El documento presenta la historia y evolución de Grupo GRUMA, la empresa líder mundial en la producción de harina de maíz y tortillas. Se describe cómo el empresario Roberto González Barrera fundó la empresa en 1949 y cómo a través de innovaciones tecnológicas y la internacionalización de sus operaciones, particularmente tras la entrada en vigor del TLCAN en 1994, GRUMA logró posicionarse como la empresa de alimentos más globalizada de México. A pesar de los efectos negativos del TLCAN en el sector agrícola mexicano, GRUMA sup
1. ESCUELA BANCARIA Y COMERCIAL
Tratados Comerciales Internacionales I
“Proyecto Grupo GRUMA”
Elaborado por:
Alan Guillermo Arcos Navarro
Rosalía Rodríguez Tapia
Johana Herrera Ortega
Alexandra Medel Villanueva
Profesor:
Tulio Alberto Radamés Favela Cuenca
TOLUCA, MÉX MAYO 2016
2. ENGLISH ABSTRACT
This project will be presenting information about Grupo GRUMA, how this company was
growth by the entrance of the NAFTA, we will give information and numbers about how
GRUMA become the largest tortilla production company in the world mainly exporting to
the neighboring country United States, also including the import of the corn at a lower cost.
INTRODUCCION
El atraso de nuestro sector agropecuario es previo a la apertura y al TLC y su situación
sería peor sin ese tratado. Desde la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio de
América del Norte las dos empresas más grandes de la industria del maíz en México
(MASECA y MINSA) han sido los únicos beneficiados de los cupos de importación del
grano libres de arancel contemplados en el TLCAN (4.5 millones de toneladas por año),
les han servido no solo para tener inventarios sino para presionar a los productores
nacionales y comprarles su maíz a precios hasta 20% más bajo que los mercados. Los
grandes perjudicados por esta decisión fueron los dieciocho millones de campesinos que
vieron caer los precios en un 45%.
México es actualmente el tercer mercado más importante para la venta de productos
agrícolas, casi un 90% de las exportaciones mexicanas se destinan al país del norte y un
75% de las importaciones vienen de allí. Las estadísticas disponibles apuntan a que el
TLC cumplió con su papel en el campo. De acuerdo al Capítulo VII de acuerdo agrícola
promueve la liberalización total del comercio del sector agropecuario y forestal en la
región. Entre todos los acuerdos comerciales internacionales, los compromisos para la
agricultura, establecidos en este tratado entre México y Estados Unidos son los más
radicales, pues incluyen la liberalización de todo el comercio agrícola en un plazo
determinado.
Esta apertura comercial incremento en los tres países los empleos, es difícil calcular
cuántos empleos se han creado en nuestro país como consecuencia, ya que los factores
de la economía inciden unos sobre otros de manera dinámica y constante. Lo más
importante es que millones de consumidores mexicanos han resultado beneficiados al
tener a su alcance una variedad de productos y servicios innovadores que son más
baratos y que tienen una mejor calidad.
3. Historia de GRUMA
Todo inició en 1949 con un joven entusiasta, emprendedor, visionario y con una gran
sensibilidad comercial.
Don Roberto González Barrera en un viaje a Reynosa Tamaulipas encontró un artefacto
rústico con el que se molía nixtamal seco, era un molino que producía 18 toneladas
mensuales de harina de maíz para hacer tortillas, tuvo una gran corazonada, y desde que
lo tuvo en sus manos sintió que esto podría ser una gran industria, llevó una prueba de
esto a su padre; un hombre de trabajo ingeniero e investigador nato Don Roberto M.
González Gutiérrez y juntos lograron dar un salto tecnológico de cinco mil años en la
industria de la tortilla y revolucionar por completo la manera en que tradicionalmente se
hacían las tortillas en México.
En los años 50’s nace la marca MASECA que surge de los conceptos Masa-Seca es
decir, harina de maíz deshidratada; se perfecciono la calidad de la harina de maíz
nixtamalizada, así como su proceso de producción, derivando en una mejor calidad de la
tortilla. Esta década de experimentación y resultó decisiva para lograr un producto que
fuera aceptado por los clientes quienes deseaban obtener una tortilla con color,
consistencia y sabor óptimos.
En los 60’s MASECA empieza a posicionarse como sinónimo de calidad, pero también
como un producto básico de la alimentación de los mexicanos.
En los 70’s comienza la internacionalización, echan a andar operaciones en Costa Rica
con la producción y comercialización de tortillas empacadas y llevan a cabo el primer gran
esfuerzo de distribución masiva. La incursión en Costa Rica significa grandes
aprendizajes:
- Desarrollo de máquinas de alta velocidad
- Enriquecer la tortilla con proteína de soya
4. - Comprobar que la tortilla se podía producir, empacar, preservar y distribuir sin perder
sus propiedades.
