El documento analiza la innovación tecnológica en la agroindustria de Santa Fe mediante el estudio de 33 empresas. Muestra una heterogeneidad entre sectores en el manejo de la tecnología, con pocas asociaciones entre empresas e instituciones públicas para proyectos conjuntos. Las empresas ven a la falta de financiamiento como el principal obstáculo para innovar y usan poco los fondos públicos disponibles. Se necesita acercar más a las instituciones de ciencia y técnica a las empresas y mejorar la implementación de los mecanismos de asignación
mapas mentales ley 1178 ley SAFCO CONTA GUBERNAMENTAL.doc
Innovación en la agroindustria santafesina
1. IDIED - Universidad Austral 1
INNOVACIÓN EN LA
AGROINDUSTRIA SANTAFESINA
INSTITUTO DE INVESTIGACIÓN EN ECONOMÍA Y DIRECCIÓN PARA
EL DESARROLLO - IDIED
FACULTAD DE CIENCIAS EMPRESARIALES
UNIVERSIDAD AUSTRAL
ROSARIO, NOVIEMBRE DE 1998
2. Innovación en la Agroindustria Santafesina2
INNOVACIÓN EN LA AGROINDUSTRIA
SANTAFESINA
Abstract
Este trabajo analiza las características del proceso de innovación tecnológica en la agroindustria
santafesina. Específicamente se utilizan los marcos conceptuales de la literatura sobre Complejos
Agroindustriales y Sistemas de Innovación para estudiar la conducta innovativa de las empresas del
complejo industrial santafesino a partir del análisis de una muestra de 33 empresas.
El análisis mostró:
1- una considerable heterogeneidad entre los sectores económicos involucrados, en lo respectivo al
manejo de la tecnología, con algunos cercanos a la frontera tecnológica y otros bastante rezagados.
2- una baja tasa de asociación entre empresas (tanto proveedores como clientes o competidores) y entre
las empresas y las instituciones públicas de ciencia y técnica, para desarrollos conjuntos de proyectos
tecnológicos.
3- las empresas agroindustriales santafesinas presentan a la falta de financiamiento como su principal
obstáculo para innovar. Esto se presenta juntamente con una baja tasa de utilización de los fondos
públicos dispuestos para este fin.
4- la necesidad de acercar las instituciones de ciencia y técnica a las empresas, superando las tendencias
al aislacionismo y problemas de comunicación entre ICyT y empresas, y la excesiva burocracia.
5- la necesidad de mejorar la implementación de los mecanismos de asignación de fondos públicos, a fin
de aprovecharlos correctamente.
EQUIPO DE INVESTIGACIÓN
Investigadores
Lic. Eduardo Remolins (Director de Proyecto)
M. Victoria Ugolini
Consultor
Lic. Bernardo Kosacoff
3. IDIED - Universidad Austral 1
CONTENIDO
INSTITUTO DE INVESTIGACIÓN EN ECONOMÍA Y DIRECCIÓN PARA EL DESARROLLO
(IDIED) 3
AGRADECIMIENTOS 4
PRÓLOGO 4
1. INTRODUCCIÓN 4
2. SISTEMAS NACIONALES DE INNOVACIÓN. 4
2.1 INNOVACIÓN 4
2.2 SISTEMA 4
2.3 ¿UN SISTEMA NACIONAL? 4
2.4 ¿EXISTE UN SISTEMA REGIONAL DE INNOVACIÓN? 4
3. INNOVACIÓN Y COMPLEJOS AGROINDUSTRIALES 4
3.1 EL ESTUDIO DE LA INNOVACIÓN EN LA AGRICULTURA 4
3.1.1 El capital frente a las especificidades de la producción agropecuaria. 4
3.1.2 Factores tradicionales y factores modernos 4
3.1.3 La innovación guiada por señales de mercado 4
3.1.4 Relaciones agricultura-industria. Los Complejos Agroindustriales. 4
3.2 PROGRESO TECNOLÓGICO EN EL SECTOR AGROPECUARIO ARGENTINO 4
3.3 RESUMEN 4
4. LA AGROINDUSTRIA SANTAFESINA Y EL SISTEMA REGIONAL DE INNOVACIÓN.¡Error!Marcador no defi
4.1 LOS ACTORES PRIVADOS: EL COMPLEJO AGROINDUSTRIAL SANTAFESINO. 32
4.1.1 Sector Lácteo 32
4.1.2 Sector Carnes 35
4.1.3 Sector Aceites 40
4.1.4 Sector Maquinarias 41
4.2 LOS ACTORES PÚBLICOS: LAS INSTITUCIONES Y LAS POLÍTICAS CIENTÍFICAS Y
TECNOLÓGICAS. 43
4.2.1 La Política Científica y Tecnológica en Argentina 43
4.2.2 La Política Científica y Tecnológica en Santa Fe 50
4.2.3 Las Instituciones Científicas y Tecnológicas 53
4.3 RESUMEN 61
5. LA CONDUCTA INNOVATIVA DE LAS EMPRESAS DEL SECTOR AGROINDUSTRIAL. 63
5.1 INNOVACIÓN EN LOS NOVENTA 65
5.2 ORIGEN DE LA TECNOLOGÍA UTILIZADA EN LAS EMPRESAS DEL CAI 68
4. Innovación en la Agroindustria Santafesina2
5.3 INTEGRACIÓN GEOGRÁFICA DE LOS FLUJOS DE TECNOLOGÍA. 69
5.4 EXISTENCIA DE ESQUEMAS ASOCIATIVOS ENTRE EMPRESAS DEL CAI 70
5.5 RELACIONES CON INSTITUCIONES PÚBLICAS. 71
5.6 PRINCIPALES PROBLEMAS QUE ENFRENTAN LAS EMPRESAS PARA INNOVAR 72
5.7 ¿QUÉ ESPERAN LAS EMPRESAS DEL ESTADO? 75
5.8 RESUMEN 76
6. CONCLUSIONES 78
7. ANEXOS 82
7.1 ANEXO I: ENCUESTA DE GESTIÓN DE LA TECNOLOGÍA (EGT) 82
7.2 ANEXO II: EMPRESAS QUE RESPONDIERON LA EGT 86
8. BIBLIOGRAFÍA 87
5. IDIED - Universidad Austral 3
INSTITUTO DE INVESTIGACIÓN EN ECONOMÍA Y DIRECCIÓN PARA EL
DESARROLLO (IDIED)
MISIÓN
El IDIED tiene por misión fomentar y sostener la investigación en el campo de la
economía y la dirección a fin de proveer al desarrollo y bienestar de la región.
Como manifestación de lo anterior, el Instituto procurará brindar propuestas de cambio
mediante la creación de un ámbito de discusión interdisciplinario que de modo
omnicomprensivo aborde la compleja realidad regional.
OBJETIVOS
El Instituto tiene como objetivos promover y realizar estudios a solicitud de empresas y
del Estado; intercambiar con otras unidades académicas de esta Universidad u otras
Casas de Estudio del país y del extranjero; otorgar becas de estudio, premios e
incentivos a la investigación; realizar convenios de asistencia y/o cooperación científica
con otras instituciones y su adhesión eventual; compilar información y generar bases de
datos sobre estudios existentes y legislación vigente en relación a la integración
regional; apoyar la tarea docente; crear una revista científica; proponer cauce jurídico a
las conclusiones de las investigaciones que se realicen y promover tareas de extensión y
divulgación acerca de las actividades del mismo.
El IDIED prestará además distintos servicios a terceros sin necesidad de que los mismos
sean miembros del Instituto. Entre esos servicios se encuentran: proyectos por encargo,
investigaciones específicas, asesoramiento y consultorías, etc.
DIRECTORIO
Presidente
• Omar E. Carranza
Vocales
• Ramón A. Parmigiani
• Gustavo Rosjkin
• Jorge Felcaro
• Eduardo Llobet
• Cristián Amuchástegui
• Arturo Acevedo
• Alfredo Curiotti.
6. Innovación en la Agroindustria Santafesina4
CONSEJO DE EMPRESAS E INSTITUCIONES PATROCINANTES:
1. Acindar S.A.
2. Agar-Cross S.A. - Grupo Sociedad Comercial del Plata
3. Aguas Provinciales de Santa Fe
4. Banco Bisel S.A.
5. Banco Comercial Israelita S.A.
6. Bolsa de Comercio de Rosario
7. Cafés La Virginia S.A.
8. Editorial Diario La Capital S.A.
9. Frigorífico Paladini S.A.
10.La Unión Gremial Cía Argentina de Seguros S.A.
11.Laboratorios Wiener S.A.
12.Litoral Gas S.A.
13.Nuevo Central Argentino S.A.
14.Pasa Petroquímica Argentina S.A.
15.Refinería San Lorenzo S.A.
16.Sucesión de Alfredo Williner S.A.
17.Televisión Litoral Canal 3 y Radio 2 S.A.
18.VCC - Galavisión S.A.
19.Vicentín S.A.
CONSEJO ASESOR ACADÉMICO
• Dr. Adolfo Sturzenegger
• Lic. Jorge Lupano
• Dr. Jorge Bogo
7. IDIED - Universidad Austral 5
AGRADECIMIENTOS
A todas las personas, empresas e instituciones que hicieron posible este trabajo:
Aceitera Martínez S.A.
Agar Cross
Agrotecnia S.A.
Agroveterinaria Sunchales
Alimental S.A.
Altina S.A.
Apache S.A.
Berandebi S.A.
Buyatti S.A.I.C.A.
Cafito S.A.
CCG Electrónica S.C.
Ciagro Santa Fe S.R.L.
Cooperativa Agropecuaria Ltda. de
Máximo Paz
El Trébol Goma S.A.
Frigorífico La Jamonera S.A.
Frigorífico Paladini S.A.
Frigorífico Rafaela S.A.
Fundición John Deere Argentina S.A.
Giorgi S.A.
Giuliani Hnos. S.A.
Hor-Pe S.R.L.
Indargom S.R.L.
Laboratorios Baher S.R.L.
Luis Boschetto y Hnos. S.A.
Massey Ferguson Argentina S.A.
Metalfor S.A.
Milkaut S.A.
Molfino Hnos. S.A.
Nestlé P.A.
OMEGA Ind. Met. de Héctor Solari
QEACA S.A.
Qickfood S.A.
Rizobacter Argentina S.A.
Sucesores de Alfredo Williner S.A.
Asociación Argentina de Consorcios
Regionales de Experimentación
Agrícola
Ing. Roberto A. Ceretto, Director Provincial de Ciencia y Tecnología de la Provincia
de Santa Fe
Lic. Raúl Wolanski, Director del Relevamiento Industrial
Dr. Daniel Costamagna, Subsecretario de Producción Agroalimentaria y Forestal,
Ministerio de Agricultura, Ganadería, Industria y Comercio de la Provincia de Santa Fe
Ing. Rodolfo Gallino, Director del Centro Regional Rafaela del Instituto Nacional de
Tecnología Industrial
Ing. Raúl Castagno, Director del Centro Regional Rosario del Instituto Nacional de
Tecnología Industrial
Ing. Hugo Pescetti, Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria
Ing. Enzo Tosi, Director del Centro de Investigación y Desarrollo en Tecnología de
Alimentos, Universidad Tecnológica Nacional
8. Innovación en la Agroindustria Santafesina6
Ing. Miguel Tezanos Pinto, Coordinador de Cambio Rural, Secretaría de Agricultura,
Ganadería, Pesca y Alimentación
Dra. María A. Laborde, Instituto de Química Orgánica de Síntesis
Lic. Sebastián Landoni, Subsecretaría de Inversión del Ministerio de Agricultura,
Ganadería, Industria y Comercio de la Provincia de Santa Fe
Dr. Sergio Luiz Monteiro Salles-Filho, Universidad Estadual de Campinas
Ademir Giacomo Pietrosanto, Director del CEDOC, Instituto de Economía de la
Universidad Estadual de Campinas
Dr. Carlos Alegre, Universidad Austral
Cont. Orlando Rodríguez, Centro Regional de Investigación y Desarrollo de Santa Fe
Ing. Carlos Chiavarini, Gerente de Surveyseed, Rosario
Bioq. Amadeo Cellino, Secretario de Ciencia y Técnica de la Universidad Nacional del
Litoral
Ing. Arquímedes S. Bolis, Director del Centro Regional de Investigación y Desarrollo
Rosario
Por último los autores desean hacer un agradecimiento especial a los Ing. Oscar Crisci
y Fernando Preumayr del Instituto Superior de Estudios Rurales (ISER) por su
colaboración a lo largo del trabajo y en la confección y distribución de la Encuesta de
Gestión de la Tecnología (EGT).
