1. Oración para pedir sabiduría
Oración por inteligencia
Oración por entendimiento
Oración por conocimiento
Oración por ciencia
Ventajas de la sabiduría
Proverbios 2
“Hijo mío, si haces tuyas mis palabras y atesoras mis mandamientos; si tu
oído inclinas hacia la sabiduría y de corazón te entregas a la inteligencia; si llamas
a la inteligencia y pides discernimiento; si la buscas como a la plata, como a un
tesoro escondido, entonces comprenderás el temor del Señor y hallarás el
conocimiento de Dios. Porque el Señor da la sabiduría; conocimiento y ciencia
brotan de sus labios. Él reserva su ayuda para la gente íntegra y protege a los de
conducta intachable. Él cuida el sendero de los justos y protege el camino de sus
fieles. Entonces comprenderás la justicia y el derecho, la equidad y todo buen
camino; la sabiduría vendrá a tu corazón, y el conocimiento te endulzará la vida.
La discreción te cuidará, la inteligencia te protegerá. La sabiduría te librará del
camino de los malvados, de los que profieren palabras perversas, de los que se
apartan del camino recto para andar por sendas tenebrosas, de los que se
complacen en hacer lo malo y festejan la perversidad, de los que andan por
caminos torcidos y por sendas extraviadas; te librará de la mujer ajena, de la
extraña de palabras seductoras que, olvidándose de su pacto con Dios, abandona
al compañero de su juventud. Ciertamente su casa conduce a la muerte; sus
sendas llevan al reino de las sombras. El que se enreda con ella no vuelve jamás,
ni alcanza los senderos de la vida. Así andarás por el camino de los buenos y
seguirás la senda de los justos. Pues los íntegros, los perfectos, habitarán la tierra
y permanecerán en ella. Pero los malvados, los impíos, serán desarraigados y
expulsados de la tierra”.
2. Salmos 119:96-103 (Nueva Versión Internacional)
“¡He visto que aun la perfección tiene sus límites; sólo tus mandamientos
son infinitos! ¡Cuánto amo yo tu ley! Todo el día medito en ella. Tus
mandamientos me hacen más sabio que mis enemigos porque me pertenecen
para siempre. Tengo más discernimiento que todos mis maestros porque medito
en tus estatutos. Tengo más entendimiento que los ancianos porque obedezco
tus preceptos. Aparto mis pies de toda mala senda para cumplir con tu palabra.
No me desvío de tus juicios porque tú mismo me instruyes. ¡Cuán dulces son a mi
paladar tus palabras! ¡Son más dulces que la miel a mi boca!”
Confesión de fe
Señor Jesús yo creo firmemente que tu eres el Hijo de Dios. Tu eres el
Cristo, el Mesías que vino a deshacer toda obra del diablo, toda obra de maldad.
Diste tu vida en la cruz por mis pecados y resucitaste de entre los muertos. Padre
te confieso todos mis pecados, confieso haber andado por malos caminos,
haciendo lo que me gusta, confieso no haberte obedecido y pido perdón y me
vuelvo a ti en arrepentimiento. Lávame, limpia mi conciencia con tu sangre.
Creo que tu sangre me limpia ahora de toda maldad, de todo pecado. Te
pido que te quedes conmigo, en mi corazón y seas dueño y Señor de mi vida. Te
confieso como mi único y verdadero Dios. Apártame para servirte, amarte,
obedecerte. Dedico y consagro a TI mi vida. Gracias por redimirme, por
limpiarme, por justificarme y santificarme, muchas gracias. TE AMO PADRE
SANTO. Amén.
Tomar toda la armadura de Dios
Tomo ahora el Yelmo de Salvación, calzo mis pies con el apresto del
Evangelio de la paz, me ciño el cinto de la verdad, tomo la Coraza de Justicia, y
tomo el Escudo de la fe, y la espada del Espíritu con que voy a apagar todos los
dardos de fuego del maligno. (Efesios 6:10-18).
Oración: Padre Santo, yo hago mías tus palabras y atesoro cada uno de tus
mandamientos. Tu ley es sumamente deleitosa para mí. Mi oído ahora se inclina a
3. la sabiduría y de corazón me entrego a la inteligencia, ahora en este mismo
momento me entrego a la inteligencia. Me ato a la inteligencia, al entendimiento,
a la ciencia, a la sabiduría y al conocimiento. Llamo, invoco ahora a la sabiduría y
la inteligencia, lleguen a mí ser, a mi mente, lleguen y me saquen de todo
estancamiento, atraso, bloqueo, postergación. Lleguen y me saquen del mal
camino, de las sendas injustas. Lleguen de los cielos ahora la sabiduría, la
inteligencia, la ciencia, el conocimiento y el discernimiento a mí en este
momento, las arrebato, las tomo por FE, me aferro a la sabiduría, a la inteligencia,
a la ciencia, al conocimiento y al discernimiento y declaro que se desarrollan tanto
en mi, que me hacen madurar, me dan equilibrio, me dan sensatez.
Ahora comprendo el temor del Señor y hallo el conocimiento de Dios.
Ahora comprendo la justicia y el derecho, la equidad y todo buen camino. La
sabiduría viene a mi corazón, y el conocimiento me endulza la vida. La discreción
me cuidará, la inteligencia me protegerá.
La sabiduría me librará del camino de los malvados, de los que profieren
palabras perversas, de los que se apartan del camino recto para andar por sendas
tenebrosas, en todo pecado de inmoralidad sexual, en todo tipo de pecado.
Entonces andaré por el camino de los buenos y seguiré la senda de los justos. Por
tanto habitare en paz en la tierra y permaneceré en ella y no seré desarraigado, ni
arrancado de ella. Gracias Padre Eterno, Santo, porque has escuchado mi oración
y ya me has respondido. Gracias porque todo lo recibo POR FE en el poderoso
nombre de Jesús.
EL GRAN obstáculo a las Oraciones
Antes de comenzar con cualquier tipo de oración en Guerra Espiritual, es
SUMAMENTE IMPORTANTE, que TODOS en la familia hagan un compromiso de no
hablar quejas, insultos, críticas, griterías, reclamos, derrota, amargura, sino que
CAMBIE el lenguaje familiar de maldición a BENDICION. Los pleitos, las griterías,
las contiendas, los desacuerdos y la intolerancia deben desaparecer PARA
SIEMPRE del hogar de lo contrario todo será un gran fracaso. De ahora en
adelante cambiara el lenguaje a lenguaje de BENDICION y se declarara la victoria
de Dios en el lenguaje cotidiano. Si el ambiente de pleito y contienda, y amargura
continúan en el hogar, DE NADA SERVIRAN LAS ORACIONES.
4. Tener un lenguaje negativo, pesimista o de maldición DESACTIVA las
oraciones de poder. Los cristianos que oran a Dios por una situación y declaran
victoria y luego más tarde expresan negativismo, amargura, pesimismo, derrota,
maldición, en su lenguaje cotidiano, NUNCA, verán contestadas sus oraciones, por
esto es que hay muchos cristianos que por años oran por una situación que nunca
se resuelve. El lenguaje que utilizamos para orar debe estar en CONCORDANCIA
con nuestro lenguaje cotidiano.