1. UNIVERSIDAD TÉCNICA DE MANABÍ
FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD
ESCUELA DE ENFERMERÍA
ENFERMERÍA BÁSICA II
TEMA:
ACCESO INTRAVENOS CON AGUJA
DOCENTE:
MG. ELIZABETH MERA MARTINEZ
INTEGRANTES:
ALCÍVAR PONCE MARÍA KARINA
BAQUE MERO STALIN FERNANDO
CANO POZO JOHANA LICETH
MENDOZA ALARCÓN JOEL ADRIÁN
MENDOZA CASTILLO RAÚL ANDRÉS
MENDOZA CEDEÑO MAHOLY MONSERRATE
MENDOZA MERO DIANA LICETH
NAVARRETE CEVALLOS KAROL JELITZA
Mendoza RIVADENEIRA JENNIFER
CURSO:
“A”
FECHA DE ENTREGA:
19/12/16
PERIODO:
OCTUBRE 2016 - FEBRERO 2017
2. UNIVERSIDAD TÉCNICA DE MANABÍ
FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD
ESCUELA DE ENFERMERÍA
ENFERMERÍA BÁSICA II
TEMA:
ACCESO INTRAVENOS CON AGUJA
DOCENTE:
MG. ELIZABETH MERA MARTINEZ
INTEGRANTES:
ALCÍVAR PONCE MARÍA KARINA
BAQUE MERO STALIN FERNANDO
CANO POZO JOHANA LICETH
MENDOZA ALARCÓN JOEL ADRIÁN
MENDOZA CASTILLO RAÚL ANDRÉS
MENDOZA CEDEÑO MAHOLY MONSERRATE
MENDOZA MERO DIANA LICETH
NAVARRETE CEVALLOS KAROL JELITZA
Mendoza RIVADENEIRA JENNIFER
CURSO:
“A”
FECHA DE ENTREGA:
19/12/16
PERIODO:
OCTUBRE 2016 - FEBRERO 2017
3. ACCESO INTRAVENOS CON AGUJA
CONCEPTO
Técnica que consiste en llegar hasta el interior de una determinada vena atravesando
los tejidos con una aguja para realizar un procedimiento diagnóstico o terapéutico.
OBJETIVOS
Acceder al interior de una determinada vena, tanto para la extracción de sangre como
para la administración de medicamentos por esta vía.
CONTRAINDICACIONES Y PRECAUCIONES
Se debe obtener del paciente la información acerca de su estado de salud,
alergias y tratamientos que está recibiendo que pudieran contraindicar la técnica.
Se hará previamente una inspección y palpación de la piel de la zona que cubre
la vena en busca de hematomas, induraciones, quemaduras o signos de infección
que la excluirían como opción para el pinchazo. Está contraindicado el uso de
venas con infección, infiltración o trombosis.
Nunca se utilizará un miembro en el que existan problemas de drenaje linfático,
como ocurre en mastectomías, puesto que es más probable la existencia de
edema que dificultará la técnica, además de ser un miembro predispuesto a la
infección.
En la elección del punto donde se va a realizar el acceso hay que intentar que sea
lo más distal posible al corazón ya que, si la vena se rompiera en ese punto,
podría usarse alternativamente otro más proximal en el que seguiría siendo
viable.
4. Se prefieren las venos de las extremidades superiores porque son menos
propensas a dar problemas vasculares y son más cómodas para el paciente.
En pacientes agitados o confusos se contará con la colaboración de un ayudante
que inmovilice la extremidad.
Al retirar la aguja nunca se presionará con el algodón antes de haberla extraído
de la vena del paciente, ya que se podría dañar el endotelio venoso.
Precauciones respecto al compresor
El objetivo del compresor es interrumpir el retorno venoso y con ello lograr la
repleción de las venas, pero no interrumpir el flujo arterial; por lo tanto, una vez
puesto, se palpará el pulso distal por debajo del mismo para verificar que está
presente.
La distancia del compresor al punto de punción debe ser de 10 cm,
aproximadamente.
Si se trata de un compresor elástico, nunca se anudará, simplemente se pasará un
extremo sobre el otro, para facilitar su posterior retirada con una sola mano.
No mantener puesto el compresor más de tres minutos.
INFORMACIÓN AL PACIENTE
Se le informará detalladamente de la técnica que se le va a hacer, por qué se va a
llevar a cabo y las precauciones posteriores que debe tener.
Se le advertirá de la sensación de dolor o escozor que puede experimentar a la
hora de realizar la punción.
Se le comunicará que durante la técnica ha de mantener la extremidad inmóvil.
