Artículo del que deriva la presentación de pruebas broncodinámicas y que fue publicado en la memoria del XII Congreso de Estudiantes de Fisiología celebrado los días 22 y 23 de junio en la Facultad de Medicina de la Universidad de Sevilla.
1. PRUEBAS BRONCODINÁMICAS
1. Pruebas broncodinámicas de reactividad bronquial
2. Prueba broncodilatadora.
2.1 Indicaciones.
2.2 Limitaciones
2.3 Metodología.
2.4 Espirometría forzada.
2.5 Técnica inhalatoria.
2.6 Aceptabilidad.
2.7Reproducibilidad.
2.8 Espirometría forzada 2º.
2.9 Expresión de los resultados.
2.10 Valoración de las respuestas.
2.11 Respuesta broncodilatadora según otras pruebas.
3. Pruebas broncoconstrictoras.
4. Clasificación de las pruebas de broncoprovocación.
5. Valoración de las pruebas de broncoprovocación.
6. Bibliografía.
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2. PRUEBAS BRONCODINÁMICAS
1.Pruebas broncodinámicas de reactividad bronquial
Las pruebas broncodinámicas tienen por objetivo el estudio de la broncolabilidad del
paciente asmático con el fin de establecer el diagnóstico funcional.
Las pruebas diagnósticas que se utilizan son:
1. Estudio de hiperreactividad inespecífica:
a) Prueba broncodilatadora.
b) Pruebas broncoconstrictoras:
Pruebas por inhalación (prueba de metacolina, carbacol o histamina).
Pruebas de sobreesfuerzo ( cinta rodante, bicicleta ergométrica, carrera libre).
2. Estudio de hiperreactividad específica:
Prueba de provocación con alergenos.
2 Prueba broncodilatadora
La prueba de broncodilatación (PBD) se emplea para estudiar la reversibilidad de la
obstrucción del flujo aéreo intrapulmonar. Consiste en la realización de una prueba de
función pulmonar basal y la repetición de la misma un tiempo después de la
administración de un fármaco broncodilatador. Debe constituir una exploración habitual
en el estudio de la función pulmonar cualquiera que sea el ámbito asistencial en el que
se realice, lo más habitual es realizar la PBD con la maniobra de la espirometría
forzada (utilizando el FEV1 como variable principal, así como FVC), es posible
2
3. realizarla también con otras pruebas de función pulmonar como son la pletismografía
corporal (sRaw, sGaw), la resistencia por oscilación (Rsr y Xsr), la resistencia por
impulsos (Rint), la capacidad residual funcional (CRF), el análisis de la curva flujo-
volumen (tPFET%tEs) y el flujo espiratorio máximo (FEM).
Para conseguir el efecto broncodilatador que se investiga, se utilizan los fármacos que
habitualmente se emplean para aliviar los síntomas en las enfermedades obstructivas
pulmonares, como puede ser en el caso del asma. Los broncodilatadores son relajantes
del músculo liso bronquial cuando este está contraído. Cuando no hay actividad
contráctil o aumento del tono muscular, los broncodilatadores tienen escasos efectos
sobre el mismo, aunque ciertamente son eficaces como protectores ante estímulos
broncoconstrictores. No son muy efectivos cuando hay un predominio de actividad
inflamatoria en la obstrucción de la pequeña vía aérea. Los broncodilatadores de
elección que se emplean para esta prueba son los -agonistas adrenérgicos de acción
corta, tales como salbutamol y terbutalina. Su efecto broncodilatador es evidente a los
pocos minutos de su administración, con una duración del efecto variable, entre seis y
ocho horas.
2.1 Indicaciones
El estudio de la respuesta broncodilatadora está indicado en los casos de sospecha y/o
evidencia de obstrucción al flujo aéreo. También ha de indicarse para valorar el grado
de obstrucción (reversibilidad parcial o total) y para estudiar los cambios evolutivos a lo
largo del tiempo, ya que la reversibilidad de la obstrucción de la vía aérea puede variar
sustancialmente como reflejo de las variaciones en la gravedad de la enfermedad y de la
posible exposición del paciente a estímulos broncoconstrictores1-3.
