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LA TRADUCCIÓN
DE LA IRONÍA
Un análisis comparativo entre
El día del derrumbe l De dag dat alles instortte
de Juan Rulfo
                                                   Nombre: Vera Hooijdonk
                                                   Supervisora: dr. Y. Rodríguez Pérez
                                                   Agosto 2007
LA TRADUCCIÓN DE LA IRONÍA




            The purpose of irony is none other than irony itself…
                                             merely to feel free

                                               - Søren Kierkegaard -




Reading irony is in some ways like translating, like decoding, like
                                                      deciphering,
                                  and like peering behind a mask

                                                    - Wayne Booth -
LA TRADUCCIÓN DE LA IRONÍA




AGRADECIMIENTO


Quiero agradecer a las siguientes personas que me han ayudado en la realización de esta
tesina:


Yolanda Rodríguez Pérez por su supervisión, consejos y entusiasmo.
Mi familia y amigos por procurar distracción en los meses de la realización de esta tesina.
Anke Berends por su amistad y apoyo mental.
Francisco Sánchez por sus correcciones gramaticales e información sobre el lenguaje
coloquial mexicano.


Utrecht, 25 de agosto de 2007
LA TRADUCCIÓN DE LA IRONÍA




INDICE

Introducción                                                          2

Capítulo 1 Juan Rulfo                                                 4

§1.1         La vida, obra y estilo                                   4
§1.2     La ironía y la temática en El día del derrumbe               7

Capítulo 2 La ironía                                                  10

§2.1     La definición de la ironía                                   10
§2.2     Ironía y literatura                                          13
§2.3     La traducción de la ironía                                   16

Capítulo 3 El análisis comparativo                                    23

§3.1     Léxico                                                       25
§3.1.1   El léxico en términos generales                              25
§3.1.2   Los sustantivos                                              27
§3.1.3   Los adjetivos                                                30
§3.1.4   Los verbos                                                   31
§3.1.5   El lenguaje coloquial                                        33

§3.2     Sintaxis y gramática                                         37
§3.2.1   El uso del gerundio                                          37
§3.2.2   El uso del infinitivo                                        39
§3.2.3   Las estructuras sintácticas                                  40
§3.2.4   Observaciones diversas                                       50

§3.3     Figuras retóricas                                            51
§3.3.1   Las figuras fonéticas                                        51
§3.3.2   Las figuras gramaticales                                     56
§3.3.3   Las figuras semánticas                                       64

§3.4 Cohesión y contexto                                              67
§3.4.1 Cohesión                                                       67
§3.4.2 Contexto                                                       71
Conclusión                                                            74

Bibliografía                                                          77

Apéndices

Texto fuente: El día del derrumbe                                     i
Texto meta: De dag dat alles instortte                                vi
Apéndice Léxico                                                       xii
Apéndice Lenguaje coloquial                                           xxiv
LA TRADUCCIÓN DE LA IRONÍA




INTRODUCCIÓN

Aunque la obra de Juan Rulfo incluye solamente una novela y una colección de cuentos, es
uno de los escritores latinoamericanos más apreciados e influyentes de la literatura
contemporánea. Su obra sigue siendo actual e interesante para un gran público y no cabe
duda que es mi escritor favorito.
       Durante el año pasado, realicé un pequeño análisis estilístico de un cuento de Juan
Rulfo y su traducción al neerlandés con el objetivo de analizar su estilo. Dicho estudio
reflejó que los recursos expresivos que utiliza Rulfo son tan sencillos que ni siquiera
parecen recursos y quizá por eso su efecto es más seguro e inmediato. Esa aparente
sencillez y falta de recursos estilísticos, forma el elemento principal de su narrativa y es la
esencia de sus obras maestras, no obstante esa sencillez misma también constituye el
impedimento más grande para el traductor. Después de haber leído su novela Pedro
Páramo y la colección de cuentos El llano en llamas, tanto en español como en la
traducción neerlandesa, me di cuenta que en la traducción se había perdido algo y que el
lenguaje no tenía el mismo efecto.
       Por motivo de la extensión limitada de la tesina, debo definir el terreno de mi
investigación y decidí dedicarme al análisis de un cuento específico: El día del derrumbe.
Es un relato que nos demuestra la realidad mexicana de manera humorística e inimitable y
dicho cuento narra la historia de una gobernador que visita un pequeño poblado rural en el
estado de Jalisco, el cual había sido destruido a consecuencia de un terremoto. El
gobernador y sus acompañantes fueron a ver que ayuda podían prestar, pero en lugar de
ser una visita de solidaridad hacia los dolientes y hacia los que habían perdido sus casas, se
convirtió en una ‘borrachera de las buenas’. Al momento de leer la traducción neerlandesa
De dag dat alles instortte me di cuenta que la traducción neerlandesa parecía menos
humorística y de ahí despertó mi curiosidad e interés de analizar la creación del tono
irónico que forma la base del cuento.
       La ironía permanece tema de discusión en la literatura contemporánea y en la
crítica y teoría literaria, por lo tanto me pareció un elemento interesante para estudiar en
esta tesina. La función de la ironía en el cuento El día del derrumbe consta de dos partes.
En primer lugar, Rulfo le pone a la humanidad un espejo delante, con el objetivo de
mostrar una realidad absurda. Y en segundo lugar, con el propósito de criticar
implícitamente la realidad presentada. A consecuencia de eso surge una imagen
sumamente humorística.
       En ese sentido, Rulfo nos abre puertas a una realidad distinta a la de nosotros, pero
son los traductores los que abren esas puertas también. ¿Cómo sería el mundo sin
LA TRADUCCIÓN DE LA IRONÍA




traductores? Si viviéramos en un mundo sin traducciones, no tuviéramos la oportunidad de
conocer otras culturas y la traducción de libros y pensamientos es un enriquecimiento para
todos. Irónicamente el objetivo de esta tesina es analizar y criticar una traducción, por lo
tanto espero que se me perdone la contradicción que planteo aquí.
       El objetivo de esta tesina, es realizar un detallado análisis del estilo de Juan Rulfo
en el cuento El día del derrumbe a través de un análisis lingüístico basado en el método
de Leech & Short. Analizaremos los recursos lingüísticos que emplea Rulfo para la creación
de la ironía, con el objetivo de evaluar la manera en que la traducción neerlandesa
provoca esa misma ironía. En el relato se emplean los recursos estilísticos con las
siguientes finalidades principales: para imitar el lenguaje popular, para la caracterización
de los personajes y para la creación del tono irónico y humorístico. Todos estos elementos
ayudarán a formar un mundo textual y por consiguiente una evaluación de la traducción de
ellos mismo. Por lo tanto, he formulado la siguiente pregunta de investigación:


¿Cuáles recursos estilísticos emplea Juan Rulfo para evocar la ironía en El día del
derrumbe y consigue la traducción neerlandesa transmitir esta misma ironía?


Consecuentemente, en el caso que se transmita la ironía, la pregunta surgirá si la ironía se
tradujo por medio de los mismos recursos estilísticos. Si no, ¿cuáles medios tuvo que
emplear el traductor para reproducir la ironía?
       La tesina está estructurada de la siguiente forma: el primer capítulo introductorio
trata el mundo de Juan Rulfo; su figura, obra, estilo y la temática de su narrativa.
Posteriormente sigue un resumen y discusión del cuento El día del derrumbe de modo que
nos familiaricemos con la realidad ficcional que nos presenta Rulfo. El segundo capítulo
formará el marco teórico de esta tesina. La primera parte tratará de dar una definición del
concepto de la ironía y una introducción breve al tema. Continuamos con la conexión entre
ironía y literatura, luego pasamos a los aspectos alrededor de la traducción de la ironía. El
tercer capítulo es la parte principal de la tesina: el análisis comparativo. Este análisis se
basa en el método y la clasificación de Leech & Short que propone un enfoque lingüístico
orientado al análisis estilístico de la narrativa. El sistema de Leech & Short se basa en
cuatro categorías lingüísticas y estilísticas que forman un modelo para analizar estilo
literario: el léxico, la sintaxis y gramática, las figuras retóricas y la cohesión y contexto.
       En base a la teoría tratada y los resultados de la comparación del texto y la
traducción, llegaremos a una conclusión general sobre la traducción de la ironía.
LA TRADUCCIÓN DE LA IRONÍA




CAPÍTULO 1                   JUAN RULFO

En este capítulo introductorio trataremos la vida y obra del escritor mexicano que ha sido
la fuente de inspiración de esta tesina. La primera parte desarrollará la biografía del
autor, a continuación elaboraremos una panorámica general del estilo literario de Juan
Rulfo y por último nos detendremos en la ironía y la temática en el cuento El día del
derrumbe.


§ 1.1 LA VIDA,      OBRA Y ESTILO




Juan Rulfo nació el 16 de mayo de 1917 en la ciudad de Sayula en el estado de Jalisco y
oficialmente fue registrado como Juan Nepomuceno Carlos Pérez Rulfo Vizcaíno. Vivió en
la pequeña población de San Gabriel, pero por las muertes de sus padres a edad temprana
sus familiares le inscribieron en un internado en Guadalajara, la capital de Jalisco y se
considera su temprana orfandad como determinante de su formación artística.1
           Durante buena parte de las décadas de 1930 y 1940 viaja extensamente por el país,
trabaja en Guadalajara y en la ciudad de México y comienza a publicar sus cuentos en dos
revistas: América, de la capital, y Pan, de Guadalajara. La primera de ellas significa su
confirmación como escritor. En los años cuarenta Rulfo empezó a escribir sus primeros
textos literarios que después se publicarán conjuntamente en El llano en llamas. Sobre la
publicación de sus primeros siete cuentos en la revista PAN cuenta Rulfo:


           « En 1942 apareció una revista llamada “PAN”, que por su peculiar sistema me dio
           la oportunidad de publicar algunas cosas. Lo peculiar consistía en que el autor
           pagaba sus colaboraciones. Allí aparecieron mis primeros trabajos. Y si no fueron
           muchos se debió únicamente a que carecía de los medios económicos para pagar
           mis colaboraciones. »2


Rulfo declaró posteriormente de la colección de cuentos, que los relatos de El Llano en
llamas fueron parte del proceso de crear la novela Pedro Páramo. En los años 1953 y 1954
se publicaron fragmentos de esta novela bajo el nombre Los murmullos y gracias a una
beca del Centro Mexicano de Escritores la novela apareció como libro completo en 1955.
Algunos críticos clasificaron el libro inmediatamente como obra maestra, pero también
existía desconcierto por la estructura innovadora de la novela. Sin embargo, desde el

1
    Alberte, J.C., Santo, M.E., Torres, T., Juan Rulfo. Narrador de la angustia, Montevideo 1986, p. 6-7
2
    http://www.clubcultura.com/clubliteratura/clubescritores/juanrulfo/home.htm
LA TRADUCCIÓN DE LA IRONÍA




principio la obra de Rulfo ha sido reconocida positivamente dentro y fuera de México. Su
primera obra, la colección de cuentos El Llano en llamas se publicó como libro en 1953 y
contenía siete cuentos ya publicados en revistas diversas y algunos otros nuevos.
          A partir de la publicación de estos dos libros el prestigio literario de Rulfo creció
constantemente y le hizo convertirse en uno de los escritores más reconocidos en México y
el extranjero. Entre sus admiradores en el mundo literario se encuentran Carlos Fuentes,
Jorge Luis Borges, Gabriel García Márquez, Günter Grass y muchos otros.3 Vista la cantidad
de traducciones que ya existen y el aprecio de los lectores, podemos concluir que las obras
de Rulfo se consideran como clásicos de la literatura hispanoamericana.
          Las dos últimas décadas de su vida las dedicó Rulfo a su trabajo en el Instituto
Nacional Indigenista de México, donde se encargó de la edición de una de las colecciones
más importantes de antropología contemporánea y antigua de México. En 1980 se publicó
la obra El gallo de oro que fue originalmente escrita como guión cinematográfico y filmada
por primera vez en 1964 por Roberto Gavaldó.4 La herencia artística de Juan Rulfo también
consta de una colección de fotografías que se expusieron en 1980 en una exposición en el
Palacio de Bellas Artes de la ciudad de México, por motivo del Homenaje Nacional que le
dedicó ese año el gobierno mexicano al escritor.5
          Aunque toda la obra de Rulfo consiste apenas en más de doscientos cincuenta
páginas, ha sido suficiente para convertirlo en un autor muy respetado en la literatura
hispanoamericana contemporánea. El hecho de que Rulfo opinara que el resto de su
trabajo, como por ejemplo la novela largamente esperada La cordillera, no valiera para
publicar, solamente ha incrementado su prestigio. Durante su vida ha ganado varios
premios literarios entre ellos los más importantes fueron el Premio Nacional de Letras en
el año 1970, y el Príncipe de Asturias en 1983.6
          Juan Rulfo falleció en la ciudad de México el 7 de enero de 1986, pero la curiosidad
por la vida y la obra del autor jalisciense no ha disminuido aún y huelga decir que los
estudios de su obra siguen incrementándose.
          En cuanto a la temática de su obra podemos decir que está influenciada por dos
eventos durante su infancia: en primer lugar los resultados de la Revolución Mexicana de
1910-1917 y luego la Guerra Cristera de 1926-1929. En la revuelta de los Cristeros los
católicos de la derecha se resistieron con violencia contra las medidas anticlericales que
resultaron de la revolución y que habían limitado el poder de la iglesia. 7 Por ejemplo en su

3
    http://www.clubcultura.com/clubliteratura/clubescritores/juanrulfo/home.htm
4
  Fell, Claude (ed.), Juan rulfo. Toda la obra, Madrid 1992, p. 413
5
  http://es.wikipedia.org/wiki/Juan_Rulfo
6
  Wiersema, N.J., De vertaling van realia in “El llano en llamas”, Amsterdam 1995, p. 8
7
  Steenmeijer, M., “Geluiden, stemmen, geruchten. Pedro Páramo van Juan Rulfo” en: Mythenbouwers van de
Nieuwe Wereld, p. 124
LA TRADUCCIÓN DE LA IRONÍA




novela Pedro Páramo, Rulfo se refiere a la migración del campo a la ciudad que ocurrió en
la sociedad mexicana posrevolucionaria: el pueblo de Comala está abandonado a causa de
los acciones del cacique Pedro Páramo y se ha convertido en una ciudad fantasma.
También la crítica sobre la iglesia es omnipresente en su obra, así mismo en El día del
derrumbe.
        Aparte de la crítica social sobre la sociedad posrevolucionaria y la miseria de los
campesinos, la obra de Rulfo aborda otros temas como la muerte, la violencia, la
naturaleza, la religión y la conciencia del pecado y de culpa.8 Otro tema notable es que los
personajes de Rulfo siempre sufren su suerte con resignación.
        El estudio de Lanin A. Gyurko señala esta resignación y la describe como una forma
de fatalismo o nihilismo. Los monólogos, o diálogos, de sus personajes nunca llevan a
perspicacia, resolución o liberación y siempre serán restringidos por un pasado que absorbe
el presente y excluye la esperanza para el futuro. Las vidas de los personajes se
caracterizan por la desesperación y el mundo se disuelve en un caos del que no existe
salvación.9 Este fatalismo toma diferentes formas en la colección El llano en llamas: en el
cuento Nos han dado la tierra se manifiesta como la impotencia de los campesinos frente a
la fuerza política; en Es que somos pobres son la pobreza y un desastre natural que no le
deja otra salida que la prostitución a la protagonista Tacha y en Macario la deficiencia
mental le impide el protagonista una vida normal.10 En relación con el estilo Gyurko indica
la condensación, la atenuación y la alusión como los componentes principales del arte
literario de Rulfo.11
        En lo que concierne al estilo literario, Steenmeijer apunta que el estilo apodíctico,
que significa que todo se afirma categóricamente, es uno de sus rasgos más notables.12
Todo se dice con una gran certeza: los personajes hablan con pocas palabras, pero lo poco
que dicen no sólo se caracteriza por la silenciosa resignación, sino también por la
elocuencia y expresividad.
        En ese sentido Gutierrez Marrone nota la parquedad estilística, explicando que esa
parquedad se manifiesta como una economía de medios expresivos o como laconismo de
los personajes. Además añade que el estilo de Rulfo es tan escueto como los paisajes de
Jalisco.13 Rulfo somete su lenguaje a un proceso de selección, o ‘poda’ como él dice, hasta


8
  González Boixo, J.C., Claves narrativas de Juan Rulfo, León 1980, p. 7
9
  Gyurko, Lanin A., “Rulfo’s aesthetic nihilism: antecedents of Pedro Páramo” en: Hispanic Review, Vol. 40 n°
4, 1972, p. 466
10
   Ibidem, p. 459
11
   Ibidem, p. 455
12
   Steenmeijer, M., “Geluiden, stemmen, geruchten. Pedro Páramo van Juan Rulfo” en: Mythenbouwers van de
Nieuwe Wereld, p. 123
13
   Gutierrez Marrone, N. El estilo de Juan Rulfo: estudio estilístico, New york 1978, p. 11
LA TRADUCCIÓN DE LA IRONÍA




que solamente se quedan aquellas frases que comprenden un máximo de expresión con un
mínimo de palabras.14
        En cuanto al humor, que forma el enfoque de esta tesina, apunta González Boixo
que tiene el objetivo de presentar una visión pesimista de la realidad, una visión desolada
del mundo. Fuera del humor crítico su obra también presenta un sentido de humor que
solamente funciona para producir una sonrisa en el lector.15 La ironía entonces es una
manera para ejercer implícitamente crítica social, pero también puede tener la sola
intención de mover a risa por la imagen o situación descrita. Especialmente en los cuentos
Anacleto Morones, Acuérdate y El día del derrumbe el humor se destaca.
        La primera traducción de la obra de Juan Rulfo fue la versión alemana de Pedro
Páramo que se publicó en 1958. En el año 1959 se publicó la versión en inglés y francés y
un año después en 1960 apareció en sueco; en 1961 en noruego y danés y en 1962 en
italiano y neerlandés. La traducción de El llano en llamas se publicó en francés (La plaine
en flammes, 1958), italiano (La morte al Messico, 1963), alemán (Der llano in flammen,
1964), inglés (The burning plain and Other stories, 1967), y neerlandés (De vlakte in
vlammen, 1978).16 La traducción holandesa que se utiliza aquí proviene de J. Lechner y se
publicó una nueva edición en 1997 en colaboración con M. Sabarte Belacortu.


§ 1.2 LA IRONÍA Y   TEMÁTICA EN   EL   DÍA DEL DERRUMBE




El cuento El día del derrumbe se publicó por primera vez en la revista México en la
Cultura en agosto de 1955, luego aparece en varias otras revistas literarias y es uno de los
cuentos que se incorporaron posteriormente a la colección de cuentos El llano en llamas,
para ser preciso en la séptima edición del año 1970.17 Junto con el cuento Anacleto
Morones que forma parte de esta misma colección, es uno de los relatos más irónicos y
Rulfo demuestra su gusto de contar las dolencias del pueblo mexicano. Sobre ello dice:


        “Aquí (en México) parece que la esperanza nos está muriendo cada día, cada hora.
        Y aunque somos un pueblo acostumbrado a soportar los peores desastres, a vivir,
        como quien dice, entre ruinas. [...] No debemos, pues, lamentarnos de nuestras
        miserias. Lo hacemos sólo por el gusto de quejarnos de todo. Siempre.”18



14
   Gutierrez Marrone, N. El estilo de Juan Rulfo: estudio estilístico, New york 1978, p. 17
15
   González Boixo, J.C., Claves narrativas de Juan Rulfo, León 1980, p. 88
16
   Wiersema, N.J., De vertaling van realia in “El llano en llamas”, Amsterdam 1995, p. 8
17
   Eun Hee, S. y Macías Rodriguez, C. “Lo carnavalesco en El día del derrumbe, de Juan Rulfo” en: Espéculo:
Revista de estudios Literarios, n.º 21, 2002, p. 1
18
   Ibidem, p. 2
LA TRADUCCIÓN DE LA IRONÍA




En el contexto del cuento los habitantes de Tuzacacuexco no solamente tienen que
enfrentarse a un desastre natural, sino a un desastre social también: la autoridad
mexicana.
        Para captar y comprender la ironía del relato El día del derrumbe es necesario
resumir la situación antes: Dos interlocutores están hablando, son dos habitantes del
pueblo Tuzcacuexco y uno pregunta al otro que cuándo ocurrió el temblor que derrumbó
muchas casas en el pueblo. El otro, Melitón, que tiene una buena memoria, recuerda
minuciosamente todos los detalles alrededor de la visita del gobernador unos pocos días
después. El gobernador llega acompañado de un gran séquito para ver cómo les había
tratado el terremoto y para saber qué ayuda podía prestar con su presencia. Melitón relata
cómo el pueblo gastó un dineral para preparar una gran comida para celebrar la llegada
del gobernador y después va repitiendo literalmente los discursos del gobernador. El
primer narrador recuerda exactamente qué comían y cómo comían las autoridades. En
primera instancia solamente tiene memoria visual, hasta que al final también se recuerda
el día exacto de la ‘borrachera’, porque su mujer tuvo ese mismo día a su hijo Merencio y
había llegado borracho a su casa por lo cual la mujer no le habló en muchas semanas
porque la había dejado sola con su ‘compromiso’.
        El narrador, Juan Rulfo, siempre está ausente y deja que los protagonistas nos
cuenten el suceso y por su actitud distanciadora todo el cuento se convierte en una
oposición. La antífrasis no sólo está al nivel de la palabra, sino que corresponde a la
realidad total que Rulfo nos presenta.19 Esta realidad parece objetiva, porque es el pueblo
el que habla en sus propias palabras y sin vergüenza, pero ya desde el principio el lector se
percatará del significado opuesto del cuento: el comportamiento insolente de las
autoridades que sólo hablan y comen sin prestar ningún auxilio al pueblo destruido por el
terremoto.
        Rodríguez Alcalá describe esta actitud reservada que adopta Rulfo en toda su obra
como una de ambigüedad y subjetividad. Tal ambigüedad es un aspecto esencial de su
narrativa, creado por el buen manejo de sus recursos estilísticos y refleja una visión
personal de la vida.20
        La ironía del cuento funciona como factor distanciador entre el escritor y su visión
del mundo, así que también entre el lector y esa realidad. La ironía para el autor es un
recurso para ejercer su crítica sobre la realidad y también sirve para cerrar una alianza



19
   Miravalles Rodríguez, L. “Procedimientos lingüísticos de la ironía en el cuento «El día del derrumbe» de Juan
Rulfo” en: El español de América III, Salamanca 1991, p. 1556
20
   Rodriguez Alcalá, H., “Estudio estilístico de En la madrugada de Juan Rulfo” en: Hispanic Review, Vol. 34 n°
3, 1966, p. 237
LA TRADUCCIÓN DE LA IRONÍA




con el lector que a lo mejor tiene la misma visión de la vida, así que el humor es un medio
para examinar la vida desde otra perspectiva.21
        El argumento sencillo de este cuento se convierte en una mezcla de voces,
actitudes y lenguajes que están vinculados por medio del buen sentido de humor del
escritor. Y aunque no se manifiesta tan negativamente como está descrito en el artículo de
Gyurko, el fatalismo también aparece en este cuento. Los habitantes del pueblo no
parecen tener bajo control la situación, porque en lugar de recibir ayuda del gobernador,
las autoridades causan aún más problemas y remedio no hay. Será imposible evitar lo
predestinado.
        En esencia todo el cuento constituye una acusación a todo tipo de poder superior
con la finalidad de desmitificar la autoridad en varios sentidos. El cuento empieza con la
crítica dirigida hacia la iglesia, la autoridad eclesiástica, ya que se hace mención al hecho
de que en Tuzcacuexco “no existe ninguna iglesia” y lo que queda son “unas paredes
cuarteadas que dicen que fue una iglesia hace algo así como doscientos años” y al final se
compara la iglesia con un corral abandonado.
        Por otro lado el cuento es una acusación contra la autoridad oficial. El gobernador y
sus acompañantes son los representantes del poder oficial, pero a causa de la parodia del
gobernador y su discurso demagógico es imposible para el lector tomarle serio. También se
ridiculizan los símbolos de la patria como el Himno Nacional y los héroes históricos, porque
siguen tocándo el himno nacional para distraer la atención del tumulto y resulta que ni los
habitantes, ni el gobernador tiene alguna conciencia histórica.
        Macías Rodríguez señala además la cuestión de la autoridad familiar, apuntando que
el problema de la paternidad se denuncia con la ausencia del padre a causa de la fiesta. El
narrador se acuerda de la fecha exacta del temblor porque coincide con la fecha de
nacimiento de su hijo. El padre abandona irónicamente a la madre a la hora precisa del
nacimiento del hijo.22 Esta cuestión de paternidad es un tema recurrente en la obra de
Rulfo ya que también se presenta en la novela Pedro Páramo, en la que el protagonista
Juan Preciado emprende una búsqueda de su padre.
        En el siguiente capítulo abordaremos el concepto de la ironía dentro de un marco
teórico que formará la base del análisis comparativo entre El día del derrumbe y la
traducción neerlandesa De dag dat alles instortte.




