1. EL SISTEMA INMUNOLÓGICO
Nuestro cuerpo tiene un escudo protector natural contra las infecciones, los virus, los hongos y
las bacterias. Es a través del sistema inmunológico que el cuerpo humano puede contrarrestar
todo lo que pretenda invadirlo y debilitarlo.
Este sistema se encuentra conformado por una compleja red de órganos y células que tienen la
función de combatir y destruir a los agentes infecciosos.
Además de esto, nos protege de las enfermedades, siempre y cuando esté funcionando
adecuadamente.
Tal vez te preguntarás ¿Cómo podemos saber si nuestro sistema inmunológico está
funcionando o no correctamente?
Pues bien, esa y otras inquietudes más serán respondidas en el presente artículo, debido a que
es sumamente importante conocer cómo está conformado, así como también, la forma de
mantenerlo saludable.
¿Qué es el sistema inmunológico?
El sistema inmunológico es la defensa que tiene nuestro organismo en contra de agentes
invasores e infecciosos es lo que se conoce como sistema inmunológico.
De una forma eficaz se encarga de combatir las sustancias que buscan afectar y desestabilizar
los sistemas de nuestro cuerpo.
Conformación del sistema inmunológico
El sistema inmunológico está conformado por diversas células, órganos, tejidos y proteínas.
Estos le permiten al cuerpo el hecho de poder ser resguardado de ciertos microorganismos y
gérmenes. Veamos cuáles son a continuación:
Las células
Las células que conforman el sistema inmunológico son los leucocitos o glóbulos blancos.
Hay dos clases de leucocitos que combinados pueden hallar y eliminar ciertos organismos
causantes de enfermedades.
2. Los leucocitos son producidos o almacenados en diversas áreas del cuerpo, entre los que se
encuentran el bazo, el timo y la médula ósea, por lo cual se les conoce como órganos linfáticos.
También los leucocitos se hallan almacenados en las masas del tejido linfático en distintas
áreas del cuerpo, en forma de ganglios.
Los leucocitos pueden llegar a circular hacia los ganglios y órganos a través de vasos
sanguíneos y linfáticos.
Gracias a esto, el sistema inmunológico puede funcionar de una manera tal que puede
controlar el organismo en busca de sustancias que pudieran ocasionarle algún daño.
Las clases de leucocitos son:
Los linfocitos son células que facilitan al cuerpo el hecho de poder recordar e identificar
anteriores Invasores, por lo cual contribuye en su destrucción.
Estas células se clasifican en linfocitos B y linfocitos T. Los linfocitos son originados en la
médula ósea pudiendo permanecer allí hasta convertirse en células B.
Aunque también pueden dirigirse hacia la glándula timo y convertirse en células T. Tanto los
linfocitos B y T poseen distintas funciones. Así que veamos:
Los linfocitos B
Son como un sistema militar de inteligencia especializado en el organismo debido a que ubican
el objetivo y mandan las defensas necesarias para apresarlo
Los linfocitos T
Cumplen el papel de soldados ya que se encargan de destruir a los agentes Invasores que el
sistema militar de inteligencia ya ha identificado previamente.
Las sustancias que pretenden invadir el organismo son conocidos como antígenos y diversos
tipos de células se encargan de trabajar conjuntamente para reconocerlos y evitar su amenaza.
Con el propósito de atrapar a los antígenos, los linfocitos B son llevados a la producción de
anticuerpos.
Tales anticuerpos pueden permanecer en el organismo del individuo, puesto que cuando el
mismo antígeno pretende retornar, el sistema inmunológico ya cuenta anticipadamente con
anticuerpos para combatirlos.
Es decir, que cuando una persona llega a enfermarse por ejemplo, de una lechina, está no
contraerá nuevamente dicha enfermedad.
Las célula T o las denominadas células asesinas ayudan a los anticuerpos a destruir los
antígenos detectados.
Gracias a los anticuerpos se produce la activación de un sistema proteico denominado
complemento.
Este sistema se encarga de destruir las células que han sido infectadas, los virus y las
bacterias y este proceso se conoce como inmunidad.
3. Los fagocitos
Estas células son las encargadas de destruir agentes invasores del organismo y atacar las
bacterias.
Cuando los médicos vislumbran la existencia de una infección bacteriana pueden solicitar la
realización de un análisis de sangre.
Esto es con el objeto de poder determinar si el conteo de neutrófilos en el individuo se ha
incrementado por causa de una infección.
