Limites de Exposicion Profesional para Agentes Quimicos en España 2014
Manual de normas control infec nosocomial inoz 1997
1. ÍNDICE
MANUAL DE NORMAS
PARA EL CONTROL
DE LA INFECCION NOSOCOMIAL
AÑO 1997
ANEXO I
COMISION INOZ
EUSKO JAURLARITZA
GOBIERNO VASCO
OSASUN SAILA
DEPARTAMENTO DE SANIDAD
Vitoria-Gasteiz, 1997
2. AGRADECIMIENTOS:
Expresar nuestro agradecimiento a Felix Gutierrez por su asesoramiento y par-
ticipación en la elaboración del capítulo “Condiciones Ambientales del Hospital”, así
como a Jose Luis Sabas por la revisión del mismo.
Nuestra gratitud también a Cristina Barredo e Idoia Gulin por transcribir primero
y modificar después el contenido de este anexo al manual de normas las veces que
ha sido necesario.
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3. AUTORES:
Miembros de la Comisión INOZ:
Arévalo Alonso, José Miguel (H. Txagorritxu)
Bacigalupe Artacho, Mayte (Servicios Centrales)
Cabarcos Cazón , Antonio (H. Amara)
Cobo Elosua, Manuel (H. Cruces)
Canduela Fernandez, Carlos (H. Alto Deba)
Carrandi Camiña, Begoña (H. Cruces)
Elorduy Otazua, Luis (H. San Eloy)
Esnaola Sukia, Santiago (Dpto. Sanidad)
Ezpeleta Baquedano, Carmen (H. Basurto)
García Urbaneja, Marbella (H. Galdakao)
Gómez Martín, Higinio (H. Galdakao)
Larrode Pellicer, Cristina (H. Leza)
Martín Saco, Gloria (H. Santa Marina)
Novales Salcedo, José Luis (H. Santiago)
Núñez Bartolome, Reyes (H. Gipuzkoa)
Oliver Lechuga, Alfonso (H. Zumarraga)
Palacio Galán, Luis (H. Bidasoa)
Pérez de Eulate Berraondo, Pilar (Servicios Centrales)
Riaño Zalbidea, Valentín (H. Gorliz)
Sáenz Dominguez, José Ramón (H. Aranzazu)
Viciola García, Margarita (H. Mendaro)
COMITE DE REDACCIÓN:
Carrandi Camiña, Begoña (H. Cruces)
Ezpeleta Baquedano, Carmen (H. Basurto)
Viciola Garcia, Margarita (H. Mendaro)
COORDINACIÓN:
Arcelay Salazar, Andoni (Subdirección de Calidad. SS.CC. Osakidetza)
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5. ÍNDICE
PRESENTACIÓN
La prevención y el control de la Infección Nosocomial (I.N.) constituyen objeti-
vos prioritarios para el conjunto del sistema sanitario de nuestra Comunidad.
Tomando en consideración la constante evolución de la ciencia médica, así
como de los procedimientos diagnósticos y terapéuticos utilizados, este Anexo pre-
tende completar y actualizar determinados aspectos del anteriormente publicado
“Manual de Normas para la lucha contra la I.N. en la Comunidad Autónoma del País
Vasco (C.A.P.V.)”.
Esta publicación, fruto del trabajo del grupo de profesionales que integran la Co-
misión INOZ, es una de las piezas que, junto con el Registro de Incidencia Hospitala-
rio implantado este año y el Libro Blanco de la I.N. recientemente publicado, espero
favorezcan la consecución de nuestro objetivo final: la disminución de la frecuencia de
las I.N. en la C.A.P.V.
Es mi deseo, que este conjunto de medidas sirva de complemento al esfuerzo
cotidiano de todos los profesionales sanitarios de nuestra Comunidad, esencial para
alcanzar nuestro propósito continuo de mejora de la calidad de la atención prestada a
los pacientes.
GABRIEL INCLAN IRIBAR
Director de Asistencia Santaria
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6. ÍNDICE
I. INTRODUCCIÓN
La Comisión INOZ publica en 1994 El Manual de Normas para el Control de la
Infección Nosocomial como guía y consulta para todos los profesionales sanitarios de
la CAPV y lograr entre todos el objetivo final de disminuir la Infección Nosocomial. El
resurgimiento de enfermedades infecciosas y el avance de los conocimientos científi-
cos, obligan a actualizar este manual.
En el apartado II de este Anexo se describen los factores que afectan al “Con-
trol de la I.N.” incluyendo aquellos que permanecen vigentes (con referencia al capí-
tulo del Manual) y aquellos que se ha considerado su actualización.
El apartado III presenta las últimas recomendaciones de los Centers for Disea-
se Control (C.D.C.) en política de aislamientos hospitalarios, que han sido traducidas
y publicadas en Enero de 1997 en la revista Medicina Preventiva. Estas pautas reem-
plazan todas las recomendaciones previas. Muchas de las medidas indicadas (desta-
quemos la existencia de habitaciones con presión negativa) pueden resultar difíciles
de llevar a cabo en el entorno de nuestros hospitales. No obstante, cada hospital de-
bería intentar adaptar estas recomendaciones de acuerdo a su capacidad de recur-
sos tanto estructurales como humanos. No cabe duda que la dificultad de aplicación
de una medida, no invalida su razonamiento científico.
En la actualidad la transmisión aérea ha adquirido mayor importancia en la In-
fección Nosocomial por lo que se ha incluido un extenso apartado. La remodelación
que algunos de nuestros hospitales están llevando a cabo, obliga a establecer normas
para la prevención de determinadas I.N.
Estas recomendaciones se podrán ir estableciendo en la medida que los hospi-
tales avancen en sus aspectos estructurales.
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7. ÍNDICE
II. SISTEMAS DE VIGILANCIA Y CONTROL DE LA
INFECCIÓN NOSOCOMIAL (I.N.)
Personal Sanitario - Lavado de manos (Cap. I) Obstaculos:
Necesidad apoyo de - Falta cumplimiento
Dirección Gerencia - Técnicas enfermería
(Cap. IV) normas
- Limpieza/desinfección/este- - Medios Humanos e
rilización (Cap. II-III) infraestructura
Paciente - Aislamientos (Anexo I)
Estructura - Bloque quirúrgico (Anexo I)
- Area de aislamiento (Ane- Prevenible
xo I)
- Gestión avanzada residuos I.N.
Programa (Cap. VIII)
Control - Obras (Anexo I) No prevenible
Vigilancia y
I.N.
Control de la I.N.
VIGILANCIA
I.N.
PROGRAMA
INFORMATICO INOZ
Este gráfico hace referencia a aquellos factores que afectan al control de la In-
fección Nosocomial, así como donde podemos encontrarlos desarrollados, tanto en
los diferentes capítulos del “Manual de Normas para el Control de la Infección Noso-
comial”, como en este Anexo al mismo.
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8. ÍNDICE
III. ACTUALIZACIÓN DE LAS
NORMAS DE AISLAMIENTO
INTRODUCCIÓN
Los Centros para el Control y Prevención de la Enfermedad (DCD) y el Comité
Consultivo de las Prácticas del Control de la Infección Hospitalaria (HICPAC), han re-
visado las “Pautas del CDC para las Precauciones de Aislamiento en Hospitales” con
el fin de asesorar a los hospitales en el mantenimiento de prácticas de aislamiento ac-
tualizadas.
Las pautas o recomendaciones, contienen dos partes. La primera parte. “Evo-
lución de las Prácticas de Aislamiento”, revisa su evolución en los hospitales america-
nos, incluyendo sus ventajas, desventajas y aspectos controvertidos, proporcionando
la base para las recomendaciones contenidas en la segunda parte, “Recomendacio-
nes para las Precauciones de Aislamiento en los Hospitales”. Las pautas reemplazan
las recomendaciones previas.
Las recomendaciones tienen como primer objetivo su uso en el cuidado de pa-
cientes en hospitales de agudos, aunque algunas de las recomendaciones pueden
aplicarse para algunos pacientes que reciben cuidados en hospitales de subagudos
o crónicos.
El HICPAC reconoce que el objetivo de prevenir la transmisión de infecciones en
los hospitales se puede lograr por muchos medios y que los hospitales modificarán las
recomendaciones de acuerdo a sus necesidades, circunstancias y leyes o regulacio-
nes locales, autonómicas o nacionales. La modificación de las recomendaciones está
justificada si:
1. Se mantienen los principios epidemiológicos de transmisión de la enferme-
dad.
2. Las precauciones incluyen la interrupción de la difusión de la enfermedad
por cualquier vía que pueda encontrarse en el hospital.
15
9. ÍNDICE
RESUMEN
Las recomendaciones revisadas contienen dos grupos de precauciones:
1. El primero y más importante se refiere a aquellas precauciones diseñadas
para el cuidado de todos los pacientes hospitalarios, independientemente de
su diagnóstico o presunto estado de infección. La puesta en marcha de es-
tas “Precauciones Estándar” supone la estrategia básica para controlar sa-
tisfactoriamente las infecciones nosocomiales.
2. El segundo grupo se refiere a las precauciones diseñadas sólo para el cui-
dado de pacientes específicos. Estas “Precauciones Basadas en la Trans-
misión” se usan para pacientes en los que se conoce o se sospecha la exis-
tencia de colonización o infección con patógenos epidemiológicamente
importantes y que pueden ser transmitidos por cualquier vía.
1. Las Precauciones Estándar sintetizan los aspectos más importantes de las
Precauciones Universales (diseñadas para reducir el riesgo de transmisión
de patógenos hemáticos) y el Aislamiento de Sustancias Corporales (diseña-
das para reducir el riesgo de transmisión de sustancias corporales húmedas).
