Este breve artículo de 5 páginas muestra la relación entre la vida cotidiana de Bogotá y los temas que entraña la complejidad a través de una historia protagonizada por dos estudiantes de comunicación social, mezclando ciencia y humanidades. Se abordan temas como: disyunción, tipificación, algoritmos digitales, principios de la complejidad, interdefinición (enacción), resiliencia, autorregulación, libertad, dualidad orden / caos, emergencias y resonancias.
Patrones y resonancias en las relaciones sociales de vecindad - Caso Bogotá
1. PATRONES Y RESONANCIAS EN LAS RELACIONES SOCIALES DE VECINDAD – Caso Bogotá
Juan Pablo Ramírez Galvis
Docente de Comunicación Social y Periodismo en la Universidad Central, Maestrante en
Bioingeniería y Nanotecnología, Especialista en Gestión Ambiental, Profesional en Negocios
Internacionales y Fundador de la Empresa Globuss Biogestión.
jramirezg10@ucentral.edu.co
La comprensión de las dinámicas en el mundo, dejan entrever que las relaciones sociales no
pueden explicarse como simples casualidades sorteadas por un Dios que si juega a los dados.
Más bien, constituyen una serie de probabilidades de un entramado al cual llamaremos red
humana.
Ello, explica el por qué se cita en los adagios populares una y otra vez la ley del Karma, y es que
si no estuviésemos conectados de alguna manera ¿Cómo se retornarían las consecuencias de
una acción hecha en el pasado? Por ende, si hay varias formas en las que nos relacionamos unos
con otros y es lo que me interesa explicar en este breve artículo.
Empiezo entonces con una panorámica de la ciudad de Bogotá, caracterizada por Transmilenios
llenos, algunas calles coloridas de grafitis y vendedores ambulantes, personas sacando a sus
perros tratando de suplir algunos sentimientos de soledad o por simple diversión, parches de
amigos hablando alrededor del humo de un cigarrillo o en un café bar compartiendo una
cerveza, otros individuos inmersos en una vida acelerada provocada por los quehaceres del
trabajo o los estudios, abuelos con los nietos de la mano y portando el uniforme del colegio, etc.
Esta descripción no diría nada de la verdadera diversidad de nuestra cultura “urbanizada” que
contiene en sí, unas altas y unas bajas. Por consiguiente, hay que utilizar una mirada algo más
crítica desde los preceptos de la complejidad que contrarresta la disyunción (aislando cada
componente del sistema de su contexto) y la tipificación (homogeneizando lo que es diverso)
(Morin, 1990). Es solo pensar, el estar sobrevolando un bosque que oculta toda una flora y fauna
con sus propias dinámicas bajo la copa de los árboles.
Todo empieza con una discusión política entre dos jóvenes universitarios (a los cuales
llamaremos Cristian y Efrén) que viajan en el transporte público hacia el centro de la capital,
intentando abordar las posturas de derecha e izquierda respectivamente. Con aires de un
conflicto disimulado cada quien se basa en lo que ha leído a través de internet o de los medios
masivos para respaldar a su candidato preferido. Lo que aún no se han dado cuenta, es que ellos
también pertenecen a la red en donde convergen los algoritmos naturales y digitales.
Lo dijo Google, lo vi en una noticia, leí un meme… ¿Será que los muchachos están en algo
parecido a la matrix en donde cuando se les apareció Morfeo, simplemente escogieron la pastilla
azul para quedar inmersos en una realidad artificial? Solo basta con entender que existen
numerosas posturas políticas pero todas ellas en el marco de un paradigma que aniquila las
formas diversas de ver el mundo (un indígena, un poeta, un místico). Todos somos parte de la
misma red y estamos interconectados.
2. En el ambiente circundante a la conversación, otras personas procesan silenciosamente la
información. Afiliarse a una postura ideológica es un derecho mientras no trasgreda el espacio
de los demás. ¿Pero, por qué en vez de construir sociedad existe un conformismo basado en el
disfrute pasivo de ver a los antagonistas políticos discutiendo en lo que parece ser un “reality
show”? ¿Será que no existen otras facetas y estilos de vida posibles?