21
   Macías Rodríguez, C., “La fiesta en Juan Rulfo: Estructura y significación en El día del derrumbe” en:
Sincronía. Revista de la Universidad de Guadalajara, Otoño 2000
22
   Macías Rodríguez, C. “La fiesta en Juan Rulfo: Estructura y significación en El día del derrumbe” en:
Sincronía. Revista de la Universidad de Guadalajara, Otoño 2000
LA TRADUCCIÓN DE LA IRONÍA




CAPÍTULO 2                  LA IRONÍA

Este     capítulo formará el marco teórico de esta tesina y las teorías que se expone aquí
serán aplicadas al análisis comparativo del texto original y la traducción. En la parte
introductoria empezaremos con la definición y la historia del concepto de la ironía. En el
siguiente apartado trataremos la conexión entre la ironía y la ciencia literaria.
Estudiaremos el papel que desempeña la ironía en la literatura contemporánea y el efecto
que tiene en el lector. A continuación profundizaremos el tema de la traducción de la
ironía. Discutimos el enfoque del este tema y proponemos varias condiciones y estrategias
para la traducción de la ironía.


§ 2.1 LA DEFINICIÓN     DE LA IRONÍA




En este capítulo intentaremos definir el concepto de la ironía, distinguir los diferentes
tipos de ironía y analizar las varias interpretaciones sobre la misma. En primer lugar
empezamos con las definiciones del término ‘ironía’ que encontramos en los dos
diccionarios principales de la lengua castellana. El diccionario de la Real Academia
Española define la ironía de siguiente forma:


           Ironía (del lat. ironīa, y del gr. εἰρωνεία).
           1. f. Burla fina y disimulada.
           2. f. Tono burlón con que se dice.
           3. f. Figura retórica que consiste en dar a entender lo contrario de lo que se dice.23

El Diccionario de uso del español de María Moliner ofrece una definición más amplia y
describe la ironía de esta forma:


           Ironía (del lat. «ironīa», del gr. «eirōneía», disimulo)
           1. f. Manera de expresar una cosa, que consiste en decir, en forma o con
               entonación que no deja lugar a duda sobre el verdadero sentido, lo contrario de
               una cosa. Constituye una figura retórica.
           2. f. Contraste entre dos hechos que resultan ilógicos o incongruentes.24




23
     Real Academia Española, Diccionario de la Lengua Española, Tomo II, Madrid 1984, p. 787
24
     María Moliner, Diccionario de uso del español I-Z, Madrid 1998, p.98
LA TRADUCCIÓN DE LA IRONÍA




El fondo de ambas descripciones es el aspecto de la oposición; que la ironía consiste en la
idea de entender exactamente lo contrario de lo que se dice, pero en realidad la
definición del término sería más complicada y menos unívoca. Esta ‘lengua de disimulo’
que llamamos ironía, aparece bajo varias denominaciones como ironía simple, ironía
retórica, ironía normal y ironía directa, pero todos se refieren al mismo concepto de decir
algo distinto a lo que se quiere decir en realidad. Por lo tanto partimos de la idea que la
ironía no sólo intenta referir al significado opuesto de lo enunciado, sino también puede
referir a cualquier significado distinto o divergente del sentido literal o estándar.25
        Más tarde volveremos sobre las distintas definiciones e interpretaciones del
concepto cuando abordemos las visiones de varios estudiosos. Pero antes de empezar con
ellas, primero unas palabras sobre la historia y la etimología del término ‘ironía’.
        El término griego del que procede ironía, εἰρωνείa (eironeia), significa ‘interrogación
fingiendo ignorancia’ o ‘simulación’ y ‘disimulo’, y está derivado de ερέσθαι ‘preguntar’.26
El simulador (eiron) o ironista finge ignorar aquello que conoce y el filósofo Sócrates era el
primero que ‘practicaba’ la ironía. Sócrates hizo un uso hábil de la ironía para
desenmascarar a los sofistas de su tiempo: se acercaba a ellos como un humilde aprendiz y
les interrogaba sobre cuestiones que los sofistas, en teoría, dominaban. Poco a poco, con
sus preguntas hábiles revelaba la ignorancia de los presuntos sabios.27
        Aquí llegamos al punto de explicar los distintos tipos de ironía, puesto que la ironía
socrática, como explicada arriba, no es la única forma en la que se manifiesta la ironía.
Aparte de la ironía socrática en el glosario de términos de ironía narrativa de Zavala se
distingue otros tipos como la ironía cómica, romana, dramática y la ironía verbal, de las
que la última será de mayor importancia en esta tesina. 28 Expondremos brevemente todos
estos tipos de ironía antes de profundizar la categoría más importante, la ironía verbal.
        Primero volveremos sobre la ironía socrática, ya que Sócrates era el fundador del
concepto. La ironía era la primera de las fórmulas utilizadas por Sócrates en su método
dialéctico. Sócrates comenzaba siempre sus diálogos desde la posición que erige el
interlocutor como el sabio en la materia a tratar. Dado que Sócrates era considerado como
el hombre más sabio de Atenas, es fácil entender el porqué de la ironía. Este tipo de ironía
también se puede describir como la simulación de ignorancia.29
La ironía cómica consiste en una incongruencia entre nuestras expectativas de un suceso y
lo que ocurre. La expectativa común no coincide con la ocurrencia de un suceso
inesperado, y como consecuencia surge una situación humorística. Observe que no todas
25
   Díaz-Migoyo, G. “El funcionamiento de la ironía” en: Humor, ironía, parodia, Madrid 1980, p. 50
26
   Corominas, J. y Pascual, J.A. Diccionario crítico etimológico castellano e hispánico, Madrid 1980, p. 464
27
   Muecke, D.C., The compass of irony, London 1969, p. 87-89
28
   Zavala, L., “Glosario de términos de ironía narrativa” en: Sincronía, invierno 1996
29
   Figueroa Weitzman, R. “Kierkegaard y la ironía” en: Revista de Filosofía, p. 99
LA TRADUCCIÓN DE LA IRONÍA




las ironías son graciosas por otro lado. Este tipo de ironía también se conoce como ironía
accidental, situacional o ironía del destino.30
        En los tiempos de la antigua Roma, la ironía romana era usada en los discursos y
conversaciones retóricas publicas, en las cuales las palabras usadas eran opuestas a su
significado o intención. En lugar de sólo una figura retórica, la ironía se convirtió en un
hábito común del discurso.31
        En la tragedia, lo que llamamos ironía trágica o dramática, es un instrumento para
aumentar la intensidad de la situación dramática En este caso el observador (lector,
espectador o interlocutor) posee un conocimiento que la víctima de la ironía no posee en
el momento de actuar.32 La ironía trágica está especialmente presente en los dramas de la
Antigua Grecia. Otro famoso caso de ironía trágica es la obra de Shakespeare Romeo &
Julieta: Romeo encuentra a Julieta drogada como si estuviera muerta, él asume que lo
está y se suicida, luego Julieta se mata con un puñal al momento de ver su amante
muerto.
        Para esta tesina la forma más importante es la ironía verbal. La ironía verbal es
definida como el uso de palabras para referirse a algo que es más, y frecuentemente, lo
opuesto al significado literal de las palabras. Figueroa Weitzman señala sobre la ironía
verbal que la ironía como figura del lenguaje posee una propiedad que caracteriza todo
tipo de ironía, una cierta superioridad que deriva del no querer ser entendido de manera
inmediata.33
          La ironía verbal depende en gran medida de variación cultural, determinada por
factores como lengua e historia, y más allá el uso de la ironía verbal puede también
relacionarse con pautas no literales como el tono de voz o la postura. Cada cultura tiene
sus propias expresiones verbales y en tales casos la traducción requerirá un cuidado extra y
un cierto grado de conocimiento sociocultural es indispensable para apreciar la ironía.34
        La diferencia entre la ironía verbal y los demás tipos de ironía es que la ironía
verbal lleva consigo las técnicas y estrategias de un ironista que se expresa de forma
irónica deliberadamente, mientras que otros tipos de ironía depende de una situación que
se considera irónica. En el último caso el sentido de ironía, la actitud y la reacción del
observador son factores claves.35


§ 2.2 IRONÍA Y LITERATURA

30
   Zavala, L., “Glosario de términos de ironía narrativa” en: Sincronía, invierno 1996
31
   Barbe, K. Irony in context, Amsterdam 1995, p. 62-63
32
   Zavala, L., “Glosario de términos de ironía narrativa” en: Sincronía, invierno 1996
33
   Figueroa Weitzman, R. “Kierkegaard y la ironía” en: Revista de Filosofía, p. 100
34
   Mateo, M. “The translation of irony” en: Meta: Journal des traducteurs, Vol. 40 n° 1, Montréal 1995, p. 174
35
   Muecke, D.C., The compass of irony, London 1969, p. 43
LA TRADUCCIÓN DE LA IRONÍA




En este apartado estudiaremos la ironía en el ámbito literario, por consiguiente nos
dedicaremos al estudio de la función y efecto de la ironía y prestamos atención a la
interacción entre autor y lector que provoca la ironía.
         Muchos críticos, como por ejemplo Booth, Enkvist, Tittler y Barbe, han estudiado el
concepto de la ironía y todos están de acuerdo que la definición antigua de la ironía como
‘decir una cosa y implicar lo contrario’ es una definición limitada. Así plantea Booth que
estas definiciones son incorrectas36, Enkvist define la ironía como una inconsistencia entre
lo enunciado y su verdadero significado37, Tittler aborda la ironía como una manera de
borrar el sentido literal38 y Barbe hace referencia a la cuestión de que en el caso de la
ironía el mensaje tiene más tipos o niveles de información. 39 En base a las teorías de estos
estudiosos esta tesis se fundará en la proposición que la ironía no solamente es una manera
para expresar lo contrario que lo que se dice, sino es un medio para decir algo diferente
que lo que se dice. Es una definición muy amplia, pero la ironía es un concepto que no se
deja definir con tanta facilidad. Con el empleo de la ironía un autor sugiere e insinúa otro
significado y tratará de hacernos ver el lado opuesto a la situación real que nos presenta a
través de sus personajes.
         Se puede definir la ironía como una figura retórica que se emplea para expresarse
con burla y es un instrumento estilístico para excluir una cierta persona o grupo. La ironía
en la literatura es un recurso que utiliza el autor para excluir al lector ‘ingenuo’ con el
objetivo de burlarse de él mismo junto con el lector ‘inteligente’. El objetivo del uso de la
ironía es encontrar una víctima común, para que el hablante (el autor) y el oyente (el
lector) vivan una sensación de solidaridad ocasionada por la ironía. 40 En ese sentido Marcos
Victoria apunta que “cuando el autor utiliza ironía, lo hace para que el lector cómplice se
convierta en un aliado en la lucha contra la estupidez humana” y la ironía permite la
rebeldía del autor contra una realidad que no le satisface 41. El estudio de Leech & Short
que utilizamos para el análisis comparativo también menciona este juego entre autor y
lector, y lo llama el concepto de secret communion; es una conspiración entre autor y
lector basada en sus valores y normas compartidas y desde ahí nace la ironía.42 Sobre este
tema Jonathan Tittler hace referencia a una cita de Kenneth Burke, quien tiene otra visión

36
   Booth, W. “The Pleasures and Pitfalls of Irony: Or, Why Don't You Say What You Mean?" en: Rhetoric,
Philosophy and Literature: An Exploration (ed. Don M. Burks) Indiana 1978, p. 2
37
   Enkvist, N.E., Linguistic stylistics, The Hague 1973, p. 89
38
   Tittler, J. Ironía narrativa en la novela hispanoamericana contemporánea, Bogotá 1990, p. 21
39
   Barbe, K., Irony in context, Amsterdam 1995, p. 148
40
   Barbe, K., Irony in context, Amsterdam 1995, p. 162
41
   Victoria, M. Ensayo preliminar sobre lo cómico, Buenos Aires 1958, p.141
42
   Leech, G. & Short, M. Style in fiction: a linguistic introduction to English fictional prose, Harlow 2007, p.
222
LA TRADUCCIÓN DE LA IRONÍA




sobre la ‘víctima’. Burke afirma que “la verdadera ironía, la ironía humilde, está basada
en un sentido de fraternidad fundamental con el enemigo, tal como uno lo necesita, está
endeudado con él, no está del todo fuera de él.”43
         De todo esto se deduce que la ironía supone dos tipos de público como hemos dicho
antes: los que aceptan el significado literal de las palabras del autor (el lector ingenuo) y
los que rechazan ese significado literal y construyen otro, porque notan una incongruencia
entre las palabras literales y su contexto (el lector inteligente). Para revelar el significado
latente el autor tiene que hacer uso de los recursos de lenguaje que tiene a su disposición,
así que la ironía se convierte en una figura retórica.
         Luis Miravalles Rodríguez señala que la ironía presenta ese lado opuesto de la
realidad con fórmulas lingüísticas específicas que forman y permiten la actitud irónica del
autor, de manera que provoca en el lector una sonrisa de comprensión. Menciona las tres
llamadas fórmulas más comunes y generales, por decirlo así los tres tipos de ironía
lingüística:
     -   La oposición: es la antífrasis, no sólo de palabra, sino de la idea general del texto
         (oxímoron).
     -   La ampliación: es la intensificación o exageración de la evidencia, hasta lo ridículo
         (hipérbole o parodia).
     -   La reducción: es la atenuación, y lo contrario de la ampliación (litote o
         eufemismo).44


También podemos añadir a la lista el uso inhabitual de palabras, o más bien la colocación
de palabras opuestas o la combinación de estilos distintos. La ironía se manifiesta a causa
de una incompatibilidad entre las palabras del escritor y las expectativas del lector, lo que
se define como collocative clash según Leech&Short. En otras palabras una yuxtaposición
poco común que ocasiona una distorsión de valores aceptadas.45
         El lingüista Nils Erik Enkvist también discute la ironía como rasgo estilístico en
textos literarios. En su obra sobre la estilística, la ironía significa la tensión que existe
entre el sentido superficial y su contrario, y la relación entre lector y autor se funda en el
hecho de que ambos partidos se percatan que el significado no se debe entender
literalmente.46 Se indica la ironía a través de señales en el texto: por ejemplo con la
contradicción de hechos presupuestos a saber los dos. Otra señal puede incluir una

43
   Cita de Kenneth Burke en Tittler, J. Ironía narrativa en la novela hispanoamericana contemporánea, Bogotá
1990, p. 14
44
   Miravalles Rodríguez, L. “Procedimientos lingüísticos de la ironía en el cuento «El día del derrumbe» de Juan
Rulfo” en: El español de América III, Salamanca 1991, p. 1555
45
   Leech, G. & Short, M. Style in fiction, p. 223
46
   Enkvist, N.E., Linguistic stylistics, The Hague 1973, p. 88
LA TRADUCCIÓN DE LA IRONÍA




inconsistencia de los hechos presentados en el texto. Un signo de ironía también puede
referir a sucesos fuera del texto mismo, por ejemplo la falta de relación entre las acciones
y la comunicación verbal. Este es el caso de la ironía dramática, y en lengua la ironía se
manifiesta por medio de entonación, énfasis, ritmo etcétera, pero también los signos de
puntación pueden funcionar como una señal fundamental. Enkvist conecta la ironía con
otra figura del discurso que se indica a través de ciertas señales; la parodia, con la que el
autor se concentra en unas características prominentes de su personaje, o ‘víctima’, y las
exagera de modo que predominarán su retrato o caracterización. Veremos más tarde que
la parodia importa también para esta tesis ya que la representación del gobernador es una
gran parodia.
            El estudio de Jonathan Tittler se concentra en el concepto de la ironía en el campo
de la narrativa hispanoamericana e investiga el grado en que la ironía se ha convertido en
el rasgo distintivo de la narrativa hispanoamericana actual. Según su definición la ironía
depende de la aprehensión de una disparidad entre una cosa y otra, y distingue dos tipos
de ironía: la ironía intencional y otra que se llama ironía accidental. La primera es el tipo
al que nos referimos cuando hablamos de ironía en general, es la figura retórica en que el
significado de las palabras del autor no corresponde exactamente con su sentido literal. La
ironía accidental, de los sucesos, refiere a una circunstancia paradójica que hemos
discutido en el capítulo 2.1 como ironía cómica.
            Un aspecto interesante del estudio de Tittler son las precondiciones que menciona.
La primera condición es el principio ‘generador’ de la ironía; la ironía es un dualismo que
puede tomar varias formas o la forma de contradicciones. Estas dicotomías pueden incluir
por ejemplo pensamiento y acción, lo real y lo ideal, la inteligencia y la emoción etc. La
otra precondición es el grado de ‘despreocupación’ y ocasión. Hay que tener tranquilidad y
seguridad para señalar que una situación es irónica y debe ser paciente con el juego
intrincado de la interacción que se llama ironía.47
            Además de estas dos condiciones de Tittler podemos añadir una tercera
característica de la ironía, es la distancia que es inherente a toda forma de ironía. Este
tercer factor refiere a la distancia que existe entre el ironista y la víctima, y eso significa
respectivamente la distancia entre la ignorancia y el conocimiento o entre la ambigüedad y
la inocencia.
            Wayne Booth ha dedicado un estudio al modo en que la ironía produce efecto en el
lector. En The rhetoric of irony afirma con respecto a la ficción narrativa: “en cualquier
experiencia de lectura hay un diálogo implícito entre autor, narrador, los otros personajes
y el lector. Cada uno de los cuatro puede variar en relación a los otros, desde la

47
     Tittler, J. Ironía narrativa, p. 16
LA TRADUCCIÓN DE LA IRONÍA




identificación hasta la completa oposición en cualquier eje de valor moral, intelectual,
estético y hasta físico”.48 Esa variedad en relación entre los cuatro ‘participantes’ forma el
basamento y la inspiración para la creación de ironía narrativa. En otro artículo Booth nos
explica el proceso de la captación y aprehensión de la ironía. El primer paso es el
momento en que el lector se da cuenta que lo enunciado no es verdad, las palabras son
inaceptables. Luego el lector empieza a inventar hipótesis sobre lo que está sucediendo. El
lector puede presuponer que el hablante (autor) o es tonto, o está mintiendo, o es irónico.
A continuación el lector debe elegir la suposición que le parece la más probable, en este
caso sería la intención irónica del autor. La última fase del proceso será el momento en
que el lector va reconstruyendo el significado real de lo enunciado, y solamente a base de
los presentimientos que tiene el lector sobre el narrador/autor, que a su turno tiene
presentimientos sobre el lector pretendido etcétera.49
        Este capítulo se ha concentrado en la manera en que la ironía aparece en la
literatura y la función que desempeña en ella. También hemos observado cómo funciona la
interacción entre autor y lector y el proceso precedente a la captación de la ironía.


