Este documento presenta un libro que ofrece enseñanzas espirituales sencillas para ayudar a las personas a desarrollar una vida espiritual y resolver sus problemas. El libro propone 21 días de ejercicios y reflexiones para que el lector comprenda la causa fundamental de los problemas en la vida, la inconsciencia existencial, y la solución, el despertar de la conciencia. El objetivo es iluminar al lector para que cambie su vida y disfrute de una realidad donde pueda apreciar quién es realmente.
8. 7
Índice
PRÓLOGO 9
INTRODUCCIÓN 13
LA SOLUCIÓN A LA VIDA 47
21 DÍAS DE CAMBIO 71
Día 1. Caminar 74
Día 2. Guarda Silencio 77
Día 3. Escucha 79
Día 4. Observa 82
Día 5. Busca lo Bueno en los Demás 85
Día 6. Buscar lo Bueno en Ti Mismo 88
Día 7. Aceptar a Dios 91
Día 8. No Sufrir 94
Día 9. Perdónate 97
Día 10. Perdonar a los Demás 100
Día 11. Dejar Ir 104
Día 12. Cree en Ti 107
Día 13. Pensar en lo que Quiero (Desear) 110
Día 14. Dejar a Dios Actuar 114
Día 15. Dar Gracias (Apreciar) 117
9. 8
Día 16. Apreciar el Mundo 120
Día 17. Amar 123
Día 18. Amar Otra Vez (Perseverar) 126
Día 19. Estar en Vacío y en Paz 129
Día 20. Libérate 132
Día 21. Voltea tu Atención 135
CONCLUSIÓN: YO SOY 139
EPÍLOGO 157
12. 11
Olvida todo lo que crees saber y lo que te han dicho. Incluso olvida lo
que tú mismo te dices. Olvida la voz dentro de ti, olvida tus emociones.
Olvida como llegaste hasta dónde estás, y hacia donde llegarás. Olvida
las preguntas y las soluciones, olvida tus apegos y tus frustraciones.
Cierra tus ojos y déjate envolver en la nada, en el silencio. No hay ideas,
palabras ni sentimientos. Sólo paz. Ahora abre los ojos y ve todo. Ya no
son tus ojos, ni tus manos, ni tu cuerpo ni tu nombre ni tu persona.
Ahora eres algo más allá de eso. Eres la consciencia, y acabas de
despertar.
¿Cuántas vidas tienen que pasar para que despiertes? Ninguna más,
estoy despierto y amo la vida. Nada más.
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La historia de una vida moderna
Roberto. 32 años. Estados Unidos.
“Despierto en la mañana sin ánimo de vivir, sin ganas de ir al trabajo.
Lo odio tanto que sólo espero al fin de semana para descansar de mi
pesadilla. Sigo mi rutina de todos los días: me baño, visto, preparo mi
lunch y mi desayuno, dejo mi casa. Tomo el mismo camino al trabajo, la
ruta de 15 minutos para llegar. En ocasiones me paso el semáforo y
llego en 10 minutos. Entro al mismo edificio que he visto por 7 años,
con sus paredes grises sin vida, altas como murallas y con ventanas con
vista a una pared. Quisiera tener una ventana en mi cubículo sólo para
respirar. Saludo a mis compañeros y de inmediato empezamos a
criticar al jefe y lo que dijo ayer: tenemos que sacar este proyecto en 24
horas, punto. Todos estamos tan molestos pero tenemos que hacer lo
que él diga, él firma los cheques.
Como siempre, mi día no se acaba en 8 horas, sino que me quedo 3
horas más por el dichoso proyecto, sin que me paguen las horas extras.
Cuando regreso a casa, cansado y harto de toda mi vida, me encuentro
con que mi esposa no ha hecho la comida. El ruido en la casa es infernal.
Los gritos de ella se mezclan con el volumen alto de la televisión. Están
pasando una persecución policiaca, el ruido me enloquece.
Tomo las llaves de mi carro y me encamino a un restaurante de
comida rápida. En 40 años de vida, siempre he pedido el mismo platillo,
único placer que me queda. Regreso a casa y saco una botella de
whisky. Apenas tomo dos vasos cuando mi esposa me reprocha que
gasto mucho dinero, dice que no tiene con qué pagar las cuentas y
debemos dos meses de renta. Me desespera y la golpeo en la cara. Me
doy la vuelta, echándole la culpa por todos los errores en mi vida, por
no cuidarse y tener esa niña. Me encamino al prostíbulo.
No tengo mucho dinero, solo puedo pagar unos 10 dólares y mi
bebida. A la 1:00 am, regreso a mi casa, me estaciono en el garaje, pero
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no apago el motor. Me doy cuenta que hay mucho humo ahora, y no
hago nada.
Mis manos no se mueven. No puedo apagar el carro. Me doy cuenta
que me quiero morir. Si me muero, todo esto se acabara. Todos los
problemas desaparecerán y por fin seré libre.”
Treinta minutos después, suena la alarma de incendios. Su esposa se
despierta preocupada y toma a la niña en sus brazos. Al salir de la casa,
se da cuenta que hay humo que viene del garaje. Con cuidado, dejando a
la niña a una distancia segura, abre el portón. Una gran fumarola negra
sale rápidamente del garaje. La toma desprevenida, y ella empieza a
toser. Poco a poco, ve el carro de su marido mientras el humo se disipa.
Con audacia, entra al garaje y abre la puerta del carro. De pronto un
grito de terror despierta a los vecinos. Él estaba muerto. Se había
suicidado.
¿Cómo te hizo sentir la historia? ¿En algún momento te viste
reflejado en alguno de los personajes? ¿Qué sentiste cuando Robert
murió? ¿Crees que esa era la solución?
La vida puede ser tan dura y llegar a un extremo tan doloroso, que
parece que el último recurso que queda es escapar de la realidad, a
través de la última barrera, la muerte. En algún momento, este
sentimiento de frustración y de agobio ante la realidad que se presenta,
se da en todo ser humano, y la impresión de no encontrar una forma de
salir del ciclo tortuoso de los problemas. Pareciera, a simple vista, que
el mundo está hecho para sufrir, para sentirte derrotado
constantemente, hasta desear o llegar a morir.
Este estado es una enfermedad espiritual en el ser humano. No es la
primera vez que aparece, ni es la primera cultura que vive este caos en
el exterior (el mundo) y en interior (del hombre).
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El mundo y los problemas
Si se pudiera definir el estilo de vida del mundo en una palabra, sería
"comprar". La mayoría de las personas dedican su vida al consumo de
bienes o servicios para fundamentar su existencia y rol en la sociedad
moderna. En la historia anterior, se pueden encontrar muchos rasgos
de la decadencia del espíritu humano individual y socialmente. Entre
los temas que abarca la historia, se encuentra el aburrimiento, el
desgane por el trabajo, el conformismo, el exceso de trabajo, la
desintegración familiar, la influencia de los medios de comunicación en
nuestro estado emocional y mental, el alcoholismo, el abuso sexual, la
crisis familiar y financiera, la prostitución, el suicidio, entre muchos
otros.
Si se analizan uno por uno estos problemas, en relación a un tiempo
histórico, se puede deducir que hay una tendencia a que se repitan,
cultura tras cultura, siglo tras siglo. Por ejemplo, es incorrecto decir que
sólo en este siglo se ha presentado el alcoholismo. Al contrario, este
fenómeno se ha dado desde el origen de la bebida, y al igual que en
nuestra época, ha servido como escapatoria a la realidad.
Por lo tanto, hay que reconocer que no son sólo problemas del
ahora. Desde épocas pasadas, estos fenómenos han sido crisis en el
interior de las personas. La razón entonces tiene raíces más profundas.
Cada etapa en el desarrollo histórico del hombre puede ser definida
claramente por un paradigma existencial, basado en las circunstancias
sociales, el desarrollo tecnológico, el crecimiento económico y político
del Estado y la aplicación de los dogmas religiosos, entre otros. Hay
muchos ejemplos históricos que justifican este planteamiento.
En la Grecia Antigua, la revolución filosófica se dio en una apertura
al diálogo y la libertad de expresión de sus ciudadanos y filósofos. En la
Edad Media, época oscura en el pensamiento humano, el paradigma del
mundo fue la corrupción doctrinal de la palabra de Jesucristo,
convertida en un control sobre las masas a través de la ignorancia y la
pobreza.
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Durante la Revolución Industrial en Europa, el paradigma se basó
en la valoración de las máquinas como un nuevo elemento de las
fuentes del trabajo. Nuestra época, como se afirmó anteriormente, está
basada en el consumismo como forma de vida.
Cada cultura ha tenido sus características únicas que la hicieron lo
que es, pero hay que reconocer que los problemas han sido siempre
iguales. Las circunstancias del mundo como sus líderes, tecnologías,
creencias, etc., en su forma material cambian, sin embargo lo
“intangible” (los problemas) se mantienen, y están en el interior de las
personas.
La respuesta al problema entonces tiene que ver con el estudio de
los factores internos del ser, más que las condiciones en que vive. Hay
que adentrarse en el individuo, es decir, en su alma.
¿Qué hacer para resolver “mi” problema?
Deja a un lado lo que la ciencia puede explicar con sus teorías y sus
estudios sobre la psicología humana. La pregunta fundamental, la que
todo filósofo se ha hecho a fin de encontrar respuestas, no es ¿cómo
detener mis problemas?, sino ¿quién soy?
Es el dilema más grande en el hombre. Muchos han tratado de
explicarlo, de entenderlo, de volverlo un conocimiento. Pero las
palabras no pueden describirlo. Ni siquiera un concepto general podría
acercarse a la verdad que representa en el individuo. En cada uno de
nosotros. Sin embargo, hay un elemento en común: el problema. El
problema de vivir, del dolor, de la decepción, de la desesperación... de
sufrir.
Todos somos diferentes, pero el problema es el mismo. Entonces
hay algo que nos une. Algo que va más allá de las apariencias físicas y
de los sentidos. Se encuentra dentro de cada uno de nosotros y afecta
nuestra realidad como sociedad. Y es necesario afrontarlo para no
sufrir más, sin morir.
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Propósito del libro
Después de las experiencias que he vivido, uno de los “problemas” me
hizo cambiar todo mi ser. Uno de esos eventos que hace valorar todo de
nuevo. A veces lo olvidas y continúas con tu vida. Y en otras, algo
cambia y nada vuelve a ser igual. Ese es mi caso.
Comparto contigo lector reflexiones cuyo propósito es iluminarte a
cambiar tu vida, a una realidad donde puedas disfrutar quién eres.
Mi expectativa es que en un lapso de 21 días, utilizando actividades
sencillas, fáciles y efectivas, abras tus ojos y te conmuevas a descubrirte
a ti mismo. Advierto que el camino no se acaba ahí. Si la vida se acabara
en el momento de ser feliz, no se duraría mucho en este mundo. Tu
vida va mas allá de este simple libro, y éste es solo el inicio. Rezo por ti
y te deseo un buen camino. Adelante.
Cómo usar este libro
El libro está diseñado para proveer reflexiones, entre ellas: cuál es el
principal problema en la vida y las formas de cambiar la situación
actual en la que vives. Estas reflexiones vienen acompañadas de
actividades, pensadas para la persona que tiene poco tiempo disponible
durante el día. El libro funciona también como un diario. Se pretende te
respondas con sinceridad ciertas preguntas durante la lectura del libro,
y que escribas tus respuestas en el libro.
No tengas miedo a rayar el libro. El escribir dentro del libro es una
forma de interacción contigo mismo, será el registro de tus
pensamientos actuales, para que dentro de un futuro, puedas analizarte
y conocerte más a ti mismo. Otra razón para escribir en el libro, es que
no quiero que lo compartas. Imagina que es tu diario personal, y en ese
caso, no se lo enseñarías de nadie. Es sólo para que lo vean tus ojos.
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El libro está dividido en cuatro partes, que deben seguirse en orden:
1. Problema: En esta sección, se plantea el problema general de
todos los seres humanos, y se te harán seis preguntas que debes
responder para definir y diagnosticar tu situación.
2. Solución: Se muestra la forma de resolver el problema,
incluyendo ciertos ejercicios personales.
3. 21 Días de Cambio: 21 días de actividades y reflexiones diarias
que debes hacer en orden. No sigas leyendo hasta que hayas hecho
los ejercicios del día. Cada día está dividido en:
o Reflexión: Es la idea que debes meditar en ese día.
o Actividad del día: Lo que realizarás.
o Pensamiento del día: Te pido que lo escribas en tu mano o
que en un pedazo de papel y lo lleves contigo en tu cartera o
cerca de ti. El pensamiento que debes llevar contigo en todo
momento, y leerlo varias veces en el día.
o Diario: En este espacio, al final del día escribe tus
pensamientos del ejercicio, como funcionó, que te gustó y
que no, y cualquier otra idea que se presentó al realizar el
ejercicio.