3
4. Tiene una enorme utilidad para el diagnóstico de asma y debe realizarse de forma
rutinaria en la primera visita, aunque los valores basales de función pulmonar sean
normales. De esta forma, es posible obtener los mejores valores espirométricos
personales, aunque ello no siempre es así. La mayoría de los niños tienen un asma
intermitente o leve por lo que, en muchos casos la PBD será negativa, sin que ello
excluya el diagnóstico de asma. En aquellos casos más graves, en los que hay una clara
limitación del flujo aéreo, ésta no revierte sólo con un broncodilatador, siendo preciso
un ciclo corto de esteroides orales para constatar la reversibilidad, ya sea parcial o
total4. Es también una indicación en el seguimiento del paciente, cuando el valor del
FEV1 es menor del 80% respecto al teórico.
La PBD tiene también su indicación en los estudios epidemiológicos y en los ensayos
clínicos.
Algunos estudios han valorado la respuesta broncodilatadora en niños pequeños y han
sido capaces de diferenciar cohortes de niños sanos de asmáticos e, incluso, objetivar
respuestas diferentes en función de determinados factores de riesgo.
2.2 Limitaciones
De forma genérica, se puede considerar que la PBD tiene dos tipos de
contraindicaciones o, más bien, de limitaciones. Una de ellas englobaría a aquellas
situaciones en las que el esfuerzo físico y/o la administración de β2-
agonistas adrenérgicos pudiera suponer un agravamiento de la situación del paciente.
Tal es el caso de procesos como: neumotórax, enfermedad cardiovascular inestable,
cirugía reciente, tirotoxicosis, hipertensión, diabetes mellitus, la administración de
4
5. aminas simpaticomiméticas, enfermedad intercurrente, que pueda interferir la maniobra,
etc.
Otras limitaciones son las derivadas de una inadecuada técnica a la hora de realizar la
maniobra espirométrica, bien por imposibilidad real (problemas bucales, hemiparesia
facial, intolerancia a la boquilla, etc.) o bien por falta de colaboración. También hay que
tener presente la realización inadecuada de la técnica de inhalación del fármaco como
otra limitación posible.
2.3 Metodología
Como se ha señalado anteriormente, la prueba de función pulmonar principal para
realizar la PBD es la espirometría forzada, que se puede realizar a partir de los 3 años de
edad. Respecto al fármaco a utilizar, aunque existen recomendaciones al respecto, no
hay consenso en niños acerca del fármaco, dosis o forma de administración del
broncodilatador.
2.4 Espirometría forzada
Se han de realizar tres maniobras de espiración forzada aceptables, exigiendo los
criterios de aceptabilidad y reproducibilidad correspondientes . Estos criterios son
distintos en menores de seis años capaces de hacer espirometrías. Las variables
espirométricas que se emplean son el FEV1 y la FVC, ya que son las únicas que
disponen de una adecuada reproducibilidad.
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6. La utilidad de la variable espirométrica FEF25-75% ha sido valorada en algún estudio,
pero su gran variabilidad y escasa reproducibilidad desaconsejan su uso.
2.5 Técnica inhalatoria.
Se recomienda el uso de broncodilatadores de acción corta, como es el salbutamol o la
terbutalina, administrados mediante aerosol dosificador presurizado (con cámara
espaciadora), mediante dispensadores de polvo seco o aerosoles activados por la
inspiración.
Todos estos sistemas de administración son correctos, pero se utiliza con más frecuencia
la primera opción (además, es más adecuada en caso de obstrucción moderada-grave).
Cuando se utiliza el aerosol dosificado presurizado con cámara espaciadora, en el niño
mayor de 5-6 años, la técnica consiste en, partiendo de la capacidad residual funcional,
realizar una inspiración lenta y profunda manteniendo un período de apnea de 5 a 10
segundos. En los niños más pequeños, la técnica es diferente: estando el niño tranquilo
y relajado, deberá respirar a volumen corriente. En ambos casos, el número de
respiraciones dependerá del volumen de la cámara (tipo adulto o tipo pediátrico) y del
volumen corriente (10 mL/kg). El número de respiraciones por dosis es igual al cociente
entre el volumen de la cámara y el volumen corriente por el peso en kg. Si se administra
terbutalina en polvo seco, obviamente, la técnica es diferente: a partir de una espiración
máxima se realiza una inspiración lenta y profunda hasta la capacidad pulmonar total. Si
se utilizan aerosoles activados por inspiración, la técnica consiste en, una vez realizada
una espiración .
