. ¿Qué sabemos sobre el monte que hay aquí en mi comunidad?, ¿Cómo nos relacionamos con el monte?, ¿cuál es su importancia?; 2) ¿Cómo está el monte en la actualidad?, ¿Cuáles amenazas tiene? Una crónica de intercambio entre comcáccs y guarijios 2018
Uso razonado de protectores faciales en la pandemia Covid-19
Cronica del intercambio comcaac guarijio 13-17-abril-2018
1. 1
UNA SUERTE DE CRÓNICA DEL INTERCAMBIO GUARIJÍO-COMCÁAC DE
SABERES Y PRÁCTICAS TRADICIONALES SOBRE EL APROVECHAMIENTO DE
PLANTAS CULTIVADAS Y SILVESTRES QUE FORMAN PARTE DE NUESTRO
PATRIMONIO BIOCULTURAL.
TERRITORIO GUARIJÍO, ÁLAMOS, SONORA, 13-17 DE ABRIL, 2018.
Viernes, 13 de abril, 2018
El encuentro del grupo anfitrión de facilitadores (Ramón Martínez Coria, Armando
Haro y Víctor Eduardo Téllez, de Red Kawueruma, COLSON y Foro para el Desarrollo
Sustentable A.C.) con la comitiva Comcáac estaba programado a las 5 PM en Álamos,
pero, este grupo de apoyo a los Guarijío aun andaba haciendo todavía compras en
Navojoa, así que los Comcáac se adelantaron por su cuenta a ver la exposición
Saberes del Monte, en el Museo Costumbrista de Álamos, donde ya estaba
concertada su llegada y atención por parte del Director, Antonio Estrada. Con este
suceso dio inicio el intercambio, pues los Comcáac tuvieron la oportunidad de
conocer un poco de la cultura Guarijía y la historia natural y social del Río Mayo.1
1
De parte de los Comcáac vinieron 11 personas en 2 camionetas que nos fueron de suma utilidad
para el translado colectivo durante todo el encuentro. Laura Monti y Michael Gray de choferes, y entre
los Comcáac, Manuel Monrroy Morales, Cristina Molina Martínez, Azucena Morales Astorga, Laura
Molina Martínez, Verónica Molina Morales, de Desemboque (Pitiquito, Sonora) y Romelia Barnett
Díaz, Mayra Olivia Estrella Astorga y Lourdes Karelia Perales Hoeffer de Socaixx (Punta Chueca,
municipio de Hermosillo, Sonora), además de la Licenciada en Ecología Gabriela Suárez, del proyecto
CAZMEX. El grupo Guarijío fue muy amplio y diverso, cambiante en los distintos momentos, pero
incluyó especialmente a Maximiana Buitimea Valdéz, Marcelino Macario Ciriaco, Reyna Armenta,
Máximo Buitimea Romero, de Los Estrados; y a Wilfrido Parra, Juana Buitimea Zazueta, José Romero
Enríquez y Guadalupe Rodríguez Enríquez de Colonia Macurahui; Julia Romero Ochoa y Yesika
Vanessa Velderrain Romero de Los Jacales, entre muchos otros que nos acompañaron en distintos
momentos, en un número de alrededor de entre 200 a 250 personas de todas las edades.
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Aun antes de encontrarnos advertimos todos –como luego platicamos- que existe
un ambiente mutuo de expectativas por este intercambio que es el segundo entre
Comcáac y Guarijío, y, para casi todos los que vienen de fuera, la primera visita al sur
de Sonora y a la región Guarijío.2
Luego de pasear por la plaza de Álamos, para
culminar el día, cenamos antojitos y ensaladas en un bonito restaurant de Álamos. El
rompehielos de la cena nos sirvió para comenzar un diálogo sobre la situación de
estas dos tribus, que tienen una población inferior a los dos mil habitantes en sus
comunidades tradicionales, en territorios que son depositarios de gran riqueza y
diversidad biocultural, mineral y energética. Para este encuentro nos interesa
enfatizar las plantas que se comen y sus usos curativos, artesanales o de otro tipo.
Estas dos culturas étnicas ancestrales mantienen estrategias alimentarias, curativas y
sanitarias que se retroalimentan de la gran matriz civilizatoria precolombina árido-
americana de recolección estacional. En contraste, la cultura Guarijío, pero no la
Comcáac también tiene raíces en las formas oasis-americanas con influencia meso-
americana agrícola de temporal. Las farmacopeas de ambos pueblos dan cuenta de
la biodiversidad que albergan sus territorios y pueden contener respuestas a sus
propios perfiles de hambruna, desnutrición y morbimortalidad, así como generar
estrategias de empleo e ingreso en el seno de sus familias.
Ambos pueblos persisten marginados del aparato público, están conscientes de las
amenazas que se cierran sobre sus destinos y están dando la lucha por su dignidad
e integridad. Pero estaban haciéndolo de manera separada, cada quien por su
cuenta. Ahora se han encontrado y comienzan a reconocer saberes comunes tan
importantes como las plantas que se comen y las que curan. Este diálogo solo ha
dado inicio y se han abierto puertas impensadas. Los demás, que somos
acompañantes, nos agrupamos en organismos civiles y académicos desde diferentes
procesos de diálogo y acompañamiento a las dos tribus con quienes convergemos
en un proceso de intercambios y aprendizajes que se extienden a todos los
2
“Hubo un tiempo que hubo. En un entorno social e histórico de despojo territorial y desplazamiento
forzado de los pueblos originarios y sus modos ancestrales de sobre-vivencia, pero también de la
tutela constitucional de sus patrimonios bioculturales, los vínculos que se han generado y cultivado
entre sus comunidades tradicionales, sus organizaciones y diferentes actores de la sociedad civil que
trabajamos bajo los estándares internacionales de derechos humanos y cooperación, constituyen una
estrategia de resistencia y resiliencia posible que se propaga y se complejiza conforme dura. En eso
estamos. Entre las formaciones socio-culturales más vulnerables al olvido se ubican aquellas
poblaciones que tienden a disminuir su demografía por emigración obligada y dejan de transmitir el
habla de sus lenguas maternas, así pierden los secretos de sus antepasados y se pauperizan más
rápidamente. Tal es el riesgo de las tribus Comcáac y Guarijío de nuestros tiempos” (Ramón Martínez
Coria).
