🦄💫4° SEM32 WORD PLANEACIÓN PROYECTOS DARUKEL 23-24.docx
Proyecto didactico para promover la lectura en la escuela
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INSTITUTO DE ESTUDIOS UNIVERSITARIOS
INCORPORADO A LA SECRETARÍA DE EDUCACIÓN PÚBLICA
MAESTRÍA EN CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN
PROYECTO DIDÁCTICO
LA PROMOCIÓN DE LA LECTURA EN LA ESCUELA
BAJO EL ENFOQUE DE LOS SIETES SABERES NECESARI0S PARA LA EDUCACIÓN
Que presentan:
ELSA CASTRO MONJE
DANTE ELEAZER DÍAZ MIRANDA
ALMA CRISTINA FUENTES CASTAÑÓN
JOSÉ ANTONIO SALMERÓN BELTRÁN
CHILPANCINGO DE LOS BRAVO, GUERRERO, FEBRERO DE 2012
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LA PROMOCIÓN DE LA LECTURA EN LA ESCUELA
BAJO EL ENFOQUE DE LOS SIETES SABERES NECESARI0S PARA LA EDUCACIÓN
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
Durante la vida escolar del estudiante, generalmente se encuentra con la “forzosa”
necesidad de tomar un texto entre sus manos y pasar la vista rápidamente por las
líneas que se encuentran escritas para poder extraer un poco de información y de
esa forma desarrollar una actividad encomendada por su profesor, todo ello con el
afán de obtener una buena nota o acreditar una asignatura, es decir, más que por
gusto, informarse, descubrir o conocer e incluso por distracción, el estudiante lee
por obligación.
En los estudios más recientes realizados por la Organización de las Naciones
Unidas para la Educación, Ciencia y Cultura (UNESCO) referente a la lectura, de
108 países encuestados, México se encuentra situado en la posición número 107,
con un promedio anual de 2.8 libros leídos por habitante, donde los estándares
más elevados se obtienen de un rango de jóvenes de 18 a 22 años. En el mismo
estudio realizado encontramos países como Japón, Canadá y Finlandia con un
promedio arriba de los 47 libros anual por habitante, dato mencionado sólo para
efectuar una comparación y, por qué no, una reflexión acerca del lugar en que nos
encontramos.
Se pretende que en México sus niños, jóvenes y adultos adquieran el hábito de la
lectura, se quiere que en nuestro país se lea más, se busca hacer de México un
país de lectores, pero… ¿De qué manera? ¿Cómo hacer cambiar la mentalidad de
personas que no quieren un libro ni para soporte de la pata de una mesa? ¿Cuál
sería la fórmula adecuada para que el resultado de la palabra leer fuese diferente
a disgusto u obligación?, es realmente complicado. En nuestro país se han
implementado diversos programas para el fomento a la lectura como el
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denominado “para leer de boleto en el metro”, o “diviértete leyendo”, con los que
se busca elevar el promedio de lectura mencionados.
Pero leer no sólo consiste en pasar la mirada por grafías, sino que es un proceso
constructivo que al reconocerse el significado no es propiedad del texto, más bien,
el lector lo construye mediante un proceso de transacción que conforme va
leyendo adquiere un sentido propio de acuerdo a sus conocimientos y
experiencias vividas, en otras palabras, leer es establecer una relación entre texto
y vivencias del sujeto que forma en él un entendimiento mayor por encima de lo
descrito textualmente, por lo que hacer un México lector se vuelve aún más
complicado y “como ya es costumbre” la solución a todos los problemas la
dejamos en manos de la educación.
Aunado a lo anterior, se menciona que para formar un hábito como el de la lectura,
y que éste se encuentre bien cimentado, se debe empezar a practicar a temprana
edad, es decir, en la infancia y/o la primera juventud, motivo por el cual reiteramos
el fin del programa “Diviértete leyendo”, cuya esencia es pasar 20 minutos en
familia disfrutando de una buena lectura haciendo, sobre todo, que los más
pequeños se interesen por los libros y hagan de éstos un vínculo con su
personalidad. De la mano a este programa de fomento a la lectura, con mayor
potencia y convocatoria se encuentra la escuela y el docente comprometido con
su labor escolar que busca originar en sus alumnos el gusto por esta actividad.
Es necesario mencionar que desde nuestras trincheras de batalla educativa,
hemos notado una constante en los alumnos de la Escuela Telesecundaria “Simón
Bolívar”, de la Comunidad de Xochitepec, Municipio de Quechultenango, Guerrero,
constante que en lugar de ir disminuyendo se ha incrementado notablemente,
misma que dificulta en demasía el quehacer educativo, nos referimos a un
problema consistente en que los alumnos no cuentan con el hábito de la lectura,
no comprenden lo que leen, tienen dificultades para leer con fluidez y peor aún,
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otros más no saben leer. Motivos por los cuales nos surge la incógnita que genera
la producción de esta propuesta didáctica para promover la lectura en la escuela.
¿Cómo podemos formar un carácter lector en los alumnos de la Escuela
Telesecundaria “Simón Bolívar” y fomentar en ellos el gusto por la lectura y la
comprensión lectora, durante la segunda mitad del ciclo escolar 2011-2012?
¿Cómo pueden los docentes implementar una forma no obligatoria de la lectura en
sus alumnos pero si consciente?
¿Cómo podemos lograr la creación de una sociedad lectora a través de su
promoción en la escuela?
¿Cómo se puede despertar la curiosidad en los alumnos por la lectura?
