El documento proporciona información sobre el oso frontino (Tremarctos ornatus), incluyendo su descripción física, hábitat, dieta, distribución geográfica y estado de conservación. El oso frontino se encuentra en los Andes de Venezuela hasta el noroeste de Argentina y se estima que la población nacional es de entre 1140 y 1578 individuos. La especie se considera En Peligro en Venezuela y Vulnerable según la UICN debido principalmente a la cacería ilegal.
Contaminacion Rio Mantaro y propuesta de soluciones
Oso frintino.pdf
1. Oso Frontino
Tremarctos ornatus (F. Cuvier, 1825)
Alumno:
Luis Lugo
UNIVERSIDAD CENTRAL DE VENEZUELA
FACULTAD DE AGRONOMÍA
DEPARTAMENTO DE ZOOLOGÍA AGRÍCOLA
CÁTEDRA: CONSERVACIÓN DE LA DIVERSIDAD BIOLÓGICA
Especie
Amenazada
Maracay, 11 de Febrero de 2023
2. Longevidad: Hasta 35 años (en cautiverio).
01
Mide entre 1,12 y 2,22 m de alto
y pesa entre 60 y 170 kg
02
Ojos pequeños y generalmente de color
marrón. La visión es relativamente
limitada
03
hocico corto. Razón de agruparlo en la
subfamilia Úrsidos denominada
Tremarctinae.
05
Es una especie omnívora, las palmas,
bromelias y frutas son sus alimentos más
comunes; oportunista proteína animal
04
(Torres et al. 2015)
Se distribuye en la
cordillera de los Andes abarcando
Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú,
Bolivia y el noroeste de Argentina.
En Venezuela, se encuentra en la sierra de
Perijá, el macizo de El Tamá y la cordillera de
Mérida en los estados Apure, Barinas, Lara,
Mérida, Portuguesa, Táchira, Trujillo y Zulia
Manchas blanco-amarillentas que
posee en el pecho y garganta, bordean
el hocico y se extienden a los ojos
05
Se estima una población de entre 1140
y 1578 individuos a nivel nacional
3. 2018 2019 2020
Estado de conservación en Venezuela
“Libro Rojo Fauna Venezolana”
Categoría: “En Peligro”
Criterio: C2a(i)
Según la UICN:
Categoría: “Vulnerable"
Criterio: A3c+4c
Se presume que la cacería ha ocasionado una
reducción poblacional significativa a pesar de no
haber un registro sistemático. Un análisis de
reportes históricos indica que en la cordillera de
Mérida y el macizo de El Tamá, el mayor riesgo
de cacería se concentra al sur abarcando los
parques nacionales Tapo-Caparo, Tamá y
Chorro del Indio. La información que se
tiene sobre caza en la sierra de Perijá es
casi inexistente
(Rodríguez et al. 2015)