3. 3
gradientes de la defensa y conservación de sus patrimonios bioculturales y
territoriales. Emprendemos ya a oscuras el viaje hasta San Bernardo (51 kms.), para
alojarnos en 6 habitaciones del Hotel Divisaderos, nuestro cuartel para este
encuentro.
Sábado, 14 de abril, 2018
Desde el amanecer en la cocina del hotel con café comenzamos a preparar el
desayuno, a base de machaca con verduras y huevo, jugo de frutas, café y tortillas
de maíz. En su transcurso se realizó una breve introducción sobre la problemática de
la presa y su impacto potencial en el territorio y la cultura de los Guarijío, a cargo de
Ramón Martínez Coria. Luego de un episodio de fallo repentino y compostura
espontánea del Sentra (COLSON), certificado por un mecánico local, emprendimos
el viaje en tres unidades a Los Estrados, haciendo una primera parada abajo del
puente de Nahuibampo para admirar el Río Mayo y ser bautizados con un primer
saludo. Laura Molina entonó con los pies en el agua un canto tradicional Comcáac,
mientras se asomaban garzas blancas por la rivera, venteando las suaves brisas que
nos saludaban al paso por la jornada, “Va por el Mayo la ventolera, de los convites
como el de abril, corazón Comcáac en la mañana canta al mezquite y su poder”, una
nota en nuestro diario de campo. “Traslado de San Bernardo a Los Estrados.
Avistamiento del Río Mayo y flora local en el camino”, decía el programa, pero, ya
íbamos un poco tarde, así que no entramos a Sejaqui para ver un pueblo yori hoy
casi abandonado. Por la carretera, desde antes del Aguaje del Chino, comenzamos a
ver la coexistencia de especies en este ecosistema de selva baja caducifolia: encinos
(Quercus, cusi en guarijío) con cactáceas (Opuntias y Stenocereus, entre otros),
pochotes (Ceiba acuminata), con torotes (Bursera) y amapas (Tabebuia
impetiginosa), guayacán (Guaiacum coultieri) con etcho (Pachycereus pecten
aboriginum) y diversas especies tropicales, incluido el San Miguelito o Ka´amori, una
enredadera de raíz comestible que florea rosita (Antigonon leptopus).3
3
¿Por qué Los Estrados? “En todo este jaleo del intercambio, la incorporación de los grupos de
población Guarijío nos planteó varios niveles de dificultad”. En este caso, seleccionamos comunidades
accesibles por carretera, coincidente con un perfil vulnerable de pauperización persistente. Los
Estrados, comunidad peculiar por su situación topográfica respecto al ejido del que es parte que cruza
la frontera intermunicipal Álamos-Quiriego, donde la cabecera ejidal queda en Quiriego y sus tierras
comunitarias y poblado en Álamos, con doble marginación del aparato público. Por el lado de Los
Estrados, además del diálogo constante con Don Máximo su Gobernador, hemos estado trabajando
con Doña Maximiana Buitimea, encargada de la Casa de Salud y espléndida colaboradora para
cualquier perfil de gestión comunitaria, así como con Marcelino Macario, quien ha sido agente de
policía en la localidad”.
4. 4
A Los Estrados nos acompañó gente de la Colonia Macurahui (Julia Romero Zazueta,
Doña Elvira, dos adolescentes, Wilfrido Parra, Juanita Buitimea y sus cuatro hijas,
Daniela, Blanca, América y Judith). Llegamos directo a la escuela primaria, donde el
salón que nos prestaron se llenó para nuestra actividad mañanera, ya de mediodía.
Hicimos bienvenida de los asistentes a cargo de Don Máximo, gobernador local y de
Maximiana Buitimea, Marcelino Macario Ciriaco y otros residentes, quienes
agradecieron amablemente la visita de los hermanos Comcáac. Ramón explicó lo
que significa Meso y Oasis-américa, como fue cambiando el uso del monte en esta
parte del planeta, desde los usos indígenas ancestrales del territorio, las prácticas
agrícolas y de silvicultura, caza y usufructo de los recursos. ¿Qué sabemos sobre el
monte que hay aquí en mi comunidad?, ¿Cómo nos relacionamos con el monte?,
¿cuál es su importancia?; 2) ¿Cómo está el monte en la actualidad?, ¿Cuáles
amenazas tiene? Hubo varias intervenciones que destacaron el impacto del uso de
los árboles como combustible y para carbón, además de señalar como en la región
mucha fruta y semilla no se usa y hasta se pierde como sucede con el etcho o el
pochote que abundan en la región. Luego, efectuamos una dinámica en equipos,
revueltos entre las dos tribus, para elegir una o dos plantas comestibles en común,
y hacer una descripción sobre sus usos conocidos, con el apoyo de un listado
sintético con información de fuentes publicadas en libros o en internet, de la base
de datos Saberes del Monte.4
Para elegirlas, fuimos pegando en cartulinas de colores
varias opciones que luego seleccionaban los equipos. Repartimos fruta.
4
Algunas preguntas para este ejercicio fueron: ¿Por qué el grupo escogió esas tres plantas?, ¿Qué
saben sobre estas plantas y que nos quieran compartir? ¿Cómo aprovechamos estas plantas?, ¿Qué
estrategias podemos planear para mejorar nuestra salud, nutrición? Para la plenaria se usaron
rotafolio y plumones.