9. IDIED - Universidad Austral 7
PRÓLOGO
La notable expansión de los volúmenes físicos de la producción agrícola constituye una
de las características más salientes de las transformaciones estructurales en curso en la
economía. La Provincia de Santa Fe ha sido uno de los ejes más activos de este proceso,
avanzando notablemente en varios segmentos agroindustriales. Es muy positivo contar
con mayores recursos. Pero quedan pendientes nuevos desafíos, que pasan por generar
condiciones para mejorar el entorno competitivo en el cual se mueven los agentes que
lideran estas tendencias, haciendo más denso el tejido productivo local e incrementando
la “calidad” del proceso de crecimiento con el mejor aprovechamiento de nuestros
recursos naturales. La posibilidad de utilizar los mismos en cadenas productivas con
mayor valor agregado, transitando al mundo de los productos diferenciados - con uso
intensivo de mano de obra calificada y de alta densidad tecnológica - es una alternativa
que permitirá superar las dificultades asociadas a economías exageradamente
primarizadas.
Fortalecer las cadenas de valor agregado implica, entre otros factores, la transición a la
producción de bienes y servicios más diferenciados, generados esencialmente a partir de
criterios de calidad. La asociatividad, la cooperación, el desarrollo de proveedores y
subcontratistas especializados y el incentivo a la creación de nuevos empresarios,
juegan un rol central en la conformación de estas nuevas redes productivas, que tienden
a romper con los falsos dilemas de la empresa grande vs. la PyME y del sector
agropecuario vs. industria vs. los servicios. Este camino requiere de un uso intensivo de
la calificación de recursos humanos y del fortalecimiento de “los sistemas innovativos:
nacional y local”, tendiendo al doble proceso de modernización tecnológica y creación
de nuevos puestos de trabajo, basados en un nuevo clima competitivo y en la extensión
del mercado.
Propender a un creciente equilibrio territorial a través del fortalecimiento de las
articulaciones de las firmas e instituciones públicas y privadas locales permitirá generar
sinergias y potenciar la capacidad de acumulación en el ámbito regional. A través del
desarrollo de “networks” adecuados entre los agentes e instituciones en el ámbito local
se podrá avanzar en la construcción de un nuevo patrón de industrialización. En un
contexto donde se han sucedido transformaciones de enorme impacto en las tecnologías,
prácticas productivas y métodos organizacionales dominantes en el escenario
competitivo global, así como una total redefinición de las reglas de juego en la
economía doméstica, las firmas argentinas se enfrentarán a desafíos y oportunidades
cuya resolución definirá en gran medida las características del estilo de desarrollo que
asumirá el país a largo plazo.
En este entendimiento, el presente trabajo de investigación sobre INNOVACIÓN EN
LA AGROINDUSTRIA SANTAFESINA realizado por Eduardo Remolins y Victoria
Ugolini, es un excelente aporte en la investigación sobre las implicancias que surgen de
las transformaciones en el plano tecnológico, productivo, organizacional y comercial
para la postergada tarea de repensar el estilo de desarrollo argentino y algunas
alternativas que podrían contribuir a que dicho estilo de desarrollo se caracterice por un
avance hacia un patrón de especialización más “intensivo” en el uso de trabajo
calificado, más basado en esfuerzos tecnológicos domésticos y más centrado en
producciones de mayor valor agregado y bienes diferenciados.
10. Innovación en la Agroindustria Santafesina8
Es de destacar el notable esfuerzo de los autores, en muy reducido plazo de tiempo, de
incluir en el trabajo: 1. una revisión conceptual de la literatura sobre Los Sistemas
Nacionales de Innovación, Los Sistemas Regionales de Innovación y Los Complejos
Agroindustriales; 2. el análisis de las políticas públicas y las instituciones de ciencia y
tecnología, en el ámbito nacional y regional; 3. el estudio de la evidencia empírica
microeconómica existente sobre el tema en la Provincia y 4. el trabajo de campo sobre
la base de 33 empresas en la región, que es un componente esencial para entender las
potencialidades y las debilidades existentes. En este sentido, mi mayor reconocimiento
por su dedicación, sistemacidad, calidad y pasión por la realización de este trabajo.
Bernardo Kosacoff, noviembre de 1998.
11. IDIED - Universidad Austral 9
1. INTRODUCCIÓN
A partir de mediados de la década del setenta y especialmente durante la década del
noventa, Argentina ha sufrido importantes cambios en su estructura productiva. En
términos generales podría decirse que el país ha pasado de ser una economía cerrada
con una estrategia de industrialización basada en la sustitución de importaciones, a ser
una economía considerablemente mas abierta en donde las señales de mercado son los
principales incentivos para el crecimiento de los distintos sectores económicos.
En este nuevo escenario el perfil económico del país ha ido mutando en consecuencia.
Puede observarse como, en el período mencionado, los sectores económicos que hacen
uso intensivo de los recursos naturales han observado un crecimiento singular.
A la tradicional actividad agropecuaria del país se le ha sumado una importante y
creciente industria minera, pesquera y un crecimiento constante en la explotación
forestal. La industria petroquímica se expande, ya sin la tutela del Estado, aprovechando
las importantes reservas gasíferas del país. La industria petrolera, siguiendo un proceso
de desregulación y privatización de la empresa estatal, se ha transformado en uno de los
principales generadores de divisas.
Sin embargo, este proceso de reestructuración económica y crecimiento, no ha estado
siempre exento de debilidades. En efecto, muchos son los argumentos esgrimidos para
alertar sobre las consecuencias de este patrón de desarrollo.
Algunas observaciones que se realizan a este patrón de desarrollo están ligadas al
empleo (se argumenta que los productores de commodities son sectores capital-
intensivos y que requieren relativamente poca mano de obra mientras que la dotación de
factores de Argentina muestra escasez de capital y un exceso de mano de obra), los
bajos niveles de valor agregado, el comportamiento cíclico de los precios (dentro de una
tendencia bajista) dadas las características de los mercados en que se transan, etc.
No obstante, la principal debilidad, al menos desde la óptica de este trabajo, es la
referida al escaso grado de innovación que existe en estos sectores en comparación con
economías que han alcanzado mayores grados de desarrollo. El argumento apunta a que
los países en desarrollo con una estructura económica dominada por productores de
commodities tienen una performance innovativa “pobre”. Esto último se fundamenta en
que, si bien existen desarrollos tecnológicos en dichos sectores, las innovaciones
mayores están considerablemente concentradas en muy pocos países, mientras que la
mayoría de los productores se limitan a comprar “paquetes” tecnológicos para
introducirlos con una relativamente escasa ingeniería de adaptación. Adicionalmente, la
producción de metales, la petroquímica o la minería, se consideran sectores “maduros”,
con ciclos de producto mas extensos y que por lo tanto no provocan el mismo interés
para el estudio de la innovación.
Mas aún, en Argentina el caso paradigmático de los sectores productores de
commodities es el sector agropecuario, sin dudas el mas tradicional en el país.
Precisamente, este sector es considerado, en el mejor de los casos, como un
incorporador “pasivo” de tecnología generada fuera del mismo. En particular, en la
12. Innovación en la Agroindustria Santafesina10
tipología desarrollada por Pavitt (1984) se lo ubica como supplier dominated o
dependiente de los desarrollos tecnológicos que se originan en las industrias
proveedoras de insumos (upstream).
Es acerca de este sector, precisamente por encontrarse en el núcleo del patrón de
especialización de Argentina, que se formulan las preguntas mas importantes acerca del
futuro económico del país.
En efecto, el sector agropecuario (en realidad, el complejo agroindustrial, como se verá
mas adelante), es protagonista nuevamente de una fase de expansión económica del
país, como lo fue a finales del siglo pasado hasta 1930 aproximadamente. En ambos
casos se produjo una fuerte expansión de la frontera productiva, en el siglo pasado
básicamente con la incorporación a la producción de las tierras fértiles de la región
pampeana y hacia finales de este siglo con la introducción de nuevos cultivos,
variedades de semillas y un uso mas intensivo de fertilizantes y agroquímicos.
En este marco, la pregunta que surge es: ¿son sostenibles los niveles de crecimiento y
dinamismo de la economía argentina, y en particular de los sectores ligados con el agro,
sobre las mismas bases? En otras palabras, ¿hasta que punto será posible para el país
sostener sus ventajas comparativas en la producción agroindustrial sin dar un salto
cualitativo con respecto a lo que fue hasta hoy su performance? La respuesta parcial a
este interrogante es que, sin cambiar las reglas de juego, los beneficios marginales
derivados del aumento de la producción de commodities, tienden a agotarse.
Este planteo no pretende negar la importancia que ha tenido (y que seguirá teniendo)
dicha producción. Por el contrario, negar el rol dinamizador de la economía que ha
tenido en los últimos años, sería necio.
Lo que se propone, simplemente, es instalar en la agenda de discusión la necesidad, que
se irá manifestando de forma progresiva, de avanzar paulatinamente hacia una
producción que incorpore las ventajas derivadas de la dotación de recursos naturales y
al mismo tiempo las dinamice agregándoles valor. En otras palabras, agregar
crecientemente a la importante oferta de commodities agropecuarios una producción
basada en ventajas comparativas creadas a partir de la diferenciación y la innovación.
Es evidente entonces que la gestión de la innovación por parte de las empresas y la
eficacia de instituciones públicas y privadas y el gobierno, en crear un ambiente
favorable para la innovación, son fundamentales en esta transición. Este trabajo se
aproxima a esta problemática haciendo énfasis precisamente en la importancia de las
interacciones entre actores privados y entre éstos y el sector público.
Innovación y Complejos Agroindustriales
Desde un punto de vista amplio, la generación y el uso de tecnología en el sector
agropecuario no puede entenderse haciendo abstracción de los sectores económicos
proveedores de insumos y bienes de capital, ni tampoco de aquellos que son “clientes”
del sector que elaboran, materias primas agropecuarias. Cuando el objeto de estudio es
el comportamiento tecnológico del Complejo Agroindustrial (CAI), definido en los
términos precedentes (upstream y downstream), puede observarse una dinámica
13. IDIED - Universidad Austral 11
innovativa que está lejos de ser “pasiva”. En efecto, este conjunto dinámico de firmas
presentan interacciones y flujos cruzados de conocimiento que conforman una realidad
sensiblemente mas interesante desde el punto de vista del estudio de la innovación.
Argentina (y en particular la provincia de Santa Fe), presenta un desarrollo importante
de industrias relacionadas con el agro, tanto en el upstream (productores de insumos y
maquinaria) como en el downstream (elaboradores de materias primas agropecuarias).
Es este enfoque de los Complejos Agroindustriales el que adopta este trabajo,
aplicándolo en particular al caso de la Provincia de Santa Fe.
El Sistema Regional de Innovación
El estudio del CAI santafesino se hace no sólo desde el punto de vista de las empresas y
de las relaciones entre sí, sino entre ellas y los demás actores sociales. La idea detrás de
este enfoque es que la innovación es un fenómeno complejo donde interactúan distintos
actores sociales, empresas, instituciones y gobierno. Las empresas no desarrollan o
incorporan innovaciones “en el vacío” sino que lo hacen en determinado “ambiente”
mas o menos favorable para la innovación. Las interacciones de las empresas con
instituciones públicas o privadas en campo de la ciencia y la tecnología y, quizás lo mas
importante, con otras empresas (clientes, proveedores o competidoras) determinan este
ambiente.