4. Conclusión: Al final de los 21 días, espero que hayas percibido un
cambio en tu ser. En esta sección, se hablarán de ideas a considerar
en el futuro, y cómo manejar los siguientes días.
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NOTA IMPORTANTE
El libro puede ser usado hasta veces, en caso de que desees volver a
practicar los 21 días. La razón de esto, es porque hay una tendencia
muy fuerte a regresar al estado actual donde te sientes deprimido o
desamparado. A diferencia de muchos autores de desarrollo personal,
enfocados a venderte más libros, este libro te permite utilizar de nuevo
el método, y ganar conocimiento de ti mismo a través del diario. Si
vuelves a leer el libro y aplicarlo, encontrarás más facilidad de usarlo y
de conocerte a ti mismo mejor.
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Pareciera que la vida está llena de problemas. Estos son la fuente de las
preocupaciones y el estrés. Y por consiguiente, el estrés da inicio a
nuevos problemas en relación a salud, tiempo, dinero y energía.
También los problemas parecen venir de afuera de uno, como si el
mundo y las circunstancias se hubieran entretejido para provocar,
desilusionar, agobiar o dañar. En sí, todos parecen ser culpables de lo
que le pasa a uno. Y la única forma de lidiar con ello es responder o
llorar. Puedo incluso imaginarme que ahora mismo estás pensando en
tus problemas: "no tengo dinero", "nadie me ama", "todos me odian", "no
tengo trabajo", "odio a mi pareja-familia", "me siento solo", "estoy harto
de mí mismo".
Yo también pensaba así, pero descubrí que ése no era el verdadero
problema. Para encontrar la verdadera causa de mi malestar o estrés,
aplicó un ejercicio donde me pregunto el porqué. ¿Por qué tengo este
problema?
El por qué es un instrumento para encontrar el origen de lo que
aparece superficialmente. En este punto, la respuesta es más compleja,
y seguramente intervienen nuevos factores y nuevas respuestas como:
"Porque nací en una familia pobre", "Porque tengo mala suerte", "Porque
Dios me está castigando". Este tipo de respuestas se relacionan con lo
sobrenatural o con circunstancias más allá de uno. Los problemas se
justifican por causas externas. Yo lo llamaría pretextos; motivos
diseñados por uno mismo para no enfrentar la realidad del ser, y culpar
a los demás o a las cosas por la situación donde se está.
Si observas, hay factores más allá de lo tangible; se entra al mundo
de las ideas para explicar los fenómenos materiales. En realidad, el ser
humano, desde sus orígenes, diseñó el concepto de lo sobrenatural.
Generó respuestas a los fenómenos naturales, que no podía explicarse
porque no existía la ciencia y por su propia naturaleza humana a lo
desconocido, dio razones desconocidas.
De forma consciente, se pueden obtener miles de respuestas a los
problemas. Sin embargo, más profundo en el subconsciente, está el
verdadero problema.
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Intenta obtener una respuesta de tu subconsciente preguntándole:
¿por qué respondí así?, es decir, el porqué del “porque”. La pregunta a
tu subconsciente, para poner un ejemplo, sería algo así: ¿Por qué pienso
que, porque Dios no me quiera, no tengo trabajo? ¿Por qué siento que,
porque tengo mala suerte, perdí mi matrimonio? ¿Por qué creo que, por
estar solo, no puedo ser feliz? Seguramente ahora no puedes generar
una respuesta tan fácilmente. Pero sí existe. La raíz de los "problemas"
que tienes, eres tú. Si no has podido responder con sinceridad y
profundidad, es porque no te conoces a ti mismo. No sabes lo que hay
dentro de ti. No reconoces que, a pesar de haber tenido una buena vida,
te sigues sintiendo insatisfecho. No te das cuenta que el simple hecho
que nacieras ha sido un milagro, no un error, y que todo lo que has
pasado ha tenido una razón, más grande que tú y que lo que crees. Creo
que, sin importar la situación en la que estés, tienes mucho que
agradecer, y generalmente te das cuenta de eso hasta que lo pierdes.
En este momento, percibe que tus propias estructuras mentales te
tenían prisionero. La prisión que no te deja conocerte o cambiar es tu
sistema de ideas, emociones y valores que vienes construyendo desde
que naciste, a través de las experiencias propias y de los demás, de los
conocimientos que el sistema educativo te ha predispuesto, de los
valores de tu familia.
No significa que todo lo que crees sea mentira. Es la realidad que te
han presentado tus padres, los medios y tú entorno, lo que crea tu
paradigma existencial, pero no tiene porque ser así. Tienes un poder
magnífico dentro de ti. El poder cambiar lo que tú quieras de tu vida y
de cumplir tus sueños e ideales.
Antes de que intentes cambiarte, tienes que darte cuenta en dónde
estás, es decir, que tanto te conoces a ti mismo y cuál es la forma en que
piensas. Para ello, a continuación formularé seis preguntas. Léelas y
escribe la respuesta que se te venga a la mente en el espacio indicado
en el libro. Recuerda ser honesto contigo mismo, y escribe lo que de
verdad sientes. Observa con cada relectura del libro los cambios en tus
respuestas. Solo cuando dejas algo de ti, de un momento en tu vida, es
como te das cuenta qué eres en el ahora. Pronto lo entenderás.
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PREGUNTAS PARA CONCERTE A TI MISMO
Fecha
¿Quién es el
culpable de mis
problemas?
¿Por qué me pasa
esto?
¿Qué lugar tiene
Dios en mi vida?
¿En dónde estoy?
¿Hacia dónde voy?
¿Qué hago para
solucionar mis
problemas?
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Una vez que hayas escrito tus respuestas, es importante conocer el
porqué de esas preguntas. En estas reflexiones a continuación,
entenderás más a fondo el verdadero problema.
Pregunta 1: ¿Quién es el culpable de mis problemas?
Hay dos conceptos que concentran esta pregunta: culpa y problemas.
¿Te sientes responsable o culpable? Muy comúnmente, se confunden
estos términos y se consideran sinónimos, pero no lo son.
Primero, el ser responsable es cuando asumes las consecuencias de
tus acciones, sin calificarlas de buenas o malas. Aceptas dónde estás, lo
que eres, lo que tienes y todo lo que te ha pasado ha sido
responsabilidad tuya.
Muchas veces las personas caen ante la presión de las expectativas
de los demás, y hacen cosas que cambien su vida. O, por el miedo al
cambio, deciden no tomar acción alguna a la vida. De cualquier forma, el
decidir o no decidir, crea una responsabilidad que puede convertirse en
una carga (cuando se ve como culpa) o una liberación (eres
responsable y por lo tanto puedes cambiar tu destino).
Otra cosa completamente distinta es la culpa. Es un sentimiento que
carga con una energía muy negativa. Se da cuando piensas en el
resultado negativo de una acción y consideras que alguien o algo fue el
provocador de la situación; no fuiste tú. Te castigas a ti mismo, o
castigas a los demás por los eventos que te llevaron a estar dónde estás.
Crees que nunca tuviste el poder de cambiar, cuando en todo momento
eras libre de tomar la decisión de tomar un camino distinto. La razón
por la que la mayoría elige la culpa antes de la responsabilidad, es
porque ésta es más difícil de asumir.
Es de naturaleza humana el no querer lidiar con la incertidumbre de
tomar una decisión, o aceptar que fue equivocada. En cambio, el mundo
prefiere cerrar los ojos a la vida a cambio de no perder la identidad,
experiencias y deseos, porque sin ellos ¿qué somos?
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Repite la siguiente frase unas cuantas veces: "No hay culpas ni
culpables. Las situaciones de la vida se dan por una razón". Las
decisiones que tomas forman parte de una serie de decisiones
colectivas que afectan al mundo. Desde el simple hecho de comprar un
producto (que colectivamente forma parte del éxito fracaso de un
negocio), hasta tu decisión de voto (en conjunto se elegirá un
representante político).
La mente es tan corta en su pensamiento, que sólo abarca el pensar
en uno mismo. Tu mente no puede calcular el hecho de que algunas
cosas que te pasaron, fueron el sacrificio necesario para el bienestar
común. Por ejemplo, el hombre que pierde su trabajo, no considera el
hecho de que la empresa no podía sobrevivir en el mercado sin cortar
costos. Sin ello, el fracaso del negocio hubiera significado la pérdida de
cientos o miles de empleos.
Es por eso que la responsabilidad es liberadora; remueve la culpa no
sólo de nosotros mismos, sino de los demás. Dice: “Acepto las
consecuencias de las acciones en mi vida y sigo viviendo con el resultado
que sea. Nadie ni nada es culpable, el bienestar de todos es más grande
que mi idea de mi bienestar exclusivo."
Ver el mundo de esta forma te hace una mejor persona, alguien que
ve al mundo como un todo, e integra la realidad colectiva y personal.
El segundo concepto en la pregunta es "problema". En el ejercicio
previo (el porqué del porque), se trató el tema de los problemas que
tienes en tu vida. El objetivo era hacerte comprender que:
1. Las excusas que te detienen a cambiar o a hacer las cosas que
quieres de tu vida son los problemas.
2. Es muy fácil sacar a la luz explicaciones de todas tus
“problemas”.
3. Es más difícil determinar la verdadera causa del porqué te
sientes así.
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Existen dos formas de lidiar con los problemas: aceptar que existen o
considerar que sólo existen en tu mente. Algunos autores como Wayne
Dyer establecen que no hay problemas, que sólo es la forma en que tu
mente categoriza una situación. Personalmente, creo que hay que
aceptar que los problemas siempre van a estar ahí, durante toda tu
vida. Pero tienes que tomar la decisión de dejarlo entrar a ti como un
"problema" o como una "situación". Todos viven en situaciones
distintas; algunos son pobres o son ricos; otros están solos o viven con
demasiada gente; otros son muy jóvenes o demasiado viejos. Éstos son
sencillamente situaciones en las que vives actualmente, pero en el
momento en que las comparas con los demás, se convierten en
problemas.
La verdadera comparación nace de comparar si eres mejor persona
de lo que eras ayer. No más rica, más sabia o más cómoda. Sino más
cordial a tu vida, a los demás y a Dios. De esta forma, tú tienes el control
de tu situación de vida, y puedes tomar acciones para hacer los cambios
necesarios para tu felicidad.
Ahora se puede resolver la pregunta ¿Quién es el culpable de mis
problemas? Partiendo de las definiciones, hay dos derivaciones de la
pregunta original:
a. ¿Quién provocar los problemas?
b. ¿Quién carga con los problemas?
El cuestionarme lo anterior me hizo darme cuenta que, en la vida,
hay dos personajes principales: el Ego y Tú.
El Ego es quien provoca tus problemas. Los defino como el sistema
de ideas, emociones y concepciones individuales y colectivas que crean
la única realidad que ves en el mundo. Imagina los siguientes
conceptos: gordo y delgado. Déjame preguntarte: ¿te categorizas como
alguno? ¿Te hace sentir mal alguno de estos términos? ¿Te hace sentir
bien compararte con uno de estos términos, contra los demás? Hace
miles de años, las personas con sobrepeso eran consideradas símbolos
sexuales deseados.
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Ahora, el concepto de símbolo sexual ha cambiado hacia las personas
delgadas. ¿Qué fue lo que cambió en realidad? Nada. Porque sigue
existiendo la separación dolorosa entre un tipo y otro. Dos simples
palabras que pueden afectar de forma totalmente distinta, durante el
resto de su vida, a una persona. Esto es un ejemplo del Ego.
El Ego es lo que has sido toda tu vida, tu prisión y lo que te hace
sentir insatisfecho todo el tiempo. Has vivido el Ego en este mundo, y si
en algún momento has sido feliz, ha sido a través del placer del Ego. Por
eso nunca has sido feliz, porque tu felicidad ha sido basada en una
irrealidad, una mentira. Nada de lo que crees que eres, lo es. No eres tu
trabajo, ni tus victorias, ni tus padres o tus hijos, ni tu dinero ni tu
placer. Todo eso, que crees que eres dueño de, es en realidad el Ego.
Por ello, cada vez que has perdido algo o alguien, te ha dolido tanto.
Porque la verdad es que tú no posees nada, no eres dueño de tu cuerpo,
mente, bienes o familia.