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7. 2.6 Aceptabilidad
– El técnico considera que se ha realizado un esfuerzo adecuado por parte del niño-
adolescente.
– El inicio, trazado y finalización han sido satisfactorios. La curva tiene una morfología
apropiada, libre de artefactos, sin tos, sin pérdidas, sin inicio retrasado ni finalización
prematura.
– No hay fugas a través de la boca o pinza nasal.
– Comienzo con un volumen extrapolado menor del 5% de la FVC o inferior a 0,15 L
– En niños, la espiración deberá haber durado al menos 3 segundos, siendo lo ideal 6 ó
hasta que la curva volumen tiempo sea plana.
– Fin de maniobra volumen/tiempo correcto al alcanzar la meseta con volúmenes sin
cambios o menores de 0,03 L.
2.7 Reproducibilidad
– Los dos mejores valores de FEV1 y FVC no difieren entre sí más de 200 mL o de un
5%
máxima, realizar una inspiración profunda, manteniendo la respiración durante unos
segundos; al oir un clic y observar el cambio de color de la ventana es indicativo de que
se ha tomado correctamente la medicación.
2.8 Espirometría forzada 2ª
Se realizará aplicando los mismos criterios señalados, a los 15-20 minutos de la
administración del broncodilatador.
2.9 Expresión de los resultados
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8. Tampoco hay consenso claro acerca de cuál es la manera más adecuada para expresar
los cambios (incrementos) del FEV1 y de la FVC. Los tres métodos o índices más
utilizados son los siguientes: porcentaje respecto al valor previo, respecto al valor
teórico y el cambio en valores absolutos, utilizando de forma generalizada el FEV1
(Tabla 2). Aunque inicialmente era más habitual expresar los cambios respecto al valor
previo o basal, posteriormente se han reportado las ventajas de utilizar el índice que se
relaciona con el valor teórico. Una de ellas es que se evita el sesgo matemático que
supone la fórmula (cuanto menor sea el FEV1 inicial, mayor será la respuesta). Otra
ventaja es que el expresar la respuesta broncodilatadora según el cambio del FEV1 en
porcentaje respecto al valor teórico no depende de la edad, talla ni del calibre bronquial.
Por otro lado, también es importante valorar los incrementos del la FVC y la VC como
expresión de la disminución del volumen residual cuando disminuye la obstrucción en
la pequeña vía aérea. No debe valorarse el índice FEV1/VC ya que ambas
variables aumentan post-broncodilatación. No debe utilizarse el FEF25-75% ya que,
como variable dependiente de la FVC, sólo podría valorarse si ambas FVC pre y
postbroncodilatación fueran idénticas, situación irreal en la PBD12.
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9. 2.10 valoración de la respuesta
Si tenemos en cuenta que no existe un consenso universal que determine cuál es el
punto de corte para considerar cuándo una respuesta es positiva o tiene significación
clínica, y que la respuesta a la medicación broncodilatadora (población sana y en
estudios clínicos) presenta una distribución continua y unimodal, se pueden hace las
siguientes observaciones:
• Considerar que los valores por encima del percentil 95, en estudios realizados en
población sana, son valores anormales. Cuando el incremento se considera sobre el
valor téorico, el punto de corte se establece en el 9%. Este punto es muy estable y no es
dependiente de las variables : edad, sexo y talla.
