2. Ex 3,1-10
Ex. 34,1-10
La Misericordia de Dios no es
un enunciado especulativo
sino una experiencia
concreta y continua, la auto-
revelación histórica
liberadora de Dios en la vida
de su pueblo. Es una lucha
desigual entre nuestra
traición y su Amor, que sigue
rompiendo todas las
cadenas.
3. Os 11,1-9
Jon 4,1-11
Dios no encaja en ningún
esquema pues su amor y
perdón superan lo
impensable. Su Proyecto
social coloca en primer lugar
a las personas y no las
estructuras de poder. La
Misericordia es el atributo del
Dios de Israel que lo hace
diferente a cualquier otro dios
o ídolo y se traduce en
filiación divina y hermandad
entre nosotros.
4. Sal 50
Sal 136
los sentimientos profundos
de los Salmos se
personifican en los ánawin
(pobres de Yavhé): hombres
y mujeres sencillos y
socialmente marginados pero
que depositan toda su
esperanza en la Misericordia
de Dios
5. Lc 4,14-21
Mt 9,1-36
Es imposible balbucear
siquiera la profundidad de la
Misericordia de Dios
manifestada en Cristo Jesús.
Resulta mejor colocarse
delante de su Rostro y
dejarse mirar por su ternura.
No es una mirada de
condena sino de redención.
Una mirada tal que logra lo
que nada ni nadie había
logrado: que también
nosotros levantemos la
cabeza para mirar a Dios sin
miedo.
6. Lc 10,25-37
Lc 16,19-31
Jesús afirma que la
misericordia no es solo el
obrar del Padre, sino que ella
se convierte en el criterio
para saber quiénes son
realmente sus verdaderos
hijos. Así entonces, estamos
llamados a vivir de
misericordia, porque a
nosotros en primer lugar se
nos ha aplicado misericordia.
7. Fil 2,5-11
1 Jn 4,7-21
La Misericordia para ser
auténtica se hace misión,
porque no existe otro medio
para reconocer a Cristo
Resucitado entre nosotros
que el compartir el pan, partir
nuestra vida con los
necesitados. Porque donde
no hay lugar para los pobres
tampoco hay lugar para Dios.
La misericordia es la buena
noticia que hoy más necesita
el mundo… su sed más
enorme.