La visión de un sistema basado en la complejidad reposa en varios principios que incluyen lo
dialógico (como la aceptación de complementariedad entre dos conceptos aparentemente
opuestos como caos/orden, día/noche, derecha/izquierda), la recursividad organizacional (que
apunta a la eliminación lineal de la relación causa/efecto), lo hologramático (acerca del
entendimiento bilateral entre el todo y las partes) y la enacción (más allá de la simple
interacción, se orienta a la interdefinición entre los componentes de una red) (Morin, 1990).
Alrededor de Cristian y Efrén, una madre saca una manzana para darle a su hijo que pide algo
de comer. Aquel niño, le da un propósito como alimento a la fruta en cuestión pero ella también
afecta el organismo de la criatura vía metabolismo. ¿Será que en la ciudad de Bogotá las
personas nos negamos a la interdefinición y preferimos simplemente interactuar a distancia con
los demás?
En el marco de la conversación, se sube al Transmilenio un joven con un tono de voz agudo, ropa
desaseada y mirada sospechosa. Hay un comportamiento colectivo que es el de proteger las
cosas de valor como el último iPhone 11 pagado a cuotas. Cristian para por un momento su
discusión política para advertir una conducta defensiva. La sola presencia de este nuevo actor
cambia por completo la dinámica de la red (a ello, se le denomina perturbación).
Y precisamente asociado a aquél último concepto, se puede referenciar la resiliencia. Se dice
que ella consiste en la capacidad que tiene un sistema para adaptarse ante la variabilidad del
entorno o en la expresividad en sus componentes (Capra, 1998). En términos matemáticos algo
así como: Resiliencia = capacidad de anticipación + capacidad de respuesta + capacidad de
recuperación.
¿Será que los bogotanos nos hemos vuelto excesivamente resilientes al dolor? ¿Podría un
umbral considerarse negativo? Resulta que este sujeto sospechoso rapa el bolso de una chica al
vislumbrar cercanía en la parada de la Av.39. Luego de una serie de acrobacias sale del rango
visual de los demás pasajeros atónitos por el acontecimiento. Lo único que se oye es a una
señora de la tercera edad diciendo… mijita no se preocupe, lo material se recupera.
¿Qué tanta razón tendrá la abuela en su juicio de valor? Una definición de la madurez se
relaciona con la capacidad de autorregulación dejando de lado los comportamientos impulsivos
y autodestructivos. Tal vez, en las etapas de la juventud al joven capitalino le gusta ir en una
moto ninja Kawasaki de 1.000 cc por una autopista con paradas escolares sin el temor de
estrellarse. Y es que en la red que estoy citando ahora agrego otro componente, la publicidad y
los mensajes de las nuevas olas musicales.
Cristian y Efrén son muy populares entre sus compañeros universitarios, en muchas ocasiones
se les considera “el alma de la fiesta”. Son buenos bailarines y buenos con las palabras (como
dignos comunicadores sociales). Pero nunca se han preguntado por los mensajes implícitos de
los artistas de música urbana que escuchan.
3. Por ejemplo, al hermano menor de Efrén (a quien llamaremos Andrey) no le convence mucho la
idea de hacer una carrera arguyendo que es mejor encarrilarse con las nuevas tecnologías como
el Bitcoin. La idea de él consiste en acuñar un buen capital, basado en la incertidumbre, para así
viajar con su novia Karina de apenas 17 años de edad.
¿Cómo se manifiesta la concepción de libertad en una sociedad? En un diario vivir como el de
nuestra urbe, se perciben grandes diferenciales en los mecanismos para el empleo del tiempo
alrededor diversos perfiles que entrañan en sí a la complejidad: están los individuos sometidos
totalmente por las fauces de una economía desgarradora en donde todo el ciclo circadiano se
agota en conseguir la “leche y el pan”, los demás individuos “de a pie” con trabajos algo más
estables y un tiempo residual solo los fines de semana para dedicárselo a las familias y
entretenimiento, otros quienes dominan su propio cronograma laborando en alguna compañía
de multinivel y finalmente los oficinistas, que si bien tienen cargos de alta responsabilidad,
pueden ir a vacacionar vía aérea un poco más lejos que Melgar.