Cuando crees que eres dueños de lo anterior, refuerzas tú lazo con el
Ego, alejándote cada vez más de la felicidad verdadera, y fortaleciendo
el vínculo de la felicidad virtual.
Si en este momento no crees o entiendes, es natural. Todos tus años
de vida has buscado la felicidad, y nunca la encontraste ni la
encontrarás. Porque no es TU felicidad, sino la del Ego. Y el Ego nunca
va a ser feliz.
No juzgues, no pienses no rechaces nada. Sé que estos conceptos
pueden ser nuevos para ti, pero deja a un lado la crítica y la
desconfianza. Sigue leyendo y déjalo entrar en ti.
El Ego es el sistema de todas las ideas y la voz de tus pensamientos
que no te permiten guardar silencio. Está en todo momento, esa voz
dentro de ti y esos recuerdos e ilusiones que van y vienen, como si
fueras tú. Se presenta claramente cuando te pierdes en tus
pensamientos. Cuando te imaginas el futuro o recuerdas el pasado, no
estás presente en el ahora. Si has pasado por eso, ¿acaso no sientes
fuera de ti, como si no controlaras tu ahora, tu realidad? Es el Ego
tratando de tomar control, y generalmente gana.
33. 32
Te pongo un ejemplo de este control. ¿En algún momento de tu vida,
algo te hizo en verdad feliz? ¿Y después de un tiempo, eso mismo era la
fuente de lo que te hacía infeliz? Lo más probable es que haya venido el
recuerdo claro de un objeto de una persona en tu mente. Ahora
considera, ¿crees que es normal sentirse así?
Es cierto, todo lo que empieza tiene un final. Pero esto es parte de la
naturaleza misma del ciclo de la vida. Los ciclos terminan para dar luz a
nuevas experiencias o situaciones.
Sin embargo, la mayoría de la gente enfrenta estos cambios como
algo negativo, y se ven imposibilitados a seguir adelante o a estar
abiertos a nuevas puertas. Este es el control del Ego sobre ti. Por lo
tanto, no es normal. Yo lo califico como una enfermedad espiritual.
Al igual que el cuerpo y la mente, el espíritu puede enfermar, crónica
y recurrentemente. Desde una edad temprana, una persona se
"contagia" de esta enfermedad, al estar cerca de personas negativas, de
circunstancias dolorosas, de la falta de un guía que entienda y explique
la naturaleza humana.
Las causas y las consecuencias se observan en el cuerpo y la mente
también. Por ejemplo, cuando tienes gripa, generalmente te sientes
caído. O cuando estás pensando en tus problemas, te sientes agobiado y
saturado. Y esto se retroalimenta, porque tus enfermedades físicas se
siguen presentando una y otra vez, y tu saturación mental no te permite
vivir el presente.
Entonces, ¿quién se supone que seas? Tu verdadero ser duerme
dentro de ti, y considero que se puede pasar todo una vida sin
conocerlo. Tú eres en verdad "consciencia".
¿Alguna vez has sentido como si fueras un espectador de tu vida? Un
ejercicio para entender lo que significa, es concentrarse en ver tus
manos. Darte cuenta de ciertos hechos que se dan por sentado: que son
tus manos y que cada movimiento que piensas se lleva a cabo; que tiene
rasgos únicos que ninguna otra mano tiene; si te concentras lo
suficiente, incluso puede sentir la sangre bombeando alrededor de tu
mano y el calor que emite, la energía.
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En este momento es donde entra la consciencia. Te vuelves real, y
despiertas por unos momentos lo que en verdad eres. Eres verdad y
belleza; bondad y amor; un ser con divinidad (cerca de Dios) y también
eres parte de Dios.
Muy pocas personas llegan a vivir en consciencia. Puedes
reconocerlos porque emanan tal energía de amor y paz, que el simple
hecho de estar en contacto con ellos trae calma, salud o felicidad. Los
más reconocidos son los dioses o sus mensajeros. Jesús, Buda, Krishna,
Lao Tzu, Mahoma... Todos estos son diferentes nombres, pero la fuente
de sus poderes es la misma: proviene de sí mismos.
Resumen de la Pregunta
¿Quién es el culpable de
mis problemas?
No hay culpables, sino
responsabilidad por tu vida.
Los problemas siempre van a estar
ahí. Tienes que tomar la decisión de
dejarlos entrar a ti como un
"problema" o como una "situación".
El Ego es quien provoca tus
problemas.
Tu verdadero ser duerme dentro de
ti. Tú eres "consciencia".
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Pregunta 2. ¿Por qué me pasa esto?
Revisa lo que escribiste anteriormente en esta pregunta. Si adviertes tu
respuesta, seguramente la podrás relacionar con el Ego. Puede que
hayas escrito “Porque Dios no me quiere, Porque mis padres no me
cuidaron cuando era niño, Por las mujeres, Por los hombres"...
Seguramente escribiste algún problema que tienes ahora, y no te
juzgo, te comprendo. Eso debió de ser la razón por la que este libro
cayó en tus manos. Yo también he pasado por situaciones difíciles, pero
he descubierto algo muy cierto: Todo pasa en esta vida por una razón. Y
esta razón se hace obvia cuando estas consciente de tus experiencias
personales, de tu pasado. Todo deseo que has tenido se concreta en un
tiempo-espacio determinado por Dios. Como humanos viviendo en esta
dimensión, no se tiene la noción de que las cosas llegan en el momento
que tienen que llegar.
El Ego quiere todo ahora, y si no lo llega a tener, genera una reacción
en tus emociones, como la decepción, la ira o la tristeza, pensando que
así se solucionará todo.
Es por eso que te puedes sentir frustrado, enojado o triste en este
momento. Pero recuerda, eso fortifica el Ego y debilita el poder interno
que tienes para salir de ese problema. Mientras te mantengas en el
mismo estado mental, nada va a cambiar; y requiere que utilices esta
emoción (no que te use a ti) para despertar tu grandeza y salir adelante.
Para entender por lo que estás pasando también necesitas entender
lo siguiente: los eventos en tu vida tienen que ver con un todo. Tú eres
solo una parte pequeña de algo más grande, es decir, de la familia, de la
sociedad, del país, del mundo, del universo.
Como ejercicio, imagina que de pronto pudieras salir al espacio, y
ver la infinidad de estrellas, planetas y galaxias. En ese momento,
puedes ver la Tierra. Los grandes mares, los desiertos y las selvas. Las
millones de luces que crean las ciudades. ¿Te das cuenta de lo pequeño
que eres? Tu mundo personal es un grano de arena en relación a este
planeta. Hasta que puedas salir de tu burbuja personal hacia el exterior,
puedes entender que los eventos que te han ocurrido eran necesarios
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para el mundo. Nuestra visión no siempre puede ver el modelo del
"todo", pero hay que entender que además del “yo” en este mundo, hay
“todos”.
Y el todo siempre está conectado. ¿Existe la luz sin la oscuridad?
¿Puedes saber qué es la vida sin el concepto de la muerte? ¿Puedes
saber qué es la felicidad sin el sufrimiento? Mientras que la mente
humana trata de separar estos conceptos, volviéndolos antagónicos uno
del otro y creando una disposición a un lado o al otro, la realidad divina
lo ve como el todo, como uno solo.
La luz hace la oscuridad, la vida a la muerte, la muerte a la vida. Y de
igual forma, el sufrimiento humano es necesario para reconocer la
felicidad. Las cosas que te han pasado (el aparente sufrimiento) sirve
para que te des cuenta que dentro de ti existe la paz. Incluso en el
momento más doloroso, la paz está en ti. Pero para encontrarla,
necesitas llevar a cabo un proceso dentro de ti, visto en los capítulos
posteriores.
Resumen de la Pregunta
¿Por qué me pasa esto?
Todo pasa en esta vida por una
razón.
El Ego quiere todo en el momento,
por ello te lastimas a ti mismo.
Los eventos en tu vida tienen que ver
con un todo, algo mayor a ti.
El sufrimiento está conectado con la
felicidad.
37. 36
Pregunta 3. ¿Qué lugar tiene Dios en mi vida?
En esta pregunta, cuestiono la distancia que percibes hacia Dios, no su
existencia. Doy por sentado que existe un Dios, una fuerza que mueve el
mundo, de forma tangible e intangible. Dependiendo de la cultura y la
época, Dios ha tenido muchos nombres; también existe la lucha entre la
creencia y el ateísmo. Sin embargo, considero que la verdadera
dificultad de entender a Dios se debe a la errónea relación entre
religión y espiritualidad.
El ser humano está educado a tomar a la religión como pilar de la
creencia en Dios. Por mucho tiempo se ha dejado a un lado la
espiritualidad (lo defino como tu cercanía y contacto con Dios) para dar
paso un sistema ceremonial y tradicional que busca unir a una
comunidad hacia el ideal "Dios". Este libro no trata de religiones.
Necesito que dejes a un lado las creencias personales y conceptos de
Dios a los que has sido educado, y te permitas crear tu propia idea de
Dios.
Quiero que analices la respuesta que diste en esta pregunta, y te des
cuenta del concepto de distancia que percibes de Dios. Generalmente se
darán dos respuestas contrarias: 1) cercanía, habrás escrito algún
comentario como "Rezó a Él", "Creó en Él", "Confío en Dios"; 2) lejanía,
donde habrás escrito algo como "No existe", "No ocupa ningún lugar",
“Nunca está cuando lo necesito".
Una regla básica es que mientras más lejos estés de Dios, más
problemas tienes en tu vida. Siendo católico, veo a mucha gente que va
a la ceremonia misal todos los domingos. Sin embargo, después de
conocerlas, percibo un lado negativo dentro de ellos, y me he dado
cuenta que a pesar de que van al "templo de Dios", no van a verlo,
conocerlo o estar cerca de él. Van a pedirle favores, en vez de
entregarse o amarlo. Cada vez que veo sus caras en misa, veo caras
tristes, no felicidad. ¿En qué momento Dios se volvió tristeza? A pesar
de estar tan "cerca" de Él, las personas mantienen su estado de miseria
y sufrimiento personal.
38. 37
La religión es un método muy valioso para encontrar a Dios, pero se
basa en que Dios está afuera de nosotros, ya sea en un lugar distante
(como el cielo) o en una forma física (como una imagen). Esta ideología
ya contiene dentro de sí el concepto de lejanía de Dios. Por otro lado, la
espiritualidad busca encontrar al Dios dentro de uno. Con la premisa de
que "Dios está dentro de ti", se busca descubrir a Dios y conocerlo, al
conocerse uno mismo.
El despertar de la consciencia se fundamenta en encontrarse uno
mismo, y así hallar al Dios que habita en ti. ¿Por qué? Porque Él tiene el
poder de creación; crear el destino que tú deseas, y el camino para
lograrlo. El Ego no puede entender lo que es Dios, por lo que las
personas no entienden que tienen la capacidad de crear en su vida lo
que desean. No puedes obtener en la vida lo que quieres, sin reconocer
esta fuerza, y hacerla parte de ti.
En este libro descubrirás el método para despertar esta consciencia,
el Dios y creador que llevas adentro.
Resumen de la Pregunta
¿Qué lugar tiene Dios en mi
vida?
Puedes estar cerca o lejos de Dios.
Mientras más lejos, más difícil se
vuelve la vida.
Al conocerte a ti mismo, descubres al
Dios en ti.
Hallar a Dios implica tener el poder
para cambiar tu vida.
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Pregunta 4. ¿En dónde estoy?
Ahora que empiezas a entender, analiza tu respuesta. El "donde estoy"
tiene que ver con dos aspectos físicos: el espacio y el tiempo. La
respuesta del Ego será material y visual: “Estoy en mi casa, en la oficina,
estoy cansado, estoy estancado, estoy en ningún lado”. Generalmente esta
pregunta traerá también recuerdos del pasado, o proyectará ilusiones
del futuro, implicando la falta de apreciación por el presente. La
respuesta que diste tiene mucho que ver con la forma en que valoras tu
vida.
Es natural sentirse atrapado en un lugar o en momento de la vida, es
el Ego en control. Tu verdadera fuerza interna radica en reconocer dos
verdades:
El lugar donde estás es en el Aquí, y el tiempo es el Ahora. Es el único
lugar donde vives. La parte de ti que leyó la introducción del libro
desapareció. Sólo permanece cada instante en que leas estas palabras.
El presente es el único momento para vivir. Pero el Ego no quiere que
sepas eso. Te pondrá barrera tras barrera, te hará caer en los recuerdos
o las ilusiones, para evitar que te des cuenta que únicamente ahora, es
cuando estás vivo. La razón es que cuando vives en el Ahora, tu
consciencia se despierta.
