1. Marco Teórico
Según Bosco (2001), los cambios para la transformación de la
educación no se pueden improvisar, sino que hay que realizar los
estudios adecuados del contexto, posteriormente planificar
estratégicamente los pasos a seguir, definir los plazos, evaluar y
finalmente replantear las acciones con las correcciones necesarias.
Por su parte, “ la estructura administrativa, debe encontrarse
organizada para poder implementar acciones y estrategias de
intervención”. (Barretto 2002).
Para realizar toda intervención en el contexto institucional, éste
debe organizarse y coordinarse de forma tal que las estrategias
tengan un resultado esperable.
En los últimos tiempos ha existido una tendencia en los sistemas
educativos de realizar intervenciones enfocados a los procesos y
contenidos de los aprendizajes. La forma como se enseña y como
aprende el estudiante, los conocimientos, las habilidades, las
destrezas y las actitudes, ha sido materia fundamental. Así
entran a jugar un papel importante las estrategias curriculares,
los recursos y tecnologías de enseñanza, el rol del personal
docente y los ambientes educativos que permiten aprender a
aprender, aprender a emprender y aprender a convivir con las
otras personas. (Bosco 2001).
Implementar y desarrollar un programa de esta índole, donde se
considera al alumno/a como uno solo , donde es el mismo
individuo el que egresa de sexto año de Primaria e ingresa a
E.M.B, representa enormes beneficios . Estos, no sólo son
significativos para los procesos de enseñanza - aprendizajes, sino
que también podría involucrar alcances sociales insospechados y
posibles cambios en las proyecciones vitales de los alumnos/as.
Todo el Plan Tránsito Educativo, hace reconocer en el sujeto y su
contexto familiar el valor de la educación, posibilita el desarrollo
de los recursos personales y promueve la formación de personas
con una mejor adaptación social, en una sociedad con principios
democráticos.
Por otra parte, debe existir la voluntad y el compromiso de todos
los sujetos involucrados en el sistema y orientar tanto las acciones
como los programas curriculares hacia el cumplimiento de estos
principios, que representan un interesante desafío para todos los
actores del sistema.
Para ello deben lograrse cambios importantes a nivel de la
gestión, con docentes que trabajen en dichas instituciones
2. educativas, persiguiendo los ejes específicos del Plan “Tránsito
entre Ciclos” , mencionados por Lucía Pierri, jefa del Área
Técnica de Infamilia-MIDES.
Ellos son:
<!--[if !supportLists]-->• <!--[endif]-->Inclusión educativa
<!--[if !supportLists]-->• <!--[endif]-->Insistencia
<!--[if !supportLists]-->• <!--[endif]-->Imaginación
<!--[if !supportLists]-->• <!--[endif]-->Incidencia
<!--[if !supportLists]-->• <!--[endif]-->Integralidad-intersectorialidad.
<!--[if !supportLists]-->• <!--[endif]-->Ilusión.
Características que al llevarlas adelante permitirán, la aplicación
exitosa del Plan, para que la transición sea positiva y los
adolescentes logren incluirse en procesos educativos y en
particular, mejorar la convivencia.
Norberto Ianni(2003) plantea que para que una intervención en
este ámbito logre cambios, deben desarrollarse algunos aspectos
claves en la gestión escolar de la institución. En primer lugar,
comenta que la construcción de la convivencia es una tarea
cotidiana, que debe estar en constante renovación de acuerdo a los
requerimientos del contexto.
Otro aspecto, es que la convivencia involucra a todos los actores
que participan del proceso educativo y cada cual debe asumir la
labor y el compromiso que se le demanda. En este sentido, se
requiere de un trabajo compartido para la elaboración y
mantención de la intervención, siendo la responsabilidad un
compromiso de todos.
Además se debe considerar, el desarrollo de un programa de
convivencia como un proceso que demanda tiempo, tanto desde el
diseño de las propuestas, su difusión, aplicación y posteriores
adecuaciones.
Todo cambio implica un proceso, no exento de retrocesos,
detractores y cuestionamientos y que por lo tanto puede ser un
cambio lento debido a que se debe cambiar la cultura de las
instituciones en general e intervenir a nivel de las creencias,
representaciones y construcción de significados de sus actores.
Un modelo de convivencia es único e irrepetible.
Finalmente, la institución debe facilitar los puntos de encuentro
para el diálogo y la reflexión, deben buscar los espacios y las
instancias para que esto se facilite, lo que podría implicar la
3. modificación de horarios para la disponibilidad de todos los
sujetos implicados.
En esta línea de trabajo, que implica el compromiso y la
participación de todos los actores, los profesores y maestros
comunitarios, deben contribuir desde su rol a posibilitar un
adecuado clima institucional.
Por otra parte, es muy importante para el establecimiento de una
buena convivencia y especialmente en contextos de pobreza y
vulnerabilidad social, el crear condiciones mínimas
disciplinarias que hagan viable el desempeño.
. A través de las estrategias que se empleen para ello, el objetivo se
orientará a crear un ambiente que posibilite el desarrollo de
habilidades sociales, un mayor autocontrol y el respeto mutuo.
Desde una perspectiva del desarrollo social, las personas
aprenden a convivir con otros en la medida en que conviven, y
esto va constituyendo un estilo ético que luego se replica en otros
contextos. En este marco, la disciplina estaría dada por facilitar
el desarrollo de criterios, valores y habilidades para una buena
convivencia que se va construyendo, dando paso progresivamente
hacia un nivel de mayor autonomía personal y moral, adecuado a
la etapa de desarrollo del sujeto.
Este planteamiento sugiere un replantearse el marco disciplinar
tradicional , en donde el excesivo control y la uniformidad de las
exigencias, parecen ser un fin por sí solo.
La idea es promover la disciplina como un elemento más del
aprendizaje y del desarrollo, de manera de ir alcanzando mayores
habilidades de convivencia social, para que el alumno aprenda a
enfrentar y resolver problemas, se adapte a los cambios y vaya
desarrollando un nivel mayor de autonomía personal, condiciones
muy relevantes desde el perfil de adolescentes de escuelas
vulnerables.
Finalmente, es imprescindible un alineamiento con lo que la
institución es como tal, desde el contexto en la cual se encuentra y
desde la concepción de ser humano que le interesa formar, solo
desde una articulación coherente un modelo así se hace posible.
En definitiva, un elemento importante para el éxito de una buena
gestión , consiste en que todos los agentes educativos de la
institución, estén involucrados para retener y evitar el abandono
de jóvenes y adolescentes, lo que constituye una problemática
social y cultural, que hay que intentar resolver, porque sin capital
social no hay desarrollo humano ni económico.
4. BIBLIOGRAFÍA
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adversidad.Ediciones CEANIM. Santiago.
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Editorial Paidos España.
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Editorial Visor. Madrid España.
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Panorama Social de América Latina. CEPAL. Santiago de Chile
<!--[if !supportLists]-->•<!--[endif]--> CUADERNO DE ENCUENTROS
TERRITORIALES 1. Señales de Tránsito. Experiencias de
Tránsito Educativo. Infamilia.
<!--[if !supportLists]-->•<!--[endif]-->Programa de Maestros