La literatura ha denominado al conjunto de estas interacciones y a sus actores Sistemas
Nacionales de Innovación, teniendo en cuenta que el ámbito mas común para que
dichas interacciones tengan lugar es el espacio nacional.
No obstante, la creciente integración de los flujos de bienes y de conocimiento, hacen
que en numerosos casos la unidad de análisis mas adecuada no sea la nación sino
unidades menores (muchas veces subconjuntos de la misma), conocidos como regiones.
Se ha dicho que avanzamos hacia un mundo de regiones y no de países. Las barreras
geográficas se debilitan y cobran un peso mayor instituciones, organizaciones y
entramados industriales de carácter local.
En particular, dentro del estudio de la dinámica innovativa de las empresas, esta
tendencia se ha manifestado en lo que dio en llamarse Sistemas Regionales de
Innovación.
La aparición de estas líneas de pensamiento ha hecho que se intente mirar la realidad
local a través de esa lente. ¿Es Santa Fe un “distrito” agroindustrial? ¿Existe una trama
suficientemente densa de relaciones entre empresas, instituciones y gobierno
locales como para hablar de un sistema regional de innovación? ¿O, por el
contrario, debemos hablar de empresas que representan verdaderos “enclaves”
escindidos del resto del tejido económico local?
Por otro lado, es necesario saber si es necesario aún transitar el camino hacia un
complejo agroindustrial donde la competencia se estructure cada vez mas alrededor de
atributos como el diseño y la calidad de los productos, donde las ventajas competitivas
de las empresas involucre el empleo de mano de obra crecientemente calificada y
14. Innovación en la Agroindustria Santafesina12
finalmente, donde el avance hacia la producción y comercialización de bienes con
mayor valor agregado permita superar los problemas relacionados con un patrón de
especialización basado en commodities.
Objetivo
El objetivo de este trabajo es, a partir de una breve descripción del entorno de
políticas públicas e instituciones de ciencia y técnica, analizar la conducta
innovativa de un grupo de empresas en el sector agroindustrial en una región
geográfica determinada. Por conducta innovativa se entiende la existencia de
desarrollos tecnológicos propios o incorporación de tecnología de fuentes externas,
la identificación de dichas fuentes y del tipo de tecnología provista y su origen
geográfico.
Adicionalmente, la conducta de una muestra de empresas del sector se analiza
desde el punto de vista de las relaciones entre ellas y con instituciones públicas de
ciencia y tecnología, con miras a la producción y desarrollo de tecnología.
Por último, el estudio de las interacciones entre ellas y con instituciones y
gobiernos locales permitirá apreciar si realmente se está frente a un dinámico
cluster de empresas en uno de los sectores con mayor potencial de crecimiento en
la Argentina y si dicho cluster de empresas presenta una conducta innovativa que
le permita sostener e incrementar niveles de productividad y valor agregado.
Aunque son las características de la conducta de las empresas en el campo innovativo
las que determinarán la mencionada evolución del patrón de especialización, las fallas
de mercado que existen en este campo han creado un amplio consenso alrededor de la
necesidad de la participación del Estado y de instituciones públicas y privadas sin fines
de lucro.
Sin embargo, no es el diseño específico de esa arquitectura institucional sino
particularmente la puesta en práctica de dicho esquema institucional el desafío mayor.
En ese sentido, la evidencia empírica permitirá constatar si existen indicios de un
desfasaje entre el diseño y la implementación de las políticas públicas. El análisis
cruzado de oferta pública y demanda privada permitirá observar desacoples que reducen
la eficiencia del sistema en su conjunto.
Para cumplir ese objetivo, fue necesario no sólo recurrir a la información disponible al
momento de comenzar el trabajo, sino obtenerla en base a una encuesta a empresas que
fue diseñada especialmente. Para dicha Encuesta de Gestión de Tecnología, se
obtuvieron 33 respuestas de empresas de sectores seleccionados del CAI, sobre aspectos
relacionados con las fuentes de tecnología que utilizan, los contactos que mantienen con
instituciones públicas y privadas de CyT, las asociaciones que realizan con otras
empresas para innovar y las demandas que presentan al Estado en este campo.
Estructura del trabajo
El trabajo se estructuró en tres partes. En la primera, que incluye los capítulos dos y
tres, se presenta el marco teórico que se utiliza en el resto del trabajo. Como ya se
mencionó, en este trabajo se utilizan dos marcos conceptuales principales: la literatura
15. IDIED - Universidad Austral 13
que aborda el estudio de los Sistemas Nacionales de Innovación y el estudio de la
innovación en el sector agropecuario a partir del concepto de Complejos
Agroindustriales (CAI). En el siguiente capítulo se presenta el primero de ellos, con
especial referencia a las posibles aplicaciones a nivel regional (Sistemas Regionales de
Innovación, SRI), mientras que en el capítulo 3 se hace una breve reseña de las
principales líneas teóricas de aproximación al fenómeno de la innovación en la
agroindustria. En particular, el enfoque de los llamados CAI se explora como un marco
conceptual útil para abordar el objeto de análisis de este trabajo.
En segundo lugar, se presentan los actores públicos y privados del SRI, en el capítulo 4.
Las principales características de los sectores mas representativos del CAI son
expuestas junto con la estructura institucional de apoyo a las actividades innovativas. En
otras palabras, se presentan brevemente, además de los sectores involucrados, las
políticas públicas y las instituciones de ciencia y técnica, distinguiendo donde es posible
las nacionales de las provinciales y haciendo hincapié en las transformaciones operadas
en los últimos años.
En el capítulo 5 se presenta la evidencia empírica de la conducta innovativa de las
empresas del CAI santafesino proveniente del Relevamiento Industrial del MAGIC y de
la Encuesta de Gestión de Tecnología.
Por último se presentan las conclusiones.
16. Innovación en la Agroindustria Santafesina14
2. SISTEMAS NACIONALES DE INNOVACIÓN.
El estudio de la conducta innovativa de las empresas agroindustriales en la provincia de
Santa Fe presupone, en primer lugar, introducir un marco teórico relacionado con el
estudio de la innovación.
Como ya se mencionó en la introducción, en este trabajo se utiliza un marco conceptual
que parte de un enfoque sistémico del fenómeno innovativo. Dicho marco conceptual,
identificado bajo el nombre de Sistemas Nacionales de Innovación, parte de dos
premisas fundamentales. En primer lugar: el conocimiento es el activo mas importante
en la economía moderna y por lo tanto, el aprendizaje es el proceso mas importante
desde el punto de vista económico. En segundo lugar, la aparición del estado nacional
moderno fue un prerequisito para la aceleración del proceso de aprendizaje y, en última
instancia, de la industrialización. Esto es así porque el aprendizaje es un fenómeno
social e interactivo que se comprende adecuadamente cuando se considera su contexto
institucional y cultural.
Aunque hay distintas corrientes de pensamiento que convergen en este campo, existe
también un conjunto de conceptos comunes entre ellas, en el que hay un acuerdo entre
los académicos.
Quizás lo mas conveniente sea partir por los conceptos que forman el nombre de esta
corriente: innovación, sistema y nacional.
2.1 INNOVACIÓN
Las innovaciones pueden describirse como procesos por los cuales las empresas
dominan y llevan a la práctica diseños de productos y procesos de fabricación que son
nuevos para ellas, aunque no lo sean para otras empresas (Nelson 1992).
Tipos de innovación
A partir de una primera aproximación al concepto de innovación se puede diferenciar
entre distintos tipos de la misma. En efecto, cuando se habla de innovación se hace
referencia a alguno de los siguientes tipos.
En primer lugar, el conjunto de los conocimientos necesarios para la producción de un
bien distinto representa la tecnología de producto.
En segundo lugar, las distintas formas que puede adoptar la producción del mismo bien
se denomina tecnología de proceso.
En consonancia con esas definiciones, un cambio en la tecnología de producto, implica
la aparición de un nuevo bien o de una nueva versión de uno existente, mientras que un
cambio en la tecnología de proceso implica la aparición de una forma nueva de producir
el mismo bien.
17. IDIED - Universidad Austral 15
Finalmente, la organización de las tareas ligadas a la producción de la empresa
representa lo que ha dado en llamarse, tecnología de organización. La consolidación de
Japón en los ´70 y ´80, como líder en manufactura de automóviles y productos
electrónicos, brindó una enorme difusión a las técnicas de gestión vinculadas con el
estilo gerencial de las empresas japonesas. En efecto, palabras como just in time, kan
ban o total quality management, se incorporaron rápidamente al léxico de los
empresarios occidentales, así como a su estilo de gestión. El impacto sobre la
productividad de la difusión de estas “tecnologías blandas” es, a un tiempo,
extraordinario y difícilmente cuantificable con precisión.
La innovación no está siempre relacionada con un nuevo producto o proceso, es decir
una innovación radical. Muchas veces es un rediseño de un producto o proceso
particular, que se hace con el fin de que cumplan determinada performance o se adapten
a ciertos requerimientos, sujeto a una restricción presupuestaria. Una gran parte del
gasto en investigación y desarrollo se destina a productos que ya existen, como
automóviles, aviones o cámaras fotográficas. Con frecuencia las mayores ganancias
provienen del efecto acumulativo que tienen una sucesión de cambios menores. El
concepto que resume esto, es el de innovaciones incrementales (por oposición a
radicales), que fue introducido por autores como Hollander (1965).
Una segunda distinción importante tiene que ver con las empresas como innovadores.
Aquí es posible distinguir entre empresas que están “en la frontera” tecnológica y
empresas que, estando rezagadas, tratan de aproximarse a través de la imitación
(catching up). Sin embargo, esta distinción no es operativa, en el sentido que las
actividades e inversión que realizan ambos tipos de empresas no son fáciles de
distinguir.
Es importante recalcar, además, que la primera empresa en innovar en un campo
determinado no es necesariamente (y en realidad es frecuente que no lo sea), aquella
que captura la mayor parte de los beneficios (renta) asociados con esa innovación.
Por último, la definición es amplia en el sentido que lo que importa desde el punto de
vista de la performance económica, son los factores que influyen sobre las capacidades
tecnológicas del país y no los determinantes que hacen que una firma se mantenga “a la
vanguardia” tecnológica, que es un tópico específico.
Innovación y mercado
Las particularidades de la innovación y del conocimiento como bien hacen que valga la
pena detenerse a examinar brevemente las características que presenta este mercado.
Para comenzar es útil plantear la pregunta central de la teoría del bienestar ¿hasta que
punto conduce un mercado competitivo a una asignación óptima de recursos?
Existe un número de condiciones que deben cumplirse para que un mercado con
competencia perfecta lleve a una asignación óptima de recursos. En particular, existen
tres razones clásicas para que la competencia perfecta sea incapaz de conducir a un
óptimo de Pareto:
a- indivisibilidad
b- incertidumbre
c- inapropiabilidad
18. Innovación en la Agroindustria Santafesina16
Autores como Arrow (1979), demostraron que el mercado tecnológico falla en alcanzar
un óptimo por las tres razones. Las dos últimas, sin embargo, son las que han recibido
mas atención en los últimos años.
La segunda razón, incertidumbre, afecta especialmente al mercado tecnológico en virtud
de la naturaleza riesgosa de la producción (e incluso de la adopción) de tecnología. La
invención es un proceso riesgoso porque el producto (el conocimiento) nunca puede
pronosticarse adecuadamente a partir de los insumos.
Quizás la tercera razón (inapropiabilidad) haya sido la mas estudiada en la literatura. El
conocimiento tecnológico, por su propia naturaleza, no es perfectamente apropiable.
Como cualquier tipo de conocimiento es parcialmente codificable y transmisible a un
costo bajo o nulo. Algunos esquemas institucionales (como los sistemas de patentes)
tienden a permitir la apropiabilidad pero esto sólo se logra de modo parcial. El grado de
sofisticación que debería tener un sistema de patentes (y la sofisticación y el costo del
enforcement necesario) para impedir totalmente la difusión del conocimiento lo hacen
impracticable.
Por otro lado, mientras que el beneficio social exigiría que la tecnología alcance el
mayor grado de difusión posible, el beneficio privado del productor de ese
conocimiento (y consecuentemente su estímulo a seguir produciendo conocimiento) se
rigen por la capacidad que tenga de apropiarse de los beneficios derivados de el.