§ 2.3 LA TRADUCCIÓN    DE LA IRONÍA




Este apartado se orientará a la traducción de la ironía y abordaremos varias observaciones
y estrategias planteadas por los estudiosos en este campo. De este modo se puede formar
una imagen de los problemas que se presentan en la traducción de ironía y sus posibles
soluciones.
        El primer contacto con otra cultura se establece habitualmente a través del intento
de dominar el idioma. Sin embargo, aparte de aprender la lengua también se necesita
saber situar el idioma en su contexto cultural. Ya que ironía es un modo de expresión
cultural, se debe tener conocimientos elevados y una buena comprensión de la cultura
meta para entender esa figura retórica. Por esa razón la expectación es que la traducción
de ironía, igual que por ejemplo la de metáforas, sea casi imposible porque depende
mucho de variación cultural.50 Además de la cultura, la ironía verbal también está
condicionada por grupos o individuos y a consecuencia opone resistencia a la traducción.
        En el libro Irony in context de Katharina Barbe se aborda la cuestión de la
‘traducibilidad’ y se formulan criterios para ‘medir’ el grado en el que sea posible traducir
ciertos casos difíciles como por ejemplo la traducción de humor e ironía. En primer lugar

48
   Booth, W. The rhetoric of fiction, Chicago 1961, p. 155
49
   Booth, W. “The Pleasures and Pitfalls of Irony: Or, Why Don't You Say What You Mean?" en: Rhetoric,
Philosophy and Literature: An Exploration (ed. Don M. Burks) Indiana 1978, p. 6
50
   Barbe, K., Irony in context, Amsterdam 1995, p. 146
LA TRADUCCIÓN DE LA IRONÍA




se puede suponer que la medida en la que se puede encontrar una traducción apropiada,
depende de la semejanza que muestran el idioma fuente y el idioma meta.51 Por supuesto
una traducción resultará más fácil cuando los idiomas son del mismo ‘tipo’; que significa
que los idiomas son más parecidos, por ejemplo las lenguas románicas son del mismo tipo,
igual que las lenguas germánicas ya que son de la misma familia y tienen un vocabulario
parecido etc. El segundo criterio es el contacto que existe entre la lengua fuente y lengua
meta.52 Suponemos que cuanto más contacto histórico, social y geográfico entre los dos
idiomas, más facilidad de traducción habrá. El tercer criterio trata de la evolución cultural
y supone que un desarrollo cultural parecido entre las dos lenguas correspondientes facilita
la traducción de ellas.53 No obstante el cuarto criterio es el que restringe aún más el grado
de traducibilidad; hay una elevada posibilidad de traducir cuando la traducción concierne
no más de un tipo de información, es decir que el mensaje tiene que ser unívoco y con
solamente un significado, a saber el significado literal. Será menos complicado traducir un
texto que contiene solamente un tipo de información, que cuando haya varios tipos y una
cantidad más grande de información.54 Es justamente este criterio que es de importancia
fundamental en el caso de la traducción de la ironía, ya que la ironía consiste en más que
un tipo de información. La información que transmite la ironía no es unívoca, sino que
supone un ‘doble mensaje’ que es inherente a ella. La ironía consiste por lo menos en dos
clases de información:
     -   El sentido literal; lo que se dice
     -   El sentido latente; lo que se quiere decir o a lo que se refiere


La segunda categoría, la idea subyacente, es la que posiblemente provoca dificultades
para el traductor. En primera instancia porque no hay garantía de que el lector o traductor
se percate de la presencia de la ironía. En segundo lugar puesto que la ironía del texto
fuente no siempre se dejará transmitir igualmente al texto meta, debido a que la
identificación de esa figura retórica está sujeta a los conocimientos compartidos entre los
lectores de la cultura fuente y cultura meta.55 Dichos conocimientos pueden guardar
relación con conocimiento personal, que significa el conocimiento que poseen los llamados
‘participantes’ (los oyentes/lectores) sobre el ironista y sus preferencias y aversiones 56. Los
conocimientos también pueden tener relación con las circunstancias en el caso que los
participantes comparten el mismo conocimiento en virtud de la presencia de ambos en la
51
   Barbe, K., Irony in context, Amsterdam 1995, p. 147
52
   Ibidem
53
   Ibidem
54
   Barbe, K., Irony in context, Amsterdam 1995, p. 147
55
   Mateo, M. “Communicating and translating irony: The relevance of non-verbal elements” en: Lingüística
Antverpiensia, Vol. XXXII, Antwerpen 1998, p. 114-115
56
   Ibidem, p. 149
LA TRADUCCIÓN DE LA IRONÍA




misma situación.57 La ironía entonces surge de la situación y la ironía basada en
conocimientos culturales probablemente sufre la variedad más grande de interpretaciones
o malentendidos desde el punto de vista del ironista. 58 En este caso podemos pensar en
ejemplos de conocimiento de cultura popular, como programas de televisión, deportes o el
ámbito político.
         Aparte de los criterios de traducibilidad, el libro Irony in context también se
concentra en la división de la ironía en dos tipos diferentes y un traductor debe tomar
conciencia de ellos al momento de traducir. Barbe divide el concepto de la ironía en las
dos siguientes categorías:
     -   Ironía del ‘momento’ (nonce irony) para la cual se necesita información adicional
         para captar el sentido.59
     -   Ironía común (common irony) sobre la cual no cabe la menor duda en cuanto a su
         interpretación, a causa de su uso frecuente. 60


La división entre estas categorías es de importancia para la traducción de la ironía, puesto
que los llamados ‘participantes’ estarán de acuerdo en la interpretación de la ironía
común, aunque no necesariamente sea el caso con la ironía del momento, para la cual se
necesitará información adicional. Lógicamente la traducción de esta última llegará a ser
mucho más difícil que la primera. Otra diferencia de mayor importancia entre estas dos
clases es la posición de la ironía en una oración o fragmento. Es más fácil percibir la ironía
común que la del ‘momento’, ya que la primera suele ser una colocación fija y reconocible
de palabras, pero nonce irony no tiene una ubicación particular dentro de un texto y será
difícil o hasta imposible discernir dónde empieza y termina la ironía. El intento de traducir
lo pone en claro esta dificultad. Aparte del hecho que el traductor siempre debe ser
consciente de la presencia de la ironía y la forma en que se manifiesta, también es
importante reconocer que se tiene que abordar la ironía como una unidad completa y no
como una función de partes de una frase. La ironía en un texto se forma a través de la
interacción con otros fragmentos y el texto entero, y no solamente por su presencia en una
cierta frase, de modo que la ironía da cuerpo a la visión general del autor y su creación de
una realidad alternativa. Este aspecto es de gran importancia también para el análisis
comparativo de esta tesina. Se debe tomarla en cuenta esa cuestión con el objetivo de
analizar la proporción que tienen las particulares manifestaciones irónicas con la ironía en
el texto en general.

57
   Ibidem, p. 150
58
   Barbe, K., Irony in context, p. 151
59
   Barbe, K., Irony in context, p. 149
60
   Barbe, K., Irony in context, p. 154
LA TRADUCCIÓN DE LA IRONÍA




         En función de lo precedente podemos comprobar que cuando se trata de la
traducción de un concepto complicado como la ironía, se deben tener en cuenta varios
aspectos. En base a ello Katharina Barbe presenta varias estrategias para la traducción de
ironía61:
     -   Reproducir la misma ironía
     -   Sustituir la imagen de la lengua fuente por una imagen apropiada de la lengua meta
     -   Añadir una señal para indicar la ironía (habitualmente una partícula de modo)
     -   Añadir una descripción
     -   Conservar la peculiaridad de la lengua fuente (p.ej. conveniencias de escritura)


Sobre todo tenemos que dejar claro que la omisión de la ironía nunca puede ser una
opción, porque la ironía debe repercutir también en el idioma meta, si no se malinterpreta
o pierde el mensaje. Si nos basamos en los criterios para la traducibilidad y los
combinamos con las estrategias arriba mencionadas, podemos llegar a la conclusión que la
transmisión de la ironía de la lengua fuente a la lengua meta depende de tres puntos.
Según el estudio de Barbe, la mayor posibilidad de lograr una traducción adecuada se
presenta cuando la lengua fuente y la lengua meta cumplen con las siguientes
condiciones62:
     -   Comparten su conocimiento cultural
     -   Usan recursos lingüísticos y estilísticos similares para crear la ironía
     -   Usan la ironía con el mismo objetivo


         Como ya hemos dicho, la ironía no sólo resuena en las palabras y frases, sino en
toda la unidad del texto, por ello la ironía general resulta inseparable de sus
manifestaciones particulares en el texto. El artículo de Marta Mateo sobre la traducción de
elementos no verbales enlaza perfectamente con esta afirmación, porque su artículo
argumenta que la ironía no solamente se basa en rasgos lingüísticos. Según ella la ironía
verbal se transmite a través de un conjunto de todos los elementos que forman el mensaje
verbal: las palabras del texto, los elementos paralingüísticos (los fenómenos no vocales
como gestos, expresión de la cara o movimientos de la cabeza o los ojos – vh) y los
aspectos visuales y cinéticos que acompañan el texto y el contexto global, para lo cual la
relación entre el autor y lector es de importancia fundamental. 63                   Los elementos que
acompañan el texto en la situación comunicativa son instrumentos de comunicación como

61
   Barbe, K. Irony in context, Amsterdam 1995, p. 166
62
   Barbe, K., Irony in context, p. 167
63
   Mateo, M. “Communicating and translating irony: The relevance of non-verbal elements” en: Lingüística
Antverpiensia, Vol. XXXII, Antwerpen 1998, p. 113
LA TRADUCCIÓN DE LA IRONÍA




calidad de voz, entonación y acentuación, música, gestos, imágenes o signos ortográficos y
pueden ser factores claves en la creación de la ironía. En el caso de la literatura estos
elementos se presentan a través de la descripción de los personajes y sucesos. Aunque en
un texto escrito no se puede ver u oír los personajes en realidad, el lector sí puede
formarse una imagen de los movimientos y gestos expresivos de los personajes, por medio
de las descripciones del autor que apelan a la imaginación.
           Pero la pregunta que surge es la siguiente: ¿qué papel desempeñan los elementos
no verbales y los recursos lingüísticos en textos irónicos, y por qué son relevantes para las
estrategias de la traducción de ironía? La traducción de ironía se puede abordar como
cualquier tipo de traducción, así nos explica Snell-Hornby que la traducción no es un
proceso de transcoding, sino un acto de comunicación orientado hacia la función del texto
meta antes que las normas del texto fuente, considerando el texto como parte integral del
mundo y no como ejemplar aislado de lengua.64 Por consiguiente podemos concluir que los
elementos no verbales del texto son tanto de importancia como los recursos lingüísticos.
Igual que en la realidad, la actitud y el estado de ánimo de los personajes de novela se
expresan principalmente a través de su lenguaje y también por la entonación y
acentuación. A consecuencia el traductor siempre debe estar consciente de las diferencias
entre la lengua fuente y meta con respecto a la entonación. En el neerlandés por ejemplo
la entonación tiene la función de acentuar y para poner énfasis en la información más
importante del mensaje. Por lo cual la parte acentuada se convierte en el núcleo de la
frase sin necesariamente cambiar el orden de palabras, mientras que el español tiende a
poner el núcleo de la entonación al final de una frase, sea la parte más importante o no,
de modo que en el caso de énfasis ha de recurrir a un orden de palabras inhabitual.
           La visión de Marta Mateo sobre la traducción de ironía es una más amplia, ya que
incluye también los llamados elementos no verbales, pero también dirige críticas contra
otros estudiosos que han investigado el tema. El estudio de Mateo se orienta al hecho que
los lingüistas y otros investigadores en el campo de la traducción parecen enfocarse
solamente en la esencia del texto fuente y reducen la cuestión de la traducción de ironía y
humor a la pura reproducción del texto original. Mateo propone un enfoque nuevo en
cuanto a las estrategias que se pueda adoptar para la traducción de ironía y aboga por más
atención al texto meta. Visto que la ironía pertenece al nivel pragmático de un texto, es
decir que está estrechamente unida con el contexto, Mateo opina que el traductor debe
optar por transmitir la idea y mensaje general del texto, lo que es la ironía, asimismo
cuando eso implica ‘sacrificar’ el contenido semántico. Como consecuencia habrá dos
posibilidades: la primera sería ser fiel al texto fuente y el contenido semántico, a expensas

64
     Snell-Hornby, M. Translation Studies. An Integrated Approach, Amsterdam 1988, p. 44
LA TRADUCCIÓN DE LA IRONÍA




del humor. Por otra parte el traductor podría optar por mantener la ironía por medio de la
introducción de modificaciones considerables.65 En el marco de esta tesina, evidentemente
sólo la última sería opción ya que el humor es la esencia del texto tratado aquí.
           También el lingüista David Linder se ha dedicado al análisis de la traducción de
ironía y su estudio plantea dos razones por las que la traducción de la ironía pueda fallar.
La primera posibilidad es la mala comprensión del texto fuente, o la otra posibilidad puede
ser que no se transmite el mismo grado de ironía a causa de la índole de la lengua meta. 66
En otras palabras que por motivo de falta de recursos lingüísticos y estilísticos el traductor
no puede lograr transmitir la misma ironía.
           Resumiendo       podemos       decir    que    Barbe     aborda     los   cuatro     principios    de
traducibilidad, de los cuales el cuarto criterio es de importancia fundamental para la
traducción de ironía. Además hace la distinción entre ironía común, o en otras palabras
ironía ‘universal’ e ironía del momento que es dependiente de tiempo y lugar. Partiendo
de las condiciones y estrategias que nos ofrece Barbe, la conclusión de su estudio será que
la transmisión de la ironía depende del grado en que la lengua fuente y meta comparten
conocimiento cultural y recursos lingüísticos y estilísticos parecidos.
           Marta Mateo argumenta que la ironía no se basa únicamente en los rasgos
lingüísticos, sino también se manifiesta en formas no verbales a través elementos
paralingüísticos y visuales. La ironía es parte de una entera situación comunicativa, así que
la traducción de ella es dependiente de todos los instrumentos comunicativos. Una
consecuencia lógica de ello es la afirmación que plantea Snell-Hornby que la traducción en
lugar de ser un mero proceso de ‘transmisión de códigos’ es un ‘acto de comunicación’.
           David Linder añade que la posibilidad de traducir la ironía depende en primer lugar
de la comprensión del texto fuente y en segundo lugar de los recursos lingüísticos y
estilísticos que ofrece la lengua meta.
           En suma, los diferentes artículos y enfoques que discutimos arriba difieren en
algunos aspectos, pero son complementarios y tienen un denominador común, o sea la idea
que debe conceder importancia a la cultura de ambos idiomas en lugar de solamente
enfocar en la lengua. Especialmente el énfasis en la cultura meta es imprescindible para
una traducción adecuada. En el marco de esta tesina significará que el traductor tiene que
saber cómo funciona la ironía tanto en la cultura fuente como meta, y su traducción debe
estar fundamentada en ese conocimiento. Los recursos lingüísticos y estilísticos deberán
servir de ello. Entonces se debe traducir la ironía del texto fuente dentro de las normas y

65
     Mateo, M. “The translation of irony” en: Meta: Journal des traducteurs, Vol. 40 n° 1, Montréal 1995, p. 174
66
  Linder, D. “Translating irony in popular fiction: Raymond Chandler’s The big sleep” en: Babel.
RevueIntrenationale de la Traduction, Vol. 47 n° 2, Amsterdam 2002, p. 105
LA TRADUCCIÓN DE LA IRONÍA




el marco de la ironía de la cultura meta, puesto que debe corresponder con la situación
comunicativa de la cultura meta. Tanto la ironía como la traducción son tipos de
interpretaciones y por consiguiente están condicionadas por los rasgos característicos y
peculiaridades de cada hablante y cada cultura.
LA TRADUCCIÓN DE LA IRONÍA




CAPÍTULO 3                EL   ANÁLISIS COMPARATIVO



Este   análisis comparativo entre el texto El día del derrumbe y la traducción neerlandesa
De dag dat alles instortte se fundará en el método de análisis estilístico de Leech & Short.
Este sistema ofrece cuatro listas de control que sirven de pauta al análisis lingüístico del
estilo literario de Juan Rulfo. Por este motivo el estudio comparativo consistirá en los
siguientes cuatro partes: un análisis del léxico, de la sintaxis, las figuras retóricas y la
cohesión.
        Antes de empezar a analizar los rasgos lingüísticos característicos del cuento de
Juan Rulfo, será necesario dar una breve impresión de la perspectiva de los personajes, la
cual determina el lenguaje y la actitud de los mismos y es de importancia para la
captación y la aprehensión de la ironía.
        El cuento El día del derrumbe tiene dos narradores; dos campesinos de Jalisco que
mantienen una conversación sobre los sucesos alrededor del terremoto que había destruido
el pueblo el año anterior. El primer narrador anónimo se dirige al segundo narrador,
Melitón, con una gran cantidad de preguntas sobre todos los detalles con respecto a la
catástrofe natural y la visita del gobernador. Los dos interlocutores vuelven al pasado, por
medio de la memoria auditiva de Melitón y la memoria visual del primer narrador, como
observadores objetivos de los sucesos alrededor del terremoto.67 Su actitud es inocente,
cuidadosa y sin prejuicio evidente. Unas veces describen los acontecimientos con fervor y
entusiasmo:


        Todos ustedes saben que nomás con que se presente el gobernador, con tal de que
        la gente lo mire, todo se queda arreglado. [...] En viniendo él, todo se arregla, y la
        gente, aunque se le haya caído la casa encima, queda muy contenta con haberlo
        conocido. ¿O no es así, Melitón?


Y otras veces con matiz negativo pero simple, y siguen expresando sus pensamientos y
observaciones espontáneamente: 68


        Oye, Melitón, ¿como cuánto dinero nos costó darles de comer a los acompañantes
        del gobernador?
        - Algo así como cuatro mil pesos.


67
  Miravalles Rodríguez, L. Procedimientos lingüísticos de la ironía , p. 1558
68
  Eun Hee, S. y Macías Rodriguez, C. “Lo carnavalesco en El día del derrumbe, de Juan Rulfo” en: Espéculo:
Revista de estudios Literarios, n.º 21 2002
LA TRADUCCIÓN DE LA IRONÍA




        - Y eso que nomás estuvieron un día y en cuanto se les hizo de noche se fueron, si
        no, quién sabe hasta qué alturas hubiéramos salido desfalcados, aunque eso sí,
        estuvimos muy contentos.

Sin embargo, el punto de vista del gobernador hacia los sucesos es muy diferente de la
perspectiva de los narradores y de la del lector. El gobernador y sus acompañantes vienen
al pueblo para ayudar y consolar a las víctimas del terremoto. Con un derecho natural, se
divierten mucho con la gran comida preparada por el pueblo para compensar su interés y
ayuda fraternal. El gobernador se siente muy feliz creyendo que su pueblo está contento
con su presencia y que sólo quieren mirarlo y aplaudir cuando él pronuncia sus discursos
tan lejanos de la realidad.69
        Desde la perspectiva del gobernador no podemos hablar de una ironía muy notable.
Visto desde su punto de vista, sus palabras son sinceras y para él, la promesa al final de su
discurso resolverá la crisis, sin darse cuenta de que en realidad no ha resuelto nada y que
su pueblo saldrá engañado y estafado, ya que los habitantes del pueblo habrán perdido la
ilusión y ‘algo así como cuatro mil pesos’.
        El lector del cuento automáticamente toma el papel de oyente de los dos
narradores y ocupa una posición desde donde puede ver más que el gobernador y los
narradores. En ese sentido Silvia Lorente-Murphy apunta que: “todo está tratado con una
fuerte ironía, de la que el narrador no parece ser consciente, tratándose así de un juego
entre el autor y el lector”.70
        Esta conspiración entre Rulfo y su público lector toma forma ya al principio del
cuento cuando se dirige al lector con la frase “Todos ustedes saben que nomás con que se
presente el gobernador [...] todo se queda arreglado.” El secret communion, como dicen
Leech & Short, se desarrolla indirectamente a través de los recursos estilísticos que
provocan la ironía, pero también de manera más directa por las referencias como “no
crean ustedes que venía solo” y “aunque ustedes no lo quieran creer”.
        De este contraste entre los diferentes puntos de vista surge la pregunta: ¿En qué
manera toman forma esas perspectivas distintas y cómo lo percibe el lector? En cada uno
de los siguientes apartados abordaremos los diversos recursos estilísticos que ha empleado
Rulfo para crear la ironía.




69
   Eun Hee, S. y Macías Rodriguez, C. “Lo carnavalesco en El día del derrumbe, de Juan Rulfo” en: Espéculo:
Revista de estudios Literarios, n.º 21 2002, p. 4
70
   Lorente-Murphy, S. Juan Rulfo: Realidad y mito de la Revolución Mexicana, Madrid 1988, p. 36
LA TRADUCCIÓN DE LA IRONÍA




§ 3.1 LÉXICO


En este apartado analizaremos la manera en la que el léxico provoca la ironía en el cuento.
Al principio discutiremos el uso del léxico en general y a continuación estudiaremos el
léxico más profundamente en cuatro categorías: empezamos con el análisis de los verbos,
sustantivos y adjetivos y luego terminamos con el uso del lenguaje coloquial.


