La autora reflexiona sobre su propia inteligencia, la cual define como la capacidad de resolver problemas en la vida diaria a través del pensamiento. Ella se considera inteligente porque puede pensar, analizar, evaluar y resolver problemas. Para pensar de manera efectiva, necesita estar sola y relajada, sin distracciones, y enfocarse en una sola cosa a la vez. Pone en práctica habilidades como la atención, el análisis, la memoria y el razonamiento.