Se le explicarán las posibles zonas para llevar cabo la técnica con el fin de que el
también participe en la elección de la que le resulte más cómoda; normalmente,
5. si se elige uno de los miembros superiores, es aconsejable efectuar la técnica en
el no dominante, ya que producirá menos molestias al paciente.
PREPARACIÓN
Del material
Prescripción médica firmada.
Guantes de un solo uso no estériles.
Jeringa y aguja intravenosa.
Compresor de goma (torniquete).
Algodón y antiséptico.
Gasas estériles para el apósito, esparadrapo hipoalergénico.
Contenedor para el desecho de material punzante.
Del paciente
Se promoverá su intimidad.
Elegir la vena para la punción. Las de elección, por orden de preferencia para
llevar a cabo la técnica, son:
Antebrazo (preferible la zona inferior):
- Vena cefálica antebraquial.
- Vena basílica antebraquial.
Dorso de la mano: venas de esta zona.
Fosa antecubital:
- Vena mediana del codo.
- Vena cefálica.
- Vena basílica.
6. Brazo:
- Vena cefálica.
- Vena basílica.
Venas de miembros inferiores (si las anteriores no fuesen adecuadas):
- Vena del dorso del pie.
- Vena safena interna.
Situar al paciente en la posición más adecuada, que es o bien decúbito supino o
bien sentado. En ambos casos hay que colocar la extremidad extendida y
apoyada sobre una superficie plana.
REALIZACION DEL PROCEDIMIENTO
Lavarse las manos y ponerse los guantes.
Dar al paciente la información pertinente.
Preparar el entorno preservando lo intimidad.
Elegir la zona de punción y colocar al paciente en la posición adecuada. Para
elegir la zona de punción puede ser necesario colocar el compresor en los
distintos miembros para ver cuál presenta las venas más idóneas para la técnica.
Una vez elegida la zona, reubicar el compresor para dejarlo unos 10 cm por
cadera del punto escogido para la punción.
Intentar que el paciente se relaje e insistirle en que no mueva el miembro en el
que se le va a pinchar.
Pedirle que abra y cierre la mono varias veces para una mejor repleción venosa.
Otras medidas para lograrlo son: colocar la extremidad en declive varios
segundos, friccionar el trayecto de la vena de distal a proximal, aplicar calor a la
extremidad y dar golpes suaves con el dedo sobre la vena (favorece la dilatación
venosa).
7. Desinfectar la zona de punción.
Palpar el trayecto de la vena de 2 a 3 cm por debajo del punto de punción con el
segundo y tercer dedo de la mano no dominante y fijar con ellos, o con el primer
dedo, la piel para facilitar el acceso.
Introducir la aguja conectada a la jeringa, con un movimiento suave y seguro, de
3 a 5 mm en la dirección del flujo sanguíneo, en un ángulo de entre 15 y 30o con
la piel y siempre con el bisel hacia arriba.
Aspirar ahora suavemente para constatar que se ha realizado el acceso
correctamente, ya que se llenará la jeringo de sangre.
Si el objetivo del acceso es la extracción de sangre, se seguirá aspirando hasta
obtener el volumen deseado y posteriormente se retirará el compresor con la
mano no dominante.
Si el objetivo del acceso es administrar un fármaco, se quitará el compresor
antes de introducir la medicación.
Para extraer la aguja, con la mano no dominante, colocar el algodón impregnado
en antiséptico sobre la misma, sin hacer presión, y retirar ésta de la vena con un
movimiento firme y seguro; inmediatamente después, presionar con el algodón
entre tres y cinco minutos hasta verificar que cesa el sangrado.
Dejar puesto un pequeño apósito con una gasa estéril sujeta con esparadrapo.
Una vez retirada la aguja del paciente, sin reencapsular, depositarla en el
contenedor de desechos punzantes.
Recoger y desechar el resto del material utilizado.
Quitarse los guantes.
Lavarse las manos.
Dejar todo reflejado en la hoja de enfermería.
8. POSIBLES COMPLICACIONES
El paciente se mueve durante el procedimiento: se tendría que aspirar de nuevo
para cerciorarse de que con el movimiento no se ha perdido la luz del vaso
sanguíneo.
Reacción vagal por el dolor o por la impresión de ver la sangre: si fuese
necesario, se abandonaría lo técnica y se colocaría al paciente en posición de
Trendelemburg.
Sangrado en la zona de punción: puede ocurrir, sobre todo en pacientes tratados
con anticoagulantes, que tarde más en realizarse la hemostasia. Lo único que hay
que hacer es aumentar el tiempo de presión sobre la zona hasta verificar el cese
del sangrado.
