2. Definición de Problemas
Para la definición de problemas utilizaremos la herramienta
llamada árbol de problemas
Este instrumento nos permitirá delimitar y analizar el problema
central que aqueja a una institución con la intención de definir
líneas precisas de intervención para solucionar el problema.
Su estructura es la siguiente:
En la parte central del árbol o “tronco” se define el
dificultad principal.
Por debajo (en las “raíces”) se especifican las causas y
sub-causas que dan origen al problema.
En la parte superior del árbol (“las ramas”) se mencionan
los efectos o consecuencias del problema y el efecto final.
Finalmente, hay que tener en cuenta que pueden existir tantas
ramificaciones como sea necesario.
4. Formulación de Objetivos
El Árbol de Objetivos es la conversión en "positivo" de
nuestro árbol de problemas, que se encuentra en
"negativo".
Esto quiere decir que el significado que se encontraba en
el árbol de problemas se va a transformar en lo opuesto o
contrario.
El árbol de objetivos nos permite delimitar de forma más
clara y específica el área de intervención de nuestro
proyecto.
La estructura es la misma del árbol de problemas. Lo que
varía es el sentido, pues, el problema se convierte ahora
en el objetivo general de nuestro proyecto, las causas
pasan a ser los objetivos específicos o resultados y
actividades, y los efectos se transforman en fines y en el fin
último (visión).
5. Árbol de Objetivos
Fin último
(visión)
Fines directo
Objetivo General
Resultados
Actividades
6. Árbol de Objetivos
Fin último
(visión)
Fines directo
Objetivo General
Resultados
Actividades