La subsidiariedad se refiere a la tendencia de que los asuntos se resuelvan por la autoridad más cercana al problema. Específicamente en derecho, el principio de subsidiariedad establece que sólo se puede recurrir a una segunda alternativa si la primera falla. Por ejemplo, deben agotarse todas las apelaciones internas antes de presentar una acción de amparo. El principio se aplica en derecho civil, penal y constitucional, y requiere que se agoten los procesos previos antes de acciones posteriores.