Pierre-Auguste Renoir sufrió de una dolorosa artritis reumatoide en sus últimos 25 años de vida que le deformó las manos y lo dejó inválido. A pesar de su enfermedad, continuó pintando hasta el final de su vida usando ingeniosos métodos como caballetes con poleas y pinceles atados a sus manos. Renoir creía que pasar tiempo al aire libre en balnearios y su casa en el sur de Francia le ayudaban, y nunca dejó de pintar aunque su salud se deterioró mucho con el tiempo.
3. “Cuando miramos las pinturas de Renoir, es
fácil olvidar que sufría un gran problema (…).
Pintar fue casi una necesidad física y a veces
una cura, como si desease crear sobre el
lienzo aquellas cosas que tenía que perderse
en la vida real a causa de su incapacidad”,
relataba un artículo publicado hace unos años
en el ‘British Medical Journal’.
8. Autorretrato
Poco conocido es que el gran
pintor impresionista, Pierre-
Auguste Renoir (1841-1919), sufrió
en sus últimos 25 años de vida
una dolorosa artritis reumatoide
severa.
9. Caballetes con
poleas y pinceles
atados a sus manos
deformadas fueron
algunos de los
ingenios que tuvo
que emplear Renoir
para poder seguir
pintando.
10. Fue gracias a uno de los nietos del pintor,
Paul Renoir, el cual desveló durante el 13º
Congreso Europeo de Reumatología
(Ámsterdam, 1995), algunos aspectos hasta
entonces desconocidos de la enfermedad de
su abuelo.
12. Lo cierto es que no se conserva el historial
médico de Renoir, pero gracias a las fotografías
facilitadas por la familia, a sus cartas personales
y a las notas biográficas de personas cercanas,
"es posible hacerse una idea del curso de su
enfermedad", comentaba el trabajo, firmado por
varios reumatólogos holandeses.
Se piensa que su artritis comenzó cuando tenía 50
años, se volvió más agresiva en la década siguiente y
durante los últimos años de su vida le dejó
prácticamente inválido.
13.
14. 1896- Renoir, 55 años. Mirando de 1903- vemos que la artritis ha tomado una
cerca la imagen, se puede visualizar la forma más agresiva. La fotografía revela que
hinchazón de las articulaciones Renoir, a la edad de 62 años, se esfuerza
metacarpofalángicas. para mantener su cigarrillo inseparable en sus
manos deformadas.
15. Una serie de imágenes muestra cómo la
enfermedad afectó a sus piernas y pies.
En 1901, con 60 años de edad, cuando su hijo más
pequeño Claude (Coco) nació, tuvo que usar un bastón para
caminar.
16. Pierre Renoir 1890 Jean Renoir 1901 Claude Renoir (Coco)
1910
En 1890, a la edad de 49 años, Renoir se
casó con Aline Charigot de 26 con quien tuvo
tres hijos: Pierre, Jean y Claude (Coco).
19. A partir de 1912, Renoir
se trasladó a una silla
de ruedas. En esta
fotografía está sentado
al lado de sus pinturas y
su modelo y nuera
Catherine Hessling
"Dédée“
(Rubia à la Rose 1915)
20. Los vendajes se utilizaban para absorber el sudor y evitar la
maceración.
21.
22.
23. La grave artritis le causó
terribles dolores. Los huesos
se le encorvaban y la carne se
le secaba (sufría de un sudor
por síndrome constitucional
que le llevó a una extrema
caquexia).
1915. Renoir con sus zapatos de
lana debido a la grave deformidad
de los pies.
24. Izquierda: Renoir en 1915, la imagen muestra la
caquexia reumatoide. A la derecha podemos ver la
delgadez de su rostro a través del "Autorretrato", pintado
en 1910.
25. En 1907 pesaba 49 kilos y apenas podía
sentarse. Después de 1910 no pudo ya
desplazarse con muletas y quedó postrado en una
silla de ruedas.
26.
27. Con respecto a la terapia recibida, se basó
en ejercicio físico, purgas y antipirina, un
derivado de las pirazolonas. No obstante, al
parecer limitaba su uso porque temía que le
perjudicara en su creatividad artística.
También pasaba largas temporadas con su
familia en algunos balnearios del Sur (Vichy,
Bourbonne-les-Bains, y Aix-les-Bains) para
beneficiarse del calor.
28.
29. Renoir creía que estas visitas eran realmente
beneficiosas para él. Por ello, cuando ya no
pudo desplazarse, se hizo construir la casa de
Les Collettes, en Cagnes-Sur-Mer, cerca de
Niza, donde pasaba largos ratos al aire libre,
entre olivares.
32. 1917, Renoir en los jardines de Cagnes-sur-Mer.
Cuando tenía que ir a los lugares en los que era difícil
llegar en silla de ruedas, era llevado en andas por sus
amigos y familiares.
33.
34. Pero esto no le impidió seguir pintando según su
nieto más de 400 pinturas, período en el cual
tampoco dejó de viajar y de liarse sus cigarrillos.
En 1915, el primer verano de la posguerra Renoir
visitó la tumba de su madre en Essoyes, y después
viajó de nuevo a París, ciudad donde el pintor, que
contaba con 78 años, en la silla de ruedas fue a ver
sus cuadros favoritos del Louvre: los de François
Boucher, Delacroix y Corot, y “Las bodas de Caná” de
Veronese, pintura grande y rebosante de color, junto a
la que, de acuerdo con el deseo de Renoir, en un sitio
de honor, colgaba su pequeño estudio con el retrato
de Madame Charpentier de 1877.
36. De vuelta a Cagnes continuó pintando hasta
terminar su composición 'Descanso tras el baño'.
Incluso unas horas antes de morir a causa de
una grave pulmonía, estuvo pintando una
naturaleza muerta a partir de una cesta con
manzanas que le había traído su hijo, el
cineasta Jean Renoir.
Sus últimas palabras, dicen mucho del espíritu
luchador del pintor:
“Hoy he aprendido algo”.
38. Aline Charigot ,1854-1915
Pierre-Auguste Renoir moriría el 3 de diciembre de
1919, recién pasada una fuerte pulmonía, y sería
enterrado a los tres días en Essoyes junto a su
esposa Aline Charigot.