5. 5
Luego pasamos a una plenaria, donde se abordaron el mezquite, el etcho, el
papache, la pitahaya y el epazote, pasando cada grupo al frente a exponer lo
dialogado en su mesa. Un protagonista notable de este intercambio fue el mezquite
(Prosopis glandulosa, Jupará en guarijío, Haas en comcáac), que para la gente
Guarijío básicamente se usa como forraje, aunque encontramos varias referencias al
atole de péchita (la vaina –tomorí- del mezquite), mientras que para la gente
Comcáac se considera un alimento importantísimo pues de su vaina hacen harina y
con ella preparan galletas y empanadas. Lo irónico es que el mezquite es poco
frecuente en el paisaje Comcáac y ocurre en abundancia en el Guarijío. Esto nos llevó
a dos hilos conductores para generar aprendizajes cruzados, por un lado, trabajar en
la valorización y protección del mezquite en territorio Guarijío, donde recientemente
se ha incrementado su extracción para la producción de carbón bien cotizado en los
mercados regionales y lejanos con la deforestación consecuente, con el propósito
de incorporarlo al repertorio de recursos alimentarios, aprovechando su abundancia
pero cuidándolo de la depredación; por otro lado, buscar estrategias para un banco
de semillas que posibilite su propagación en territorio Comcáac. En dos ocasiones,
los Comcáac nos regalaron una canción dedicada al mezquite y aprovechamos para
repartir folletos sobre este noble árbol (Boletín Kawueruma del Río Mayo No. 7).
Los Guarijío solo pudieron describirles el fruto del papache (Osokora, Randia
echinocarpa) que encontraron en el monte porque ya pasó la temporada, así que
contaron cómo se parte la cáscara dura cuando madura y se pone amarilla para sacar
esa miel café que cubre las semillas. Una de las referencias con más textura fue
cuando les explicaron que, después de saborear el papache el agua sabe más dulce
y fresca; les dijeron también que, a los yoris (gente no originaria), más a los gringos,
les interesa comprar papache por sus propiedades para la diabetes. No faltó quien
6. 6
les puso en la mano un fruto de papache seco que admiraron por su rugosa y picuda
corteza. Se habló bastante también de dos cactáceas: la pithaya (Stenocereus
thurberi) y el etcho (Pachycerus pecten aboriginum), sus usos comestibles y
medicinales.
Terminando la dinámica fuimos a comer todos al pre-escolar, donde con insumos de
la Cruzada Contra el Hambre (platos, vasos, ollas), algunas mujeres nos prepararon
una comida a base de tortillas de maíz, ensalada de coditos con atún, mayonesa y
verduras. Probamos habas tatemadas en el comal y bebimos agua de limón con
azúcar, con risas asiduas y el aderezo visual de los vestidos de las mujeres Guarijío,
que les llamaron mucho la atención a las Comcáac. Organizamos -ya que pasó poco
el calor- la caminata botánica hacia el rancho de San Pedro, comenzando desde la
carretera, donde abundan papaches y pithayas, mezquites y uno que otro encino. Al
llegar, en el huerto de la primera casa había calabaza sembrada de la sehualca
(Cucurbita moschata) y también bledo o Amaranthus hybridus, el wewí Guarijío. Nos
sorprendió en general, la limpieza de los patios. Nos fuimos a caminar al aguaje,
hasta donde se juntan los arroyos que van al Platanar y a donde se dan los arrayanes.
“Desde el momento en que caminas de la carretera hacia el aguaje, las bellas vistas
inundan los ojos, los Comcáac y otros invitados quedaron maravillados de la bella
naturaleza que nos proporciona la región Guarijío. Ese día aprendimos a identificar
mejor las plantas, ya que preguntamos a los locales todas nuestras dudas” (Víctor
Eduardo Téllez). Llegamos al entronque de dos arroyos, mirando chunas, amoles
(Agave vilmoriniana), tescalamas (Ficus petiolaris), chicuras (Ambrosia ambrosoides,
Tincl, en comcáac) y batamotes (Caaöj y Wachamó, Baccharis salicifolia) Con el
tempisque (Paaza, Kasalá, Sideroxylon occidentale ) fruteando en medio del patio de
7. 7
la casa que ahora habita la familia de Felizardo Macario Romero, músico de los
buenos, donde comimos rebanadas de piña y tomamos café y hubo venta de
artesanía. Maximiana se vino con nosotros a San Bernardo y acordamos la
participación de algunas personas el próximo lunes en el Taller que allí tendremos.
Al retornar a San Bernardo en la casa de Lupita Flores y con apoyo de Eulalia Borbón,
ahijada suya, cenamos colache (plato regional de calabacitas, hecho aquí con
Cucurbita pepo, la calabaza zuchinni, guisadas con cebolla, chile, maíz y queso),
frijoles, tortillas de harina y de Maseca y un té esencial hecho con poleo, té limón
(Andropogon citratum) y albahaca (Ocimum basilicum) cultivado en el patio y que
mucho agradó a los asistentes como bálsamo de un día muy paseado e intenso, una
especie de arreo dulce para irnos todos a dormir esa noche de sábado. Los Comcáac
se asombraron de la riqueza vegetal, tantos árboles que no conocían y otros que
habían oído hablar o visto en fotos. Entre las expectativas Comcáac a la hora de las
caminatas, fue notable la insistencia de Don Manuel Monrroy para ver los encinos,
él tenía la idea de que las montañas del territorio Guarijío estarían cubiertas de
bosques de pino-encino (como Yécora, decía) y nunca se imaginó que conocería el
bosque espinoso, donde también viven los encinos cusí (Quercus albocincta). En el
trayecto hacia Los Estrados y en la caminata de esa tarde le hizo saber a nuestros
anfitriones que le interesaba conseguir algo de corteza de ese encino cusí por su
medicina para los dientes.