El Ego sabe que en el momento en que estás consciente, es decir,
estás presente, pierde el control y desaparece. Puedes percibirlo
utilizando tu respiración. Como ejercicio, concentra tu mente en tu
respiración. Despacio y profundamente, inhala y exhala, viendo tus
manos. Continúa haciendo esto y percibe tus manos. Muévelas como si
fuera la primera vez que las vieras, siente la energía que irradian. Ve a
tu alrededor. Percibe que "estás ahí, ahora mismo". ¿Sentiste en algún
momento como si apenas te dieras cuenta que estabas ahí? Eso fue un
ejemplo de que no se está presente en todo momento, y por ende que
no se aprecia la vida.
40. 39
Hay que aceptar el hecho de que el pasado es en realidad lo que te ha
traído hasta dónde estás. Si sigues pensando en las cosas malas, quiero
darte un pensamiento positivo, que espero lo medites: estás vivo ahora,
leyendo esto. Tienes tu cuerpo intacto, tienes que comer, donde dormir,
personas que te aman, agua que beber; salud, hijos, padres, hermanos,
amigos; tienes a Dios. Si tienes todos o algunos de estos elementos,
siéntete alegre. Considera que gran parte de la población en el mundo
vive en la marginación. ¿Cómo puedes pensar en tu relación con Dios, si
ni siquiera tienes que comer? No se puede. Ahora que tus necesidades
básicas están cubiertas, como comer o tener donde dormir, la
oportunidad de desarrollarte a ti mismo se presenta. No la dejes pasar.
Igualmente, el futuro está vinculado a ti. Puedes atraer lo que
quieras en la vida, pero necesitas estar en sincronicidad. Éste término
se refiere a eliminar el concepto de tiempo, y percibir lo que se desea
como si ya estuviera presente. Necesitas ver tu vida como un todo.
Como ejercicio, imagínate cuando eras niño, adolescente, adulto y viejo.
Esa persona eres tú, no es alguien más. Recuerda algunas cosas que
deseaste cuando eras niño. Ahora imagina el viejo, ¿qué cosa hubiera
deseado esa persona anciana en su vida? ¿Y qué deseas tú, ahora? Todo
llega a su tiempo, pero la habilidad de vivir en el presente, atrayendo
tus deseos futuros, acelera las experiencias que quieres. Solo será
cuestión de minutos, horas, meses o años para que se dé, por lo que
disfruta alcanzarlo hoy.
Hay un poder inmenso en el Ahora. Puedes decidir hacia dónde
quieres seguir. Para el Ego, esto es algo trivial; se trata de levantarse al
día siguiente, ir al trabajo, dormir, y continuar la rutina, hasta salir de
ella con algún evento, para volverla a tomar de nuevo. Esa no es la
realidad.
Cada segundo que pasa, es un segundo que estás vivo. Respiras,
tomas agua, platicas, juegas, trabajas, rezas, duermes. Todas estas
acciones son milagros.
41. 40
Un milagro no es algo que se dé para pocas personas, o tenga que ver
con la cura de algún mal. El milagro es vivir, y estar consciente de estar
vivo. El verdadero milagro es que se está en esta Tierra con la
oportunidad única de disfrutar todo lo que se nos da. Y no nos pide
nada a cambio. La Tierra nos da, y nos da, e incluso está dispuesta a
morir por nosotros. Todo lo que tienes cerca de ti viene de la Tierra.
Elementos básicos para la vida como la comida, vienen directa o
indirectamente de la Tierra. Por ejemplo, considera el agua y el aire. Si
tan sólo, un día nos quitaran estos elementos, la raza humana dejaría de
existir. Es por eso que la vida es un milagro, y lo vives cada momento.
Respira conscientemente y sonríe, porque estás vivo.
Resumen de la Pregunta
¿En dónde estoy?
El lugar donde estás es en el Aquí, y
el tiempo es el Ahora.
El pasado es en realidad lo que te ha
traído hasta dónde estás.
El futuro es algo que está vinculado a
ti. Puedes atraer lo que quieras en tu
vida.
El milagro de la vida es vivir, y estar
consciente de estar vivo.
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Pregunta 5. ¿Hacia dónde voy?
Revisa tu respuesta. Pudiste haber descrito una situación favorable (voy
al éxito, a Dios, a vivir) o desfavorable (voy al fracaso, voy a nada, voy a
morir).
Cada uno de nosotros nace en condiciones diferentes. Ninguno es
igual, cada uno es incomparable, con distintas habilidades, condiciones
y caminos. Sin embargo, cualquier camino que se recorre, tiene el
mismo destino: algún día, morir. Hazte esta pregunta, ¿qué prefieres,
morir o sufrir? Es difícil de contestar, incluso de preguntar. Observa
que el morir siempre se ha visto como peor escenario. Muchas personas
se han quitado la vida por los problemas y penas que cargaban; otros
han muerto sufriendo física o mentalmente. Pero al final, ¿qué fue lo
que dolió más, la muerte o la agonía? No creo que serás sabio catalogar
la muerte como buena o mala. Sencillamente es una etapa del ciclo de
vida de los seres vivos que es necesario pasar.
De forma poética, la muerte libera. Brindar la libertad necesaria para
uno, los demás y el entorno. Imagina que pudiera escribir para siempre
en este mundo. Esto implica una serie de problemas prácticos: ¿Podrías
amar viendo tus seres queridos morir? ¿Cuántas personas vivirían en el
mundo? ¿Acabaría el sufrimiento personal sabiendo que no puedes
morir?
Me suena más a un castigo que un premio. Aceptar la muerte como
un evento natural y liberador permite enfocarse en la verdadera raíz
del dolor en tu vida: el sufrimiento.
El sufrir no es el destino, sino un camino que se elige por voluntad
propia, al no tener la fuerza personal necesaria para aceptar y cambiar
la realidad presente. Como ejemplo, imagina que vas de vacaciones a la
playa con tu familia.
Ahora, desde que sales de tu casa hasta llegar, te pasan situaciones
complicadas que hacen de tu viaje un horror. Para esto, lo único que
quieres es llegar. Una vez que has llegado, comienzan de nuevo
situaciones difíciles (con tu familia, del transporte, la estancia, el clima,
etc.) y de pronto en tu mente dices: "Ya quiero regresar".
43. 42
Piensa en este dilema, ¿dónde pasas más tiempo: en el camino o el
destino? En todo momento, el personaje del ejemplo anterior tuvo la
posibilidad de disfrutar el camino, dejar a un lado los problemas, y
darse cuenta que lo importante era el viaje, ver el mundo con tus seres
amados y vivir experiencias que te traen nuevos aprendizajes. Por lo
tanto, en el camino de la vida hay sólo dos opciones: sufrir o vivir.
En este momento, de manera temporal, te encuentras en la Tierra.
Tu existencia es un milagro, considerando todos los eventos que
tuvieron que pasar desde antes de que nacieras, tu concepción y tu
sobrevivencia. Entonces, las circunstancias no te hacen lo que eres, sino
tu verdadero ser (es decir, en cualquier momento tienes la capacidad
de redirigir tu vida a las metas que desees). La respuesta honesta a la
pregunta es: puedes ir adonde quieras. No hay límites para tus
sueños, el único límite te lo impones tu mismo, enfocándote en el
sufrimiento, no en la vida.
No dudes que puedes llegar adonde quieras. Te costará trabajo y te
caerás, y habrá gente que se interpondrá en tu camino, pero tienes que
seguir adelante, sabedor de que Dios y el camino te acompañan. Tratar
por igual penas y glorias, ganancias o pérdidas. Vivir para vivir, y
disfrutar al máximo todos los regalos que se te dan, sabiendo que un día
se acabarán (pero no por eso dejes de disfrutarlos).
44. 43
Pregunta 6. ¿Qué hago para solucionar mis problemas?
Lee tu respuesta. Analiza, ¿estás tomando alguna acción o no (para
solucionar tus problemas)? ¿Escribiste en el presente o en el futuro?
¿Tiene que ver con cambiarte a ti o a los demás?
El cambio es difícil para el ser humano. Sin embargo, es necesario
para el desarrollo de cualquier persona, en lo físico, mental y espiritual.
Por ello el cambio es, en la mayoría de los casos, reactivo. Es decir, una
reacción y no una acción.
Resumen de la Pregunta
¿Hacia dónde voy?
Cada uno de nosotros nace en
condiciones diferentes.
Acepta la muerte como algo natural y
liberador.
La verdadera raíz del dolor en tu vida
es el sufrimiento.
En el camino de la vida hay sólo dos
opciones: sufrir o vivir.
La respuesta honesta a la pregunta
es: puedes ir adonde quieras.
45. 44
Cuando resulta como una reacción, no es posible controlar las
consecuencias, por lo que se pierde el poder de crear un nuevo camino.
Pero, cuando el cambio es una acción voluntaria, se obtiene un poder
grandioso, hasta hace llevar a una persona a nuevos horizontes, nuevas
experiencias en la vida.
Lo que se busca en este libro es que obtengas este poder para
cambiar tu vida, pero es necesario que aceptes algunas verdades antes
de continuar a la solución:
1) Siempre es mejor tomar la acción, a la no acción: Cuando
dices que no haces nada para solucionar tus problemas, ¿cómo
te sientes? Creo que en la vida, solo hay dos direcciones, ir hacia
arriba o hacia abajo. En el momento en que no tomas una
decisión de hacia dónde llevar tu vida, vas para abajo, porque la
no acción es significado de tu falta de compromiso contigo
mismo. Comprométete en este momento tomar todas las
acciones necesarias para cambiar. De aquí en adelante, no se
trata de sólo leer el material que se presenta, sino de
experimentarlo, de activarlo en ti y sentirlo por ti mismo.
2) Comprométete a la solución presente, no futura: De ahora en
adelante, no digas "voy a hacer esto, o aquello". Necesitas "estar"
haciéndolo, para que se haga. El futuro es una idea que evoca
tanto ilusión como fatalismo, pero para que se cumpla, hay que
actuar en el Ahora.
Esto se alcanza creando en tu mente la imagen de que "ya eres lo
que quieres ser". No vas a estar bien, "ya estás bien"; no vas a
hacer esto, sino “estás haciéndolo”. Incluso con sólo afirmarlo,
verás cómo hay un cambio en tu percepción de los problemas y
las soluciones.
46. 45
3) No puedes cambiar a los demás, sólo a ti mismo: Si escribiste
en tu respuesta que necesitas que alguien cambie, puedo decirte
que no va a pasar. Con la frase "Otra vez les digo que es más fácil
para un camello pasar por el ojo de una aguja, que para un rico
entrar en el reino de Dios", creo que Jesús se refería a esto. Las
personas no cambian a menos que sea como una reacción o
como una acción, pero siempre va a ser más fácil esperarlo, a
actuar ante el problema. Desde hoy, entiende que nadie va a
cambiar para ti, solo tú puedes cambiar, para que el mundo
alrededor tuyo se transforme.
4) La solución está dentro de ti: El mundo es el reflejo de lo que
eres y demuestras; este proceso está enfocado en ti, no en los
demás. No te excuses en alguien para cambiar. Cambia porque tú
quieres cambiar, tú quieres ser feliz. La respuesta está dentro de
ti, y vamos a sacarla a la luz.
Si estás listo, es hora de aprender algo sobre ti mismo.
Resumen de la Pregunta
¿Qué hago para solucionar
mis problemas?
Siempre es mejor tomar la acción, a
la no acción.
Comprométete a la solución
presente, no futura.
No puedes cambiar a los demás, sólo
a ti mismo.
La solución está dentro de ti.
50. 49
Hay una solución para todos los problemas. Sea que estés pensando en
depresión, frustración, deuda, soledad, desmotivación, tristeza,
amargura... Todos estos son síntomas de una enfermedad común; yo la
denominó la "inconsciencia existencial".
A pesar de que el ser humano se define como un ser racional,
superior a otros seres vivos, la mayoría de las decisiones y reacciones
que toma están basadas en emociones irracionales. Me refiero a la
visión de un mundo pequeño, donde eventos diarios son dramatizados
para darle propósito a la vida y justificar la realidad presente. Por
ejemplo, mucha gente que cae en bancarrota toma decisiones
irracionales e inconscientes como el suicidio. Consideran que es la
única solución, sin pensar racionalmente que es posible recuperarse a
largo plazo, y que existen infinidad de opciones en el mundo, ya sea
cambiar de trabajo, trasladarse a otro lugar, reducir los hábitos de
consumo, vivir una vida más modesta, etc.
