2. La piel es el órgano más
extenso de todo el cuerpo, nos
protege tanto de las agresiones
externas como de la pérdida de
agua interna. Hay muchos tipos
de piel, por eso cada tipo de piel
debe cuidarse de diferente
forma para estar sana. Para que
tu piel este bonita y sana, es
imprescindible cuidarla
adecuadamente.
3. Hay muchos factores que hacen que tu piel se
estropee con el tiempo, como por ejemplo el estrés, el
tabaco, una alimentación inadecuada, la polución,
etc…Estos efectos aceleran inevitablemente el
envejecimiento de la piel.
Para poder cuidarla adecuadamente es fundamental
conocer tu tipo de piel. Cada persona tiene un tipo de
piel diferente y cada una de ellas precisa un
tratamiento diferente para poder cuidarlas. Existen
cinco tipos de piel: normal, grasa, seca, mixta y
sensible. Cada una de ellas puede sufrir en mayor o
menor medida alguno de los problemas más
habituales en la piel.
4. La piel es el órgano más grande del cuerpo.
Sirve como una barrera protectora entre el
interior y el resto del mundo, ayuda a regular
la temperatura del cuerpo y actúa como un
filtro. La piel existe en un estado constante de
crecimiento, con células viejas que mueren a
medida que las nuevas se forman. Esta es
afectada por todos los aspectos de tu vida,
desde lo que se comes hasta donde vives. La
piel sana es más capaz de luchar contra los
signos del envejecimiento, sanar mucho más
rápido y evitar mejor cualquier enfermedad
potencial que la piel enferma.
6. Pieles Normales
Este es el tipo de piel que todas
desearíamos tener, ya que sin duda
es la piel perfecta. Se trata de una
piel tersa, suave, con brillo natural y
además se mantiene perfectamente
hidratada.
Esto no quiere decir que no precise
de nuestra atención, ya que necesita
unos cuidados básicos: limpieza,
tonificación, crema de día y crema
nutritiva por la noche.
7. PIELES SECAS
La piel seca se detecta por la falta de brillo, poros finos
y tiende a descamarse, a veces acompañándose de un
exceso de sensibilidad lo que puede llegar a producir el
enrojecimiento de la misma.
En este tipo de piel es más probable que aparezcan
arrugas prematuras puesto que no produce grasa
suficiente.
La piel mal hidratada tiende a irritarse con facilidad,
puesto que es más vulnerable. Para equilibrar la piel
seca podemos utilizar cremas hidratantes, que actúan
como una barrera protectora contra las agresiones de
los agentes externos, le devolverán su elasticidad y
evitarán la sensación de picor y tirantez tan
desagradable que se produce en las pieles mal
hidratadas.
8. También sirven para nutrirla y
activar las defensas naturales de la
piel. Hemos de tener en cuenta un
factor muy importante, nuestra
hidratación interna.
Beber mucho agua nos ayudara a
mantener una piel en buenas
condiciones. También resulta muy
recomendable realizar
periódicamente una exfoliación, ya
que la acumulación de células
muertas en la superficie de la piel,
impide una buena oxigenación e
influye negativamente en la
hidratación de nuestra piel.
9. Pieles grasas
La piel grasa se caracteriza por tener un tono brillante y
normalmente va acompañada de poros dilatados. En este tipo de piel
suelen aparecer espinillas y comedones si la producción de grasa es
excesiva y los cuidados son escasos o inadecuados.
Muchas mujeres piensan que las pieles grasas no precisan de
cuidados pero esta piel puede carecer de agua aunque produzca un
exceso de lípidos. Por lo tanto necesitan un tratamiento que les
proteja pero que a la vez les hidrate la piel, como los tratamientos
sebo-reguladores.
A diario es muy importante realizar una correcta limpieza de la piel
para eliminar restos de maquillaje, contaminación y exceso de
células muertas que pueden producirnos el tan odiado acné.
Las impurezas que aparecen son muchas veces una respuesta
reflejo de un desequilibrio interno como pueden ser problemas
dermatológicos, hormonales o alteraciones en el metabolismo
10. Una buena alimentación también es muy
importante, porque influye de forma
considerable en nuestra piel.
