4. Estas innovaciones crean un alto
grado de incertidumbre, modifican
severamente la estructura de los
sectores en qué surgen, alteran las
posiciones competitivas de las
empresas establecidas y, en algunos
casos, llegan a provocar la aparición
de nuevas industrias.
Una innovación radical es, por
definición, un punto de
partida, capaz de servir de inicio a
una nueva trayectoria técnica.
5. El manual de Oslo (2004) las define como
cambios de productos o procesos
“insignificantes”, menores o que no
involucran un suficiente grado de
novedad, refiriéndose esta novedad a la
estética u otras cualidades subjetivas del
producto.
La dinámica evolutiva de cada tecnología
particular se caracteriza por frecuentes
incrementos en eficiencia
técnica, productividad y precisión de los
procesos y por cambios regulares en los
productos para conseguir mejor
calidad, reducir costos o ampliar la gama de
usos.
7. Innovar con éxito ya sea la innovación radical o incremental requiere de
Gestionar adecuadamente el cambio, esto a través de tres importantes pasos:
1. Introducir el cambio con liderazgo y motivación.
2. Gestionar el cambio por medio de un equipo de dirección que cree la
Misión, Visión y Valores, desarrolle capacidades y compromiso.
3. Mantener la retroalimentación de todos las fases de la innovación. Comunicación
y mejora continua.