1. http://evolucionconsciente.org/identidad-vs-autosabotaje/
IDENTIDAD VS AUTO-SABOTAJE
La vida es un juego sofisticado, con infinitos niveles de dificultad. Somos parte
de todo lo que existe, somos unidad. Cada uno de nosotros nos creamos
nuestra propia realidad, aunque todos estamos viviendo en el mismo mundo.
Yo soy una porción infinita, una gotita en un océano, pero sé quién soy. Pero…
¿Sabes quién eres tú, realmente?
Comencemos definiendo identidad. Esta palabra llena de un significado tan
profundo, deriva del latín identitas. Identidad es el conjunto de los rasgos
propios de un ser humano o de una comunidad. Estos rasgos caracterizan a la
persona o a la colectividad frente a los demás. La hacen única.
Es importante no confundirla como sinónimo de personalidad. La identidad va
mucho más allá, conteniendo incluso los fines últimos a los que el ser humano
aspira en la vida, es el propio concepto del “sí mismo”, mientras que la
personalidad tiene que ver más con la imagen proyectada.
2. La identidad es la respuesta al cuestionamiento de: ¿Quién soy? ¿Quién creo
que soy, y como consecuencia dónde pongo mis límites?
Nuestra propia identidad es definida por la suma de nuestras creencias, valores
y el contenido de nuestros pensamientos. Esta suma, da como resultado simple
que si nosotros creemos que somos de un determinado modo de ser,
conociéndonos o no realmente, así seremos.
Estos conflictos de identidad, al tener relación directa con el sistema
inmunitario y el sistema endocrino, provocan alteraciones en todo el organismo
llegando a crear un caos interior y ocasionando posibles enfermedades.
Pensemos entonces de qué depende también nuestra salud o gran parte de
ella. ¿Tal vez… de nuestra identidad?
Principalmente, la identidad que tiene un ser humano desde que nace, está
dada por el nombre, el apellido y la huella digital. Estos elementos son los más
utilizados para distinguir a una persona y aparte, poder figurar en todos los
documentos, formularios y registros oficiales. También reseñar el ADN y los
marcadores genéticos monoparentales los cuales, son utilizados para confirmar
con más exactitud la identidad de la persona.
En la adolescencia, ya se tiene que comenzar a edificar sólidamente el nivel de
la propia identidad, esto es complejo y de precisa elaboración, ya que va a
servir de faro para el resto de la vida, marcando la estabilidad en la adultez.
La búsqueda de la identidad es una necesidad saludable del ser humano.
Practica la reminiscencia, la representación mental de una situación o hecho
del pasado. Rebusca en el conocimiento del recuerdo. Esto favorece la
integridad, refuerza la identidad y aumenta la autoestima. Permite la
resignificación de los hechos, manifiesta el logro de la longevidad y ayuda a
mantener la memoria colectiva.
Pero, ¿Cómo la encontramos? Identificando cuáles son los subsistemas que
forman parte de tu identidad. Tu identidad sexual, tu identidad física, tu
identidad ideológica, tu identidad psicológica, tu identidad social, etc. Debes
explorar diversos campos, analizando tus virtudes y defectos que te ayudarán a
ir creando tu propio sello de identificación. Tu propia identidad.
Recuerda que es fundamental que estés seguro de ti mismo. Seas feliz con lo
que crees y no olvides que tú eres el único dueño de ti mismo. Saber quién
eres y qué quieres en la vida crea seguridad e independencia. “Vive de acuerdo
a como se piensa y no pienses de acuerdo a como se vive”.
Nuestro mayor enemigo que nos podemos encontrar en busca de nuestra
identidad, es el auto-sabotaje. Tú eres tu peor enemigo.
3. Sumerjámonos en la definición de auto-sabotaje: Hacer inconscientemente
cosas que nos impiden lograr lo que deseamos. Cuando decimos que
queremos algo y después nos aseguramos de que no suceda. ¿Cuántas veces
te auto-saboteas al día?
