3. Es una pregunta
que se anticipa a
cualquier
situación de
compromiso.
La respuesta a
esta indagación
nos permite el
acto
comprometido,
que empieza a
develarse en
curiosidad.
5. Estando en el mundo,
saberse en este estar
en el mundo
6. Reflexión
sobre sí
Su estar en el
mundo se
reduce a no
poder
trascender los
límites que le
son impuestos
por el mismo
mundo.
7. Solamente un ser que es
capaz de emerger de su
contexto, de «alejarse» de
él para quedar con él;
capaz de admirarlo para,
objetivándolo,
transformarlo, y
transformándolo, saberse
transformado de su propia
creación; un ser que es y
está siendo en el tiempo
que es suyo, un ser
histórico, solamente éste
es capaz, por todo esto, de
comprometerse.
10. Sí la realidad
creada por los
hombres, les
dificulta,
objetivamente, su
actuar y pensar
auténticos, ¿cómo
pueden, entonces,
transformarla para
que puedan pensar
y actuar
verdaderamente?
11. Se puede pensar
• Es que, en este juego interactivo, del actuar
pensar-mundo, si, en un momento dado la
experiencia histórica de los hombres, los
obstáculos o su auténtico actuar y pensar, no
son visualizados, en otros, estos obstáculos
pasan a ser sentidos para, finalmente, de ellos
ganar hombres su razón.
• Los hombres alcanzan esta razón de los
obstáculos en la medida en que su acción es
frenada.
• Es actuando o no pudiendo actuar como se les
aclaran los obstáculos a la acción, que no se
dicotomiza de la reflexión
12. Obstaculizados en su
actuar y en su reflexionar,
los hombres se encuentran
hondamente heridos en sí
mismos, como seres de
compromiso.
Compromiso en el
mundo, que debe ser
humanizado para la
humanización de los
hombres,
responsabilidad con
éstos, con la historia.
Este compromiso con la humanización
del hombre, que implica una
responsabilidad histórica, no puede
realizarse a través de la palabrería ni de
ninguna otra forma de huir del mundo,
de la realidad concreta, donde se
encuentran los hombres concretos.
13. El compromiso, como propio de la
existencia humana, sólo existe en
el engarzamiento en la realidad, de
cuyas «aguas» los hombres
verdaderamente comprometidos
quedan «mojados», empapados
Al existenciarlo, en un
acto que necesariamente
es valiente, decidido y
consciente, los hombres
ya no se dicen neutros.
La neutralidad frente al
mundo, frente a lo histórico,
frente a los valores, refleja
simplemente el miedo que
tiene uno de revelar su
compromiso
18. El problema:
• Las
manifestaciones de
alienación..
• Deformados por su
acriticidad, no son
capaces de ver al
hombre en su
totalidad, en su
quehacer-acciónreflexión que se da
siempre en y sobre
el mundo.
• Hombre-olla