De este modo, las economías de mercado se mueven pues, en un trade off entre
estímulos a la producción de tecnología y beneficios sociales derivados de su
producción y adopción, adaptando sus instituciones económicas a este marco.
En otras palabras, lo que se encuentra en la base de esta situación es una divergencia
entre costos y beneficios sociales y privados que genera, en última instancia, un nivel de
producción inferior al óptimo social.
Existe en este punto una distinción que es importante realizar, en relación con el grado
de apropiabilidad y los tipos de tecnología, introducidos en la sección anterior: distintos
tipos de tecnología están sujetos a distintos grados de difusión (y por lo tanto de
apropiabilidad). Mientras que las tecnologías de producto y de proceso son
susceptibles de apropiarse a partir de la definición de un sistema de patentes, este
mecanismo es mucho mas difícil de implementar en el caso de las tecnologías de
organización o blandas. Es por lo tanto en este tipo de tecnologías donde las
características “públicas” de la tecnología mas se acentúan a partir del fenómeno de la
difusión.
En resumen, en una economía de mercado las señales son tales que la inversión en
I+D es menor que lo ideal, porque dicha inversión es riesgosa, porque su producto
sólo puede apropiarse parcialmente y porque existen rendimientos crecientes en su
uso.
La conclusión que se desprende de lo anterior es que una asignación óptima de
recursos requiere que el Estado u otra institución no gobernada por criterios
privados de beneficio, promocione la producción de tecnología.
19. IDIED - Universidad Austral 17
Evidentemente, a partir de lo anterior surgen dos interrogantes: ¿cómo se determina el
monto a financiar y cómo se introducen criterios de eficiencia y beneficio social en el
uso de tales recursos?
Ambos interrogantes están relacionados con la arquitectura institucional que da soporte
a las políticas públicas específicas. Dicha arquitectura es presentada para el caso
específico de Argentina, en el próximo capítulo.
2.2 SISTEMA
Como ya se mencionó, la performance innovativa de las empresas no puede
considerarse independiente del entorno económico e institucional que la rodea.
Como señala Bianchi (1991), la búsqueda, el desarrollo y la adopción de nuevos
productos y procesos en las economías de mercado son el resultado de la interacción
entre capacidades que son específicas de cada firma y un conjunto amplio de
condiciones externas que van desde el avance de la ciencia en los distintos campos,
hasta las estructuras de mercado. El conjunto de los actores que conforman esas
condiciones externas a la firma y que influencian su conducta innovativa se consideran
un sistema.
De este modo, en el marco del estudio de la innovación, un sistema se define como “un
conjunto de instituciones cuyas interacciones determinan la performance innovativa de
las empresas de un país o región” (Lundvall (1992), Bessant, Pavitt, Tidd (1997)).
Esta definición no significa que un sistema sea algo diseñado y construido
conscientemente y con un claro objetivo. Por el contrario, ninguna de estas presunciones
son ciertas a priori y ni siquiera son ciertas en la mayoría de los casos. Del mismo modo
no se puede presuponer que exista una acción coordinada entre los miembros del
sistema.
A partir del concepto amplio de innovación que incorpora este trabajo, los actores que
se consideran partícipes del sistema deben ser mas que simplemente las personas e
instituciones que desarrollan actividades de I+D. En general, a pesar de que no existe
una sola forma de seleccionar a los actores relevantes, existe cierto consenso alrededor
de los siguientes:
1- Empresas y laboratorios de investigación de la industria
2- Universidades e instituciones de investigación
3- Sistema educativo
4- Instituciones financieras
5- Instituciones de la sociedad civil
6- Gobierno
20. Innovación en la Agroindustria Santafesina18
Entre estos actores principales se articulan un conjunto de interacciones. Existen cuatro
formas principales de interacción que influencian la actividad innovativa y cuyo perfil
varía en gran forma entre diferentes sectores y tipos de tecnologías.
1- entre productores de componentes y armadurías
2- entre empresas del upstream y del downstream
3- entre universidad y empresa
4- entre agencias del gobierno y universidad e industria
En suma, un conjunto de autores y corrientes de la literatura económica ha resaltado la
necesidad de aproximarse al estudio del fenómeno de la innovación desde una
perspectiva sistémica. Esto implica no sólo considerar a los agentes involucrados, sino
también los distintos tipos de relaciones que existen entre ellos, desde el conflicto a la
cooperación.
Sin embargo, el reconocimiento de los distintos actores no resuelve el problema de
identificar el espacio geográfico o político relevante para el análisis. Sintéticamente
existen dos orientaciones en este campo. La primera de ellas pone el énfasis en el nivel
nacional como unidad de análisis. La segunda incorpora la noción de región como mas
apropiada a los fines analíticos. Ambas orientaciones se presentan en las siguientes
secciones.
2.3 ¿UN SISTEMA NACIONAL?
¿Porqué debería definirse un sistema como nacional? Ciertamente, la nación como
categoría analítica ha sido objeto de cuestionamientos en los últimos años, a partir del
estrechamiento de las relaciones económicas, políticas y culturales entre distintos
países, algo que ha dado en llamarse globalización.
Sin embargo, esta percepción debe matizarse con dos consideraciones. En primer lugar,
a pesar de que en ciertas áreas (como la ciencia básica), donde la codificación y
consecuentemente la transmisión de conocimientos, es relativamente fácil, el fenómeno
de la globalización es mas fuerte, en otras áreas, donde el conocimiento tácito juega un
rol central, las instituciones nacionales, lenguaje, cultura, leyes y políticas son todavía
los límites dentro de los cuales una parte sustancial de la innovación y la difusión de la
misma, tiene lugar.
En segundo lugar, incluso si la tendencia hacia la globalización no debe negarse, el
conocer las formas de funcionamiento del viejo sistema (mas cerrado), es útil para
comprender y suavizar la transición (Lundvall, 1992).
En el corazón del SNI tiene lugar una activa interacción entre instituciones científicas y
técnicas y las personas. Esto, a su turno, es crucial dada la naturaleza especializada del
desarrollo del conocimiento y la consecuente necesidad de coordinación e intercambio
entre instituciones y disciplinas (Nelson, 1992).
21. IDIED - Universidad Austral 19
No obstante, si bien las naciones continúan, en muchos casos, siendo unidades de
análisis relevantes, crecientemente unidades menores (regiones) comienzan a cobrar
importancia a medida que se perfecciona el proceso de globalización.
2.4 ¿EXISTE UN SISTEMA REGIONAL DE INNOVACIÓN?
Aunque el grueso de la investigación sobre sistemas de innovación se ha desarrollado al
nivel nacional, en los últimos años una porción creciente de la literatura se ha orientado
a estudiar la naturaleza del problema a nivel regional. Sin embargo, ¿existe algo
llamado “sistema regional de innovación”?
En general, se puede decir que la perspectiva regional surge como una mejor forma de
representar las realidades económicas actuales. En la base de este enfoque se encuentra
lo que se denomina análisis de clusters o encadenamientos productivos (Marceau,
1997). Estas concentraciones de empresas que obtienen una ventaja económica derivada
de sus interacciones pueden relacionarse de dos maneras: entre “iguales” a través de la
cooperación y la competencia, o jugando el rol de proveedores o clientes en la cadena
de valor.
Estos encadenamientos productivos definen regiones que muchas veces no coinciden
con los límites políticos determinados. De hecho aglomeraciones sub-nacionales como
Baden-Wüttemberg en Alemania, Emilia Romagna en Italia o el Silicon Valley y la ruta
128 en los EEUU, representan clásicos ejemplos en la literatura (Cooke y Morgan,
1997, Padmore 1997a y 1997b).
El patrón general que parece estar consolidándose en la nueva economía mundial es el
de mercados ampliados, globales, con escasas restricciones para el comercio y, al
mismo tiempo, unidades productivas menores en comparación y basadas en regiones
sub-nacionales.
Algunas tendencias en la industria como la desintegración vertical (outsourcing),
proceso que se aceleró en Argentina en los ´90, contribuyen a reforzar la importancia de
las redes locales de empresas y de los lazos entre ellas. Una multiplicidad de
productores de partes y de servicios de apoyo para la producción de bienes, necesitan
desarrollar (y desarrollan en muchos casos) mecanismos de coordinación que involucran
el intercambio de información (Kosacoff, 1998a), y en muchos casos lo hacen dentro de
los límites de una región.
Es en este marco de creciente integración regional de la producción que cobra sentido el
estudio de las interacciones entre actores privados y públicos, tendientes a modificar y
mejorar productos, procesos y formas de producción.
Ya se mencionó que en lo que hace a la innovación y al efecto potencialmente benéfico
del ambiente sobre ella, existen dos elementos clave: el carácter sistémico del proceso
de innovación y su naturaleza interactiva y social. Ahora bien, en muchos casos el
conjunto mas significativo de relaciones que tienen las empresas, con otras empresas y
con instituciones y gobiernos, tiene lugar dentro de un espacio geográfico acotado
(región). En esos casos los elementos clave arriba mencionados confluyen para darle un
22. Innovación en la Agroindustria Santafesina20
nuevo significado al entorno de empresas e instituciones, no ya nacionales, sino locales
(regionales) que rodean a la firma.
Este conjunto de instituciones y agentes locales, cuando funciona positivamente,
favorece procesos de eficiencia colectiva (Yoguel 1998) y actúa como un operador de
cuasi-mercado que:
1- disminuye incertidumbres dinámicas
2- contrarresta debilidades de la cultura organizacional
3- suministra competencias faltantes a los agentes
4- potencia los procesos de aprendizaje
5- contribuye al proceso de difusión de conocimiento codificado y tácito
6- tiende a disminuir la desigualdad social
En este sentido es que puede decirse que distintas regiones crean distintos “climas” o
“ambientes” innovativos. La estrechez y la calidad de los lazos entre empresas, gobierno
e instituciones regionales (para los cuales existen tanto reglas formales como
informales), o dicho de otro modo la “densidad” de relaciones entre agentes modifica y
condiciona la performance de las empresas y de la región en su conjunto.
Sin embargo, como ya se mencionó, en el nuevo escenario internacional no existen
antagonismos entre la creciente globalización y el cada vez mas notorio protagonismo
de las regiones en la producción. Precisamente, la globalización representa la
posibilidad de encuentro (competencia y generación de sinergias) de distintas redes de
producción locales en el mercado mundial.
En síntesis, no es posible analizar correctamente la performance de una empresa o grupo
de empresas sin detenerse brevemente en cuáles son las condiciones de su entorno. En
este trabajo, se pone el énfasis en la conducta de las empresas en aquellos aspectos que
hacen a la innovación y por lo tanto, el entorno analizado se relaciona con este campo.
Sin embargo, antes de analizar las condiciones particulares del entorno de las empresas
santafesinas, es necesario presentar el caso particular del estudio de la innovación en la
agricultura. En particular, se hace hincapié en el enfoque de los complejos
agroindustriales que representa una extensión natural del marco teórico presentado en
este capítulo.
23. IDIED - Universidad Austral 21
3. INNOVACIÓN Y COMPLEJOS AGROINDUSTRIALES
El estudio de la innovación en la agricultura ha recibido a lo largo del siglo el aporte de
diversas corrientes. En particular, en este capítulo se introducen, en primer lugar, cuatro
de ellas, las mas importantes, según se presentan en Salles-Filho (1998). Como se
observará, uno de estos enfoques (el de los complejos agroindustriales), contiene todos
los elementos para considerarse una expansión, para el caso de la agroindustria, de la
literatura sobre los SNI.
En segundo lugar, se traza una breve perspectiva de la innovación en la agricultura en
Argentina a partir de los estudios realizados por distintos autores
3.1 EL ESTUDIO DE LA INNOVACIÓN EN LA AGRICULTURA
En este apartado se describirán sucintamente los principales enfoques teóricos
empleados para el estudio de la innovación en la agricultura. Salles-Filho (1998)
identifica cuatro vertientes principales dentro de los autores dedicados al estudio
económico de los procesos de innovación en el sector:
3.1.1 El capital frente a las especificidades de la producción agropecuaria.
Un primer enfoque se concentra en los obstáculos que existen para la valorización del
capital en el sector agropecuario, dadas las especificidades de la producción
agropecuaria en comparación con la producción industrial.
