cultural fue que aprendió a
manejar el fuego
Podían llegar a tener
una capacidad craneal
de 850 cm
3
hasta
1100 cm
3
. Poseían un
marcado toro
supraorbitario y una
fuerte mandíbula sin
mentón, pero de dientes
relativamente pequeños.
Presentaba un mayor
dimorfismo sexual que
en el hombre moderno.
Era muy robusto y tenía
una talla elevada, hasta
1,80 m de medida.
Homo Neanderthalensis
Se cree convivió paralelamente en los mismos territorios europeos
con el Hombre de Cro-Magnon, primeros hombres modernos en
Europa. Esta convivencia se ha demostrado por fósiles hallados en
las cuevas de Châtelperron. Estudios anatómicos han determinado
que el neandertal podía articular una fonética limitada respecto a la
que actualmente posee el hombre moderno, debido a la ubicación
de la laringe, situada más arriba que la de este. Otros estudios
recientes indican que los neandertales podían dar grandes
mascadas a su alimento gracias a una mayor apertura bucal. La
expectativa de vida de un miembro adulto en un medio ambiente
tan extremo, riguroso y hostil no sobrepasaba los 40 años en los
hombres y 30 en las mujeres. Vivían en grupos sociales
organizados, formados por alrededor de unos treinta miembros casi
todos con parentesco (clanes), dominaban el fuego y podían
fabricar herramientas rústicas que incluían huesos y piedras.
Tenían un esqueleto robusto, pelvis
ancha, extremidades cortas y
robustas, tórax en barril, arcos
supraorbitarios resaltados, frente
baja e inclinada, faz prominente,
mandíbulas sin mentón y gran
capacidad craneal —1550 cm³.
Homo heidelbergensis
Con el Homo heidelbergensis se hace patente un
predominio de la dieta carnívora con evidencias de caza.
La presión evolutiva para que se desarrollara la caza se
derivaría de las condiciones ecológicas del territorio que
colonizaron: Europa era fría y durante seis meses existían
muchos menos recursos alimenticios vegetales que en
África, el carroñero y el cleptoparasitismo no aportaba
suficientes nutrientes lo que habría inducido a la aparición
de conductas sociales dedicadas a la caza: bandas de
heidelbergensis se organizaban para perseguir a otros
animales y ultimarlos en trampas naturales (precipicios,
pantanos) o arrojándoles grandes hachas líticas bifaces e,
incluso, rústicos venablos de madera aguzada.
Eran individuos altos que tenían 1,80 m de estatura y muy
fuertes (llegarían a 105 kg), de grandes cráneos que
median 1350 cm³, muy aplanados con relación a los del
hombre actual, con mandíbulas salientes y gran abertura
nasal.
El HOMO SAPIENS SAPIENS
De diferencia del resto de los Homínidos ya
que se adaptó tanto en los períodos cálidos
como en los fríos intensos que se sucedieron
hace varias decenas de miles de años.
Justamente por esta particularidad de haberse
adaptado muy bien al fenómeno glaciar, es
que fueron los primeros en utilizar y
confeccionar su propia vestimenta, la que
seguramente era de piel de mamut lanudo,
reno, oso de las cavernas o rinoceronte
lanudo.
Como estos hombres enterraban a los
muertos con una especie de rito, los
paleontólogos creen ver en esto el inicio de
una cultura religiosa, en particular por el
esmero puesto en la inhumación del cadáver:
se cavaba una foso en cuyo piso se colocaban
piedras y ramas de pino; luego se depositaba
el cuerpo en posición fetal para, finalmente,
depositarle flores silvestres.. Si bien siguieron
fabricando las hachas de mano, éstas se
redujeron en tamaño y se perfeccionaron
notablemente sus filos; además, introdujeron
nuevas herramientas, como los rascadores,
cuchillos y perforadores. Todos estos
elementos muestran un mayor desarrollo de la
inteligencia del hombre.
Su configuración era robusta y musculosa, y su estatura era superior a la de
sus antecesores, alcanzando 1,70 metros; todavía mostraba una frente
huidiza y elevados arcos supraorbitales, también su mentón era huidizo
aunque su mandíbula era de fuerte contextura con grandes dientes. Tenía
una capacidad craneal de 1.600 cm3.