1. Por qué es importante vacunarnos
El 28 de diciembre pasado comenzó un brote (aparición de casos nuevos) de sarampión en los
Estados Unidos, el cual según datos del CDC (Centros de Control de Enfermedades de los
Estados Unidos) hasta el 27 de febrero de 2015 había afectado a más de 170 personas, con
edades que varían desde los seis meses hasta los 70 años, distribuidas en 17 estados. La mayoría
de los casos (125) están directamente relacionados con su visita a uno de los parques de
diversiones de Disneylandia en California.
Este es un claro ejemplo de lo que ocurre cuando no se vacuna a los niños en un país en el que se
consideraba erradicado el sarampión desde el año 2000, pues durante varios años no se
presentaron infecciones por el virus del sarampión en pacientes que no habían salido del país.
Los más de 600 casos reportados el año pasado contrajeron la infección fuera de los Estados
Unidos. Sin embargo, en esta ocasión la mayoría de las personas infectadas adquirieron la
infección en el parque de diversiones de California, no habiendo sido vacunadas un gran número
de ellas.
Las razones por las cuales algunos niños no son vacunados en el país son múltiples y complejas.
La principal es el temor de los padres o guardianes a que las vacunas puedan producir secuelas
graves como el autismo. Debido en gran parte a que en febrero de 1998 la prestigiosa revista
médica inglesa Lancet publicó un estudio, dirigido por el entonces gastroenterólogo Andrew
Wakefield, que asociaba el autismo con la vacuna triple viral (MMR-que protege contra los virus
del sarampión, paperas y rubeola). Sin embargo, en 2004 Brian Deer, un periodista investigador,
descubrió que Wakefield recibió cuantiosas sumas de dinero del abogado Richard Barr para
manipular los datos originales, en los que solamente se incluyeron 12 pacientes a quienes se les
había diagnosticado autismo después de haber sido vacunados, sin tener en cuenta que millones
de niños que habían sido vacunados durante el mismo periodo no fueron diagnosticados con este
trastorno del desarrollo psicológico. Deer comprobó que Barr y Wakefield querían demandar al
laboratorio farmacéutico productor de las vacunas y cobrar una jugosa indemnización. Al
descubrirse el fraude, Wakefield fue sancionado y perdió su licencia profesional. La revista
Lancet fue acusada de mala conducta editorial e institucional y retiró el artículo de sus
publicaciones exponiéndolo como totalmente falso.
Pero el daño ya estaba hecho, muchas personas aún creen que las vacunas pueden producir
autismo. En una reciente publicación (I’m autistic, and believe me, it’s a lot better than measles –
Soy autista, y créanme, es mucho mejor que el sarampión), Sarah Kurchak afirma que lo que más
le molesta del movimiento en contra de la vacunación es que no es cierto y es injusto con las
personas con autismo pues, al asociar las vacunas con el autismo, priva a miles de niños de las
inmunizaciones que los pueden proteger contra enfermedades que son peores que el ser autista.
Paradójicamente, la mayoría de las personas que se oponen a la vacunación de sus hijos han sido
vacunadas y están protegidas contra las enfermedades contra las cuales sus hijos no tienen
resistencia (anticuerpos que los protegen contra la enfermedad).
Precisamente el desarrollo de resistencia contra la viruela, observado en las personas que
ordeñaban vacas infectadas con el virus de la viruela bobina (que afecta a las vacas), es el origen
2. de la palabra vacuna, que en latín significa vaca (por eso a las vacas se les denomina como
ganado vacuno). A finales del siglo dieciocho, El Dr. Edward Jenner observó este fenómeno e
inició la variolización (aplicación de virus vivo de viruela bobina en personas sanas). En China,
varios siglos antes, durante la dinastía Ming se usaba una técnica similar en la cual se tomaban
muestras de las lesiones pustulosas de pacientes con viruela, las cuales después de secarse eran
aspiradas o inoculadas en personas sanas. A diferencia de la técnica del Dr. Jenner, estas
muestras contenían virus de viruela humana, que producían la enfermedad, aunque en la mayoría
de pacientes que eran inoculados o aspiraban las muestras, la severidad de la infección y su
mortalidad eran menores que las producidas por las epidemias de viruela.