Dentro de esta línea de investigación, el proceso de innovación en la agricultura es
analizado tomando en cuenta uno o mas de los siguientes factores:
i- contar con un factor de producción no reproducible que es la tierra
ii- depender de factores climáticos, que son desde el punto de vista del
productor, aleatorios
iii- presentar rigideces en la producción (especialmente en el período de
producción), determinadas por el ciclo del desarrollo de los seres vivos
En razón de estas especificidades, argumentan autores como Mann & Dickinson (1978),
el capital aplicado a la producción agropecuaria encuentra graves dificultades para su
valorización. En otras palabras, en aquellas producciones (como la agropecuaria) donde
existe un desface entre el tiempo de producción y el tiempo de trabajo, existen
intervalos “improductivos” donde no se agrega valor al producto.
De lo anterior se desprende que los autores trabajan sobre dos supuestos:
i- que los tiempos de producción en la agricultura son largos y
considerablemente mayores a los tiempos de trabajo, en relación a otros sectores, y
ii- que el tiempo de producción y su relación con tiempo de trabajo son rígidos,
dadas las características de los ciclos biológicos considerados.
24. Innovación en la Agroindustria Santafesina22
Como consecuencia de lo anterior, la visión del progreso técnico en el sector
agropecuario se centra en la funcionalidad de la investigación para resolver el
principal problema del capital: la preponderancia del tiempo de producción sobre
el tiempo de trabajo. Por lo tanto, se sigue que prácticamente todos los esfuerzos
de investigación se orientan a reducir esa preponderancia del tiempo de
producción.
3.1.2 Factores tradicionales y factores modernos
En este enfoque la preocupación central es entender el proceso innovativo a partir de la
constatación de la ineficiencia económica de los factores de producción típicos de la
agricultura. Dentro de este enfoque general pueden identificarse distintas corrientes que
tienen como denominador común la preocupación por el efecto de la innovación en la
agricultura sobre el desarrollo económico.
En la versión de Schultz (1965), la riqueza natural de los suelos y la intensidad del
trabajo no son posibilidades u obstáculos para el crecimiento de la producción. El
“cuello de botella” estaría en el acceso a nuevos conocimientos y en las posibilidades de
su uso.
Las restricciones al crecimiento del sector agropecuario están ligadas, no a restricciones
naturales sino a las restricciones en el acceso a “capital material” (insumos y máquinas)
y al nivel educativo del personal del sector. En otras palabras, el sector agropecuario
puede obtener rentabilidades similares a cualquier sector mientras que se invierta en
instituciones de investigación y desarrollo, producción de insumos modernos y
educación en el medio rural.
La llave del crecimiento se encuentra en la provisión de nuevos factores a bajos precios,
producto de nuevos conocimientos incorporados en insumos y en personal calificado.
De lo anterior se deduce la necesidad de invertir en I+D, producción de insumos y
educación rural. Adicionalmente, dados los problemas de apropiación en la producción
de conocimiento, la investigación y el desarrollo de nuevos insumos no debería ser
hecho por firmas privadas sino por organismos públicos.
En resumen, se trata de una visión funcional del progreso técnico en la agricultura,
orientada a la promoción del desarrollo. Según esta visión, la oferta tecnológica debería
ser estimulada para colocar, a bajos costos, fertilizantes, pesticidas, máquinas agrícolas,
semillas y asistencia técnica a disposición del productor. Sin embargo, ninguno de los
autores de esta corriente exploraron los condicionantes de la evolución del “paquete”
tecnológico de la agricultura moderna. Precisamente, las cuestiones relativas a la
dirección del progreso técnico son el centro de la atención del enfoque que se discute en
la siguiente sección.
3.1.3 La innovación guiada por señales de mercado
25. IDIED - Universidad Austral 23
Este enfoque se centra en la visión de la sustitución de factores. Es, hasta cierto punto,
un complemento de las ideas de Schultz en cuanto busca, precisamente, explicar los
determinantes del cambio tecnológico. En este enfoque, las tecnologías químicas,
biológicas y mecánicas se desarrollan e incorporan a la producción como respuesta a las
alteraciones en los precios relativos de los factores.
Existe una visión de sustitución de factores, en el sentido de que, además de presentar
una rentabilidad relativamente baja, muestran también tendencia al agotamiento,
escasez y precios crecientes.
Para explicar las formas que asumen las innovaciones en el sector agropecuario,
observan Hayami & Ruttan (1988), es necesario identificar los mecanismos
económicos que intervienen. La teoría que ayuda a identificar dichos mecanismos, es la
teoría de la innovación inducida, que explica la dirección del cambio técnico según la
capacidad de una tecnología para sustituir factores escasos y caros por factores
abundantes y baratos a partir de una frontera de posibilidades de producción.
Binswanger (1978) perfeccionó esta idea incorporando al modelo una función de costos
de investigación y de retornos esperados de dichas inversiones. Si cada investigación
tiene un resultado esperado en términos de reducción en la utilización de los diversos
factores, se pueden asignar los recursos para investigación de forma de orientar el
proceso de producción hacia distintas alternativas en la economía de factores.
De este modo, la dirección y la intensidad del cambio tecnológico se ven determinados
por la productividad relativa a las actividades de investigación y por los cambios en los
costos de los factores de producción.
Finalmente, existe un elemento fundamental para caracterizar este enfoque a los fines de
este trabajo: como se realiza la transmisión entre la necesidad de un cambio técnico
economizador de un factor caro (escaso) y su desarrollo por parte de quien produce
tecnología.
En principio, la teoría no explica la correspondencia entre firmas productoras de
tecnología fuera de la producción agrícola, y las señales de precios que enfrentan los
productores. En realidad, la forma en que este problema se aborda es a través de una
identificación entre investigación aplicada al sector agropecuario e investigación de
instituciones públicas. Dado que el sector agropecuario recibe y no genera las
innovaciones que incorpora, se identifica tecnología agrícola e investigación en
instituciones públicas, para luego definir una línea directa entre esta y el productor
agrícola.
Básicamente esta idea rectora impulsó la creación del INTA en Argentina, como de
instituciones similares en otros países. Una primer medida de eficiencia económica de
estas instituciones, orientadas a superar una falla de mercado surge evidente: el “éxito”
de estas instituciones depende del nivel de atención dispensado a los problemas de
los productores, influenciado, a su vez, por los puntos de estrangulamiento en el
sector agrícola que influencian los cambios en los precios relativos.
3.1.4 Relaciones agricultura-industria. Los Complejos Agroindustriales.
26. Innovación en la Agroindustria Santafesina24
Ninguno de los enfoques anteriores, presta una considerable atención al tema de las
relaciones entre el agro y las industrias relacionadas, de producción de insumos,
maquinarias y procesamiento de materias primas agropecuarias.
Si bien se reconoce que el sector agropecuario es, desde el punto de vista de la
innovación, “pasivo” o “dependiente de los proveedores”, no se analizan, concretamente
los vínculos entre estas industrias y la agricultura, como tampoco los determinantes de
la innovación ocurrida dentro de la industria.
Esta fue la razón para que a la literatura de los enfoques precedentes se la denominara
“agrocentrista”, por oposición al carácter “industriocentrista” de este enfoque.
Nuevamente las vertientes dentro del mismo son varias, pero su esencia es capturada en
las siguientes tres proposiciones:
1- El origen y la evolución de las técnicas mecánicas y químicas utilizadas en la
agricultura dependen en mayor medida de los descubrimientos efectuados fuera del
sector agropecuario que dentro de él.
2- Dichas técnicas de origen industrial se incorporan progresivamente en un
marco en el que la oferta industrial domina a la demanda agrícola.
3- Este dominio de la oferta tecnológica de la industria no significa una situación
de subordinación del sector agropecuario, en tanto la industria toma en cuenta en el
diseño de sus estrategias tecnológicas, el costo relativo de los insumos
agropecuarios y los precios y rentabilidades de su producción.
En 1957, J. Davis y R. Goldberg, utilizaron por primera vez el concepto de agribusiness
como marco para el estudio de las relaciones entre agricultura e industria. El análisis
que realizaron, utilizando una matriz de relaciones intersectoriales, demostró que la
agricultura estaba en franca integración con la industria alimenticia.
A partir de este estudio pionero, el término Complejos Agroindustriales (CAI) fue
generalizándose como concepto y como herramienta de análisis. Sin embargo, como ya
se comentó, una gran parte de la literatura sobre innovación en la agricultura no prestó
la atención suficiente a la integración agro-industria y a los determinantes externos del
proceso de innovación en el sector.
El punto de vista de este trabajo es que la actividad agrícola (y la pecuaria como
extensión natural), no pueden ser consideradas por separado de la industria, debido a los
mencionados y crecientes vínculos entre producción agropecuaria, industria de
máquinas e insumos e industria procesadora.
De este modo, el vínculo entre agricultura e industria se convierte en un fenómeno
clave, caracterizado por tres elementos:
1- el aumento permanente de compras de productos industriales por parte de los
productores agropecuarios y la “invasión tecnológica” de la industria por un stock de
conocimiento científico incorporado en los productos (fertilizantes, semillas, pesticidas,
alimentos)
27. IDIED - Universidad Austral 25
2- la presión del consumidor final cuyas preferencias se reflejan crecientemente
en las industrias de procesamiento, y
3- la creciente coordinación entre el upstream, los productores y el downstream.
Las tres ideas básicas detrás de este enfoque son:
1- la agricultura y la producción ganadera se transforman crecientemente en una
parte de la industria
2- hay una barrera de información que retiene a la agricultura en una situación
económica poco dinámica
3- como superación de lo anterior debería tenderse a integrar crecientemente a la
producción agrícola con las formas de industrialización y comercialización de la misma
La misma enumeración de las fuentes de la innovación en la agricultura brinda, desde el
punto de vista de la gestión de la tecnología, una idea del grado de interrelación de los
productores agropecuarios con, por un lado, las industrias productoras de maquinaria e
insumos agrícolas (semillas, pesticidas, fertilizantes, tractores, implementos) mas las
empresas de servicios, abocadas no sólo a la comercialización de insumos sino al
asesoramiento y las tareas de consultoría relacionadas tanto con aspectos técnicos como
de gestión económica y financiera, y por el otro, las industrias procesadoras de
productos agropecuarios (lácteos, carnes, aceites), además de instituciones públicas y
privadas sin fines de lucro.
Fuentes de innovación en la agricultura
El “régimen” tecnológico de la agricultura moderna incluye no sólo industrias como la
industria química, de pesticidas, farmacéutica, de semillas, maquinaria y herramientas,
sino también instituciones públicas de investigación y educación, organizaciones de
productores y fundaciones privadas.
A continuación se presenta, siguiendo a Possas (1996), una taxonomía de las fuentes de
innovación del sector agropecuario. Dichas fuentes pueden ser clasificadas en seis
grupos principales que se definen en términos de su comportamiento en la generación y
difusión de innovaciones.
1. Fuentes privadas cuya función principal es la producción y venta de productos
intermedios y maquinaria para los mercados agropecuarios (upstream). Comprenden:
a- industria de pesticidas, relacionada con la industria química y farmacéutica
b- industria de fertilizantes
c- maquinaria y equipamiento
d- semillas
e-productos veterinarios
f- alimentos balanceados
28. Innovación en la Agroindustria Santafesina26
2- Instituciones públicas, incluyendo universidades e institutos de investigación y
difusión de tecnologías. Generalmente los actores de este grupo se dedican a dos
actividades principales: el desarrollo de nuevas semillas y la difusión de las mejores
prácticas productivas que involucran el uso de los insumos que produce el grupo
anterior .