• Otra consideración sería el estudio de la variabilidad a corto plazo (espontánea o
inducida por placebo) del FEV1 en pacientes asmáticos. Si la respuesta excede el
percentil 95 de la variabilidad espontánea, se considera como PBD positivo. Así, se han
9
10. obtenido puntos de corte de 178-190 mL y del 8,55% sobre el valor teórico21. Además,
en niños y adolescentes con asma se han obtenido puntos de corte ligeramente más
elevados, 265 mL y 10% respecto al teórico. Por tanto, la recomendación actual sería
considerar una respuesta broncodilatadora anormal si el índice sobre el valor teórico es
igual o superior al 9%, y estimar la prueba como positiva si el incremento es igual o
superior al 12% del valor basal y/o de 200 mL en valores absolutos1,8. La expresión
gráfica del resultado queda reflejada en las curvas flujo-volumen y volumen-tiempo
(Figuras 1 y 2).
Hay que tener en cuenta que la relación entre el FEV1, la respuesta broncodilatadora, la
situación clínica
y el pronóstico del asma, están muy bien documentadas. Sin embargo, en ocasiones, la
mejoría clínica puede ser evidente sin que se objetive un incremento significativo del
FEV1 23.
2.11 Respuesta broncolitadora según otras pruebas.
Aunque la medida de la respuesta broncodilatadora mediante la espirometría forzada es
la principal a la hora de valorar determinada patología respiratoria, se dispone de otras
pruebas de función pulmonar a través de las cuales es posible determinar la
reversibilidad de la obstrucción al flujo aéreo trapulmonar.
Cuando se utilizan estas técnicas, la valoración de la respuesta es más difícil, ya que la
variabilidad es mayor y los puntos de corte son más complejos de establecer. Si se
utiliza la espirometría forzada mediante compresión rápida toraco-abdominal, el punto
de corte está en el 10% para el volumen espiratorio forzado en el primer medio segundo
(FEV0,5) y para el 18% del FEF25-75% 7. Si se utiliza la pletismografía, algunos
10
11. autores observan que la capacidad discriminativa, utilizando la resistencia (sRaw) como
variable para un punto de corte del 25%, tiene una sensibilidad del 66% y una
especificidad del 81% con un valor predictivo positivo del test del 84%6. La mayoría
consideran la conductancia (sGaw) como una variable muy sensible a los cambios de
calibre de la vía aérea y establecen un 55% como punto de corte para valorar una
respuesta como positiva22, algo superior a lo reportado previamente24. Si se utiliza el
método de oscilometría de impulsos (IOS), algunos autores consideran una caída de la
resistencia a 5 Hz (R5) del 40% como punto de corte para demostrar una respuesta
broncodilatadora24. Y, al medir la reactancia a la frecuencia de 5 Hz (X 5), el punto de
corte estaría en un incremento del 42%6. Comparando a niños con asma y a niños
sanos, otros autores han observado que una respuesta broncodilatadora con caída del 20-
25% de la resistencia a 5 Hz es capaz de discriminar a un grupo y a otro de los niños
estudiados. Si lo que utilizamos es el estudio de las resistencias por interrupción (Rint),
la respuesta broncodilatadora se considerará positiva cuando el Rint desciende más del
35%. Descensos de ese valor tras un broncodilatador tiene un riesgo relativo de 3 para
separar a niños asmáticos de sanos. Con relativa frecuencia se utiliza, sobre todo en al
ámbito de la Atención Primaria, el flujo espiratorio máximo (FEM) para estudiar la
reversibilidad de la obstrucción de la vía áerea. Aunque existe cierta asociación con el
FEV1, es mucho menos sensible que este
último por lo que, no disponiendo de un espirómetro, puede utilizarse como método de
screening para valorar la respuesta broncodilatadora, pero no para el diagnóstico de
asma. Se considera que la prueba broncodilatadora, con el FEM, es positiva cuando se
evidencia un incremento superior al 15% respecto al mejor valor personal (cuando se
conoce) o al del predicho27. En resumen, la valoración de la respuesta broncodilatadora
es algo básico y fundamental a la hora de estudiar cualquier patología respiratoria en el
11
12. niño. El medir la reversibilidad de la obstrucción al flujo aéreo y el grado de la misma
nos va a permitir el diagnóstico y, por tanto, la decisión terapéutica adecuada de
determinadas enfermedades, como el asma. Sin embargo, puede ocurrir que en
determinados pacientes (incluso con asma moderada), al realizar la PBD, no
observemos ni limitación al flujo aéreo ni reversibilidad del mismo. Es por ello que, aun
siendo la PBD una prueba indispensable en la valoración de cualquier patología
respiratoria, la clínica deberá seguir siendo mandataria.