§ 3.1.1 EL LÉXICO EN TÉRMINOS GENERALES


Basándonos en el método de análisis estilístico de Leech & Short71 podemos destacar los
siguientes aspectos en referencia al vocabulario: en términos generales podemos decir que
el vocabulario del cuento El día del Derrumbe no es muy complicado, sino
considerablemente sencillo. La conversación entre los dos personajes que están hablando,
el narrador y Melitón, no contiene muchas palabras complejas o extrañas. Por ello el
contraste con el lenguaje del gobernador se hace incluso más grande. El vocabulario del
gobernador es bastante complicado y sobre todo sumamente inusual, a veces resulta hasta
incomprensible.
         La realidad cotidiana y el habla popular correspondiente de los dos interlocutores
contrastan violentamente con el lenguaje altisonante, pero en el fondo vacío, del
gobernador.
La diferencia entre las dos formas de hablar no sólo es cuestión de complejidad, sino
también de registro. Los interlocutores se expresan en un registro muy distinto al del
gobernador. Los dos narradores hablan en el lenguaje cotidiano de los campesinos del
estado de Jalisco en México. El vocabulario que utilizan los interlocutores se puede definir
como ‘descriptivo’ y no tanto ‘evaluativo’.72 Las palabras usadas sirven para describir los
acontecimientos alrededor del terremoto, sin evaluar directamente los hechos. No
obstante la combinación de ciertas palabras aparentemente descriptivas y objetivas puede
provocar un juicio de valor en el fondo. Así que el enorme contraste entre los hechos
reales y algunas palabras determinadas es suficiente para entender el significado de la
narración.73
         A simple vista la información ofrecida por los interlocutores parece ser una
observación objetiva, pero los matices irónicos revelan un enfoque crítico respecto a la

71
   Leech, G. & Short, M. Style in fiction: a linguistic introduction to English fictional prose, Harlow 2007, p.
61-62
72
   Leech, G. & Short, M. Style in fiction: a linguistic introduction to English fictional prose, Harlow 2007, p. 61
73
   Miravalles Rodríguez, L. “Procedimientos lingüísticos de la ironía en el cuento «El día del derrumbe» de Juan
Rulfo” en: El español de América III, Salamanca 1991, p. 1556
LA TRADUCCIÓN DE LA IRONÍA




autoridad. Esa colocación excepcional de las palabras es la mera esencia de la ironía en
este cuento. Rulfo hace mucho uso del sentido asociativo de las palabras; la connotación
resulta ser más importante y expresiva que el significado denominativo o referencial, el
que se suele llamar el sentido literal.
        En cuanto al vocabulario González Boixo apunta que la narrativa de Rulfo está
dividida en dos tipos de lenguaje totalmente opuesto. Por un lado tenemos el habla
popular de los campesinos, una copia del lenguaje hablado con una gran variedad de
expresiones idiomáticas, modismos y mexicanismos. El lenguaje popular es el habla propio
de la gente de la calle y de la vida cotidiana. Es un lenguaje lleno de expresiones,
exclamaciones e incorrecciones gramaticales y sobre todo es un lenguaje bastante sencillo
referente al léxico y la sintaxis.
        Por otro lado se puede diferenciar un lenguaje más de acuerdo con la normativa
general del español.74 En este caso el discurso del gobernador contiene un lenguaje más
formal de lo estándar que es usado por hablantes con un buen conocimiento de la lengua.
Es un lenguaje más elaborado y un ejemplo clásico de lenguaje culto. El léxico es más
variado y complejo, como también las construcciones sintácticas. Entre los hablantes del
lenguaje culto, también se encuentran los políticos como el gobernador. Su discurso es
buen ejemplo de lo que llamamos culto, resulta hasta jerga por el vocabulario y la
terminología que emplea él. Sin embargo, el discurso del gobernador más bien parece una
parodia del lenguaje culto o político ya que es una exageración enorme y como resultado
es un lenguaje muy vago e incomprensible. Este lenguaje en combinación con el contenido
del discurso y los gestos mecánicos del gobernador forma una verdadera ampliación, una
de las tres fórmulas de la ironía, que se despliega hasta lo grotesco.75
        También la estructura morfológica es de mayor importancia para el léxico. Entre las
categorías morfológicas más notables se encuentran los sufijos diminutivos, superlativos y
aumentativos como: -(c)ito/ita (p.ej. capillita, todita), a veces con la función de expresar
afecto o compasión (p.ej. borrachito) o justamente desprecio o burla (p.ej. catrincito –
que equivale a un lechuguino en diminutivo- vh).76 Otros sufijos son –azo (p/ej. machetazo,
bolletazo) y –ero/era (borrachera/llenadero) sirven para dar más énfasis. Ante todo los
sufijos tienen como objetivo intensificar una parte de lo enunciado.77
        El léxico de los interlocutores pertenece en su mayor parte a campos semánticos
como alimento y bebida y la vida cotidiana, mientras que el del gobernador consiste
principalmente en vocabulario político.
74
   González Boixo, J.C., Claves narrativas de Juan Rulfo, León 1980, p. 288
75
   Miravalles Rodríguez, L. “Procedimientos lingüísticos de la ironía en el cuento «El día del derrumbe» de Juan
Rulfo” en: El español de América III, Salamanca 1991, p. 1555
76
   Gutierrez Marrone, N. El estilo de Juan Rulfo: estudio estilístico, New york 1978, p. 77, 81
77
   González Boixo, J.C., Claves narrativas de Juan Rulfo, León 1980, p. 293
LA TRADUCCIÓN DE LA IRONÍA




§ 3.1.2 LOS SUSTANTIVOS


La obra de Rulfo abunda en el uso de sustantivos que son utilizados con distintas
finalidades como la creación de ambiente, para marcar contraste, para uso simbólico o con
el objetivo de ‘deshumanizar’.78 El escenario de los personajes está descrito en forma muy
breve, sólo con los sustantivos indispensables y cuidadosamente elegidos por el autor, con
la función de proveer solo la información esencial, que el lector debe de complementar.
        La distinción más notable es que los sustantivos usados por los narradores
pertenecen principalmente a categorías lexicales ‘concretas’, porque sirven para referir a
personas, sucesos, objetos de uso corriente etc. Las palabras utilizadas por el gobernador
forman parte de una categoría más abstracta, es decir aluden a términos como honradez,
austeridad, certidumbre, ambición, fuerzas vivas del Estado etc.
        Un sustantivo usado con mucha frecuencia es ‘cosa’, lo cual tiene el prepósito de
imitar o reflejar un lenguaje inculto.79 Los campesinos no pueden encontrar, por su
ignorancia, los términos más precisos para expresar sus ideas. Por ejemplo:


        “Bueno, con el argüende de afuera la cosa aquí dentro pareció calmarse.”


        “[...] el gobernador se quitó el saco y se desabrochó la corbato, y la cosa siguió de
        refilón.”


El sustantivo ‘cosa’ también se utiliza con una connotación de rechazo, siempre implica
una degradación de lo nombrado.80 Por ejemplo:


        “Hasta que el catrincito aquel nos vino a decir que se trataba de don Benito
        Juárez. ¡Y las cosas que dijo!”
y
        “La cosa es que aquello, en lugar de ser una visita a los dolientes y a los que
        habían perdido sus casas, se convirtió en una borrachera de las buenas.”


Con frecuencia aparecen sustantivos que refieren específicamente a una parte del cuerpo,
como si fueran entidades independientes del resto del cuerpo del personaje. Según
Gutiérrez Marrone esa técnica expresa una visión de desintegración hacia el mundo por


78
   Gutierrez Marrone, N. El estilo de Juan Rulfo: estudio estilístico, New york 1978, p. 55
79
   Gutierrez Marrone, N. El estilo de Juan Rulfo: estudio estilístico, New york 1978, p. 56
80
   Gutierrez Marrone, N. El estilo de Juan Rulfo: estudio estilístico, New york 1978, p. 57
LA TRADUCCIÓN DE LA IRONÍA




parte del escritor, y una profunda alienación de los personajes.81 Miravalles Rodríguez
añade que Rulfo alcanza un efecto sumamente irónico al remedar esa ‘parafernalia
gesticulatoria’ que acompaña la retórica.82


           “Se fue enderezando, despacio, muy despacio, hasta que lo vimos echar la silla
           hacia atrás con el pie; poner sus manos en la mesa; agachar la cabeza como si
           fuera a agarra vuelo y luego su tos, que nos puso a todos en silencio.”


Otro aspecto interesante de este mismo fragmento es el uso del infinitivo como recurso
estilístico para acentuar los movimientos mecánicos del gobernador, pero volveremos
sobre ello en la parte que trata del uso de los verbos.
           Como antes mencionado, Rulfo emplea algunos sustantivos con la finalidad de
deshumanizar sus personajes, lo que contribuye a la degradación que es la esencia de la
ironía en este cuento. Con recursos lexicales sutiles Rulfo consigue crear un ambiente en
donde se desvanecen los límites entre animales y humanos, además ridiculiza a cada forma
de autoridad, tanto la autoridad política y administrativa como la autoridad eclesiástica.
Un ejemplo humorístico encontramos al principio del texto cuando los interlocutores están
discutiendo sobre el lugar donde sucedió el terremoto. El narrador cuenta que la gente
salió de los escombros corriendo derecho a la iglesia, pero parece que en Tuzcacuexco no
existe ninguna iglesia.


           No la hay. Allí no quedan más que unas paredes cuarteadas que dicen fue iglesia
           hace algo así como doscientos años; pero nadie se acuerda de ella, ni de cómo era;
           aquello más bien parece un corral abandonado plagado de higuerillas.


Con el uso de la palabra corral en el fragmento anterior, el autor compara la iglesia con un
corral porque los interlocutores parecen no saber distinguir las dos cosas. En este sentido
se degrada lo más alto en la sociedad mexicana: la iglesia. Se pone en ridículo no sólo a la
iglesia sino también a la gente que va corriendo directamente hacia la iglesia; es como el
ganado que huye de la catástrofe natural y se refugia en su corral. Pero el corral, o la
pretendida iglesia, está abandonado y surge una degradación de la iglesia al momento que
dicen que la iglesia parece más bien un ‘corral abandonado’. La gente abandonó su iglesia
como animales habían dejado su corral, queda sobreentendido que se equipara la gente
con los animales de la granja. El traductor optó por no traducir la palabra ‘corral’,

81
     Gutierrez Marrone, N. El estilo de Juan Rulfo: estudio estilístico, New york 1978, p. 58
82
     Miravalles Rodríguez, L., Procedimientos lingüísticos de la ironía, p. 1557
LA TRADUCCIÓN DE LA IRONÍA




mientras que podía traducirlo con ‘kraal’ o ‘erf’. Se puede definir esta estrategia de
mantener la palabra corral en el texto meta como un tipo de ‘alienación’ o ‘exotización’,
es decir la adaptación literal de una palabra de la lengua fuente en el texto meta. 83 No
podemos adivinar qué fue la motivación para esta elección, pero sería mejor haberlo
traducido con un equivalente neerlandés, ya que existe una traducción apta, en lugar de
usar un término desconocido. Suponemos que un lector holandés, que no domina el
español, no sabe qué significa un corral y como consecuencia no captará la ironía de esa
comparación entre los humanos, la iglesia y el ganado.
        La degradación de la iglesia se hace aún más irónico cuando directamente después
mencionan el rancho el Pochote como el lugar donde se ubica una capilla. Para el lector es
humorístico porque todo parece ser relacionado con ranchos y ganados; ya es la segunda
vez que los interlocutores confunden la iglesia con algo relativo a la agricultura. No
obstante en la traducción neerlandesa la mención de El Pochote como ‘boerderij’ es la
primera vez que el lector se confronta con el paralelo con el campo y por consiguiente
dicha deshumanización, ya que no es muy probable que antes ha captado el sentido irónico
del corral. Un caso parecido se presenta en el fragmento siguiente:


        [...] la gente estaba que se le reventaba el pescuezo de tanto estirarlo para poder
        ver al gobernador.


        [...] de mensen hadden pijn in hun nek van het proberen iets van de gouverneur op
        te vangen.


Pescuezo es una palabra bastante informal, con una connotación negativa, refiriendo más
bien a animales que a seres humanos y es de otro nivel estilístico que ‘cuello’. También el
verbo reventar es bastante brutal y en consecuencia la combinación de las palabras
reventarse y pescuezo provoca una sensación completamente diferente que pijn in hun
nek hebben, lo que es una expresión más normal y de un registro más alto. Además se
pierde la referencia a animales. Hubiera sido traducido un poco más informal y con una
expresión más fuerte para transmitir el lenguaje coloquial, por ejemplo:


        […] de mensen verrekten hun nek bijna om iets van de gouverneur op te vangen.
Otro sustantivo que obviamente es de importancia en ese cuento, es la palabra derrumbe.
La palabra derrumbe del título tiene otro sentido, además del sentido superficial de un
desastre de la naturaleza. Es claro que Rulfo no enfoca como tema el terremoto, sino los
83
  Chesterman, A., “Vertaalstrategieën: een classificatie” en: Denken over vertalen (ed. Naaijkens, Ton), 2004
p. 258
LA TRADUCCIÓN DE LA IRONÍA




acontecimientos alrededor y el comportamiento de la autoridad. La traducción
neerlandesa De dag dag alles instortte sabe traducir ese doble sentido. El traductor ha
convertido el sustantivo en un verbo conjugado, pero por la adición del pronombre
indefinido alles se transmite el tono irónico. Aquí vemos que el traductor optó por añadir
un complemento de modo para reflejar el tono del texto fuente y para transmitir el doble
mensaje del título. En capítulo 2.3 sobre la traducción de la ironía hemos visto que una de
las estrategias que propone Barbe implica la adición de una señal para indicar la ironía y
efectivamente en este caso el traductor ha empleado esa misma estrategia.


§ 3.1.3 LOS    ADJETIVOS




La actitud negativa de Juan Rulfo frente a los adjetivos es muy conocida, ya que los
considera parte de un lenguaje barroco y al referirse a la prosa española el escritor dice
que le parece débil porque los españoles ‘adjetivan mucho’.84 Por lo tanto Rulfo suele usar
solamente los adjetivos más indispensables. Además el cuento está escrito desde el punto
de vista de personajes humildes del campo, ya que una prosa llena de adjetivos resultaría
en un lenguaje no muy creíble.
        Como consecuencia, con excepción del discurso del gobernador, el lenguaje se
caracteriza por la escasez de adjetivos. Pero Rulfo no solamente ha tenido mucho cuidado
con el número de adjetivos, sino también con el tipo de adjetivos. Son en su mayor parte
objetivos y sirven para dar breves características sobre color, forma o estado.85 (p.ej. unas
paredes cuarteadas, corral abandonado, gente conocedora, mesa llena)
        Un tipo de adjetivo que se usa con mucha frecuencia son los pronombres
demostrativos usados como adjetivo y ‘aquello’ es el más aplicado. Esta clase de adjetivo
no añade información en ninguna forma, sino que agrega un cierto tono de imprecisión,
por lo cual los hechos narrados siempre serán poco definidos.86 (p.ej. por esos días, el
catrincito aquel, la canción esa, el monumento aquél) La colocación del pronombre detrás
del sustantivo pone el énfasis en el sustantivo, por lo cual esta característica relativa al
léxico se convierte en un rasgo estilístico del cuento. La vaguedad de las referencias a
personas y objetos también contribuye al tono irónico. Este rasgo estilístico no es tan
notable en la traducción neerlandesa. En primer lugar porque la morfología de los
pronombres demostrativo (die, dat, deze) es mucho más sencilla y muy parecida, en
comparación con las variaciones del español como (ese/esa, este/esta, aquel (la). Además


84
   Entrevista con J. Rulfo “Juan Rulfo examina su narrativa” en: Juan Rulfo. Toda la obra, Madrid 1992, p. 875
85
   Nina Gutierrez Marrone, El estilo de Juan Rulfo, p. 67
86
   Nina Gutierrez Marrone, El estilo de Juan Rulfo, p. 67
LA TRADUCCIÓN DE LA IRONÍA




es de importancia que el holandés no tiene la posibilidad de colocar un adjetivo detrás del
sustantivo, por lo cual resulta más difícil poner énfasis.
Por ejemplo la traducción de ‘catrincito aquel, aquel fulano, fulano aquel’ lleva a,
respectivamente ‘die chique vent, die kerel, die kerel’; las cuales son variaciones mucho
menos ‘marcadas’, teniendo por resultado que los sustantivos concretos son enfatizados en
lugar de los adjetivos que deberían transmitir la vaguedad. No obstante podemos observar
un cambio interesante en cuanto a la traducción de ‘catrincito aquel’ como ‘chique vent’.
En este caso el traductor optó por añadir un adjetivo y como consecuencia surge una
yuxtaposición de palabras opuestas. La incompatibilidad entre las palabras ‘chique’ y
‘vent’ se puede definir como un collocative clash, lo que según Leech & Short funciona
como recurso para provocar ironía.
           En cuanto al uso de los adjetivos, surge un gran contraste entre el diálogo de los
dos narradores y el discurso del gobernador. Los interlocutores solamente usan los
adjetivos indispensables para describir el escenario (p.ej. paredes cuarteadas, corral
abandonado, disco rayado, pura verdad etc.) El empleo de adjetivos como ‘mero’ y ‘puro’
además sirve para reflejar el habla popular de Jalisco.
           Podemos encontrar a lo máximo veinte adjetivos en la parte de los interlocutores,
en cambio encontramos alrededor de treinta adjetivos en el fragmento breve del
gobernador. No solamente el número de adjetivos, pero también el tipo contrasta mucho
con el resto del texto. El discurso del gobernador se caracteriza por el uso excesivo de
adjetivos ‘cargados’ que refieren a temas como la ética y cuestiones morales: el deseo
neroniano, concepto ontológico y humano, o a temas de la política: idealismo
revolucionario,         supremo      vínculo,    cooperador   omnímodo,   principios   democráticos,
manifestaciones políticas etcétera.


§ 3.1.4 LOS VERBOS


La utilización de los verbos en el cuento es muy variada, tanto en tipo de verbos, como
formas modales y por el papel que desempeñan. Aparte de la abundancia de verbos
dinámicos que se refieren a la acción física, como hablar, sentar, llegar, comer etc., el
estudio de Gutierrez Marrone también señala la importancia de dos tipos de verbos,
aquellos que expresan dudas y los verbos relacionados con la memoria.87 Los verbos de
duda son por ejemplo: parecer, debe ser, no saber. El elemento de la memoria también es
un aspecto muy importante en El día del derrumbe, ya que los interlocutores no están



87
     Nina Gutierrez Marrone, El estilo de Juan Rulfo, p. 70
LA TRADUCCIÓN DE LA IRONÍA




nunca seguros de nada hasta que al final el narrador dice: “Ora me estoy acordando que sí
fue por el veintiuno el borlote”.
         En este fragmento el traductor ha traducido el verbo acordarse como afvragen, por
lo cual el verbo de memoria se ha convertido en verbo de duda y a causa de esto el
contenido de la frase cambia mucho. La duda es un tema recurrente en el cuento, dada la
cantidad de preguntas (retóricas), pero con esta frase al final Rulfo crea un gran contraste
porque de repente el narrador se acuerda exactamente cuándo fue el ‘borlote’. En
cambio, la traducción neerlandesa no logra transmitir este contraste, porque el narrador
se queda en la incertidumbre.


         Ora me estoy acordando que sí fue por el veintiuno de septiembre el borlote:
         porque mi mujer tuvo ese día nuestro hijo Merencio


         Nu ik eraan denk, vraag ik me ineens af of die rel op de eenentwintigste
         september was: want mijn vrouw kreeg die dag onze zoon Merencio


Con el objetivo de reflejar el lenguaje popular, Rulfo utiliza varias perífrasis verbales
como por ejemplo echar+infinitivo (echar a correr). El traductor lo ha traducido como het
op een lopen zetten y es una buena traducción porque esta expresión bastante coloquial
pertenece a un registro más bajo como por ejemplo una alternativa más neutral gaan
lopen.


         Y la gente que estaba allí de mirona echó a correr a la hora de los hechizos.
         En de lui die daar stonden te kijken zetten het op een lopen toen de kogels
         begonnen te fluiten.


Otra vez surge un gran contraste entre el habla de los interlocutores y el discurso del
gobernador en cuanto al tipo y la forma del verbo. El gobernador usa verbos complejos de
un registro más formal, como vivificar, aunar, cristalizar, lacerar, en lugar de verbos
comunes como andar, hacer, servir, comer y beber, que son frecuentemente empleados
por los narradores.
         El ejemplo siguiente muestra que el significado de una sola palabra puede ser de
mucha importancia para la idea general del texto, y aquí señalamos que el sentido de una
frase puede cambiar bastante cuando la traducción no logra transmitir una cierta
connotación. Por ejemplo salir desfalcado implica que alguien tiene la culpa: el
LA TRADUCCIÓN DE LA IRONÍA




gobernador está desfalcando el dinero del pueblo. La traducción neerlandés no lo capta,
porque berooid solamente significa que salieron pobre (con menos dinero).


        Y eso que nomás estuvieron un día y en cuanto se les hizo de noche se fueron, si
        no, quién sabe hasta qué alturas hubiéramos salido desfalcados.


        En dat terwijl ze maar één dag bleven en weggingen toen het donker werd, wie
        weet hoe berooid we er anders afgekomen waren.


Un cambio semántico también se produce en el siguiente ejemplo, a saber la diferencia
semántica entre hacer comentarios y vertellen. En holandés se traducería hacer
cmentarios como commentaar leveren, lo que implica que la persona que habla,
indirectamente da su parecer. Sin embargo el traductor optó por traducir vertellen, que
implica una situación más objetiva; la persona sólo está contando los hechos o sus
observaciones.


        La gente estaba que se le reventaba el pescuezo de tanto estirarlo para poder ver
        al gobernador y haciendo comentarios de cómo se había comido el guajolote


        De mensen hadden pijn in hun nek van het proberen iets van de gouverneur op te
        vangen en ze vertelden hoe hij de kalkoen gegeten had.


En ese apartado tratamos el tipo de verbos y volveremos sobre el uso de los verbos en
capítulo 3.2 en el que elaboramos la gramática y la sintaxis más profundamente.


§ 3.1.5 EL LENGUAJE    COLOQUIAL




Como ya hemos visto el lenguaje coloquial desempeña un papel muy importante en este
cuento, por lo tanto elaboraremos unos ejemplos ilustrativos. El vocabulario y los giros
idiomáticos son elementos imprescindibles para reflejar la autenticidad del lenguaje
hablado. Como dice Alberto Gil: “En este campo, el arte del autor consiste en superar los
límites de un lenguaje estándar esparciendo entre sus personajes diversos sociolectos o
particularidades idiosincrásicas. Con ello ganan los protagonistas no sólo en autenticidad,
sino también logran una personalidad propia dentro del mundo ficticio de la novela.” 88


88
  Gil, Alberto. “La veracidad del diálogo literario” en: Diálogos hispánicos de Amsterdam. La semiótica del
diálogo, Haverkate, H. (ed.) Amsterdam 1987 p. 139
LA TRADUCCIÓN DE LA IRONÍA




Entonces el autor puede emplear un amplio repertorio de posibilidades para elaborar sus
personajes e imitar su lenguaje.
       Un recurso estilístico que emplea Juan Rulfo para imitar el lenguaje coloquial del
campo de Jalisco es el uso abundante del diminutivo. Esta clase de palabra es de gran
importancia para la creación de la ironía en El día del derrumbe, no tanto por la
frecuencia con la que se hallan en el texto los diminutivos, sino más bien por la función
que desempeñan y el efecto que tienen en el lector. En el texto aparece por ejemplo la
palabra capillita y en ese sentido el diminutivo sirve únicamente para señalar que es una
capilla pequeña y por consiguiente no causará problemas para la traducción, dado que no
existe otro sentido que lo literal y la traducción kapelletje está correcta. Por otro lado hay
varios diminutivos que sí tienen una función particular o un doble sentido. Un ejemplo
ilustrativo es la palabra todita, que no se puede traducir fácilmente al neerlandés. En el
siguiente fragmento ocurre una combinación extraña del verbo pandear y el diminutivo
todita con el objetivo de suavizar la frase. El texto meta lo traduce con una expresión
contraria y por eso surte efecto contrario: la palabra helemaal pone aún más énfasis en
lugar de suavizar.