Domingo, 15 de abril, 2018.
El domingo amanece en San Bernardo, con Mike, Laura y algunos Comcáac tomando
ya café otra vez en la cocina. Entre todos, hacemos lonche para la caminata botánica
de este día, con sándwich de jamón y queso, mayonesa y mostaza, una manzana,
8. 8
juguito y barrita energética. Llegan como diez acompañantes de Colonia Macurahui,
con todo y Don Lupe, gobernador de parte de los Guarijíos, así como gente que
sigue a Don José Romero y también de Los Jacales. Hoy es cumpleaños de Laura y
antes de salir hacemos un círculo, donde Don Lupe da una bienvenida y hay cantos
Comcáac para salir al monte, que aprendamos y nos vaya todo muy bien.5
Emprendemos por el Taymuco, un recorrido botánico muy rico, bajando a pie el
grupo desde el hotel, “para la apreciación del ecosistema de la selva baja caducifolia”,
dice en el programa. Muy bueno el sendero por el arroyo, sombreado y bucólico, va
rodeando San Bernardo, como una suerte de periférico que recorren algunos
transhumantes del pueblo. Vemos Euphorbias, Fabaceas, Ficus y Solanaceas,
recogemos semillas de “chaka-pusí” (Rhynchosia precatoria), y así, muy
pausadamente y con muchos diálogos en grupitos, llegamos a un chalate (Ficus
trigonata) donde comemos lo que queda del lonche y luego vamos caminando otro
kilómetro y medio hasta la obra de la cortina de la presa por un camino de subida
que deja el arroyo y entronca con la carretera de terracería. En el trayecto, con
Maximiana, las dos Lauras y Verónica, fuimos identificando y comentando sobre más
plantas. Aquí predominan, además de las fabáceas, las Asteraceae, y de ellas
pudimos ver varios ejemplares de Chicura (Ambrosia ambrosioides), el Tincl
comcáac, Chikurá de los Guarijío. Es una planta muy medicinal, usada la raíz en esta
región para fiebres y en el pre y post-parto para fortificar la matriz, mientras que los
mayo añaden para arrojar restos placentarios, como los comcáac, además para
5
La situación de los Guarijíos en San Bernardo merece comentarse. Los grupos de familias que viven
en el Ejido San Bernardo se distribuyen en dos asentamientos: Los Jacales y Colonia Macurahui, pero,
ninguna familia Guarijío es titular de derechos agrarios en ese ejido, fundado en la década de 1940.
A su vez, los que viven en la Colonia Macurahui están divididos por la intervención de actores
gubernamentales que buscan impedir que la tribu Guarijía se unifique políticamente. En este contexto,
tenemos que hay tres Gobernadores tradicionales Guarijío en San Bernardo, uno (muy nuevo) en Los
Jacales y dos más en la Colonia Macurahui donde cada uno tiene su enramada y su grupo de familias
leales a su autoridad.
9. 9
problemas de infertilidad y males de vías urinarias. Otros usos incluyen fiebres
(guarijios), y en otros sitios de México: en tos, anemia, gastritis, tumores, dolor de
estómago, empacho, reumas, como abortivo y en trastornos menstruales.6
El
batamote (Baccharis salicifolia), Wachamó en guarijío, Caaöj en comcáac lo usan
mucho los guarijíos para construir las enramadas donde se llevan a cabo reuniones
y fiestas tradicionales, también de uso artesanal, para hacer palos para pescar en el
río Mayo, ramas para tirar los cohetes, antes se usaban para hacer flechas. Sus usos
medicinales son también muy numerosos y comcáacs y guarijíos comparten la
costumbre de poner hojas calientes en la cabeza u otras partes doloridas del cuerpo,
en el dolor de oído, en la Región Guarijío sonorense se usa moler las hojas -que son
resinosas y en forma de lanza, márgenes aserrados - y las puntas de las florecitas
blancas que crecen en cabezuelas, se muelen para mezclar con aceite y Vick
Vaporrub para poner por dentro cuidadosamente en el oído.7
De las Papaveraceae, tuvimos ocasión de admirar y comentar el cardo (Argemone
ochroleuca Sweet), Xazácöz en comcáac y Tatachinore en Guarijío, con sus
características flores de pétalos blanco-amarillentos que parecen de papel. Los
comcáac emplean las hojas para dolor de riñón, y para limpiar la matriz después del
parto, en casos de infertilidad; los guarijíos, en ojos irritados, cataratas, dolores
musculares, problemas de hígado y colesterol alto, el látex de los tallos en aplicación
directa, las hojas y la raíz hervidas en agua y tomadas como té.8
Comentamos de
hallazgos en la literatura científica, como su parentesco con la amapola, que ya se
ha comenzado a sembrar en el Río Mayo; entre ellos, su efecto narcótico y sedante,
y le han encontrado actividad antibiótica, antifúngica y antitumoral, así como
6
Las investigaciones han encontrado actividad antibiótica contra gérmenes gram +, presencia de
sesquiterpenlactosa en toda la planta y saponinas antimicóticas en esta abundante planta de los
arroyos y márgenes de los valles que crece entre 10 y 1050 msnm en climas muy secos en bosques
de matorral xerófilo de la costa, selva baja caducifolia y bosque de encinos. Está registrado el uso
histórico comcáac de esta planta para fumar sus hojas, así como la obtención de un pigmento vegetal
amarillo y su uso forrajero. En la región Guarijío existe la leyenda del “Juez Chicura” que se encarga
de “casar” en el monte a las parejas de jóvenes que se fugan para juntarse.
7
En otras partes del país, es popular el empleo de tallos y hojas para uso externo en cansancio las de
piernas, golpes, heridas, infecciones y ulceras en la piel y para que salga pelo, con presentaciones
artesanales e industriales en jabón y shampoo; en infusión, las ramas con hojas se utilizan en infusión
para “latido”, digestivo, infección intestinal, “mal de orín”, “rabia” (uso no comprobado), hemorragias
post-parto (no especificado), para perder peso y como anticonceptivo. Entre los rarámuris se ha
registrado su uso como piscicida, auxiliar en la pesca.