Por otra parte el resto de los fagocitos cumplen funciones determinadas con el objeto de que el
cuerpo puede reaccionar frente a algún agente invasor.
Los órganos
El bazo
De los órganos que pertenecen al sistema linfático, este es el encargado de destruir y
reemplazar los glóbulos rojos pertenecientes a las células viejas.
Por medio de la producción de opsonina la fagocitosis es desarrollada. Además de esto, los
antígenos son filtrados.
El timo
Es en este órgano importante para el sistema inmunológico en donde se producen los
linfocitos.
Si este órgano llegara a faltar por causa de un defecto de genética o por un accidente, pudiera
originarse una severa inmunodeficiencia y por consecuencia una mayor propensión a
enfermedades.
La médula ósea
Las plaquetas, los leucocitos y eritrocitos son células donde generadas en esta clase de
tejidos.
La médula ósea se encuentra conformada por un tejido de tipo viscoso que se haya ubicado en
el fémur, el esternón, las costillas y vértebras.
4. Beneficios que nos otorga el sistema inmunológico
Una persona es más propensa a contraer enfermedades cuando su sistema inmunológico no
funciona correctamente.
El sistema inmunológico en nuestro organismo nos otorga muchos beneficios entre los cuales
se tienen los siguientes:
Contribuyen al mantenimiento de un buen estado de salud.
Permite combatir cualquier agente extraño que pretenda perjudicar nuestro organismo.
El sistema inmunológico sirve de alojamiento para las células que han sido generadas para
contrarrestar algún virus.
Contribuye a la protección de otras infecciones que pudieran afectar en alguna otra
oportunidad.
Previene el deterioro de nuestra salud si se da el caso de que el cuerpo llegue a ser
afectado por alguna enfermedad.
¿Sabías que las respuestas del sistema inmunológico varían?
En los seres humanos se encuentran tres clases de respuesta inmune según sea detectado en
el organismo algún agente peligroso, las cuales son:
La inmunidad innata
Esta tiene que ver con la inmunidad natural con la cual nacen todas las personas y es
considerada como una protección de manera general.
Otras especies de seres vivos suelen ser afectados por gérmenes que no hacen daño a los
seres humanos.
Un ejemplo de esto sería el caso del moquillo que se produce en los perros, el cual no suele
afectar a los seres humanos.
También sucede lo contrario cuando enfermedades que afectan a los seres humanos, como lo
es el caso del VIH, que no afecta a la raza canina.
La inmunidad innata se encuentra conformada por otras barreras externas del cuerpo como lo
son la piel y membranas mucosas.
Tal es el caso de las membranas que cubren la garganta, el tracto gastrointestinal y la nariz.
Dichas membranas vienen siendo la primera línea defensiva para impedir el ingreso de
enfermedades al organismo.
Cuando esta barrera exterior se ha roto a través de un corte por ejemplo, la
piel inmediatamente buscará sanar.
Mientras que esto sucede las células inmunitarias entran en acción para atacar cualquier
germen que pretenda invadir.
La inmunidad adquirida
La segunda categoría de inmunidad es la adquirida la cual es desarrollada a lo largo de
nuestras vidas.
5. Esta se basa en la actividad que realizan los linfocitos y es generada conforme o los individuos
van siendo expuestos a enfermedades.
También pueden ser inmunizados contra ciertas afecciones por medio de la vacuna.
La inmunidad pasiva
Este tipo de inmunidad se otorga por medio del préstamo que emana de una fuente distinta por
un período corto de duración.
Este es el caso de los anticuerpos que contiene la leche, la cual tiene la capacidad de
inmunizar de manera temporal al recién nacido.
Esta inmunidad es en contra de ciertas afecciones a las que pudo haber estado expuesta su
madre.
Gracias a esto el infante puede estar protegido en contra de infecciones durante sus primeros
años de vida.
Los sistemas inmunológicos de cada quién son diferentes, por lo que unas personas pueden
tener la tendencia a contraer más infecciones que otras personas.
A medida que pasa el tiempo el sistema inmunológico de ciertos individuos cuando entran en
contacto con muchos más gérmenes, pueden desarrollar inmunidad en contra de estos.
Debido a ello por ejemplo, los adolescentes y las personas adultas pueden contraer menos
resfriados que en el caso de los niños.
Esto se debe a que su organismo ha aprendido a identificar y atacar de forma inmediata varios
de los virus que pueden ocasionarles un resfriado por ejemplo.
¿Cómo podemos mantener nuestro sistema inmunológico fortalecido?