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OBJETIVOS
Objetivo General
Fomentar en los alumnos de la Escuela Telesecundaria “Simón Bolívar” el gusto
por la lectura a partir de sus intereses y necesidades para el incremento del nivel
de comprensión lectora por medio de la reflexión de textos,círculos de lectura y
creación de propios escritos durante el ciclo escolar.
Objetivos Particulares
1. Realizar talleres literarios para la creación de textos propios como cuentos,
historietas, reseñas, relatos, entre otros.
2. Conformar círculos de estudiopara el intercambio de los textos creados por
los estudiantes, además de los propios de la biblioteca escolar, para el
fomentodel gusto y hábito por la lectura, promoviendo la comprensión
lectora.
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JUSTIFICACIÓN
Dentro de la educación una de las tareas imprescindibles del alumno es aprender
a leer y a escribir, por ende y en consecuencia a este binomio, una de las tareas
fundamentales del profesor de educación básica es enseñar ese proceso de
manera precisa. Éste, inicia en los primeros años de primaria con la identificación
de grafemas y la vinculación con su respectivo fonema, con el paso de los años el
alumno tiene que apropiarse de un gusto por conocer textos y aún más
importante, de reconocer lo qué éstos dicen para poder compartirlos con sus
pares.
La realización de esta propuesta nace de la necesidad del docente investigador,
comprometido con su labor educativa al percatarse de que sus alumnos presentan
cierta deficiencia en el desarrollo de sus habilidades lectoras, así como de
asimilación y comprensión de lo que se lee, con el fin de encontrar una solución
real a este problema persistente, que año con año en lugar de disminuir se
incrementa.
El desarrollo de un hábito y gusto por la lectura darán como consecuencia el
incremento progresivo de una comprensión lectora, elemento indispensable para
toda persona que desea actuar activamente en esta sociedad en constante
cambio, misma que requiere de un gran progreso de esta construcción mental
para lograr acceder a los textos donde se encuentra la mayor parte de la
información que acontece en el día a día.
En este sentido, es importante predicar con el ejemplo, es decir, que si el docente
quiere formar alumnos lectores, él mismo tiene que propiciar este fenómeno
cognitivo por medio de la lectura, de esta manera se tiende a recordar la época de
antaño donde el papel del profesor era de un intelectual, hombre dedicado a las
letras y al fomento de conciencias libres. Visto desde otra perspectiva, con el
desarrollo de las actividades de este proyecto se busca también hacer resurgir el
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papel noble del profesor que a través del tiempo ha ido en detrimento y lograr que
emerja nuevamente por medio de la lectura, una lectura de artículos y textos
tendientes a mejorar los procesos que se viven en las aulas, entonces
pretendemos que los docentes integren a su práctica un libro no sólo como
recreación, sino para mejorar la propia educación de sus alumnos, consiguiendo
con esto hacer más amena la jornada de trabajo y mejor aún, que sus alumnos
disfruten igual que él de la lectura de textos diversos.
Para finalizar, no hay mejor manera de trasladarnos a lugares inimaginables, de
adquirir nuevos saberes o regresar a tiempos remotos que por medio de la lectura,
si ésta se realiza con gusto, con motivación y con el interés propio, además
hacerse como recreación se desarrollará de mejor manera. Por tanto afirmamos
que el agrado por la lectura es un buen hábito y que tiene que ser fomentado no
sólo por los profesores, sino también por los mismos padres de familia y en
general por todos los actores educativos involucrados en el proceso, para poder
facilitar el progreso y apropiación de habilidades relacionadas con la comprensión
lectora, sin caer en el error de reprobar a los estudiantes en asignaturas como
matemáticas por no saber leer.
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MARCO REFERENCIAL
Paraformalizar nuestra propuesta didáctica consideramos necesario realizar un
marco referencial que nos sirva como base de los antecedentes que sobre el tema
de la lectura existe, por lo tanto, es importante establecerlos a partir de diferentes
enfoques:
Psicológico
Adquisición del lenguaje:El lenguaje es un logro exclusivamente humano. En todas
las partes de la tierra los seres humanos hablan idiomas para comunicar sus
pensamientos. Las 5,500 lenguas que se usan en este planeta comparten
características básicas. En este sentido, mucho antes de que adquieran lenguaje,
los niños ponen atención al habla y muestran prestancia para extraer información
de esta fuente. Así, la mamá y el niño comienzan a comunicarse sin palabras
desde muy temprano, quizá durante la primeras semanas de la vida del bebe. A
medida que el niño presta atención o ignora a la mamá se establece una especie
de diálogo social.
Eric Lenneberg (1967), fue una de los primeros psicólogos que habló sobre un
período crítico para el lenguaje. Por período crítico se entiende un ciclo de tiempo
de relativa duración en el cual la experiencia tiene un impacto de particular
importancia, inigualado antes o después. Lenneberg supone que, para adquirir
lenguaje el cerebro debe ser maduro y flexible en su organización. Si se es muy
joven (dos años o menos) el cerebro carece de la suficiente madurez; si se es muy
viejo (más allá de la pubertad) el cerebro se encuentra organizado. Hasta la
llegada de la pubertad se aprenden nuevas lenguas con relativa rapidez y se habla
sin acento.
