2. 2 láminas de canelones (si solo tienes láminas de lasaña lee al final de la receta)
250 gramos de carne de cerdo para guisar cortada en cuadrados medianos
250 gramos de carne de ternera para guisar cortada en cuadrados medianos
1 cebolla mediana (unos 200 gramos)
1/2 litro de caldo de carne (puede ser también caldo de pollo o caldo de cocido)
1/2 vaso de vino oloroso (si no tienes lee al final de la receta)
40 gramos de queso rallado (yo usé uno de vaca suave)
Sal
Pimienta negra molida
Aceite de oliva
1 cucharadita de maicena (fécula de maíz)
300-400 ml de bechamel (mira aquí la receta de la bechamel y aquí la bechamel
sin gluten)
OPCIONAL: 25 gramos de paté o foie gras (lee al final de la receta)
3. Pon en una olla (yo usé una olla rápida) 4 cucharadas de aceite de
oliva a fuego fuerte. Salpimenta toda la carne con una pizca de
sal y pimienta (usa la sal con moderación – lee al final de la
receta). Echa la carne de ternera en la olla y deja que se dore a
fuego medio fuerte sin remover demasiado para que no empiece
a soltar agua y se cueza la carne en vez de dorarse.
Cuando la carne de ternera esté bien dorada retírala a un cuenco
y reserva. Si es necesario añade un poco más de aceite a la olla y
luego añade la carne de cerdo. Deja que también se dore sin
remover demasiado.
Cuando la cerne de cerdo esté bien dorada añade una cebolla
cortada en trozos medianos (no hace falta picarla demasiado).
Incorpora también la carne de ternera que teníamos en el cuenco
y deja que se dore la cebolla un buen rato a fuego medio.
4. Lo que haremos ahora marcará el sabor de nuestros canelones. Tenemos que dejar que
todo se vaya dorando mientras removemos de vez en cuando para que no se queme ni se
pegue al fondo de la olla. Cuando veas que empieza a “agarrase” (pegarse) al fondo de la
olla añade un chorrito del medio vaso de vino oloroso y con una cuchara de madera rasca
el fondo para desglasar. Así sacamos todo el sabor y podemos seguir dorando la carne un
poco más. Deja que se reduzca el vino y sigue dorando las carnes con la cebolla. Cuando
vuelva a pegarse al fondo añadimos otro chorrito y volvemos a rascar con la cuchara.
Repetimos este proceso hasta que gastemos el medio vaso de vino. No tengas prisa en
echar todo el vino de golpe porque si lo haces en varias tandas (3 o 4 tandas están bien)
vas conseguir un rellenos para tus canelones con un sabor espectacular.
Cuando hayas desglasado por última vez y el vino haya desaparecido añade medio litro de
caldo de carne (o de pollo o de cocido) y deja al fuego hasta que la carne se ponga muy
blanda. Yo usé una olla rápida y lo que hice fue cerrarla y dejar 25 minutos desde que
comenzó a salir el vapor. Si usas una olla normal puede que tardes 2 horas o más
(dependiendo de la intensidad del fuego y de la dureza del agua que uses). Además si
usas una olla normal es mejor que la tapes para que no se evapore todo el caldo y quede la
carne sin cubrir y si ves que te quedas sin caldo añade un poco de agua.
Cuando la carne esté bien blanda por un colador grande sobre una olla limpia. Echa sobre
el colador la carne con el caldo de forma que la carne nos quede en el colador y el caldo
pase a la olla limpia. Deja que la carne escurra bien y reserva aparte.
5. Echa un chorrito de agua (que no esté caliente) en un vaso y añade una
cucharada pequeña de maicena. Mezcla bien para que se disuelva y
échalo todo sobre el caldo. Reduce el caldo a fuego medio hasta que
espese. Remueve bien al principio para que la maicena no forme
grumos y luego con remover de vez en cuando es suficiente. Cuando la
salsa esté muy espesa aparta del fuego y deja enfriar.
Mientras se hace la salsa pon las carnes con la cebolla bien escurrida
sobre la tabla de cortar y si quieres hacer unos canelones de carne y
paté añade 25 gramos del foei grass o paté.
Con un cuchillo grande pica bien todo (carne, paté y cebolla)
mezclando de vez en cuando para que quede todo unido. Pica hasta que
la carne esté bien deshebrada.
Pásalo todo a un cuenco y cuando la salsa esté bien reducida añade 4
cucharadas de salsa al cuenco. Mezcla bien y prueba un poco del
relleno. Si lo vez bien no añadas más pero si lo vez un poco suave de
sabor puedes añadir 2 cucharadas más de salsa e incluso una pizca más
de sal y pimienta si es necesario (se prudente).
6. Deja que el relleno se enfríe y luego mételo en una manga pastelera. Si tienes prisa lo
puedes usar directamente pero si puedes es mejor dejar la manga una hora en el
frigorífico para que el relleno se ponga más consistente y así nos será más fácil rellenar los
canelones.
Mientras se enfría el relleno pon a calentar una olla grande con mucha agua (al menos 3 o
4 litros) y una cucharada de sal. Añade las láminas para canelones y deja que se cocinen
durante 8-10 minutos o lo que indique el fabricante en el paquete. Cuando la pasta esté al
dente (no hace falta que esté muy blanda) sácala con cuidado a un paño limpio y deja que
escurra el exceso de agua. En este vídeo de la lasaña puedes ver como hacerlo. Si todavía
no está frío el relleno puedes tapar las láminas de canelones con otro paño y se
mantendrán bien.
Cuando el relleno esté listo rellena los canelones añadiendo un tira del relleno de lado a
lado de cada lámina de pasta. Luego enróllalos y ve poniéndolos sobre una fuente (apta
para horno) a la que habremos puesto un poco de mantequilla en el fondo para que no se
peguen los canelones.
Cuando estén todos los canelones en la fuente cubre con la bechamel y añade por encima
un poco de queso rallado. Mete en el horno precalentado a 190-200 ºc y con el gratinador
encendido.
Deja unos 10 minutos en el horno y cuando la bechamel y el queso estén bien gratinados
saca los canelones con cuidado de no quemarte y sirve.