Este documento trata sobre diferentes tipos de adicciones como el alcoholismo, tabaquismo, drogadicción, juego, trabajo, sexo y comida. Explica que las adicciones son un síndrome con signos y síntomas característicos que tienen orígenes multifactoriales incluyendo factores biológicos, genéticos, psicológicos y sociales. También describe los síntomas específicos de cada adicción como la pérdida de control, negación, uso a pesar del daño y cambios neuroquímicos.
2. Las adicciones son un síndrome constituido por un conjunto de signos y síntomas
característicos. El origen de las mismas es multifactorial, entre los que podemos mencionar
factores biológicos, genéticos, psicológicos y sociales.
Algunos síntomas característicos de las adicciones son:
Daño o deterioro progresivo de la calidad de vida de la persona, debido a las
consecuencias negativas de la práctica de la conducta adictiva.
Pérdida de control caracterizada por la práctica compulsiva de la conducta adictiva.
Negación o auto engaño que se presenta como una dificultad para percibir la relación
entre la conducta adictiva y el deterioro personal.
Uso a pesar del daño, lo cual se manifiesta como la práctica continuada de la conducta
adictiva. Este daño es tanto para la persona como para los familiares.
Estudios demuestran que existen cambios neuroquímicos involucrados en las personas con
desordenes adictivos y que además es posible que exista predisposición biogenética a
desarrollar estas enfermedades.
Puede desarrollarse adicciones tanto a sustancias psicotrópicas como a actividades y hasta
relaciones. Algunos casos de adicciones que podemos
mencionar son:
Sustancias psicotrópicas, como el alcohol, la nicotina y
diferentes tipos de drogas
Juegos de azar
Comidas o componentes comestibles
Sexo
Trabajo
Relaciones interpersonales, por ejemplo una
pareja.
La naturaleza exacta de las adicciones continua siendo
motivo de análisis científicos y cada día se hacen
descubrimientos que nos facilitan la comprensión de
este fenómeno, que afecta a miles de personas a nivel
mundial. En este trabajo nos ocuparemos de tratar ciertas adicciones y no todas, dada la
complejidad de tema. Las dependencias a tratar serán:
Drogadicción: los diferentes tipos de drogas y los efectos y consecuencias de las
mismas.
Alcoholismo
Tabaquismo.
3. ALCOHOLISMO
El alcoholismo es una dependencia con características de adicción a las bebidas alcohólicas.
Consiste en el consumo abusivo de bebidas alcohólicas con dependencia de las mismas. Esta
dependencia del alcohol produce al individuo problemas físicos y mentales así como en el
panorama familiar y laboral. Al igual que la drogadicción, el alcoholismo tiene dependencias
físicas y psíquicas, las cuales se presentan y afectan al
individuo de la misma manera que las drogas. El
consumo de alcohol produce dos tipos de
intoxicaciones:
Aguda: ingesta de gran cantidad de alcohol.
Crónica: ingesta de una gran cantidad de alcohol de forma prolongada. En la
actualidad existen multitud de asociaciones en toda España que ayudan a este tipo de
personas. Entre ellas destaca principalmente Alcohólicos Anónimos
4. HIPERSEXUALIDAD O ADICCION
AL SEXO
La hipersexualidad o adicción al sexo es el deseo de mantener un nivel de comportamiento
sexual humano lo suficientemente alto como para ser considerado clínicamente significativo.
Se tiene una necesidad incontrolable por sexo de todo tipo, desde relaciones sexuales con
otras personas hasta masturbación o consumo de pornografía.
La hipersexualidad se caracteriza por una frecuente estimulación genital que, una vez
alcanzada, puede no resultar en la satisfacción emocional (o sexual) a largo plazo del individuo.
En cambio, va acompañada en ocasiones de sentimientos de malestar y culpa. Se piensa que
esta insatisfacción es la que alienta la elevada
frecuencia de estimulación sexual, así como
síntomas psicológicos y neurológicos
adicionales.
El concepto de hipersexualidad sustituye los
antiguos conceptos de ninfomanía (furor
uterino) y satiriasis. La ninfomanía se
consideraba como un desorden psicológico
exclusivamente femenino caracterizado por
una libido muy activa y una obsesión con el
sexo. En los hombres el desorden era llamado
satiriasis. Actualmente, los términos
"ninfomanía" y "satiriasis" no aparecen listados como desórdenes específicos en el DSM-IV,
aunque permanecen como parte del CIE-10.