Las Precauciones Estándar se aplican a:
1. Sangre.
2. Todos los fluidos corporales, secreciones y excreciones, excepto el sudor, in-
dependientemente de si contienen o no sangre visible.
3. Piel no intacta.
4. Membranas mucosas.
Las Precauciones Estándar están diseñadas para reducir el riesgo de transmi-
sión de microorganismos independientemente de que su origen sea conocido o no.
Las Precauciones Basadas en la Transmisión están diseñadas para pacientes
en los que se sospecha o está documentada la infección o colonización con patóge-
nos epidemiológicamente importantes o altamente transmisibles, para los cuales se
necesitan precauciones añadidas a las estándar para interrumpir la transmisión (Pre-
cauciones de Transmisión Aérea, Precauciones de Transmisión por Gotas y Precau-
ciones de Transmisión por Contacto). Cuando se usan de una forma única o combina-
das, siempre deben de añadirse a las Precauciones Estándar.
PARTE I: EVOLUCIÓN DE LAS PRÁCTICAS DE AISLAMIENTO
A) MÉTODOS DE AISLAMIENTO DEL CDC
1) Manual de aislamiento del CDC
En 1970, el CDC publicó un manual detallado titulado “Técnicas de Aislamiento
para Uso en Hospitales” con el fin de asesorar a los hospitales generales en las pre-
cauciones de aislamiento. Una edición revisada apareció en 1975.
16
10. ÍNDICE
El manual introducía el sistema de categorías de las precauciones de aisla-
miento. Recomendaba que los hospitales usaran una de las 7 categorías de aisla-
miento (Aislamiento Estricto, Aislamiento Respiratorio, Aislamiento Protector, Precau-
ciones Entéricas, Precauciones para Piel y Heridas, Precauciones de Eliminación y
Precauciones Sanguíneas). Las precauciones recomendadas para cada categoría es-
taban determinadas por las características epidemiológicas de las enfermedades,
agrupadas principalmente por sus vías de transmisión Se indicaban para cada cate-
goría ciertas técnicas de aislamiento, en la creencia de que eran las mínimas necesa-
rias para prevenir la transmisión de todas las enfermedades de su categoría. Debido
a que algunas enfermedades no tenían la misma epidemiología que otras que reque-
rían menos precauciones, se sugerían más precauciones de las necesarias para es-
tas enfermedades. Esta desventaja de “sobreaislamiento” para algunas enfermeda-
des se compensaba por la conveniencia de tener un número pequeño de categorías.
Lo que es más importante, este sistema tan simple requería que el personal sólo
aprendiera unas pocas rutinas establecidas para aplicar las precauciones de aisla-
miento.
En los años 80, los hospitales estaban experimentando nuevos problemas de in-
fecciones nosocomiales endémicas y epidémicas, algunos de ellos causados por mi-
croorganismos multirresistentes y otros por nuevos patógenos. Hubo una necesidad
creciente de precauciones de aislamiento que estuvieran dirigidas más específica-
mente a la transmisión nosocomial en Unidades de Cuidados Intensivos, más que a la
difusión intrahospitalaria de enfermedades infecciosas adquiridas en la comunidad.
Con ese fin, desde 1981 a 1983 el personal del CDC consultó con diversos expertos
para revisar el manual.
2) Pautas de aislamiento del CDC
En 1983, se publicaron las “Pautas del CDC para las Precauciones de Aisla-
miento en los Hospitales” para reemplazar el manual de aislamiento de 1975, pues
contenían muchos cambios importantes. Uno de ellos fue el énfasis puesto en la toma
de decisiones por parte del personal sanitario. Estas pautas fomentaban la toma de
decisiones en varios niveles:
1. Se otorgaba a los comités de control de la infección hospitalaria la oportuni-
dad de elegir entre las precauciones de aislamiento específicas por catego-
rías o por enfermedad, o bien usar las recomendaciones para desarrollar un
único sistema de aislamiento apropiado para las circunstancias y medio am-
biente de su hospital.
2. Se estimulaba que el personal tomara decisiones sobre las precauciones
que debían utilizarse para cada paciente en concreto.
3. Se fomentaba que el personal al cuidado de pacientes con precauciones de
aislamiento decidiera si necesitaba ponerse mascarilla, bata o guantes, ba-
sándose en la probabilidad de exponerse a material infectado.
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11. ÍNDICE
Tales decisiones se juzgaban necesarias para aislar la infección, pero no al pa-
ciente, y para reducir los costes asociados con precauciones de aislamiento innece-
sarias.
Se modificaron las categorías existentes en la sección de categorías específi-
cas de las recomendaciones, se añadieron nuevas categorías y muchas infecciones
fueron asignadas a categorías diferentes. La anterior categoría de Precauciones San-
guíneas, principalmente dirigida hacia los pacientes portadores crónicos de hepatitis
B, fue renombrada como Precauciones con Sangre y Fluidos Corporales y se extendió
para incluir a los pacientes con SIDA y para incluir la exposición a otros fluidos corpo-
rales además de la sangre. La anterior categoría de Aislamiento Protector se eliminó
porque los estudios demostraron su falta de eficacia en la práctica clínica para preve-
nir la adquisición de una infección en los pacientes inmunocomprometidos para los
que describió originalmente. Las recomendaciones de 1983 contenían las siguientes
categorías de aislamiento: Aislamiento Estricto, Aislamiento de Contacto, Aislamiento
Respiratorio, Aislamiento de Tuberculosis, Precauciones Entéricas, Precauciones de
Drenaje / Secreción y Precauciones con Sangre y Fluidos Corporales. Como sucedía
con el manual anterior, estas categorías tendían a sobreaislar a algunos pacientes.
En la sección de enfermedades específicas de estas recomendaciones, se con-
sideraba individualmente la epidemiología de cada enfermedad infecciosa para ins-
taurar sólo aquellas precauciones necesarias para interrumpir la transmisión de la in-
fección. Debido a que las precauciones eran individualizadas para cada enfermedad,
se fomentaba la realización de una capacitación previa y formación continuada del
personal con el fin de alcanzar un mayor nivel de atención en el cuidado del paciente.
Aunque la aplicación de las precauciones de aislamiento de enfermedades específi-
cas eliminaba el sobreaislamiento, el personal podía cometer errores al aplicar las pre-
cauciones, concretamente si la enfermedad no se veía regularmente en el hospital o si
se producía un error o retraso en el diagnóstico.
A causa del vacío existente en el conocimiento de la epidemiología de algunas
enfermedades, se produjo un desacuerdo, relacionado principalmente con la situa-
ción de enfermedades concretas en algunas categorías, especialmente con un com-
ponente de transmisión respiratoria. La falta de estudios empíricos sobre la eficacia y
costes de la puesta en marcha de las recomendaciones contribuyó al desacuerdo.
A medida que se disponía de nuevos datos epidemiológicos, fueron aparecien-
do informes que actualizaban parte de estas recomendaciones.
B) PRECAUCIONES UNIVERSALES
En 1985, y debido principalmente a la epidemia de VIH, las prácticas de aisla-
miento de los EE.UU. se alteraron substancialmente por la introducción de una nueva
estrategia en las prácticas de aislamiento, conocida como “Precauciones Universa-
les”. La modificación de las precauciones de aislamiento en algunos hospitales pro-
dujo varios cambios estratégicos, y sacrificó algunas medidas de protección en la
transmisión paciente a paciente a cambio de añadir protección en la transmisión pa-
ciente a personal sanitario. Reconociendo el hecho de que muchos pacientes con in-
fecciones de transmisión hemática no estaban diagnosticados, las Precauciones Uni-
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12. ÍNDICE
versales por primera vez ponían el énfasis en aplicar las Precauciones con Sangre y
Fluidos Corporales de una forma general a todas las personas independientemente de
su condición de presunta infección. Este hecho condujo al nuevo nombre de Precau-
ciones Universales.
Además de introducir la prevención de inoculaciones accidentales y el uso de
barreras tradicionales como bata y guantes, las Precauciones Universales ampliaban
las Precauciones con Sangre y Fluidos, recomendando la utilización de mascarillas y
protectores oculares para prevenir la exposición de las membranas mucosas durante
ciertos procedimientos, así como el uso de dispositivos de ventilación individual ante
la posibilidad de tener que realizar técnicas de resucitación. Esto se enfatizó en infor-
mes posteriores del CDC para la prevención de la transmisión del VIH en personal sa-
nitario.
En 1987, uno de estos informes estableció que la puesta en marcha de las Pre-
cauciones Universales para todos los pacientes eliminaba la necesidad de la catego-
ría de aislamiento de Precauciones con Sangre y Fluidos Corporales. Sin embargo, de-
bían usarse otras categorías de precauciones si se diagnosticaban o sospechaban
otros patógenos aparte de los de transmisión hemática.
El informe de 1987, fue actualizado por un informe de 1988 que ponía el énfasis
en dos puntos importantes:
1. La sangre era la fuente más importante de transmisión de VIH, VHB y otros
patógenos de transmisión hemática en los lugares de trabajo.
2. Los esfuerzos del control de la infección para prevenir la transmisión de pa-
tógenos hemáticos debían enfocarse en prevenir las exposiciones a sangre,
así como la administración de la vacuna frente a hepatitis B.