       Entonces fue allí ni más ni menos donde me agarró el temblor ese que les digo y
       cuando la tierra se pandeaba todita como si por dentro la estuvieran rebullendo.


       Nou, dan was het daar en nergens anders dat die aardbeving waarover ik u
       vertelde me overviel, toen de aarde helemaal bol stond alsof ze vanbinnen kookte.


Como hemos dicho el objetivo principal del empleo del diminutivo es la imitación del
lenguaje popular mexicano, pero también funciona como medio estilístico en el desarrollo
de la ironía. Una de las fórmulas lingüísticas que se plantea en el estudio de Miravalles
Rodríguez es la reducción y en ese sentido el uso del diminutivo sirve como atenuación de
lo enunciado.
        En la siguiente oración encontramos el complemento adverbial poquito, el
diminutivo de poco. El problema está en la traducción, porque en el neerlandés no existe
un diminutivo igual. Una traducción con diminutivo sería beetje, pero no rinde una
traducción adecuada, ya que la palabra een beetje refiere a cantidad y no a tiempo.
Además la expresión een beetje na de aardbeving suena poco holandés. Aunque no hay una
diferencia semántica entre las palabras poco y poquito, la elección de poquito sí tiene un
gran valor estilístico porque refleja el lenguaje popular. Y a pesar de que parece una
sutileza, son estos mismos recursos sutiles los que son determinantes del estilo de Rulfo.
La ironía de Rulfo
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La ironía de Rulfo