Si hiciéramos un análisis detallado y honesto de nosotros mismos,
probablemente nos daríamos cuenta de que no logramos evolucionar por algo
que nosotros mismos hemos hecho o dejado de hacer.
El momento de evolucionar ha llegado. ¿Cómo evolucionar? Hay que
trabajarse a diario y crecer internamente. Trabajar la identidad, los miedos, las
creencias limitadoras, la autoestima, la autoconfianza, el cinismo, etc. Siendo
consciente y desconectándote de la manipulación inconsciente.
Para ello no hay que huir, sino enfrentarnos a nuestros miedos sin buscar
excusas para retrasar o escapar de una situación determinada. Sé consciente
de todas las conversaciones que tienes internamente y con otros. Trata de
evitar los pensamientos negativos poco a poco, hasta que seas capaz de
rechazarlos y controlarlos. Buscar justificaciones que expliquen nuestro
comportamiento, no es lógico.
Incide en la importancia de las palabras. Evitar las frases como: Soy una
víctima de las circunstancias. Tengo mala suerte. Lo que tengo que hacer es
demasiado difícil. La culpa la tienen los demás. Es imposible conseguirlo. Que
pase lo que tenga que pasar, etc.
En definitiva, hay que cambiar los patrones de comportamiento y paradigmas
con el objetivo de superar dicho condicionamiento. Contar con una mente
abierta y desarrollar la atención interna.
Empieza a reprogramarte. Para ello, este ejercicio te servirá para desarrollar la
atención hacia el interior de ti mismo.
Primero, acomódate en un lugar donde puedas concentrarte durante unos
veinte minutos, sin que nada te distraiga. Es preferible que mantengas los ojos
cerrados durante todo el ejercicio para evitar cualquier distracción.
Seguidamente enfoca tu atención hacia dentro y atiende a cada uno de tus
órganos de percepción interna. Desde allí, busca momentos de felicidad en tu
vida.
Comienza captando con el oído interno: Escuchando cualquier voz interna que
recuerdes, diálogos, tonos o sonidos que evoques y te vengan a la cabeza,
conversaciones, etc. Cuantos más de ellos puedas rememorar, mejor.
A continuación mira con el ojo interno: Utiliza tu ojo mental, tu visualización e
imaginación para traer escenas, personas, rostros, detalles y acontecimientos
que hayas visto antes. Deja volar tu creatividad y tu fantasía construyendo
cualquier representación que se te ocurra, enriqueciéndola y llenándola de luz y
color.
4. Ahora siente internamente el flujo emocional, el cuerpo, la respiración. Puedes
incluso inventar cosas que promuevan tu fantasía y te produzcan nuevas
sensaciones.
Pasa seguidamente a oler y saborear en tu imaginación perfumes, aromas,
comida, personas o lugares que puedas recordar.
De nuevo, procura tener acceso a cada sistema tan completa y separadamente
como puedas. Conforme lo haces, en los momentos de máxima intensidad,
junta tus manos y apriétalas con fuerza mientras repites: Soy consciente de
mi felicidad.
Vuelve a experimentar todos los órganos de percepción interna al mismo
tiempo. Cuando te percates de que lo consigues, vuelve a juntar y a apretar
tus manos repitiendo: Soy consciente de mi felicidad.
Reitera el proceso hasta que el mero hecho de juntar las manos fuertemente
haga que tu atención se enfoque hacia dentro sin ningún esfuerzo y evoques
esa sensación de felicidad.
Cuantas más veces insistamos en un anclaje, en éste ejercicio el anclaje sería
(juntar y apretar las manos) o/y reforcemos éste, tanto más permanecerá
activo.
Y recuerda que la atención, es la capacidad de controlar y enriquecer la
conciencia de nuestra existencia desarrollada en términos transpersonales.
Para ello se requiere: Técnicas, disciplina y concentración.
Conseguirlo, sería el mayor logro que cualquier ser humano puede pretender.
No dejes que el día a día te consuma. Te animo a que tomes el control de tu
vida. Tú puedes.
Begoña Bueno Ibarrondo
Coach Transpersonal
http://begobuenoibarrondo.jimdo.com/