3- Fuentes privadas relacionadas con agroindustrias. Las industrias que procesan la
producción agropecuaria (en este trabajo la industria láctea, la frigorífica y la aceitera)
desarrollan (o adquieren) muchas veces tecnologías de producción de sus insumos
específicos que luego diseminan entre sus proveedores. Un ejemplo típico de este caso
es el de la industria láctea y los productores tamberos de Santa Fe.
4- Fuentes privadas sin fines de lucro. Son básicamente cooperativas y asociaciones
de productores, cuyo fin principal es generalmente el desarrollo y transferencia de
nuevas variedades de semillas y de prácticas agrícolas. En el caso argentina (y por
extensión en el de Santa Fe), los grupos CREA han desarrollado esta tarea durante casi
cuatro décadas como se verá mas adelante.
5- Fuentes privadas relacionadas con la provisión de servicios. Consultoras
agropecuarias o proveedores de insumos que ofrecen además apoyo técnico a los
productores, materializándose en transferencia de tecnologías.
6- Las mismas unidades agropecuarias. Los productores agropecuarios generan, por
el desarrollo de sus actividades, un flujo de conocimientos asociado con un proceso de
aprendizaje que puede desembocar, algunas veces, en innovaciones. Este “aprender
haciendo” (learning by doing), representa un conjunto de habilidades y conocimientos
tácitos y específicos que se obtienen como resultado de la práctica agrícola.
Recapitulando, la idea central de este trabajo es que para interpretar la dinámica de la
innovación en la agricultura se debe apreciar el fenómeno desde una unidad de análisis
superior. No es la conducta de la empresa agropecuaria aislada la que debe analizarse,
sino el conjunto de interacciones entre empresas “hacia arriba” y “hacia abajo” de las
cadenas productivas agropecuarias.
Finalmente, desde el punto de vista particular de este trabajo es interesante explorar
brevemente la evolución en materia tecnológica del sector agropecuario argentino.
3.2 PROGRESO TECNOLÓGICO EN EL SECTOR AGROPECUARIO ARGENTINO
La performance del sector agropecuario en Argentina parece estar estrechamente ligada
con el auge o la caída de la economía del país en su conjunto. En efecto, el cíclico
desempeño económico del país desde 1940 fue acompañado por una marcada
declinación del sector primario.
A comienzos de los años 50 la superficie cultivada había caído a menos de 6 millones
de hectáreas (habiendo alcanzado 8 millones en 1940) y la producción total
agropecuaria fue aproximadamente equivalente a la de 1919/1920. Recién a partir de
finales de los 60 la producción agropecuaria recuperó sus niveles de 1939/1949.
29. IDIED - Universidad Austral 27
Desde la última parte de la década del 60 hasta el comienzo de los noventa, el sector
recuperó algo de su pasado dinamismo. La adopción de tecnología fue crucial en esta
recuperación. Como resultado la productividad por hectárea se duplicó en ese período.
Este incremento fue el resultado, en una primera etapa, de una mas rápida
introducción de equipamiento y tecnologías de organización de la producción. En
una segunda etapa, el mejoramiento se originó en la difusión masiva de las semillas de
maíz híbridas, el uso de nuevos agroquímicos y nuevos cultivos como el sorgo y
especialmente la soja, que permitió la producción con dos cosechas, elevando
notoriamente los índices de productividad.
Las instituciones públicas como el INTA, jugaron un rol esencial tanto en la difusión de
nuevas técnicas de organización de la producción como en el desarrollo de nuevos
híbridos.
Se pueden identificar varias razones que explican el estancamiento del sector
agropecuario. En primer lugar, los precios de los granos, lana y carne se mantuvieron
bajos desde 1930 hasta la década del 50. Sin embargo esto no puede ser tomado como la
principal razón de la pérdida de dinamismo del sector . Por el contrario, también deben
ser tomadas en cuenta variables domésticas como un gran incremento en el consumo
local, una reducción de la tasa de mecanización en la producción y un enorme grado
de incertidumbre en relación a los precios agrícolas y márgenes de beneficio.
Esta búsqueda de razones internas para explicar el estancamiento del sector se ve
justificada aún mas si se compara el desempeño argentino con el de sus principales
rivales en los mercados agropecuarios. Ese desempeño diferencial entre los períodos de
preguerra y posguerra puede verse claramente en la caída de las exportaciones
argentinas de trigo. Antes de la guerra Argentina exportaba por el 20% del comercio
mundial, mientras Canadá lo hacía por el 28% (4,8 millones de toneladas), Australia
16% y los EEUU por 7%. En el período que va de 1950 a 1954, la participación del país
cayó a 9% (de 3,3 millones a 2,2 millones de toneladas), mientras Canadá doblaba sus
exportaciones y los EEUU las incrementaban de 1,3 a 8,9 millones.
El maíz es otro caso donde las exportaciones argentinas cayeron de 6,3 millones de
toneladas (63% del comercio mundial) en el período de preguerra, a apenas mas de un
millón en 1954, mientras los EEUU aumentaban sus exportaciones de 800.000 a 2,6
millones de toneladas.
En cuanto a las exportaciones de lana y carne se puede observar una situación similar.
La participación argentina en el comercio cayó de 12% a 9%, en el mercado de la lana,
y de 40% a 19% en el de la carne, en el mismo período.
La conclusión natural es que no sólo las condiciones externas ayudan a explicar el mal
desempeño del sector agropecuario argentino en el mercado internacional. El mayor
consumo interno y, mas importante aún, una menor producción, ayudan a explicar esta
tendencia.
Las causas a esto último deben buscarse, en parte, en los precios agrícolas fijados por el
gobierno en un clima de antagonismo con los grandes productores agropecuarios, que
30. Innovación en la Agroindustria Santafesina28
produjo una gran incertidumbre y limitó la inversión y el crecimiento de la tasa de
mecanización. Como ejemplo, entre 1930/1934 y 1945/1949 el número de tractores
se redujo en un 40%.
A partir de 1952 un conjunto diferente de políticas fueron implementadas por el
gobierno para mejorar el desempeño del sector agropecuario. Desde ese momento
comenzó una lenta recuperación del sector. Durante los años 60 la producción agrícola
aumentó un 30% y en los 20 años siguientes se triplicó mientras la productividad del
trabajo se cuadruplicó.
Se identifican cuatro fuentes que explican este cambio de tendencia1
:
a- el cambio tecnológico desincorporado (nuevas prácticas agrícolas).
Como se mencionará mas adelante el Instituto Nacional de Tecnología
Agropecuaria (INTA) fue creado en 1956, jugando a partir de ese
momento un rol central en la diseminación de nuevas prácticas
productivas.
b- la expansión de la mecanización. El número de tractores se
incrementó de 77000, en 1960 a 140000 en 1970 y a 162000 en 1980.
c- la difusión de híbridos, nuevas variedades de trigo y la introducción
del cultivo de la soja a finales de los años 70.
d- el uso creciente de agroquímicos, herbicidas y pesticidas.
Katz hace también un punto central del hecho que, mientras que en las primeras
etapas de la recuperación del sector agropecuario las tecnologías desincorporadas
(prácticas agrícolas y tecnologías de organización) jugaron el papel mas
importante, en períodos mas cercanos (comenzando en los 70), las tecnologías
incorporadas (como por ejemplo el uso creciente de híbridos y agroquímicos) se
han constituido en la forma mas importante de adopción de tecnología.
En nuestro país se han realizado estudios destinados a cuantificar el impacto de la
incorporación de insumos y bienes de capital como los mencionados, en la
productividad de la industria.
Sonnet, Bernardi y Válquez (1995) realizan una medición del cambio tecnológico en la
agricultura argentina para el período 1960-1993 . Las principales conclusiones de su
trabajo son:
a- el aumento del volumen de producción y de los rendimientos físicos de los
principales productos agropecuarios (granos, carne y leche). Los cambios que explican
este aumento de la producción y los rendimientos son: una intensificación en el uso de
la tierra, el mayor uso de maquinarias e implementos y el crecimiento de la potencia
media de los mismos, el aumento del uso de agroquímicos con relación a la tierra
utilizada y una relación capital/trabajo mas adecuada (ver Cuadro 1).
1
Ver como referencia Katz y Bercovich (1993) y De la Balze (1995).
31. IDIED - Universidad Austral 29
Cuadro 1
Cociente de insumos (1960-1993)
Año Superficie/Trabajo
(hectáreas por
trabajador)
Químicos/Superficie
(U$S por hectárea)
Superficie/Potencia
(hectáreas por CV)
Potencia/Trabajo
(CV por trabajador)
1960-1969 20.9 2.4 4.5 4.6
1970-1979 23.2 5.4 2.3 9.9
1980-1989 30.9 8.8 2.2 14.2
1990-1993 36.9 14.8 2.4 15.6
Fuente: Sonnet, Bernardi y Válquez (1995)
b- las formas de producción del sector fueron adaptándose a medida que se
incorporaban innovaciones tecnológicas. Este avance presentó fluctuaciones debidas a
los cambios que presentó la política económica en Argentina, que influyeron sobre la
capitalización y el nivel de actividad.
c- la medida de la eficiencia técnica sufrió también oscilaciones probablemente
debido a los cambios en las políticas dirigidas al sector
d- el incremento en el uso (y las mejoras tecnológicas) de los insumos
agropecuarios (pesticidas, herbicidas y semillas híbridas), así como de los bienes da
capital (potencia tractor), demuestran que el cambio tecnológico fue ahorrador de tierra
y trabajo e intensivo en el uso de capital e insumos de nueva generación
Es necesario aclarar que los autores presentan los puntos anteriores como hipótesis
probables que deberán ser probadas por otros trabajos empíricos.
Por su parte, Lanteri (1994) compara el cambio tecnológico en el sector agropecuario en
Argentina y los EEUU, en el período 1950-1992. El estudio demuestra que a pesar de
que ambos países tienen dotaciones relativas de recursos similares, Argentina ha
alcanzado una mayor productividad por trabajador a través de una mayor productividad
de la tierra.
Por el contrario, EEUU ha alcanzado una mayor productividad por trabajador
incrementando la relación tierra-trabajo.
El sesgo del cambio tecnológico en los EEUU fue “ahorrador de trabajo”, mientras que
en Argentina fue “utilizador de maquinaria”. Adicionalmente, en ambos países el sesgo
fue también hacia una mayor utilización de fertilizantes.
El comportamiento de los precios relativos de insumos y maquinaria en ambos países es
consistente con esos patrones. En particular, el aumento del costo de la mano de obra
rural en relación a los precios de la producción agropecuaria en los EEUU, la caída del
precio de la maquinaria agrícola en Argentina y la caída en los precios de los
fertilizantes con respecto a los productos agropecuarios.
En este sentido, puede decirse que la dirección del cambio tecnológico en ambos países
es consistente con la teoría de la innovación inducida.
32. Innovación en la Agroindustria Santafesina30
3.3 RESUMEN
En síntesis, en este capítulo se presentaron dos perspectivas sobre el estudio de la
innovación en la agricultura en general, con especial atención al enfoque de los CAI,
que será utilizado en lo que resta de este trabajo y sobre la introducción de tecnología en
el sector agropecuario argentino, a partir de la evidencia empírica encontrada por
diversos autores.
De esta forma, resta presentar los actores del SRI y del CAI santafesino para
posteriormente presentar la evidencia empírica del comportamiento innovativo, a nivel
de la firma.
En el próximo capítulo se presentan los actores públicos y privados del SRI.
33. IDIED - Universidad Austral 31
4. LA AGROINDUSTRIA SANTAFESINA Y EL SISTEMA REGIONAL DE
INNOVACIÓN.
En los capítulos anteriores se avanzó en la introducción de un marco conceptual para el
análisis de la innovación, particularmente en el caso del CAI. Como ya se mencionó el
objetivo de este capítulo es la descripción y análisis general de los actores del SRI.
Con ese fin, tanto los actores privados como públicos del SRI son presentados y
analizados, como una aplicación al caso de la provincia de Santa Fe del marco teórico
mencionado.
En primer lugar, se presentan las características generales de los sectores del
denominado CAI, con especial referencia a la provincia de Santa Fe. En dicha
presentación se identifican y comentan las características y perspectivas de los
principales sectores involucrados: lácteo, carnes, aceites y maquinarias.