Libertad es tiempo y opciones de acción, un bien tan preciado que por alguna treta de la
“occidentalización” se convirtió en una variable directamente proporcional a la concepción de
dinero. Por eso, volviendo con nuestros dos estudiantes de comunicación social, Cristian y Efrén,
luego que ellos se bajan del Transmilenio aprovechan los pocos minutos que tienen antes de ir
a una clase para literalmente devorar una empanada con gaseosa que viene en combo por 2 mil
pesos.
La sorpresa, con la que los dos no contaban es que la universidad estaba cerrando sus puertas
por manifestaciones en la calle. Los agentes del esmad han armado una cuadrilla, atentos ante
cualquier reacción amenazante por parte de la turba para expeler los tan populares gases
lacrimógenos para los cuales los protestantes están hábilmente preparados (por ejemplo, usar
Vick Vaporub para evitar la resequedad en las vías respiratorias). Aparentemente es una
situación de crisis que podría analizarse como la dualidad orden/caos.
En términos generales, se tiende a asociar al caos como desorden, que desde una perspectiva
más técnica enfatiza en la cantidad de microestados posibles para un sistema dado (algo así
como dejar caer un pocillo de cerámica para determinar en cuantos pedazos se puede quebrar).
Cuando hay más fracciones, mayor es el potencial caótico (Schifter, 2003). Ahora podría
pensarse que en tal manifestación hay innumerables posturas frente a un tema común (desde
los líderes que abanderan con pasión “la causa” como algunos colados que aprovechan el
jolgorio simplemente para generar disturbios).
Sin embargo, en muchos casos luego de una etapa de caos se genera un nuevo orden mientras
la red se “adapta” a las perturbaciones y los cambios requeridos (como ver en un depósito que
mezcla pinturas blanca y negra, una forma de cebra antes que se llegue a un color gris sólido)
(Schifter, 2003). ¡El caos es importante! De no ser así se alcanzaría un equilibrio relativo a la
muerte (por ejemplo, cuando en un electrocardiograma se detienen las ondas haciendo ese
ruido característico). Por ende, la diferencia de discursos se hace vital para el desarrollo de una
sociedad (obviamente en términos de mediación y no de confrontación).
Retornando al acontecimiento, el ambiente se pone más tenso y los policías hacen uso de sus
medidas para disipar a las personas. En medio de la humareda, Cristian se separa de su amigo
quedando solo y aturdido por el ardor en sus ojos, nariz y lengua; así, el joven intenta alejarse
precipitadamente de los gases químicos. En este punto, se puede analizar que existen diversos
niveles de red con sus respectivas interdefiniciones. Lo micro y lo macro pueden converger en
4. un espacio/tiempo determinado para liberar una reacción (como las moléculas de bromuro de
bencilo del lacrimógeno sobre las mucosas de Cristian).
Resulta que, en el universo se da un proceso evolutivo basado en las propiedades emergentes
producto de la combinación entre partículas, moléculas, fuerzas físicas (presión, temperatura,
concentración), entre otras cosas. Lo interesante es que solo se privilegia lo que es funcional (es
decir, no puede “casar” cualquier cosa con otra). Ello, ha configurado, tradiciones, culturas y
sociedades.
De facto, se está citando una de las ideas centrales de este artículo: Las relaciones de vecindad
influyen en lo que puede emerger para un momento y lugar determinado. El tiempo de la
interdefinición, las características de los actores involucrados, el contexto presente; todo ello
moldea lo que puede surgir (y que por una ligera variación el efecto puede ser totalmente
diferente, como en el ADN que por pequeños cambios se pueden alterar patrones significativos
o que Cristian puede comportarse de maneras diferentes dependiendo de con quién y donde
esté).
Continuando con lo sucedido, este muchacho empieza a buscar desesperadamente a su amigo
Efrén temiendo por su seguridad, hasta que en un cúmulo de personas lo reconoce. Silencioso,
simplemente se acerca y ve a un personaje algo herido, tirado en el suelo, al que le estaban
gritando: ¡Eso le pasa por ladrón! Una escena de gran ironía aparece frente a sus ojos: se trataba
de aquel individuo que había hurtado el bolso de la chica en Transmilenio.