Respecto a este tema, hay explicaciones de la adquisición del lenguaje a partir
delas siguientes teorías:
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Teoría del dispositivo de adquisición del lenguaje: Noam Chomsky plantea que las
personas nacen con una maquinaria mental (DAL) que les permite descubrir
reglas para formar oraciones aceptables. A los niños se les concibe como
pequeños científicos que prueban sus hipótesis conforme se les expone a un
lenguaje particular, descartando antiguas y adoptando nuevas cuando es
necesario.Los niños pequeños escuchan un lenguaje muy imperfecto, sin embargo
se construyen una gramática que nos dice lo que constituye una oración bien
estructurada y la forma en que pueden usarse y comprenderse esas oraciones.
Teoría de la solución de problemas: Jerome Bruner (1978), fue uno de los
primeros investigadores en proponer que los infantes aprenden para comunicarse
en un contexto de la solución de problemas mientras interactúan con sus
padres.Casi en cualquier parte del mundo los padres se comunican con habla
infantil (paternal o maternal); semejante forma de comunicarse es lenta, breve,
repetitiva, de entonación alta, exagerada, concentrada en el aquí y ahora, y simple
en sonido, vocabulario, estructura de las oraciones y de significado.
Hay muchas evidencias experimentales para la teoría de la solución de problemas.
Los investigadores encuentran que las habilidades lingüísticas se desarrollan más
rápido si las madres les presentan a los niños oportunidades para participar en la
conversación, los tratan como compañeros en un dialogo y usan oraciones de
acuerdo con sus habilidades actuales.
Teoría del condicionamiento:Skinner afirma que los niños imitan todo el lenguaje
hasta que aprenden lo que significa. La investigación sugiere que los padres
modelan palabras y frases y que los niños los imitan de manera espontánea.
Socio-Cultural
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“Qué triste es ver que la mayoría de los mexicanos conocen más al Ratón
Miguelito que a su historia, tan rica, y sus valores” Fidel Castro.
Sabemos que la lectura forma criterio y eleva el nivel cultural de un país, entonces
¿por qué no lee el mexicano? ¿Será cuestión de educación, falta de recursos
económicos, tiempo o simplemente desidia?
La lectura nos permite aprender de las vivencias de los demás, auto criticarnos,
adquirir más vocabulario, desarrollar la imaginación a través de los diferentes
escenarios a los que nos transporta, crea disciplina mental, desarrolla valores y
fomenta la reflexión. Siempre que se abre un libro se aprende algo, por lo cual, si
la lectura de calidad se vuelve parte de nuestros hábitos, el nivel cultural en
México subiría. Como afirmó Confucio: “El éxito depende de la preparación previa,
sin la preparación no habrá éxito”.
En México se vende anualmente un libro por habitante, de los cuales el 30% son
libros de texto de secundaria y el resto de lo que se vende desde la industria
editorial en buena medida, se destina a bibliotecas que nadie conoce.
Según Lorenzo Gómez Morín Fuentes, subsecretario de Educación Pública del 15
de enero de 2001al 30 de septiembre de 2006, no existe un diagnóstico preciso
sobre la lectura en México, por lo cual no se conoce a detalle qué leen los
mexicanos adultos. “Se cree que una persona lee como máximo un libro y medio
al año, en promedio”.En cuanto a las preferencias de los jóvenes de entre 15 y 16
años, de acuerdo con el último reporte del Programmefor International
StudentAssessment (Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes
IPSA), de la Organización para la Cooperación y del Desarrollo Económico
(OCDE). Los resultados no son nada alentadores, se encuestaron a 1,500 jóvenes
inscritos en secundaria o bachillerato, a través de preguntas de opción múltiple,
previo análisis de situaciones de la vida real plasmadas en textos breves a fin de
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medir su comprensión a la lectura y uso de conceptos. México obtuvo el penúltimo
lugar con 422 puntos, seguido por Brasil con 396, contra el primer lugar de
Finlandia, con 546 puntos. Con esto queda demostrado que no sólo no se
acostumbra leer en México, sino que lo poco que se lee no se comprende.
Los libros, periódicos y revistas son un medio para transmitir la cultura, y el ritmo
acelerado de vida limita nuestro tiempo y transforma nuestra actitud hacia la
lectura, ocasionando que los escasos lectores de placer que tenemos disminuyan
poco a poco. Así, la lectura pragmática tiende a desaparecer y se sustituye por la
radio o la televisión. Dichos medios tienen la ventaja de proporcionarnos
información mientras hacemos otras actividades, como por ejemplo correr y
escuchar las noticias matutinas. Ventaja que resulta muy práctica en nuestros
días.
En el año 2000, el ex presidente de la República Mexicana, Ernesto Zedillo Ponce
de León, intentó impulsar el tema mediante la Ley de Fomento para la Lectura y el
Libro, cuyos objetivos fueron fomentar la lectura y promover la producción y
distribución de libros mexicanos. Sin embargo, esta ley tuvo poca o nada de
difusión y mucho menos seguimiento por parte del Gobierno, ya que son mínimas
las acciones concretas alrededor de ella, y las pocas actividades que se llevan a
cabo no se conocen, pues se realizan sólo para el minúsculo número de lectores
mexicanos.
En 2001 México avanzó apenas un 6.18% en cuanto a edición de nuevos títulos y
20.88% en el indicador de ejemplares. Estas cifras son realmente desalentadoras.
El Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA), encabezado por el
Director General de Publicaciones, Felipe Garrido, presentó el Programa de
fomento de la lectura y el libro 2001-2006, el cual a su vez forma parte del
Programa Nacional de Cultura de la actual administración federal. Su objetivo es
hacer de México un país de lectores.