Las nuevas generaciones no han sufrido ni sido testigo de los devastadores efectos que las
epidemias causadas por enfermedades contra las cuales se han desarrollado vacunas producían en
grandes sectores de la población. Incluso, la viruela ha sido declarada erradicada del planeta por
la Organización Mundial de la Salud desde el año 1980 y actualmente solamente tres países,
Afganistán, Pakistán y Nigeria, se consideran endémicos para la poliomielitis. Las vacunas son
talvez el avance más significativo en la salud pública mundial que ha permitido reducir la
mortalidad (proporción de personas muertas) y morbilidad (proporción de personas enfermas)
infantiles y de personas a riesgo de sufrir enfermedades que hoy llamamos inmunoprevenibles,
es decir que se pueden prevenir con vacunas.
En Minneapolis, por ejemplo, era frecuente observar niños que sobrevivían a la poliomielitis,
paralizados usando muletas y soportes metálicos en sus piernas. El hospital del condado de
Hennepin (Hennepin County Medical Center-HCMC), exhibe en su museo ubicado en el sótano
del edificio azul, que se puede visitar gratuitamente, una muestra de las publicaciones,
fotografías, equipos utilizados y estadísticas de las epidemias de polio que afectaban a los
habitantes de la ciudad, de Minnesota y de gran parte del mundo, previas a la producción y
aplicación masiva de la vacuna contra el polio en la década del cincuenta del siglo pasado.
Recordemos que la gran mayoría de las muertes producidas en las poblaciones indígenas de las
Américas después de la llegada de Cristóbal Colón, fueron el resultado de grandes epidemias de
viruela, sarampión, paperas, escarlatina, tosferina y otras enfermedades infecciosas contra las
cuales no tenían defensas, pues no existían en estas regiones antes de la llegada de los europeos.
Cuando Hernán Cortés llega al actual territorio de México se calcula que había una población de
más de 25 millones de aztecas y otras comunidades indígenas que cincuenta años después se
había reducido a menos de tres millones de habitantes.
Luis Pasteur, pionero de la microbiología, desarrolla la técnica para producir vacunas a partir de
bacterias o virus vivos atenuados (debilitados mediante procedimientos químicos que los hacen
menos infecciosos), que eran inoculados en pacientes sanos para que desarrollaran defensas y no
sufrieran la enfermedad. Con esta técnica logra producir la primera vacuna en un laboratorio,
contra el cólera aviar en 1879 y contra el virus de la rabia en 1885.
Desde entonces, con el desarrollo y avances de la microbiología, inmunología, bioquímica,
medicina y otras disciplinas relacionadas se descubren los agentes, bacterias, virus y toxinas
(sustancias químicas venenosas producidas por algunas bacterias y otros seres vivos), causantes
de muchas enfermedades infecciosas y se empiezan a producir vacunas y antitoxinas (proteínas
3. que al ser administradas a personas sanas o en riesgo, producen anticuerpos contra toxinas
causantes de enfermedades, tales como la antitoxina tetánica que protege contra el tétanos).
Actualmente contamos con vacunas contra muchas de las enfermedades infecciosas que
causaban un gran número de muertes infantiles o dejaban a quienes las superaban con graves
secuelas. Por esta razón, en muchos países la vacunación es obligatoria. En México por ejemplo,
en 1804 se introdujo la variolización y más de cien años después, en 1926 se decretó la
vacunación obligatoria en todo el país.
En los Estados Unidos, aunque los cincuenta estados tienen leyes que obligan a los estudiantes a
tener ciertas vacunas que son exigidas por las escuelas, en todos, excepto West Virginia y
Mississippi, existen exenciones basadas en razones filosóficas, morales, personales o religiosas.
En Minnesota, por ejemplo, se acepta que los padres o responsables legales del estudiante envíen
a la escuela un certificado firmado en el cual se establezcan las razones por las cuales no se
permite la vacunación, las vacunas específicas que no permiten que se apliquen, una declaración
del pediatra en la que se certifica que les fueron explicados claramente a los padres o
responsables legales los beneficios de las vacunas y los riesgos, para los estudiantes y las
personas que los rodean, que asumen al no vacunarlos; igualmente, se debe incluir que aceptan
que el estudiante no puedan asistir a la escuela cuando se presenten casos positivos de la
enfermedad contra la cual no se acepta la vacunación.