- Crearon infraestructura capaz de cubrir gran cantidad de rutas de distribución
Actualmente, en Costa Rica se prueban muchos de los productos de GRUMA que han
tenido éxito en México y en todo el mundo. Por eso, esta nación es considerada la
escuela de GRUMA.
A mediados de esta década, llegaron a Estados Unidos y adquirieron la planta Mission
Foods en California. El aprendizaje de GRUMA en este país y su éxito subsecuente en el
mercado más desarrollado del mundo, llevaría a la empresa a madurar y a acelerar, aún
más, el avance de la tecnología.
En los 80’s como parte de la estrategia de expansión en el mercado internacional del
grupo GRUMA, adquirieron 10 plantas en Estados Unidos. Construyeron el primer molino
de harina de maíz en Edimburgo, Texas, dando nacimiento a Azteca Milling, una
subsidiaria que fructificaría el crecimiento significativo de las ventas de harina para la
industria de la tortilla en Estados Unidos. Y en este proceso de internacionalización de la
empresa adquirieron Guerrero, marca de amplio arraigo en el sur de California.
Para finales de la década, se consolidaron como una compañía internacional, y para estos
años, los ejecutivos estaban ya al nivel de los altos estándares de desempeño de los
directivos de las compañías estadounidenses transnacionales.
En 1994 realizaron su oferta pública inicial de acciones de GRUMA en la Bolsa Mexicana
de Valores.
GRUMA Corp, filial de GRUMA S.A.B. de C.V. en Estados Unidos, inauguró en California
su planta diseñada especialmente para cumplir con las más altas especificaciones en
materia de sustentabilidad y cuidado del medio ambiente, por lo que su construcción
obtuvo el certificado “Leed Oro” (Leadership in Energy and Environmental Design,
Liderazgo en Diseño Energético y Ambiental), que otorga el gobierno estadounidense.
Con esta planta aseguramos el uso eficiente de energía, agua y desperdicios, así como
una reducción de las emisiones contaminantes, tanto en las áreas industriales como
administrativas de las nuevas instalaciones donde hay paneles solares y sistemas
ahorradores de agua y energía.
5. EL TLCAN Y EL MAÍZ
Los pocos beneficiados del TLCAN han sido los agroindustriales de la cerveza y la tequila,
los productores y empacadores de hortalizas y frutas tropicales de exportación, los
importadores de carnes y granos (Maseca y Minsa) y la industria refresquera. Maseca y
Minsa, en particular, se han beneficiado ampliamente desde 1994, cuando el presidente
Carlos Salinas suspendió el cobro de aranceles, permitiendo que estas importaran
grandes cantidades de maíz.
En 2011 México importó 8.7 millones de toneladas de maíz, o sea la mitad de la oferta
total del grano. Si bien ese fue el año del desastre climático que afectó las cosechas,
principalmente en el noroeste, la dependencia alimentaria ha tendido a crecer desde la
liberalización del maíz: se importó 39% de la oferta nacional en promedio en 2009-2011.
Tan sólo entre 2005 y 2010, la tasa de incremento anual de las importaciones de maíz
blanco fue de 40.5%.
Por otra parte, el promedio anual de producción entre 2009 y 2011 fue de 20.2 millones de
toneladas de maíz (principalmente blanco), cuando en 1990 fue de 14.6 millones. Logro
nada despreciable en el contexto del Tratado de Libre Comercio de América del Norte
(TLCAN). En 1990, 20 millones de toneladas hubieran satisfecho la demanda interna de
una población de 83.9 millones, pero en 2010 los habitantes sumaban ya 112 millones. La
producción nacional actual se logró con base en el crecimiento de los rendimientos en las
tierras de riego, mientras que la superficie sembrada total se mantuvo alrededor de 7.8
millones de hectáreas.
Algunos especialistas anti-TLCAN defensores de la exclusión del maíz en el capítulo
agropecuario auguraban el desplome de la agricultura maicera una vez entrado el vigor
este tratado. La estrategia para lograr la eficiencia y competitividad en la agricultura fue el
programa de “modernización para el campo mexicano”, que lanzó en 1990 el entonces
presidente Carlos Salinas. Su instrumentación fue bastante compleja. En un momento en
que aún se cuestionaba la legitimidad electoral del gobierno, no se podía ignorar al
6. campesinado organizado, cuya mayoría había sido un pilar de los sucesivos gobiernos
(del PRI). Salinas debía construir los acuerdos con los grupos organizados para realizar
los cambios institucionales necesarios para lograr las reformas de la política agrícola: el
fin de apoyos a la producción y comercialización con recursos públicos –crédito,
asistencia técnica, precios de garantía, empresas paraestatales específicas- y las
reformas a las leyes que regían la propiedad social – el Artículo 27 constitucional-.
Reformas que antecedían las condiciones de la firma del TLCAN.