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En combinación con la Asociación de Libreros del país, se pretende promover la
apertura de más librerías, toda vez que en la actualidad, la totalidad de librerías en
la República Mexicana (con casi 2 millones de kilómetros cuadrados) suma
apenas 400 establecimientos, lo que es escandalosamente bajo, representando
una librería por cada 250 mil habitantes. Parece ser que la sola ciudad de
Barcelona, España, tiene más librerías que México entero.
En 2003, México invirtió aproximadamente 5% de su PIB en educación, cuando en
1980 dedicaba el 3.1% (un incremento de 61%). Esta cifra se acerca a lo
recomendado por la UNESCO (6% del PIB). Aunque en la actualidad México
invierte más que Corea del Sur en educación (4.1%), sus resultados son inferiores.
El problema no es gastar más, sino mejor.Lo cierto es que los libros siguen
estando lejos del alcance de la mayoría de la población. Según la Cámara
Nacional de la Industria Editorial, en 2004 un libro en promedio costaba 49 pesos,
equivalente al 4% aproximadamente del salario mínimo general. Sobre esto, el
escritor Ali Chumacera comentó: “Y la pobreza es cada día peor y las clases bajas
son cada día más amplias y con menos posibilidad de adquirir un libro, que es un
objeto muy caro. Hay más gente que lee, pero es menor la gente que lee que el
crecimiento de la población”. Escasos han sido los esfuerzos de ediciones de
libros de calidad, baratos y con compañas publicitarias de mucha difusión.
Por otro lado, la gente con poder adquisitivo para comprar libros en realidad lee
poco, porque está más interesada en hacer dinero que en leer. Los estudiantes,
por su parte, prefieren resolver asuntos académicos o amorosos, y aquellos que,
en su lucha por sobrevivir, prefieren en sus tiempos libres una ocupación menos
cansada intelectualmente hablando, como ver televisión o jugar video juegos. No
existe equilibrio ni la sana costumbre de leer. Un sencillo ejemplo lo vemos en el
supermercado: las personas ni siquiera leen las etiquetas de los productos que
compran a fin de decidir qué es lo mejor para su familia.
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Hay mucho que hacer como país para volver a fomentar el hábito de la buena
lectura, ya que en la década de los años 30 teníamos la industria más importante
en lengua española y actualmente nuestro país lee muy poco. El reto es atraer a
nuevos lectores y persuadirlos de la riqueza de la lectura. Entre algunas de las
acciones concretas que debemos hacer, se encuentran: educar al mexicano sobre
el tema; enseñar a nuestros niños a aprender leyendo, no solo a leer; crear más
bibliotecas públicas de calidad, impulsar ferias de libro y círculos de lectores, más
librerías, editar mejores títulos a precios accesibles, abrir salas públicas de lectura
y bibliotecas digitales, además de ofrecer mayor incentivo fiscal en este rubro.
La lectura debe fomentarse en la casa y desde la infancia. Para ello es necesario
que los padres sean lectores activos y prediquen con el ejemplo. La lectura debe
empezar como un juego para los niños para que finalmente se vuelva un hábito,
con lo cual reducir sustancialmente el tiempo que pasan frente a la televisión o
computadora. La lectura es un deleite para todos los sentidos que no puede
conocerse si no se experimenta, y si no se fomenta desde la niñez será más difícil
desarrollarlo en los adultos, ¡y menos si se percibe como una práctica impuesta en
la escuela!
Como adulto, adquirir la costumbre de leer no es fácil, pero puede desarrollarse
con el tiempo. El primer paso es definir qué tema (s) me interesan y apasionan,
para después seleccionar entre los títulos de la librería el que en contenido me
satisfaga más esa sed por aprender. Juan Jacobo Rousseau dijo “que no podía
comprender que un libro sea bueno si no consigue hacer mejores a sus lectores”.
Un ejemplo de algo atractivo para la sociedad en general es la Biblia, uno los
libros más leídos históricamente.
Si bien la motivación a la lectura es intrínseca, el Gobierno a través de la
Secretaría de Educación Pública es promotor importante de la buena lectura, al
igual que los padres de familia, los catedráticos, los medios de comunicación, las
instituciones educativas a todos niveles y los buenos lectores. Aunque no es
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sencillo, mientras se difundan las bondades de la lectura, irá disminuyendo la
indiferencia de la población. De esta manera, gracias al criterio que forma la
lectura podrá haber mejores ciudadanos que construyan un México mejor.
Comencemos por hacer de la lectura parte de nuestra rutina diaria, con algo
atractivo y sencillo, ya que mientras persista el desinterés por la lectura en México
no podremos formar las bases para un país primer mundista.
Enfoque Político
En los programas educativos y culturales de los últimos diez años en México (todo
lo que va del siglo XXI; el período, hasta hoy, de las administraciones del Partido
Acción Nacional), el “problema de la lectura” ha sido, al igual que en los gobiernos
emanados del Partido Revolucionario Institucional, más una bandera política que
una verdadera preocupación social y cultural.Pero, en el caso de los gobiernos
panistas, de lo que hablamos es de una década perdida para el cambio educativo
y el desarrollo cultural de México. La alternancia en el poder creó expectativas
ilusorias: expectativas que no debieron ser tales o, al menos, no tan optimistas si
se hubiera partido de un análisis real de lo que han significado, y significan, en
todo el mundo los gobiernos de derechas.
