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“LIBEREMOS BOLIVIA”
Mgr. José RamiroZapata Barrientos
Estudiante: Salazarsalas Javier Jesús
Carrera: Administraciónde Empresas
Materia: ProducciónII
Grupo: 01
Para que sirve el hombre
“el gerente mide todo”
(Mgr. Ramiro Zapata Barrientos)
Introducción
La empatía, el sentido del humor, o la adecuada gestión de la incertidumbre son
cualidades que convierten a la persona en una pieza fundamental para transformar la
compañía en la que trabaja.
Los humanos y las máquinas están forjando el futuro del conocimiento técnico. Pero
no nos engañemos... Nada sería posible sin la intervención de los humanos
Los humanos
Por mucho que las empresas se empeñen en la transformación digital, conviene
recordar que pierde todo el sentido sin las habilidades, capacidades y competencias
intrínsecas al ser humano. Porque son las personas las que manejan e introducen esos
datos que dan vida a las máquinas. La tecnología carece de empatía, capacidad de
negociación y del sentido del humor que anima una presentación en público. Para eso
sirven los humanos. Esas competencias son las que los hacen únicos para superar un
proceso de selección o desarrollar un trabajo. "El ser humano es único en habilidades
estratégicas y en las organizativas, así como en las habilidades personales e
interpersonales", asegura Andrés Fontenla, director general de Fontevalue Consulting.
Noelia de Lucas, directora comercial de Hays, menciona además "la creatividad, la
capacidad para generar nuevas ideas y seguir aportando. Una máquina carece de
sentimientos y empatía".
La selección
Detectar esas habilidades en el proceso de selección es el punto de partida para el
desarrollo posterior del individuo. De Lucas reconoce que "es más sencillo
identificarlas en los candidatos con cierta experiencia profesional, porque pueden
ilustrarlo con ejemplos concretos. En el caso de los que acceden a su primer trabajo, es
sencillo recurrir a sus vicisitudes. Preparar una batería de preguntas es lo más práctico
para acertar". Respecto a su desarrollo, Gema Monedero, socia y directora del área de
consultoría de Ackermann Beaumont Grupo, dice que la clave está en el
autoconocimiento: "El profesional ha de ser capaz de reconocer dónde están sus
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“LIBEREMOS BOLIVIA”
Mgr. José RamiroZapata Barrientos
Estudiante: Salazarsalas Javier Jesús
Carrera: Administraciónde Empresas
Materia: ProducciónII
Grupo: 01
oportunidades de mejora, cuáles son sus fortalezas y motivaciones para poder crecer y
desarrollarse".
La transformación
Monedero está convencida de que "la transformación digital es un proceso de
adaptación de las empresas a un nuevo entorno, el digital, en el que las personas van a
jugar un factor decisivo. Esto no va de tecnología, sino más bien de diseñar nuevas
culturas y estrategias. Para ello las personas son la clave". Son los profesionales los que
hacen esa transformación. Como dice De Lucas, "la tecnología bien utilizada te hace
más eficaz en el trabajo". Monedero insiste en que "hablamos de nuevos ecosistemas
donde priman aspectos como la colaboración con los clientes, los empleados y otras
compañías competidoras incluso. Esto es algo que requiere de esas cualidades
intrínsecas al individuo: la capacidad para asumir la necesidad de cambio, los riesgos o
gestionar entornos de incertidumbre".
¿Qué es necesario para ser persona humana?
Normalmente todas nosotras reconocemos que somos personas, e incluso nos
reconocemos como personas humanas o personas físicas, y sólo muy pocos/as de
nosotros/as se consideran a sí mismos/as algo distinto de esto (se creen simples
animales, por ejemplo, o personas divinas de algún tipo o, menos aún personas
jurídicas como lo son las empresas, las fundaciones o los ayuntamientos).
¿Pero en qué consiste eso? ¿Qué necesitamos para poder ser considerados/as
personas? ¿Y para ser personas humanas?
"Substancia individual de naturaleza racional" es la definición clásica de Boecio que se
caracteriza por tres notas: la sustancialidad (algo que subsiste en el tiempo y que es la
base para una serie de características), la individualidad (el hecho de ser una unidad
indivisible e idéntica sólo a sí misma) y la racionalidad (es decir, el hecho de poseer
esas dos características o facultades que llamamos el intelecto -la capacidad de pensar
y de conocer- y la voluntad -la capacidad de tomar decisiones-). En este sentido
persona no es un nombre genérico. Se refiere a un “quién” y no a un “qué”; y tampoco
designa una naturaleza común sino algo totalmente propio.