12
13. 3. Pruebas broncoconstrictoras
Para la realización de estas pruebas se precisa de una normalidad clínica y funcional. En
la realización de estas pruebas es fundamental tener en cuenta una serie de factores que
pueden alterar la dinámica bronquial como se refleja en la tabla 7-1.
La prueba de broncoprovocación pretende introducir broncospasmo de forma
controlada, mediante la inhalación de diversas sustancia o la realización de
determinadas maniobras capaces de estimular el músculo liso bronquial. La respuesta se
cuantifica en función del grado de obstrucción al flujo aéreo. Para ello, se requiere
realizar una espirometría forzada después de cada estímulo y comparar los resultados
con los valores basales.
La indicación en esta prueba son las siguientes:
1. Confirmar o descartar el diagnóstico de hiperreactividad bronquial.
2. Evaluar la respuesta terapéutica de la hiperreactividad bronquial frente a diversas
medidas farmacológicas (corticoides inhalados, cromonas, etc.,).
3. Estudiar mecanismos implicados en la hiperreactividad bronquial.
4. Evaluar efectos de diversos factores ambientales sobre el músculo liso bronquial.
5. Valorar la intensidad de la hiperreactividad bronquial.
6. Estudio del riesgo asmático de pacientes con rinitis alérgica.
7. Control de la eficacia de la inmunoterapia.
La realización de una prueba de broncoprovocación está contraindicada en caso de
conocerse hipersensibilidad al agente provocador, cardiopatía isquémica , insuficiencia
cardiaca y arritmias cardiacas activa. Se consideran contraindicaciones relativas: Asma ,
embarazo y la existencia previa que demuestre obstrucción significativa al flujo aéreo.
13
14. Tabla 7-1 Factores que alteran la dinámica bronquial
Agente Tiempo Efecto hiperreactividad
Fármacos β-adrenérgicos 12h Disminuida
Fármacos anticolinérgicos 12h Disminuida
Teofilinas de acción corta 12h Disminuida
Teofilinas de acción 48h Disminuida
retardada
Disminuida
Antihistamínicos 48h Aumentada
Humo del tabaco 2h Disminuida
Cromonas 48h Aumentada
Infecciones respiratorias 6semanas Aumentada
Vacuna antigripal 3-6 semanas Aumentada
Sensibilizantes laborales 3 meses Aumentada
Exploración de alergenos > 1 semana Aumentada
4.Clasificación de las pruebas de broncoprovocación
Las pruebas de broncoprovocación pueden ser:
Inespecíficas
Utilizan como estímulo agentes farmacológicos (metacolina, histamina, carbacol) o
agentes físicos (ejercicio, hiperventilación isocápnica simple o con aire frío). La
elección del método idóneo para evaluar la hiperreactividad bronquial varía en función
de la disponibilidad metodológica, el tipo de paciente y la expresión de los resultados
14
15. requerida. El análisis de los distintos métodos se resumen en la tabla 7-2. Hoy día, el
agente farmacológico más empleado es la metacolina. Se trata de un agente colinérgico
que provoca contracción del músculo liso bronquial tras la estimulación de los
receptores muscarínicos. El efecto constrictor es máximo al minuto de la inhalación y
comienza a desaparecer a los cuatro minutos. Su inhalación produce escasos efectos
colaterales y no provoca reacciones tardías, por lo que el margen de seguridad es muy
amplio. En raras ocasiones se han descrito respuestas duraderas, aunque limitadas, que
se prolongan varias horas. Las sucesivas dosis son acumulativas, si se inhala en
intervalos cortos. Su efecto puede ser antagonizado por los fármacos atropínicos, como
el bromuro de ipratropio, o por inhalación de agonistas β2. La histamina es una amina
primaria imidazólica. Provoca contracción del músculo liso bronquial a través de la
estimulación de receptores H 1 y de la vía refleja vagal. Su acción es inmediata tras su
administración, alcanza su efecto máximo al cabo de uno o dos minutos y se mantiene
durante 15 minutos. Debido a su semivida corta, las dosis administrada sucesivamente
no tienen carácter acumulativo. Su efecto puede ser bloqueado por antihistamínicos,
anticolinaérgicos y agonistas β2. La histamina presenta algunas desventajas, como que
su utilización a dosis elevadas produce síntomas como prurito faríngeo, eritema enscara
y cefalea. Además produce taquifilaxis y reduce la respuesta a otros agonistas.