A final de cuentas, el PRI y el PAN han sido protagonistas de una renacida, y
recargada, película tragicómica: Uno miente, el otro engaña, y todo acaba en una
disparatada confusión de identidades.Pero hay algo más obvio. La derecha nunca
ha apreciado la cultura escrita e impresa como un medio de emancipación. Antes
por el contrario, le preocupa que esta cultura propicie esa emancipación que va
siempre aparejada al cuestionamiento del autoritarismo y a la crítica del poder. La
derecha ha estado siempre más cerca del dogma y de la censura que del
conocimiento y la libertad.
En el tema de la cultura escrita (ya sea impresa o digital), los gobiernos, en
general, pero especialmente los dos últimos en México, asumen que la lectura
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delibros tiene como fin básico “estudiar” y “pasar exámenes” para sacar carreras y
hacer currículos que conduzcan al “éxito” (cualquier cosa que se quiera decir con
esto). Creen que la lectura es un asunto exclusivamente instrumental y
escolarizado, y no la ven como un bien intangible que desarrolla el humanismo y
favorece la autonomía, el espíritu crítico y la recreación de sentido a partir de las
ideas que encierran los libros.
Si bien los gobiernos del PRI tuvieron la misma concepción utilitaria de la lectura,
la verdad es que sus programas dejaban escapar, en su desfallecido ejercicio del
control cultural (puesto que la cultura les importaba un bledo), esa posibilidad de la
lectura gratuita o de la gratuidad de la lectura y, en general, de la cultura, todo eso
que la visión y la misión autoritarias de la derecha (ya sea seglar o clerical)
obstaculizan o, por lo menos, no favorecen ni fomentan porque contradice sus
dogmas ideológicos.
La lectura como un acto no utilitario, soberano y al margen de las evaluaciones
escolares, más bien le preocupa a este tipo de gobiernos, y la lectura como un
ejercicio formativo de autonomía ciudadana le alarma especialmente.Para los
gobiernos, en general, pero en particular para los gobiernos de derechas, el valor
de la lectura está asociado siempre al currículo escolar y al prestigio profesional.
La lectura sin recompensa curricular se torna sospechosa: cosa de vagos y
hedonistas, probablemente de contestatarios y seguramente de inconformes.
Si comparamos cómo estábamos hace diez años y cómo estamos hoy en la
cultura nacional, veremos que algo también puede ser nada, puesto que algo se
ha hecho. En la comparación, los panistas ni siquiera pintan, pues con mucho fue
más lo que, sin entusiasmo ni propósito, los gobiernos priistas “dejaron pasar”, que
lo que los panistas hicieron, o quisieron hacer, para convencernos de que la
cultura formaba parte importante de sus preocupaciones. Y no porque los priistas
hayan sido más cultos, sino porque eran más políticos y sabían de este oficio un
principio elemental: el político gana más cuando pierde (o cuando cede al
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ciudadano) un poco de su poder, que cuando todo lo constriñe al despotismo de
su ideología. No pierde gran cosa y sí gana, en cambio, fama de liberal y hasta
cierta popularidad. Una cosa es que fueran calculadores, y hasta cínicos, y otra
muy distinta es que hayan sido tontos.
Los gobiernos del PAN, en cambio, no acostumbrados a gobernar, creen que su
“idolatría” debe asumirse, e imponerse, como religión, y en ello se empeñan, a
grado tal que hasta se enorgullecen de su analfabetismo no ya sólo funcional sino
también ético, educativo, cultural, artístico, etcétera. En este caso, el ex presidente
Vicente Fox, por ejemplo, se vanagloriaba no de leer libros, sino de leer nubes:
seguramente no más de 2.9 nubes al año. Todo un récord para un lector de nubes
que siempre estuvo ocioso en los nimbos, cirros y cúmulos y que jamás bajó a la
realidad de este país en ruinas. Se fue como llegó. Sólo una cosa cumplió: seis
años.
Como la leyenda urbana decía que en México se leía medio libro al año por
persona y luego se supo que el índice de lectura es de 2.9 libros per cápita anual
según la Encuesta Nacional de Lectura que encargó el Conaculta y que publicó en
2006, tanto el gobierno de Vicente Fox como el de Felipe Calderón se abocaron, a
través de la Secretaría de Educación Pública, a componer y, por supuesto,
“mejorar” las estadísticas. Así, de “Hacia un país de lectores” se pasó a “México
lee”: dos programas que se diferencian muy poco entre sí, porque están diseñados
con el mismo propósito de atacar lo cuantitativo. La derecha no entiende que la
lectura no es sólo un asunto de números. Pero, si de números habláramos, es
obvio que el índice de lectura no puede estar mejor que el salario mínimo o los
niveles de inseguridad, desempleo y criminalidad.
Lo más reciente que se les ha ocurrido es trasladar la obligación de leer a los
hogares y que los padres lleven la cuenta de las palabras que sus hijos leen por
minuto, según la tipología establecida en un documento sin pies ni cabeza
(Estándares Nacionales de Habilidad Lectora) que, desde sus primeras
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líneas,revela que fue redactado por alguien que escribe mal porque lee mal:
“Mamás y papás, fomentar la lectura en casa mejora la educación de sus hijos.”
¿Qué tipo de oración es ésta? ¿Puede alguien que redacta así ayudar a
comprender la lectura?
Hace más de medio siglo, A. S. Neill (autor del clásico de la
pedagogía Summerhill) afirmó que la lectura “temprana” y “rápida” es un
fetichismo “educativo” de quienes no tienen mucha idea del desarrollo normal de
los niños: ni se pueden adelantar etapas, ni se puede ir más rápido nada más
porque así convenga al sistema educativo.
