3. Materiales curriculares Recursos didácticos
Instrumentos y medios elaborados Genéricamente se puede definir como
con una intención original y cualquier medio o ayuda que facilite los
primariamente didáctica, que se procesos de enseñanza-aprendizaje, y
orientan a la planificación y
desarrollo del currículo. Los por lo tanto, el acceso a la información,
materiales curriculares pueden la adquisición de habilidades, destrezas,
estar dirigidos al profesorado o a y estrategias, y la formación de actitudes
los alumnos, e incluyen: y valores. Puede distinguirse entre
propuestas para la elaboración de recursos metodológicos (técnicas,
proyectos curriculares, propuestas agrupamientos, uso del espacio y el
relativas a la enseñanza de
determinadas materias o tiempo, etc.), recursos ambientales (p.e.
áreas, materiales para el desarrollo vinculación de contenidos al entorno
de unidades didácticas, libros de próximo) y recursos materiales. Estos
texto, medios audiovisuales e últimos comprenderían tanto los
informáticos de carácter materiales estrictamente curriculares,
didáctico, etc. como cualquier otro medio útil no
creado necesariamente para el ámbito
docente (p.e. materiales no
convencionales, tomados de la vida
cotidiana, construidos por el propio
alumno, etc.).
4. Materiales curriculares y
recursos didácticos
El MEC tiene la responsabilidad de ofrecer a los
centros ejemplos diversos de materiales para
orientarles.
La producción y difusión de materiales curriculares
debería hacerse en colaboración con las
editoriales.
Los recursos didácticos son imprescindibles en un
currículo flexible: se elegirán en consonancia con
los objetivos propuestos.
Al elaborar cada centro su propio proyecto
curricular, escogerá también los recursos
didácticos necesarios para ese diseño curricular.
5. Funciones de los recursos
didácticos
Hay 5 funciones básicas:
Innovadora Cada nuevo tipo de medio plantea un
nuevo tipo de interacción sujeto-
aprendizaje.
Motivadora Que acerque el aprendizaje a la vida
cotidiana.
Estructuradora de la Traduce la realidad con más plasticidad y
realidad realismo que la palabra.
Solicitadora u Que potencie la acción instructiva.
operativa
Formativa global Vinculada al mundo de valores educativos
promotores de actitudes positivas y
creadoras.
6. Criterios para la selección y
utilización de materiales
¿Se adecua a los objetivos, contenidos y enfoques
metodológicos adaptados?
¿Facilita la secuenciación de objetivos?
¿Encaja en el contexto educativo en que se va a utilizar?
¿Es idóneo para ayudar a los alumnos a conseguir los objetivos?
¿Se corresponde con el Proyecto Curricular de Centro?
¿Su impacto psicológico es deseable?
¿Tiene correspondencia entre contenidos y objetivos?
¿Facilita las actividades que vamos a desarrollar en el proceso
de enseñanza–aprendizaje?
¿Es coherente con el modelo didáctico del que partimos?
¿Sirve para organizar la realidad?
¿Atiende a la diversidad de
intereses, motivaciones, capacidades y estilos?
8. Alumnado con necesidades
específicas de apoyo educativo
Según la LEA en su artículo 113, se considera
alumnado con necesidades específicas de apoyo
educativo aquel que presenta necesidades
educativas especiales debidas a diferentes grados y
tipos de capacidades personales de orden físico,
psíquico, cognitivo o sensorial; el que, por proceder
de otros países o por cualquier otro motivo, se
incorpore de forma tardía al sistema educativo, así
como el alumnado que precise de acciones de
carácter compensatorio. Asimismo, se considera
alumnado con necesidad específica de apoyo
educativo al que presenta altas capacidades
intelectuales, de acuerdo con lo establecido en el
artículo 71.2º de la LOE de 3 de mayo de 2006.
9. Alumnado con necesidades
específicas de apoyo educativo
La atención a este tipo de alumnos
constituye una educación más
personalizada e integradora.
Sin embargo, para la atención a la
diversidad en el aula es necesario
optimizar los recursos materiales y
personales.
10. Alumnado con necesidades
específicas de apoyo educativo
En realidad, todos nuestros alumnos
tienen, en algún momento, necesidades
específicas de apoyo educativo: se trata
de jóvenes diferentes, con distintos niveles
de motivación, con distintos valores y
distintas dificultades.
Nuestra docencia ha de ser lo más
personalizada posible.