Para ayudar a combatir el molesto acné
se recomienda una alimentación rica en
verduras, cereales integrales, frutas y
legumbres, evitando los fritos y las grasas
saturadas.
Por otro lado hemos de cuidar mucho la
higiene para poder evitar en la medida de
lo posible el contacto con gérmenes. Las
pieles con acné mejoran con el efecto
beneficioso del sol, pero no debemos
engañarnos y hemos de tener en cuenta
proteger nuestra piel grasa del sol.
11. Pieles mixtas
La piel mixta combina distintos tipos de piel
según la zona de la cara. Generalmente
suele tener la zona T (frente, nariz y barbilla)
grasa, y el resto puede ser seca.
En el mercado existen productos específicos
para este tipo de piel, no obstante es
aconsejable tratar las distintas zonas por
separado.
Si las tratas por separado vas a
obtener mejores resultados aunque ello te
lleve invertir más tiempo en ello. Muchas
veces los productos específicos para pieles
mixtas pueden resultar incompatibles con las
zonas de tu cara más secas, que pueden
sufrir hipersensibilidad cutánea.
12. Pieles sensibles
Muchas personas tienen la piel sensible y en
muchos casos no la tratan adecuadamente.
Las pieles sensibles se detectan porque presentan
rojeces debido a la dilatación anormal en los vasos
capilares sanguíneos, lo que normalmente se
traduce en incómodos picores, tirantez y
descamación. La piel sensible es muy frágil y
vulnerable, los factores externos la atacan más que
al resto de pieles y si no la cuidamos
adecuadamente suele envejecer de forma
prematura. Por otro lado hemos de tener en cuenta
que se trata se una piel fina, transparente y muy
bella. Las pieles claras corren más riesgo de
padecer rojeces que las pieles morenas. Esto se
produce en todo tipo de pieles y en ambos sexos.
Pero las que más enrojecen son las secas.
13. Las pieles grasas también
pueden sufrir irritaciones y
enrojecimientos puesto que
utilizan productos
cosméticos para combatir
el exceso de sebo los
cuales eliminan poco a
poco la capa
protectora de la piel. Para
saber que tipo de piel
tienes, puedes hacer tu
misma una prueba en
casa.
14. Consiste en limpiar tu rostro perfectamente y dejar
transcurrir unos 15 minutos. A continuación, aplicar
sobre las diferentes partes del rostro pequeños
trozos de papel secante.
Si la piel es seca, el papel quedará limpio, ya que
las posibles manchas de agua se habrán evaporado
rápidamente, en cambio si la piel es grasa, las
glándulas sebáceas son hiperactivas, por lo que
obtendrás como resultado un papel con manchas
aceitosas.
Has de tener en cuenta, que si tu piel es mixta,
habrá zonas en las que obtengas las manchas
aceitosas (zona T), y otras en las que el papel
quedará limpio. Ahora solo te queda seguir nuestras
recomendaciones para lucir una piel radiante.
15. La piel es nuestra barrera de protección ante cualquier
cantidad de agentes externos, por eso, es necesario
conservar su integridad para asegurarnos de que cumpla
bien sus funciones.
Una piel sana y cuidada refleja unos óptimos hábitos de
salud, higiene y nutrición.
Si quieres darle a tu piel los mejores cuidados aplica
estos consejos:
Aspectos como la limpieza facial y la humectación ya no
son suficientes debes comer, dormir bien y hacer ejercicio.
Nutrir la piel con productos que
tengan antioxidantes favorece la eliminación de los
radicales libres causados por los rayos ultravioleta, el
estrés y la polución.
16. Debes reforzar al máximo
el protector solar en la
mañana y en la tarde debes
aplicarlo.
Mediante
la exfoliación eliminas de la
piel las células muertas
consiguiendo que esta quede
libre de todo tipo de
impurezas.
17. El equilibrio justo de la
higiene
Para que la limpieza sea
realmente efectiva, es
recomendable elegir una
loción que no tenga
demasiados agregados,
ya que algunos
componentes podrían
lograr que la piel pierda
lípidos y agua y se
reseque. Éste es el caso
de los productos que
contienen sustancias
tensioactivas.