El informe establecía que las Precauciones Universales debían aplicarse a san-
gre, fluidos corporales implicados en la transmisión de infecciones hemáticas (semen
y secreciones vaginales), fluidos corporales con un riesgo de transmisión desconoci-
do (amniótico, cefalorraquídeo, pericárdico, peritoneal, pleural y sinovial) y a cualquier
otro fluido corporal visiblemente contaminado con sangre, pero no a heces, secrecio-
nes nasales, esputo, sudor, lágrimas, orina o vómitos a menos que contuvieran sangre
visible.
C) AISLAMIENTO DE SUSTANCIAS CORPORALES
En 1987, después de tres años de estudio, el personal de las unidades de con-
trol de infecciones del Harborview Medical Center de Seattle (Washington), y de la Uni-
versidad de California en San Diego, propusieron un nuevo sistema de aislamiento que
denominaron Aislamiento de Sustancias Corporales, como alternativa al aislamiento
por diagnóstico. Este sistema se centraba en el aislamiento de todas las sustancias
corporales húmedas y potencialmente infecciosas (sangre, heces, orina, esputo, sali-
va, drenajes de heridas y otros fluidos corporales) de todos los pacientes, indepen-
dientemente de su presunto estado de infección, y principalmente dirigido al uso de
guantes. El personal fue instruido para ponerse guantes limpios justo antes del con-
tacto con membranas mucosas y piel no intacta, y para llevar los guantes durante el
19
13. ÍNDICE
contacto con sustancias corporales húmedas. Se describieron otros aspectos para im-
plementar el aislamiento de Sustancias Corporales en hospitales universitarios.
Entre las ventajas de este sistema se citaba que era simple, fácil de aprender,
evitaba el concepto de que los pacientes individuales sin diagnóstico conocido o sos-
pechado de enfermedad infecciosa estaban libres de riesgo de transmisión a pacien-
tes y personal, y que sólo se asociaban ciertos fluidos corporales con la transmisión
de infecciones.
Se han resumido los aspectos controvertidos de este sistema. El Aislamiento de
Sustancias Corporales reemplaza algunas, pero no todas, las precauciones de aisla-
miento necesarias para prevenir la transmisión de la infección. Además, el Aislamien-
to de Sustancias Corporales no contiene disposiciones adecuadas para prevenir:
1. La transmisión por gotas de infecciones severas en poblaciones pediátricas
(por ejemplo: meningitis por Haemophilus influenzae invasivo o Neisseria
meningitidis).
2. La transmisión de microorganismos epidemiológicamente importantes por
contacto directo o indirecto desde la piel seca o fuentes medioambientales
(por ejemplo: Clostridium difficile).
3. Enfermedades de verdadera transmisión aérea vehiculadas por gotículas a
larga distancia. Aunque el Aislamiento de Sustancias Corporales recomien-
da claramente la utilización de habitación individual para algunos pacientes
con enfermedades transmitidas exclusivamente o en parte por vía aérea, no
remarca la necesidad de métodos especiales de ventilación para pacientes
con enfermedades (diagnosticadas o sospechadas) transmitidas por gotícu-
las, como es el caso de la tuberculosis pulmonar u otras patologías.
El Aislamiento de Sustancias Corporales y las Precauciones Universales com-
parten muchos procedimientos similares para prevenir la transmisión de patógenos
hemáticos. Sin embargo, existe una diferencia importante en la recomendación para
el uso de guantes y lavado de manos. Bajo las Precauciones Universales, los guantes
se recomendaban para el contacto con sangre y fluidos corporales específicos, y las
manos deben lavarse inmediatamente después de quitarse los guantes. Bajo el Aisla-
miento de Sustancias Corporales, los guantes eran recomendados para el contacto
con cualquier tipo de sustancia corporal húmeda, pero el lavado de manos tras qui-
tarse los guantes no se recomendaba a menos que estuviesen visiblemente mancha-
das. La falta de énfasis en lavarse las manos después de quitarse los guantes se citó
como una de las teóricas desventajas del Aislamiento de Sustancias Corporales. Usar
los guantes como una medida protectora que sustituya el lavado de manos podría con-
ducir a un falso sentido de seguridad, y como consecuencia un menor uso del lavado
de manos, incrementando así el riesgo de la transmisión nosocomial de patógenos, ya
que a través del guante éstos pueden contaminar las manos y además el uso frecuente
de guantes contribuye a incrementar los problemas de alergias en piel. Otros estudios
propuestos por el Aislamiento de Sustancias Corporales indicaban que el frecuente la-
vado de manos podía provocar eczemas y erosiones en la piel. Finalmente aunque el
uso de guantes puede se mejor aceptado por parte del personal que el lavado de ma-
20
14. ÍNDICE
nos, no se ha demostrado la eficacia del uso de guantes como sustituto del lavado de
manos.
D) REGLAS DE LA OSHA PARA LA TRANSMISIÓN DE PATÓGENOS
HEMÁTICOS
En 1989, la Administración de Salud y Seguridad Laboral (OSHA) publicó una pro-
puesta de reglamentación acerca de la exposición laboral a patógenos de transmisión
hemática en hospitales y otros establecimientos sanitarios. Esta reglamentación, basa-
da en el concepto de las Precauciones Universales, se preocupaba del control de la in-
fección comunitaria. La reglamentación final fue publicada en 1991. En esta línea, se han
editado otros informes por la Asociación Americana de Hospitales y otros autores.
E) LA NECESIDAD DE UNAS NUEVAS RECOMENDACIONES DE AISLAMIENTO
Al principio de los años 90, el aislamiento era un tema controvertido dentro del
control de la infección. Muchos hospitales habían incorporado de forma completa o
parcial las Precauciones Universales dentro de su sistema de aislamiento específico
por categoría o enfermedad y otros habían adoptado el Aislamiento de Sustancias
Corporales, sin embargo, existía mucha variación en la interpretación y uso de estas
precauciones. Lo que es más, existía una confusión considerable sobre que fluidos o
sustancias corporales requerían precauciones . Muchos hospitales pensaban que po-
nían en práctica las Precauciones Universales, cuando realmente aplicaban el Aisla-
miento de Sustancias Corporales y viceversa. Además, existía una falta de acuerdo
acerca de la importancia del lavado de manos cuando se usaban guantes y la nece-
sidad de precauciones adicionales por encima del Aislamiento de Sustancias Corpo-
rales para prevenir cualquier tipo de transmisión. Algunos hospitales no habían pues-
to en marcha recomendaciones adecuadas para prevenir la transmisión de la
tuberculosis, incluyendo la multirresistente. Con la aparición de microorganismos mul-
tirresistentes, algunos hospitales no lograron reconocerlos como un problema nuevo y
no añadieron las precauciones adecuadas que los frenaran.
A la vista de estos problemas y preocupaciones, no existía una forma simple de
ajustar todas las recomendaciones y precauciones vistas hasta ahora. Estaba claro
que se necesitaba una nueva síntesis de los variados sistemas que proporcionara
unas recomendaciones implantables para prevenir la transmisión de la mayor parte de
las infecciones que ocurren en los hospitales.
Para lograr esto, las nuevas recomendaciones deberían cumplir los siguientes
objetivos:
1. Tener un sentido epidemiológico.
2. Reconocer la importancia de todos los fluidos corporales, secreciones y ex-
creciones en la transmisión de la infección.
3. Señalar las precauciones adecuadas para las infecciones transmitidas por la
vía aérea, gotas y de contacto.
4. Ser tan simples y fáciles de usar como fuera posible.
21
15. ÍNDICE
5. Usar nuevos conceptos que eviten la confusión con los métodos de aisla-
miento y control de la infección previamente existentes.
Las nuevas recomendaciones contienen tres cambios importantes respecto a
las previas:
1. Sintetizan las características principales de las Precauciones Universales y
el Aislamiento de Sustancias Corporales en un único conjunto de precaucio-
nes que deben usarse para el cuidado de todos los pacientes, independien-
temente de su presunto estado de infección. Estas precauciones, llamadas
Precauciones Estándar, están diseñadas para reducir el riesgo de transmi-
sión de patógenos hemáticos y otro tipo de patógenos en los hospitales.
Como resultado de esta síntesis, un gran número de pacientes con enferme-
dades o condiciones que previamente requerían precauciones específicas
de categoría o enfermedad (según las recomendaciones de aislamiento de
1983), ahora están cubiertos bajo las Precauciones Estándar y no requieren
precauciones adicionales.
2. Reúnen las viejas categorías de precauciones de aislamiento y precauciones
de enfermedades específicas en tres conjuntos de precauciones basadas en
las vías de transmisión. Estas Precauciones Basadas en la Transmisión, di-
señadas para reducir el riesgo de transmisión por la vía de gotas, aérea y de
contacto, deben añadirse a las Precauciones Estándar.
3. Listan síndromes específicos para pacientes adultos y pediátricos con alta
sospecha de infección e identifican Precauciones Basadas en la Transmisión
adecuadas de forma empírica y temporal hasta que se pueda hacer un diag-
nóstico definitivo. Estas precauciones también deben añadirse a las Precau-
ciones Estándar. Los detalles de esta pauta de recomendaciones se presen-
tan en la segunda parte.
PARTE II: RECOMENDACIONES PARA LAS PRECAUCIONES DE AISLAMIENTO
EN LOS HOSPITALES
A) BASES DE LAS PRECAUCIONES DE AISLAMIENTO
1) Lavado de manos y guantes:
El lavado de manos frecuente es la medida más importante para reducir los ries-
gos de transmisión de microorganismos de una persona a otra o desde una localiza-
ción a otra en el mismo paciente. Los métodos, indicaciones, razones científicas y pro-
ductos para el lavado de manos han sido revisados en otras publicaciones.