No sólo son los grandes incidentes, sino que las cosas pequeñas
también se vuelven dramáticas. ¿Se estará consciente de la sobre
magnitud de estos eventos? No lo creo. Considero que la mayoría de las
personas no están conscientes de que existen más allá de sus
problemas; que éstos son eventualidades o experiencias en su vida,
necesarios para cambiar y crecer.
Si estás consciente de que la vida no son problemas, sino
experiencias para permitirte crecer (que se tienden a categorizar como
problemas/fortuna/oportunidades/etc.), desarrollarás un sentido de
armonía y valor por vivir, que al final es lo que el ser humano de verdad
desea. El proceso para llegar a este estado lo llamo "el despertar de la
consciencia".
El despertar de la consciencia implica desenfocarse de todo lo que
“crees” saber, todos tus sistemas de creencias y filosofías, y reencontrar
tu ser interior. Como ejercicio, cierra tus ojos y no pienses ni sientas
nada. Acomódate en un lugar silencioso y no digas nada. Sólo respira y
espera. Respira con suavidad y deja que tu cuerpo lo haga por sí solo.
Escucha tu respiración, y hazla de forma lenta, alargada, profunda y
suavemente. Concéntrate en respirar.
51. 50
Empezarás a sentir algo diferente en ti. Es una tranquilidad y una
paz que llena tu cuerpo. Es tu energía interna, la expresión de tu ser. El
despertar de tu consciencia. El sentir la paz y el regocijo de vivir. Esto
es la verdadera vida. Y la puedes tener por siempre.
¿Cómo alcanzamos el despertar de la consciencia?
Durante 21 días te explicaré cómo desarrollar tu consciencia, a fin de
lidiar y terminar con los problemas que presentas actualmente. Los 21
días están basados en reflexiones que buscan romper el "ruido" de tus
actividades diarias, y regresar a un estado de serenidad y paz.
Te preguntarás, ¿por qué 21 días? Existen estudios que señalan que,
para que un nuevo comportamiento se adapte y se vuelva permanente
en el individuo, es necesario que se realice por lo menos durante 21
días consecutivos. Esta misma aplicación se realizará bajo los conceptos
que se presentarán a continuación.
Los grandes maestros espirituales nos han dejado sus palabras de
verdad, con el fin de que cada uno trabaje con ellas, y de forma integral
viva una vida más plena. Este proceso conlleva los siguientes
elementos, descritos en forma similar por personajes como Jesús, Buda
y Krishna:
Silencio
Aceptarte a ti mismo y a los demás
Perdonar
Dejar ir
Dejar a Dios actuar
Agradecer
Amar
Estar en paz
52. 51
En este capítulo entenderás el significado que conlleva cada uno de
estos elementos. Incluí una serie de ejercicios que realizarás
inmediatamente después de haber leído cada sección. Estos no son
complicados ni requieren mucho tiempo. Son formas efectivas de
llevarte al estado que describo, y de forma integral, funcionarán para
lograr un verdadero cambio en tu vida.
El Silencio
El primer elemento para despertar tu consciencia es alcanzar un
silencio interno. En la mayoría de las culturas modernas, el silencio es
incómodo y bajo el concepto del Ego, es algo que está mal. El silencio
para el Ego implica no tener ideas, nada que decir, nada que ofrecer a
los demás. En conjunto, estar en silencio se relaciona de forma
subconsciente a ser nada. Y debido a tus necesidades humanas de
significancia, tienes que ser algo o alguien. ¿Te has dado cuenta que la
mayoría de las veces que platicas con alguien (o contigo mismo) es
sobre un problema, en un tono negativo? Las conversaciones se
relacionan con problemas en el mundo, de conocidos, en tu familia, en
el trabajo, en la escuela. Los problemas dentro de ti, y los problemas
fuera de ti.
Por el otro lado, contrario al silencio, el hablar perdió su sentido.
Inició como una forma de comunicación, de negociación y
entendimiento entre los grupos sociales. Con el paso del tiempo se dejó
a un lado este objetivo. En vez de buscar soluciones para sobrevivir, el
ser humano lo utilizó para buscar razones de vivir. Vivir por los
problemas. Como justificación del diálogo, ahora se criticaba, opinaba,
regañaba, gritaba, etc., para dramatizar la vida, y de esta forma sentirse
único, el actor principal de la obra de tu mundo.
El evitar el silencio, es el alimento del Ego, que él mismo crea. Y más
allá de la comunicación con otros, su alimento preferido es la
comunicación contigo mismo. La voz incesante en tu cabeza que todo
cuestiona, critica o piensa. Millones de pensamientos al día,
generalmente repeticiones del mismo pensamiento, nos llevan a la
53. 52
locura inconscientemente. En conclusión, se está incómodo no sólo con
el silencio de los demás, sino con el silencio propio.
Estar en silencio no es despertar la consciencia. Es una etapa
necesaria para plantear las bases del despertar. Llamémosle el
ambiente. El silencio es el ambiente que tu ser crea para abrirle paso a
tu ser interior. Hay que aclarar que tampoco hay que llevarlo al
extremo. Dejar de hablar con todos, y callarse para siempre es otra
forma del control del Ego, a través de la introversión.
El Ego tratará de llevar tus acciones al extremo para seguir viviendo.
El punto medio es el punto de armonía y despertar humano. Es como
una balanza: busca el punto donde el peso esté en equilibrio; donde te
sientas conectado, pero acallado. Tu ser lo refleja en estar en unidad (es
decir, ser uno) con todo lo que nos rodea. La humanidad ha estado en
un desequilibrio continuo, donde la mayor parte de la sociedad vive en
un estado de negatividad mental. El silencio es la llave que abre la
puerta y crear el ambiente propicio para el cambio.
INTENTA ESTO AHORA
Cierra los ojos y no pienses en nada. Si
empiezas a tener pensamientos, es
decir, hablando contigo mismo, detente
inmediatamente y regresa al estado de
tranquilidad. No hables, no digas nada.
Atrápate a ti mismo en el momento en
que surja la voz interna, y obligarla a
callar. Solo relájate, y guarda silencio.
No te desesperes, rechaza cualquier
pensamiento y concéntrate. Respira
relajadamente. Este es el silencio
interno.
54. 53
Aceptarte a ti mismo y a los demás
En un punto en la vida, surge la pregunta “¿Por qué nací bajo estas
condiciones?” Puede que te sientas mal contigo mismo por razones de
apariencia, personalidad, certidumbre financiera, salud, etc. Es aquí
donde está el foco de origen de la aceptación. Cada uno de nosotros
sigue un camino distinto, que está preestablecido por las condiciones
en que naces. Hazte las siguientes preguntas: ¿El haber nacido en
ciertas condiciones físicas, geográficas, históricas, y económicas, te hace
ser quien eres? ¿Crees que porque naciste en un país determinado, eres
inferior o superior al resto del mundo? ¿Por qué tienes una
enfermedad, no puedes hacer nada? ¿Por tu apariencia física, nadie te
puede amar?
El aceptarte va más allá de tu apariencia física, de tu dinero, de tus
relaciones, de tu nacionalidad. El Ego crea estas diferencias, cuando
juzgas a los demás y a ti mismo tan duramente. Parece normal el odiar a
los que están mejor que nosotros, y alejarnos de los que son diferentes.
De hecho, es muy probable que a los cinco segundos de conocer a
alguien, ya lo estés juzgando por lo que presentan en el exterior.
Pero, estos juicios subjetivos siguen siendo una enfermedad
espiritual, que te desunen primero de los demás, y por ende de Dios.
Cuando juzgas a los demás por las condiciones que rodean su ser, te
estás juzgando a ti mismo, y te autodefines, creas un mundo ideológico
en guerra contra los otros. Date cuenta como la relación con las
personas que te rodean circulan pequeñas batallas de comunicación
verbal o no verbal, donde el ganador es el que juzga más fuertemente.
Aceptar es decirle SI a la vida. Le digo SI a mi cuerpo, a mi trabajo, a
mi familia. El Ego es el NO. La negatividad por ende es síntoma de que
no existe la aceptación. Igualmente, el simple hecho de decir que no,
niega las puertas de lo espontáneo hacia ti mismo. No haré esto
porque... No quiero porque... No me interesas porque... No puedo
porque...
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La consciencia no busca combatir el No. Considera que luchar contra
el Ego es perder la batalla de inmediato. Se necesita rendirse, no al Ego,
sino a la voluntad de una presencia más grande que tú. Llama a esta
presencia como quieras, Dios, Universo, Espíritu, etc. El aceptar los
hechos de tu vida como parte integral de esta presencia es lo
verdaderamente importante. Todo lo que te ha pasado ha sido para que
aprendas alguna lección, algo que te hiciera crecer. Aprendes de la vida,
viviendo la vida. Y se hace más fácil si te aceptas a ti mismo.
Incluso, más que aceptarse a uno mismo y a los demás, se está
aceptando a Dios. Aceptar el todo y no exclusivamente un lado de lo que
se nos presenta. Es por eso que la humildad es una virtud poderosa, al
igual que el dar antes que recibir. Decirle que SI a un amigo o a un
extraño, es decir "SI, te reconozco como un ser humano, parte de mí".
Acepta la universalidad de tu ser, es decir, la conexión humana que
tienes con lo que te rodea. ¿Te sientes humano cuando pasas por la
calle, sabiendo que todos a tu alrededor son personas con familias,
sentimientos y problemas, y tú simplemente los ignoras, como si fueran
parte del concreto?
Yo no soy solo yo, sino todos. Soy mi padre, mi madre, mi hermano.
Soy mi enemigo y mi crítico. Soy el extraño que no veo a los ojos en la
calle. Soy infinito. Aceptar a Dios y al mundo como es, en el Aquí y el
Ahora, son las llaves para aceptarte a tu ser.
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Perdonar
La palabra perdón no significa nada si no viene de adentro. Por
ejemplo, ¿alguna vez empujaste a alguien en la calle, y automáticamente
dijiste “perdón”? El Ego hace pensar que por sólo decir "Perdóname, no
lo vuelvo a hacer", existe un cambio en nosotros.
Perdonar, en su sentido verdadero, es una forma de aceptación de un
evento. Si recuerdas la sección anterior sobre “Aceptarte a ti y a los
demás”, aceptar significa ver el todo y entender que aquel "detalle" (o
problema) que te molestaba, no representa lo que eres en tu totalidad.
Lo mismo sucede al perdonar, no sólo es aceptarte a ti, sino a las
circunstancias y las personas relacionadas con el evento, entendiendo
que eso fue sólo una fracción de tu vida, un instante, y no toda tu vida
entera.
INTENTA ESTO AHORA
Encuentra algo que no te guste de ti
mismo. Puede ser algo físico o
psicológico. Ahora hazte la siguiente
pregunta: ¿voy a seguir sufriendo por
**menciona lo que no te gusta** o voy a
aceptarlo y vivir? Date cuenta que esa
característica no te hace ser lo que eres
por completo. Ve más allá de ese detalle.
Repite en voz alta: “Soy más que esto”.
Siente todo tu ser, tu cuerpo y tu
espíritu. Siente la energía que tienes
dentro. Eres mucho más, mucho más de
lo que crees.
57. 56
Cuando alguien te lastima, hay que entender lo siguiente: dentro de
esa persona, existe una consciencia que fue opacada por el Ego. Cuando
las personas se sumergen al extremo en su realidad material, es cuando
sus valores se complementan al Ego. Y la persona pierde control de sí, y
comete actos que dañan a los demás y a sí mismos. La gente no daña, ni
roba ni mata. Es la posesión de Ego, de una mente y cuerpo físico, el que
provoca tales males.
Dentro, está dormida la verdadera persona. Aceptar que dentro de ti
y de todos hay algo bueno, es perdonar. Implica estar consciente de la
existencia de la otra persona, ver más allá de lo obvio y descubrir la
razón por la que esta causándome este mal. El perdón viene del interior
porque lo que perdona es la consciencia. El Ego no reconoce tal
aproximación, porque reconocerlo, es ceder el control a tu verdadero
ser.
Otra forma del control del Ego se da cuando alguien te pide que
trabajes para que te perdone. El perdón sólo viene de adentro; cuando
no se da este reconocimiento del verdadero sentido del perdón, crees
que el otro es responsable. Y culpas y no cambias, y sigues lastimando a
los demás. En este caso, es necesario aprender a dejar ir. Perdonar que
el otro no pueda entender el origen de todo el problema, y dejar que
tome su camino. No puedes forzar a nadie a perdonar. Ni siquiera tienes
que forzarte a ti mismo a hacerlo, nace de forma natural.