11. La pregunta clave
¿Cómo cumplir con nuestros objetivos docentes y
con el currículo marcado por la legislación sin dejar
de atender de forma personalizada a alumnos tan
diferentes?
Alumnos con altas capacidades intelectuales.
Alumnos con algún tipo de discapacidad física o psíquica.
Alumnos con dificultades concretamente en nuestra
asignatura.
Alumnos que proceden de otras culturas y no tienen el
español como lengua materna, en distintos niveles de
adquisición del español.
Alumnos que, aun teniendo el español por lengua materna,
proceden de culturas diferentes a la nuestra.
Alumnos que repiten curso, con o sin la materia suspensa, y por
lo tanto se ven obligados a repetir los mismos contenidos por
segunda vez.
…
12. La pregunta clave
La respuesta pasa necesariamente por la
variedad. Variedad en la elección de textos, en
sus niveles de dificultad, en la profundización en
el análisis de los mismos, en los trabajos a
elaborar… pero de modo que esta
diversificación no provoque que las necesidades
particulares disgreguen al grupo, sino buscando
una formación integradora.
14. La evaluación
Casi siempre que se habla de evaluación,
tanto si lo hacen profesionales de la
educación, alumnos o padres y madres, se
hace patente una sensación general de
trámite doloroso por el que el sistema
establecido nos obliga a pasar. La valoración
que hacen de ella unos y otros es,
generalmente, negativa. Para unos
representa un montón de trabajo, para otros,
una causa de angustia, y para todos, un
elemento generador de decepciones.
15. ¿Por qué la evaluación tiene unas
connotaciones tan negativas?
Quizá porque la aplicamos de forma restrictiva y
solamente es útil para medir, de manera más o menos
objetiva, el nivel de conocimientos adquiridos por un
alumno durante un proceso de aprendizaje. Tiene una
función selectiva y clasificadora.
Las posibilidades educativas de la evaluación son mucho
más amplias. La evaluación es la parte del proceso de
aprendizaje que comporta la recogida sistemática y
organizada de información y su interpretación, de manera
que permita modificar y reconducir el proceso educativo y
corregir sus errores y sus desviaciones.
Para poder efectuar este análisis, será necesario reflexionar
sobre qué evaluamos, cuándo evaluamos y cómo lo
hacemos para que los resultados del análisis sirvan para
mejorar el proceso en su conjunto.
16. ¿Qué evaluamos?
Evaluamos los conocimientos iniciales del alumno, su proceso de aprendizaje, los resultados
finales conseguidos, el procedimiento utilizado por el profesor, el material empleado, la misma
programación y todos los elementos y factores que intervienen en el proceso educativo.
¿Cuándo evaluamos?
Evaluamos de forma continuada: al empezar el curso, durante el curso y al acabar el curso.
Pero hay que recordar que, en cada momento, la evaluación tiene finalidades diferentes y,
por consiguiente, en cada caso, será necesario obtener informaciones distintas: al principio es
un diagnóstico, durante el curso nos informa de si los alumnos progresan y están motivados y al
final necesitamos conocer el grado de consecución de nuestros objetivos docentes.
¿Cómo evaluamos?
Para recoger los datos aplicamos dos técnicas: la observación y las pruebas de evaluación.
En general, todos los maestros pueden decir muchas cosas de sus alumnos, los han observado
una y otra vez y los conocen bien. Lo que ya no es habitual es que esta observación esté
sistematizada y organizada, de manera que permita extraer conclusiones claras y
fundamentadas, como comparar un trabajo del mismo alumno en momentos diferentes del
curso o del ciclo, contrastar el comportamiento de distintos grupos de trabajo, valorar la
incidencia y la eficacia de unos materiales en alumnos y grupos diferentes… La observación es
una tarea que practicamos de manera espontánea, pero que pierde gran parte de su virtud
cuando no queda recogida y, por lo tanto, hace prácticamente imposibles la reflexión y la
interpretación de los datos.
Algo parecido ocurre con las pruebas de evaluación: No es lo mismo corregir y calificar que
recoger datos observables de los trabajos de los alumnos. Para que las pruebas de evaluación
nos faciliten información hay que tener en cuenta que hay que determinar qué aspectos
queremos observar; buscar las actividades que serán más eficaces para realizar la
observación; corregir con los mismos criterios con los que se han formulado los objetivos de
aprendizaje y, finalmente, anotar y describir los resultados.
17. Dra. Mercedes Flores Martín
Departamento de Literatura Española
Universidad de Sevilla
mercedesfm@us.es