El lavado de manos debe ser adecuado y exhaustivo entre el contacto de pa-
cientes y después del contacto con sangre, fluidos corporales secreciones, excrecio-
nes y equipos y artículos contaminados por ellos. Además del lavado de manos, los
guantes juegan un papel importante en reducir los riesgos de transmisión de microor-
ganismos.
Existen tres razones importantes para utilizar guantes en el hospital:
22
16. ÍNDICE
1. Los guantes se utilizan para proporcionar una barrera protectora y prevenir
la contaminación grosera de las manos cuando se toca sangre, fluidos cor-
porales, secreciones, excreciones, membranas mucosas y piel no intacta. La
OSHA, en su última reglamentación, recomienda ponerse unos guantes en
circunstancias específicas para reducir el riesgo de exposición a patógenos
transmitidos por sangre.
2. Los guantes se utilizan para reducir la probabilidad de que los microorga-
nismos presentes en las manos del personal se transmitan a pacientes du-
rante procedimientos invasivos u otros cuidados que lleven consigo el con-
tacto con membranas mucosas o piel no intacta de pacientes.
3. Los guantes se utilizan para reducir la probabilidad de que las manos con-
taminadas del personal con microorganismos de un paciente o de un fómite
puedan transmitir estos microorganismos a otros pacientes. En esta situa-
ción, los guantes se cambiarán entre cada contacto con pacientes y se rea-
lizará un lavado de manos después de quitárselos.
El hecho de utilizar guantes no reemplaza la necesidad del lavado de manos,
porque los guantes pueden tener defectos pequeños o inaparentes o incluso pueden
producirse durante el uso: de esta forma, las manos quedarían contaminadas al qui-
társelos. El error de no cambiarse los guantes entre contactos con pacientes es un
riesgo para el control de la infección.
2) Ubicación de pacientes
La ubicación apropiada de pacientes es un componente significativo de las pre-
cauciones de aislamiento. Una habitación individual es importante para prevenir la
transmisión por contacto directo o indirecto, cuando el paciente fuente tiene hábitos
higiénicos pobres, contamina el medio ambiente o no podemos esperar que colabore
en el mantenimiento de las precauciones del control de la infección para limitar la
transmisión de microorganismos (bebés, niños y pacientes con estado mental altera-
do). Cuando sea posible, un paciente con microorganismos epidemiológicamente im-
portantes o de alta transmisibilidad se situará en habitación individual con facilidades
para el baño y lavado de manos, de forma que se reduzcan las oportunidades para la
transmisión de los microorganismos.
Cuando no se dispone de habitación individual, el paciente infectado se ubica-
rá con un compañero apropiado. Los pacientes infectados por el mismo microorga-
nismos, normalmente pueden compartir la habitación, siempre y cuando no estén ade-
más infectados por otros microorganismos potencialmente patógenos y el riesgo de
reinfección sea mínimo. El hecho de compartir habitación, conocido como Aislamien-
to de Cohortes, especialmente útil durante brotes o cuando el Centro tiene pocas ha-
bitaciones individuales. Cuando se dispone de habitación individual o el Aislamiento
de Cohortes no sea aceptable o recomendable, es muy importante valorar la epide-
miología y modo de transmisión del patógeno infectante y la población de pacientes
atendidos para decidir la ubicación idónea del paciente. En estas circunstancias, se
debe consultar con el personal de la Unidad de Control de Infecciones antes de ubi-
car al paciente. Por otra parte, cuando un paciente infectado comparte una habitación
23
17. ÍNDICE
con un paciente no infectado, es importante que los compañeros de habitación sean
seleccionados cuidadosamente y que tanto los propios pacientes como el personal y
las visitas cumplan las recomendaciones para prevenir la diseminación de la infección.
Las pautas para la construcción, equipamiento, aire acondicionado y ventilación
de las habitaciones de aislamientos han sido descritas en otras publicaciones.
Una habitación individual con aire acondicionado y ventilación es muy impor-
tante para reducir el riesgo de transmisión de microorganismos desde un paciente
fuente a pacientes susceptibles o a otras personas en el hospital cuando los microor-
ganismos se extienden por transmisión aérea. Algunos hospitales disponen de una ha-
bitación de aislamiento con una antesala como medida extra de precaución para pre-
venir la transmisión aérea. No se dispone de datos adecuados que avalen la
necesidad de esta antesala. Las recomendaciones de ventilación para las habitacio-
nes de aislamiento en pacientes ingresados con tuberculosis pulmonar fueron diseña-
das en otras pautas del CDC.
3) Transporte de pacientes infectados:
La posibilidad de transmisión de enfermedades infecciosas en el hospital pue-
de disminuirse limitando al máximo posible el movimiento y transporte de pacientes in-
fectados con microorganismos altamente virulentos o epidemiológicamente importan-
tes. Cuando un paciente sea transportado es necesario:
1. El paciente debe utilizar las medidas apropiadas (mascarillas, apósitos im-
permeables) para reducir la posibilidad de transmisión de microorganismos
a otros pacientes, al personal o a las visitas, y reducir la contaminación am-
biental.
2. Se debe informar al personal de la unidad a la cual va a ser llevado el pa-
ciente, de la próxima llegada del mismo y de las medidas que deben utilizar
para evitar la transmisión del microorganismo.
3. El paciente debe estar informado de las medidas con que puede colaborar
para la prevención de la transmisión de sus microorganismos infecciosos.
4) Mascarillas, protección respiratoria, protección ocular y caretas:
Se usan varios tipos de mascarillas, gafas y caretas, solas o en combinación
como barreras de protección. El personal del hospital utilizará una mascarilla que cu-
bra nariz y boca, y gafas o caretas durante procedimientos y cuidados sobre el pa-
ciente que tengan posibilidad de generar salpicaduras o sprays de sangre, fluidos cor-
porales, secreciones o excreciones. Su objetivo es proporcionar una protección a las
mucosas de ojos, nariz y boca frente al contacto con patógenos. Estas medidas redu-
cen el riesgo de exposición a patógenos transmitidos por sangre y son recomendadas
en la última reglamentación de la OSHA. La mascarilla quirúrgica se utiliza por el per-
sonal sanitario para protegerse frente a la diseminación de partículas infecciosas que
son transmitidas en un contacto cerrado y que generalmente solo viajan distancias
24
18. ÍNDICE
cortas (menores o iguales a 1 metro) desde los pacientes infectados que tosen o es-
tornudan.
En los últimos años, un área de gran interés y controversia ha sido el papel y la
selección del equipo de protección respiratoria, así como las implicaciones de un pro-
grama de protección respiratoria para la prevención de transmisión de tuberculosis en
el hospital. Tradicionalmente, aunque su eficacia no estaba probada, se usaba una
mascarilla quirúrgica para las precauciones de aislamiento en hospitales cuando los
pacientes se sabía o se sospechaba que estaban infectados con patógenos cuya vía
de transmisión era aérea. En 1990, sin embargo, las pautas de tuberculosis del CDC
expusieron que la mascarilla quirúrgica podía no ser efectiva para prevenir la inhala-
ción de gotículas y recomendó el uso de respiradores de partículas desechables, a
pesar de que no se había demostrado la eficacia de los respiradores de partículas en
la protección frente a la inhalación de M. tuberculosis. El NIOSH ha indicado que el
N95 (categoría N al 95 % de eficiencia) es el que reúne los criterios de CDC como res-
pirador para la tuberculosis. Se ha publicado información adicional sobre la evolución
de las recomendaciones de respiradores, regulaciones para la protección de personal
hospitalario y el informe de varias agencias federales en protección respiratoria para
el personal hospitalario.
5) Batas y otros elementos de protección:
Se utilizan varios tipos de batas y otros elementos de protección para propor-
cionar una barrera y reducir las posibilidades de transmisión de microorganismos en
los hospitales. Las batas se utilizan para prevenir la contaminación de la ropa y prote-
ger la piel del personal de las exposiciones a sangre y fluidos corporales. Las batas
impermeables a líquidos, junto con delantales, botas o calzas para los pies, propor-
cionan protección a la piel cuando existen salpicaduras de material infectado o pode-
mos suponer que vayan a ocurrir. Las disposiciones finales de la OSHA recomiendan
el uso de batas y otros mecanismos de protección bajo determinadas circunstancias
para reducir el riesgo de exposición a patógenos de transmisión hemática.
El personal también utiliza batas durante el cuidado de pacientes infectados
con microorganismos epidemiológicamente importantes con el fin de reducir la trans-
misión de estos patógenos desde los pacientes o su entorno a otros pacientes; cuan-
do se usan las batas para este propósito, deben quitarse antes de dejar el entorno del
paciente y lavarse las manos. No se dispone de datos adecuados que confirmen la efi-
cacia de las batas para este propósito.
6) Equipo para el cuidado de los pacientes:
Existen muchos factores que determinan el cuidado especial en la eliminación
del equipo usado en la atención a los pacientes, incluyendo la posibilidad de conta-
minación con material infectado, la posibilidad de producirse un corte, pinchazo o he-
rida, la severidad de la enfermedad asociada y la estabilidad medioambiental de los
patógenos implicados. Algunos utensilios usados se eliminan en contenedores o bol-
sas para prevenir las exposiciones a pacientes, personal y visitantes, además de pre-
venir la contaminación del medio ambiente. Los objetos cortantes usados se colocan
25
19. ÍNDICE
en contenedores resistentes a pinchazos; otros utensilios se colocan en una bolsa.
Una única bolsa es suficiente si es lo bastante fuerte y no existe riesgo de contamina-
ción del exterior de la bolsa. Si esto no se cumple, deben utilizarse dos bolsas.
