Las fracturas de meseta tibial son más comunes en hombres entre 30-70 años. Pueden ocurrir por traumatismos de baja o alta energía. Existen varias clasificaciones como la AO/ASIF y Schatzker que dividen las fracturas en extraarticulares, parcialmente articulares y completamente articulares. El tratamiento depende de factores como la estabilidad, compromiso vascular y grado de desplazamiento óseo. Las complicaciones incluyen rigidez articular, desviaciones angulares, artrosis y problemas neurovasculares.