CUADERNILLO DE EJERCICIOS PARA EL TERCER TRIMESTRE, SEXTO GRADO
Poesía femenina latinoamericana
1. Del Modernismo a la vanguardia:
Poesía femenina en América Latina
2. Jesús Magaña Estrada
“Hay algo superior al propio ser de las mujeres:
su naturaleza.”
Alfonsina Storni
3. Jesús Magaña Estrada
Quizá en ninguna otra tradición literaria puedan
encontrase tantas mujeres poetas autoras de obras de
gran calidad, como en la literatura latinoamericana
posterior al modernismo.
Aquí vamos a dar cuenta de tres de las más
importantes:
• Gabriela Mistral
• Juana de Ibarbourou
• Alfonsina Storni
5. Jesús Magaña Estrada
El primer premio Nobel que recayó en Latinoamérica fue a
manos de una escritora, Gabriela Mistral, cuyo nombre
verdadero era el de Lucía Godoy Alcayaga (1889-1957). Tras el
Modernismo, cerrado brillantemente con la introducción de las
nuevas poéticas de la vanguardia de origen europeo, el
panorama poético en la América de habla española se
enriquece y nacen cauces diversos con escritores de fuerte
personalidad.
6. Jesús Magaña Estrada
Cuando la Academia Sueca
concede el Nobel (1945) a la
chilena Gabriela Mistral
consagra a una poeta
-educadora y diplomática-
anclada en la estética del siglo
XIX.
Su poesía procede de un
profundo sentido de frustración
originado por un amor truncado
en plena juventud al suicidarse
su amado, lo que la llevará a
introducir en su obra, en tono
elegíaco, el tema de la muerte.
7. Jesús Magaña Estrada
De un feminismo elemental,
sus versos vibran también
por su frustración materna.
Su obra se concentra en
cuatro poemarios:
Desolación (1922), Ternura
(1925), el libro de las
canciones para niños Tala
(1938), y Lagar (1954).
9. Jesús Magaña Estrada
Sus Sonetos de la muerte (1914), que pasarían a formar parte de su
primer libro, alcanzaron gran popularidad al ser premiados en los Juegos
Florales de Santiago. Proceden del Modernismo, pero los recursos de
Gabriela Mistral tornan a un romanticismo sentimental y profundo; como
en el primer soneto de la serie:
Del nicho helado en que los hombres te pusieron
te bajaré a la tierra humilde y soleada.
Que he de morirme en ella los hombres no supieron,
y que hemos de soñar sobre la misma almohada…
10. Jesús Magaña Estrada
Gabriela Mistral utiliza también el verso breve en
alguna de sus mejores canciones, en las que no
abandona el sentido trágico y grave de la existencia,
que la condujeron, en la década de los treinta, a
participar en empresas de aliento político humanitario.
11. Jesús Magaña Estrada
Su tema
fundamental es el
amor: recorre los
pasos de una
relación amorosa y
se prolonga,
posteriormente,
hacia una temática
más abierta en la
que cabe el
humanitarismo y el
amor a los niños , a
quienes dedicó
algunos de sus
libros.
13. Jesús Magaña Estrada
En Juana de Ibarbourou (1895-1979), uruguaya, la
poesía procede también de un ambiente modernista,
asimilado mediante un amplio despliegue metafórico que
a partir de su libro La rosa de los vientos (1930) se
decantará hacia la experimentación vanguardista y
rondará un incipiente surrealismo.
14. Jesús Magaña Estrada
El crítico Enrique Anderson Imbert ha definido a Juana de
Ibarbourou como “Narciso-mujer con las delicias de la
coquetería y la femenina turbación ante el espejo del
tiempo donde nos vemos afear y morir”.
15. Jesús Magaña Estrada
Pero la llamada del erotismo,
que se expresa como
afirmación de la plenitud de la
vida, aparece más claramente
en sus primeros libros: Las
lenguas de diamante (1919),
poemas cruzados todos ellos
por un aire de exaltación
primaveral, incitante y pagana,
y Raíz salvaje (1920), donde el
contrapunto del lado oscuro de
la existencia (la caducidad, la
angustia, la muerte) no logra
reducir el entusiasmo de quien
se siente gozosa y bella en el
centro de la vida.
17. Jesús Magaña Estrada
Un feminismo mucho más radical que
el de “Juana de América”, como se
calificó a Juana de Ibarbourou, es el
de la argentina Alfonsina Storni
(1892-1938). Su suicidio en el mar
trazó en torno a su personalidad una
leyenda literaria enlazada con el
carácter erótico de sus primeros
libros, en los que la conciencia
asumida de la feminidad tropieza con
un mundo oscuro y violento,
caracterizado por el omnipresente
poder del varón.
18. Jesús Magaña Estrada
A este planteamiento responde
El dulce daño (1918), obra cuya
apasionada escritura se
corresponde con una honda
penetración psicológica.
Más intelectualizados son los
poemas de Mascarilla y trébol
(1938) en los que la fuerza
expresiva de la emoción se
sustituye por una mayor frialdad y
por la tendencia a las
abstracciones.
19. Jesús Magaña Estrada
Sin embargo , su poesía, que en general huye del barroquismo
modernista a través de la sencillez de la escritura, especialmente en las
últimas etapas de su obra, no consigue (como tampoco las otras poetas
aquí incluidas) la grandeza renovadora de los fundadores de la nueva
palabra poética americana: Huidobro, Vallejo y Neruda.
21. Jesús Magaña Estrada
La mujer estéril
La mujer que no mece un hijo en el regazo
(cuyo calor y aroma alcance sus entrañas),
tiene una laxitud de mundo entre los brazos;
todo su corazón congoja inmensa baña.
El lirio le recuerda unas sienes de infante;
el Angelus le pide otra boca con ruego;
e interroga la fuente con seno de diamante
porque su labio quiebra el cristal en sosiego.
Y al contemplar sus ojos se acuerda de la azada;
piensa que en los de su hijo no mirará extasiada,
Al vaciarse sus ojos, los follajes de octubre.
Con doble temblor oye el viento en los cipreses.
¡Y una mendiga grávida, cuyo seno florece
cual la parva de enero, de vergüenza la cubre!
GabrielaMistral
22. Jesús Magaña Estrada
El navío
Sirena que en el sueño me has llamado
Desde tu frágil costa de neblina:
En tu vaga centuria ultramarina
Un reclamo de abismo me ha llegado.
Tal vez me tengas, de coral labrado,
Para el final descanso, almohada fina;
Y extraigas ya de la profunda mina
La nácar que perfile mi costado.
Hoy, frente al mar de harpas verdosas,
Yo, la que nunca por el mar anduve
Y nunca entre mis manos timón tuve
Ni remo para islas alejadas,
Siento que el barco de la muerte sube
Hacia mí con las velas desplegadas.
JuanadeIbarbourou
23. Jesús Magaña Estrada
Voy a dormir
Dientes de flores, cofia de rocío
manos de hierbas, tú, nodriza fina,
tenme prestas las sábanas terrosas
y el edredón de musgos escardados.
Voy a dormir, nodriza mía, acuéstame.
Ponme una lámpara a la cabecera;
una constelación; la que te guste;
todas son buenas; bájala un poquito.
Déjame sola: oyes romper los brotes...
te acuna un pie celeste desde arriba
y un pájaro te traza unos compases
para que olvides... Gracias. Ah, un encargo:
si él llama nuevamente por teléfono
le dices que no insista, que he salido...
AlfonsinaStorni