3. Hebreos 2:18: “Pues en cuanto El
mismo padeció siendo tentado, es
poderoso para socorrer a los que son
tentados”.
Filipenses 4:13: Todo lo puedo en
Cristo que me fortalece.
5. 1 Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán y
fue llevado por el Espíritu al desierto.2 Allí estuvo
cuarenta días y fue tentado por el diablo. No comió
nada durante esos días, pasados los cuales tuvo
hambre.
6. 3 —Si eres el Hijo de Dios —le propuso el diablo—,
dile a esta piedra que se convierta en pan.
4 Jesús le respondió: —Escrito está: "No sólo de
pan vive el hombre."
7. 5 Entonces el diablo lo llevó a un lugar alto y le
mostró en un instante todos los reinos del mundo.
8. 6 —Sobre estos reinos y todo su esplendor —le
dijo—, te daré la autoridad, porque a mí me ha
sido entregada, y puedo dársela a quien yo quiera. 7
Así que, si me adoras, todo será tuyo. Jesús le
contestó:
9. 8 —Escrito está: "Adora al Señor tu Dios y sírvele
solamente a Él."
10. 9 El diablo lo llevó luego a Jerusalén e hizo que se
pusiera de pie en la parte más alta del templo, y le
dijo:
—Si eres el Hijo de Dios, ¡tírate de aquí!10 Pues
escrito está:
»"Ordenará que sus ángeles te cuiden.
Te sostendrán en sus manos
11 para que no tropieces con piedra alguna."
11. 12 —También está escrito: "No pongas a prueba al
Señor tu Dios"—le replicó Jesús.
13 Así que el diablo, habiendo agotado todo recurso de
tentación, lo dejó hasta otra oportunidad.
13. No vaya a los lugares de donde Dios le sacó a
menos de que Dios le envíe. (Evite tentación
innecesaria).
14. Génesis 6:12 Y miró Dios la tierra, y
he aquí que estaba corrompida;
porque toda carne había corrompido
su camino sobre la tierra.
Salmos 119:9 ¿Con qué
limpiará el joven su
camino? Con guardar tu palabra.
16. Hagamos lo que El hizo, estudiemos la palabra y
practiquémosla para que no nos engañen.
17. No negocie con este Señor, dígale: el Señor te reprenda
y mándelo a la porra.
Notas del editor
Deuteronomio 88 Cuidaréis de poner por obra todo mandamiento que yo os ordeno hoy, para que viváis, y seáis multiplicados, y entréis y poseáis la tierra que Jehová prometió con juramento a vuestros padres.2 Y te acordarás de todo el camino por donde te ha traído Jehová tu Dios estos cuarenta años en el desierto, para afligirte, para probarte, para saber lo que había en tu corazón, si habías de guardar o no sus mandamientos.3 Y te afligió, y te hizo tener hambre, y te sustentó con maná, comida que no conocías tú, ni tus padres la habían conocido, para hacerte saber que no sólo de pan vivirá el hombre, mas de todo lo que sale de la boca de Jehová vivirá el hombre.