El equipo necesario para el cuidado del paciente o los dispositivos reutilizables
contaminados usados en cuidados críticos (por ejemplo, equipo que normalmente en-
tra en un tejido estéril), así como en cuidados semicríticos (por ejemplo, equipo que
toca membranas mucosas), se esteriliza o desinfecta después de su uso para reducir
el riesgo de transmisión a otros pacientes; el tipo de reprocesado se determina por las
características del artículo y el uso que se le pretenda dar, las recomendaciones del
fabricante, la política del hospital y cualquier recomendación y regulación que pueda
aplicarse.
El equipo usado en cuidados no críticos (por ejemplo, el equipo que toca piel
intacta) contaminado con sangre, fluidos corporales, secreciones o excreciones, se
limpia y desinfecta después de su uso, de acuerdo con la política del hospital. El equi-
po desechable que esté contaminado, se maneja y transporta de forma que reduzca-
mos el riesgo de transmisión de microorganismos y se disminuya la contaminación me-
dioambiental en el hospital; este equipo se desecha o elimina de acuerdo con la
política del hospital y las regulaciones aplicables.
7) Lencería y lavandería:
Aunque la lencería podría estar contaminada con microorganismos patógenos,
el riesgo de transmisión de enfermedades se anula si esta lencería se maneja, trans-
porta y lava de forma que evitemos la extensión de microorganismos a pacientes, per-
sonal y medio ambiente. Más que regulaciones o reglas rígidas, se recomienda un al-
macenamiento y procesado de la lencería tanto limpia como usada con medidas
higiénicas y sentido común. Todos estos procedimientos se determinan por la política
del hospital y cualquier regulación aplicable.
8) Platos, vasos, tazas y otros utensilios:
No se necesita ninguna precaución especial. Para los pacientes en aislamiento,
se pueden utilizar platos y utensilios desechables o reutilizables. La combinación de
agua caliente y detergentes usados en los lavaplatos de los hospitales es suficiente
para descontaminar platos, vasos, tazas y otros utensilios.
9) Limpieza de rutina y final:
La habitación y el mobiliario de los pacientes en los que deban aplicarse Pre-
cauciones Basadas en la Transmisión se limpian utilizando los mismos procedimientos
que para los pacientes que requieren precauciones Estándar; a menos que el micro-
organismo infectante y la cantidad de contaminación medio ambiental requiera una
limpieza especial. Debemos añadir una adecuada desinfección del mobiliario y las su-
perficies para ciertos patógenos, especialmente enterococo, que puede sobrevivir en
una superficie inanimada durante un período prolongado de tiempo. Los pacientes
ubicados en una habitación que previamente había sido ocupada por un paciente in-
26
20. ÍNDICE
fectado o colonizado con determinados patógenos, se encuentran con un mayor ries-
go de infección si las superficies ambientales no se han limpiado o desinfectado ade-
cuadamente. Los métodos, exhaustividad y frecuencia de la limpieza, así como los
productos utilizados, se determinan por la política del hospital.
B) PRECAUCIONES DE AISLAMIENTO DEL HICPAC (Hospital Infection Control
Practices Advisory Committee)
Tenemos dos tipos de precauciones de aislamiento. El primer nivel, y el más im-
portante, corresponde aquellas precauciones diseñadas para el cuidado de todos los
pacientes en hospitales, independientemente de su diagnóstico o su presunto estado
de infección. La puesta en marcha de estas Precauciones Estándar es la estrategia
fundamental para el éxito del control de la Infección Nosocomial. En un segundo nivel,
están las precauciones diseñadas sólo para el cuidado de pacientes específicos. Es-
tas Precauciones Basadas en la Transmisión, se añaden en los pacientes que se sos-
pecha o se sabe están infectados por patógenos epidemiológicamente importantes
con difusión por aire, gotas o contacto con piel seca o superficies contaminadas.
1. Precauciones Estándar
Estas precauciones sintetizan los apartados principales de las Precauciones
Universales (diseñadas para reducir el riesgo de transmisión de patógenos hemáticos)
y las Precauciones de Aislamiento de Sustancias Corporales (diseñadas para reducir
el riesgo de transmisión de patógenos de sustancias corporales húmedas), y son
aplicadas a todos los pacientes atendidos en los hospitales, independientemente de
su diagnóstico o presunto estado de infección. Las Precauciones Estándar se apli-
carán a:
a. Sangre.
b. Todos los fluidos corporales, secreciones y excreciones, excepto el sudor, in-
dependientemente de si contienen o no sangre visible.
c. Piel no intacta.
d. Membranas mucosas.
Las Precauciones Estándar están diseñadas para reducir el riesgo de transmi-
sión de microorganismos independientemente de que su origen sea conocido o no.
2. Precauciones Basadas en la Transmisión
Estas precauciones están diseñadas para los pacientes que se sabe o se sos-
pecha están infectados con patógenos epidemiológicamente importantes o altamen-
te transmisibles, para los cuales se necesitan precauciones añadidas a las estándar
con el fin de interrumpir su transmisión dentro de los hospitales. Hay tres tipos de Pre-
cauciones Basadas en la Transmisión: Precauciones de Transmisión Aérea, Precau-
ciones de Transmisión por Gotas y Precauciones de Transmisión por Contacto. Estas
precauciones pueden combinarse cuando las enfermedades tengan múltiples rutas
de difusión. Siempre deben añadirse a las Precauciones Estándar.
27
21. ÍNDICE
a) Las Precauciones de Transmisión Aérea están diseñadas para reducir el ries-
go de transmisión aérea de los agentes infecciosos. La transmisión aérea se
produce por la diseminación de gotículas (residuos pequeños de partículas
-de tamaño de 5 micras o menor- de gotas evaporadas que pueden perma-
necer suspendidas en el aire durante largos periodos de tiempo) o de partí-
culas de polvo que contienen el agente infeccioso. Los microorganismos
transportados de esta forma, se pueden extender ampliamente por las co-
rrientes de aire o podrían ser inhalados o depositados en un huésped sus-
ceptible en la misma habitación o incluso una distancia mayor del paciente
fuente, dependiendo de factores medioambientales. Así pues, se necesitan
mecanismos de ventilación o de manejo del aire para prevenir la transmisión
aérea. Las Precauciones Aéreas se aplican en los pacientes que se sabe o
se sospecha están infectados con patógenos que puedan ser transmitidos
por mecanismo aéreo.
b) Las Precauciones de Transmisión por Gotas están diseñadas para reducir el
riesgo de transmisión por gotas de agentes infecciosos. La transmisión por
gotas supone el contacto de la conjuntiva o las mucosas de nariz y boca de
una persona susceptible con partículas de gotas de gran tamaño (mayores
de 5 micras) que contienen microorganismos y han sido producidas por una
persona con enfermedad clínica o portadora de este agente infeccioso. Las
gotas se producen fundamentalmente a partir de la persona fuente cuando
tose, estornuda, habla y durante el desarrollo de ciertos procedimientos
como el aspirado y la broncoscopia. Este tipo de transmisión requiere un
contacto estrecho entre la fuente y el paciente receptor debido a que estas
gotas no permanecen suspendidas en el aire y normalmente sólo viajan dis-
tancias cortas (generalmente 1 metro o menos) a través del aire. Debido a
esta circunstancia, no se requieren medias especiales de ventilación o de
manejo del aire para prevenir la transmisión por gotas. Las Precauciones de
Transmisión por Gotas se aplican en los pacientes que se sabe o se sospe-
cha están infectados con patógenos que puedan ser transmitidos por esta
vía.
c) Las Precauciones de Transmisión por Contacto están diseñadas para reducir
el riesgo de transmisión de agentes infecciosos por contacto directo o indi-
recto. La transmisión por contacto directo supone el contacto piel a piel y la
transferencia física de microorganismos a un huésped susceptible, por par-
te de una persona colonizada o infectada. Esto ocurre cuando el personal
mueve a un paciente, lo baña o desarrolla otras actividades de cuidado que
requieren contacto físico. La transmisión por contacto directo también pue-
de ocurrir entre dos pacientes (por ejemplo, por contacto de manos), cuan-
do uno actúa como la fuente de infección y el otro como huésped suscepti-
ble. La transmisión por contacto indirecto supone el contacto de un huésped
susceptible con un objeto contaminado, normalmente inanimado, del entor-
no del paciente. Las Precauciones de Transmisión por Contacto, se aplican
en los pacientes que se sabe o se sospecha están infectados o colonizados
con microorganismos que puedan transmitirse por contacto directo o indi-
recto.
28
22. ÍNDICE
En la Tabla I se muestra un resumen de los tipos de transmisión y los pacientes
que requieren las precauciones correspondientes.
C) USO EMPÍRICO DE LAS PRECAUCIONES
En muchas ocasiones, el riesgo de transmisión puede ser muy alto antes de que
pueda hacerse un diagnóstico definitivo o puedan implantarse las Precauciones Ba-
sadas en la Transmisión. El uso rutinario de las Precauciones Estándar para todos los
pacientes reduce de una forma significativa el riesgo para las enfermedades que no
requieran otro tipo de precauciones. Dado que no es posible a veces identificar de una
forma prospectiva a todos los pacientes que van a necesitar precauciones añadidas,
ciertos síndromes clínicos o estados suponen un riesgo tan alto como para justificar la
adición empírica de precauciones hasta que se disponga de un diagnóstico definitivo.
En la Tabla II se presenta una lista de tales estados y las precauciones que deben aña-
dirse a las estándar.