El umbral para lo que constituye la hipersexualidad está sujeto al debate, y los críticos
preguntan si puede existir un umbral diagnóstico. El deseo sexual varía considerablemente en
los humanos; lo que una persona consideraría como deseo sexual normal podría ser entendido
por otros como excesivos y por otros como bajo.
5. El consenso entre aquellos que consideran la hipersexualidad como un desorden es que el
umbral se alcanza cuando el comportamiento causa incomodidad o impide el funcionamiento
social. Los hipersexuales pueden tener problemas laborales, familiares, económicos y sociales.
Su deseo sexual les obliga a acudir frecuentemente a prostíbulos, comprar artículos
pornográficos, realizar con frecuencia llamadas a líneas eróticas y mantener relaciones
sexuales con desconocidos, haciendo que su vida gire en torno al sexo.
La hipersexualidad puede expresarse también en aquellos con desórdenes bipolares durante
periodos de manía. Personas que sufren de desorden bipolar pueden presentar
continuamente enormes oscilaciones en el libido, dependiendo de su estado de ánimo.
Algunas veces esta necesidad psicológica de actividad sexual es mucho más alta de lo que ellos
reconocen como normal, y a veces está muy por debajo de ello.
La hipersexualidad es una de las dependencias menos conocidas y visibles, puesto que las
personas que lo padecen suelen mantenerlo oculto y disimularlo, sobre todo con las personas
conocidas (con las que se muestran incluso como tímidos). Se estima que hasta el 6% de la
población lo padece, y que sólo el 2% de los afectados son mujeres. Tiene tratamiento siempre
y cuando la persona que lo padece sea capaz de reconocerlo.
6. ADICCION AL TRABAJO
Los “adictos al trabajo” o
workaholics–término que nace en
Estados Unidos a partir de su
asociación con el término alcoholic-
son personas que utilizan su empleo
como una manera de escapar de lo
temido y transforman su casa en otra
oficina.
A diferencia de otras dependencias,
la adicción al trabajo logra un consenso familiar y social que –de alguna manera- parece
disculpar o por lo menos encubrir esta alteración.
“El trabajo está valorado y supone sacrificio generoso y altruista para la subsistencia y
progreso familiar. La presión social para conseguir el éxito, el exceso de ambición y la
incapacidad para establecer un orden de prioridades entre sus obligaciones laborales son
algunas de las principales causas que -sumadas a conflictos afectivos familiares o de pareja-
determinan la aparición de esta patología”, explicó el doctor Jorge Franco, jefe de Consultorios
Externos del Departamento de Salud Mental del Hospital de Clínicas.
La adicción al trabajo como patología comienza a ser estudiada a partir de los años ochenta
con el advenimiento de los yuppies. Un antecedente de esta enfermedad es el síndrome de
Karoshi(o síndrome de Fatiga Crónica). La muerte por Karoshi es repentina y sobreviene como
consecuencia de una hemorragia cerebral o insuficiencia cardíaca o respiratoria debido al
exceso de fatiga que produce hipertensión.
Si bien los psicólogos y estudiosos de las relaciones del trabajo indican que este tipo de
compulsión afecta indistintamente a hombres y mujeres, se cree que la mujer logra escapar de
esta trampa por su inclinación natural al cuidado de los hijos y la familia.
El perfil del adicto al trabajo es el de un profesional liberal muy perfeccionista, de alto rango y
afán de éxito. Se trata de una persona ambiciosa e individualista, con grandes dificultades para
trabajar en colaboración con otros. La edad promedio de quienes sufren esta alteración va
7. desde los 35 a 40 años y se ubica especialmente en la clase media–alta. Afecta a hombres de
negocios, médicos, abogados y economistas.
“El paciente no se reconoce como un enfermo, evita problemas afectivos con actividad
compulsiva y tiene una sensación permanente de urgencia”, detalló el doctor Franco entre las
características principales de quienes padecen estas conductas adictivas.
“No necesariamente tiene que existir una motivación económica para transformarse en un
trabajador compulsivo. Las personas que sufren esta alteración suelen tener dificultades para
querer y ser queridos, los aterra el tiempo libre, y cuando lo tienen se deprimen”, afirmó el
especialista y destacó la importancia de una consulta a tiempo: “Una vez detectados los
síntomas, debe realizarse una entrevista para determinar el seguimiento psicológico
adecuado”.