Tanto la histamina como la metacolina son igualmente capaces de detectar la
hiperreactividad bronquial con alta sensibilidad y reproducibilidad. Ambas técnicas son
más sensibles que la prueba de ejercicio.
La información que proporciona esta prueba es cuantitativa; a mayor hiperreactividad se
precisan menores dosis de estímulo para producir una obstrucción significativa al flujo
aéreo (tabla 7-2).
15
16. Para administrar las dosis de la histamina o metacolina, el aerosol se inhala mediante
mascarilla facial o boquilla, con la nariz ocluida y respirando a volumen corriente
durante dos minutos.
Se determina el FEV1 basal tres veces; a continuación se realiza la inhalación del
diluyente y se determina el FEV1, a los 30 y 90 segundo.
1. Si el FEV1 desciende > 10% se repite la provocación otro día.
2. Si el descenso del FEV1 es menor del 10%, el paciente deberá inhalar
concentraciones progresivas del agente broncoconstrictor con cada cinco
minutos y se determina el FEV1 a los 60 y 90 segundos.
La prueba se detiene cuando el F EV1 disminuye el 20% o poco más; de ahí la
necesidad del control espirométrico después de cada concentración inhalada.
En el caso de la prueba de esfuerzo el sistema más correcto es el pasillo rodante que
obliga a un esfuerzo establecido ( velocidad, inclinación y tiempo), ya que el esfuerzo
en la bicicleta ergométrica depende de la voluntad del paciente en ejercerlo.
La prueba de carrera al aire libre parece la más fisiológica, pero es imposible de
reproducir por no poder controlar otros parámetros como las condiciones ambientales y
la intensidad del esfuerzo. Por lo general, al paciente se le somete a una carrera que se
efectúa durante cinco o seis minutos a una velocidad de nueve a diez km hora y una
inclinación del 10% . La prueba consiste en:
1. Espirometría basal.
2. Realización de ejercicio.
3. Espirometria seriadas cada cinco minuto hasta 20-25 minutos.
Se valora el descenso de FEV1 generalmente y de FMF25-75 que suele producirse a los
10-15 minutos.
16
17. Tabla7-2. Análisis de métodos para evaluar la reactividad bronquial.
Método Ventajas Inconvenientes
Fármacológico Equipamiento muy Efectos sistemáticos( sólo
asequible.Estandarización la histamina)
bien establecida.Permite
curvas dosis/respuesta.
Ejercicio Estímulo fisiológico Requiere esfuerzo intenso.
apropiado apara niños y No permite curvas dosis/
jóvenes. respuesta. Induce el
período refractario.
Hiperventilación Todos los pacientes. Ejecución complicada.
Estímulo fisiológico.
Permite curvas dosis/
respuesta.
Aerosoles no isotónicos Permite curvas dosis/ Sólo útil en pacientes muy
respuesta reactivos
Específicas
Utilizan como agente broncoconstrictor, al agente probablemente implicado en la
etiología de la hiperreactividad bronquial (alergenos, tóxicos). Aporta una información
cualitativa, ya que el paciente presentará obstrucción bronquial si existe una
sensibilización previa. Pueden darse dos tipos de respuesta, una inmediata y otra
retardada. No siempre se produce una reacción retardada y la ausencia de reacción
17
18. inmediata no asegura que la retardada no tenga lugar. La primera revertirá con
broncodilatadores y la segunda con antiinflamatorios. Éste tipo de provocaciones
bronquiales son de mayor riesgo y precisa un control más prolongado, por lo que su
realización precisa ser hospitalaria. La provocación debe realizarse con estractos
valorados en unidades biológicas
Las principales indicaciones y contraindicaciones se resumen en la tabla siete-tres.