  • 1. LA TRADUCCIÓN DE LA IRONÍA Un análisis comparativo entre El día del derrumbe l De dag dat alles instortte de Juan Rulfo Nombre: Vera Hooijdonk Supervisora: dr. Y. Rodríguez Pérez Agosto 2007
  • 2. LA TRADUCCIÓN DE LA IRONÍA The purpose of irony is none other than irony itself… merely to feel free - Søren Kierkegaard - Reading irony is in some ways like translating, like decoding, like deciphering, and like peering behind a mask - Wayne Booth -
  • 3. LA TRADUCCIÓN DE LA IRONÍA AGRADECIMIENTO Quiero agradecer a las siguientes personas que me han ayudado en la realización de esta tesina: Yolanda Rodríguez Pérez por su supervisión, consejos y entusiasmo. Mi familia y amigos por procurar distracción en los meses de la realización de esta tesina. Anke Berends por su amistad y apoyo mental. Francisco Sánchez por sus correcciones gramaticales e información sobre el lenguaje coloquial mexicano. Utrecht, 25 de agosto de 2007
  • 4. LA TRADUCCIÓN DE LA IRONÍA INDICE Introducción 2 Capítulo 1 Juan Rulfo 4 §1.1 La vida, obra y estilo 4 §1.2 La ironía y la temática en El día del derrumbe 7 Capítulo 2 La ironía 10 §2.1 La definición de la ironía 10 §2.2 Ironía y literatura 13 §2.3 La traducción de la ironía 16 Capítulo 3 El análisis comparativo 23 §3.1 Léxico 25 §3.1.1 El léxico en términos generales 25 §3.1.2 Los sustantivos 27 §3.1.3 Los adjetivos 30 §3.1.4 Los verbos 31 §3.1.5 El lenguaje coloquial 33 §3.2 Sintaxis y gramática 37 §3.2.1 El uso del gerundio 37 §3.2.2 El uso del infinitivo 39 §3.2.3 Las estructuras sintácticas 40 §3.2.4 Observaciones diversas 50 §3.3 Figuras retóricas 51 §3.3.1 Las figuras fonéticas 51 §3.3.2 Las figuras gramaticales 56 §3.3.3 Las figuras semánticas 64 §3.4 Cohesión y contexto 67 §3.4.1 Cohesión 67 §3.4.2 Contexto 71 Conclusión 74 Bibliografía 77 Apéndices Texto fuente: El día del derrumbe i Texto meta: De dag dat alles instortte vi Apéndice Léxico xii Apéndice Lenguaje coloquial xxiv
  • 5. LA TRADUCCIÓN DE LA IRONÍA INTRODUCCIÓN Aunque la obra de Juan Rulfo incluye solamente una novela y una colección de cuentos, es uno de los escritores latinoamericanos más apreciados e influyentes de la literatura contemporánea. Su obra sigue siendo actual e interesante para un gran público y no cabe duda que es mi escritor favorito. Durante el año pasado, realicé un pequeño análisis estilístico de un cuento de Juan Rulfo y su traducción al neerlandés con el objetivo de analizar su estilo. Dicho estudio reflejó que los recursos expresivos que utiliza Rulfo son tan sencillos que ni siquiera parecen recursos y quizá por eso su efecto es más seguro e inmediato. Esa aparente sencillez y falta de recursos estilísticos, forma el elemento principal de su narrativa y es la esencia de sus obras maestras, no obstante esa sencillez misma también constituye el impedimento más grande para el traductor. Después de haber leído su novela Pedro Páramo y la colección de cuentos El llano en llamas, tanto en español como en la traducción neerlandesa, me di cuenta que en la traducción se había perdido algo y que el lenguaje no tenía el mismo efecto. Por motivo de la extensión limitada de la tesina, debo definir el terreno de mi investigación y decidí dedicarme al análisis de un cuento específico: El día del derrumbe. Es un relato que nos demuestra la realidad mexicana de manera humorística e inimitable y dicho cuento narra la historia de una gobernador que visita un pequeño poblado rural en el estado de Jalisco, el cual había sido destruido a consecuencia de un terremoto. El gobernador y sus acompañantes fueron a ver que ayuda podían prestar, pero en lugar de ser una visita de solidaridad hacia los dolientes y hacia los que habían perdido sus casas, se convirtió en una ‘borrachera de las buenas’. Al momento de leer la traducción neerlandesa De dag dat alles instortte me di cuenta que la traducción neerlandesa parecía menos humorística y de ahí despertó mi curiosidad e interés de analizar la creación del tono irónico que forma la base del cuento. La ironía permanece tema de discusión en la literatura contemporánea y en la crítica y teoría literaria, por lo tanto me pareció un elemento interesante para estudiar en esta tesina. La función de la ironía en el cuento El día del derrumbe consta de dos partes. En primer lugar, Rulfo le pone a la humanidad un espejo delante, con el objetivo de mostrar una realidad absurda. Y en segundo lugar, con el propósito de criticar implícitamente la realidad presentada. A consecuencia de eso surge una imagen sumamente humorística. En ese sentido, Rulfo nos abre puertas a una realidad distinta a la de nosotros, pero son los traductores los que abren esas puertas también. ¿Cómo sería el mundo sin
  • 6. LA TRADUCCIÓN DE LA IRONÍA traductores? Si viviéramos en un mundo sin traducciones, no tuviéramos la oportunidad de conocer otras culturas y la traducción de libros y pensamientos es un enriquecimiento para todos. Irónicamente el objetivo de esta tesina es analizar y criticar una traducción, por lo tanto espero que se me perdone la contradicción que planteo aquí. El objetivo de esta tesina, es realizar un detallado análisis del estilo de Juan Rulfo en el cuento El día del derrumbe a través de un análisis lingüístico basado en el método de Leech & Short. Analizaremos los recursos lingüísticos que emplea Rulfo para la creación de la ironía, con el objetivo de evaluar la manera en que la traducción neerlandesa provoca esa misma ironía. En el relato se emplean los recursos estilísticos con las siguientes finalidades principales: para imitar el lenguaje popular, para la caracterización de los personajes y para la creación del tono irónico y humorístico. Todos estos elementos ayudarán a formar un mundo textual y por consiguiente una evaluación de la traducción de ellos mismo. Por lo tanto, he formulado la siguiente pregunta de investigación: ¿Cuáles recursos estilísticos emplea Juan Rulfo para evocar la ironía en El día del derrumbe y consigue la traducción neerlandesa transmitir esta misma ironía? Consecuentemente, en el caso que se transmita la ironía, la pregunta surgirá si la ironía se tradujo por medio de los mismos recursos estilísticos. Si no, ¿cuáles medios tuvo que emplear el traductor para reproducir la ironía? La tesina está estructurada de la siguiente forma: el primer capítulo introductorio trata el mundo de Juan Rulfo; su figura, obra, estilo y la temática de su narrativa. Posteriormente sigue un resumen y discusión del cuento El día del derrumbe de modo que nos familiaricemos con la realidad ficcional que nos presenta Rulfo. El segundo capítulo formará el marco teórico de esta tesina. La primera parte tratará de dar una definición del concepto de la ironía y una introducción breve al tema. Continuamos con la conexión entre ironía y literatura, luego pasamos a los aspectos alrededor de la traducción de la ironía. El tercer capítulo es la parte principal de la tesina: el análisis comparativo. Este análisis se basa en el método y la clasificación de Leech & Short que propone un enfoque lingüístico orientado al análisis estilístico de la narrativa. El sistema de Leech & Short se basa en cuatro categorías lingüísticas y estilísticas que forman un modelo para analizar estilo literario: el léxico, la sintaxis y gramática, las figuras retóricas y la cohesión y contexto. En base a la teoría tratada y los resultados de la comparación del texto y la traducción, llegaremos a una conclusión general sobre la traducción de la ironía.
  • 7. LA TRADUCCIÓN DE LA IRONÍA CAPÍTULO 1 JUAN RULFO En este capítulo introductorio trataremos la vida y obra del escritor mexicano que ha sido la fuente de inspiración de esta tesina. La primera parte desarrollará la biografía del autor, a continuación elaboraremos una panorámica general del estilo literario de Juan Rulfo y por último nos detendremos en la ironía y la temática en el cuento El día del derrumbe. § 1.1 LA VIDA, OBRA Y ESTILO Juan Rulfo nació el 16 de mayo de 1917 en la ciudad de Sayula en el estado de Jalisco y oficialmente fue registrado como Juan Nepomuceno Carlos Pérez Rulfo Vizcaíno. Vivió en la pequeña población de San Gabriel, pero por las muertes de sus padres a edad temprana sus familiares le inscribieron en un internado en Guadalajara, la capital de Jalisco y se considera su temprana orfandad como determinante de su formación artística.1 Durante buena parte de las décadas de 1930 y 1940 viaja extensamente por el país, trabaja en Guadalajara y en la ciudad de México y comienza a publicar sus cuentos en dos revistas: América, de la capital, y Pan, de Guadalajara. La primera de ellas significa su confirmación como escritor. En los años cuarenta Rulfo empezó a escribir sus primeros textos literarios que después se publicarán conjuntamente en El llano en llamas. Sobre la publicación de sus primeros siete cuentos en la revista PAN cuenta Rulfo: « En 1942 apareció una revista llamada “PAN”, que por su peculiar sistema me dio la oportunidad de publicar algunas cosas. Lo peculiar consistía en que el autor pagaba sus colaboraciones. Allí aparecieron mis primeros trabajos. Y si no fueron muchos se debió únicamente a que carecía de los medios económicos para pagar mis colaboraciones. »2 Rulfo declaró posteriormente de la colección de cuentos, que los relatos de El Llano en llamas fueron parte del proceso de crear la novela Pedro Páramo. En los años 1953 y 1954 se publicaron fragmentos de esta novela bajo el nombre Los murmullos y gracias a una beca del Centro Mexicano de Escritores la novela apareció como libro completo en 1955. Algunos críticos clasificaron el libro inmediatamente como obra maestra, pero también existía desconcierto por la estructura innovadora de la novela. Sin embargo, desde el 1 Alberte, J.C., Santo, M.E., Torres, T., Juan Rulfo. Narrador de la angustia, Montevideo 1986, p. 6-7 2 http://www.clubcultura.com/clubliteratura/clubescritores/juanrulfo/home.htm
  • 8. LA TRADUCCIÓN DE LA IRONÍA principio la obra de Rulfo ha sido reconocida positivamente dentro y fuera de México. Su primera obra, la colección de cuentos El Llano en llamas se publicó como libro en 1953 y contenía siete cuentos ya publicados en revistas diversas y algunos otros nuevos. A partir de la publicación de estos dos libros el prestigio literario de Rulfo creció constantemente y le hizo convertirse en uno de los escritores más reconocidos en México y el extranjero. Entre sus admiradores en el mundo literario se encuentran Carlos Fuentes, Jorge Luis Borges, Gabriel García Márquez, Günter Grass y muchos otros.3 Vista la cantidad de traducciones que ya existen y el aprecio de los lectores, podemos concluir que las obras de Rulfo se consideran como clásicos de la literatura hispanoamericana. Las dos últimas décadas de su vida las dedicó Rulfo a su trabajo en el Instituto Nacional Indigenista de México, donde se encargó de la edición de una de las colecciones más importantes de antropología contemporánea y antigua de México. En 1980 se publicó la obra El gallo de oro que fue originalmente escrita como guión cinematográfico y filmada por primera vez en 1964 por Roberto Gavaldó.4 La herencia artística de Juan Rulfo también consta de una colección de fotografías que se expusieron en 1980 en una exposición en el Palacio de Bellas Artes de la ciudad de México, por motivo del Homenaje Nacional que le dedicó ese año el gobierno mexicano al escritor.5 Aunque toda la obra de Rulfo consiste apenas en más de doscientos cincuenta páginas, ha sido suficiente para convertirlo en un autor muy respetado en la literatura hispanoamericana contemporánea. El hecho de que Rulfo opinara que el resto de su trabajo, como por ejemplo la novela largamente esperada La cordillera, no valiera para publicar, solamente ha incrementado su prestigio. Durante su vida ha ganado varios premios literarios entre ellos los más importantes fueron el Premio Nacional de Letras en el año 1970, y el Príncipe de Asturias en 1983.6 Juan Rulfo falleció en la ciudad de México el 7 de enero de 1986, pero la curiosidad por la vida y la obra del autor jalisciense no ha disminuido aún y huelga decir que los estudios de su obra siguen incrementándose. En cuanto a la temática de su obra podemos decir que está influenciada por dos eventos durante su infancia: en primer lugar los resultados de la Revolución Mexicana de 1910-1917 y luego la Guerra Cristera de 1926-1929. En la revuelta de los Cristeros los católicos de la derecha se resistieron con violencia contra las medidas anticlericales que resultaron de la revolución y que habían limitado el poder de la iglesia. 7 Por ejemplo en su 3 http://www.clubcultura.com/clubliteratura/clubescritores/juanrulfo/home.htm 4 Fell, Claude (ed.), Juan rulfo. Toda la obra, Madrid 1992, p. 413 5 http://es.wikipedia.org/wiki/Juan_Rulfo 6 Wiersema, N.J., De vertaling van realia in “El llano en llamas”, Amsterdam 1995, p. 8 7 Steenmeijer, M., “Geluiden, stemmen, geruchten. Pedro Páramo van Juan Rulfo” en: Mythenbouwers van de Nieuwe Wereld, p. 124
  • 9. LA TRADUCCIÓN DE LA IRONÍA novela Pedro Páramo, Rulfo se refiere a la migración del campo a la ciudad que ocurrió en la sociedad mexicana posrevolucionaria: el pueblo de Comala está abandonado a causa de los acciones del cacique Pedro Páramo y se ha convertido en una ciudad fantasma. También la crítica sobre la iglesia es omnipresente en su obra, así mismo en El día del derrumbe. Aparte de la crítica social sobre la sociedad posrevolucionaria y la miseria de los campesinos, la obra de Rulfo aborda otros temas como la muerte, la violencia, la naturaleza, la religión y la conciencia del pecado y de culpa.8 Otro tema notable es que los personajes de Rulfo siempre sufren su suerte con resignación. El estudio de Lanin A. Gyurko señala esta resignación y la describe como una forma de fatalismo o nihilismo. Los monólogos, o diálogos, de sus personajes nunca llevan a perspicacia, resolución o liberación y siempre serán restringidos por un pasado que absorbe el presente y excluye la esperanza para el futuro. Las vidas de los personajes se caracterizan por la desesperación y el mundo se disuelve en un caos del que no existe salvación.9 Este fatalismo toma diferentes formas en la colección El llano en llamas: en el cuento Nos han dado la tierra se manifiesta como la impotencia de los campesinos frente a la fuerza política; en Es que somos pobres son la pobreza y un desastre natural que no le deja otra salida que la prostitución a la protagonista Tacha y en Macario la deficiencia mental le impide el protagonista una vida normal.10 En relación con el estilo Gyurko indica la condensación, la atenuación y la alusión como los componentes principales del arte literario de Rulfo.11 En lo que concierne al estilo literario, Steenmeijer apunta que el estilo apodíctico, que significa que todo se afirma categóricamente, es uno de sus rasgos más notables.12 Todo se dice con una gran certeza: los personajes hablan con pocas palabras, pero lo poco que dicen no sólo se caracteriza por la silenciosa resignación, sino también por la elocuencia y expresividad. En ese sentido Gutierrez Marrone nota la parquedad estilística, explicando que esa parquedad se manifiesta como una economía de medios expresivos o como laconismo de los personajes. Además añade que el estilo de Rulfo es tan escueto como los paisajes de Jalisco.13 Rulfo somete su lenguaje a un proceso de selección, o ‘poda’ como él dice, hasta 8 González Boixo, J.C., Claves narrativas de Juan Rulfo, León 1980, p. 7 9 Gyurko, Lanin A., “Rulfo’s aesthetic nihilism: antecedents of Pedro Páramo” en: Hispanic Review, Vol. 40 n° 4, 1972, p. 466 10 Ibidem, p. 459 11 Ibidem, p. 455 12 Steenmeijer, M., “Geluiden, stemmen, geruchten. Pedro Páramo van Juan Rulfo” en: Mythenbouwers van de Nieuwe Wereld, p. 123 13 Gutierrez Marrone, N. El estilo de Juan Rulfo: estudio estilístico, New york 1978, p. 11
  • 10. LA TRADUCCIÓN DE LA IRONÍA que solamente se quedan aquellas frases que comprenden un máximo de expresión con un mínimo de palabras.14 En cuanto al humor, que forma el enfoque de esta tesina, apunta González Boixo que tiene el objetivo de presentar una visión pesimista de la realidad, una visión desolada del mundo. Fuera del humor crítico su obra también presenta un sentido de humor que solamente funciona para producir una sonrisa en el lector.15 La ironía entonces es una manera para ejercer implícitamente crítica social, pero también puede tener la sola intención de mover a risa por la imagen o situación descrita. Especialmente en los cuentos Anacleto Morones, Acuérdate y El día del derrumbe el humor se destaca. La primera traducción de la obra de Juan Rulfo fue la versión alemana de Pedro Páramo que se publicó en 1958. En el año 1959 se publicó la versión en inglés y francés y un año después en 1960 apareció en sueco; en 1961 en noruego y danés y en 1962 en italiano y neerlandés. La traducción de El llano en llamas se publicó en francés (La plaine en flammes, 1958), italiano (La morte al Messico, 1963), alemán (Der llano in flammen, 1964), inglés (The burning plain and Other stories, 1967), y neerlandés (De vlakte in vlammen, 1978).16 La traducción holandesa que se utiliza aquí proviene de J. Lechner y se publicó una nueva edición en 1997 en colaboración con M. Sabarte Belacortu. § 1.2 LA IRONÍA Y TEMÁTICA EN EL DÍA DEL DERRUMBE El cuento El día del derrumbe se publicó por primera vez en la revista México en la Cultura en agosto de 1955, luego aparece en varias otras revistas literarias y es uno de los cuentos que se incorporaron posteriormente a la colección de cuentos El llano en llamas, para ser preciso en la séptima edición del año 1970.17 Junto con el cuento Anacleto Morones que forma parte de esta misma colección, es uno de los relatos más irónicos y Rulfo demuestra su gusto de contar las dolencias del pueblo mexicano. Sobre ello dice: “Aquí (en México) parece que la esperanza nos está muriendo cada día, cada hora. Y aunque somos un pueblo acostumbrado a soportar los peores desastres, a vivir, como quien dice, entre ruinas. [...] No debemos, pues, lamentarnos de nuestras miserias. Lo hacemos sólo por el gusto de quejarnos de todo. Siempre.”18 14 Gutierrez Marrone, N. El estilo de Juan Rulfo: estudio estilístico, New york 1978, p. 17 15 González Boixo, J.C., Claves narrativas de Juan Rulfo, León 1980, p. 88 16 Wiersema, N.J., De vertaling van realia in “El llano en llamas”, Amsterdam 1995, p. 8 17 Eun Hee, S. y Macías Rodriguez, C. “Lo carnavalesco en El día del derrumbe, de Juan Rulfo” en: Espéculo: Revista de estudios Literarios, n.º 21, 2002, p. 1 18 Ibidem, p. 2
  • 11. LA TRADUCCIÓN DE LA IRONÍA En el contexto del cuento los habitantes de Tuzacacuexco no solamente tienen que enfrentarse a un desastre natural, sino a un desastre social también: la autoridad mexicana. Para captar y comprender la ironía del relato El día del derrumbe es necesario resumir la situación antes: Dos interlocutores están hablando, son dos habitantes del pueblo Tuzcacuexco y uno pregunta al otro que cuándo ocurrió el temblor que derrumbó muchas casas en el pueblo. El otro, Melitón, que tiene una buena memoria, recuerda minuciosamente todos los detalles alrededor de la visita del gobernador unos pocos días después. El gobernador llega acompañado de un gran séquito para ver cómo les había tratado el terremoto y para saber qué ayuda podía prestar con su presencia. Melitón relata cómo el pueblo gastó un dineral para preparar una gran comida para celebrar la llegada del gobernador y después va repitiendo literalmente los discursos del gobernador. El primer narrador recuerda exactamente qué comían y cómo comían las autoridades. En primera instancia solamente tiene memoria visual, hasta que al final también se recuerda el día exacto de la ‘borrachera’, porque su mujer tuvo ese mismo día a su hijo Merencio y había llegado borracho a su casa por lo cual la mujer no le habló en muchas semanas porque la había dejado sola con su ‘compromiso’. El narrador, Juan Rulfo, siempre está ausente y deja que los protagonistas nos cuenten el suceso y por su actitud distanciadora todo el cuento se convierte en una oposición. La antífrasis no sólo está al nivel de la palabra, sino que corresponde a la realidad total que Rulfo nos presenta.19 Esta realidad parece objetiva, porque es el pueblo el que habla en sus propias palabras y sin vergüenza, pero ya desde el principio el lector se percatará del significado opuesto del cuento: el comportamiento insolente de las autoridades que sólo hablan y comen sin prestar ningún auxilio al pueblo destruido por el terremoto. Rodríguez Alcalá describe esta actitud reservada que adopta Rulfo en toda su obra como una de ambigüedad y subjetividad. Tal ambigüedad es un aspecto esencial de su narrativa, creado por el buen manejo de sus recursos estilísticos y refleja una visión personal de la vida.20 La ironía del cuento funciona como factor distanciador entre el escritor y su visión del mundo, así que también entre el lector y esa realidad. La ironía para el autor es un recurso para ejercer su crítica sobre la realidad y también sirve para cerrar una alianza 19 Miravalles Rodríguez, L. “Procedimientos lingüísticos de la ironía en el cuento «El día del derrumbe» de Juan Rulfo” en: El español de América III, Salamanca 1991, p. 1556 20 Rodriguez Alcalá, H., “Estudio estilístico de En la madrugada de Juan Rulfo” en: Hispanic Review, Vol. 34 n° 3, 1966, p. 237
  • 12. LA TRADUCCIÓN DE LA IRONÍA con el lector que a lo mejor tiene la misma visión de la vida, así que el humor es un medio para examinar la vida desde otra perspectiva.21 El argumento sencillo de este cuento se convierte en una mezcla de voces, actitudes y lenguajes que están vinculados por medio del buen sentido de humor del escritor. Y aunque no se manifiesta tan negativamente como está descrito en el artículo de Gyurko, el fatalismo también aparece en este cuento. Los habitantes del pueblo no parecen tener bajo control la situación, porque en lugar de recibir ayuda del gobernador, las autoridades causan aún más problemas y remedio no hay. Será imposible evitar lo predestinado. En esencia todo el cuento constituye una acusación a todo tipo de poder superior con la finalidad de desmitificar la autoridad en varios sentidos. El cuento empieza con la crítica dirigida hacia la iglesia, la autoridad eclesiástica, ya que se hace mención al hecho de que en Tuzcacuexco “no existe ninguna iglesia” y lo que queda son “unas paredes cuarteadas que dicen que fue una iglesia hace algo así como doscientos años” y al final se compara la iglesia con un corral abandonado. Por otro lado el cuento es una acusación contra la autoridad oficial. El gobernador y sus acompañantes son los representantes del poder oficial, pero a causa de la parodia del gobernador y su discurso demagógico es imposible para el lector tomarle serio. También se ridiculizan los símbolos de la patria como el Himno Nacional y los héroes históricos, porque siguen tocándo el himno nacional para distraer la atención del tumulto y resulta que ni los habitantes, ni el gobernador tiene alguna conciencia histórica. Macías Rodríguez señala además la cuestión de la autoridad familiar, apuntando que el problema de la paternidad se denuncia con la ausencia del padre a causa de la fiesta. El narrador se acuerda de la fecha exacta del temblor porque coincide con la fecha de nacimiento de su hijo. El padre abandona irónicamente a la madre a la hora precisa del nacimiento del hijo.22 Esta cuestión de paternidad es un tema recurrente en la obra de Rulfo ya que también se presenta en la novela Pedro Páramo, en la que el protagonista Juan Preciado emprende una búsqueda de su padre. En el siguiente capítulo abordaremos el concepto de la ironía dentro de un marco teórico que formará la base del análisis comparativo entre El día del derrumbe y la traducción neerlandesa De dag dat alles instortte. 21 Macías Rodríguez, C., “La fiesta en Juan Rulfo: Estructura y significación en El día del derrumbe” en: Sincronía. Revista de la Universidad de Guadalajara, Otoño 2000 22 Macías Rodríguez, C. “La fiesta en Juan Rulfo: Estructura y significación en El día del derrumbe” en: Sincronía. Revista de la Universidad de Guadalajara, Otoño 2000
  • 13. LA TRADUCCIÓN DE LA IRONÍA CAPÍTULO 2 LA IRONÍA Este capítulo formará el marco teórico de esta tesina y las teorías que se expone aquí serán aplicadas al análisis comparativo del texto original y la traducción. En la parte introductoria empezaremos con la definición y la historia del concepto de la ironía. En el siguiente apartado trataremos la conexión entre la ironía y la ciencia literaria. Estudiaremos el papel que desempeña la ironía en la literatura contemporánea y el efecto que tiene en el lector. A continuación profundizaremos el tema de la traducción de la ironía. Discutimos el enfoque del este tema y proponemos varias condiciones y estrategias para la traducción de la ironía. § 2.1 LA DEFINICIÓN DE LA IRONÍA En este capítulo intentaremos definir el concepto de la ironía, distinguir los diferentes tipos de ironía y analizar las varias interpretaciones sobre la misma. En primer lugar empezamos con las definiciones del término ‘ironía’ que encontramos en los dos diccionarios principales de la lengua castellana. El diccionario de la Real Academia Española define la ironía de siguiente forma: Ironía (del lat. ironīa, y del gr. εἰρωνεία). 1. f. Burla fina y disimulada. 2. f. Tono burlón con que se dice. 3. f. Figura retórica que consiste en dar a entender lo contrario de lo que se dice.23 El Diccionario de uso del español de María Moliner ofrece una definición más amplia y describe la ironía de esta forma: Ironía (del lat. «ironīa», del gr. «eirōneía», disimulo) 1. f. Manera de expresar una cosa, que consiste en decir, en forma o con entonación que no deja lugar a duda sobre el verdadero sentido, lo contrario de una cosa. Constituye una figura retórica. 2. f. Contraste entre dos hechos que resultan ilógicos o incongruentes.24 23 Real Academia Española, Diccionario de la Lengua Española, Tomo II, Madrid 1984, p. 787 24 María Moliner, Diccionario de uso del español I-Z, Madrid 1998, p.98
  • 14. LA TRADUCCIÓN DE LA IRONÍA El fondo de ambas descripciones es el aspecto de la oposición; que la ironía consiste en la idea de entender exactamente lo contrario de lo que se dice, pero en realidad la definición del término sería más complicada y menos unívoca. Esta ‘lengua de disimulo’ que llamamos ironía, aparece bajo varias denominaciones como ironía simple, ironía retórica, ironía normal y ironía directa, pero todos se refieren al mismo concepto de decir algo distinto a lo que se quiere decir en realidad. Por lo tanto partimos de la idea que la ironía no sólo intenta referir al significado opuesto de lo enunciado, sino también puede referir a cualquier significado distinto o divergente del sentido literal o estándar.25 Más tarde volveremos sobre las distintas definiciones e interpretaciones del concepto cuando abordemos las visiones de varios estudiosos. Pero antes de empezar con ellas, primero unas palabras sobre la historia y la etimología del término ‘ironía’. El término griego del que procede ironía, εἰρωνείa (eironeia), significa ‘interrogación fingiendo ignorancia’ o ‘simulación’ y ‘disimulo’, y está derivado de ερέσθαι ‘preguntar’.26 El simulador (eiron) o ironista finge ignorar aquello que conoce y el filósofo Sócrates era el primero que ‘practicaba’ la ironía. Sócrates hizo un uso hábil de la ironía para desenmascarar a los sofistas de su tiempo: se acercaba a ellos como un humilde aprendiz y les interrogaba sobre cuestiones que los sofistas, en teoría, dominaban. Poco a poco, con sus preguntas hábiles revelaba la ignorancia de los presuntos sabios.27 Aquí llegamos al punto de explicar los distintos tipos de ironía, puesto que la ironía socrática, como explicada arriba, no es la única forma en la que se manifiesta la ironía. Aparte de la ironía socrática en el glosario de términos de ironía narrativa de Zavala se distingue otros tipos como la ironía cómica, romana, dramática y la ironía verbal, de las que la última será de mayor importancia en esta tesina. 28 Expondremos brevemente todos estos tipos de ironía antes de profundizar la categoría más importante, la ironía verbal. Primero volveremos sobre la ironía socrática, ya que Sócrates era el fundador del concepto. La ironía era la primera de las fórmulas utilizadas por Sócrates en su método dialéctico. Sócrates comenzaba siempre sus diálogos desde la posición que erige el interlocutor como el sabio en la materia a tratar. Dado que Sócrates era considerado como el hombre más sabio de Atenas, es fácil entender el porqué de la ironía. Este tipo de ironía también se puede describir como la simulación de ignorancia.29 La ironía cómica consiste en una incongruencia entre nuestras expectativas de un suceso y lo que ocurre. La expectativa común no coincide con la ocurrencia de un suceso inesperado, y como consecuencia surge una situación humorística. Observe que no todas 25 Díaz-Migoyo, G. “El funcionamiento de la ironía” en: Humor, ironía, parodia, Madrid 1980, p. 50 26 Corominas, J. y Pascual, J.A. Diccionario crítico etimológico castellano e hispánico, Madrid 1980, p. 464 27 Muecke, D.C., The compass of irony, London 1969, p. 87-89 28 Zavala, L., “Glosario de términos de ironía narrativa” en: Sincronía, invierno 1996 29 Figueroa Weitzman, R. “Kierkegaard y la ironía” en: Revista de Filosofía, p. 99