Uno hace lo posible para lograr la armonía, dentro del ser y del ser
total (de todos). Una vez que realices varios actos de perdón, tu poder
interno, el poder de tu consciencia, empieza a surgir. No es una fuerza,
porque no obliga ni determina. Es el poder que se rinde, no que domina.
Que ama sin condición alguna a todos y no pide nada a cambio. Como
dice la oración de San Francisco de Asís, “Porque es perdonando,
como se es perdonado”.
58. 57
Dejar ir
Amar es saber nutrir algo, quererlo, dar todo por esa causa, y al final
dejarlo ir. Esto último es lo que más nos cuesta trabajo como seres
humanos. El lado egoísta del ser humano está acostumbrado a trabajar
para acumular objetos y riquezas materiales que aparentan darnos
felicidad. Sin embargo, esta felicidad sólo es momentánea y dentro de
ella, está la raíz de la infelicidad. Por ejemplo, cuando compras un carro
nuevo, te sientes emocionado y alegre, pero cuando pasan los meses,
dejas de ponerle atención y se vuelve un problema de llevarlo al
mecánico, pagar la gasolina, lavarlo, comprarle un seguro, etc. Basar la
felicidad en riquezas no tiene sentido, porque la felicidad se da en el
proceso de haberlo conseguido, no en el resultado de tenerlo.
INTENTA ESTO AHORA
Piensa en cinco personas que en algún
momento en tu vida te hayan hecho
algún daño. Ahora cierra los ojos y
concéntrate en ver su verdadero ser, su
consciencia. Cuando encuentres su
bondad, repítete en voz baja: "Dejo ir el
pasado y te perdono. Y te pido perdón
porque hasta ahora me doy cuenta". La
próxima vez que los veas, no digas nada.
Tu propia energía rodeara a la otra
persona, y en la relación percibirás un
cambio. Es el poder de perdonar.
59. 58
Dejar ir es un acto de divinidad, porque te separas de lo más
preciado para ti. Ésa es la contradicción que aparentemente presenta la
vida: "si de verdad amas algo, tienes que aprender dejarlo ir". Por eso
duele separarse de una persona querida, porque una parte del ser no
puede dejarlo. Y esto acarrea una infelicidad o tristeza que llena cuando
se recuerda el momento.
Recuerda que no naciste con todas estas cosas y personas. Aceptar
que nada en realidad te pertenece, sino que son préstamos de Dios que
al final pasarán a otra persona o lugar, es la liberación para que
descubras tu propósito en la vida.
El Ego lo hace más doloroso de lo que es. Ego es sinónimo de querer
(de poseer), mientras que la consciencia es sinónimo de dar (dejar ir).
El dolor se da cuando dejas que tus ideas, sentimientos y emociones de
apego al objeto, controlen tu ser.
En el estado de consciencia, es verdad que aparecen las mismas
ideas, sentimiento y emociones, pero la diferencia es que no te
controlan. Las rechazas porque sabes que vienen del Ego y te conectas
con tu interior.
He observado que el proceso de dejar ir viene en cuatro fases:
1. Dejar ir las cosas: Muchos de los detalles de tu vida (por
ejemplo, cuando te molestas o enojas por pequeños eventos) son
lo que hacen que la vida sea más difícil de lo que es en realidad.
Simplemente dar tus objetos o situaciones, sin pedir nada a
cambio, sin tener ese sentido de posesión, es lo que permite
trascender a un estado de paz.
2. Dejar ir al mundo: He notado como a muchas personas les
molesta el tráfico, la fila, incluso con personas en la calle.
¿Puedes influir en estas situaciones al enojarte? Por supuesto
que no. Es una reacción acostumbrada el sentir enojo y molestia
por el mundo, cuando uno se siente afectado.
60. 59
La verdad es que las personas no lo hacen con la intención de
molestar; sencillamente estas situaciones pasan, pero dependen
de ti el que te afecten o no. A través de dejar ir ese momento, y
saber que muy pronto estarás en casa, habrás salido de la
situación, o que volverás a sentiste bien, te permitirá seguir
adelante.
3. Dejar ir uno mismo: En ocasiones las personas son muy duras
consigo mismas. Yo lo sé porque soy uno de ellos. Durante años
me presione en exceso, tomando tan en serio la vida, que dejé
pasar muchas experiencias nuevas y emocionantes. Deja ir estas
ideas de ti mismo, de lo que crees que no eres, para dar espacio a
lo que quiere ser. Una vez que dejas de tratarte a ti mismo de la
forma en que lo has hecho, puedes aprovechar tus pensamientos
para atraer la prosperidad y bienestar que deseas para ti.
4. Dejar ir a los demás: Esto significa que le das libertad de ser o
estar, sin que las decisiones de los demás te inmovilicen, es
decir, no te permitan seguir adelante con tu vida. Es muy
doloroso, si no estás en contacto con Dios y tu interior, cuando
dejas ir a alguien que amabas. Cuando te abandona, muere o
desaparece, tienes que entenderlo como un suceso más allá de
tu propio bienestar. A veces es necesario para que avances a
otra etapa de tu vida, que no podías por estar apegado a ésta
persona. La inteligencia suprema mueve las piezas de la vida
como un todo, no sólo para lo que tú quieres. A veces es
necesario de tu sacrificio para el bien de los demás. Y si puedes
entender y aceptar esté hecho, puedes seguir adelante.
61. 60
Después de dejar ir a los demás, viene un cambio dramático. Dejas ir
tu propio ser. No posees tus acciones, sino que te vuelves un
instrumento de la humanidad por propio albedrío. No es una
obligación, lo haces porque sabes que es lo justo, el traer el bien a los
demás antes de pensar en tu propio bien (la satisfacción de las
necesidades del Ego).
INTENTA ESTO AHORA
Revisa tus cosas y busca objetos que no
tengan uso. Cosas que estén guardadas
que no utilizas más. Llévalas al centro
de caridad más cercano a ti. No pidas
reconocimiento ni validación de los
demás ni de tu Ego. Ni siquiera lo
comentes como tema de conversación,
porque sabrás que es tu Ego el que
habla. Consérvalo dentro de ti, y al final
regálale a Dios esa parte de bondad en
ti.
62. 61
Dejar a Dios Actuar
¿Qué piensas de los milagros? ¿Acaso existen? Y si se dan, ¿por qué, por
la oración de la persona o porque el universo escuchó? Yo era una de
esas personas que iba a misa a pedir favores; milagros repentinos que
me sacaran de todos los problemas. Ahora entiendo que la falta de
resultados no era porque no existen los milagros. Era porque no sabía
esperarlos.
Deja que tus sueños te alcancen. Permite, pacientemente, que las
cosas que quieres de esta vida lleguen a ti. No los persigas, porque
nunca las alcanzarás. El Ego te envuelve en la carrera de las ratas.
Corres en la vida para llegar a destinos basados en deseos y placeres,
sin llegar a ningún lado. El “Ahora” se vuelve el vehículo para llegar a
esos deseos insatisfechos, se torna el transporte a la idea de "algún día".
Mucha gente muere creyendo que nunca fue feliz, cuando la felicidad
siempre estuvo ahí. Estaba en el presente, no en las expectativas
futuras o en los recuerdos pasados.
Si existe un Dios, una presencia que de alguna forma ordena el caos
universal, creo que no tiene medida del tiempo. No reconoce lo que fue
el ayer, ni piensa en el mañana. Si te das cuenta, en la mayoría de las
escrituras espirituales, se habla en el tiempo presente. Se espera que
hagas algo ahora (honrarás a tus padres, ama a tu Dios, reza, medita),
porque esa es la única medida de tiempo del infinito.
Dios ha otorgado a todos un regalo extraordinario: el poder desear
algo y recibirlo. No es necesario saber el cómo, cuándo o dónde. Esas
preguntas son las preguntas del Ego, en su intento de hacerte creer que
nada es posible, que todo está lejano a ti. Cuando en la realidad, todo lo
que quieras ya lo tienes en ti. Tus ideas, según la Ley de la Atracción, se
manifiestan, sin importar si son positivas o negativas. Por ejemplo,
seguramente cuando eras niño, deseabas tener algo propio, ya sea un
juguete, un carro, una cocina, etcétera. Ahora piensa, ¿en algún
momento lo conseguiste? Puede que hayan pasado días, meses o años,
pero seguramente lo hiciste, y si no, todavía es posible. Esto es el
ejemplo más básico.
63. 62
El punto es que tus ideas y la forma en que piensas son importantes,
y serán el eje de cómo vivas tu vida. El concepto de dejar a Dios actuar,
te permite liberar la carga emocional del deseo, y transmitirla tanto tu
subconsciente como al universo para trabajar en ello.
Posiblemente, no sepas cuándo o cómo se dará, pero la pura acción
de creer en ello, es mejor que la no acción de ni siquiera pensarlo.
Enfoca tu ser en las cosas que quieres, en las cosas materiales y
sentimentales que deseas tener, en las cosas que amas. Cuando
concentras tu energía en lo que amas, deja ir el resultado. Esto es la
llave del éxito de las personas que resaltan en su campo: la habilidad de
trabajar por el placer del proceso, no el resultado.
Por otro lado, date tiempo. Hay un elemento impulsivo en el ser, que
anhela tener resultado lo más pronto posible. Y si no se da cuando lo
esperas, ¿eres un fracaso? No, eres impaciente. No creas que Dios te
falló, o que no eras capaz de lograrlo.
El trabajo de Dios se da en el momento y espacio adecuado, justo y
eficiente. Tu trabajo es enfocarte en lo que quieres de la vida, y atraerlo.
Y en el proceso de atraerlo, disfrutas tu vida tal como es, con sus
fortalezas y debilidades, con sus circunstancias buenas y malas.
Recuerda que Dios actúa de formas misteriosas. Si actuara como
nosotros no sería Dios, sino hombre. Por eso no se puede predecir
adónde nos llevará la vida ni cómo actuará Dios. Sólo tienes que confiar
en Él y poner lo mejor de tu parte.
64. 63
Agradecer
Acompáñame a leer las siguientes palabras: “Gracias Dios por este
mundo tan maravilloso. Gracias por el brillo del sol, por la brisa, por los
árboles y las flores, gracias por la luna y las estrellas. Gracias por mis
alimentos, mi cuerpo y mi mente. Gracias por la vida.” ¿Fue tan difícil
decir eso? ¿Por qué entonces no se hace todos los días?
El poder de atraer lo que quieres necesita el elemento del agradeci-
miento. No es un conformismo con la situación, es la humildad en tu
consciencia; reconocer que Dios está trabajando detrás del escenario
por ti. Dios no pide nada, ni siquiera las gracias. Pero ayuda el decirlo.
Es útil decirlo porque permite que la energía de ti y de lo que quieres
atraer, se conecte con mayor facilidad. Es como un bote, en la tierra no
puede moverse, y en el agua flota y se desplaza con gracia, rapidez y
agilidad. El bote eres tú y el agua es la Gracia.
INTENTA ESTO AHORA
Cierra los ojos y visualiza lo que quieres
en la vida. Para fines prácticos, piensa
en algo material que quieras, algo fácil
de alcanzar. Ahora percibe como se
siente a alcanzarlo. Piensa que lo estas
usando ahora mismo. Simula con tu
cuerpo que lo usas. Este es mi punto, si
de verdad lo deseas, ya está contigo,
solo es necesario de paciencia para
sostenerlo en tus manos.
65. 64
Agradecer también te trae al presente. Durante el día, la mayor parte
del tiempo se vive en modalidad “automática”. Por ejemplo, si tienes la
oportunidad hoy, come una fruta, por ejemplo una uva. Después de
comer la primera uva, quiero que te tomes tu tiempo para saborear la
segunda uva. Concéntrate en los sabores, en cada mordisco, los
movimientos de tu lengua y tu cara. ¿Supo distinta? ¿Supo más real?
Al momento de dar gracias por lo que tienes Ahora, tu mente sale del
modo “automático”, y regresa al modo "manual". Te das cuenta que lo
que tienes es bastante, muchas cosas que habías dejado de percibir.
Creo que por esa razón existe el mal en el mundo. Se necesita ver el
resultado de las guerras, el hambre, de la locura, del sufrimiento;
personas que viven en condiciones difíciles, y que siguen viviendo a
pesar de ello.
Hace apreciar que no se está en esa situación, que se tiene algo que
otro perdido. Uno se siente "agradecido". Es increíble cuántas personas
son más pobres o que han pasado por peores situaciones que uno. El
otro día vi un reportaje sobre una matanza en una escuela en Kenia.