En segundo lugar, se hace una breve descripción de las políticas científicas y
tecnológicas vigentes a nivel nacional, una mirada particular al caso de la provincia de
Santa Fe y finalmente, una breve descripción de los principales organismos de CyT.
4.1 LOS ACTORES PRIVADOS: EL COMPLEJO AGROINDUSTRIAL SANTAFESINO.
LOS SECTORES AGROINDUSTRIALES EN ARGENTINA
2
4.1.1 Sector Lácteo
Producción
El sector lácteo representa el 12% del Producto Bruto del sector alimentos. Argentina
produce el 1,7% del total mundial de leche lo cual le permite ubicarse en el
decimoquinto lugar dentro del ranking mundial. Durante 1997 la producción nacional de
leche fue de 9.250 millones de litros, lo cual significó un incremento del 4,3% respecto
al año anterior, y representó un aumento del 52% respecto a la producción de 1990.
Durante el primer semestre de 1998 la producción alcanzó un nivel estimado de 4.300
millones de litros, siendo un 1,7% superior a igual período del año anterior.
La producción de leche crece a ritmos superiores al crecimiento del consumo interno, lo
que permite expandir las ventas al mercado externo. Pero el Consejo Federal de Ciencia
y Tecnología considera que los productos lácteos argentinos en general no cumplen con
las exigencias del mercado internacional, por lo que se decidió priorizar la calidad de la
leche en el Plan Nacional Plurianual de Ciencia y Tecnología, con el fin de lograr un
producto comercializable en todo el mundo.
2
Fuentes: Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación (web site), Ministerio de
Agricultura, Ganadería, Industria y Comercio de la Provincia de Santa Fe (1998).
34. Innovación en la Agroindustria Santafesina32
Evolución de la Producción Nacional de Leche.
Período 1990-1997.
0
1.000
2.000
3.000
4.000
5.000
6.000
7.000
8.000
9.000
10.000
1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997
Años
enmillonesdelitros
Fuente: Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación.
El aumento de la producción en estos últimos años se da en un marco de reducción de la
cantidad de tambos por un lado, y de un incremento del tamaño promedio de los rodeos,
de la producción por vaca y del rendimiento por vaca por el otro.
Del total de la producción, el 24% se destina a la comercialización como leche fluída y
el 76% restante a la elaboración de productos lácteos. Dentro de este último grupo, el
54,2% se utiliza para la producción de quesos, el 25,5% para leche en polvo, el 13,6%
para manteca, el 3,3% para yoghurt, el 2,8% para dulce de leche y el 0,6% restante tiene
otros destinos menores. Los tres productos lácteos más importantes en orden decreciente
son los quesos, el yoghurt y la leche en polvo. En conjunto representan el 78% de la
producción.
En Argentina se consumen en la actualidad 230 litros de leche por habitante por año. El
consumo aumentó en 50 litros respecto al valor de 1988, pero se espera que se
mantenga constante en los próximos años.
Exportaciones
Durante 1997, el 88% de los productos lácteos se destinó al mercado interno, mientras
que el 12% restante se ubicó en el mercado externo. Las exportaciones argentinas de
este sector totalizaron las 117.425 toneladas y representaron U$S 291 millones. Se
registró un incremento en toneladas del 6,4% respecto al año anterior, y del 0,7% en
valor.
Durante el primer semestre de 1998 se exportaron 68.583 toneladas de productos lácteos
por un valor de U$S 155,94 millones, superando en un 32,57 % el volumen exportado
en igual período del año anterior. Se estima que hacia fines de 1998 las exportaciones
rondarán los U$S 320 millones.
35. IDIED - Universidad Austral 33
El principal destino de las exportaciones argentinas es Brasil, país que compró el 72,8%,
seguido por Paraguay, Venezuela, Estados Unidos y México, quienes absorbieron el
6%, el 5,2%, el 4,3% y el 3,3% respectivamente.
Perspectivas
A partir de 1991 se inició un proceso de reconversión en el sector lácteo. Mediante este
proceso se busca pasar de un sistema de producción pastoril a otro pastoril-
suplementado, cuyo fin es aumentar la producción lechera nacional.
Argentina se ha propuesto como uno de sus objetivos de mediano plazo posicionarse
dentro de los primeros doce países productores de leche en el mundo. Se estima que la
producción total de leche para 1998 será de 9.600 millones de litros, lo cual implicaría
un incremento de un 4% respecto a 1997. Para el año 2000 se espera obtener una
producción del orden de los 10.400 millones de litros, para el 2005 de 12.060 millones y
para el 2010 de 13.320 millones.
Sin embargo, el mercado interno de productos lácteos se encuentra saturado, por lo que
la expansión de la producción deberá ser absorbida por la demanda externa. Es aquí
dónde surge la pregunta de cómo se debiera insertar el país en el mundo. En este
sentido, sería conveniente orientar la producción hacia productos diferenciados con
marca lo cual permitiría obtener mayores márgenes de rentabilidad.
En suma, el sector lácteo cumplió una etapa en la que innovó y aumentó su producción.
Ahora se encuentra frente a una segunda etapa en la que el planteo es expandir las
ventas al mercado externo, para lo cual deberá continuar con su proceso de innovación y
así obtener productos diferenciados.
El sector lácteo en Santa Fe
Santa Fe es la primera provincia productora y exportadora de productos lácteos del país.
En la actualidad representa el 30,4% de la producción total del país, y es seguida por
las provincias de Córdoba, Buenos Aires, Entre Ríos y la Pampa. Estas cinco provincias
pampeanas producen el 99% del total nacional.
Dentro de la provincia de Santa Fe se pueden identificar dos cuencas, la Cuenca Central
y la Cuenca Sur. La primera está integrada por los departamentos de Castellanos y Las
Colonias y concentra el 90% de la producción local, mientras que la segunda está
constituida principalmente por los departamentos de General López e Iriondo y
representa el 10% restante.
En lo que respecta a la evolución de los parámetros fundamentales, se debe destacar la
tendencia que se viene registrando a lo largo de estos últimos años. Se observa que el
número de tambos, la superficie de pastoreo y la cantidad de vacas disminuyen
mientras que la producción total y la productividad aumentan. En 1975 existían 15.262
tambos, mientras que veinte años después solo 5.664, lo cual representa una
disminución de un 63%. Por su parte la producción de leche pasó de 1.165 millones de
litros en 1975 a 2.301 millones en 1995, siendo un 98% superior.
La provincia de Santa Fe cuenta con 165 establecimientos lácteos, de los cuales 16 se
dedican al enfriado de la leche y los 149 restantes a la industrialización de la misma. En
36. Innovación en la Agroindustria Santafesina34
conjunto, estos establecimientos poseen en la actualidad una capacidad instalada de
15.882.000 litros, capacidad que es un 22% superior a la existente en 1993 y que
representa el 47% del total nacional. Los establecimientos utilizan el 73% de esta
capacidad, procesando un total de 11.633.600 litros por día.
En lo que se refiere al destino de la leche, durante 1997 se utilizó el 62,5% de la misma
para la elaboración de quesos, el 18,6% para la producción de leche en polvo, el 13,6%
para leche fluída y larga vida y el 3,5% para dulce de leche.
Las exportaciones de productos lácteos de la provincia de Santa Fe en toneladas
representan el 60% del total nacional, mientras que en dólares el 44%. En 1997 los
principales rubros exportados fueron la leche en polvo, los quesos y la manteca,
representando el 40%, el 56% y el 48% de las exportaciones nacionales
respectivamente.
4.1.2 Sector Carnes
Producción
Dentro de este sector se encuentran principalmente la carne bovina, la porcina, la ovina,
la caprina y las aves. La producción mundial de carne en toneladas para 1997 se
distribuye de la siguiente manera: 39% porcinos, 28% aves, 26% vacunos, 5% ovinos y
caprinos, 2% otros.
En cuanto a la carne bovina, Argentina produce 2,4 millones de toneladas equivalente
res, representando el 5% de la producción mundial. El 80% de esta producción se
destina al mercado interno. Posee un stock de 50 millones de cabezas, siendo este un
2,9% inferior al existente en 1990 y un 10,2% inferior al de 1980. La faena durante
1996 fue del orden de los 11,5 millones de cabezas, un 7,3% inferior a lo faenado en
1990.
En lo que respecta a la carne porcina, el país produjo en 1996 172 mil toneladas y 2,8
millones de cabezas. Durante 1997 se faenaron 1,5 millones de cabezas, lo que
representó un aumento del 20% respecto a 1990. La carne porcina se utiliza
principalmente para elaborar chacinados, fiambres y embutidos, a los que se destina el
95%, solo el 5% restante se destina a carne fresca.
En relación a la carne aviar, durante 1997 se faenaron 295 millones de cabezas de aves,
lo cual representó un aumento del 98% respecto a los valores de 1990 y una producción
de 591 mil toneladas de carne. El 98% de la producción se destina al mercado interno,
siendo además necesario recurrir a la importación para satisfacer la demanda local. El
90% de la producción se concentra en las provincias de Buenos Aires y Entre Ríos.
En cuanto a la carne ovina, durante 1996 se produjeron 7.500 toneladas y se faenaron
524 mil cabezas de ovejas, un 58,2% menos que en 1990. El stock de ganado en la
actualidad es de 13,198 millones de cabezas, un 28,4% menor al de 1993.
El consumo de carnes en el mundo se distribuye de la siguiente manera: 41% porcinos,
27% aves, 27% vacunos y 5% ovinos y caprinos. Por su parte, en el patrón de consumo
argentino tiene preponderancia la carne vacuna con un 67% del total consumido de
37. IDIED - Universidad Austral 35
carnes, seguida por las aves con un 24%, los porcinos con solo un 7%, y los ovinos con
un 2%.
En la actualidad en Argentina se consumen 55,7 kg. de carne vacuna por habitante por
año, 6,5 kg. de carne porcina por habitante por año, 3,3 kg. de carne ovina por habitante
por año y 22 kg. de pollo por habitante por año. Si se compara el consumo per cápita de
carne vacuna en Argentina con el de otros países, se observa que el argentino es
sensiblemente superior. Se puede citar como ejemplo la Unión Europea, el Sudeste
Asiático, o Canadá, donde el consumo por habitante por año es de 20 kg., 10 kg. y 35
kg. respectivamente. Por el contrario, el consumo de carne ovina y porcina en Argentina
es muy inferior al consumo de otros países. En cuanto a la carne ovina, Nueva Zelanda
consume 40 kg. por habitante por año, Australia 24 kg. por habitante por año, y
Uruguay 17 kg. por habitante por año. En lo que respecta a la carne porcina, países
como Dinamarca, la República Checa o Bélgica consumen 61 kg., 59,5 kg. y 52,9 kg.
por habitante por año respectivamente.
Sin embargo, en los últimos años se observa una tendencia hacia la disminución del
consumo de carne vacuna en favor del consumo de carne porcina y de aves. En
concreto, el consumo per cápita de carne vacuna en 1996 fue un 22% menor al
registrado en 1990, mientras que el consumo de carne porcina aumentó un 48% respecto
al mismo año, y el de carne aviar fue un 79% superior al consumo de 1991.
Evolución del consumo per cápita de carnes.
0
10
20
30
40
50
60
70
80
90
1980
1981
1982
1983
1984
1985
1986
1987
1988
1989
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
Años
Kg/habitante/año
Ovina
Porcina
Vacuna
Aviar
Fuente: Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación
Exportaciones
Argentina es el quinto exportador de carne vacuna a nivel mundial. Durante 1997 se
exportaron 437 mil toneladas equivalente res con hueso por un valor de U$S FOB 813,5
millones. A pesar de que en dólares las exportaciones fueron superiores a los valores de
1980 y 1990, en toneladas fueron un 6,8% y un 7,8% inferior respectivamente.
38. Innovación en la Agroindustria Santafesina36
Evolución de las exportaciones de carne vacuna. Período 1980-1997.