8
Entre los mayos, para el mal de ojo (conjuntivitis) y llagas, y en otras tradiciones de medicina popular
e indígena de México, además de estos usos del noroeste mexicano, la planta aparece en sordera,
dolor de pulmón, para hacer brotar el "chincual", como purgante y emético; en bilis, cólicos infantiles,
tos, problemas dentales, úlceras bucales y afecciones cutáneas (picazón, verrugas).
10. 10
también que la planta y semillas son tóxicas para los vacunos.9
Hablamos también
sobre la relevancia que ha jugado el maguey, Mahí (Agaves de varios tipos, hay 12
en la región), en la trayectoria histórica de los guarijíos, pues muchas veces usaron
la tatema de las pencas en tiempos de hambrunas o durante las escapadas al monte
cuando la lucha por la tierra.
Dejamos el camino del arroyo para subir a la carretera que conduce a la obra de la
presa. Muy dramático encontrarse con el Río invadido por una obra que profana en
su inmediatez al sitio sagrado de Los Pilares, donde hay cuevas, aguas termales y
leyendas de unos gigantes que quedaron allí petrificados porque hacían daño a la
gente, como ahora la obra de cemento que inunda el paisaje con su bizarra presencia
en medio de burseras, agaváceas y cactáceas, obstruyendo el libre paso del agua,
que aquí deja de cantar. Algunos nos bañamos a la vera del puente y la cortina.
“Aunque en esta caminata se veía más árido el terreno a diferencia del día anterior,
no deja de maravillar los imponentes pilares de la montaña que lleva el mismo
nombre, además de ver el bello río aún con agua. Después de caminar y llegar a ver
la destructora presa, mucha gente decidió bañarse en el río, en especial niños
Guarijíos los cuales estaban muy contentos de jugar y nadar en la fresca agua. De
nuestros invitados, solo Laura y Mike se animaron a meterse” (Víctor Eduardo Téllez).
Después de la visita al lugar sagrado Guarijío de Los Pilares, fuimos llegando por
tandas a donde Lupita, quién nos esperaba con un pipián tradicional de semillas de
calabaza zehualca (Cucurbita mostacha), con cilantro (Coriandrum sativum L.), ajo
9
En el cuadernillo pudimos ver que posee alcaloides sanguinarina y dihydrosanguinarina que son
muy tóxicos, además de saponinas, berberina y protropina. La planta y las semillas pueden ser
venenosas para el ganado. De las semillas se fabrica un aceite esencial y tiene también usos como
bioinsecticida. Ninguno de nosotros conocía estos aspectos con anterioridad.
11. 11
(Allium sativum) y cebolla, tortillas de Zea mays y papas cocidas, pasta verde y roja
de chiltepín al gusto y agua de jamaica (Hibiscus sabdariffa) bien concentrada.10
A las 16:00 estaba programado el cierre del Concurso Saberes del Monte en San
Bernardo, en las instalaciones de la CDI, donde ya habíamos instalado las mesas y
sillas rentadas en Álamos. Una tarde con muchas actividades en ese almacén que
nos prestaron y que tuvimos que barrer y acomodar previamente, con mantas del
Patrimonio Biocultural Guarijío, la bandera, rotafolios en blanco ya pegados en la
pared, regalos y algunas viandas para comenzar a abrir boca. Afortunadamente, ya
no hacía tantísimo calor y poco después de apenas llegar comenzaron a incorporarse
numerosos participantes locales, tanto de Los Jacales como de la Colonia Macurahui,
quienes abarrotaron raudamente el lugar.
10
“Uno de los espacios de tertulia que más disfrutamos fue el de compartir la mesa y la gastronomía
local con Doña Lupita en San Bernardo, siempre con tortillas de maíz de nixtamal o de harina hechas
a mano, con variantes maravillosas de pasta de chiltepín verde o rojo (Capsicum annuum), con ajo,
orégano y vinagre, sal, así como deliciosas combinaciones de hasta cuatro hierbas del traspatio para
hacer té. A nuestra camarada Doña Lupita le pedimos entonces que preparara el tradicional pipián
blanco de semillas de calabaza, un delicado suero que se produce al moler en metate y lavar las
semillas en un wari (cesta de palma); hubo que moler seis litros de semilla de calabaza, el pipián fue
así la base para preparar un pollo con cilantro que nos dejó a todos fascinados y satisfechos” (Ramón
Martínez Coria).
12. 12
Comenzamos dando la bienvenida, haciendo presentaciones de todos los asistentes
y explicando el motivo de la reunión. Luego, con un divertido juego de lotería, por
parejas, con el propósito de entregar premios a los participantes, a elección en una
mesa ya dispuesta, donde había artículos de dibujo, camisetas anaranjadas del
Concurso, una parrilla eléctrica, artículos de baño, un ajedrez, un cometa y otras
cosas. Siguió con una presentación de Armando sobre el Concurso Saberes del
Monte, en powerpoint, y repartimos el Boletín # 5, así como un jugo de tuna traído
como aporte del grupo Comcáac al intercambio, algunos dulces y mazapanes. El
cierre fue con cantos y danzas Comcáac en el patio de la CDI, donde hasta el Beto
Parra se animó a pascolear parejo; luego, llegó una bandeja con ensalada de atún
(pepino, cebolla, tomate, verduras, mayonesa) con tortillas de maíz –traídas en
tandas de enque Lupita- chiles jalapeños opcionales y más jugo de tuna roja.
Lunes, 16 de abril, 2018.