Niños y padres fueron masacrados con machetes. Lo recuerdo, porque
mientras el reportero hablaba con llanto en su voz, los niños huérfanos
sonreían y lo animaban. Increíble.
Recurre siempre a dar las gracias por cualquier cosa, tan pequeña
como te parezca. El hecho de respirar, el latir de tu corazón, ver un
atardecer, sentir las gotas de lluvia, tener que comer, tener una cama,
sentir frío o calor. Piensa en aquellos que no son tan afortunados como
tú, y da las gracias por todo lo que tienes.
66. 65
Amar
Amar lo es todo. Alguien que inspire amor, puede crear un cambio
dramático en la forma en que las personas se tratan los unos a los otros.
De igual forma, un lugar, como zonas naturales (el pico de una montaña,
los monumentos antiguos, o lugares donde el hombre nunca ha estado,
como el espacio o el fondo del mar).
Es el propósito de nuestra existencia, lo que la vida nos trata de
enseñar. Besar, tocar o abrazar a alguien no es lo único en el amar. Va
más allá del simple contacto físico. Es un contacto espiritual con lo que
nos rodea.
En un sentido biológico, es cierto que el amor proviene de reacciones
químicas y eléctricas en el cerebro que producen toda clase de
sensaciones y emociones que determina el amor. ¿Pero crees que eso
puede definir el amor de un Buda, Cristo o Dios?
INTENTA ESTO AHORA
Has una lista (en un post-it o cualquier
papel que encuentres) de todos los
bienes materiales e intangibles (casa,
automóvil, amor de alguien,
conocimiento, habilidades, etc.). Puedes
hacerla durante todo el día, sólo hazla.
Al final, observa y medita en todos
aquellos que han perdido todo lo que tú
tienes en esa lista. Guardarla cerca de ti,
y usarla cuando olvides estar
agradecido.
67. 66
En el sentido espiritual, amar es el resultado del despertar de la
consciencia. Implica un cambio en la forma en que ves la realidad, una
transformación en tu interior hacia el exterior. Es decir, primero te
amas a ti mismo, para luego dar a los otros. Creo que incluso hay un
paso previo al amarte a ti. Verás, hay una línea muy delgada entre el
amarse a sí mismo y el Egoísmo. La diferencia está en el elemento Dios.
A través del amor a Dios, es como uno de verdad ama a sus
semejantes y a sí mismo. Porque el amor como se conocen implica una
separación del todo, es decir, amo a X de una forma y a Y de otra.
Cuando en realidad, el acto final de amor es amar a todos por igual
incondicionalmente. Amar a Dios tiene que darse sin condición alguna,
no importa la situación de vida en la que estés; pobre o rico, solo o
casado, hombre o mujer. Cualquier evento en la historia de tu vida que
creas que te ha dañado, es una prueba del amor incondicional.
Las circunstancias en tu vida han tenido un motivo de ser, eso es lo
que te ha traído hasta donde estás ahora; y en este momento, estás en
el estado de apreciación de la vida. Todo lo que ha pasado es para que
te des cuenta que estás vivo, que tienes dentro de ti una consciencia
que vivirá eternamente. Después de la muerte hay más, eso es lo que
todo esto (tu historia y tus circunstancias) te han querido hacer
entender.
Si te sientes mal por lo que te ha pasado, recuerda que todo principio
tiene un final. Lo que ahora sientes pasará, y si aceptas lo que hay
Ahora, tu recompensa es la verdad en la eternidad. Si estás diluido en
esta vida, recuerda que también las cosas que dan placer o que parece
que nunca podrían acabar, también acaban. Y si te apegas a tus
condiciones, sufrirás mucho cuando el momento determine que
necesitas pasar a otro ciclo. La vida tiene un principio con el
nacimiento, y un final a través de la muerte física. Amar a Dios
trasciende estas fronteras, porque su amor no tiene tiempo ni lugar,
está en todo lo que nos rodea, todo el tiempo.
68. 67
Amar a Dios es amarlo todo. Amarlo a pesar del terrible sufrimiento
que viven algunos como el hambre y la miseria. Todo forma parte de un
plan que va más allá de lo que tu mente te pueda hacer creer. El Ego
busca situaciones, dentro o fuera de tu poder, para hacerte creer que
Dios nos castiga, cuando lo único que nos da es amor. Una vez que
entiendes el amar a Dios, de forma automática te estás amando a ti
mismo y a los demás. Porque ves a Dios en ti y en los demás. Y los tratas
como te tratarías a ti mismo.
Tengo que aclarar algo importantísimo. Amar a Dios no significa ir al
templo de tu religión a rezar una hora a la semana. No por estar un
tiempo determinado en un lugar que la sociedad ha determinado como
santo, te hace amar a Dios. Amar a Dios es algo de tiempo completo. Y
no es un trabajo ni una responsabilidad. Es la vida.
Hasta que logres concebir en ti mismo (en tu consciencia) el hecho
de amar a Dios es vida, entiendes el propósito de la existencia humana.
Otro punto a aclarar. Amarte a ti mismo y a tu familia únicamente, y
tratar a los demás con otro tipo de amor tampoco es amar. Estás
separando el amor y categorizándolo según criterios de tu propio
beneficio y uso de las personas. A veces, se dicen comentarios como: “Si
él no me ama, yo no lo amo”; “Cómo voy a amar a un extraño más que a
mi hijo”; “Mis enemigos están contra mía, a ellos sí los puedo odiar”.
Todos estos son justificaciones que el Ego crea para definir el amor bajo
su propio concepto. Cuando ves el amor de esta forma, es cuando se
dice que el amor duele. Duele porque quieres quedarte con una parte
de las personas que de verdad amas. Las siguientes etapas que suceden
son la negación de la pérdida del amor, el sufrimiento, la ira, la
frustración y por último el odio hacia los demás, y particularmente el
odio y la duda de uno mismo.
El amor no duele cuando deduces que amar implica también el dejar
ir. Soltar las cosas o las personas, o a ti mismo. Un ejemplo más visual
de lo que no es dejar ir es imaginarse al Ego como un niño pequeño.
Cuando le quitas un juguete, la reacción inmediata es llorar. Cree que se
lo han arrebatado y lo ha perdido. Y más allá del objeto, es el sujeto, el
amor. El niño cree que le han quitado el amor, y sufre.
69. 68
Este comportamiento se vuelve más subliminal en los adolescentes y
adultos, pero es el mismo. Ante la pérdida de un ser querido (muerte,
divorcio o lejanía) nuestra reacción es llorar. Cuando aprendes a amar,
entiendes que el amor es eterno, y nunca se acabará a pesar de las
distancia en espacio o tiempo. El amor no es algo que das, y esperas que
te lo regresen. Es algo que se da para siempre incondicionalmente.
Por lo tanto, el amor es:
1. Infinito: el amor es un recurso ilimitado.
2. Universal: es uno, no hay división ni clasificación.
3. Eterno: no se acaba a pesar de nuestras medidas de tiempo.
Con estas características del amor, se obtiene la paz y tranquilidad
de amar. Y esta paz regresa a ti, y retroalimentan tu ser. Es el ciclo del
estar en consciencia.
INTENTA ESTO AHORA
Hoy acude a lugar público, saluda a
cualquier persona que pase junto a ti
con un hola y una sonrisa. No te
desmotives si no hay una respuesta.
Hazlo durante todo el día y obsérvate a
ti mismo. Observa que con una simple
sonrisa, puedes cambiar el estado de
ánimo de los demás, y por ende ser
mejor lo que eras ayer. No esperes nada
a cambio, porque recuerda: el amor es
sólo dar.
70. 69
Estar en paz
Cuando la consciencia se encuentra en un estado de unión con Dios, se
encuentra la paz. Esta no se piensa o se obliga, sino se da de forma
natural al entrar al vacío.
¿El vacío? ¿Por qué se está en paz en el vacío? ¿Y qué es? La
concepción común de vacío implica una falta de emoción, motivación,
energía o ánimo de vivir. Sin embargo, este estado de desánimo o
desmotivación se caracteriza porque la persona está “llena” de
pensamientos negativos. Decir que "no siento nada" es erróneo; mejor
dicho, todo lo que sientes lo transformas en una energía negativa.
El vacío entonces está mal entendido. Para apreciarlo mejor, piensa
en la idea de un mar. Tu mente es como un mar, compuesto por las olas,
es decir, todos los movimientos en tu superficie, y el fondo, es decir,
todo lo que está abajo de las olas. El fondo del mar se caracteriza por no
mostrar movimiento. Permanece estático ante el exterior, y es donde
alberga la mayor parte de la vida en el mar. Las olas, por el contrario,
son afectadas por elementos externos como el sol, la luna y el aire, y su
movimiento es errático e incierto. En este momento, tu vida se da en las
olas; cualquier factor fuera de ti puede afectarte y cambiar tu curso.
Pero más adentro de ti, en la profundidad, hay una calma natural. Ese es
el vacío.
Entrar en un estado de vacío es la llave para abrir la paz. Por lo tanto,
la paz es el resultado, no el proceso. Ahora, ¿cómo se entra en este
vacío?
Regresando al ejemplo del mar, debes sumergirte en el agua para
llegar a lo más profundo. Para sumergirte en ti, debes cruzar a través de
todos los pensamientos en tu mente. Las formas más comunes para
alcanzar este estado son la relajación, reflexión y meditación.
Básicamente, en primera instancia, debes de relajar tu respiración y
tu cuerpo, para dar paso a "vaciar" tu cabeza de pensamiento alguno.
Para ello, sólo te concentras en tu respiración. Poco a poco, el flujo de
pensamientos se reduce, alcanzando un estado de serenidad.
71. 70
La razón por la que la mayoría de las personas no lleva a cabo lo
anterior, es por falta de tiempo. Pero considera lo siguiente: ¿prefieres
estar todo el día estresado e intranquilo, o invertir quince minutos de
tu día meditando con el fin de estar en paz? No veas la meditación como
una técnica sobrenatural prohibida. Muchos científicos y terapistas
utilizan este método y lo recomiendan a sus pacientes. No requiere más
que tiempo para ti mismo.
El sentido real de estar en paz es abrir el camino al contacto Dios-
Consciencia. Una vez que estás en paz, estás más cerca de Dios, por lo
tanto, más cerca del poder necesario para lograr tus objetivos y cumplir
tus deseos.
INTENTA ESTO AHORA
Busca un lugar privado, donde nadie te
vaya a molestar, durante al menos
quince minutos. De preferencia, apaga
las luces, y permítete estar en la
obscuridad. No tengas miedo, solo estás
tú. Ahora cierra los ojos, y respira
despacio y profundamente, y déjate
llevar por el ritmo tranquilo de tu
respiración. Cualquier pensamiento
tiene que ser desconsiderado, lo único
que tienes que pensar ahora es tu
respiración. Tu mente estará en paz
después de este ejercicio.
74. 73
Para este momento, se presentó la raíz y la solución a la problemática
de la vida y la existencia. Sintetizando los capítulos anteriores, el
problema de la inconsciencia existencial consiste en el control del Ego,
es decir, el conjunto de sistemas, ideas y emociones que controlan el
comportamiento interno y externo de una persona (a la vez existiendo
un Ego individual y un Ego colectivo) que no permiten estar en un
estado de paz, armonía y felicidad. La solución consiste en el despertar
la consciencia del ser, es decir, reconocer al Ego y las situaciones que
han influido en tu vida, y liberarse de ellos. También se determinaron
aspectos del despertar como el silencio, la aceptación, el perdón, el
dejar ir, el agradecimiento, el dejar a Dios, el amar y el estar en paz. A
fin de dar un método a esta proceso, se plantearán actividades a
realizar durante 21 días que ayudaran al despertar de la consciencia.
Recuerda que no se acaba en 21 días. No es una medicina que te curas
para una enfermedad, y esperas a que regrese para tomar de nuevo la
medicina. Esto es una forma de vivir.
Este método toma como importancia a Dios y a ti mismo, más que a
factores externos (como los sociales) e internos (como la psique
humana). Tampoco lo veas como una fórmula mágica. Las enseñanzas
que se presentan no contienen ninguna innovación o nuevo
pensamiento. Es la aplicación metodológica de conceptos espirituales,
que los iluminados como Buda, Jesús o Lao Tzu infundieron, de acuerdo
a sus tiempos y lugares de origen. Después de estos 21 días, tu vida
cambiará.
75. 74
Día 1. Caminar
Antes de empezar cualquier cosa, hoy ve a caminar. Desde los orígenes
del hombre, caminar ha formado parte de nuestra existencia tanto
como lo es comer o dormir. Pero esta acción va más allá del hecho de
desplazarse de un lugar a otro o de realizarse como un ejercicio para
nuestro acondicionamiento físico.