  • 15. LA TRADUCCIÓN DE LA IRONÍA las ironías son graciosas por otro lado. Este tipo de ironía también se conoce como ironía accidental, situacional o ironía del destino.30 En los tiempos de la antigua Roma, la ironía romana era usada en los discursos y conversaciones retóricas publicas, en las cuales las palabras usadas eran opuestas a su significado o intención. En lugar de sólo una figura retórica, la ironía se convirtió en un hábito común del discurso.31 En la tragedia, lo que llamamos ironía trágica o dramática, es un instrumento para aumentar la intensidad de la situación dramática En este caso el observador (lector, espectador o interlocutor) posee un conocimiento que la víctima de la ironía no posee en el momento de actuar.32 La ironía trágica está especialmente presente en los dramas de la Antigua Grecia. Otro famoso caso de ironía trágica es la obra de Shakespeare Romeo & Julieta: Romeo encuentra a Julieta drogada como si estuviera muerta, él asume que lo está y se suicida, luego Julieta se mata con un puñal al momento de ver su amante muerto. Para esta tesina la forma más importante es la ironía verbal. La ironía verbal es definida como el uso de palabras para referirse a algo que es más, y frecuentemente, lo opuesto al significado literal de las palabras. Figueroa Weitzman señala sobre la ironía verbal que la ironía como figura del lenguaje posee una propiedad que caracteriza todo tipo de ironía, una cierta superioridad que deriva del no querer ser entendido de manera inmediata.33 La ironía verbal depende en gran medida de variación cultural, determinada por factores como lengua e historia, y más allá el uso de la ironía verbal puede también relacionarse con pautas no literales como el tono de voz o la postura. Cada cultura tiene sus propias expresiones verbales y en tales casos la traducción requerirá un cuidado extra y un cierto grado de conocimiento sociocultural es indispensable para apreciar la ironía.34 La diferencia entre la ironía verbal y los demás tipos de ironía es que la ironía verbal lleva consigo las técnicas y estrategias de un ironista que se expresa de forma irónica deliberadamente, mientras que otros tipos de ironía depende de una situación que se considera irónica. En el último caso el sentido de ironía, la actitud y la reacción del observador son factores claves.35 § 2.2 IRONÍA Y LITERATURA 30 Zavala, L., “Glosario de términos de ironía narrativa” en: Sincronía, invierno 1996 31 Barbe, K. Irony in context, Amsterdam 1995, p. 62-63 32 Zavala, L., “Glosario de términos de ironía narrativa” en: Sincronía, invierno 1996 33 Figueroa Weitzman, R. “Kierkegaard y la ironía” en: Revista de Filosofía, p. 100 34 Mateo, M. “The translation of irony” en: Meta: Journal des traducteurs, Vol. 40 n° 1, Montréal 1995, p. 174 35 Muecke, D.C., The compass of irony, London 1969, p. 43
  • 16. LA TRADUCCIÓN DE LA IRONÍA En este apartado estudiaremos la ironía en el ámbito literario, por consiguiente nos dedicaremos al estudio de la función y efecto de la ironía y prestamos atención a la interacción entre autor y lector que provoca la ironía. Muchos críticos, como por ejemplo Booth, Enkvist, Tittler y Barbe, han estudiado el concepto de la ironía y todos están de acuerdo que la definición antigua de la ironía como ‘decir una cosa y implicar lo contrario’ es una definición limitada. Así plantea Booth que estas definiciones son incorrectas36, Enkvist define la ironía como una inconsistencia entre lo enunciado y su verdadero significado37, Tittler aborda la ironía como una manera de borrar el sentido literal38 y Barbe hace referencia a la cuestión de que en el caso de la ironía el mensaje tiene más tipos o niveles de información. 39 En base a las teorías de estos estudiosos esta tesis se fundará en la proposición que la ironía no solamente es una manera para expresar lo contrario que lo que se dice, sino es un medio para decir algo diferente que lo que se dice. Es una definición muy amplia, pero la ironía es un concepto que no se deja definir con tanta facilidad. Con el empleo de la ironía un autor sugiere e insinúa otro significado y tratará de hacernos ver el lado opuesto a la situación real que nos presenta a través de sus personajes. Se puede definir la ironía como una figura retórica que se emplea para expresarse con burla y es un instrumento estilístico para excluir una cierta persona o grupo. La ironía en la literatura es un recurso que utiliza el autor para excluir al lector ‘ingenuo’ con el objetivo de burlarse de él mismo junto con el lector ‘inteligente’. El objetivo del uso de la ironía es encontrar una víctima común, para que el hablante (el autor) y el oyente (el lector) vivan una sensación de solidaridad ocasionada por la ironía. 40 En ese sentido Marcos Victoria apunta que “cuando el autor utiliza ironía, lo hace para que el lector cómplice se convierta en un aliado en la lucha contra la estupidez humana” y la ironía permite la rebeldía del autor contra una realidad que no le satisface 41. El estudio de Leech & Short que utilizamos para el análisis comparativo también menciona este juego entre autor y lector, y lo llama el concepto de secret communion; es una conspiración entre autor y lector basada en sus valores y normas compartidas y desde ahí nace la ironía.42 Sobre este tema Jonathan Tittler hace referencia a una cita de Kenneth Burke, quien tiene otra visión 36 Booth, W. “The Pleasures and Pitfalls of Irony: Or, Why Don't You Say What You Mean?" en: Rhetoric, Philosophy and Literature: An Exploration (ed. Don M. Burks) Indiana 1978, p. 2 37 Enkvist, N.E., Linguistic stylistics, The Hague 1973, p. 89 38 Tittler, J. Ironía narrativa en la novela hispanoamericana contemporánea, Bogotá 1990, p. 21 39 Barbe, K., Irony in context, Amsterdam 1995, p. 148 40 Barbe, K., Irony in context, Amsterdam 1995, p. 162 41 Victoria, M. Ensayo preliminar sobre lo cómico, Buenos Aires 1958, p.141 42 Leech, G. & Short, M. Style in fiction: a linguistic introduction to English fictional prose, Harlow 2007, p. 222
  • 17. LA TRADUCCIÓN DE LA IRONÍA sobre la ‘víctima’. Burke afirma que “la verdadera ironía, la ironía humilde, está basada en un sentido de fraternidad fundamental con el enemigo, tal como uno lo necesita, está endeudado con él, no está del todo fuera de él.”43 De todo esto se deduce que la ironía supone dos tipos de público como hemos dicho antes: los que aceptan el significado literal de las palabras del autor (el lector ingenuo) y los que rechazan ese significado literal y construyen otro, porque notan una incongruencia entre las palabras literales y su contexto (el lector inteligente). Para revelar el significado latente el autor tiene que hacer uso de los recursos de lenguaje que tiene a su disposición, así que la ironía se convierte en una figura retórica. Luis Miravalles Rodríguez señala que la ironía presenta ese lado opuesto de la realidad con fórmulas lingüísticas específicas que forman y permiten la actitud irónica del autor, de manera que provoca en el lector una sonrisa de comprensión. Menciona las tres llamadas fórmulas más comunes y generales, por decirlo así los tres tipos de ironía lingüística: - La oposición: es la antífrasis, no sólo de palabra, sino de la idea general del texto (oxímoron). - La ampliación: es la intensificación o exageración de la evidencia, hasta lo ridículo (hipérbole o parodia). - La reducción: es la atenuación, y lo contrario de la ampliación (litote o eufemismo).44 También podemos añadir a la lista el uso inhabitual de palabras, o más bien la colocación de palabras opuestas o la combinación de estilos distintos. La ironía se manifiesta a causa de una incompatibilidad entre las palabras del escritor y las expectativas del lector, lo que se define como collocative clash según Leech&Short. En otras palabras una yuxtaposición poco común que ocasiona una distorsión de valores aceptadas.45 El lingüista Nils Erik Enkvist también discute la ironía como rasgo estilístico en textos literarios. En su obra sobre la estilística, la ironía significa la tensión que existe entre el sentido superficial y su contrario, y la relación entre lector y autor se funda en el hecho de que ambos partidos se percatan que el significado no se debe entender literalmente.46 Se indica la ironía a través de señales en el texto: por ejemplo con la contradicción de hechos presupuestos a saber los dos. Otra señal puede incluir una 43 Cita de Kenneth Burke en Tittler, J. Ironía narrativa en la novela hispanoamericana contemporánea, Bogotá 1990, p. 14 44 Miravalles Rodríguez, L. “Procedimientos lingüísticos de la ironía en el cuento «El día del derrumbe» de Juan Rulfo” en: El español de América III, Salamanca 1991, p. 1555 45 Leech, G. & Short, M. Style in fiction, p. 223 46 Enkvist, N.E., Linguistic stylistics, The Hague 1973, p. 88
  • 18. LA TRADUCCIÓN DE LA IRONÍA inconsistencia de los hechos presentados en el texto. Un signo de ironía también puede referir a sucesos fuera del texto mismo, por ejemplo la falta de relación entre las acciones y la comunicación verbal. Este es el caso de la ironía dramática, y en lengua la ironía se manifiesta por medio de entonación, énfasis, ritmo etcétera, pero también los signos de puntación pueden funcionar como una señal fundamental. Enkvist conecta la ironía con otra figura del discurso que se indica a través de ciertas señales; la parodia, con la que el autor se concentra en unas características prominentes de su personaje, o ‘víctima’, y las exagera de modo que predominarán su retrato o caracterización. Veremos más tarde que la parodia importa también para esta tesis ya que la representación del gobernador es una gran parodia. El estudio de Jonathan Tittler se concentra en el concepto de la ironía en el campo de la narrativa hispanoamericana e investiga el grado en que la ironía se ha convertido en el rasgo distintivo de la narrativa hispanoamericana actual. Según su definición la ironía depende de la aprehensión de una disparidad entre una cosa y otra, y distingue dos tipos de ironía: la ironía intencional y otra que se llama ironía accidental. La primera es el tipo al que nos referimos cuando hablamos de ironía en general, es la figura retórica en que el significado de las palabras del autor no corresponde exactamente con su sentido literal. La ironía accidental, de los sucesos, refiere a una circunstancia paradójica que hemos discutido en el capítulo 2.1 como ironía cómica. Un aspecto interesante del estudio de Tittler son las precondiciones que menciona. La primera condición es el principio ‘generador’ de la ironía; la ironía es un dualismo que puede tomar varias formas o la forma de contradicciones. Estas dicotomías pueden incluir por ejemplo pensamiento y acción, lo real y lo ideal, la inteligencia y la emoción etc. La otra precondición es el grado de ‘despreocupación’ y ocasión. Hay que tener tranquilidad y seguridad para señalar que una situación es irónica y debe ser paciente con el juego intrincado de la interacción que se llama ironía.47 Además de estas dos condiciones de Tittler podemos añadir una tercera característica de la ironía, es la distancia que es inherente a toda forma de ironía. Este tercer factor refiere a la distancia que existe entre el ironista y la víctima, y eso significa respectivamente la distancia entre la ignorancia y el conocimiento o entre la ambigüedad y la inocencia. Wayne Booth ha dedicado un estudio al modo en que la ironía produce efecto en el lector. En The rhetoric of irony afirma con respecto a la ficción narrativa: “en cualquier experiencia de lectura hay un diálogo implícito entre autor, narrador, los otros personajes y el lector. Cada uno de los cuatro puede variar en relación a los otros, desde la 47 Tittler, J. Ironía narrativa, p. 16
  • 19. LA TRADUCCIÓN DE LA IRONÍA identificación hasta la completa oposición en cualquier eje de valor moral, intelectual, estético y hasta físico”.48 Esa variedad en relación entre los cuatro ‘participantes’ forma el basamento y la inspiración para la creación de ironía narrativa. En otro artículo Booth nos explica el proceso de la captación y aprehensión de la ironía. El primer paso es el momento en que el lector se da cuenta que lo enunciado no es verdad, las palabras son inaceptables. Luego el lector empieza a inventar hipótesis sobre lo que está sucediendo. El lector puede presuponer que el hablante (autor) o es tonto, o está mintiendo, o es irónico. A continuación el lector debe elegir la suposición que le parece la más probable, en este caso sería la intención irónica del autor. La última fase del proceso será el momento en que el lector va reconstruyendo el significado real de lo enunciado, y solamente a base de los presentimientos que tiene el lector sobre el narrador/autor, que a su turno tiene presentimientos sobre el lector pretendido etcétera.49 Este capítulo se ha concentrado en la manera en que la ironía aparece en la literatura y la función que desempeña en ella. También hemos observado cómo funciona la interacción entre autor y lector y el proceso precedente a la captación de la ironía. § 2.3 LA TRADUCCIÓN DE LA IRONÍA Este apartado se orientará a la traducción de la ironía y abordaremos varias observaciones y estrategias planteadas por los estudiosos en este campo. De este modo se puede formar una imagen de los problemas que se presentan en la traducción de ironía y sus posibles soluciones. El primer contacto con otra cultura se establece habitualmente a través del intento de dominar el idioma. Sin embargo, aparte de aprender la lengua también se necesita saber situar el idioma en su contexto cultural. Ya que ironía es un modo de expresión cultural, se debe tener conocimientos elevados y una buena comprensión de la cultura meta para entender esa figura retórica. Por esa razón la expectación es que la traducción de ironía, igual que por ejemplo la de metáforas, sea casi imposible porque depende mucho de variación cultural.50 Además de la cultura, la ironía verbal también está condicionada por grupos o individuos y a consecuencia opone resistencia a la traducción. En el libro Irony in context de Katharina Barbe se aborda la cuestión de la ‘traducibilidad’ y se formulan criterios para ‘medir’ el grado en el que sea posible traducir ciertos casos difíciles como por ejemplo la traducción de humor e ironía. En primer lugar 48 Booth, W. The rhetoric of fiction, Chicago 1961, p. 155 49 Booth, W. “The Pleasures and Pitfalls of Irony: Or, Why Don't You Say What You Mean?" en: Rhetoric, Philosophy and Literature: An Exploration (ed. Don M. Burks) Indiana 1978, p. 6 50 Barbe, K., Irony in context, Amsterdam 1995, p. 146
  • 20. LA TRADUCCIÓN DE LA IRONÍA se puede suponer que la medida en la que se puede encontrar una traducción apropiada, depende de la semejanza que muestran el idioma fuente y el idioma meta.51 Por supuesto una traducción resultará más fácil cuando los idiomas son del mismo ‘tipo’; que significa que los idiomas son más parecidos, por ejemplo las lenguas románicas son del mismo tipo, igual que las lenguas germánicas ya que son de la misma familia y tienen un vocabulario parecido etc. El segundo criterio es el contacto que existe entre la lengua fuente y lengua meta.52 Suponemos que cuanto más contacto histórico, social y geográfico entre los dos idiomas, más facilidad de traducción habrá. El tercer criterio trata de la evolución cultural y supone que un desarrollo cultural parecido entre las dos lenguas correspondientes facilita la traducción de ellas.53 No obstante el cuarto criterio es el que restringe aún más el grado de traducibilidad; hay una elevada posibilidad de traducir cuando la traducción concierne no más de un tipo de información, es decir que el mensaje tiene que ser unívoco y con solamente un significado, a saber el significado literal. Será menos complicado traducir un texto que contiene solamente un tipo de información, que cuando haya varios tipos y una cantidad más grande de información.54 Es justamente este criterio que es de importancia fundamental en el caso de la traducción de la ironía, ya que la ironía consiste en más que un tipo de información. La información que transmite la ironía no es unívoca, sino que supone un ‘doble mensaje’ que es inherente a ella. La ironía consiste por lo menos en dos clases de información: - El sentido literal; lo que se dice - El sentido latente; lo que se quiere decir o a lo que se refiere La segunda categoría, la idea subyacente, es la que posiblemente provoca dificultades para el traductor. En primera instancia porque no hay garantía de que el lector o traductor se percate de la presencia de la ironía. En segundo lugar puesto que la ironía del texto fuente no siempre se dejará transmitir igualmente al texto meta, debido a que la identificación de esa figura retórica está sujeta a los conocimientos compartidos entre los lectores de la cultura fuente y cultura meta.55 Dichos conocimientos pueden guardar relación con conocimiento personal, que significa el conocimiento que poseen los llamados ‘participantes’ (los oyentes/lectores) sobre el ironista y sus preferencias y aversiones 56. Los conocimientos también pueden tener relación con las circunstancias en el caso que los participantes comparten el mismo conocimiento en virtud de la presencia de ambos en la 51 Barbe, K., Irony in context, Amsterdam 1995, p. 147 52 Ibidem 53 Ibidem 54 Barbe, K., Irony in context, Amsterdam 1995, p. 147 55 Mateo, M. “Communicating and translating irony: The relevance of non-verbal elements” en: Lingüística Antverpiensia, Vol. XXXII, Antwerpen 1998, p. 114-115 56 Ibidem, p. 149
  • 21. LA TRADUCCIÓN DE LA IRONÍA misma situación.57 La ironía entonces surge de la situación y la ironía basada en conocimientos culturales probablemente sufre la variedad más grande de interpretaciones o malentendidos desde el punto de vista del ironista. 58 En este caso podemos pensar en ejemplos de conocimiento de cultura popular, como programas de televisión, deportes o el ámbito político. Aparte de los criterios de traducibilidad, el libro Irony in context también se concentra en la división de la ironía en dos tipos diferentes y un traductor debe tomar conciencia de ellos al momento de traducir. Barbe divide el concepto de la ironía en las dos siguientes categorías: - Ironía del ‘momento’ (nonce irony) para la cual se necesita información adicional para captar el sentido.59 - Ironía común (common irony) sobre la cual no cabe la menor duda en cuanto a su interpretación, a causa de su uso frecuente. 60 La división entre estas categorías es de importancia para la traducción de la ironía, puesto que los llamados ‘participantes’ estarán de acuerdo en la interpretación de la ironía común, aunque no necesariamente sea el caso con la ironía del momento, para la cual se necesitará información adicional. Lógicamente la traducción de esta última llegará a ser mucho más difícil que la primera. Otra diferencia de mayor importancia entre estas dos clases es la posición de la ironía en una oración o fragmento. Es más fácil percibir la ironía común que la del ‘momento’, ya que la primera suele ser una colocación fija y reconocible de palabras, pero nonce irony no tiene una ubicación particular dentro de un texto y será difícil o hasta imposible discernir dónde empieza y termina la ironía. El intento de traducir lo pone en claro esta dificultad. Aparte del hecho que el traductor siempre debe ser consciente de la presencia de la ironía y la forma en que se manifiesta, también es importante reconocer que se tiene que abordar la ironía como una unidad completa y no como una función de partes de una frase. La ironía en un texto se forma a través de la interacción con otros fragmentos y el texto entero, y no solamente por su presencia en una cierta frase, de modo que la ironía da cuerpo a la visión general del autor y su creación de una realidad alternativa. Este aspecto es de gran importancia también para el análisis comparativo de esta tesina. Se debe tomarla en cuenta esa cuestión con el objetivo de analizar la proporción que tienen las particulares manifestaciones irónicas con la ironía en el texto en general. 57 Ibidem, p. 150 58 Barbe, K., Irony in context, p. 151 59 Barbe, K., Irony in context, p. 149 60 Barbe, K., Irony in context, p. 154
  • 22. LA TRADUCCIÓN DE LA IRONÍA En función de lo precedente podemos comprobar que cuando se trata de la traducción de un concepto complicado como la ironía, se deben tener en cuenta varios aspectos. En base a ello Katharina Barbe presenta varias estrategias para la traducción de ironía61: - Reproducir la misma ironía - Sustituir la imagen de la lengua fuente por una imagen apropiada de la lengua meta - Añadir una señal para indicar la ironía (habitualmente una partícula de modo) - Añadir una descripción - Conservar la peculiaridad de la lengua fuente (p.ej. conveniencias de escritura) Sobre todo tenemos que dejar claro que la omisión de la ironía nunca puede ser una opción, porque la ironía debe repercutir también en el idioma meta, si no se malinterpreta o pierde el mensaje. Si nos basamos en los criterios para la traducibilidad y los combinamos con las estrategias arriba mencionadas, podemos llegar a la conclusión que la transmisión de la ironía de la lengua fuente a la lengua meta depende de tres puntos. Según el estudio de Barbe, la mayor posibilidad de lograr una traducción adecuada se presenta cuando la lengua fuente y la lengua meta cumplen con las siguientes condiciones62: - Comparten su conocimiento cultural - Usan recursos lingüísticos y estilísticos similares para crear la ironía - Usan la ironía con el mismo objetivo Como ya hemos dicho, la ironía no sólo resuena en las palabras y frases, sino en toda la unidad del texto, por ello la ironía general resulta inseparable de sus manifestaciones particulares en el texto. El artículo de Marta Mateo sobre la traducción de elementos no verbales enlaza perfectamente con esta afirmación, porque su artículo argumenta que la ironía no solamente se basa en rasgos lingüísticos. Según ella la ironía verbal se transmite a través de un conjunto de todos los elementos que forman el mensaje verbal: las palabras del texto, los elementos paralingüísticos (los fenómenos no vocales como gestos, expresión de la cara o movimientos de la cabeza o los ojos – vh) y los aspectos visuales y cinéticos que acompañan el texto y el contexto global, para lo cual la relación entre el autor y lector es de importancia fundamental. 63 Los elementos que acompañan el texto en la situación comunicativa son instrumentos de comunicación como 61 Barbe, K. Irony in context, Amsterdam 1995, p. 166 62 Barbe, K., Irony in context, p. 167 63 Mateo, M. “Communicating and translating irony: The relevance of non-verbal elements” en: Lingüística Antverpiensia, Vol. XXXII, Antwerpen 1998, p. 113
  • 23. LA TRADUCCIÓN DE LA IRONÍA calidad de voz, entonación y acentuación, música, gestos, imágenes o signos ortográficos y pueden ser factores claves en la creación de la ironía. En el caso de la literatura estos elementos se presentan a través de la descripción de los personajes y sucesos. Aunque en un texto escrito no se puede ver u oír los personajes en realidad, el lector sí puede formarse una imagen de los movimientos y gestos expresivos de los personajes, por medio de las descripciones del autor que apelan a la imaginación. Pero la pregunta que surge es la siguiente: ¿qué papel desempeñan los elementos no verbales y los recursos lingüísticos en textos irónicos, y por qué son relevantes para las estrategias de la traducción de ironía? La traducción de ironía se puede abordar como cualquier tipo de traducción, así nos explica Snell-Hornby que la traducción no es un proceso de transcoding, sino un acto de comunicación orientado hacia la función del texto meta antes que las normas del texto fuente, considerando el texto como parte integral del mundo y no como ejemplar aislado de lengua.64 Por consiguiente podemos concluir que los elementos no verbales del texto son tanto de importancia como los recursos lingüísticos. Igual que en la realidad, la actitud y el estado de ánimo de los personajes de novela se expresan principalmente a través de su lenguaje y también por la entonación y acentuación. A consecuencia el traductor siempre debe estar consciente de las diferencias entre la lengua fuente y meta con respecto a la entonación. En el neerlandés por ejemplo la entonación tiene la función de acentuar y para poner énfasis en la información más importante del mensaje. Por lo cual la parte acentuada se convierte en el núcleo de la frase sin necesariamente cambiar el orden de palabras, mientras que el español tiende a poner el núcleo de la entonación al final de una frase, sea la parte más importante o no, de modo que en el caso de énfasis ha de recurrir a un orden de palabras inhabitual. La visión de Marta Mateo sobre la traducción de ironía es una más amplia, ya que incluye también los llamados elementos no verbales, pero también dirige críticas contra otros estudiosos que han investigado el tema. El estudio de Mateo se orienta al hecho que los lingüistas y otros investigadores en el campo de la traducción parecen enfocarse solamente en la esencia del texto fuente y reducen la cuestión de la traducción de ironía y humor a la pura reproducción del texto original. Mateo propone un enfoque nuevo en cuanto a las estrategias que se pueda adoptar para la traducción de ironía y aboga por más atención al texto meta. Visto que la ironía pertenece al nivel pragmático de un texto, es decir que está estrechamente unida con el contexto, Mateo opina que el traductor debe optar por transmitir la idea y mensaje general del texto, lo que es la ironía, asimismo cuando eso implica ‘sacrificar’ el contenido semántico. Como consecuencia habrá dos posibilidades: la primera sería ser fiel al texto fuente y el contenido semántico, a expensas 64 Snell-Hornby, M. Translation Studies. An Integrated Approach, Amsterdam 1988, p. 44
  • 24. LA TRADUCCIÓN DE LA IRONÍA del humor. Por otra parte el traductor podría optar por mantener la ironía por medio de la introducción de modificaciones considerables.65 En el marco de esta tesina, evidentemente sólo la última sería opción ya que el humor es la esencia del texto tratado aquí. También el lingüista David Linder se ha dedicado al análisis de la traducción de ironía y su estudio plantea dos razones por las que la traducción de la ironía pueda fallar. La primera posibilidad es la mala comprensión del texto fuente, o la otra posibilidad puede ser que no se transmite el mismo grado de ironía a causa de la índole de la lengua meta. 66 En otras palabras que por motivo de falta de recursos lingüísticos y estilísticos el traductor no puede lograr transmitir la misma ironía. Resumiendo podemos decir que Barbe aborda los cuatro principios de traducibilidad, de los cuales el cuarto criterio es de importancia fundamental para la traducción de ironía. Además hace la distinción entre ironía común, o en otras palabras ironía ‘universal’ e ironía del momento que es dependiente de tiempo y lugar. Partiendo de las condiciones y estrategias que nos ofrece Barbe, la conclusión de su estudio será que la transmisión de la ironía depende del grado en que la lengua fuente y meta comparten conocimiento cultural y recursos lingüísticos y estilísticos parecidos. Marta Mateo argumenta que la ironía no se basa únicamente en los rasgos lingüísticos, sino también se manifiesta en formas no verbales a través elementos paralingüísticos y visuales. La ironía es parte de una entera situación comunicativa, así que la traducción de ella es dependiente de todos los instrumentos comunicativos. Una consecuencia lógica de ello es la afirmación que plantea Snell-Hornby que la traducción en lugar de ser un mero proceso de ‘transmisión de códigos’ es un ‘acto de comunicación’. David Linder añade que la posibilidad de traducir la ironía depende en primer lugar de la comprensión del texto fuente y en segundo lugar de los recursos lingüísticos y estilísticos que ofrece la lengua meta. En suma, los diferentes artículos y enfoques que discutimos arriba difieren en algunos aspectos, pero son complementarios y tienen un denominador común, o sea la idea que debe conceder importancia a la cultura de ambos idiomas en lugar de solamente enfocar en la lengua. Especialmente el énfasis en la cultura meta es imprescindible para una traducción adecuada. En el marco de esta tesina significará que el traductor tiene que saber cómo funciona la ironía tanto en la cultura fuente como meta, y su traducción debe estar fundamentada en ese conocimiento. Los recursos lingüísticos y estilísticos deberán servir de ello. Entonces se debe traducir la ironía del texto fuente dentro de las normas y 65 Mateo, M. “The translation of irony” en: Meta: Journal des traducteurs, Vol. 40 n° 1, Montréal 1995, p. 174 66 Linder, D. “Translating irony in popular fiction: Raymond Chandler’s The big sleep” en: Babel. RevueIntrenationale de la Traduction, Vol. 47 n° 2, Amsterdam 2002, p. 105
  • 25. LA TRADUCCIÓN DE LA IRONÍA el marco de la ironía de la cultura meta, puesto que debe corresponder con la situación comunicativa de la cultura meta. Tanto la ironía como la traducción son tipos de interpretaciones y por consiguiente están condicionadas por los rasgos característicos y peculiaridades de cada hablante y cada cultura.
