Escritor y poeta argentino, Esteban Echeverría fue uno de
los grandes exponentes del romanticismo de su país.
Considerado miembro de la llamada Generación del 37,
Echeverría es conocido por obras como La cautiva o El
matadero.
Era unitario, razón por la cual en varias imágenes apare con
la barba en forma de U y sin bigote.
Echeverría estudió en argentina hasta que se trasladó a
Europa a veinte años, donde estudió en Francia antes de
volver a su país de origen, donde introdujo la influencias
románticas. Su posterior participación política en el
Levantamiento de Dolores provocó su exilio en Uruguay,
donde residiría hasta la muerte.
A LA JUVENTUD ARGENTINA:
He aquí el mandato de Dios, he aquí el clamor de la patria,
he aquí el sagrado juramento de la joven generación.
Al que adultere con la corrupción,-anatema.
Al que incense la tiranía, o se venda a su oro,-anatema.
Al que traicione los principios de la libertad, del honor y del
patriotismo,-anatema.
Al cobarde, el egoísta, al perjuro,-anatema.
Al que vacile en el día grande de los hijos de la patria,-
anatema.
Al que mire atrás y sonría cando suene la trompeta de la
regeneración de la patria,-anatema.
Pensador y escritor venezolano, Andrés bello fue uno de
los personajes intelectuales más importantes de la América
del siglo xix, siendo clave su papel en la formación de
Simón Bolívar y también en los procesos revolucionarios
de la independencia respecto al imperio español.
Fundador de la universidad de chile, donde residió de 1829
tras acabar carrera diplomática en Inglaterra, bello destacó
en lo literario gracias a sus poemas, de entre los que habría
que destacar obras como Silva a la agricultura de la zona
tórrida, y también por ensayos como resumen de la
historia de Venezuela.
Bello también desarrolló una notable carrera como jurista y
participó en la creación de leyes, códigos y jurisprudencia.
José Joaquín Fernández de Lizardi fue sin
dudas la estrella autoral del virreinato de
Nueva España, en México, desde finales del
siglo XVIII y durante las primeras décadas
del siglo XIX. En tanto, hay dos cuestiones
insoslayables que lo determinaron en este
sentido, por un lado, la fundación del
periódico El Pensador Mexicano, una
publicación de orientación netamente liberal
que se ocupó de denunciar y criticar a la
autoridad vigente del Virreinato y de
promover los ideales independentistas que
primaban en aquellos tiempos. Y por otra
parte por haber sido el primer escritor que
introdujo en el continente la novela.
LA PRISIÒN
Teófilo, un ministro de justicia y un carcelero
TEÒFILO.--¡Oh triste noche! Ven y cubre con tu oscuro
manto los males y desdichas de los hombres. ¡oh noche! Tus
horas son sagradas. Cuando el sol oculta sus luces bajo
nuestro horizonte, tú tachonas el cielo con las brillantes
estrellas, que tan benignamente influyen el suave sueño a los
mortales.
A favor de tus sombras silenciosas descansan de sus afanes y
trabajos, y el inocente desgraciado halla a tus tinieblas
espantosas un asilo seguro contra las desdichas que le
persiguen por el día. (…)
Fue político, filósofo, pedagogo, escritor, docente,
periodista, estadista y militar argentino; gobernador de la
Provincia de San Juan entre 1862 y 1864 y presidente de la
Nación Argentina entre 1868 y 1874.
Se destacó tanto por su laboriosa lucha en la educación
pública como a contribuir al progreso científico y cultural
de su país.
En San Juan fundó el periódico "El Zonda". De su obra
literaria, se destacan: "Facundo o Civilización y Barbarie",
inspirado en el caudillo riojano Facundo Quiroga;
"Recuerdos de Provincia", de corte autobiográfico; "Viaje",
donde cuenta sus experiencias en el extranjero; "Vida de
Dominguito", que narra la vida de su hijo adoptivo muerto
en Paraguay; "Educación Popular"; "Método de Lectura
Gradual“.
MI INFANCIA
Ya está mi espíritu restablecido, el aturdimiento producido
por los golpes que han caído sobre mi reputación tan de
recio, ha pasado ya; voy ahora a cumplir con lo que el
deber y la sociedad me imponen. Vean quién es el hombre
que tantas importunidades causa, vean mis títulos.
He nacido en una provincia ignorante y atrasada, no como
cree don Domingo S. Godoy, en barrio de San Pantaleón,
sino en otro más oscuro todavía, llamado el Carrascal,
nombre equivalente a Huangualí. He nacido en una familia
que ha vivido largos años en una mediocridad muy vecina
de la indigencia, y hasta hoy es pobre en toda la extensión
de la palabra. (…)
Poeta y escritor argentino, José Mármol también destacó
por su labor dentro del mundo del periodismo y la
política. Mármol estudió Derecho en la Universidad de
Buenos Aires, pero decidió dejar a un lado los estudios por
su activismo político. Su oposición al gobierno de Juan
Manuel de Rosas le llevó a establecerse en Brasil como
diplomático y, más tarde, como exiliado en Uruguay.
