1. SA N TA N D E R ES U N A D E L A S M Á S B E L L A S P O B L AC I O N ES
CO ST E R A S D E L N O RT E D E ES PA Ñ A , U B I C A DA E N E L
FO N D O D E U N A B E L L A B A H Í A , A L A O R I L L A D E L M A R
C A N TÁ B R I CO.
Santander
2. Qué ver
No brilla la ciudad por el arte ni el tipismo de sus calles. Destaca por sus playas, su
gastronomía, su paisaje y su aire de pequeña república burguesa, comercial y
turística.
Pero el encanto mayor es ese aire plácido y tranquilo que no se ha perdido con el
tiempo, unido a una indudable belleza natural, con esa bahía que se abre ante la
isla de Mouro, y ese paisaje montañoso que queda al sur, frecuentemente
coronado por la nieve…
3. Palacio de la Magdalena
El palacio de la Magdalena es en realidad el icono de la ciudad de Santander y
representa el impulso burgués y turístico que tuvo esta ciudad desde el final del
siglo XIX.
4. El Gran Casino de Santander
El Gran Casino de Santander es un centro de juego creado en la ciudad, frente a la
playa del Sardinero.
Se trata de un edificio armónico y de aire modernista del arquitecto Eloy Martínez
del Valle, que fue inaugurado en 1916, en la época dorada del impulso turístico
santanderino, poco después de que se inaugurase el palacio Real de la Magdalena.
Este edificio sustituyó a uno anterior, de 1870, en el que también hubo notable vida
aristocrática
5. La catedral
El principal edificio religioso de la ciudad de Santander es la catedral, que se halla
dominando un cerro, cerca de la costa.
Este era un antiguo monasterio dedicado a los santos Emeterio y Celedonio,
ubicado, al parecer, encima del viejo asentamiento romano.
Ya en tiempos del emperador Alfonso VII el templo de tales reliquias cobró
categoría de colegiata y poco después se iniciaron las obras del edificio actual, que
luego ha sufrido numerosas modificaciones por nuevos añadidos y reparaciones,
pues el templo fue afectado por diversos desastres, entre ellos el incendio por la
explosión del buque Cabo Machichaco, en el siglo XIX, y el gran incendio que dejó
destruida buena parte de la ciudad en el siglo XX.
6. Iglesia de la Compañía
La Iglesia de La Anunciación o de La Compañía de Santander tiene una magnífica
portada inspirada previsiblemente en otra realizada por Rodrigo Gil de Hontañón en
Villagarcía de Campos.
El autor real de la obra es Juan Gómez de Nates, quien trabajó antes de realizar su
obra santanderina en la iglesia vallisoletana citada. Tanto una como otra fueron
encargadas por doña Magdalena de Ulloa, la tutora de don Juan de Austria.
Este templo es el mejor exponente del Renacimiento en la región cántabra. Tiene
una fachada armónica de dos cuerpos. En el inferior está la portada de acceso, con
un arco de medio punto rodeado de pilastras, sobre el que aparece un frontón
partido que tiene en el medio una hornacina con la imagen de la Virgen.
7. Museos de Santander
Entre los atractivos patrimoniales santanderinos hay que citar algunos museos.
El Marítimo
•
El museo de Arte Moderno y Contemporáneo
Recoge entre sus fondos elementos etnográficos,
biológicos y otros relacionados con la historia y
tecnología de la explotación del mar.
Posee piezas de artistas diversos, pero especialmente
de la región
8. La Biblioteca
La ciudad, además, tiene una notable vinculación con el erudito Marcelino
Menéndez Pelayo. La Biblioteca está en un edifico historicista que recoge el legado
del polígrafo, tanto libros como otros elementos, entre ellos esta que le hizo
Mariano Benlliure. La Biblioteca fue inaugurada por el propio rey Alfonso XIII. Cerca
está la casa familiar, una construcción del siglo XIX de aire afrancesado.
9. El Sardinero
Hablar de playas en Santander es referirse al Sardinero, zona costera , turística y
residencial, situada al norte de la ciudad, pasada la península de la Magdalena.
Desde la pequeña península coronada por el palacio real hasta la zona de
Mataleñas se extiende un arenal, que ganó fama a partir de la segunda mitad del
siglo XIX, cuando la ciudad inició su transformación turística.
Habitualmente se habla de dos playas del Sardinero, dividiendo el espacio entre la
una, la más cercana al viejo casco urbano, y la dos, más al norte, por los jardines del
Piquío. La una, cerca del palacio, antaño era la que frecuentaba la aristocracia, en
tanto que la segunda era más popular
10. Otras playas
Aparte del Sardinero, la ciudad de Santander tiene otras playas agradable y con
buenos servicios, aunque menos famosas.
La playa del Bikini recibe este
curioso nombre porque en el
pasado las estudiantes que venían
a los cursos de la Menéndez Pelayo
se atrevían con esta vestimenta de
baño, ante la atónita mirada de los
habitantes locales, más pudorosos
y conservadores.
Los Peligros no respondía a la
bravura del mar, sino a que esta
zona, al norte de la ciudad y
ligeramente resguardada, era el
punto por donde podían llegar
embarcaciones que asaltasen la
zona.