CUIDADOS POSTERIORES
Valorar el estado del paciente durante y al acabar la técnica, por si pudiese
aparecer alguna reacción inesperada, como podría ser una alérgica o vagal.
Informarle de las reacciones posteriores que puede experimentar, por ejemplo, el
dolor que notará en la zona de punción.
Instruirle para que sea él mismo el que se realice la presión sobre el punto de
punción.
Dejar todo reflejado en la hoja de enfermería.
ACCIONES RAZÓN CIENTÍFICA
9. Lavado de manos y puesta de guantes Evita infecciones cruzadas.
Dar al paciente la información pertinente.
El paciente sabrá lo que se le va a realizar
y podrá colaborar facilitando la técnica.
Elegir la zona de punción y situar al
paciente en la posición adecuada. Para
elegir la zona de punción puede ser
necesario colocar el compresor en los
distintos miembros.
Para ver cuál presenta las venas más
idóneas para la técnica.
Una vez elegida la zona se reubicará el
compresor para dejarlo unos 10 cm por
encima del punto elegido para la punción.
Esto ayudara a que las venas se dilaten y
sean más notorias.
Intentar que el paciente se relaje e
insistirle en que no mueva el miembro en
el que se va a pinchar.
Para evitar la rompimiento de la vena en
la que se va a realizar el procedimiento.
Pedirle que abra y cierre la mano varias
veces.
Esto favorece la dilatación venosa.
Desinfectar la zona de punción. Evita la colonización de microorganismos.
Palpar el trayecto de la vena de 2 a 3 cm
por debajo del punto de punción con el
segundo y el tercer dedo de la mano no
dominante y fijar con ellos, o con el
primero, la piel
Esto facilitara la introducción de la aguja
y evitará que la piel se recoja.
Introducir la aguja, con un movimiento
suave y seguro en la dirección del flujo
sanguíneo. El ángulo ha de ser de entre
15° y 30° con la piel y siempre con el
bisel hacia arriba.
Colocando de manera suave y con el
ángulo correcto nos aseguraremos de no
perforar la vena.
10. Aspirar suavemente para constatar que se
ha realizado el acceso correctamente, ya
que se llenará la jeringo de sangre. Para verificar que está en la luz de la vena
Una vez realizado el acceso, con la mano
no dominante se retirará el compresor.
Retirar el compresor.
Extraer la aguja
Con la mano no dominante, colocar el
algodón impregnado en antiséptico sobre
la misma, sin hacer presión, y retirar ésta
de la vena con un movimiento firme y
seguro; inmediatamente después,
presionar con el algodón entre tres y cinco
minutos hasta verificar que cesa el
sangrado.
Y dejar puesto un pequeño apósito con
una gasa estéril sujeta con esparadrapo
Una vez retirada la aguja del paciente,
sin reencapsular, depositarla en el
contenedor de desechos punzantes.
Evita el riesgo de infecciones.
Recoger y desechar el resto del material
usado.
Para optimizar el tiempo utilizado en el
procedimiento.
Lavarse las manos.
El lavado de manos es una técnica de
asepsia que se realizará antes y después de
cada procedimiento.
Dejar todo reflejado en la hoja de
enfermería.
·
Para dejar constancia de todo lo que se
realizó al paciente.
11. GLOSARIO
Induraciones.- Corresponde al término que se emplea para calificar un
endurecimiento o espesamiento de un tejido orgánico
Trombosis.- Formación de un coágulo de sangre en el interior de un vaso sanguíneo.
Drenaje linfático.- Es un masaje suave que favorece la mejora de la circulación y
evita que la linfa se acumule.
Mastectomías.- Es una cirugía para extirpar un seno.
Tromboflebitis.- Inflamación de una vena que va acompañada de la formación de un
trombo sanguíneo en su interior.
Fluidoterapia.- Es la administración parenteral de líquidos y electrolitos, con el
objeto de mantener o restablecer la homeostasis corporal.
12. BIBLIOGRAFÍA:
GONZALES, Inés y HERRERO, Angustia: Manual de Enfermería Técnicas y
Procedimientos. Edit.: BarcelBaires. China 2013.Pag.41-45.
13. UNIVERSIDAD TECNICA DE MANABI
ESCUELA DE ENFERMERIA
FACULTAD CIENCIAS DE LA SALUD
EVIDENCIAS SOBRE CONSULTA BIBLIOGRAFICA PARA LA
EXPOSICION DE “ACCESO INTRAVENOSO CON AGUJA Y
ACCESO INTTRAVENOSO CON CATETER”.