Para el tercer día del intercambio biocultural, organizamos desayuno en el hotel y
esta vez el menú fue de huevos, papas, piñas, frijoles y tortillas, jugo verde de fábrica.
A las diez nos dirigimos a la CDI, donde convocamos a personas interesadas en
realizar gestión de proyectos comunitarios, incluyendo 4 personas de Los Estrados,
a donde fuimos temprano por ellos. Comenzamos a cerrar los trabajos haciendo una
primera reflexión para la gestión de proyectos comunitarios, así como la coyuntura
nacional para los pueblos indígenas y sus derechos culturales y territoriales. ¿Cuáles
son nuestras necesidades más importantes?, ¿Cómo diferenciar el interés individual
y el colectivo?, ¿Cómo tendríamos que pensar en eso como indígenas, en la situación
actual de expolio ecológico y despojo territorial? En las mesas donde dispusimos
algunos libritos sobre pueblos indígenas de México para que lleven a sus casas y
sigan pensando, se elaboran algunas posibles respuestas. ¿Por qué hacer fiestas de
quince años?, ¿Se debe incluir el celular el internet entre las necesidades básicas?,
¿Qué hacer con consumos que sabemos que son dañinos para la salud? En las
13. 13
participaciones pudimos verificar el claro interés de todos los grupos para aprender
a gestionar proyectos desde el interés colectivo y el bien común, aceptaron algunos
principios especiales de cooperación multilateral, como la priorización de acciones
que posibiliten el pleno ejercicio de los derechos de niñas, niños y adolescentes, así
como de los adultos mayores, como un indicador general de planeación estratégica.
Se revisó la convocatoria 2018 del PACMyC, que cierra en junio, en la cual nuestros
compañeros Warijíos y Comcáacs tienen la posibilidad de realizar proyectos que
tengan que ver con la cultura de su tribu. Se dieron las pautas para realizar una
convocatoria exitosa, además de una productiva lluvia de ideas sobre proyectos que
se pueden desarrollar, considerando un máximo de 9 personas, 60,000 pesos y que
no se apoya infraestructura de construcción. Les obsequiamos un engargolado con
información sintetizada sobre 100 plantas para comer y curar en el Río Mayo.
Es muy relevante recuperar aquí una cuestión que salió explícitamente de diversas
voces en ambas comunidades, es respecto a la urgente necesidad de asegurar la
transmisión de la música y la danza tradicionales, no sólo asegurar que las niñas y
los niños aprendan a tocar el arpa, el violín, los tenábaris y coyolis, las sonajas, sino
aprender a hacerlos, a cantar el tuburi como maynate y hacer una cavapizca, bailar
pascola y a recolectar capullos de palomita de monte para hacer tenábaris, bules
para hacer sonajas. Hay una profunda preocupación porque estos saberes y prácticas
tradicionales se pierdan para siempre. También han surgido ideas de proyectos de
huaraches de tres puntadas, lotería de plantas, juegos de memoria, serpientes y
escaleras, bordado de servilletas, venta de plantas y preparados medicinales. Laura
Monti platico la posibilidad de realizar un proyecto con semillas, platico los detalles
y nuestros compañeros de las dos tribus maravillados fueron y escogieron
paquetitos de semillas donadas por Native Search Seeds de Tucson, entre ellas el
preciado sawi (Panicum), wewi (Amaranthus), la okra (Abelmoschus esculentus), frijol
tepari (Phaseolus acutifolius), algunos chiles, variedades de maíz y frijol. La gente
salió muy entusiasta de la reunión, con mucha esperanza de lo que vendrá en el
futuro.
14. 14
A la hora de la comida convidamos a los de Los Estrados a unas albóndigas de res
con verduras en casa de Doña Lupita, a donde llevamos platos y vasos extras
prestados del hotel de Don Lauro, comimos en el zagúan de la cocina y a la vera de
un guamúchil, muy contentos pues el caldo estaba muy reconfortante y tenía hasta
yerbabuena y las tortillas eran gordas de maíz de verdad, hechas con nixtamal; luego
fuimos a descansar al hotel, pues, en la reunión de CDI, al final, Don José Romero,
gobernador de Colonia Macurahui nos invitó a todos, muy motivado por todo lo
acumulado durante los días del intercambio, motu-propio a una reunión de
despedida en su enramada esa misma noche. En la cocina del hotel, Laura Monti y
Gabriela Suárez condujeron una productiva sesión con Comcáac y Guarijío de Los
Estrados para revisar los usos y costumbres de buena parte de las plantas
compartidas. Después, Ramón y Víctor fueron en la camioneta de Laura Monti a dejar
al grupo a su comunidad, incluida Maximiana.11
11
“Cuando lo llevamos Don Máximo el Gobernador de Los Estrados. de regreso a su comunidad nos
pidió esperar a que le consiguieran su encargo a Don Manuel, así que le solicitó a su compadre que
se lanzara hacha en mano directo al monte. Quince minutos después aparecieron con sendos troncos
de encino cusí (Quercus albocincta) para el amigo Comcáac, que al recibir su regalo puso una gran
sonrisa de agradecimiento, ahora sabe mucho más de los encinos que no solo viven pegados a los
pinos de las tierras altas, sino que bajan hasta las lomas que rodean la cuenca media del Río Mayo
(...) Pudimos también apreciar algo que siempre ocurre de manera sutil y no nos fijamos, es el tejido
de los vínculos entre parientes que intercambian bienes y dones todo el tiempo; en este caso la trama
afloró por la motivación de Doña Elvira de la Colonia Macurahui en San Bernardo para producir
artesanías de palma real (Sabal uresana), su situación es que ahí donde vive no tiene de dónde sacar
hojas de palma real o tajkú en lengua Guarijío, así que la tiene que comprar pero la encarga a sus
familiares en Los Estrados, su apuro es que no les puede mostrar a las amigas Comcáac cómo hace
sus canastas y angarillas con esta palma. Al final, su familia le mandó suficiente palma como para
trabajar dos o tres meses. Para poder pagar la palma recibida que aún debe, tuvo que venderle las
pocas canastas que tenía a Julia Romero, hija de Don José de la Colonia Macurahui, quien le puso
15. 15
Al caer la tarde emprendimos la ronda en carros a la Colonia, y llegando a la
enramada ya sonaba la música de pascola dándonos la bienvenida en animada
forma, con chavales sacudiendo rítmicamente los tenábaris al compás del arpa, en
son de violín, a cargo de Juan Zazueta Macario y Don Reynaldo de Los Jacales. Con
gran algarabía toda la gente de la Colonia estaba esperándonos, mientras tres niños
pascolas bailaban ya desde ese momento y hasta que nos fuimos, sin dejar de
regalarnos sus mejores sonrisas de satisfacción por su ofrenda a la amistad. Primero
repartimos sandía y piña entre la concurrencia, cerca de 100 gentes de la Colonia y
de Jacales. Mientras la música pintaba recio y ya oscuro llegó para todos otra
novedad tradicional gastronómica: chichivo (Dioscorea ramitiflora), cocida, con
limón opcional porque se nos olvidó traer sal. Es un alimento silvestre tradicional
muy socorrido y gustado por la gente de la región. Muchos de los Guarijíos la
quisieron tal cual y estaba bastante bueno, con su sabor a papa y textura de nuez.