Cristian le pregunta a Efrén: ¿Qué fue lo que paso aquí? A lo que su colega le responde:
“Encontraron a éste man haciendo de las suyas también por aquí, y como en la manifestación
se solidarizaron, optaron por tomar justicia por sus propias manos, yo mismo lo defendí para
que no le hicieran nada aunque fui testigo de lo que hizo ahorita”. Justicia, que palabra tan
complicada de definir y más en los términos de las dinámicas en la capital.
Se podrían contrastar varios enfoques para este concepto. Por ejemplo, en derecho tiene la
acepción como condicionamientos que inclinan a obrar y juzgar respetando la verdad y dando a
cada quién lo que le corresponde, o en filosofía que va más acorde a la “armonía” que puede
lograr una sociedad (Concepto.de, s.f.). El caso es que puede ser tan relativa como haber
decidido si ultrajar o no al raptor en razón de venganza. Nuevamente, es importante recordar
que todos estamos conectados a la misma red.
En medio de la masa de personas enfurecidas, Efrén se percató que el malhechor aún portaba
el bolso de la chica. Sin dar explicación alguna lo tomó. Empezó entonces, a tantear cada
recoveco buscando información para dar con el paradero de su dueña legítima. Finalmente
encontró que por la parte trasera de la cédula había puesto un teléfono de contacto para lo cual
se distanció e hizo la llamada correspondiente.
Con un tono de voz algo tímido preguntó: ¿Eres Luz Ángela? A lo que agregó: recuperé tu bolso.
Un año después de aquel día, Luz Ángela y Efrén recuerdan en medio de risas, la extraña manera
en que se conocieron para iniciar una sólida relación. ¿Fue cuestión de casualidad?
¿Predestinación? Resulta que el estudio de las neuronas en el cerebro puede aclarar algo más
esta cuestión.
5. No es imperativo que haya una relación cercana de vecindad para que se susciten las
anteriormente nombradas propiedades emergentes en una red. Cuando en el cerebro se crea
un patrón (provocado generalmente por un estímulo sensorial) se ha comprobado a través de
imágenes biomédicas que varios de los lóbulos trabajan a la par sin que sus neuronas se
encuentren espacialmente adyacentes. A este fenómeno se le llama, resonancias (Llinás, 2002).
Un ejemplo más sencillo sobreviene cuando pese a la distancia física, una madre presiente que
algo está ocurriendo con su hijo. ¿Pero cuál sería una explicación más convincente? Todos los
elementos en el universo están vibrando constantemente (incluso un átomo acorde a la teoría
de cuerdas, la cual sería complicada de desglosar en este espacio). Dichas oscilaciones se pueden
calcular mediante ondas que tienen tres propiedades: amplitud, fase y frecuencia.
Tomando específicamente la frecuencia (medida en hercios o Hz), es posible saber cuántas
repeticiones de la ondulación se dan en un tiempo determinado. En muchos casos éste
parámetro sirve de ID (como una estación radial que emite su señal a una frecuencia definida y
diferente de las demás, para que una antena remotamente la capte y diga ¡voila! La Mega).
Así, todos los elementos/individuos que están vibrando a frecuencias similares pueden generar
cierto “magnetismo” pese a las barreras espaciales que los distancian, como lo que sucedió con
Luz Ángela y Efrén en la historia esencial de este artículo, dando una explicación sencilla de la
complejidad en un contexto, para unos exagerado y para otros realista, de la ciudad de Bogotá.
Moraleja: Todos hacemos parte de la misma red, de esta manera, si en el día a día nos ofuscamos
y actuamos con agresividad e intolerancia promovemos el contagio de dicha vibración trayendo
a nuestra propia vida consecuencias negativas. Los bogotanos no somos buenos ni malos, pero
en la cotidianidad nos dejamos llevar por la indolencia, exacerbada desde la polarización política,
la restringida libertad económica, la justicia sesgada, el individualismo e incluso, la falta de
esperanza. ¡No lo olvides, estamos todos conectados!
Referencias
Capra, F. (1998). La Trama de la Vida. Barcelona: Anagrama.
Concepto.de. (s.f.). Justicia. Obtenido de https://concepto.de/justicia/
Llinás, R. (2002). El cerebro y el mito del yo. Bogotá: Norma.
Morin, E. (1990). Introducción al pensamiento complejo. Gedisa.
Schifter, I. (2003). La ciencia del caos. Fondo de cultura económica.