Y como es de esperarse este proceso no estuvo libre de tensiones, Para mitigarlas, el
gobierno promovió una política de concertación que apoyaba proyectos productivos de
grupos de productores organizados, pero fueron acciones muchas veces específicas y
para actores focalizados, lo cual dividió y mantuvo a productores y organizaciones en una
situación de fragmentación e incertidumbre. Finalmente, se lanzaron los grandes
programas para el campo que definirían los recursos al sector –a manera de transición-.
Fueron resultado del proceso de negociación para tener un consenso, o por lo menos
fragmentar la oposición al modelo global: el Programa de Apoyos Directos al Campo
(Procampo); el Programa Nacional de Solidaridad (Pronasol) y el Programa de
Certificación de Derechos Ejidales y Solares Urbanos (Procede).
El año 1993 fue clave, se negociaba el capítulo agropecuario para el TLCAN, a pesar del
reclamo de importantes sectores del campesinado organizado y de la sociedad civil en
contra de su inclusión en el Tratado. Para la agroindustria y los grandes productores
pecuarios, incorporar al maíz y granos en general era clave para abaratar los insumos que
utilizaban. Obviamente, este sector concordaba con la posición oficial, en particular de la
entonces llamada Secretaría de Comercio y Fomento Industrial (SECOFI), que estaba al
frente de las negociaciones. Se logró, no obstante, calificar tres cultivos como sensibles a
la liberalización inmediata: maíz, frijol y leche en polvo. Un periodo de 15 años fue
otorgado al maíz, con una cuota de importación libre de arancel para el promedio histórico
de importación, y una tarifa que comenzó en 215 pesos por tonelada y disminuiría
progresivamente hasta liberar totalmente en 2008.
Irónicamente, las organizaciones campesinas, algunas como la Confederación Nacional
Campesina (CNC), pilar histórico del PRI, y otras más independientes como Unión
Nacional de Organizaciones Regionales Campesinas Autónomas (UNORCA), fueron
marginadas incluso antes de que terminara el sexenio de Salinas. El juego del poder se
inclinó hacia otros intereses, los del sector empresarial de agricultores y de la
agroindustria.
Pese a todos los acontecimientos que se estaban suscitando la agricultura campesina no
abandonó el cultivo, pero difícilmente tenía los medios para mantenerse en el mercado
nacional, salvo experiencias excepcionales y regionales. Se cultivaba para obtener el
maíz para autoconsumo; para forraje del ganado, que era más rentable, y para los
7. mercados locales y regionales, cuando había excedente. Estas estrategias explican por
qué no disminuyeron radicalmente la superficie del cultivo y la producción en temporal. La
geografía del maíz y la estructura de la oferta habían cambiado radicalmente.
CONCLUSIÓN
Johana Herrera: Actualmente Grupo Maseca (Gruma) es una empresa que se
dedica a la producción, venta, comercialización y distribución de harina de maíz y
de trigo, tortillas de maíz y trigo y sus derivados de maíz a nivel nacional e
internacional, de hecho es la empresa líder de esta rama en México y una de las
más grandes en el mundo. Se define a sí misma como una empresa de alimentos,
líder en la producción de harina de maíz y tortillas a nivel mundial. Es la empresa
de alimentos más globalizada de México, líder en la producción de harina de maíz
y tortillas a nivel mundial.
Rosalía Rodríguez: Gracias a su perseverancia Grupo GRUMA logro posicionarse
en el mercado como la empresa de alimentos más globalizada de México. A pesar
de que la industria agropecuaria se vio perjudicada, ellos supieron cómo salir
adelante con todo y los daños que el TLCAN causo en este sector, hoy en día
siguen creciendo como empresa a nivel internacional.
Alan Guillermo Arcos: Al ser la globalización algo con lo que vivimos día a día es
necesario realizar tratados entre países para poder sacar beneficios de diferentes
formas, y es por eso que el TLCAN se realizo para poder sacar ventaja de estos
tres países, y como en todo en este tratado hay puntos buenos como puntos
malos, pero uno de los puntos buenos es que una empres como Gruma de la que
hablamos en este análisis pudo desarrollarse de una mejor manera contribuyendo
a la economía nacional y todo esto gracias a la libertad de exportación e
importación de materias primas como de ya productos terminados.
Alexandra Medel: con el TLCAN que fue firmado por los 3 países mencionados en
el trabajo anterior, México se enfrento a duras realidades que siempre estuvieron
presentes pero no fueron muy latentes hasta la entrada en vigor del tratado, uno de
estas realidades fue la del sector agrícola, pues este hizo denotar que no era lo
suficientemente competente en comparación con el de los otros dos países. A
pesar de que México intento dárseles las herramientas hubo muchos campesinos
que no pudieron hacerle frente al mercado internacional. Afortunadamente
MASECA pudo hacerle frente a la competencia, a los retos y cambios que se
enfrentaba este sector con la firma del TLCAN.