0
200.000
400.000
600.000
800.000
1.000.000
1.200.000
1980
1981
1982
1983
1984
1985
1986
1987
1988
1989
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
Años
enmilesdeU$SFOB
0
100.000
200.000
300.000
400.000
500.000
600.000
enton.equivalenterescon
hueso
Valor
Toneladas
Fuente: Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación
Los principales destinos fueron Chile, país que recibió el 20% de las exportaciones en
toneladas por un valor de U$S 134 millones, Estados Unidos, el 19% por U$S 122
millones y Alemania el 15% por U$S 218 millones.
Si se dividen las exportaciones en toneladas por tipo se observa la siguiente distribución
para el año 1996: el 25% correspondió a cortes congelados; el 22% a cortes enfriados; el
16% a menudencias; cuartos, corned beef y manufacturas congeladas contaron con el
11% cada uno; las especialidades el 3% y el 1% restante correspondió a las
manufacturas cocidas.
A continuación se detallan los precios de cada tipo de exportación en U$S FOB por
tonelada. El mayor precio de los cortes enfriados se debe a que incluye a los cortes sin
hueso dentro de la Cuota Hilton3
. Sin embargo este precio se viene comportando de
manera descendente, siendo en 1996 un 29,2% inferior a los U$S FOB 6.897 por
tonelada de 1991.
3
La Cuota Hilton es un cupo para la importación, por parte de la Unión Europea, de cortes vacunos de
alta calidad. Para 1997 la cuota fue fijada en 56.600 toneladas peso producto, de la cual Argentina fue
asignada el 49%.
39. IDIED - Universidad Austral 37
Precios promedio para la exportación de carne vacuna. Año
1996.
4.886
3.879
3.498
2.430 2.337
1.365
1.221 1.165
0
500
1.000
1.500
2.000
2.500
3.000
3.500
4.000
4.500
5.000
Cortes
Enfriados
Manufactura
Congelada
Especialidades
Cortes
Congelados
CornedBeef
Manufactura
Cocida
Cuartos
Menudencias
Carne vacuna
enUS$FOBportonelada
Fuente: Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación
En cuanto a las exportaciones de productos porcinos, estas fueron de 2.521 toneladas en
1997, registrando una disminución del 56% respecto al año anterior. El principal destino
fue Bolivia, país que recibió el 79% de las exportaciones, seguido por Uruguay y Brasil
con el 11% y el 4% respectivamente.
Las exportaciones de carne ovina durante 1996 fueron de 1.088 toneladas, lo cual
representó el 14% de la producción.
Perspectivas
Argentina fue declarada en mayo de 1997 “país libre de aftosa con vacunación”. Esta
declaración le posibilita al país comenzar a comercializar sus carnes dentro del circuito
no aftósico, mercado que paga altos precios por productos de alta calidad.
Así mismo, esta declaración posibilitó que Estados Unidos otorgara al país una cuota de
20 mil toneladas de carnes frescas por año. Sin embargo, durante el primer semestre de
1998, el país solo cubrió el 17% de la cuota asignada.
El ingreso al circuito no aftósico brinda al país la posibilidad potencial de incrementar
sus exportaciones de carne bovina. Sería conveniente exportar cortes con valor agregado
con el fin de obtener mayores márgenes de ganancia.
El sector carnes en Santa Fe
40. Innovación en la Agroindustria Santafesina38
Carne bovina
Santa Fe es la tercera provincia con mayor stock de ganado bovino del país. Posee 6,4
millones de cabezas, lo cual representa el 13% del total de ganado existente. Es
precedida por Buenos Aires con 17,7 millones de cabezas y el 35% del total nacional y
por Córdoba, provincia que posee 6,9 millones de cabezas y representa el 14% del total.
Es seguida por las provincias de Entre Ríos y Corrientes con un stock de 4 millones y
3,9 millones respectivamente. Estas cinco provincias poseen en conjunto el 78% del
stock ganadero del país.
En la Provincia de Santa Fe están presente todas las etapas de la producción de carne, a
saber: cría, invernada, faena, procesamiento y distribución. Dentro de la provincia se
encuentran 45 frigoríficos en los que se faena el 20% del total nacional. Sin embargo un
tema que preocupa en la provincia es la sanidad animal. Se considera que el sector
científco-técnico debe dar una estandarización con las condiciones mínimas que debe
reunir el ganado en sanidad, que permita políticas sanitarias coherentes, con objetivos
claros. Con este fin, se introdujo a la producción de carne dentro de las prioridades
provinciales del Plan Plurianual de Ciencia y Tecnología.
La provincia consume el 50% del total de carne vacuna que produce y exporta el resto.
Estas exportaciones representan el 45% del total del país, siendo en 1997 de 194 mil
toneladas y de U$S 362 millones.
Carne porcina
Santa Fe es la tercera provincia productora de porcinos, con una producción de 557 mil
cabezas en 1997. En el sur de la provincia se encuentra entre el 70% y el 80% de las
existencias porcinas y el 20% restante se encuentra en la región central. Las dos
principales provincias productoras son Córdoba y Buenos Aires, con 1.060.000 cabezas
y 861.112 cabezas respectivamente.
La faena se encuentra concentrada en tres provincias. Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba
faenaron durante 1997 el 96,8% del total. De estas provincias Santa Fe es la segunda,
representando el 30,6% de la faena a nivel nacional. La provincia cuenta con 15
frigoríficos habilitados por el SENASA, con una capacidad instalada del 33,3% del total
nacional.
Sin embargo, la producción de porcinos no es suficiente, por lo que varios de los
frigoríficos se encuentran con la necesidad de importar su materia prima desde Brasil.
Carne aviar y ovina
La provincia de Santa Fe no es relevante en cuanto a la producción de carne avícola y
ovina. Posee solo el 0,56% del stock de pollos del país y faena el 3,6% del total
nacional. En cuanto al ganado ovino posee únicamente el 0,67% del stock total.
4.1.3 Sector Aceites
Producción
41. IDIED - Universidad Austral 39
Durante 1997 se produjeron en el país 4,2 millones de toneladas de aceites vegetales. De
este total, 2,18 millones de toneladas correspondieron a la producción de aceite de
girasol, lo cual lo convierte en el principal aceite del país representando el 52% de la
producción nacional de aceites vegetales. La tasa de crecimiento en el período 1990-
1997 para este tipo de aceite fue del 6,2%. En segundo lugar en cuanto a la producción
se encuentra el aceite de soja, del que se produjeron 1,9 millones de toneladas, lo que
representa el 45% de la producción nacional. En conjunto, la producción de estos dos
aceites representa el 97% del total. El 3% restante corresponde a la producción de
aceites de maní, algodón, lino, oliva, cártamo y canola, de los que se produjeron durante
1997, 52,2 mil, 41,9 mil, 15,6 mil, 15 mil, 5,1 mil y 0,2 mil toneladas respectivamente.
Producción nacional de aceites. Año 1997.
girasol
52%
soja
45%
otros
3%
Fuente: Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación
El consumo nacional de aceite de girasol durante 1997 fue de 542 mil toneladas, lo cual
representó el 85% del consumo nacional de aceites comestibles.
Exportaciones
El complejo industrial oleaginoso del país exportó durante 1997 U$S 4.900 millones, lo
cual significó el 19% de las exportaciones totales del país.
El país exporta el 74% de la producción de aceite de girasol y el 100% de la producción
de aceite de soja. Las exportaciones de aceite de girasol fueron durante 1997 un 24%
superiores a las de 1990, y las de aceite de soja un 55%. En cuanto al destino de estos
aceites, Irán, Sudáfrica, Egipto e India concentran más del 50% de los envíos de aceite
de girasol. El principal país receptor de aceite de soja es China, país al que se envía el
40% de las exportaciones totales, seguido por Venezuela con el 16%.
El sector aceites en Santa Fe
Santa Fe es la primera provincia exportadora del complejo oleaginoso y la primera
provincia productora de soja, produciendo en la campaña 97/98 7 millones de toneladas,
lo cual representa el 44% del total nacional.
42. Innovación en la Agroindustria Santafesina40
Santa Fe es la provincia que posee mayor cantidad de plantas aceiteras del país. En la
actualidad existen 18 empresas destinadas a la industrialización de las oleaginosas, las
que representan el 30% de las plantas del país. Esto le permite contar con el 61% de la
capacidad de molienda de todo el territorio nacional, y con el 56% de la capacidad de
almacenaje para granos secos. Durante 1997 se molieron 10,3 millones de toneladas de
semillas oleaginosas. De estas el 87% correspondió a soja y el 11% a girasol.
En cuanto a la producción de aceites comestibles durante 1997, el 77% del total
provincial correspondió a aceite de soja y el 21% a aceite de girasol. El 2% restante se
distribuyó entre aceite de algodón, de lino y de cártamo. La provincia produce el 20%
del total de aceite de girasol, el 85% del aceite de soja, el 90% del aceite de algodón y el
71% del aceite de cártamo.
La producción de aceites fue incorporada por el Consejo Federal de Ciencia y
Tecnología dentro de las prioridades provinciales de Ciencia y Tecnología debido a que
se cree que existen en la provincia las tecnologías necesarias para una producción
sustentable en cantidad y calidad, pero que no se logra su adopción debido a falta de
incentivos económicos y de capacitación de los agentes.
En 1996 la provincia exportó productos de la industria aceitera por un valor de U$S
2.600 millones.
4.1.4 Sector Maquinarias
Ventas
En este sector se encuentran principalmente los tractores y las cosechadoras. Durante
1996, año record en cuanto a ventas, se comercializaron entre ambos 8.996 unidades en
todo el país, de las cuales el 86% correspondió a tractores. El 60% de la demanda de
maquinaria agrícola se encuentra en la región pampeana.
En cuanto a los tractores, las 7.720 unidades vendidas durante 1996 representaron un
incremento del 67,3% respecto a 1995. En 1997 las ventas fueron un 1,5% menor a las
del año anterior. Respecto a las cosechadoras, durante 1996 se comercializaron dentro
del mercado interno 1.276 unidades, de las cuales el aproximadamente el 90%
correspondió a cosechadoras de granos y el 10% restante a cosechadoras de algodón.
Este volumen de ventas representó un incremento del 93% respecto al año anterior pero
solo fue un 14% superior respecto a 1990.
43. IDIED - Universidad Austral 41
Evolución de la venta de tractores y cosechadoras.
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1.000
2.000
3.000
4.000
5.000
6.000
7.000
8.000
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
Años
enunidades
tractores
cosechadoras
Fuente: Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación.
En cuanto a la producción de tractores, durante 1996 se produjeron 5 mil unidades, lo
cual significó un incremento del 96% respecto a la producción del año anterior.
El sector maquinarias en Santa Fe
Santa Fe produce el 35% del parque de maquinarias agrícolas del país. Sin embargo, el
Consejo Federal de Ciencia y Tecnología (COFECyT) considera que la producción
podría aumentar si hubiera una mejor difusión de las tecnologías existentes,
especialmente de las generadas por los organismos públicos. Además sostiene que el
acceso a los resultados de ciertas investigaciones útiles para la industria se obtiene, por
lo general, a un alto costo monetario y en tiempo. Es por estas razones que el COFECyT
decidió incorporar a la industria metalmecánica para el sector agrícola ganadero dentro
de las prioridades provinciales.
En suma, todos los sectores presentados muestran tener una importancia considerable en
la economía nacional y un comportamiento muy dinámico, especialmente durante la
década del 90, a partir de las reformas económicas.
Como se mencionó en la introducción, estos sectores (especialmente un núcleo de
empresas dentro de ellos) pueden considerarse dentro de los “ganadores” del nuevo
modelo económico. Sin embargo, las bases de ese éxito, en Santa Fe y en el resto del
país, deben buscarse en la dotación relativa de recursos del país. Finalmente, Santa Fe,
dentro del conjunto nacional, muestra un marcado sesgo en su economía en cuanto al
peso de dicho sector, lo que la coloca en una posición de liderazgo y marca su clara
especialización productiva.
4.2 LOS ACTORES PÚBLICOS: LAS INSTITUCIONES Y LAS POLÍTICAS CIENTÍFICAS Y
TECNOLÓGICAS.