Tiene un significado para el ser interior, a través de las preguntas
¿Adónde voy? ¿Adónde vamos después de todo esto? ¿Dónde termina?
¿Dónde empieza?
A veces te puedes sentir tan perdido en la vida, como si creyeras que
el lugar donde estás ahora es un error, o fue el camino equivocado. Sin
embargo, no ha equivocaciones, sino decisiones y acciones en la vida,
que puedes aceptar y seguir adelante, o quedarte atrapado en ellas, a
través del sufrimiento.
Algo tiene que moverse dentro de uno mismo para seguir adelante, y
eso es el espíritu. A través del caminar, es como si se pusiera en marcha
el motor de la reflexión interna, y te dejas guiar por tu luz interior. Es
importante dejar el control de los pensamientos a Dios, porque cuando
el Ego domina, tus pensamientos te harán sentir caído, frustrado o
nervioso. Respira, camina y deja que Dios te guíe.
Sé que tendrás excusas muy fuertes (por tu Ego) para evitar ir, pero
todo esto tienes que vivirlo tú. No te puedo contar qué sentirás ni que
estarás curado mágicamente. Te puedo guiar con este consejo: “camina
como si fuera el último día de tu vida”. Recuerda la historia introductoria
del libro. El último día que vivió ese pobre hombre fue de miseria. Si
hoy fuera tu último día, ¿te gustaría poder, por lo menos, cambiar algo
de ti antes de que te vayas de este mundo?
El día de hoy, de preferencia en la mañana o el atardecer, sal a
cambiar a un lugar al aire libre. Es importante que sea cerca de la
naturaleza, te permitirá sentirte más liberado. No te preocupes por la
ropa, mientras no te quejes durante el caminar. También tienes que ir
solo. Nadie puede acompañarte.
76. 75
Durante treinta minutos, camina por el sendero más solitario que
encuentres. Evita estar cerca de una gran multitud de gente. No trotes o
corras, solo camina. Es muy importante lo que te voy a decir: intenta no
pensar. Sé que crees que vas a reflexionar de tus problemas, y que
encontrarás una solución mágica a todo. Ésa no es la finalidad del
ejercicio de hoy. Vas a dejar de pensar, y vas a observar lo que te rodea.
Mira durante tu camino el cielo, las nubes, el mar, la arena, el pasto, las
flores, los arboles, etc. Y observa. Ve los detalles de cada objeto; si
gustas puedes parar en algún momento a acercarte. Deja que el
momento te lleve, y olvídate si tienes que llegar a algún lugar. Camina y
disfruta de lo más grande que existe: tu vida.
77. 76
MENSAJE DEL DÍA
(Escribe esta frase en un post it, en tu mano o en una nota, y tráela
contigo durante el día. Voltea a verla varias veces en el día, para que
recuerdes tu actividad del día)
Cálmate
DIARIO
(Escribe la fecha de hoy, cómo te sentiste y qué pensaste. Sé sincero
contigo mismo.)
Fecha
78. 77
Día 2. Guarda Silencio
La experiencia de hoy tomará todo el día. No te desanimes ni te enojes
por lo que te voy a decir: vas a quedarte en silencio la mayor parte del
tiempo de hoy. En este ejercicio, no podrás decir nada. Si tienes que
decir algo, dilo de la forma más corta y humilde que puedas, pero por
dentro, guarda el mayor silencio que puedas.
Este silencio no es sólo hacia el exterior, sino hacia el interior. Hoy
mantente en silencio durante todo el día contigo mismo. Si te molestas,
recuerda que el Ego trata de controlarte a través de una reacción a las
situaciones; una reacción por supuesto, negativa. Se dice que el silencio
es la voz de Dios. Cuando saturas tu mente de ideas repetitivas y
negativas de lo que no eres, o de lo que perdiste o de lo mal que estás, lo
único que haces es atraer más eventos como los actuales. Se necesita
del silencio para dar un descanso a ti mismo de agobios y penas. Se
hace de manera consciente, estando presente en el Ahora. Recuerda
que el silencio es el ambiente necesario para acercarse a Dios y a tu
interior. No se está incurriendo a la introversión, sino a la calma que
hay dentro de ti ante los problemas o situaciones que te rodean.
Es muy importante que reconozcas durante el día, cuando comienzas
a platicar en tu cabeza, cuando estés interactuando en exceso con los
demás o cuando simplemente te olvidas de tu objetivo. El darte cuenta
de estas señales en su momento, es el reconocimiento de que eres más
de lo que la superficie te ha hecho ver; son señales de progreso, de
conocimiento de ti mismo. Y en ese preciso instante, recuerda el
silencio. Solo ríete de haberte dado cuenta de la situación, y regresa al
silencio. Te darás cuenta de muchas cosas que pasan alrededor de ti,
que previamente no te dabas cuenta. No sólo objetos, sino personas que
están a tu alrededor, y has dejado de percibir, porque los separabas de
ti, como si fueran piedras en el camino.
80. 79
Día 3. Escucha
La mente humana se acostumbra a la realidad que se presenta. Los
sonidos a tu alrededor son, para el Ego, el fondo lejano que no tiene
relación contigo. Sin embargo, tiene una relación más significativa.
Estás conectado a los sonidos, porque emiten una vibración que tiene
un efecto en la forma en que percibes la realidad. Tus pensamientos son
destellos de una vibración que atrae otras vibraciones de su tipo. La
forma en que se piensa y percibe el mundo, es la razón por la que
algunas personas tienen éxito en lo que se proponen y otras no. Si te
enfocas a los sonidos que te molestan, estás contrayendo la vibración
de una energía rápida y potente a una energía que alimenta la
negatividad.
Ruidos como el llanto de un bebé, el tráfico pesado, las máquinas de
una construcción, el volumen de la televisión, los gritos familiares;
alteran la paz interior, pero sólo porque tú lo permites. En realidad,
aceptar que son parte del entorno y que no tienes el control para
cambiarlo, te libera del resultado superficial (la irritación) y te traspasa,
como si fueras invisible y flexible a cualquier daño.
El día de hoy, concentra tu mente y tu espíritu en escuchar los
sonidos dentro de los sonidos. Es decir, reconoce la vibración de los
sonidos que están a tu alrededor y elige cuál quieres en tu ser. Los
elementos de la naturaleza como el canto de los pájaros, la lluvia, las
olas, el viento, son algunos ejemplos de sonidos que puedes percibir, y
si enfocas tu mente en ellos encontrar una forma de paz momentánea.
Otros sonidos en los que puede concentrarte son los sonidos de tu
cuerpo. El latir de tu corazón, tu respiración o el simple hecho de
taparse los oídos y escuchar tu silencio, son patrones en tu cuerpo que
no controlas.
Es una fuerza suprema la que hace que tu corazón lata, a pesar de
que estés dormido, o que tu respiración se dé incluso ante el miedo o
pánico. Otra clase de sonidos que puedes atender son las voces
humanas.
81. 80
Existen personas que han despertado su consciencia, y el simple
hecho de estar con ellas denota, de manera subliminal, un cambio en el
entorno que le rodea. Percibe hoy en tu trabajo, hogar o en la calle, a
este tipo de personas. Generalmente serán las que menos hablan; si
encuentras una, platica o escúchala, porque el simple hecho de estar
cerca te guiará por el camino.
Y recuerda escuchar con el corazón, no con los oídos. A través de los
oídos, los sonidos entran y son procesados en tu cerebro. Pero tu
corazón es el afectado, cuando te alteras, provocando estrés y malestar.
Cuando escuchas con el corazón, los sonidos cobran significado.
Revelan la unión que tienes con lo que te rodea, la unidad de ti con los
demás, como parte de un Dios omnipresente. Escucha y guíate por tu
corazón, tu mejor oído al mundo de la verdad.
83. 82
Día 4. Observa
Éste es el último paso del camino de los sentidos. Has estado usando
hasta ahora los sentidos para introducir tu consciencia al mundo.
Porque el mundo que conoces es una ilusión, y el mundo que creas cada
día es el único.
Observar es la contemplación del milagro de la vida. No se refiere
exclusivamente a la determinación de los hechos del mundo (la
perspectiva de la ciencia). El verdadero fondo de nuestro sentido visual
es la percepción de las vibraciones energéticas a través de tus ojos. Las
imágenes que ves, son energía hecha material. Cuando trasciendes el
sentido material al sentido de la energía, te das cuenta que las hojas de
los árboles, las nubes, tu cuerpo y todo lo que ves son imágenes de la
energía de la vida.
Hay imágenes que sacan lo mejor de nosotros, como las imágenes
religiosas como santos, profetas, y gente que alcanzó cierto grado de
divinidad (Gandhi, Madre Teresa, el Papa Juan Pablo); las imágenes de
la naturaleza (animales, zonas naturales); las creaciones del hombre
(monumentos, maravillas arquitectónicas, ciudades). Otras imágenes,
nos llevan a estados emocionales negativos, como actos de violencia en
el mundo, peleas, personajes históricos que provocaron guerras o
conflictos humanos, e incluso fotos de personas a las que no has podido
perdonar.
Este día, trata no sólo de ver, sino de observar el mundo con nuevos
ojos. Atraviesa al mundo, deja entrar en ti los colores de la vida, la
energía a tu alrededor.
Observar implica que entiendes el significado de lo que ves. Por
ejemplo, ver a tu hijo es diferente a observar cómo crece. Para
observar, es necesario que despejes tu mente de prejuicios o críticas, y
ver la vida como un fotógrafo. Imagina que estás tratando de sacar
fotografías artísticas. Trata de ver la belleza del mundo, incluso en el
peor lugar.
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El dolor, el sufrimiento y la muerte seguirán formando parte de la
ilusión del mundo, pero al final, tú eliges si te deseas quedarte en ese
mundo, o ir hacia tu paz interior. En este momento de interioridad, todo
lo creado es un milagro apreciado y agradecido como regalo, en todo
momento. Ver el agua, y reconocer que sin ella morirías. Ver el cielo, y
darse cuenta que sin él, el mundo no tendría color.
Una parte esencial de este proceso es dejar de ver las noticias, la
televisión y eventos enfocados en la violencia (juegos de video, eventos
sociales, sitios de internet para adultos). Enfoca tus ojos a la belleza del
mundo, a tu familia que te ama, a los animales y las plantas, al cielo, mar
o tierra. Observa los detalles que hacen a las cosas, porque en ellas
están las chispas que encienden el fuego de la felicidad eterna.
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Día 5. Busca lo Bueno en los Demás y en las Situaciones
Honestamente, ¿qué es lo primero que ves en una persona que apenas
conoces o que viste en la calle? Lo malo… no. En realidad, lo que tú
"crees" que está mal.
El título de este día es una treta. Me refiero al término de lo “bueno”.
Cuando una persona está en estado de consciencia, no califica las
situaciones de su vida como positivas o negativas, sino simplemente lo
acepta. En realidad, hoy no vas a buscar lo bueno o malo en los demás o
en las situaciones. Durante toda tu vida, has estado fijado en el lado
negativo de ti, los eventos, las personas, esperando que de alguna
forma, lo “bueno” llegue a tu vida. Este juego no tiene un fin, porque a
pesar de la situación en donde estés, tendrás esa tendencia de
desvalorizar el momento y el lugar en tu vida, perdiendo el sentido del
Ahora, y por ello de Dios.
Esta calificación de positivo o negativo trae consigo la semilla de la
infelicidad. En tu realidad actual, buscas formas de ser feliz fuera de tu
relación con Dios, como tener más dinero, encontrar una pareja, un
mejor trabajo, etc. Pero al obtenerlo, el proceso que da inicio a la
infelicidad se abre, dando paso un nuevo ciclo de buscar la felicidad,
para convertirse en infelicidad. Por lo tanto, en la realidad material, el
concepto de felicidad es temporal, y el deseo de ésta es permanente. La
búsqueda de la felicidad es un mito. La verdadera búsqueda es la
aceptación de lo que es, y el disfrute de la vida en el Ahora, en el amor a
ti mismo, a Dios y a los demás. La razón para criticar los hechos de tu
vida, a los demás, las circunstancias y todo lo que es, radica en que no te
has aceptado a ti mismo en dos formas: como Tú eres Ahora, y como
parte de Dios. Lo más probable es que te sientes inseguro de ser tú
mismo, ante la presión social, o incluso porque no sabes quién eres por
dentro.
Hay personas que pasan todo una vida sin saber quiénes son, para
que, al momento de su muerte, se pregunten ¿qué fue de mi vida?