La vuelta que dio el chíchihuo Guarijío acompañó la despedida, pues desde antes de
comenzar habíamos encargado en Los Estrados nos buscaran esta raíz para ofrecerla
en la fiesta de despedida.
Como corona de esta fiesta se presentó el gran atole de semilla de pochote o wakajpi
en warijío (Ceiba acuminata), hecho por doña Ramona Romero Enríquez, quién lo
hizo por primera vez en su vida.12
Este árbol resultó de gran importancia para los
Guarijío según la indagatoria de los Comcáac. Nos quedó claro a todos que a este
árbol se le reconocen muchos usos y propiedades diferentes a su aprovechamiento
como leña. Particularmente se aprecia su floración que ocurre al final del invierno
con el avance de la temporada seca, las ramas desnudas dejan crecer en sus puntas
como gotas verdosas que se alargan y engordan hasta formar unos bulbos de
cáscara dura y lisa, que luego revientan en gajos y dejan libre una especie de pluma
blanca, que se despeina primero y luego se expande como algodón deshilachado
que flota al viento buscando dónde poner la semilla que porta. Con la pluma se
hacen almohadones y colchas, las semillas son alimento, las hojas son medicina
(paludismo y diabetes).13
efectivo en la mano para solventar la deuda y revende las artesanías por su cuenta. Queda abierta la
indagatoria que nos permita intercambiar las técnicas de trabajo de cestería tan presente en ambas
tribus como actividad productiva” (RMC).
12
“Criba el pochote aceite y masa en su semilla, y degustamos el atole al que se le ha quitado la
cáscara negra, el algodón rellena ahora unos cojines que esperan a ser bordados” (JAH).
13
“Entre las referencias sobre los usos del pochote, encontramos varias sobre la preparación de atole
con sus semillas; sin embargo, preguntando a la gente Guarijía nos dimos cuenta que únicamente los
muy viejitos han probado este atole y recuerdan en algunos casos que su mamá lo hacía, pero nadie
lo hace ya, los jóvenes ni siquiera sabían que se hacía atole de pochote, las personas mayores que lo
probaron no asumieron recordar cómo se preparaba. Así que juntamos las semillas desde diciembre
16. 16
También circularon unas tortillas dobladas con frijol y queso y algunos poquitos
dulces. Mientras el violín y el arpa seguían, afuera de la enramada un grupo de
jóvenes con guitarra se pusieron a tocar corridos, y ya para cerrar, los Comcáac muy
emocionados se animaron y regalaron un par de canciones de poder en el monte 14
,
pero la cosa se puso mejor cuando al ritmo de una canción Comcáac un pascolero
Guarijío se puso a bailar [´Un pascoleo, de Colonia Macurahui; le contesta sereno,
¡con tenábaris de aquí mismo!´] Una bailadora Comcáac acabó poniéndose unos
tenábaris Guarijíos y terminó danzando pascola bajo la enramada. Nunca había
pasado algo así de lindo. No nos queríamos ir y así lo expresaron las palabras de
despedida, en voz de Don José Romero y Wilfrido Parra. Laura Monti nos invitó a
visitar la región Comcáac, en el próximo festival en Punta Chueca, Xepe an Coicös,
del 27-29 de abril, donde presentaremos algunos avances de nuestro intercambio.
La música no nos dejaba en los sentidos incluso camino al hotel y a las camas, cuando
nos despedimos y todo mundo se fue feliz a sus casas. Antes de salir sacamos varias
copias de la colección de los Boletines Kawueruma del Río Mayo (1-7) y nos dio
mucho gusto presenciar el interés de los niños por conseguirlos, casi nos los
arrebataron y se acabaron de repartir muy rápido.15
y las guardamos. Para esta ocasión decidimos negociar con Doña Ramona Romero, la hermana del
Gobernador Don José de la Colonia Macurahui, a ella le contamos lo que recuerda el maynate Don
Cipriano Buitimea Romero de Los Estrados de cómo hacía ese atole su mamá. Con cierto temor de
echar a perder las semillas y de no lograr una correcta preparación de este bendito atole, por fin Doña
Ramona accedió a prepararlo para la fiesta de despedida. Cuando todos y todas probamos el atole
de pochote fue como viajar en el tiempo y saborear algo totalmente del tiempo de antes, delicioso,
tanto que dos de las compañeras Comcáac lloraron de la emoción sabiendo que hace dos
generaciones nadie preparaba este atolito y expresaron su grande aprecio por este excepcional
regalo” (RMC).