Mucha de la responsabilidad del fortalecimiento de un sistema inmunológico óptimo radica en
nuestra parte.
Existen varias cosas que podemos realizar para que nuestro sistema inmunológico se
mantenga fortalecido, saludable y con los nutrientes necesarios.
Entre tales actividades se encuentran las siguientes:
Procurar reducir los niveles de estrés
Cuando el estrés entra en acción nuestro estado anímico es alterado y esto puede constituirse
en uno de los principales factores debilitantes del sistema inmunológico.
Producto del estrés se encuentra el debilitamiento de la resistencia inmunológica y el
incremento de la probabilidad de alguna afectación de salud.
Por tanto es recomendable realizar actividades que brindan relajación a fin de reducir el estrés.
Entre una de estas se encuentra la oración, ya que el hecho de hablar con Dios como una
primera prioridad, permite echar fuera toda ansiedad.
6. Otra sería la práctica ejercicios de respiración, cosa que incluso recomiendan los profesores de
canto y de oratoria para reducir tensiones, por ejemplo.
También se puede optar por una ida a la playa o al campo, ya que el trato directo con la
naturaleza y el hecho de salir de la rutina reduce el estrés.
Practicar ejercicios
Toda cosa que realicemos e implique movimiento por parte de nuestro cuerpo, puede
considerarse eficaz para que el sistema inmunológico se vea fortalecido.
Con tan sólo caminar por varios minutos, de cuatro a cinco días por semana, se puede reducir
el descenso de la función inmunitaria, por factores tales como el avance de la edad, por
ejemplo.
Claro está, no es necesario excedernos con la realización de ejercicios, porque esto puede
tender a ser dañino para nuestra salud.
Esto se debe a que pueden surgir infecciones, generadas inicialmente en el tracto respiratorio.
Comer alimentos ricos en nutrientes y vitaminas
Los alimentos que consumimos contienen diversos nutrientes que pueden contribuir en el buen
desempeño de nuestro sistema inmunológico entre estos tenemos:
Vitamina C
Es un tremendo nutriente que favorece la formación de células para combatir las infecciones de
la sangre, por tal razón el riesgo de adquirir virus se ve minimizado.
Este tipo de vitamina se puede conseguir en alimentos como las frutas cítricas, los pimientos,
los tomates, los mangos, el brócoli, la coliflor y la patata.
Vitamina E
Está contribuye con la formación de las células que se encargan de la eliminación de los
gérmenes bacterias.
Así mismo está involucrado en la disminución del riesgo de padecimiento de cáncer.
Esta vitamina puede ser hallada tanto en verduras, como en frutas y también en los cereales
integrales, las semillas, las legumbres y los frutos secos.
Los carotenoides
Estos nutrientes tienen una acción antioxidante, por lo cual se encuentran involucrados con la
reparación de las células dañadas como consecuencia de los radicales libres.
Gracias a esto el sistema inmunológico puede funcionar adecuadamente, y pueden ser
hallados en alimentos como el maíz, la calabaza, la sandía y el brócoli,
El selenio y el zinc
7. Ambos minerales intervienen en la construcción de diversas células en el organismo.
Pueden ser halladas en alimentos como los cereales integrales, los productos lácteos, la yema
del huevo, el atún, los mariscos, las nueces, el trigo, entre otros.
Asimismo, tenemos otros alimentos con los cuáles podemos elevar nuestro sistema inmune,
como lo son los probióticos, entre ellos, el yogurt natural y la leche fermentada.
Medidas adicionales
Alejarse de las personas fumadoras.
Exponerse a la luz del sol durante las mañanas, sin el empleo de protectores solares para
favorecer la producción de la vitamina D.
Consumir alimentos orgánicos en lugar de industrializados.
Procurar evitar las comidas chatarras o comidas rápidas.
No automedicarse.
Tomar aproximadamente unos dos litros diarios de agua filtrada o mineral.
Cosas que influyen en el deterioro del sistema inmunológico
Entre aquellos factores que pueden incluirse forma adversa al sistema inmunológico se
encuentran:
El dormir de forma inapropiada o hacerlo durante pocas horas
Los elevados niveles de azúcar en la sangre.
La ingesta de bebidas alcohólicas.
El consumo de ciertos medicamentos.
El hecho de no comer alimentos que contengan vitamina D lo cual produce una carencia
importante nutrientes.
Comer granos refinados.
El estrés crónico.
Las preocupaciones exacerbadas.
Periodos con cuadros de ansiedad y depresión.
El consumo de alimentos que contengan aditivos químicos.