El documento critica a varios psicólogos conductistas como Pavlov, Thorndike, Hull, Skinner y Watson por realizar experimentos con animales como perros y ratas y luego escribir sobre cómo aprenden los niños sin observarlos directamente. En contraste, destaca a Dewey y Piaget por observar niños durante años antes de escribir sobre su aprendizaje, a diferencia de la mayoría de educadores que continúan basándose en los experimentos conductistas con animales en lugar de entender las teorías de Dewey y Piaget.