3. Era un tamarindo antiguo que existía donde era la quinta Pareja. La quinta Pareja
quedaba donde es ahora la Clínica Guayaquil. Las calles exactamente creo que son:
Tomás Martínez y General Córdova, en esa área. En esa época era una finca. No era
una quinta. Se llamaba quinta y era un lugar abandonado y los tunantes, o sea las
personas que andaban tras del trago, iban solos, y en camino a casa, mira-ban una
mujer vestida de negro que parecía muy bella. En ese tiempo no había pues mayor
alumbrado. En-tonces el tunante, pues, éste que estaba, seguía ¿no? seguía, perseguía a
la viuda ésta, a la aparición ésta, y ésta lo llevaba siempre a un tamarindo añoso lo
llevaba allí. ¡Cuando él iba pues, cuando él llegaba ya casi al pie del tamarindo y luego
se volteaba y la viuda había sido una calavera de la muerte! Una Calaveras, de decir:
¡tremenda! El tunante caía echando espuma por la boca.
PERSONAJE: LA
VIUDA DEL
TAMARINDO
4. La dama tapada luce de manera muy elegante y esbelta además porta una sombrilla.
Los pobladores dicen que cuando está cerca de algún hombre, el espíritu comienza a
emanar una fragancia muy agradable, a fin de que la víctima se cautive con su aroma y
la siga a donde quiera que vaya.
La persona seducida por el perfume la sigue sin saber a dónde se dirige. De esa forma,
la dama tapada lo va apartando a una zona solitaria donde el individuo no pueda pedir
ayuda.
De repente, la mujer se detiene en medio del camino, se coloca frente de él y al
descubrir su rostro, el hombre queda aterrorizado por su al mirar aspecto de su
terrífico rostro de cadáver.
Enseguida el agradable perfume se convierte en un olor
totalmente desagradable y nauseabundo de carne podrida, enseguida la víctima queda
afectada con todo este horror que no le permiten moverse y fallece de la impresión
5. Cuenta la historia de Bella Aurora una joven hermosa, hija única que junto a sus padres
asistió a una corrida de toros a la Plaza de la Independencia, ya que en aquellos tiempos
era habitual que se realizaran corridas allí.
Al iniciar el espectáculo, salió un toro negro, muy grande y robusto. Como es normal, el
toro dio una vuelta reconociendo la arena. Y luego de mirar a su alrededor, se acercó
lentamente y de manera muy extraña hacia donde Bella Aurora estaba y la observó
fijamente.
La joven se atemorizó tanto por la actitud y la mirada del toro que cayó al suelo,
desmayada. Sus padres la socorrieron inmediatamente, salieron de allí con la joven en
brazos hasta su casa, la casa 1028, donde intentaron curarla del espanto.
Mientras tanto, el toro que permanecía en la Plaza al no encontraba a la joven, salió
corriendo enfurecido, saltando la barrera protectora, dirigiéndose hacia la casa 1028, y al
llegar al lugar derribó la puerta de la entrada asustando a los criados, subió hasta la
habitación donde estaba Bella Aurora, que yacía en su cama. Al verlo ella intentó huir,
pero no tuvo fuerzas. El toro la embistió y la mató con dureza. Al oír que alguien se
acercaba el toro se esfumó.
Nada se pudo hacer por Bella Aurora, la encontraron bañada en sangre, falleció eso misma
tarde. Los padres devastados enterraron a su hija y poco después se marcharon de la
ciudad
La casa 1028
6. Un día la mujer mandó a su hija Mari angula a conseguir más tripas, pues la mercancía casi se
le había agotado por completo. Sin embargo, como la chiquilla era un tanto rebelde, no hizo caso
a las indicaciones y prefirió irse a jugar con sus amigos.
Por si esto fuera poco, el dinero que le habían dado para que comprara las vísceras también se
lo gastó. Lógicamente después de pasar un buen rato en compañía de sus camaradas y de
reflexionar acerca de lo que había hecho, la niña pensó que su mamá la iba a reprender
fuertemente.
La preocupación no la dejaba en paz y mientras caminaba a las afueras del cementerio
municipal del Centro Histórico de Quito, pensó en entrar al camposanto y sacarle las tripas uno
de los muertos que los sepultureros apenas acababan de enterrar.
Esperó a que oscurecieron a poco más y llevó a cabo su macabro plan. Después se las entregó su
madre y no hubo ningún tipo de reprimenda. De hecho, las tripas se vendieron mejor que otros
días.
Ya de noche en su casa Mari angula no dejaba de recordar lo que había hecho. De pronto, la
niña comenzó a escuchar que golpeaban fuertemente la puerta principal de su domicilio. Eso
era algo muy extraño, no sólo porque ya pasaba de las 12:00 de la noche, sino porque ninguno de
los demás integrantes de su familia, escuchó los golpes.
Posteriormente una macabra voz empezó a llenar la habitación de la chiquilla diciendo lo
siguiente:
“Mari angula devuélveme las tripas que me robaste de mi santa sepultura”. La voz se fue
haciendo cada vez más fuerte e inclusive la muchacha pudo escuchar claramente como si
alguien subiera por las escaleras en dirección a su cuarto.
Asustadísima por aquellos lamentos fantasmales, a la niña lo único que se le ocurrió hacer fue
sacar unas tijeras que tenía en el cajón y abrirse el estómago para pagar su deuda.
A la mañana siguiente, la madre de Mari angula la encontró muerta sobre su propia cama.