Las principales limitaciones de estas pruebas son que en muchas ocasiones no reflejan
los modos de exposición natural al alergeno y que la valoración de la respuesta se centra
en los cambios que se registran en el funcionalismo pulmonar, sin tener en cuenta las
modificaciones de la respuesta inmune inflamatoria de la vía aérea. La infecciones
respiratorias, la vacunación antigripal y los contactos recientes con el antígeno Pueden
aumentar la respuesta bronquial a este.
Todas las técnicas consisten en la inhalación de dosis crecientes del antígeno con
monitorización seriada de la función pulmonar después de cada una de ellas, lo cual
permite identificar la relación entre la concentración del antígeno inhalado y la
respuesta bronquial. Con sustancias que provocan reacción bronquial por mecanismo no
mediado por IgE debe empezarse a concentraciones que no produzcan efectos tóxicos,
cuidando además que sean inferiores a las que debe haber en el ambiente laboral.
5. Valoración de las pruebas de broncoprovocación
El parámetro de función pulmonar elegido para cuantificar la respuesta resulta decisivo
para la estandarización de la hiperreactividad. En general el parámetro más utilizado
para expresar los resultados de las pruebas de broncoprovocación es el este de, debido a
su la es el FEV1, debido a su buena reproducibilidad. También se utiliza la conducta
específica recibida. que posee gran sensibilidad.
18
19. La respuesta bronco negro con una constrictora puede expresarse de dos formas
diferentes: dosis de provocación o curva dosis-respuesta.
Dosis de provocación
Constituye la forma de expresión más habitual. Corresponde aquella dosis de agente
capaz de generar un grado de broncoconstricción significativo. Se considera
significativo el doble de coeficiente de variación intrasujeto para el parámetro
seleccionado. Suele identificarse con las siglas PD seguida de un subíndice establecido
a priori. También puede expresarse en la concentración del fármaco, y se identifica con
las siglas PC. Por ejemplo, es habitual emplear FEV1 y utilizar como expresión el grado
de hiperreactividad aquella dosis de metacolina que provoca una disminución del 20%
de su valor basal. Un sujeto muy sensible a metacolina tendrá una PD muy baja; por el
contrario un individuo sano precisará dosis muy elevadas de metacolina para conseguir
una disminución apreciable del FEV1 . Si se utiliza el valor SGAW suele tomarse
como referencia aquella dosis de metacolina que produce una disminución del 35% de
su valor basal. La dosis empleadas suelen expresarse en UI. Una UI corresponde a la
inhalación de una solución que contenga un un mg de agente activo por mililitro:
1. Determinación del grado de hiperreactividad bronquial con metacolina PD (dosis de
provocación) .
2. Interpretación de la prueba de hiperreactividad bronquial con histamina PC (método
de Cockcroft).
19
20. Tabla7.3. Indicaciones y contraindicaciones de las pruebas de provocación específicas.
Indicaciones Contraindicaciones
Identificación de nuevos alergenos Asma bien documentada
Descartar asma ocupacional Broncopasmo secundario al uso del
diluyente
Valoración del efecto de la terapéutica e Asma en período de exacerbación
inmunoterapia
Establecimiento de diagnóstico ante la Pacientes con historia de fuertes
discordancia de la historia clínica y respuestas a antígenos identificables.
pruebas complementarias.
Investigación fisiopatológica de la FEV1 inferior a 1l o con determinados
reacción alérgica. factores de riesgo ( enfermedades
sistemáticas, coronarias,etc..)
Evaluación de nevos tratamientos Empleo de antígenos con reacciones
retardadas. Empleo de extractos
alergénicos no estandarizados.
Embarazos.
Curva dosis- respuesta
Se analiza en dos parámetros importantes: la dosis umbral y la pendiente de la curva.
Ambos parámetros muestra la sensibilidad y la reactividad del músculo liso bronquial,
respectivamente.
20
21. 6.Bibliografía
“Manual de alergia clínica”. José Vicente Brasó Aznar.Gemma Martinez.
Editorial: Masson.
“La función pulmonar en el niño. Principios y aplicaciones”Unidad de
Neumología infantil. Hospital Donosita.
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