  • 26. LA TRADUCCIÓN DE LA IRONÍA CAPÍTULO 3 EL ANÁLISIS COMPARATIVO Este análisis comparativo entre el texto El día del derrumbe y la traducción neerlandesa De dag dat alles instortte se fundará en el método de análisis estilístico de Leech & Short. Este sistema ofrece cuatro listas de control que sirven de pauta al análisis lingüístico del estilo literario de Juan Rulfo. Por este motivo el estudio comparativo consistirá en los siguientes cuatro partes: un análisis del léxico, de la sintaxis, las figuras retóricas y la cohesión. Antes de empezar a analizar los rasgos lingüísticos característicos del cuento de Juan Rulfo, será necesario dar una breve impresión de la perspectiva de los personajes, la cual determina el lenguaje y la actitud de los mismos y es de importancia para la captación y la aprehensión de la ironía. El cuento El día del derrumbe tiene dos narradores; dos campesinos de Jalisco que mantienen una conversación sobre los sucesos alrededor del terremoto que había destruido el pueblo el año anterior. El primer narrador anónimo se dirige al segundo narrador, Melitón, con una gran cantidad de preguntas sobre todos los detalles con respecto a la catástrofe natural y la visita del gobernador. Los dos interlocutores vuelven al pasado, por medio de la memoria auditiva de Melitón y la memoria visual del primer narrador, como observadores objetivos de los sucesos alrededor del terremoto.67 Su actitud es inocente, cuidadosa y sin prejuicio evidente. Unas veces describen los acontecimientos con fervor y entusiasmo: Todos ustedes saben que nomás con que se presente el gobernador, con tal de que la gente lo mire, todo se queda arreglado. [...] En viniendo él, todo se arregla, y la gente, aunque se le haya caído la casa encima, queda muy contenta con haberlo conocido. ¿O no es así, Melitón? Y otras veces con matiz negativo pero simple, y siguen expresando sus pensamientos y observaciones espontáneamente: 68 Oye, Melitón, ¿como cuánto dinero nos costó darles de comer a los acompañantes del gobernador? - Algo así como cuatro mil pesos. 67 Miravalles Rodríguez, L. Procedimientos lingüísticos de la ironía , p. 1558 68 Eun Hee, S. y Macías Rodriguez, C. “Lo carnavalesco en El día del derrumbe, de Juan Rulfo” en: Espéculo: Revista de estudios Literarios, n.º 21 2002
  • 27. LA TRADUCCIÓN DE LA IRONÍA - Y eso que nomás estuvieron un día y en cuanto se les hizo de noche se fueron, si no, quién sabe hasta qué alturas hubiéramos salido desfalcados, aunque eso sí, estuvimos muy contentos. Sin embargo, el punto de vista del gobernador hacia los sucesos es muy diferente de la perspectiva de los narradores y de la del lector. El gobernador y sus acompañantes vienen al pueblo para ayudar y consolar a las víctimas del terremoto. Con un derecho natural, se divierten mucho con la gran comida preparada por el pueblo para compensar su interés y ayuda fraternal. El gobernador se siente muy feliz creyendo que su pueblo está contento con su presencia y que sólo quieren mirarlo y aplaudir cuando él pronuncia sus discursos tan lejanos de la realidad.69 Desde la perspectiva del gobernador no podemos hablar de una ironía muy notable. Visto desde su punto de vista, sus palabras son sinceras y para él, la promesa al final de su discurso resolverá la crisis, sin darse cuenta de que en realidad no ha resuelto nada y que su pueblo saldrá engañado y estafado, ya que los habitantes del pueblo habrán perdido la ilusión y ‘algo así como cuatro mil pesos’. El lector del cuento automáticamente toma el papel de oyente de los dos narradores y ocupa una posición desde donde puede ver más que el gobernador y los narradores. En ese sentido Silvia Lorente-Murphy apunta que: “todo está tratado con una fuerte ironía, de la que el narrador no parece ser consciente, tratándose así de un juego entre el autor y el lector”.70 Esta conspiración entre Rulfo y su público lector toma forma ya al principio del cuento cuando se dirige al lector con la frase “Todos ustedes saben que nomás con que se presente el gobernador [...] todo se queda arreglado.” El secret communion, como dicen Leech & Short, se desarrolla indirectamente a través de los recursos estilísticos que provocan la ironía, pero también de manera más directa por las referencias como “no crean ustedes que venía solo” y “aunque ustedes no lo quieran creer”. De este contraste entre los diferentes puntos de vista surge la pregunta: ¿En qué manera toman forma esas perspectivas distintas y cómo lo percibe el lector? En cada uno de los siguientes apartados abordaremos los diversos recursos estilísticos que ha empleado Rulfo para crear la ironía. 69 Eun Hee, S. y Macías Rodriguez, C. “Lo carnavalesco en El día del derrumbe, de Juan Rulfo” en: Espéculo: Revista de estudios Literarios, n.º 21 2002, p. 4 70 Lorente-Murphy, S. Juan Rulfo: Realidad y mito de la Revolución Mexicana, Madrid 1988, p. 36
  • 28. LA TRADUCCIÓN DE LA IRONÍA § 3.1 LÉXICO En este apartado analizaremos la manera en la que el léxico provoca la ironía en el cuento. Al principio discutiremos el uso del léxico en general y a continuación estudiaremos el léxico más profundamente en cuatro categorías: empezamos con el análisis de los verbos, sustantivos y adjetivos y luego terminamos con el uso del lenguaje coloquial. § 3.1.1 EL LÉXICO EN TÉRMINOS GENERALES Basándonos en el método de análisis estilístico de Leech & Short71 podemos destacar los siguientes aspectos en referencia al vocabulario: en términos generales podemos decir que el vocabulario del cuento El día del Derrumbe no es muy complicado, sino considerablemente sencillo. La conversación entre los dos personajes que están hablando, el narrador y Melitón, no contiene muchas palabras complejas o extrañas. Por ello el contraste con el lenguaje del gobernador se hace incluso más grande. El vocabulario del gobernador es bastante complicado y sobre todo sumamente inusual, a veces resulta hasta incomprensible. La realidad cotidiana y el habla popular correspondiente de los dos interlocutores contrastan violentamente con el lenguaje altisonante, pero en el fondo vacío, del gobernador. La diferencia entre las dos formas de hablar no sólo es cuestión de complejidad, sino también de registro. Los interlocutores se expresan en un registro muy distinto al del gobernador. Los dos narradores hablan en el lenguaje cotidiano de los campesinos del estado de Jalisco en México. El vocabulario que utilizan los interlocutores se puede definir como ‘descriptivo’ y no tanto ‘evaluativo’.72 Las palabras usadas sirven para describir los acontecimientos alrededor del terremoto, sin evaluar directamente los hechos. No obstante la combinación de ciertas palabras aparentemente descriptivas y objetivas puede provocar un juicio de valor en el fondo. Así que el enorme contraste entre los hechos reales y algunas palabras determinadas es suficiente para entender el significado de la narración.73 A simple vista la información ofrecida por los interlocutores parece ser una observación objetiva, pero los matices irónicos revelan un enfoque crítico respecto a la 71 Leech, G. & Short, M. Style in fiction: a linguistic introduction to English fictional prose, Harlow 2007, p. 61-62 72 Leech, G. & Short, M. Style in fiction: a linguistic introduction to English fictional prose, Harlow 2007, p. 61 73 Miravalles Rodríguez, L. “Procedimientos lingüísticos de la ironía en el cuento «El día del derrumbe» de Juan Rulfo” en: El español de América III, Salamanca 1991, p. 1556
  • 29. LA TRADUCCIÓN DE LA IRONÍA autoridad. Esa colocación excepcional de las palabras es la mera esencia de la ironía en este cuento. Rulfo hace mucho uso del sentido asociativo de las palabras; la connotación resulta ser más importante y expresiva que el significado denominativo o referencial, el que se suele llamar el sentido literal. En cuanto al vocabulario González Boixo apunta que la narrativa de Rulfo está dividida en dos tipos de lenguaje totalmente opuesto. Por un lado tenemos el habla popular de los campesinos, una copia del lenguaje hablado con una gran variedad de expresiones idiomáticas, modismos y mexicanismos. El lenguaje popular es el habla propio de la gente de la calle y de la vida cotidiana. Es un lenguaje lleno de expresiones, exclamaciones e incorrecciones gramaticales y sobre todo es un lenguaje bastante sencillo referente al léxico y la sintaxis. Por otro lado se puede diferenciar un lenguaje más de acuerdo con la normativa general del español.74 En este caso el discurso del gobernador contiene un lenguaje más formal de lo estándar que es usado por hablantes con un buen conocimiento de la lengua. Es un lenguaje más elaborado y un ejemplo clásico de lenguaje culto. El léxico es más variado y complejo, como también las construcciones sintácticas. Entre los hablantes del lenguaje culto, también se encuentran los políticos como el gobernador. Su discurso es buen ejemplo de lo que llamamos culto, resulta hasta jerga por el vocabulario y la terminología que emplea él. Sin embargo, el discurso del gobernador más bien parece una parodia del lenguaje culto o político ya que es una exageración enorme y como resultado es un lenguaje muy vago e incomprensible. Este lenguaje en combinación con el contenido del discurso y los gestos mecánicos del gobernador forma una verdadera ampliación, una de las tres fórmulas de la ironía, que se despliega hasta lo grotesco.75 También la estructura morfológica es de mayor importancia para el léxico. Entre las categorías morfológicas más notables se encuentran los sufijos diminutivos, superlativos y aumentativos como: -(c)ito/ita (p.ej. capillita, todita), a veces con la función de expresar afecto o compasión (p.ej. borrachito) o justamente desprecio o burla (p.ej. catrincito – que equivale a un lechuguino en diminutivo- vh).76 Otros sufijos son –azo (p/ej. machetazo, bolletazo) y –ero/era (borrachera/llenadero) sirven para dar más énfasis. Ante todo los sufijos tienen como objetivo intensificar una parte de lo enunciado.77 El léxico de los interlocutores pertenece en su mayor parte a campos semánticos como alimento y bebida y la vida cotidiana, mientras que el del gobernador consiste principalmente en vocabulario político. 74 González Boixo, J.C., Claves narrativas de Juan Rulfo, León 1980, p. 288 75 Miravalles Rodríguez, L. “Procedimientos lingüísticos de la ironía en el cuento «El día del derrumbe» de Juan Rulfo” en: El español de América III, Salamanca 1991, p. 1555 76 Gutierrez Marrone, N. El estilo de Juan Rulfo: estudio estilístico, New york 1978, p. 77, 81 77 González Boixo, J.C., Claves narrativas de Juan Rulfo, León 1980, p. 293
  • 30. LA TRADUCCIÓN DE LA IRONÍA § 3.1.2 LOS SUSTANTIVOS La obra de Rulfo abunda en el uso de sustantivos que son utilizados con distintas finalidades como la creación de ambiente, para marcar contraste, para uso simbólico o con el objetivo de ‘deshumanizar’.78 El escenario de los personajes está descrito en forma muy breve, sólo con los sustantivos indispensables y cuidadosamente elegidos por el autor, con la función de proveer solo la información esencial, que el lector debe de complementar. La distinción más notable es que los sustantivos usados por los narradores pertenecen principalmente a categorías lexicales ‘concretas’, porque sirven para referir a personas, sucesos, objetos de uso corriente etc. Las palabras utilizadas por el gobernador forman parte de una categoría más abstracta, es decir aluden a términos como honradez, austeridad, certidumbre, ambición, fuerzas vivas del Estado etc. Un sustantivo usado con mucha frecuencia es ‘cosa’, lo cual tiene el prepósito de imitar o reflejar un lenguaje inculto.79 Los campesinos no pueden encontrar, por su ignorancia, los términos más precisos para expresar sus ideas. Por ejemplo: “Bueno, con el argüende de afuera la cosa aquí dentro pareció calmarse.” “[...] el gobernador se quitó el saco y se desabrochó la corbato, y la cosa siguió de refilón.” El sustantivo ‘cosa’ también se utiliza con una connotación de rechazo, siempre implica una degradación de lo nombrado.80 Por ejemplo: “Hasta que el catrincito aquel nos vino a decir que se trataba de don Benito Juárez. ¡Y las cosas que dijo!” y “La cosa es que aquello, en lugar de ser una visita a los dolientes y a los que habían perdido sus casas, se convirtió en una borrachera de las buenas.” Con frecuencia aparecen sustantivos que refieren específicamente a una parte del cuerpo, como si fueran entidades independientes del resto del cuerpo del personaje. Según Gutiérrez Marrone esa técnica expresa una visión de desintegración hacia el mundo por 78 Gutierrez Marrone, N. El estilo de Juan Rulfo: estudio estilístico, New york 1978, p. 55 79 Gutierrez Marrone, N. El estilo de Juan Rulfo: estudio estilístico, New york 1978, p. 56 80 Gutierrez Marrone, N. El estilo de Juan Rulfo: estudio estilístico, New york 1978, p. 57
  • 31. LA TRADUCCIÓN DE LA IRONÍA parte del escritor, y una profunda alienación de los personajes.81 Miravalles Rodríguez añade que Rulfo alcanza un efecto sumamente irónico al remedar esa ‘parafernalia gesticulatoria’ que acompaña la retórica.82 “Se fue enderezando, despacio, muy despacio, hasta que lo vimos echar la silla hacia atrás con el pie; poner sus manos en la mesa; agachar la cabeza como si fuera a agarra vuelo y luego su tos, que nos puso a todos en silencio.” Otro aspecto interesante de este mismo fragmento es el uso del infinitivo como recurso estilístico para acentuar los movimientos mecánicos del gobernador, pero volveremos sobre ello en la parte que trata del uso de los verbos. Como antes mencionado, Rulfo emplea algunos sustantivos con la finalidad de deshumanizar sus personajes, lo que contribuye a la degradación que es la esencia de la ironía en este cuento. Con recursos lexicales sutiles Rulfo consigue crear un ambiente en donde se desvanecen los límites entre animales y humanos, además ridiculiza a cada forma de autoridad, tanto la autoridad política y administrativa como la autoridad eclesiástica. Un ejemplo humorístico encontramos al principio del texto cuando los interlocutores están discutiendo sobre el lugar donde sucedió el terremoto. El narrador cuenta que la gente salió de los escombros corriendo derecho a la iglesia, pero parece que en Tuzcacuexco no existe ninguna iglesia. No la hay. Allí no quedan más que unas paredes cuarteadas que dicen fue iglesia hace algo así como doscientos años; pero nadie se acuerda de ella, ni de cómo era; aquello más bien parece un corral abandonado plagado de higuerillas. Con el uso de la palabra corral en el fragmento anterior, el autor compara la iglesia con un corral porque los interlocutores parecen no saber distinguir las dos cosas. En este sentido se degrada lo más alto en la sociedad mexicana: la iglesia. Se pone en ridículo no sólo a la iglesia sino también a la gente que va corriendo directamente hacia la iglesia; es como el ganado que huye de la catástrofe natural y se refugia en su corral. Pero el corral, o la pretendida iglesia, está abandonado y surge una degradación de la iglesia al momento que dicen que la iglesia parece más bien un ‘corral abandonado’. La gente abandonó su iglesia como animales habían dejado su corral, queda sobreentendido que se equipara la gente con los animales de la granja. El traductor optó por no traducir la palabra ‘corral’, 81 Gutierrez Marrone, N. El estilo de Juan Rulfo: estudio estilístico, New york 1978, p. 58 82 Miravalles Rodríguez, L., Procedimientos lingüísticos de la ironía, p. 1557
  • 32. LA TRADUCCIÓN DE LA IRONÍA mientras que podía traducirlo con ‘kraal’ o ‘erf’. Se puede definir esta estrategia de mantener la palabra corral en el texto meta como un tipo de ‘alienación’ o ‘exotización’, es decir la adaptación literal de una palabra de la lengua fuente en el texto meta. 83 No podemos adivinar qué fue la motivación para esta elección, pero sería mejor haberlo traducido con un equivalente neerlandés, ya que existe una traducción apta, en lugar de usar un término desconocido. Suponemos que un lector holandés, que no domina el español, no sabe qué significa un corral y como consecuencia no captará la ironía de esa comparación entre los humanos, la iglesia y el ganado. La degradación de la iglesia se hace aún más irónico cuando directamente después mencionan el rancho el Pochote como el lugar donde se ubica una capilla. Para el lector es humorístico porque todo parece ser relacionado con ranchos y ganados; ya es la segunda vez que los interlocutores confunden la iglesia con algo relativo a la agricultura. No obstante en la traducción neerlandesa la mención de El Pochote como ‘boerderij’ es la primera vez que el lector se confronta con el paralelo con el campo y por consiguiente dicha deshumanización, ya que no es muy probable que antes ha captado el sentido irónico del corral. Un caso parecido se presenta en el fragmento siguiente: [...] la gente estaba que se le reventaba el pescuezo de tanto estirarlo para poder ver al gobernador. [...] de mensen hadden pijn in hun nek van het proberen iets van de gouverneur op te vangen. Pescuezo es una palabra bastante informal, con una connotación negativa, refiriendo más bien a animales que a seres humanos y es de otro nivel estilístico que ‘cuello’. También el verbo reventar es bastante brutal y en consecuencia la combinación de las palabras reventarse y pescuezo provoca una sensación completamente diferente que pijn in hun nek hebben, lo que es una expresión más normal y de un registro más alto. Además se pierde la referencia a animales. Hubiera sido traducido un poco más informal y con una expresión más fuerte para transmitir el lenguaje coloquial, por ejemplo: […] de mensen verrekten hun nek bijna om iets van de gouverneur op te vangen. Otro sustantivo que obviamente es de importancia en ese cuento, es la palabra derrumbe. La palabra derrumbe del título tiene otro sentido, además del sentido superficial de un desastre de la naturaleza. Es claro que Rulfo no enfoca como tema el terremoto, sino los 83 Chesterman, A., “Vertaalstrategieën: een classificatie” en: Denken over vertalen (ed. Naaijkens, Ton), 2004 p. 258
  • 33. LA TRADUCCIÓN DE LA IRONÍA acontecimientos alrededor y el comportamiento de la autoridad. La traducción neerlandesa De dag dag alles instortte sabe traducir ese doble sentido. El traductor ha convertido el sustantivo en un verbo conjugado, pero por la adición del pronombre indefinido alles se transmite el tono irónico. Aquí vemos que el traductor optó por añadir un complemento de modo para reflejar el tono del texto fuente y para transmitir el doble mensaje del título. En capítulo 2.3 sobre la traducción de la ironía hemos visto que una de las estrategias que propone Barbe implica la adición de una señal para indicar la ironía y efectivamente en este caso el traductor ha empleado esa misma estrategia. § 3.1.3 LOS ADJETIVOS La actitud negativa de Juan Rulfo frente a los adjetivos es muy conocida, ya que los considera parte de un lenguaje barroco y al referirse a la prosa española el escritor dice que le parece débil porque los españoles ‘adjetivan mucho’.84 Por lo tanto Rulfo suele usar solamente los adjetivos más indispensables. Además el cuento está escrito desde el punto de vista de personajes humildes del campo, ya que una prosa llena de adjetivos resultaría en un lenguaje no muy creíble. Como consecuencia, con excepción del discurso del gobernador, el lenguaje se caracteriza por la escasez de adjetivos. Pero Rulfo no solamente ha tenido mucho cuidado con el número de adjetivos, sino también con el tipo de adjetivos. Son en su mayor parte objetivos y sirven para dar breves características sobre color, forma o estado.85 (p.ej. unas paredes cuarteadas, corral abandonado, gente conocedora, mesa llena) Un tipo de adjetivo que se usa con mucha frecuencia son los pronombres demostrativos usados como adjetivo y ‘aquello’ es el más aplicado. Esta clase de adjetivo no añade información en ninguna forma, sino que agrega un cierto tono de imprecisión, por lo cual los hechos narrados siempre serán poco definidos.86 (p.ej. por esos días, el catrincito aquel, la canción esa, el monumento aquél) La colocación del pronombre detrás del sustantivo pone el énfasis en el sustantivo, por lo cual esta característica relativa al léxico se convierte en un rasgo estilístico del cuento. La vaguedad de las referencias a personas y objetos también contribuye al tono irónico. Este rasgo estilístico no es tan notable en la traducción neerlandesa. En primer lugar porque la morfología de los pronombres demostrativo (die, dat, deze) es mucho más sencilla y muy parecida, en comparación con las variaciones del español como (ese/esa, este/esta, aquel (la). Además 84 Entrevista con J. Rulfo “Juan Rulfo examina su narrativa” en: Juan Rulfo. Toda la obra, Madrid 1992, p. 875 85 Nina Gutierrez Marrone, El estilo de Juan Rulfo, p. 67 86 Nina Gutierrez Marrone, El estilo de Juan Rulfo, p. 67
  • 34. LA TRADUCCIÓN DE LA IRONÍA es de importancia que el holandés no tiene la posibilidad de colocar un adjetivo detrás del sustantivo, por lo cual resulta más difícil poner énfasis. Por ejemplo la traducción de ‘catrincito aquel, aquel fulano, fulano aquel’ lleva a, respectivamente ‘die chique vent, die kerel, die kerel’; las cuales son variaciones mucho menos ‘marcadas’, teniendo por resultado que los sustantivos concretos son enfatizados en lugar de los adjetivos que deberían transmitir la vaguedad. No obstante podemos observar un cambio interesante en cuanto a la traducción de ‘catrincito aquel’ como ‘chique vent’. En este caso el traductor optó por añadir un adjetivo y como consecuencia surge una yuxtaposición de palabras opuestas. La incompatibilidad entre las palabras ‘chique’ y ‘vent’ se puede definir como un collocative clash, lo que según Leech & Short funciona como recurso para provocar ironía. En cuanto al uso de los adjetivos, surge un gran contraste entre el diálogo de los dos narradores y el discurso del gobernador. Los interlocutores solamente usan los adjetivos indispensables para describir el escenario (p.ej. paredes cuarteadas, corral abandonado, disco rayado, pura verdad etc.) El empleo de adjetivos como ‘mero’ y ‘puro’ además sirve para reflejar el habla popular de Jalisco. Podemos encontrar a lo máximo veinte adjetivos en la parte de los interlocutores, en cambio encontramos alrededor de treinta adjetivos en el fragmento breve del gobernador. No solamente el número de adjetivos, pero también el tipo contrasta mucho con el resto del texto. El discurso del gobernador se caracteriza por el uso excesivo de adjetivos ‘cargados’ que refieren a temas como la ética y cuestiones morales: el deseo neroniano, concepto ontológico y humano, o a temas de la política: idealismo revolucionario, supremo vínculo, cooperador omnímodo, principios democráticos, manifestaciones políticas etcétera. § 3.1.4 LOS VERBOS La utilización de los verbos en el cuento es muy variada, tanto en tipo de verbos, como formas modales y por el papel que desempeñan. Aparte de la abundancia de verbos dinámicos que se refieren a la acción física, como hablar, sentar, llegar, comer etc., el estudio de Gutierrez Marrone también señala la importancia de dos tipos de verbos, aquellos que expresan dudas y los verbos relacionados con la memoria.87 Los verbos de duda son por ejemplo: parecer, debe ser, no saber. El elemento de la memoria también es un aspecto muy importante en El día del derrumbe, ya que los interlocutores no están 87 Nina Gutierrez Marrone, El estilo de Juan Rulfo, p. 70
  • 35. LA TRADUCCIÓN DE LA IRONÍA nunca seguros de nada hasta que al final el narrador dice: “Ora me estoy acordando que sí fue por el veintiuno el borlote”. En este fragmento el traductor ha traducido el verbo acordarse como afvragen, por lo cual el verbo de memoria se ha convertido en verbo de duda y a causa de esto el contenido de la frase cambia mucho. La duda es un tema recurrente en el cuento, dada la cantidad de preguntas (retóricas), pero con esta frase al final Rulfo crea un gran contraste porque de repente el narrador se acuerda exactamente cuándo fue el ‘borlote’. En cambio, la traducción neerlandesa no logra transmitir este contraste, porque el narrador se queda en la incertidumbre. Ora me estoy acordando que sí fue por el veintiuno de septiembre el borlote: porque mi mujer tuvo ese día nuestro hijo Merencio Nu ik eraan denk, vraag ik me ineens af of die rel op de eenentwintigste september was: want mijn vrouw kreeg die dag onze zoon Merencio Con el objetivo de reflejar el lenguaje popular, Rulfo utiliza varias perífrasis verbales como por ejemplo echar+infinitivo (echar a correr). El traductor lo ha traducido como het op een lopen zetten y es una buena traducción porque esta expresión bastante coloquial pertenece a un registro más bajo como por ejemplo una alternativa más neutral gaan lopen. Y la gente que estaba allí de mirona echó a correr a la hora de los hechizos. En de lui die daar stonden te kijken zetten het op een lopen toen de kogels begonnen te fluiten. Otra vez surge un gran contraste entre el habla de los interlocutores y el discurso del gobernador en cuanto al tipo y la forma del verbo. El gobernador usa verbos complejos de un registro más formal, como vivificar, aunar, cristalizar, lacerar, en lugar de verbos comunes como andar, hacer, servir, comer y beber, que son frecuentemente empleados por los narradores. El ejemplo siguiente muestra que el significado de una sola palabra puede ser de mucha importancia para la idea general del texto, y aquí señalamos que el sentido de una frase puede cambiar bastante cuando la traducción no logra transmitir una cierta connotación. Por ejemplo salir desfalcado implica que alguien tiene la culpa: el
  • 36. LA TRADUCCIÓN DE LA IRONÍA gobernador está desfalcando el dinero del pueblo. La traducción neerlandés no lo capta, porque berooid solamente significa que salieron pobre (con menos dinero). Y eso que nomás estuvieron un día y en cuanto se les hizo de noche se fueron, si no, quién sabe hasta qué alturas hubiéramos salido desfalcados. En dat terwijl ze maar één dag bleven en weggingen toen het donker werd, wie weet hoe berooid we er anders afgekomen waren. Un cambio semántico también se produce en el siguiente ejemplo, a saber la diferencia semántica entre hacer comentarios y vertellen. En holandés se traducería hacer cmentarios como commentaar leveren, lo que implica que la persona que habla, indirectamente da su parecer. Sin embargo el traductor optó por traducir vertellen, que implica una situación más objetiva; la persona sólo está contando los hechos o sus observaciones. La gente estaba que se le reventaba el pescuezo de tanto estirarlo para poder ver al gobernador y haciendo comentarios de cómo se había comido el guajolote De mensen hadden pijn in hun nek van het proberen iets van de gouverneur op te vangen en ze vertelden hoe hij de kalkoen gegeten had. En ese apartado tratamos el tipo de verbos y volveremos sobre el uso de los verbos en capítulo 3.2 en el que elaboramos la gramática y la sintaxis más profundamente. § 3.1.5 EL LENGUAJE COLOQUIAL Como ya hemos visto el lenguaje coloquial desempeña un papel muy importante en este cuento, por lo tanto elaboraremos unos ejemplos ilustrativos. El vocabulario y los giros idiomáticos son elementos imprescindibles para reflejar la autenticidad del lenguaje hablado. Como dice Alberto Gil: “En este campo, el arte del autor consiste en superar los límites de un lenguaje estándar esparciendo entre sus personajes diversos sociolectos o particularidades idiosincrásicas. Con ello ganan los protagonistas no sólo en autenticidad, sino también logran una personalidad propia dentro del mundo ficticio de la novela.” 88 88 Gil, Alberto. “La veracidad del diálogo literario” en: Diálogos hispánicos de Amsterdam. La semiótica del diálogo, Haverkate, H. (ed.) Amsterdam 1987 p. 139
  • 37. LA TRADUCCIÓN DE LA IRONÍA Entonces el autor puede emplear un amplio repertorio de posibilidades para elaborar sus personajes e imitar su lenguaje. Un recurso estilístico que emplea Juan Rulfo para imitar el lenguaje coloquial del campo de Jalisco es el uso abundante del diminutivo. Esta clase de palabra es de gran importancia para la creación de la ironía en El día del derrumbe, no tanto por la frecuencia con la que se hallan en el texto los diminutivos, sino más bien por la función que desempeñan y el efecto que tienen en el lector. En el texto aparece por ejemplo la palabra capillita y en ese sentido el diminutivo sirve únicamente para señalar que es una capilla pequeña y por consiguiente no causará problemas para la traducción, dado que no existe otro sentido que lo literal y la traducción kapelletje está correcta. Por otro lado hay varios diminutivos que sí tienen una función particular o un doble sentido. Un ejemplo ilustrativo es la palabra todita, que no se puede traducir fácilmente al neerlandés. En el siguiente fragmento ocurre una combinación extraña del verbo pandear y el diminutivo todita con el objetivo de suavizar la frase. El texto meta lo traduce con una expresión contraria y por eso surte efecto contrario: la palabra helemaal pone aún más énfasis en lugar de suavizar. Entonces fue allí ni más ni menos donde me agarró el temblor ese que les digo y cuando la tierra se pandeaba todita como si por dentro la estuvieran rebullendo. Nou, dan was het daar en nergens anders dat die aardbeving waarover ik u vertelde me overviel, toen de aarde helemaal bol stond alsof ze vanbinnen kookte. Como hemos dicho el objetivo principal del empleo del diminutivo es la imitación del lenguaje popular mexicano, pero también funciona como medio estilístico en el desarrollo de la ironía. Una de las fórmulas lingüísticas que se plantea en el estudio de Miravalles Rodríguez es la reducción y en ese sentido el uso del diminutivo sirve como atenuación de lo enunciado. En la siguiente oración encontramos el complemento adverbial poquito, el diminutivo de poco. El problema está en la traducción, porque en el neerlandés no existe un diminutivo igual. Una traducción con diminutivo sería beetje, pero no rinde una traducción adecuada, ya que la palabra een beetje refiere a cantidad y no a tiempo. Además la expresión een beetje na de aardbeving suena poco holandés. Aunque no hay una diferencia semántica entre las palabras poco y poquito, la elección de poquito sí tiene un gran valor estilístico porque refleja el lenguaje popular. Y a pesar de que parece una sutileza, son estos mismos recursos sutiles los que son determinantes del estilo de Rulfo.