1) Limpieza: a la noche
Al final del día, es
fundamental limpiar el
rostro para quitar los restos
de maquillaje, las células
viejas, la suciedad, el polvo
y las bacterias. También, la
higiene ayuda a que la piel
se oxigene, al quitar las
obstrucciones que podían
tapar los poros. Luego de la
crema de limpieza, lavarse
con agua tibia (ni caliente ni
fría).
18. 2) Humectar: a la noche
Después de la limpieza,
aplicar una loción o crema
humectante, según el tipo
de piel. La Academia
Americana de
Dermatología recomienda
usar para la noche algún
producto que contenga
retinol, péptidos o factores
de crecimiento, para
reparar los tejidos.
El secreto está en ser
consecuente
Algunas mujeres creen que
para lucir una piel
saludable, deben gastar
todos sus ahorros en
cremas costosas. Sin
embargo, esto no tiene que
ser así: “La clave para tener
una piel sana, firme y sin
arrugas o manchas está en
seguir al pie de la letra los
cuidados básicos, cada
día”, explicó la dermatóloga
Dra. Raquel Coronel.
19. 3) Lavarse: por la mañana
Al comenzar el día, es
necesario volver a limpiar la
piel, para retirar las toxinas
y la grasa eliminadas
mientras dormimos. “Por la
mañana, sólo necesitamos
lavarnos con agua. No hay
que excederse con la
limpieza; si no, se corre el
riesgo de quitar la capa
lipídica natural de la piel”,
agregó la Dra. Raquel
Coronel.
4) Humectar: por la
mañana
Luego de lavar la cara, se la
debe nutrir, para que
mantenga la humedad y
elasticidad. Para ello,
aplicar una crema
humectante o loción
nutritiva en toda la cara y el
cuello. Además de
mantener la piel saludable,
ayudará a tener un rostro
luminoso y suave. Y a la
vez, al humectar la piel, se
estarán previniendo las
arrugas.
20. 5) Protector solar: antes
de salir
Con la piel limpia y
humectada, ya estamos
casi listas para salir. Sólo
falta un detalle: la
protección solar. Aunque
uno no se va vaya a tirar al
sol, basta caminas unas
cuadras o pararse en el
patio a tender la ropa para
que el sol nos queme la piel
y deje manchas, además de
correr el riesgo de contraer
cáncer de piel. Elegir factor
de protección 30, para
arriba.
El sol envejece la piel
El mito de que una piel
bronceada es una piel
saludable, ya ha sido
desmentido. Por el
contrario, los rayos
ultravioletas (UVA Y UVB)
pueden producir lesiones,
daños en el ADN y
envejecimiento prematuro
de la piel. Cada año, se
diagnostican alrededor de
dos millones de este tipo de
cáncer, según la Academia
Americana de
Dermatología.
21. 6) En caso de acné
Si tienes un granito, ¡no te
lo toques! “Apretar los
granitos puede dejarte una
marca para siempre”, aclara
la Dra. Coronel. Según la
experta en piel, si se trata
de un solo granito, se
puede aplicar algún
producto como ácido
salicílico, que ayuda a
secarlo. Pero, ¡jamás
apretar los granitos!
Además de las cicatrices, al
tocarlos, ¡se pueden
contagiar al resto de la
cara!
La función del ácido
salicílico
Una gran cantidad de
productos cosmetológicos
contienen este aditivo, que
también se utiliza para el
tratamiento de las
callosidades (durezas de la
piel, más frecuente en los
pies y manos), las verrugas
y la psoriasis. Su efecto
provoca la caída de las
células comprometidas,
dejando paso a las células
jóvenes y saludables.
Precaución: no aplicar la
solución directo en la piel.
22. 7) La belleza, ¡entra por la
boca!
Para tener una piel tensa,
luminosa y sin arrugas, es
fundamental la hidratación.
No sólo de la misma piel.
Es necesario tomar agua.
Además, la dieta ayuda a
que la piel tenga las
vitaminas y nutrientes
indispensables para
mantener su elasticidad y
firmeza. Agrega a tu
alimentación más vegetales
frescos, frutas, granos
enteros y proteínas sin
grasas.
8) Para las ojeras
Más comunes en las
personas que duermen
poco, las ojeras, según
explica la Dra. Coronel,
tienen dos componentes: el
edema (acumulación de
líquido) y la pigmentación.