D) PACIENTES INMUNODEPRIMIDOS
Los pacientes inmunocomprometidos varían su susceptibilidad a infecciones
nosocomiales en dependencia de la gravedad y duración de la inmunosupresión. Ge-
neralmente tienen incrementado el riesgo para infecciones bacterianas, fúngicas, pa-
rasitarias y virales procedentes tanto de fuentes endógenas como exógenas. Se reco-
mienda el uso de Precauciones Estándar para todos los pacientes y la adición de
Precauciones Basadas en la Transmisión para pacientes concretos; de esta forma se
reduciría la adquisición de bacterias desde otros pacientes o desde el medio am-
biente.
Queda fuera del ámbito de estas pautas señalar las diversas medidas que pue-
dan usarse en pacientes inmunodeprimidos con el fin de retrasar o prevenir la adqui-
sición de patógenos potenciales durante períodos temporales de neutropenia.
E) RECOMENDACIONES
Las recomendaciones presentadas en este documento están categorizadas de
la forma que sigue:
Categoría IA: Altamente recomendadas por todos los hospitales y basadas en
estudios epidemiológicos o experimentales bien diseñados.
Categoría IB: Altamente recomendadas por todos los hospitales y revisadas
como efectivas por expertos en la materia y el HICPAC en base a una evidencia muy
razonable, aunque no se hayan realizado estudios científicos definitivos.
Categoría II: Se sugiere su aplicación en muchos hospitales. Las recomenda-
ciones incluidas en esta categoría están basadas bien en estudios epidemiológicos o
estudios clínicos de buena calidad aunque no definitivos, bien en un planteamiento
teórico muy razonable, o bien en estudios definitivos aplicados a algunos, pero no a
todos , los hospitales.
29
23. ÍNDICE
Ninguna recomendación; tema no resuelto: Son prácticas para las cuales
existe una evidencia o consenso insuficiente acerca de su eficacia.
Las recomendaciones están limitadas al tema del aislamiento. Sin embargo, de-
ben ser complementadas por las políticas del hospital y otros procedimientos relacio-
nados con aspectos de la infección y del control ambiental, de la salud ocupacional,
de los temas legales y administrativos, y por otros temas lejos del alcance de estas
pautas.
1. Controles administrativos
A. Educación
Desarrollo de un sistema que asegure que se educa a los pacientes del hospi-
tal, personal y visitas acerca del uso de precauciones y de su responsabilidad de ad-
herirse a ellas. Categoría IB.
B. Adhesión a precauciones
Evaluar periódicamente la adhesión a estas precauciones, usando los resulta-
dos para la mejora directa del control de la infección nosocomial. Categoría IB.
2. Precauciones Estándar
Usar las Precauciones Estándar o su equivalente para el cuidado de todos los
pacientes. Categoría IB.
A. Lavado de manos
1. Lavarse las manos después de tocar sangre, fluidos corporales, secrecio-
nes, excreciones y materiales contaminados, se haya utilizado o no guantes.
Lavarse las manos inmediatamente después de quitarse los guantes, en el
contacto entre pacientes y cuando se quiera evitar transferir microorganis-
mos de otros pacientes o del entorno. Puede ser necesario lavarse las ma-
nos entre tareas y procedimientos sobre el mismo paciente para prevenir la
contaminación cruzada entre diferentes localizaciones corporales. Categoría
IB.
2. Usar un jabón normal (no antimicrobiano) para el lavado de manos rutinario.
Categoría IB.
3. Uso de un jabón antimicrobiano o antiséptico para circunstancias específi-
cas (control de brotes o infecciones hiperendémicas), definido por el pro-
grama de control de la infección. Categoría IB.
B. Guantes
Ponerse unos guantes (los adecuados son limpios y no necesariamente estéri-
les) cuando se toca sangre, fluidos corporales, secreciones, excreciones y material
30
24. ÍNDICE
contaminado. Ponerse los guantes limpios justo antes de tocar una membrana muco-
sa o piel no intacta. Cambiarse los guantes entre acciones y procedimientos sobre el
mismo paciente después de contactar con material que pudiera contener una alta con-
centración de microorganismos. Quitarse los guantes inmediatamente después del
uso, antes de tocar material no contaminado y superficies ambientales, y antes de ac-
ceder a otro paciente. Lavarse las manos inmediatamente para evitar transferir micro-
organismos a otros pacientes o al entorno. Categoría IB.
C. Mascarilla, protectores oculares, caretas
Colocarse una mascarilla, protector ocular o careta para proteger las membra-
nas mucosas de los ojos, nariz o boca durante los procedimientos y actividades del
cuidado del paciente que fácilmente puedan generar salpicaduras o nebulizaciones
de sangre, fluidos corporales, secreciones y excreciones. Categoría IB.
D. Batas
Ponerse una bata (la adecuada es limpia y no estéril) para proteger la piel y pre-
venir el manchado de la ropa durante los procedimientos y actividades del cuidado del
paciente que fácilmente puedan generar salpicaduras, nebulizaciones de sangre, flui-
dos corporales, secreciones y excreciones. Seleccionar una bata que sea la apropia-
da para la actividad y cantidad de fluido que pueda generarse. Cambiarse una bata
manchada tan rápidamente como sea posible y lavarse las manos para evitar la trans-
ferencia de microorganismos a otros pacientes o el entorno. Categoría IB.
E. Equipo para el cuidado del paciente
Manejar el equipo usado en el cuidado del paciente que se encuentre mancha-
do con sangre, fluidos corporales, secreciones y excreciones, de forma que se pre-
vengan las exposiciones en piel y membranas mucosas, contaminación de la ropa y
transferencia de microorganismos a otros pacientes o el entorno. Asegurarse que el
material reutilizable no se utiliza para el cuidado de otro paciente hasta que no haya
sido limpiado y reprocesado de una forma adecuada. Asegurarse que el material de
un solo uso es eliminado adecuadamente. Categoría IB.
F. Control medioambiental
Asegurarse que el hospital tiene procedimientos adecuados para el cuidado,
limpieza y desinfección rutinaria de las superficies ambientales, camas, equipo de
cama y otras superficies que se tocan frecuentemente, y asegurarse que se cumplen
estos procedimientos. Categoría IB
G. Lencería
Manejar, transportar y procesar la lencería usada manchada con sangre, fluidos
corporales, secreciones y excreciones de forma que protejamos la piel y membranas
mucosas de exposiciones y contaminación de la ropa y que se evite la transferencia
de microorganismos a otros pacientes y al entorno. Categoría IB.
31
25. ÍNDICE
H. Salud ocupacional y patógenos de transmisión hemática
1. Tener cuidado para prevenir heridas cuando se usan agujas, bisturíes y otros
dispositivos o instrumentos cortantes; cuando se manejan instrumentos cor-
tantes después de los procedimientos; cuando se limpian instrumentos usa-
dos; y cuando se eliminan agujas usadas. Nunca deben reencapucharse las
agujas usadas, tampoco deben manipularse usando ambas manos o diri-
giéndolas hacia cualquier parte del cuerpo. Debemos utilizar una técnica de
reencapuchado con una sola mano o un dispositivo mecánico diseñado para
sujetar la capucha de la aguja. No deben quitarse las agujas usadas de la je-
ringa con la mano y nunca se deben doblar, romper o manipular con la mano.
Colocar las jeringuillas y agujas usadas, hojas de bisturí, y otros elementos
cortantes en contenedores apropiados, que deben situarse tan cerca como
se pueda del área donde se usen estos instrumentos. Las jeringuillas y agu-
jas reutilizables deben colocarse en un contenedor con el fin de transportar-
las al área de reprocesado.
2. Usar máscaras de resucitación o cualquier otro dispositivo de ventilación
como una alternativa de los métodos boca a boca, en las áreas donde se
pueda prever la necesidad de resucitación.
I. Ubicación de los pacientes
Situar a un paciente que pueda contaminar el medio ambiente o que no poda-
mos esperar que mantenga medidas de higiene apropiadas en una habitación indivi-
dual. Si no se dispone de habitación individual, consultar con los profesionales de con-
trol de infección acerca de la ubicación del paciente u otras alternativas.
32
26. ÍNDICE
Tabla I. Sinopsis de los tipos de precauciones y los pacientes que las requieren1
1. Precauciones Estándar
Se usan para el cuidado de todos los pacientes
2. Precauciones de Transmisión Aérea
Estas precauciones se añaden a las Precauciones Estándar para los pacientes que se sabe o sos-
pecha tienen una enfermedad transmisible por gotículas de transmisión aérea. Entre los ejemplos de
estas enfermedades podemos incluir:
• Sarampión
• Varicela (incluyendo zóster diseminado)2
• Tuberculosis3
3. Precauciones de Transmisión por Gotas
Estas precauciones se añaden a las Precauciones Estándar para los pacientes que se sabe o sos-
pecha tienen una enfermedad transmisible por gotas de gran tamaño. Entre los ejemplos de estas en-
fermedades podemos incluir:
• Enfermedad invasiva por Haemophilus influenzae tipo B, incluyendo meningitis, neumonía, epiglo-
titis y sepsis
• Enfermedad invasiva por Neisseria meningitidis, incluyendo meningitis, neumonía y sepsis
• Otras infecciones respiratorias bacterianas: difteria, neumonía por mycoplasma, peste neumónica
y faringitis estreptocócica, neumonía o escarlatina en niños y jóvenes
• Otras infecciones respiratorias víricas: adenovirus2, gripe, parotiditis, Parvovirus B19, rubéola
4. Precauciones de Transmisión por Contacto
Estas precauciones se añaden a las Precauciones Estándar para los pacientes que se sabe o sos-
pecha tienen una enfermedad transmisible por contacto directo o indirecto al paciente. Ejemplos de
tales enfermedades incluyen:
• Colonizaciones o infecciones gastrointestinales, respiratorias, de piel o herida quirúrgica con bac-
terias multirresistentes, calificadas así en base a recomendaciones nacionales, regionales o loca-
les por ser de especial significación clínica o epidemiológica.