Es la misma opinión de Michael Duane, en Educación por la democracia (1970),
sostiene lo contrario de lo que, por décadas, ha venido alentando el Estado
mexicano como políticas educativas y culturales: “La solución, para que el
alfabetismo sea universal, no son mejores técnicas para enseñar a leer ni mejorar
los métodos de adiestramiento de los maestros, sino los cambios sociales que
causarán el efecto de hacer que la lectura sea tan esencial para la vida normal de
toda la gente como lo es en la actualidad para las clases medias”.En otras
palabras, no es la lectura la que conduce, casi abstractamente, a la mejoría social,
sino ésta (en todas sus vertientes: económica, productiva, educativa, artística,
etcétera) la que conduce a la necesidad de la lectura como uno de los elementos
esenciales que fortalecen precisamente esa mejoría social.
El 12 de diciembre de 2010, en Proceso, Marta Lamas señaló lo pertinente: “La
capacidad para leer no se mide por la rapidez con que enunciamos las palabras,
sino que se adquiere a medida que se ejercitan las habilidades de percepción y
cognición. Como la lectura es una actividad de producción de sentido, y no un
concurso de carreras, lo importante no es la velocidad, sino usar la cabeza”. Pero
“usar la cabeza” no es cosa que se les dé muy seguido a quienes preparan y
diseñan estos programas que están hechos únicamente con lo que Dios les da a
entender. En el asunto de la lectura, el sistema educativo mexicano está más
cerca de los charlatanes que venden humo y velocidad (¡cien páginas en ocho
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minutos!) que de los pensadores y científicos (Neill, Bettelheim, Piaget, Vigotsky,
Chomsky, etcétera) que recomiendan un ejercicio formativo, intelectual y espiritual
que no se reduzca a la creación de hábitos.
La cultura exprés, memorística, cuantitativa y epidérmica, es lo que caracteriza a
una ideología educativa que no enseña a pensar ni mucho menos a cuestionar,
sino a memorizar y a repetir, para competir, en la arena del egoísmo, y del
egotismo, por falsas y ridículas supremacías, incluido, por supuesto, el
“deshonroso” índice de lectura.
Enfoque Pedagógico
Tempo Giardinelli, en su libro Volver a leer nos ofrece una excelente definición de
Pedagogía de la Lectura. Dice lo siguiente: “Consiste en el estudio de las
actitudes, habilidades, prácticas y estrategias de lectura de una sociedad
determinada. Incluye el análisis de usos y costumbres en los modos de lectura, la
investigación y las propuestas tendientes al desarrollo de una sociedad de
lectores, y se apoya en los mediadores de lectura, que son aquellos que actúan
profesionalmente en el campo de la educación (docentes y bibliotecarios) y
también los familiares, que son los primeros y más cercanos inductores de lectura
de toda persona.
Pero fundamentalmente, y este es el objetivo primero y principal de la pedagogía
de la lectura, lo que se busca es sembrar la semilla del deseo de leer y estimular
todas las posibles prácticas lectoras. Procura que todas las personas lean y se
orienta a fortalecer los hábitos lectores de las personas que ya leen, y a brindarles
ideas y estrategias para que ellas mismas ayuden a que más personas quieran
leer. En este contexto, son claves palabras como: actitudes, habilidades, prácticas
y estrategias, ellas se presentan como palabras mayores, ya que precisan campos
del conocimiento que todo docente debe manejar con total dominio, tanto en la
conceptuación teórica como en su práctica experiencial.
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Igualmente, las voces: análisis, investigación y propuestas, centran la atención en
la personalidad profesional crítica y reflexiva que debe caracterizar al docente, es
decir, que el accionar de su labor exprese un buen uso de los niveles altos del
dominio intelectual, aunados a una capacidad creativa comprometida
solidariamente con los retos educativo-sociales y con la urgencia de dar
respuestas efectivas para ellos. Por lo tanto, apoyo, mediadores, bibliotecarios,
padres de familia, constituyen también expresiones que ubican al docente como
un eje mediador central en todo campo de trabajo de pedagogía de la lectura,
fundamentalmente en las relaciones humanas de primerísima importancia:
docente-docentes, docente-bibliotecarios, docente-alumnos, dentro de la escuela;
docente-padres de familia, docente-comunidad, más allá de ella.
Esto significa que el docente, debe ser un profesional pedagogo, buen lector. Es la
única manera de saber qué se siente siendo lector, qué es la pasión por la lectura,
qué es enriquecerse a través de ella, qué es manejar un vocabulario amplio y
preciso, qué es sentir placer, amor y ganas de leer, cuáles son las ventajas que va
dando la lectura, qué pasa en el pensamiento, en la memoria, en el
comportamiento, en los sentimientos, en la autorreflexión, en las convicciones
cuando se lee y cuando orienta la lectura de los demás, debe saber cómo lee, qué
estrategias utiliza al leer y cuál es la efectividad en su uso.
Una personalidad lectora en el docente se traduce en la amplitud de sus
conocimientos, criterios y conducta; en tener a la mano recursos para la
complementación de los temas que desarrolla con sus alumnos, recursos
convincentes, refrescantes, interesantes, novedosos. Ser un exponente pedagogo
lector hace de un docente, un maestro que es capaz de contagiar el placer de leer
a sus alumnos, y a través de ellos, a sus padres.