Debido a estas exenciones hoy tenemos un número significativo de niños sin vacunar, que están
expuestos a ser infectados en cualquier momento, tal como ocurre con la actual epidemia de
sarampión. Para evitar estos graves riesgos, debemos vacunar a los niños y a las personas que no
tienen defensas de acuerdo con el esquema de vacunación establecido en cada región por las
autoridades sanitarias, pues los riesgos a los cuales están expuestas las poblaciones varían de
acuerdo al territorio en el que habitan. El Departamento de Salud de Minnesota incluye en el
esquema de vacunación del estado las vacunas contra la hepatitis A y B, difteria, tétanos,
tosferina, poliomielitis (polio), sarampión, paperas, rubeola (MMR), neumococo, varicela,
rotavirus, virus del papiloma humano (VPH), e influenza
(http://www.health.state.mn.us/divs/idepc/immunize/kidsreadysp.pdf). Igualmente, si se va a
viajar a países en los cuales hay enfermedades endémicas (propias de la región) contra las cuales
existen vacunas, es importante aplicárselas antes de iniciar el viaje, de acuerdo con las
recomendaciones del médico tratante o de las autoridades sanitarias.
Las vacunas son productos farmacéuticos eficaces y seguros, que antes de ser aprobados por la
FDA (Food and Drug Administration – Agencia federal que regula y aprueba los alimentos y las
drogas en los Estados Unidos) para ser usados en humanos, pasan por rigurosos estudios y
procesos de control de calidad. Aun después de ser aprobadas, se continúan observando los
efectos que producen en los millones de personas que las reciben cada año y si se detecta algún
problema que no hubiere sido reportado se pueden incluso retirar del mercado. Muchas de las
primeras vacunas utilizadas no pasarían las pruebas de control de calidad y seguridad actuales,
sin embargo fueron fundamentales para el control, y en algunos casos erradicación, de graves
enfermedades que afectaban a un gran número de poblaciones alrededor del mundo.
4. Por estas razones debemos vacunarnos y vacunar a nuestros niños para protegernos y reducir
significativamente el riesgo de nuevas epidemias, que estudios han demostrado se logra cuando
más del 85% de la población expuesta esta vacunada.
Fuentes consultadas:
http://www.cdc.gov/measles/hcp/index.html. Consultado el 3 de marzo de 2015.
http://www.bmj.com/content/342/bmj.c5347, Consultado el 3 de marzo de 2015.
http://briandeer.com/mmr/lancet-summary.htm. Consultado el 3 de marzo de 2015.
https://medium.com/the-archipelago/im-autistic-and-believe-me-its-a-lot-better-than-measles-78cb039f4bea. Consultado el 3 de
marzo de 2015.
http://www.cdc.gov/mmwr/preview/mmwrhtml/mm6406a5.htm?s_cid=mm6406a5_w. Consultado el 3 de marzo de 2015.
http://en.wikipedia.org/wiki/Native_American_disease_and_epidemics. Consultado el 3 de marzo de 2015.
http://content.healthaffairs.org/content/24/3/611.full.pdf+html. Consultado el 3 de marzo de 2015.
http://www.historyofvaccines.org/content/timelines/all. Consultado el 4 de marzo de 2015.
http://bvs.insp.mx/rsp/articulos/articulo.php?id=001240. Consultado el 4 de marzo de 2015.
http://www.ncsl.org/research/health/school-immunization-exemption-state-laws.aspx. Consultado el 4 de marzo de 2015.
http://www.health.state.mn.us/divs/idepc/immunize/kidsreadysp.pdf. Consultado el4 de marzo de 2015.
http://eciemaps.mspsi.es/ecieMaps/browser/index_10_2008.html#search=F84.0. Consultado el 4 de marzo de 2015.
José William Castellanos, M.D., Ph.D.