14
“Al calor de la fiesta nuestros invitados Comcáac se animaron y decidieron mostrar cantos y bailes
típicos de su región, algo que maravillo tanto a los locales, que un pascola de ellos bailó canciones
típicas de los Comcáac” (VETP).
15
Las plantas que se incluyen en estos boletines son la 1) guásima (Guazuma ulmifolia), 2) el etcho
(Pachycereus pecten aboriginum), 3) las palmas (Sabal uresana y 3 más), 4) el berraco (Stemmadeia
tommentosa), 5) concurso saberes del monte, 6) mauto (Lysiloma divacariatum) y 7) el mezquite
(Prosopis glandulosa).
17. 17
Reflexiones finales
El martes 17, aunque sin presencia guarijía, todavía hubo algunas reflexiones finales
que compartimos en el hotel durante el último desayuno con las que se despidió a
nuestros invitados, los cuales realizarían un largo viaje desde San Bernardo hasta
Punta Chueca y Desemboque. “Ya culminó intercambio, arreando gente de dos tribus
para pasear, platicar, danzar y musicar, comer y compartir, la pasamos bien, casi todo
lo fuimos improvisando”. Antes de que empezarán su camino, algunos dijeron
palabras de agradecimiento, pero sin duda la reflexión que dejó Ramón Martínez
con lágrimas en los ojos fue algo que conmovió a todos: “En este proceso de
intercambio, hemos llevado a cabo una jornada invaluable de acercamiento de un
grupo de gente Comcáac que vino a conocer las comunidades de la tribu Guarijío
más vulnerables a la pauperización aun con toda su riqueza herbolaria. Durante
cuatro noches y cinco días ocurrió la magia de este intercambio. La mirada de
asombro de los visitantes nunca cesó. Era la primera vez para cada quien, la primera
vez que subían a la sierra y que visitaban una comunidad Guarijío”. Las amenazas a
la belleza del territorio y su generosidad, y a las culturas originarias, fue tema de
cierre, con comparticiones sentidas de Mike Gray y otros compañeros, sobre otras
tribus pero los mismos procesos.
Este intercambio da continuidad a otros aprendizajes generados durante varias
visitas de la gente Guarijío a territorio Comcáac, que sin embargo ha sido un proceso
asimétrico porque del lado Comcáac se ha integrado un grupo más o menos estable
de gestión de conocimientos, mientras que del lado Guarijío no hemos logrado sino
la persistencia de individuos que de manera inconexa se han ido formando en
perfiles de gestión comunitaria. Durante estos días, con el ir y venir de gente Guarijío
18. 18
de San Bernardo a Los Estrados y viceversa, pudimos valorar que pese a la situación
de dispersión y división interna que a veces nos complica la estrategia logística, se
mantiene cierta suerte de unidad entre todos los Guarijío. En San Bernardo, y
después de largo tiempo sin hacerlo, logramos que los tres grupos convergieran en
los espacios de participación que se generaron en los dos días de trabajo, y toda
gente optó por acudir sin hacer la diferencia. La mejor parte es que en ambos
lugares, los anfitriones Guarijío participaron ampliamente y se mantienen motivados
para darle continuidad a este intercambio de saberes y experiencias con la tribu
Comcáac. Tenemos un gran reto en ello.
Nos propusimos un programa general de trabajo que incluyó sesiones en aula donde
reflexionamos acerca de la riqueza biocultural de las dos tribus y de las amenazas
que atentan contra sus patrimonios territoriales colectivos. En el centro de nuestro
imaginario colocamos una lista de más de 100 plantas que forman parte de los
inventarios alimentarios de ambas tribus. El propósito es el diálogo de saberes en el
sentido de que cada parte comparta lo que sabe de las mismas plantas, para qué y
cómo las usa, y qué puede aprender del otro. Cada día hicimos caminatas y
palpamos el terreno, la gente de Los Estrados y San Bernardo caminaron en pares
con los Comcáac, comentando árboles, cactus, herbáceas, arbustos y quelites, por
los arroyos, jugando a ratos con la idea de ponerlos en una escala de cero a cinco
estrellas según la importancia asignada a la planta, tomando fotos y recogiendo
hojas y semillas. Hubo muchos hallazgos y sorpresas en estas caminatas, a veces más
aún que en las dinámicas de trabajo, y quizás algunas de las plantas que más les
impactaron por su importancia para los Guarijío, así como por ser prácticamente
desconocidas para los Comcáac, fueron el pochote (Ceiba acuminata) y el papache
(Randia echinocarpa)”. Nunca pensamos que fuera tan rico ni tan prometedor.
Los compañeros del lado Comcáac, diseñaron el siguiente poster, alusivo a nuestro
segundo intercambio:
19. 19
La actividad remató con el festival musical Xepe am Coicös en Punta Chueca (Socaiix),
donde pudimos dar a conocer algunas cosas sobre este intercambio al público
asistente. En el escenario junto al mar además de las músicas, cantos y poemas, hubo
talleres muy variados, de gastronomía, artesanías, juegos infantiles, conferencias y
demostraciones culinarias. El grupo Comcáac, con Laura Monti y Gabriela Suárez,
20. 20
hizo una presentación en el estrado sobre nuestro intercambio etnobotánico el
sábado 28 de abril a las 10 AM, además instalaron una mesa de artesanía con plantas
medicinales etiquetadas con su uso y nombres, indicaciones, mientras que de parte
de los guarijíos logramos instalar una demostración sobre el Concurso Saberes del
Monte y repartir boletines del Río Mayo. Nuestro próximo intercambio Comcáac-
Guarijío se plantea para mayo y estuvimos esbozando los contenidos y actividades
en territorio Comcáac.sentación. También propusimos a la organizadora (Diana
Reyes) asistir el próximo año para una presentación más completa.