Para aliviar el edema y
desinflamar las ojeras, se
pueden aplicar compresas
de algún descongestivo, por
ejemplo, té de manzanilla.
Si el problema es la
pigmentación, ¡consultar al
dermatólogo!
23. 9) Para tener una piel
sana, ¡no exfoliar!
La proliferación de
productos “exfoliantes”
instaló en las mujeres la
costumbre de exfoliar la
piel a menudo. Pero para
los expertos, esto es un
error. “Las cremas con
gránulos no exfolian y
además irritan la piel”,
expresó la dermatóloga.
10) Hacer algo por la
piel cada 12 horas
Para comprobar lo
importantes que son los
cuidados anteriores, la
Academia Americana de
Dermatología
recomienda “no dejar
pasar más de 12 horas
sin aplicar algún tipo de
tratamiento o producto
para la piel (la pantalla
solar es válida)”: limpiar,
tratar, prevenir.
24. MASCARILLA
SUAVIZANTE (hidrata y
suaviza)
Ingredientes:
1 Rodaja de piña
1 Taza de infusión de
manzanilla
Elaboración y aplicación: En
30 ml de agua hervir 2
romas de manzanilla hasta
que se obtenga su
sustancia, licuar junto con la
piña, aplicar en rostro y
cuello dejando actuar entre
10-15 minutos y retirar con
agua tibia.
MASCARILLA TONIFICANTE
(reafirma y aporta luminosidad
al rostro)
Ingredientes:
1/2 Zanahoria
1 Clara de huevo
Elaboración y aplicación: Rayar la
zanahoria y añadirle la clara de
huevo formando una pasta;
aplicar en todo el rostro y cuello,
dejar actuar durante 10-15
minutos y retirar con abundante
agua fría.
25.
MASCARILLA ANTI-EDAD
(rejuvenece y nutre la piel)
Ingredientes:
2 Cucharadas de yogurt
natural
1/2 Pera
1 Cucharadita de aceite de
olivas
Elaboración y aplicación:
Realizar el puré de pera,
añadirle el aceite de olivas y
2 cucharadas de Yogurt
natural, aplicar en rostro
dejando actuar entre 10-15
minutos y retirar y aclarar
con agua tibia.
MASCARILLA
ASTRINGENTE (seca y
elimina el acné)
Ingredientes:
1 Tomate bien maduro
3 gotitas de limón
Elaboración y aplicación:
Realizar un puré de tomate
y añadirle las gotitas de
limón, aplicar en rostro
dejando actuar entre 10-15
minutos y retirar con
abundante agua fría.
26. MASCARILLA EXTRA-
HIDRATANTE (nutre e
hidrata)
Ingredientes:
4 Cucharadas de leche
2 Cucharadas de avena en
hojuelas o el polvo
1 Cucharada de miel
Elaboración y aplicación:
Mezclar todo los
ingredientes, aplicar en
rostro y cuello dejando
actuar entre 10-15 minutos
y retirar con abundante
agua fría.
MASCARILLA
REGULADORA (regula la
grasa de la piel)
Ingredientes:
1 manzana roja
Elaboración y aplicación:
Realizar un puré de
manzana, aplicar en rostro
dejando actuar de 10-15
minutos, retirar con
abundante agua tibia.
27. MASCARILLA
RESPLANDECIENTE
(hidrata y le da
luminosidad a la piel)
Ingredientes:
4 Fresas o frutillas
2 Cucharada de avena en
hojuelas o en polvo
2 Cucharada de miel
Elaboración y aplicación:
Realizar un puré mezclando
todo los ingredientes hasta
lograr una textura espesa,
aplicar en rostro y cuello
dejando actuar de 15-20
minutos, retirar con
abundante agua fría.
MASCARILLA EXTRA-
NUTRITIVA (ideal para
nutrir la piel y eliminar el
brillo de la cara)
Ingredientes:
1 Trozo de papaya
1 Cucharada grande de
miel
Elaboración y aplicación:
Licuar o triturar muy bien
los trozos de la papaya,
añadirle la miel y aplicar en
todo el rostro y cuello, dejar
actuar durante 10-15
minutos y retirar con
abundante agua tibia.