8. ADICCION A LA COMIDA
Adicción a la Comida -— ¿Eres un Adicto a la Comida? Adicción a la comida es un término
contemporáneo usado para describir un trastorno patológico; el deseo compulsivo excesivo
por y el consumo de comida. Esta condición no solo se manifiesta por el consumo anormal de
comida, sino por el consumo y deseo de alimentos que son, por sí mismos, dañinos para el
individuo. Aunque la sociedad y la clase médica han
comprendido eficientemente el alcoholismo y el abuso
de drogas, solo en años recientes hay igual aceptación al
hecho de que las personas puedan ser adictas a la
comida de la misma manera. Cuando cualquier
sustancia es ingerida por el cuerpo sin importar su
potencial daño o el exceso de necesidad que el cuerpo
tiene por ella, se dice que esa sustancia es abusada. Los
individuos que abusan de estas sustancias de esa forma,
son adictos. Estas personas se vuelven psicológicamente
y mentalmente dependientes de ciertas sustancias, en
este caso la comida.
Uno solo necesita responder unas pocas preguntas para determinar su adicción:
¿Comes cuando no tienes hambre o cuando te sientes triste o deprimido?
¿Comes en secreto o comes de manera diferente cuando estas solo que cuando estás
en frente de otros?
¿Consumes cantidades inusuales de comida y luego te purgas con vómito o laxantes
para deshacerte del exceso?
¿Hay alimentos que son dañinos para ti, pero los comes de todas formas?
¿Te sientes culpable luego de haber comido?
Si puedes responder afirmativamente a cualquiera de estas preguntas es muy probable que
seas adicto a la comida.
Adicción a la Comida—Cauas y Manifestaciones
La adición a la comida, como cualquier otra adicción, es una pérdida de control. El individuo
entiende que su manera de comer es dañina, pero continúa con el comportamiento
destructivo. El fenómeno de la adicción a la comida es tanto psicológico como fisiológico.
Muchos individuos tienen lo que puede ser denominado como “alergias alimenticias”. Estas
son comidas que cuando se ingieren provocan síntomas negativos y cambios en el cuerpo,
pero al mismo tiempo provocan deseos. Por ejemplo, el individuo diabético, podría
9. “enfermarse” por el consumo de azúcar, pero seguirá deseándola y comiéndola en exceso, con
efectos adversos. Los estudios continúan observando ciertas proteínas en la leche y el trigo
que cuando se ingieren producen efectos similares a los de los narcóticos. Estos químicos
imitan los supresores del dolor naturales, endorfinas, y que han sido llamadas “exorfinas”. Es
posible que los individuos que padecen depresión, baja-autoestima o soledad; encuentren
alivio cuando ingieren una alta cantidad de ciertos alimentos tales como la sal o el chocolate.
El inmediato bienestar desaparece dando paso a una sensación de enfermedad o de culpa,
conduciendo a más depresión. Debido a que el adicto está fuera de control, volverá una vez
más al mismo patrón de alimentación en un esfuerzo, consciente o inconsciente, por sentirse
mejor.
Los adictos a la comida provienen por igual de todas las edades, razas y géneros. Estos pueden
tener sobrepeso, bajo peso y algunos peso normal. Todos ellos están unidos por su obsesión
con la comida. Los individuos obesos sufren humillación debido al exceso de peso; pueden ser
aletargados y sedentarios, incapaces de de moverse con libertad. Las personas con bajo peso
pueden ser
bulímicas; aunque
comen
obsesivamente,
están tan
temerosas de
padecer sobrepeso
que se inducen al
vómito, toman
laxantes o ejercitan
compulsivamente
para evitar ganar
peso. También
podrían alternar
con periodos de
anorexia,
absteniéndose de
los alimentos con el fin de controlar su peso, pensando constantemente en qué comer y en
cuánto pesan. El tema de los alimentos es una miseria para estas personas; cuentan calorías
compulsivamente, comiendo sin disfrutarlo. Adicción a la Comida — ¿Hay esperanza de
recuperación?
La adicción a la comida es una condición seria con muchos efectos adversos para la salud.
Obesidad, trastornos psicológicos, diabetes y unas pocas anomalías gástricas.
Por supuesto, el primer paso para la recuperación es la concientización y aceptación del
problema. Médicamente, los individuos deben identificar cuales alimentos —los alimentos
detonadores— provocan los síntomas y deseos.