La no lectura en una sociedad humana, hace al ser menos humano pues la lectura
moviliza en cada persona todas sus instancias intelectuales, afectivas y
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espirituales. La no lectura las anula y detiene la marcha de una sociedad hacia su
desarrollo y realización democrática, ciudadana, cultural y ética. Pero una
Pedagogía de la Lectura debe ser reclamada clamorosamente por todos y,
especialmente, por los docentes. Se debe abogar por una pedagogía que no se
refiera sólo a la formación en las aulas o centros universitarios para alumnos y
docentes, sino que sea una meta social y universal que esté presente en los
espacios abiertos y múltiples de toda comunidad.
Se debe luchar con las armas más nobles hasta que en nuestro país se respire
una pedagogía lectora popular, masiva, pero muy celosa de su calidad y de su
respeto a los derechos de toda persona. Por eso, a los docentes nos toca ser
líderes en este campo, pues, esencialmente, es nuestro verdadero campo de
acción y nuestro verdadero ideal profesional.
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PROPUESTA DIDÁCTICA
En vista de las características de la situación descrita, se han buscado
implementar actividades que en conjunto escuela, docentes, alumnos y padres de
familia, pongan en práctica para fomentar el gusto por la lectura. De igual manera,
bajo los fundamentos de Edgar Morín y sus siete saberes necesarios para la
educación del futuro, se han planteado actividades propuestas con el fin de contar
con un sustento teórico en la aplicación práctica de esta propuesta educativa.
Al relacionar lo que plantea Morín y nuestra propia propuesta didáctica
encontramos que:
1. Cegueras del conocimiento: intenta a través de la incertidumbre racional
demostrar los errores mentales, intelectuales y de la razón. Actividades
como las inferencias en textos e imágenes serían de gran apoyo, así como
la lectura colectiva por etapas y análisis de textos.
2. Los principios de un conocimiento pertinente: se considera desde aspectos
invisibles: contexto, lo global, lo multidimensional, lo complejo. El indagar en
novelas, cuentos, relatos históricos, nos dan el escenario perfecto para el
desarrollo de este saber, así como ese tipo de textos son aquellos de los
que gustan más los jóvenes para iniciar la difusión de la lectura.
3. Enseñar la condición humana: recupera la esencia misma del ser, da
cabida a la reflexión en lo que hoy se conoce como la lectura.
4. Enseñar la identidad terrenal: se busca cultivar un sujeto sensible a la
solidaridad y la responsabilidad a través de la lectura y con conocimiento
específico para diseñar un proyecto de vida.
5. Enfrentar las incertidumbres: pretende implementar estrategias adecuadas
a las necesidades de los estudiantes para la promoción de la lectura, a
través de la realización de textos narrativos donde se reflejen sus
opiniones, así como sus conocimientos, en virtud de aprender a hacer
frente a incertidumbre y aspectos no planeados.
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6. Enseñar la comprensión: intenta acercar al individuo hacía la comprensión
de los textos que lee y las necesidades que expresa la otra persona en los
textos escritos, así como el acercamiento a los valores proyectados y
logrando ponerse en el lugar del propio personaje.
7. La ética del género humano: introduce en la lectura placentera a través del
aprendizaje de la democracia entendiendo que ésta nos brinda libertad
individual y responsabilidad, haciéndonos ciudadanos y personas jurídicas y
solidarias con nuestra sociedad, además del acercamiento a los valores
universales e individuales.
Siguiendo en esta línea, y con los argumentos ya dichos, presentamos nuestra
propuesta didáctica a fin de promover la cultura de la lectura, los valores
individuales y comunitarios además del acercamiento entre docentes, alumnos y
padres de familia:
Propuesta didáctica
“Implementar talleres literarios para la creación de textos y círculos de estudio
para su análisis y difusión”
Solución
Para tratar el fenómeno de la no lectura, no hay mejor arma que la lectura, lograr
que los alumnos adquieran el gusto por leer sólo se puede conseguir propiciando
en el contexto la expansión de los libros de su interés, dar tiempo para que
compartan sus experiencias adquiridas a través de la lectura e interpretando
aquello que tienen a su alrededor.
Adoptar un libro, leerlo y compartirlo en casa con sus familiares para descubrir
nuevos mundos, comparar lo que dicen los textos con las vivencias de aquellos
que interaccionan en casa, puede forjar en los alumnos un mayor desarrollo de su
comprensión lectora; mejor aún el llevar escritos a su hogar y compartirlos con la
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familia da apertura a momentos placenteros de interacción y acercamiento, con lo
cual se crea un gusto por la lectura.
En los círculos escolares de lectura, el desarrollo continuo de los textos entre
pares nos proyecta a momentos plenos de reflexión, que por medio del debate y la
confrontación de ideas dan partida al análisis de pensamientos distintos al propio;
el gusto por conocer lo que piensan los demás hace que por medio de la lectura
se fomente el hábito de este ejercicio en el alumno.
Objetivo que queremos
Como se mencionó anteriormente, en este proyecto lo que se pretende es que los
alumnos de la Escuela Telesecundaria “Simón Bolívar” adquieran un gusto por
relacionarse con los libros y aprendan a interpretar lo que en ellos se plasma, de
esta manera y de forma progresiva desarrollen la habilidad de síntesis, es decir,
una comprensión de lo que leen, puedan empatarlo con sus experiencias y
relacionarlo con su entorno. Desde luego esto será a partir de la propuesta ya
descrita de los talleres literarios y círculos de estudio.