• Infecciones entéricas con baja dosis infectiva o supervivencia ambiental prolongada que incluyen:
• Clostridium difficile
• Para pacientes con pañal o incontinentes: infección con Escherichia coli O157:H7 enterohemorrá-
gica Shigella, hepatitis A o rotavirus.
• Virus sincitital respiratorio, virus parainfluenza o infecciones enterovirales en bebés y niños
• Infecciones de piel altamente contagiosas o que pueden ocurrir sobre piel seca, incluyendo:
• Difteria cutánea
• Virus herpes simple (neonatal o mucocutáneo)
• Impétigo
• Absceso grande (no tapado con apósito), celulitis o úlcera de decúbito
• Pediculosis
• Escabiosis
• Forunculosis estafilocócica en bebés y niños
• Herpes zóster (diseminado o en pacientes inmunocomprometidos)2
• Conjuntivitis viral/hemorrágica
• Infecciones hemorrágicas virales (Ebola, Lassa, Marburg)1
1
Consultar el Apéndice1. donde se presenta una lista pormenorizada de las infecciones con el tipo y duración de las precauciones nece-
sarias
2
Determinadas infecciones requieren más de un tipo de precauciones
3
Consultar las “Pautas para la Prevención de la Transmisión de Tuberculosis en Establecimientos Sanitarios”
3. Precauciones de Transmisión Aérea
Además de las Precauciones Estándar, debemos utilizar Precauciones de
Transmisión Aérea, o bien su equivalente, para pacientes que se sabe o se sospecha
están infectados con microorganismos transmitidos por gotículas de transmisión aérea
(pequeñas partículas de menos de 5 micras de tamaño o gotículas evaporadas que
contienen microorganismos que permanecen suspendidos en el aire y pueden ser dis-
33
27. ÍNDICE
persados por las corrientes de aire fuera de la habitación o incluso a una distancia ma-
yor). Categoría IB.
A. Ubicación del paciente
Situar al paciente en habitación individual que tenga: 1) presión de aire negati-
va monitorizada en relación con las áreas de alrededor, 2) de 6 a 12 recambios por
hora, 3) salidas de eliminación de aire adecuadas o un filtrado monitorizado del aire
de alta eficiencia antes de que el aire circule a otras áreas del hospital. Mantener la
puerta de la habitación cerrada y al paciente dentro. Cuando no se dispone de habi-
tación individual, situar al paciente en una habitación de forma que el compañero ten-
ga una infección activa por el mismo microorganismo, a menos que se recomiende
otra cosa, pero nunca si tiene otra infección distinta. Cuando no se dispone de habi-
tación individual y no es recomendable el compartirla, debe consultarse con los pro-
fesionales del control de la infección, antes de ubicar al paciente. Categoría IB.
B. Protección respiratoria
Utilizar protección respiratoria cuando se va a entrar en la habitación de un pa-
ciente con Tuberculosis pulmonar conocida o sospechada. Las personas susceptibles
no deben entrar en la habitación de pacientes que se sospecha o conoce que tienen
sarampión o varicela si existe otro personal inmunizado. Si a pesar de todo, deben en-
trar en estas habitaciones, deben usar protección respiratoria. Las personas inmunes
a sarampión o varicela no necesitan llevar protección respiratoria. Categoría IB.
C. Transporte del paciente
Limitar el movimiento y transporte del paciente fuera de la habitación a las si-
tuaciones estrictamente necesarias. Si la salida es necesaria, se intentará limitar la dis-
persión de gotículas colocando al paciente, si es posible, una mascarilla quirúrgica.
Categoría IB.
D. Precauciones adicionales para la prevención de la transmisión de tuberculosis
Consultar las “Recomendaciones para la Prevención de la Transmisión de Tu-
berculosis en Instituciones Sanitarias”, del C.D.C. para aplicar estrategias adicionales
de prevención.
4. Precauciones de Transmisión por Gotas
Además de las Precauciones Estándar, debemos utilizar Precauciones de
Transmisión por Gotas, o bien su equivalente, para pacientes en que se sabe o se sos-
pecha están infectados con microorganismos transmitidos por gotas (partículas ma-
yores de 5 micras que pueden ser producidas por el paciente cuando tose, estornu-
da, habla o se desarrollan otros procedimientos) Categoría IB.
34
28. ÍNDICE
A. Ubicación del paciente
Situar al paciente en una habitación individual. Cuando no se dispone de habi-
tación individual, debemos situarlo en una habitación con un compañero que tenga in-
fección activa con el mismo microorganismo pero no con otra infección (“Aislamiento
de Cohortes”). Cuando no se dispone de habitación individual y no es recomendable
el “Aislamiento de Cohorte”, debe mantenerse una separación espacial de al menos
un metro entre el paciente infectado y otros pacientes y visitantes. No se necesitan sis-
temas especiales de ventilación y manejo del aire, y la puerta puede permanecer
abierta. Categoría IB.
B. Mascarillas
Además de las Precauciones Estándar, debe usarse una mascarilla cuando se
esté trabajando a menos de un metro del paciente .Categoría IB.
C. Transporte del paciente
Limitar el movimiento y transporte del paciente fuera de la habitación a las si-
tuaciones estrictamente necesarias. Si la salida es necesaria, se intentará limitar la dis-
persión de gotas colocando al paciente, si es posible, una mascarilla. Categoría IB.
5. Precauciones en la Transmisión por Contacto
Además de las Precauciones Estándar, debemos utilizar Precauciones de
Transmisión por Contacto, o bien su equivalente, para pacientes que se sabe o se sos-
pecha están infectados o colonizados con microorganismos epidemiológicamente im-
portantes que pueden ser transmitidos por contacto directo con el paciente (contacto
por manos o piel a piel que ocurren cuando se desarrollan actividades del cuidado del
paciente que requieren el contacto con la piel seca de éste) o por contacto indirecto
con superficies del medio ambiente o utensilios usados en el cuidado del paciente.
Categoría IB.
A. Ubicación del paciente
Situar al paciente en una habitación individual; cuando no se dispone de habi-
tación individual, situarlo en una habitación con un compañero que tenga infección ac-
tiva con el mismo microorganismo pero no con otro tipo de infección (“Aislamiento de
Cohortes”). Cuando no se dispone de habitación individual y no es posible realizar el
“Aislamiento de Cohortes”, debemos tener en cuenta la epidemiología del microorga-
nismo y la población de pacientes de la planta cuando se sitúe al paciente. Se reco-
mienda la consulta a los profesionales de control de la infección antes de situar al pa-
ciente. Categoría IB.
B. Guantes y lavado de manos
Además de llevar guantes en las situaciones que recomiendan las Precaucio-
nes Estándar, deben usarse guantes (los adecuados son limpios y no necesariamen-
te estériles) cuando se entra en la habitación. Durante el transcurso de la atención al
35
29. ÍNDICE
paciente, deben cambiarse los guantes después de tener contacto con material in-
fectado que podría contener altas concentraciones de microorganismos (material fe-
cal y drenajes de heridas). Quitarse los guantes antes de dejar el entorno del pacien-
te y lavarse las manos inmediatamente con un agente antimicrobiano o antiséptico.
Después de hacer esto, asegurarse de que las manos no tocan superficies potencial-
mente contaminadas u objetos de la habitación del paciente para evitar la transferen-
cia de microorganismos a otros pacientes o el medio ambiente. Categoría IB.
C. Bata
Además de llevar una bata en las situaciones que recomiendan las Precaucio-
nes Estándar, debe usarse una bata (la adecuada es limpia y no estéril) cuando se en-
tra en una habitación donde se prevea que la ropa tendrá contacto con el paciente,
superficies medioambientales u objetos, o si el paciente es incontinente o tiene dia-
rrea, una ileostomía, una colostomía o drenajes no cubiertos por apósitos. Quitarse la
bata antes de dejar el entorno del paciente. Después de hacer esto, hay que asegu-
rarse que la ropa no se pone en contacto con superficies potencialmente contamina-
das para evitar la transferencia de microorganismos a otros pacientes o al medio am-
biente. Categoría IB.
D. Transporte del paciente
Limitar el movimiento y transporte del paciente fuera de la habitación a las si-
tuaciones estrictamente necesarias. Si el paciente se transporta fuera de la habitación,
asegurarse de que se mantienen las precauciones para minimizar el riesgo de trans-
misión de microorganismos a otros pacientes y la contaminación de superficies medio
ambientales o equipos. Categoría IB.
E. Equipo de cuidado del paciente
Cuando sea posible, se dedicará el equipo destinado a cuidados no críticos para
un paciente único (o un grupo de pacientes infectados o colonizados con el patógeno),
con el fin de evitar el compartirlo entre pacientes. Si esto no es posible, limpiarlo y de-
sinfectarlo adecuadamente antes de utilizarlo en otro paciente. Categoría IB.
F. Precauciones adicionales para prevenir la difusión de la resistencia a la
Vancomicina
Consultar el informe HICPAC, para prevenir la difusión de la resistencia a la Van-
comicina como una estrategia de prevención adicional.