Al inicio de su carrera escribió para varios diarios y novelas
con una fuerte carga política, pero su faceta más narrativa
no llegaría hasta 1844 con la publicación de Amalia, una
novela costumbrista publicada por entregas que no llegó a
triunfar. En 1847, influido por los textos románticos que
llegaban desde Europa, Mármol retomó la escritura, tanto a
través de la poesía como en la narrativa.
De esta época habría que destacar títulos como El
poeta, El cruzado o la antología poética Armonías.
De vuelta a Argentina, Mármol ocupó varios puestos en
la administración y gobierno de Argentina y participó en
la organización de la Triple Alianza, antes de la Guerra
del Paraguay. Tras varias enfermedades se retiró de la
vida pública, muriendo de fiebre amarilla en 1871.
I. TRAICIÓN
El 4 de mayo de 1840, a las diez y media de la noche,
seis hombres atravesaban el patio de una pequeña casa
de la calle de Belgrano, en la ciudad de Buenos Aires.
Llegados al zaguán, oscuro como todo el resto de la
casa, uno de ellos se detiene, y dice a los otros:
-Todavía una precaución más.
-Y de ese modo no acabaremos de tomar precauciones
en toda la noche -contesta otro de ellos, al parecer el
más joven de todos, y de cuya cintura pendía una larga
espada medio cubierta por los pliegues de una capa de
paño azul que colgaba de sus hombros.(…)
Juan Zorrilla de San Martín fue un escritor, poeta,
periodista, docente y diplomático uruguayo. Nació el 28 de
diciembre de 1855 y falleció el 3 de noviembre de 1931 en
Montevideo (Uruguay). Catedrático de derecho en la
Universidad de su ciudad natal, diputado en 1887 y poco
después embajador de su país en España y Portugal, fue uno
de los más brillantes e inspirados vates sudamericanos de su
época. En sus poemas, entre los que figuran como más
representativos los titulados La leyenda patria y el drama
épico de tema indígena Tabaré, así como la epopeya
Leyenda de Artigas, canta con lirismo vibrante la belleza de
su tierra, la exaltación gloriosa de la patria, el recio carácter
y los salvajes amores de los indios aborígenes y las luchas
de éstos contra los blancos descubridores. Fundó y dirigió el
periódico El Bien Público.
Levantaré la losa de una tumba;
E internándome en ella,
Encenderé en el fondo el pensamiento
Que alumbrará la soledad inmensa.
Dadme la lira, y vamos: la de hierro,
La más pesada y negra;
Esa, la de apoyarse en las rodillas,
Y sostenerse con la mano trémula,
Mientras azota el viento temeroso
Que silba en las tormentas,
Y, al golpe del granizo restallando,
Sus acordes difunde en las tinieblas;
La de cantar sentado entre las ruinas (…)
Nació el 1 de abril de 1837 en Santiago de Cali, Valle del Cauca.
Hijo de Jorge Henrique Isaac, súbdito inglés, que solicitó carta de
naturaleza en Colombia a la edad de 20 años, y la obtuvo
del Libertador en 1829 y de la señora Manuela Ferrer, colombiana
de nacimiento.
Recibió instrucción primaria en una escuela de Cali y en otra de
Popayán (la del señor Luna). En 1848 estudia en Bogotá en el
colegio del Espíritu Santo, del doctor Lorenzo María Lleras; más
tarde también en San Buenaventura y San Bartolomé. Le tocó vivir
en el agitado período de consolidación de la República, de las
luchas entre los poderes militar y civil, de las sucesivas guerras
civiles en las cuales participó (1854, 1861, 1876, 1880 y 1885).
Viaja a Bogotá con el propósito de dedicarse a
la literatura. Gozó del éxito desde que
apareciera su primera colección de poemas, al
igual que María, obra donde describe una
idílica existencia en el valle del Cauca, donde
idealiza el noble salvajismo y realiza una
condena la esclavitud. Considerada como la
obra precursora de la novela regionalista de
las décadas de 1920 y 1930. No volvió a
repetir el éxito de su primera novela, a pesar
de sus intentos. Recibió varios cargos dentro
del funcionariado y fue cónsul en Chile.
Jorge Isaac falleció el 17 de abril de 1895
en Ibagué, Tolima.
Era yo niño aún cuando me alejaron de la casa paterna para
que diera principio a mis estudios en el colegio del doctor
Lorenzo María Lleras, establecido en Bogotá hacía pocos
años, y famoso en toda la República por aquel tiempo.
En la noche víspera de mi viaje, después de la velada, entró
a mi cuarto una de mis hermanas, y sin decirme una sola
palabra cariñosa, porque los sollozos le embargaban la voz,
cortó de mi cabeza unos cabellos: cuando salió, habían
rodado por mi cuello algunas lágrimas suyas.
Me dormí llorando y experimenté como un vago
presentimiento de muchos pesares que debía sufrir después.
Esos cabellos quitados a una cabeza infantil;(…)