Actividades
Campaña para el fomento de la lectura.
Planeación del taller de lectura.
Elaboración de reseñas, cuentos, historietas, síntesis, entre otros.
Círculos de lectura.
Lectura guiada de textos diversos.
Cuéntame que leíste.
Adopta un libro.
Exposición de cuadros de lectura.
Debates a partir de un texto.
Evaluación de la propuesta.
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CRONOGRAMA DE ACTIVIDADES
ACTIVIDAD FEBRERO MARZO ABRIL MAYO JUNIO
Campaña para el fomento
de la lectura.
Planeación del taller de
lectura.
Elaboración de reseñas,
cuentos, historietas,
síntesis, entre otros.
Círculos de lectura.
Lectura guiada de textos
diversos.
Cuéntame que leíste.
Adopta un libro.
Exposición de cuadros de
lectura.
Debates a partir de un
texto.
Evaluación de la
propuesta.
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Material didáctico usado
Cuentos
Carteles
Libros
Hojas blancas
Revistas
Papel bond
Plumones
Lápiz
Pegamento
Hojas de colores
Crayolas
Comentarios finales
Es necesario que los actores educativos, familiares y sociales pongamos atención
a esta cuestión de la promoción y desarrollo de la lectura, porque somos nosotros
los que podemos propiciar que todos y cada uno de nuestros alumnos desarrollen
la habilidad y hábito de, comprender, reflexionar y emitir juicios cuando se requiera
de esto.Quizá es un proyecto muy ambicioso, pero consideramos que es muy
accesible para que los profesores lo llevemos a cabo en nuestra práctica docente
y en nuestra vida diaria. En la medida en que lo apliquemos propiciaremos que
nuestros alumnos puedan adquirir la habilidad y el hábito de leer, además de
comprender, reflexionar y analizar lo que leen y ser capaces de ampliar un
pensamiento crítico, que es el que les da la oportunidad de tener un pensamiento
libre y autónomo, todo esto con la intención de que lo lleven en todas las etapas
de su vida y no esperar hasta que lleguen a un nivel de educación superior para
hacerlo.
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Es necesario entonces, empezar hacer algo para cambiar aquellas situaciones
que entorpecen y dificultan el óptimo desempeño intelectual de nuestros niños,
pero está en nosotros como profesionales de la educación ayudarles a tener una
educación completa para que lleguen a ser no sólo exitosos, sino mejores
ciudadanos y seres humanos.
En síntesis, debemos pensar en la lectura como un proceso cognitivo, lo que
significa reconocer que estas habilidades exigen del sujeto un compromiso de sus
facultades intelectuales más complejas, desde la clasificación, la jerarquización, la
comparación, el análisis, la síntesis, la predicción y la inferencia entre otras. Leer y
pensar no son dos procesos diferentes, imposible sería asumir la lectura sin un
compromiso serio del pensamiento, es precisamente fruto de la actividad cognitiva
como se construyen los múltiples significados de un texto.
Entonces, el acto de leer implica una predisposición a hacerlo. No admite
imposición, y el estado anímicodel lector incluirá en el tipo de lectura a escoger. Es
una necesidad. Por lo tanto para lograr aprendizajes significativos tienen que
darse las siguientes condiciones:
1. Los nuevos materiales que van a ser aprendidos deben ser potencialmente
significativos, esdecir suficientemente sustantivos y no arbitrarios para
poder ser relacionados con lasrelevantes que poseen los estudiantes.
2. La estructura cognoscitiva previa de los alumnos deben poseer las
necesarias ideas relevantespara que puedan ser relacionadas con los
nuevos conocimientos.
3. Los alumnos deben manifestar una disposición significativa hacia el
aprendizaje, lo queplantea la exigencia de una actitud activa y la
importancia de los factores de atención ymotivación.
4. El aprendizaje significativo se produce a través de la interacción entre la
nueva información ylas ideas relevantes y existentes en la estructura
cognoscitiva dela persona.
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FICHA DE EVALUACIÓN
DIDÁCTICA DE NIVEL SUPERIOR
DOCENTE: Karina Victoria Alberca Montenegro
INTEGRANTES DEL EQUIPO
EVALUACIÓN
Elsa Castro Monje
10
Alma Cristina Fuentes Castañón
10
José Antonio Salmerón Beltrán
10
Dante Eleazer Díaz Miranda
10
FIRMA DEL DOCENTE
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FUENTES DE CONSULTA
Davidoff, L. (2003) Introducción a la Psicología, México, Ed. Tercera Edición. Edit.
Mc. Graw Hill.
Papalia, D. E., Psicología. México, Duodécima Edición. Edit. Mc. Graw Hill, 1987.
Consultas Realizadas en Páginas WEB.
Altamirano, Ávila Lucero (2011) “¿Porque los niños y jóvenes mexicanos no
leen?”. Consultado en: http://www.elperiodicodetlaxcala.com.mx.
Delgado, Carrillo Mario (2011) Boletín 052 la Secretaria de Educación
Fomenta la lectura con el apoyo de los comités vecinales. Consultado en:
http://es-la.facebook.com/note.php?note_id=156320757761749
Zárate, León Graciela (2007) Por una Pedagogía de la lectura como pilar y
fortaleza de la docencia y de la sociedad. Consultado en:
http://gracielazarateleon.blogspot.com/2007/08/por-una-pedagoga-de-la-
lectura-como.html