36
30. ÍNDICE
APÉNDICE A
Tipo y duración de las precauciones necesarias para infecciones concretas
INFECCIÓN PRECAUCIONES
TIPO (*) DURACIÓN (+)
Absceso
1
Con drenaje, grande C DE
2
Con drenaje, pequeño o limitado E
Actinomicosis E
Adenovirus, en niños G, D DE
Amebiasis E
Anquilostomiasis E
Antrax
Cutáneo E
Pulmonar E
Arañazo de gato, fiebre por (linfoadenitis por inoculación benigna) E
Artrópodos, encefalitis viral transmitida por (del Este, del Oeste, encefalomielitis equina
4
Venezolana, encefalitis de San Luis o de California) E
Artrópodos, fiebres virales transmitidas por (Dengue, fiebre amarilla, fiebre del colorado) E4
Ascariasis E
Aspergilosis E
Babesiosis E
Blastomicosis, de América del Norte, cutánea o pulmonar E
Botulismo E
Bronquiolitis (ver infecciones respiratorias en niños)
Brucelosis (fiebre mediterránea o de Malta)
Campylobacter, gastroenteritis por (ver gastroenteritis) E
Candidiasis en todas sus formas incluyendo la muco-cutánea E
Cavidad cerrada, infección en
Con drenaje, pequeño o limitado E
Sin drenaje E
Celulitis, drenaje incontrolado C DE
Chancroide (chancro blando) E
Chlamydia trachomatis
Conjuntivitis E
Genital E
Respiratoria E
Citomegalovirus, neonatal o en inmunodeprimidos E
Clostridium
C. botulinum E
C. difficile C DE
C. perfringens
Intoxicación alimentaria E
Gangrena gaseosa E
37
31. ÍNDICE
INFECCIÓN PRECAUCIONES
TIPO (*) DURACIÓN (+)
Coccidiomicosis (fiebre del valle)
Lesión supurativa E
Neumonía E
Cólera (ver gastroenteritis)
Colitis asociada a antibióticos (ver C. difficile)
Colorado, fiebre de E
Conjuntivitis
Bacteriana aguda E
Chlamydia E
Gonococo E
Viral aguda C DE
Coriomeningitis linfocítica E
Coxsackievirus (ver infección enterovírica)
7
Creutzfeldt-Jakob, enfermedad de E
Crup (ver infecciones respiratorias en niños)
Criptococosis E
Criptosporidiosis (ver gastroenteritis)
Cisticercosis E
4
Dengue E
Dermatofitosis, dermatomicosis, tiña E
Diarrea aguda -sospecha de etiología infecciosa (ver gastroenteritis)
Difteria
8
Cutánea C CN
Faríngea G CN8
Ebola, fiebre hemorrágica por el virus C9 DE
Escherichia coli, gastroenteritis por (ver gastroenteritis)
Echovirus (ver infecciones enterovíricas)
Encefalitis o encefalomielitis (ver agente etiológico específico)
Endometritis E
Enterobiasis (oxiuriasis) E
Enterococos (ver organismos multirresistentes si es epidemiológicamente significativo
o resistentes a la vancomicina)
Enterocolitis necrotizante E
Enterovíricas, infecciones
Adultos E
Niños C DE
24H
Epiglotitis por Haemophilus influenzae G U
Epstein Barr, incluyendo mononucleosis E
Equinococosis (hidatidosis) E
Eritema infeccioso (ver también parvovirus B19) E
24H
Escabiosis C U
Esporotricosis E
Esquistosomiasis (Bilharziasis) E
Estafilocócica, enfermedad
10
Enterocolitis E
Multirresistente (ver organismos multirresistentes)
Neumonía E
Piel herida o quemadura
1
Grande C DE
2
Pequeña o limitada E
Síndrome de la piel escaldada E
Síndrome del shock tóxico E
38
32. ÍNDICE
INFECCIÓN PRECAUCIONES
TIPO (*) DURACIÓN (+)
Estreptocócica (grupo A) enfermedad
Endometritis (sepsis puerperal) E
24H
Escarlatina en niños G U
Faringitis en niños G U24H
Neumonía en niños G U24H
Piel, herida o quemadura
1
Grande C U24H
Pequeña o limitada2 E
Estreptocócica (grupo B) enfermedad neonatal E
Estreptocócica (no A ni B) enfermedad no especificada en otro lugar
Multirresistente (ver organismos multirresistentes) E
Estrongiloidiasis E
Forunculosis Estafilocócica
Niños C DE
Gangrena (gangrena gaseosa) E
Gastroenteritis
10
Campylobacter E
Cólera E10
Clostridium difficile C DE
10
Cryptosporidium E
Escherichia coli
10
Enterohemorrágica O157:H7 E
Paciente incontinente C DE
10
Otras especies E
Giardia Lamblia E10
Rotavirus E10
Paciente incontinente C DE
10
Salmonella (inlcuyendo S. typhi) E
Shigella E10
Paciente incontinente C
10
Vibrio Parahaemolyticus E
Viral E10
Yersinia enterocolitica E10
Gonorrea E
Granuloma inguinal (donovanosis) E
Guillain-Barré. Síndrome de E
Hantavirus. Sindrome pulmonar por E
Helicobacter pylori E
9
Hemorrágicas. fiebre (por ejemplo Lassa y Ebola) C DE
Hepatitis viral
Tipo A E
11
Paciente incontinente C F
Tipo B - HBsAg positivo E
Tipo C y otras no A no B no especificadas E
Tipo E E
Herida infección de
1
Grande C DE
2
Pequeña o limitada E
Herpangina (ver infecciones enterovíricas)
Herpes simple
Encefalitis E
12 12
Neonatal (ver F para exposición neonatal) C DE
Micocutánea, diseminada o primaria, severa) C DE
Mucocutánea, recurrente (piel, oral, genital) E
39
33. ÍNDICE
INFECCIÓN PRECAUCIONES
TIPO (*) DURACIÓN (+)
Herpes zóster (varicela-zoster)
Localizada en un paciente
13
inmunocomprometido, o diseminada AC DE
Localizada en un paciente normal E13
Histoplasmosis E
24H
Impétigo C U
Influenza G14 DE
Inmonodeficiencia adquirida síndrome de E
3
Intoxicación alimentaria
Botulismo E
Clostridium perfringens o welchii E
Estafilocócica E
Kawasaki, síndrome de E
9
Lassa, fiebre de C DE
Legionarios, enfermedad de los E
Lepra E
Leptospirosis E
Linfogranuloma venéreo E
Listeriosis E
Lyme enfermedad de E
4
Malaria E
Mano, pie-boca enfermedad de (ver infecciones enteroviricas)
9
Marburg, enfermedad por el virus de C D
Melioidosis, en todas sus formas E
Meningitis
Aséptica (no bacteriana o meningitis viral, ver infecciones enterovíricas)
Bacteriana, bacilos entéricos Gram negativos, en neonatos E
Fúngica E
24H
Haemophilus influenzae, conocido o sospechado G U
Listeria monocytogenes E
24H
Neisseria meningitidis (meningocócica) conocida o sospechada G U
Neumocócica E
15
Tuberculosis E
Otras bacterias diagnosticadas E
24H
Meningococemia (sepsis meningocócica) G U
Molluscum contagiosum E
Mononucleosis infecciosa E
Mucormicosis E
16
Multirresistentes, infección o colonización por organismos
Gastrointestinal C CN
Piel herida o quemadura C CN
Respiratoria C CN
Neumocócica E
Micobacteria, no tuberculosa (atípica)
Pulmonar E
Herida E
40
34. ÍNDICE
INFECCIÓN PRECAUCIONES
TIPO (*) DURACIÓN (+)
Neumonía
Adenovirus GC DE
Bacterias no especificadas en ningún otro lugar (incluyendo bacterias
Gram negativas) E
Burkholderia cepacia en fibrosis quística incluyendo colonización del
20
tracto respiratorio E
Chlamydia E
Fúngica E
Haemophilus influenzae
Adultos E
24H
Niños G U
Legionella
Meningocócica E
24H
Multirresistentes, bacterias (ver organismos multirresistentes) G U
Mycoplasma (neumonía atípica primaria) G DE
Neumocócica
Multirresistentes (ver organismos multirresistentes)
21
Pneumocystis carinii E
Pseudomonas cepacia (ver Burkholderia cepacia) E20
Staphylococcus aureus E
Streptococcus, grupo A
Adultos E
24H
Niños G U
Vírica
Adultos E
Niños (ver enfermedades respiratorias infecciosas agudas)
Nocardiosis lesiones exudativas u otras presentaciones E
Norwalk, gastroenteritis por el virus (ver gastroenteritis viral)
Oftalmia gonocócica del neonato E
Orf E
Oxiuriasis E
Parainfluenza, infección por el virus, respiratoria en niños C DE
17
Parotiditis infecciosa G F
Parvovirus B19 G F18
Pediculosis (piojos) C U24H
Pertusis (tos ferina) G F19
Peste
Bubónica E
72H
Neumónica G U
Pleurodinia (ver infecciones enterovíricas)
Poliomielitis E
Psitacosis (Ornitosis) E
Q, fiebre E
Rabia E
Rata, fiebre por mordedura de (enfermedad por Streptobacillus moniliformis,
Spirillum minus) E
Recurrente, fiebre E
Respiratoria aguda, enfermedad (si no está expuesta en otro lugar)
Adultos E
3
Niños C DE
Respiratorio sincitial, infección por el virus en niños y adultos inmunocomprometidos C DE
Reumática fiebre E
Reye, síndrome de E
Ricketsia, fiebre por transmitida por garrapata (fiebre maculosa de las Montañas
Rocosas, fiebre tifoidea transmitida por garrapatas) E
Ricketsiosis vesicular E
41