El documento enseña que el budismo no afirma ni niega la existencia de Dios, sino que enseña que independientemente de la existencia de Dios, cada persona debe hacer el trabajo espiritual necesario para liberarse del sufrimiento. Nadie más que uno mismo puede lograr la liberación. El documento también advierte que creer o no creer en Dios no debe ser una excusa para no hacer el trabajo espiritual requerido.